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Rancheros

ChicaQo••
en

vida y conciencia
en una historia
emigrantes

Patricia Zamudio Grave

Universidad
Autónoma de
Zacatecas

MÉXICO 2009
Esta investigación, arbitrada por pares académicos,
se privilegia con el aval de la institución coeditora.

A Marina, migrante de corazón,


cada día más consciente de sí misma y más libre.

Primera edición, septiembre del año 2009

© 2009
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

2009
Por características tipográficas y de diseño editorial
MIGUEL ÁNGEL PORRÚA, librero-editor

Derechos reservados conforme a la ley


ISBN 978-607-401-152-4

Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del


contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización
expresa y por escrito de los editores, en términos de lo así previsto por la
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cionales aplicables.

IMPRESO EN MÉXICO PRINTED IN MEXICO

Amargura 4, San Ángel, Álvaro Obregón, 01000 México, D.E


Capítulo 3

Construyendo una comunidad mierante

LA CREACIÓN DE comunidades de migrantes implica tanto la reproducción sin


esfuerzo de patrones de interacción aprendidos antes de migrar, como una ela-
boración más consciente de estrategias que incorporan la utilización de recursos
presentes en las sociedades de origen y de destino —recursos nuevos o previa-
mente existentes, pero que son resignificados. La manera como los migrantes
combinan esos procesos tiene efectos sobre la forma que adoptan sus comunida-
des, las transiciones que éstas experimentan y el lugar y significado que su tierra
tiene en sus vidas en el extranjero.
Uno de los desafíos con los que se enfrentaron los huejuquillenses en Chicago
fue el de la construcción de una comunidad. Las relaciones sociales que se habían
acumulado en su tierra se vieron parcialmente interrumpidas por el traslado. A
la vez, las mismas redes que los llevaron a Chicago les proporcionaron recursos
para reconstruir viejas relaciones sociales y para construir relaciones nuevas. Este
capítulo aborda la historia de los huejuquillenses en Chicago como miembros de
una comunidad de paisanos.

Nuestro conocimiento sobre la importancia de la preservación de lazos de


pertenencia y prácticas de reafirmación de membresía en la conducta de los
migrantes, en relación con su tierra natal (véanse Goldring, 1998; Hagan,
1998; Levitt, 1998 y 2001; Smith, 1998), proviene principalmente de estudios
sobre grupos de paisanos con un grado relativamente alto de organización
formal, generalmente conocidos como clubes (véanse Fitzgerald, 2000; Itzing-
sohn, 2000; Smith, 1998). Por lo general, dichos clubes organizan reuniones
sociales en Estados Unidos para promover un sentido de comunidad entre
paisanos y, al mismo tiempo, recolectar fondos para poner en práctica proyec-
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l'AFRICI CONSUILIVEN00 JNA ( , 91
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tos dirigidos a mejorar las condiciones de vida de sus municipios (o pueblos) diferentes momentos, condicionaron la importancia relativa de cada uno de los
de origen. lugares y grupos. Por ejemplo, en el primer y tercer periodos las dimensiones
La organización de huejuquillenses en Chicago presentaba también esta prevalecientes eran de carácter cultural y político, de preservación de prácticas
imagen. Sin embargo, las interacciones y los conflictos que observaba surgían de reciprocidad y de membresía; en el segundo periodo, en contraste, prevale-
de una historia más larga. Me di cuenta de que para comprender cabalmente lo ció la dimensión económica, de incorporación en la sociedad de destino y de
que observaba y en lo que participaba era necesayio acercarme a la historia de la construcción de un patrimonio familiar.58
formación misma de la comunidad de paisanos. Debía evitar concebirla de forma Cuatro periodos de dicho proceso muestran las cambiantes adherencias con
lineal, al sólo rescatar los acontecimientos o procesos que habían hecho surgir el la tierra natal que los huejuquillenses han puesto en práctica en la construcción
club. Factores como el género, las especificidades de la incorporación al mercado de una comunidad en Chicago." El primer periodo corresponde a la época
de trabajo y el proceso de legalización son factores que pueden debilitar o forta- cuando los primeros migrantes de Huejuquilla llegaron a Chicago, alrededor de
lecer las redes sociales y nos alertan sobre la naturaleza cambiante de los vínculos 1968, y cuando la migración en cadena comenzó a atraer a más paisanos a esa
sociales entre los migrantes (véase Hagan, 1998). parte de Estados Unidos. En ese momento los huejuquillenses echaron mano
Era necesario también comprender los factores que impulsaban a los pai- de las adherencias sociales que se habían desarrollado en su tierra y que ellos
sanos a participar en la organización o a retirarse de ella. Miraba que muchos daban por sentadas. Estos pioneros comenzaron por crear una comunidad en
paisanos no participaban en las reuniones sociales del club ni cooperaban para la que sus lazos con Huejuquilla eran análogos a la interacción continua con los
la instrumentación de proyectos en Huejuquilla; además, quienes participaban demás paisanos y a la expresión de solidaridad con los recién llegados. En pocas
se involucraban en niveles variables (Guarnizo, 1999). Factores como la cultura, la palabras, durante este periodo su tierra se convirtió en el núcleo desde el cual
clase (ideen.), el género (Goldring, 1999) y temporalidad de la migración podrían las adherencias sociales acumuladas se reproducían de manera activa pero "sin
ayudar a explicar los grados de participación de los migrantes en su comunidad. esfuerzo" en la sociedad de llegada.
Además, había otros tipos de prácticas, menos organizadas e "incluyentes", que Dos factores dieron origen a importantes transformaciones en la comunidad.
también podían reforzar los vínculos entre los huejuquillenses; por ejemplo, la Uno fue la llegada de nuevos huejuquillenses y el consiguiente crecimiento de la
realización de reuniones íntimas o la interacción en el ámbito laboral. El pro- comunidad. El otro factor correspondió a las presiones que implicó para las vidas
ceso de construcción de su comunidad en Chicago no muestra un desarrollo de las personas formar una familia y construir un hogar en la sociedad de llegada.
lineal. Los lazos que la unen han cambiado a lo largo del tiempo y le han dado Este segundo periodo —el más largo—, que se extiende desde fines de los años se-
formas también cambiantes, en las cuales se han privilegiado diferentes dimen- tenta hasta 1991, ha sido identificado por los migrantes de manera laxa. Parece-
siones de las prácticas sociales —por ejemplo sociales, económicas y culturales ría que las adherencias con su tierra y entre los paisanos en Chicago empezaran
(véase Levitt, 2001). a caminar en direcciones separadas, al tiempo que se creaban otras nuevas con
Para analizar esta historia utilizo el concepto de "adherencias sociales", el la sociedad de llegada. Lo que al principio era visto como adherencias con su
cual presenta una importante ventaja sobre el concepto de "lazos sociales", de- tierra, que se daban por sentadas —y que se expresaban tanto en la solidaridad
finido como "una serie continua de transacciones interpersonales a las cuales hacia los recién llegados como en viajes frecuentes a Huejuquilla—, comenzaron
los participantes adhieren intereses compartidos, obligaciones, expectativas y a sufrir presiones por las nuevas condiciones de vida.
normas" (Faist, 2000, p. 101). Las "adherencias sociales" incorporan, además de
los elementos contenidos en el concepto de "lazos sociales", al lugar (geográfico, "Levitt (1998 y 2001) propone que el "tipo" de práctica es uno de los ejes que deben considerarse al
social y simbólico) y al grupo específico hacia los cuales los migrantes dirigen analizar el carácter transnacional de una experiencia migratoria particular.
"Definir una comunidad es difícil. Para este análisis, la comunidad refiere a todos aquellos que
su atención y esfuerzo en la construcción de su vida —cotidiana y a futuro. Así, nacieron en Huejuquilla y a los hijos y a sus cónyuges no nacidos en dicho municipio. El análisis que pre-
mientras los huejuquillenses podían preservar lazos de pertenencia, tanto con sento adolece de lo que Wimmer y Glick Schiller (2002) llamarían "nacionalismo metodológico", con una
posible consecuencia de reificación de la comunidad, basada en su origen no sólo nacional sino municipal.
Huejuquilla como con Chicago, cada lugar tuvo una preponderancia diferen- Sin embargo, aun sin negar que las interacciones de los huejuquillenses incorporaron desde un inicio de
ciada —una "adherencia" particular— según el periodo de la historia migratoria la experiencia migratoria a personas que no eran ni huejuquillenses, ni jaliscienses, ni mexicanos —en el
trabajo y en el acceso a servicios, por ejemplo— el propósito de este escrito es precisamente ver las formas
de la comunidad y de la construcción de un patrimonio familiar, entre otros fac- como ellos mismos fueron transformando, deslindando o acotando, los límites y formas de su comunidad
tores. Al mismo tiempo, las "dimensiones" de los lazos que prevalecieron en los de paisanos.
92 PATRICIA ZAMU O I e) GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANTE 93

El tercer periodo comenzó con el momento en que algunos cayeron en la cuen- palabras de Enrique,60 "pensaban que el ejército vendría a reprimir a la pobla-
ta de que a menos que se hiciera un intento consciente para conservarla la comu- ción. Pero llegaron a protegerla". Aprendieron también que los pobres tenían el
nidad podría dejar de existir como tal. De 1991 a 1995 surgió una especie de poder para organizarse y al mismo tiempo hacer que sus demandas fueran es-
organización "formal" de huejuquillenses, que intentaba reconstruir en Chicago cuchadas cuando tenían alternativas que les permitían escapar del control de la
las adherencias entre los paisanos que, a pesar de conservarse con Huejuquilla, se elite, como la migración a Estados Unidos. El siguiente pensamiento de Juana
habían erosionado en Chicago. Esa fue la época cuando el apercibimiento acer- sintetiza ese apercibimiento:
ca de los cambios que la migración había traído a la manera como concebían
su pertenencia a la comunidad comenzó a manifestarse activamente. Se expresó Cuando la gente quiere, puede defenderse realmente. Ellos [las elites] pen-
primero por los migrantes más "antiguos" —y por un hombre joven de alta es- saban que podrían ningunearnos para siempre. Se creían superiores. Re-
colaridad— que promovieron la interacción activa entre los grupos dispersos de cuerdo los chistes que [las muchachas ricas] hacían sobre nosotras, las po-
migrantes. En pocas palabras, la tierra de origen se convirtió en el centro de una bres, que íbamos a la misma escuela; y nos sentíamos muy mal. Pero no. La
"comunidad imaginada" de huejuquillenses en Chicago cuyas adherencias se ha- gente estaba cansada de ceder ante ellos por el miedo a la venganza. Pero
bían dispersado y diferenciado. ya ves, con tanta gente en el norte, estaban perdiendo algo. Era como que
El cuarto momento comenzó en 1997 y se extendió hasta la primera mitad la gente ya no los estaba respetando... Ahora yo sé que todos somos iguales,
de 1999. En esta época se hicieron evidentes las dificultades que presentaba el pobres y ricos, todos somos iguales.
nuevo espacio para reconstruir —o construir— una comunidad. Los avances rea-
lizados por la organización se vieron interrogados por la falta de confianza y las La tercera lección fue que había límites a lo que se podía lograr al organi-
divergencias acerca del significado mismo y las implicaciones de la pretendida zarse colectivamente. A pesar de la mejora relativa en las prácticas políticas y el
reconstrucción. Como consecuencia, la mayor parte de los huejuquillenses se re- respeto a la ley que los eventos de 1972-1973 trajeron al municipio, no había
tiró de la participación en una comunidad alternativa en Chicago, a la que veían señales de cambios económicos significativos. El percatarse de las imposibilida-
como artificial, y dotaron a Huejuquilla de un significado aún más importante des de mejoría en Huejuquilla reforzó el traslado hacia el norte, estrategia que
en la conformación de su identidad. Huejuquilla se conservó como el centro de resultaba ser la mejor opción a su alcance (véase Ellis et al., 1996). Ello implicó,
sus adherencias y fue utilizada ingeniosamente como una manera de conservar sin embargo, importantes costos para sus relaciones sociales.
una identidad local como huejuquillenses a la vez que como migrantes residen-
tes en Chicago. Cruzando la frontera
Analizar la comunidad en estos cuatro momentos a través del lente de las
adherencias cambiantes aporta una imagen compleja sobre cómo algunas comu- Antes de entrar de lleno en el análisis de la historia de la comunidad de huejuqui-
nidades de migrantes se transforman a través del tiempo y cómo, a pesar de esos llenses en Chicago, son necesarias unas palabras acerca de las experiencias de estos
cambios, la adherencia básica con la tierra de origen se renueva a través de los migrantes al cruzar sin documentos la frontera entre México y Estados Unidos.
recién llegados, los que retornan al pueblo y aquéllos que trabajan activamente Por un lado, este paso constituye un verdadero "punto de partida" de sus expe-
por la preservación de las adherencias. riencias como migrantes. Para la mayor parte de ellos la experiencia de cruzar la
frontera junto a otros paisanos y confrontar los peligros que ello implicó constituyó
La mayor parte de los migrantes que conocí en Chicago llegaron ahí a fines de una oportunidad para afirmar la confianza que podían depositar en los demás.
los años sesenta y principios de los setenta, así que la mayoría habían experimen- También generó un lazo duradero de amistad y solidaridad que fortalecería las
tado los cambios que conformaron la conciencia de los huejuquillenses, fuera an- adherencias entre ellos. Por otro lado, muestra el papel central que juega la cul-
tes o después de los eventos de 1972-1973, a partir de un nuevo apercibimiento tura ranchera al principio de su vida migratoria.
de sus circunstancias y posibilidades en los ámbitos político y económico. Según Varios estudios han hecho intentos por descubrir los patrones que confi-
ellos mismos lo expresaron, habían aprendido varias lecciones de esa experien- guran las estrategias que las personas utilizan para cruzar la frontera sin docu-
cia. Aprendieron que los ricos no eran todopoderosos y que sus alianzas políticas
`'0 Me refiero a Enrique Murillo, el autor del texto sobre los eventos del invierno de 1972-1973, en
con las autoridades no eran tan fuertes como ellos pensaban —o esperaban. En Huejuquilla.
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mentos (por sí solos, con parientes o con un coyote o guía pagado, por la línea Aunque resulta problemático que pronto hayan adoptado la práctica de utilizar
o por el río o desierto), sus experiencias en el cruce, el resultado final (cruce un guía pagado. Ello puede sugerir, dada su capacidad para adaptarse a nuevas
exitoso o aprehensión) y cómo las estrategias cambian con el tiempo, según la circunstancias e incorporar fácilmente formas más convenientes de hacer las
experiencia adquirida en la práctica. Se ha encontrado que factores como el ca- cosas, tal vez decidieran que evitar los peligros ameritaba el gasto.62
pital social y humano influyen en la experiencia de los migrantes.6' Sin embargo, El tercer patrón tiene que ver con la propia experiencia del cruce. En un
los aspectos culturales generalmente se han dejado de lado como posible variable caso revelador, a Juan y su grupo les tomó más tiempo de lo planeado cruzar
que afecta sus decisiones y sus experiencias. Las experiencias de los huejuquillen- la frontera y, en consecuencia, se les acabó el agua. Es así como relata la expe-
ses son sugerentes en lo que concierne a la importancia de los recursos culturales riencia: "mire cómo pasan las cosas. Queríamos encontrar agua para tomar. No
en la experiencia del cruce de la frontera, en particular en una época en que la había agua. Sólo el desierto. Llovía pero no había agua para beber. Recuerdo
migración indocumentada todavía no prevalecía en el municipio. que mi primo dijo: `¿Sabes? Veo un peñasco. Vamos allá a ver si encontramos
La pertenencia a un ambiente rural no es un componente trivial del "capital agua'. Recuerdo que llegamos a un lugar ahí, a una cascada muy grande, y ahí
humano" cuando la tarea a realizar implica precisamente atravesar una región encontramos el agua".
rural —como cruzar por colinas, por el desierto o por arroyos. Menos aún si La mayor parte de los huejuquillenses reconocieron que la experiencia del
la vida rural implica atravesar nuevos ambientes con regularidad. Además, el cruce de alguna manera los asustaba, no sólo por el peligro de que los apre-
primer viaje de los primeros huejuquillenses que llegaron a Estados Unidos sin hendieran y regresaran, sino también por los problemas que les presentaba el
documentos incorporó muy poca planeación, lo cual sugiere confianza en sí ambiente. Sin embargo, relataron con orgullo el hábil manejo de la situación y
mismos y en sus experiencias previas. la actitud cooperativa que mostraron los demás. Por ejemplo, en casos en que se
Las historias que los migrantes relatan permiten identificar patrones en los les acababa la comida, cazaban un animal (armadillo o conejo) y lo cocinaban;
que la cultura hizo la diferencia en la forma de cruzar, en la experiencia misma cuando se les acababa el agua, eran capaces de encontrarla gracias a su expe-
y en el resultado. Para empezar, no mencionan ningún caso en el cual algún riencia en los ranchos; el sol y la luna eran indicadores confiables de la dirección
huejuquillense intentara hacer el viaje hacia el norte solo. Por lo general lo que habían de seguir. Se dieron casos de ataques por parte de animales silves-
hacían en grupos de al menos tres personas. Esta estrategia sugiere dos cuestio- tres, pero su experiencia anterior para el manejo de situaciones similares en su
nes relevantes acerca de su experiencia cultural: primero, que sabían sobre los tierra los había preparado para responder.
peligros que implicaba cruzar un terreno desconocido y reconocían, a pesar de Como en el caso de Juan, otras experiencias menos venturosas de cruce de
sus tendencias individualistas e independientes, que la empresa ameritaba una la frontera han fortalecido aún más el sentido de reciprocidad y de confiabili-
aproximación de equipo. En segundo lugar, dicha estrategia hace aflorar los dad de los paisanos. Esta confianza creciente en los otros se hizo especialmente
recursos culturales que se habían desarrollado en la historia migratoria previa evidente en situaciones en que alguien estaba en peligro o en los casos en que
de la comunidad, principalmente hacia Nayarit: en el camino desde su pueblo a compartían tarjetas de residencia, pasaportes o actas de nacimiento de los niños
las plantaciones costeras de algodón, los huejuquillenses habían aprendido que para hacer posible el cruce de algún paisano o amigo.
no debían emprender el cruce solos.
El segundo patrón se refiere a que, salvo pocas excepciones, el grupo del
Primera fase: una comunidad de pioneros
primer viaje estaba compuesto por parientes (hermanos y primos) o amigos. Era
probable que los guías pagados fueran utilizados para los viajes subsecuentes. Existe una gran diversidad de estudios acerca de las comunidades de migran-
Este comportamiento es interesante, y además consistente con lo encontrado tes. Los estudios históricos han mostrado variedad en los procesos de llegada,
por Singer y Massey (1998), en el sentido de que los primeros viajes se hacen establecimiento e incorporación de los migrantes en la vida estadounidense
con familia y amigos y que, a medida que la comunidad se involucra más en la (Friedman-Kasaba, 1996; Gabaccia, 1994; Harzig, 1997). Se ha sugerido que
migración —y se incrementa el capital social— los migrantes tienden más a usar son los hombres quienes por lo general comienzan el proceso y son seguidos
un guía pagado. En el caso de los huejuquillenses, ello sugiere que, nuevamente, por las mujeres de sus comunidades (Hondagneu-Sotelo, 1994; Massey, 1987;
confiaban en su competencia cultural para poder realizar el viaje sin un guía.
"Los coyotes profesionales son costosos. Pero el costo vale la pena si se considera que ellos pueden
el Véase Singer y Massey (1998), para una breve revisión de estos estudios. estar al tanto de las estrategias actuales de la migra y de los agentes aduanales.
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Massey et al., 1994). No siempre ha sido así —las especificidades de la economía ciones bajo las cuales los mi-
política de las comunidades de envío y recepción juegan un papel importante grantes potenciales tomaron
en cómo comienza y se desarrolla este proceso (Colen, 1995). decisiones sufrieron cambios
La migración de los huejuquillenses a Chicago siguió el estilo del "hom- y la composición demográfi-
bre como pionero" y, aunque la economía política de Chicago definió las opor- ca del flujo también se alte-
tunidades que éstos tuvieron para incorporarse al nuevo ambiente, su propia ró. Éste incluyó a hombres y
agencia como individuos y miembros de su grupo.' ha definido las trayectorias mujeres más jóvenes (véase
particulares que han seguido. Desde fines de los años sesenta hasta fines de los Massey et al., 1994).
setenta, dos aspectos de sus vidas fueron críticos, tanto en la incorporación de Los primeros huejuqui-
los migrantes en el nuevo ambiente como en la construcción de una comunidad llenses que llegaron a Chica-
de paisanos: un lugar para vivir y un empleo. go, alrededor de 1968, eran
Massey (1986, p. 672) sugiere que los migrantes mexicanos no corresponden todos varones. Algunos de
con el estereotipo de "aves de paso", descritas por la literatura (Piore, 1979). Por ellos habían migrado con la
el contrario, los migrantes tienden a integrarse lentamente en la nueva sociedad primera oleada de migrantes,
a medida que se incrementa su experiencia en Estados Unidos. Massey propone aquéllos que participaron en
tres etapas de integración: la "etapa del transeúnte", la "etapa de transición" y la el Programa Bracero. La ma-
"etapa de establecimiento". La primera corresponde a los "migrantes masculinos yoría, empero, eran jóvenes
[que] ingresan al país de destino para trabajar sin dependientes" y cuyas intencio- y solteros. Algunos llegaron a
nes son permanecer en Estados Unidos sólo por cortos periodos de tiempo: principios de ese año y luego
los siguieron otros parientes
[S]on asalariados con la meta de maximizar su ingreso en el corto plazo,
y amigos. Uno de ellos co-
antes de regresar a casa. Los empleos que tienen son inestables y con fre-
menta: "[Nombre] fue uno
cuencia estacionales. La mayor parte de las ganancias es repatriada en for-
de los primeros en llegar
ma de ahorros o remesas. Viven una existencia espartana y es frecuente que
aquí. Mi hermano fue el se- Unión bendecida por la Virgen
compartan la vivienda con otros hombres y que duerman por turnos para Fotografía de Enrique Murillo
gundo. Y de ahí en adelante
ahorrar dinero. Trabajan largas horas y tienen poco interés en las actividades
llegamos todos nosotros".
sociales. Se ven a sí mismos como miembros de sus comunidades de origen En ese tiempo la experiencia de los huejuquillenses presentaba algunos as-
y no como participantes en la sociedad de recepción. La mayor parte de sus pectos de la descripción de migrantes temporales o "de transeúnte", dada por
contactos se restringen a otras personas de su pueblo que viven y trabajan Massey. Empero, hay algunos factores que no se ajustan bien a esa descripción.
cerca y pasan sus vidas en gran parte dentro de los confines de un enclave En primer lugar, la mayor parte de los huejuquillenses llegados a Chicago como
migrante, sin verdaderos lazos —personales, institucionales o económicos— con pioneros no tenía dependientes. Tenían familia en su tierra, pero el nivel de
la sociedad de destino. En esta etapa, la gran mayoría de los migrantes mexi- compromiso con ella y las presiones para regresar no eran fuertes. Aunque que-
canos carece de documentos (ibid., p. 671; las cursivas son mías). rían acceder a trabajos mejor remunerados, sus narraciones sobre los motivos
de su movimiento enfatizan más la búsqueda de aventura que una acuciante
Esta descripción de los migrantes en su etapa "de transeúnte" puede no ser ex- necesidad económica (véase Hondagneu-Sotelo, 1994). El tiempo de estancia
haustiva, pero capta la mayoría de los aspectos de las vidas de los migrantes hue- no se concebía necesariamente de corto plazo; la duración no era en realidad
juquillenses pioneros. Esa descripción se ajusta bien con lo que en el capítulo una preocupación cuando recién arribaban. Por otro lado, las remesas que en-
dos denominé la "primera generación" de migrantes a Estados Unidos —princi- viaban a sus familias eran consistentes pero no representaban la mayor parte de
palmente braceros. Sin embargo, el segundo flujo, conformado por los primeros sus ingresos. Muchos gastaban su dinero en ropa y compraban costosas botas y
migrantes llegados a Chicago, constituye una variedad interesante. Las condi- camisas vaqueras, como en el caso de Ramiro: "recuerdo una ocasión cuando
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íbamos a bailar. [Mi amigo] fue a una tienda y vio dos trajes muy parecidos y tino —personales, institucionales o económicos. Los huejuquillenses se veían a
los compró. También compró uno para mí. Nunca olvido eso. Y después otros... sí mismos como tales, como miembros de Huejuquilla. Sin embargo, mirar esta
Eran como un saco, muy bonitos, hechos de tela... No cualquiera compraba en "identidad" en oposición a otra "como participantes en la sociedad receptora",
esas tiendas [eran muy caras]". es pasar por alto los esfuerzos intencionales que muchos grupos migrantes rea-
El alcohol también era un gasto común. Tomaban solos o con amigos. Las lizan al generar una forma de vida para sí mismos, al trasladar a sus paisanos y
reuniones sociales eran frecuentes entre los paisangs —no sólo entre los provenientes al ayudarlos a incorporarse a la nueva sociedad. La literatura sobre "migración
de Huejuquilla, sino también de municipios cercanos, en particular de Valparaíso, transnacional" ha insistido en ese doble carácter de algunos migrantes en Esta-
Zacatecas. José narra que "muchos de nosotros nos juntábamos. Olvídese, unos trein- dos Unidos que desempeñan las tareas de incorporarse a la sociedad receptora
ta o cuarenta amigos. Tan sólo para platicar durante los fines de semana". y, al mismo tiempo, mantener lazos sociales con sus países de origen (Goldring,
También iban a bailes públicos, que se organizaban cada semana. En esa 1998; Smith y Guarnizo, 1998).
época, la población mexicana en Chicago había crecido significativamente. En En la experiencia de los huejuquillenses la migración constituía básicamen-
1960, había 55,997 mexicanos en el área metropolitana y para 1970 el número te la única alternativa para alguien con deseos de trabajar; dejar su tierra natal
se había incrementado a 106 mil personas (Betancourt et al., 1993, p. 119).63 no implicaba cortar sus lazos con ella —pero sí implicaba la adquisición de un
Esa población aseguraba ya la existencia de lugares propicios para las reuniones conocimiento creciente acerca de las oportunidades que se les ofrecían. Ya sa-
sociales de estos jóvenes migrantes solteros. Algunos de ellos los frecuentaban bían que la migración a Estados Unidos era la opción más rentable. Se estaban
para conocer a las muchachas que se convertirían en sus novias o esposas. Mar- dando cuenta ahora de las ventajas de Chicago frente a otros destinos posibles.
garito cuenta que "al principio, [acostumbrarse] fue muy difícil; pero, con el Según lo expresa Margarito:
tiempo, de algún modo comienzas a hacerlo, comienzas a ir a bailes y todo y a
La mayor parte de nosotros [llegamos aquí] porque oíamos que, escuche, si
conocer otro ambiente y ya está".
en Texas nos pagaban cien pesos" semanales, aquí [podíamos] ganar dos-
Estos migrantes tenían vida social, aun cuando ésta fuera limitada
cientos pesos semanales. [Vinimos aquí] por el dinero, porque los sueldos
en comparación con la que tenían en Huejuquilla o de la que gozaban mi-
eran más altos... Todavía ahora la gente dice que en Chicago un [empleo]
grantes con más tiempo en Chicago. No se concebían a sí mismos como
ofrece mejor paga. Le preguntamos a la gente que se va a California, les pre-
migrantes temporales. Intentaban lograr lo más posible con sus recursos re-
guntamos "¿Cuánto ganas?" "Tanto". Luego, se enteran de que acá ganas
cién descubiertos. Además, para ellos la migración a largo plazo no era una
más. Porque... no sé, puede ser el clima o no sé... En esa época, [Chicago]
posibilidad inconcebible. En este momento de la historia de la migración des-
ofrecía más dinero que otros lugares.
de el municipio muchos huejuquillenses ya tenían empleos estables o comen-
zaban a construir sus hogares en otros lugares de Estados Unidos —California, A pesar de que la distancia podría haber significado menores oportunidades
Texas o Colorado. Se percataban de las posibilidades que Estados Unidos les para regresar a Huejuquilla," Chicago resultó ser un destino mucho mejor. Así
ofrecía y estaban dispuestos a aprender. Sus recursos culturales rancheros, en que muchos hombres sin experiencia previa de migración iban llegando y pi-
particular la práctica del movimiento y el valor de la independencia, tenían diendo apoyo a quienes "ya se habían establecido" —es decir, a quienes tenían
efectos sobre sus decisiones. También habían adquirido conciencia de sus po- un lugar para vivir y un empleo, aun cuando éstos fueran "provisionales e ines-
tencialidades, considerando las experiencias de aquéllos que migraron antes tables".
que ellos. Las condiciones económicas de la ciudad eran favorables para que estos
La segunda discrepancia con la caracterización de la etapa de "migración migrantes de escasa capacitación ingresaran al mercado de trabajo. Según Jesús,
transeúnte" tiene que ver con los lazos de los migrantes con su sociedad de des- "había tantos trabajos en esa época que usted podía cambiarse de uno a otro dia-
riamente, si hubiera querido. Claro que el pago no era tan bueno, pero de todos
"Es muy probable que estos números reflejen fallas en las estrategias oficiales para contar a los mi-
grantes. Hay reportes de su importancia demográfica en Chicago desde los años sesenta o incluso antes.
modos. Ahora es diferente. No es fácil que encuentre un buen trabajo".
Año Nuevo Kerr (1976, p. 285) reporta que "en octubre de 1953, el Chicago Sun Times informó que, según
el director de la oficina de inmigración en Chicago dependiente de Immigration and Naturalization Service, " En este contexto, pesos realmente significa dólares.
había 'cerca de 100 mil mexicanos' en la ciudad, entre ellos '15 mil mojados', aun cuando el censo había "Son tan sólo 12 horas por carretera desde Laredo, Texas, a Huejuquilla. Desde Chicago, el viaje
registrado apenas 24 mil mexicanos tres años antes". requiere casi 36 horas parando únicamente para cargar gasolina y comer.
100 PATRICIA :ZAMUDIO GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANTE 101

MAPA 4 la ciudad por dos años. Cruzaron juntos la frontera, con la ayuda de un pollero.
CHICAGO Y SUS SUBURBIOS Después de llegar a la ciudad, Miguel trabajó primero en un restaurante, lavan-
alce vea
do trastos, durante seis meses, y luego se cambió a un empleo mejor pagado en
GuMee otro restaurante, "con otro amigo de Huejuquilla". Entonces, empezó a traba-
Round Lake
Y Graysiake jar en un restaurante donde "trabajaban todos los de Huejuquilla". Había otro
1,90CdStOC.k
Wauconda k;lundelein : 1 — -
restaurante, en el suburbio de Morton Grove, que también sirvió de puerto de
Marengo
Crystal Lake Cary . • Vernon Hills Lakr r
entrada para la trayectoria laboral de muchos huejuquillenses.
Lake Zurich Buffalo
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trove F ir • La abundancia de empleos era benéfica porque compensaba en parte los in-
Palatine . ,Lcrth:.,Mol.
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Carpentersville
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convenientes de las deportaciones que sufrían. Cuando regresaban de México,
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• ", por lo general les era posible encontrar un empleo que, aunque temporal y de
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... „ escasa paga, constituía un punto de partida que les permitía buscar algo mejor.
Birtlet . klanover —;,'": Park ),irs,-.,.
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Era igualmente benéfico para aquellos que iban de visita a México. Como con-
SI Charles
. Caroi , Addison .parle servar el empleo no preocupaba a muchos, podían conservar sus adherencias
StreaT i. Erro ' h'urst
Gaseas P.a' a con su tierra natal sin poner en peligro su reincorporación laboral en Chicago.
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La forma más importante como la abundancia de empleos les favorecía era que
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Lapárigg estaban en posición de escoger. Podían, por ejemplo, trabajar duro y juntar
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o mut de la mayoría, que solía cambiar de empleo hasta que aparecía "el adecuado".
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Plainfield Orlane Park . 119' 19' Y Cuando lo encontraban, trataban de quedarse ahí y ascender en la jerarquía
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....... laboral. La mayor parte de esos pioneros ascendía rápidamente y era capaz de
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ayudar a los amigos y parientes recién llegados.
klinu,k, Paikol-csf. cre,e. Estas prácticas de traslado entre países y de cambio de empleos pueden ser
G-in anon una manifestación de otra dimensión del proceso de incorporación de los hue-
juquillenses en la sociedad de destino, esto es, el cambio de prácticas laborales
desde aquéllas de carácter más estacional y flexible de sus empleos en el rancho
hacia el carácter más restrictivo del empleo asalariado en Chicago. O, en pala-
A pesar de la caída en la manufactura que el área de Chicago sufrió en ese
bras de Thompson (1991, p. 359), "el traslado de la orientación a la tarea hacia
tiempo, "la economía de los servicios surgió como la actividad más dinámica"
(Betancourt et al., 1993, p. 124). Los huejuquillenses, como muchos otros mi- la orientación de tiempo fijo". Estos "escapes" temporales o periodos de prueba
del trabajo en Chicago podrían sugerir —además de la lógica búsqueda de mejo-
grantes indocumentados, ingresaban a los puestos de menores sueldos en el
sector (ibid., Sassen, 1988). De cualquier manera, ello constituía una mejora res- res sueldos y condiciones de trabajo— una etapa no intencional pero conveniente
pecto a las oportunidades económicas en Huejuquilla. de adaptación a las nuevas realidades del trabajo urbano.
Encontrar un lugar para vivir constituyó otro aspecto relevante en la cons-
Una vez llegados a la ciudad estos migrantes comenzaron a trabajar en el
trucción de la comunidad, el cual se llevaba a cabo a partir de las lealtades y
sector de los servicios, específicamente en restaurantes; algunos de ellos en la
adherencias que los huejuquillenses habían formado antes de migrar. Pasajes de
ciudad y otros en los suburbios. Las redes sociales condicionaron las posiciones
entrevistas con Margarito y Miguel ilustran ese punto:
que los huejuquillenses ocuparon en el mercado de trabajo de Chicago en ese
tiempo (véanse Massey, 1987; Portes, 1995). Los recién llegados podían contar Y en ese tiempo, ¿vivía usted solo con su hermano o con otros parientes?
con sus paisanos para obtener empleo temporal y la recomendación para uno Bueno, verá. La segunda vez que vine, cuando apenas vine vivía con mi
nuevo, mejor pagado. Miguel llegó invitado por un amigo que había estado en hermano [y mis dos primos]. Éramos como cuatro.
102 PATRICIA JAMIJDIO GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD M/GRANTE 103

¿ Ustedes cocinaban o salían a comer? y de la importancia de la ayuda para facilitar un buen comienzo en el nuevo
No, todos cocinábamos. En ese tiempo no era tan común salir a comer. ambiente.
Cada quien lavaba sus propios... todo. Un día uno hacía las tortillas, otro Su disposición a ayudar también estaba relacionada con la expectativa de
día otro... Hacíamos tortillas de harina. Era mucho, porque hoy se hacen las reciprocidad, con base en las normas culturales desarrolladas por los rancheros
tortillas para dos días. Y así era. Y otro hacía la comida, y otro [hacía otra para soportar las duras condiciones de su traslado estacional en Huejuquilla.
cosa]. No, no había problema. Nunca peleábamos. No recuerdo haber visto Como dice el dicho, "Hoy por ti, mañana por mí", los favores que ellos conce-
[peleas]. Me acuerdo de mis primos; peleaban mucho. Pero ya sabes que dieran serían correspondidos cuando surgiera la oportunidad.
cuando la gente toma mucho [alcohol] le da por pelear. En estas circunstancias ayudarse entre sí no era simplemente una obliga-
ción moral y una "expectativa social". También implicaba un esfuerzo activo por
Miguel narra su historia de este modo: conservar una "buena posición" en la comunidad de origen y asegurarse de que
los parientes y amigos pudieran aprovechar que se cumpliera con las reglas de
Mi compadre y yo llegamos juntos de México. Me invitó y vine. Él había reciprocidad ranchera. Los rancheros tienen una forma eficiente de difundir las
trabajado aquí antes. Trabajé en un restaurante en Schaumburg. Trabajé noticias; de ahí que las implicaciones del comportamiento hacia los otros fueran
ahí como un mes, pero pagaban muy poco. [Luego trabajé] en Chicago, en importantes. Dado el alcance de las redes sociales entre los huejuquillenses,
[nombre del restaurante]. ¿No los conoció? Ahí estuve... Llegamos en di- tanto en Huejuquilla como en Estados Unidos, siempre era posible que un pa-
ciembre ¿ve? Hacía mucho frío. Fuimos a [un restaurante] en Schaumburg... riente o un buen amigo le pidieran ayuda a otro que vivía en un lugar distinto de
No, fue el de Morton Grove. Lo recuerdo porque cruzamos Skokie. [Nom- Estados Unidos. La "confianza exigible" (enforceable trust) (Portes y Sensenbren-
bre] trabajaba ahí, con su hermano... No teníamos dinero... Por fortuna, mi ner, 1993) operaba en ambos espacios, los cuales en esa época no presentaban
hermano... me prestó dinero para mí y mi compadre para que comprára- grandes distinciones en términos de las adherencias sociales. En otras palabras,
mos ropa y rentáramos un departamento. hacer favores a los huejuquillenses en Chicago podía traducirse fácilmente en el
acceso a un buen trato, tanto en Chicago como en Huejuquilla. Tales factores se
Estos pioneros comenzaron sus vidas en Chicago contando con el apoyo de los tornaron más importantes a medida que más personas arribaban. Los pioneros
parientes y amigos de su pueblo. Su comunidad era restringida, pero era una comenzarían a ser más selectivos respecto a quiénes ayudar, cuando la recipro-
comunidad con lazos fuertes. La mayoría se conocía. Los pioneros de la comu- cidad y la posición social en México cobraron más importancia —para conservar
nidad en Chicago no eran más de quince y contaban unos con otros para todo. su estatus y sus lazos con la tierra de origen— y cuando la necesidad era menos
Cooperaban entre sí incluso para satisfacer las necesidades cotidianas básicas. urgente, en la medida en la cual podía recurrirse a otros paisanos en Chicago
Estaban acostumbrados a vidas que combinaban épocas de intensa interacción para solicitar ayuda.
social con épocas de aislamiento. En los ranchos habían adquirido habilidades
como cocineros y organizadores de la vida diaria. Cuando eran niños ayudaban
Segunda fase: los huejuquillenses ocupan Chicago
a sus madres a hacer tareas en el hogar, además de trabajar en los campos y cui-
dar de los animales (véase capítulo 4). Desde los años setenta y hasta 1991, la comunidad experimentó importantes
De algún modo, era obvio para ellos que debían ayudar a sus paisanos, fue- cambios, principalmente en tamaño y en la composición de género de los que
ran o no sus parientes y amigos. Parte de su disposición provenía de que com- llegaban. Siguieron arribando hombres jóvenes solteros y cada vez fueron más
partían experiencias similares, lo que Portes y Sensenbrenner (1993, p. 1324) las mujeres que se unieron a la comunidad. Todas ellas llegaron con el patroci-
denominan "solidaridad limitada" (bounded solidarity), es decir, "aquellas circuns- nio de sus maridos, con la clara intención de establecer un hogar.
tancias situacionales que pueden llevar al surgimiento de un comportamiento La formación de hogares, la llegada de más huejuquillenses y el consiguien-
basado en principios de orientación grupal, aparte de cualquier introyección te crecimiento de la comunidad hicieron que las adherencias con su tierra y
temprana de valores". Los huejuquillenses en Chicago habían confrontado obs- entre los paisanos en Chicago comenzaron a divergir. Lo que en un principio era
táculos similares en su esfuerzo por comenzar una nueva vida lejos de su tierra. una adherencia con la tierra de origen que se daba por sentada —que se expre-
De ahí que reconocieran bien la magnitud de las necesidades de los paisanos saba tanto a través de la solidaridad con los recién llegados como a través de los
104 PATRICIA LAMUDIO GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANTE 105

frecuentes viajes a Huejuquilla— se vio interrogada por sus nuevas condiciones otro lado, planteó severas limitaciones al mantenimiento de las redes de
de vida. paisanos. Éstas constituyen dos importantes —aunque a veces conflictivas— di-
El traslape en las experiencias de los migrantes según la época de su migra- mensiones de las comunidades de migrantes. A medida que aumentaba la
ción y su etapa en el ciclo de vida volvió complejo el proceso de mantenimiento y participación de los migrantes en la construcción de su hogar, disminuía su
preservación de adherencias sociales entre los huejuquillenses. Primero, una can- capacidad para conservar la interacción con los paisanos al nivel que habían
tidad creciente de paisanos ya residía en Chicagq y creaba sus propios nichos de alcanzado durante la fase pionera. Ahora, ya no sólo era probable que tuvie-
relación social. Al mismo tiempo, las presiones para formar una familia y construir ran más de un empleo; también vivían en hogares espacialmente separados
un hogar en Chicago se incorporaron en las vidas de los pioneros. Todo ello suce- y sus familias y sus relaciones, más orientadas hacia el trabajo que hacia los
día mientras llegaban nuevos migrantes provenientes de Huejuquilla que pedían lazos con los paisanos, absorbían la mayor parte de su tiempo.
la ayuda de los ya establecidos. Esos tres factores conducían a los huejuquillenses En esta época la distribución espacial de los huejuquillenses en Chicago
hacia direcciones divergentes, disminuyendo la intensidad de la interacción per- tuvo consecuencias para el mantenimiento de su interacción. En ese momento
sonal y de las muestras de reciprocidad entre todo el grupo de paisanos, por un los suburbios ofrecían mayores oportunidades de empleo (McMillen y McDo-
lado, mientras que por el otro se intensificaban esos procesos en pequeña escala, nald, 1998). Por ello, casi desde el principio, una buena proporción de ellos se
sobre todo entre los parientes y paisanos del mismo rancho. estableció en los suburbios del oeste de Chicago.
No todos los huejuquillenses llevaron consigo a su esposa. Unos cuantos Es interesante hacer notar que la incorporación de nuevos migrantes prove-
hombres pioneros y varios de los que les siguieron llevaban años de estar nientes de Huejuquilla dio a la comunidad una forma parecida a la del pueblo,
casados antes de trasladarse a Chicago. En algún momento se les unieron en donde los lazos familiares se convirtieron en el conducto para recrear los
sus esposas, aunque con frecuencia sólo de manera temporal. En todos esos nichos de residencia, tal como había sucedido en los ranchos en Huejuquilla
casos ya se había formado un hogar en Huejuquilla y resultaba difícil tras- (véase Tilly, 1990). Después de algunos años era posible identificar suburbios
ladar a toda la familia. Massey (1987, p. 1391) ha sugerido que "es más específicos con familias específicas.
probable que el establecimiento ocurra en las primeras etapas del ciclo vital, Un factor adicional y crucial del carácter contradictorio de estas dimensio-
poco antes o poco después del matrimonio, previamente a que la formación nes en la comunidad fue el incremento en la cantidad de migrantes provenien-
de la familia haya comenzado". Para la mayor parte de los migrantes que tes de Huejuquilla, animados por los amigos y parientes en Chicago y por las
tenían familia, era más común que la esposa y los hijos permanecieran en atractivas historias sobre Chicago que quienes visitaban México contaban. La
México.66 presencia misma de mujeres en Chicago sirvió de estímulo para que los hom-
Las migrantes que llegaban de Huejuquilla y permanecían en Chicago con bres "trajeran" a sus mujeres y para que las mujeres se trasladaran. Algunas
sus esposos tenían una participación más directa en la construcción de una co- mujeres mencionaban que se sintieron atraídas a trasladarse a Chicago porque
munidad en Chicago. Sus historias seguían más o menos este esquema: el hom- sabían que ahí estaban ya algunas mujeres de Huejuquilla. Es posible que la lle-
bre soltero trabajaría en Chicago unos cuantos años; no obstante, a pesar de gada de las mujeres desde entonces haya influido de manera crucial en la forma
los peligros de cruzar la frontera sin documentos, regresarían con frecuencia a que adoptó la comunidad con el tiempo —es decir, el predominio de las familias
Huejuquilla —una vez al año o una vez cada dos años; conocería una mujer allá por encima de los individuos.67
y después de un periodo de llevar una relación a distancia, se casaría con ella;
después, ambos se trasladarían a Chicago, quizá viajando primero el hombre, Desde el principio, los hombres asumieron el liderazgo en la participación de
para arreglar las condiciones básicas de vida del hogar. las redes de paisanos. Tenían tiempo libre, conexiones en sus lugares de tra-
La comunidad que estos rancheros estaban construyendo se vio fortale- bajo y algún desarrollo previo de sus adherencias sociales, ya fuera de cuando
cida y transformada por la llegada de las mujeres. Le dio un carácter más residían en Huejuquilla o provenientes de su época de solteros en Chicago.
permanente y en el largo plazo fortaleció los lazos con la comunidad de
destino (Chavira-Prado, 1992; Hondagneu-Sotelo, 1994; Massey, 1986). Por "Una de las principales características de la estrecha red de amistades ha sido la formación constante
de compadrazgos entre los pioneros. Se llaman compadres entre sí y estas adherencias refuerzan la comu-
"Una consecuencia no deseada de ello podía ser la interrupción en las adherencias entre los cónyu- nidad y el sentido que tienen de ella. De hecho, el ritual suele realizarse en Huejuquilla, aunque también
ges y entre el padre y los hijos. Véase capítulo 4. se realizan algunas ceremonias en Chicago, particularmente de bautizos.
106 PATRICIA ZAMUDIO GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANTE 107

Mientras que las mujeres conservaban la doble carga del trabajo doméstico y del maban la preeminencia de su tierra natal como centro de sus adherencias, sobre
trabajo asalariado (Chavira-Prado, 1992; Hochschild, 1989; Zavella, 1987), los los otros huejuquillenses que vivían cerca.
hombres contaban con tiempo libre durante los fines de semana. En el caso de Esta segunda cuestión es importante porque deja claro que la construcción de
los hombres huejuquillenses, aun cuando el trabajo les absorbía la mayor parte una comunidad de paisanos no es un trabajo fácil. Implica el mantenimiento
del tiempo, formaron grupos de amigos con quienes estaban empleados en los de prácticas sociales, adherencias y lealtades. En su tierra (Huejuquilla) ese es-
mismos sectores de ocupación. Muchos de los que trabajaban en restaurantes fuerzo se daba por sentado porque formaba parte integral de la forma de vida
se reunían con frecuencia para hablar, compartir sus experiencias y quejas, y de las personas (Bourdieu, 1960; Swidler, 1986). Sin embargo, el nuevo ambien-
circular información acerca de las oportunidades disponibles para mejorar sus te planteaba nuevos desafíos a la construcción y preservación de la comunidad,
condiciones de vida. Lo mismo sucedía con algunos hombres que trabajaban en en especial si las exigencias de la sociedad de destino ocupaban una buena por-
la misma industria manufacturera. Las mujeres, por su parte, no parecen haber ción de las vidas de los migrantes (Swidler, 1986). De ahí que quienes trataban
creado sus redes de paisanas a partir de la actividad laboral, aunque sí promo- de reconstruir una comunidad de paisanos en Chicago tuvieran que trabajar
vían interacciones entre las familias. mucho, no sólo organizando a las personas sino también convenciendo a los
Durante estos años la comunidad giraba en torno a un núcleo de unas otros de que esto era posible y, sobre todo, de que tenía sentido hacerlo.
quince personas, que habían sido las primeras en migrar. Incorporaban a los Las redes locales de migrantes se orientaban ocasionalmente unas hacia
recién llegados en el mercado de trabajo y les ayudaban a encontrar aloja- otras, pero siempre se orientaban hacia Huejuquilla. Es decir, el principal pun-
miento. Poco a poco, estos recién llegados formarían sus propias redes de to de referencia común para todos lo constituía su tierra natal. Muchos sabían
familiares y amigos. Las redes tenían más de un nodo y muchos puntos de con- acerca de los acontecimientos, chismes, muertes y bodas, desde Huejuquilla.
tacto y el tejido social de la comunidad se extendió en varias direcciones (véase La comunicación con el municipio no se cortaba con el traslado. Las personas
Bashi, 1997). viajaban tan frecuentemente como les era posible —legal o ilegalmente. El único
El incremento creciente de migrantes, a su vez, trajo otro cambio. El grupo factor limitante adicional era el económico. Pero a veces ni siquiera eso, pues era
original de pioneros que reproducía las adherencias que se desarrollaron en posible hacer el viaje o parte de él en camionetas de los amigos.
su tierra natal continuó haciéndolo, pero a medida que las redes se expan-
dían ocurrió una dispersión de sus adherencias sociales. En primer lugar, la Así, a pesar de la dispersión de adherencias entre huejuquillenses en Chicago,
dispersión espacial de las residencias de los huejuquillenses se convirtió en un Huejuquilla continuó siendo el centro más importante de renovación de identi-
problema para conservar la interacción social entre los paisanos, quienes vivían dades y lealtades. Aquellos que nunca se veían en Chicago se encontrarían en las
muy lejos unos de otros como para promover encuentros casuales. Además, la celebraciones de La Judea o durante la navidad en Huejuquilla. Y en el proceso
mayor parte de los paisanos en Chicago no podía acudir a las reuniones que de experimentar con otros migrantes las contradicciones de ser del municipio,
organizaban porque su trabajo y obligaciones familiares llenaban la mayoría de pero no estar en el municipio (véase "introducción") —recordándoles constante-
su tiempo. Finalmente, mientras más paisanos había era menos probable que mente aspectos compartidos con otros huejuquillenses, pero también sus dife-
los pioneros hubieran tenido una relación previa con ellos en el municipio, rencias como migrantes— empezó a desarrollarse una dimensión colectiva de su
lo cual añadía el esfuerzo de crear nuevas amistades. Optaron, entonces, por conciencia de ser migrantes. Esta conciencia no fue espontánea sino el resultado
reducir el número pero incrementar la fuerza de los lazos entre paisanos: lazos de un esfuerzo deliberado por construir una comunidad de "huejuquillenses de
familiares y de amistad (previos a la migración) se convirtieron en la base para Chicago". Junto a esta conciencia se suscitó la seguridad de la presencia de otros
la continuación de adherencias sociales entre paisanos en Chicago y con su como ellos en Chicago, quienes, si la necesidad se presentaba, estarían dispues-
tierra natal. tos a responder a sus llamados de ayuda, en nombre de su origen compartido.
Además de la distribución espacial basada en los lazos familiares, otras ca-
racterísticas de la cultura ranchera se ponían en práctica o se actualizaban en
Tercera fase: la comunidad organizándose
el proceso. Una de ellas se reflejaba en la creciente independencia respecto al
núcleo de pioneros, tanto en la incorporación laboral como en la ubicación de En 1991, después de más de veinte años de migración de huejuquillenses a
una vivienda. Una segunda característica se reflejaba en la manera como afir- Chicago, algunos de éstos se dieron cuenta del distanciamiento que la disper-
108 PATRICIA ZAMUDIO GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANTE 109

Sión de las adherencias entre los migrantes paisanos había generado en su de los pioneros, quien, al mismo tiempo, era uno de los hombres más populares
comunidad en Chicago. Entonces algunos pioneros y un joven con varios años entre los huejuquillenses. También se interesó de inmediato en reconstruir los
de formación escolar asumieron la iniciativa de intentar restablecer sus lazos. lazos de los que había gozado en las primeras épocas de su migración. Enrique
Tomaron a Huejuquilla como el centro en torno al cual tratarían de recons- continúa: "me sentí como si hubiera regresado a mis raíces y, abrumado por ese
truir una comunidad de huejuquillenses en Chicago. sentimiento, propuse una reunión. Pensé que todo mundo estaba en la misma
Analizaré aquí los elementos que contribuyeron 4 la reconstrucción de la co- situación. En los años setenta todos se conocían entre sí porque eran muy pocos.
munidad y mostraré la importancia que cada uno de ellos tuvo en la promoción La fiesta logró el propósito de reunificar a la gente. Luego llegó también la idea
de un proceso de reconstitución de adherencias sociales entre los huejuquillenses de un boletín. Y de ahí en adelante..."
en Chicago. Estos elementos son: intermediación, liderazgo y comunicación. El Poco después del encuentro con sus paisanos, Enrique organizó un día de
primero ilustra las contingencias que dieron lugar al inicio de la recreación de campo en un suburbio al norte de Chicago, el 4 de julio de ese año. Asistieron
una comunidad huejuquillense, bien aprovechadas por un joven entusiasmado unas cuarenta personas. Algunos no asistieron porque no tuvieron tiempo para
por el proyecto. El análisis del liderazgo combina los factores que afectan la planearlo o porque les surgió un problema de último momento. Ésta fue la pri-
lealtad de la membresía con respecto a los promotores de la reconstrucción de mera de una serie de reuniones que se realizaban una o dos veces al año. Un mes
la comunidad y sus concepciones acerca de los propósitos que deberían promo- después de esa reunión, se editó el primer número de Adelante, un boletín "para
verse como grupo. La comunicación conduce a los medios que los líderes y sus y sobre los huejuquillenses", que se envió a varios paisanos en Chicago, en otras
seguidores utilizaron para recrear un sentido de comunidad y promover la par- ciudades de Estados Unidos y en Huejuquilla.
ticipación y el compromiso de los huejuquillenses en diversos lugares de México
y de Estados Unidos.
Liderazgo"

Intermediación La organización estaba encabezada por personas que mostraban tres diferentes
tipos de liderazgo (masculino), caracterizados en términos generales como pa-
Los migrantes pioneros sabían que muchos otros huejuquillenses vivían en triarcal-carismático, racional-carismático y racional-no carismático. Estos estilos com-
Chicago, sus parientes en Huejuquilla o algún amigo en Chicago los habían binan elementos de los tipos ideales de autoridad propuestos por Weber (1978,
nombrado. Durante muchos años, sin embargo, nadie hizo algo para promo- pp. 215-216). El énfasis en el elemento carismático del liderazgo se deriva del
ver una reunión. Enrique (el joven periodista, con varios años de educación) hecho de que los huejuquillenses orientaban sus lealtades basados precisamente
se convirtió en un intermediario en las adherencias entre paisanos. Había lle- en el reconocimiento y la admiración de las virtudes de las personas que se pre-
gado a Chicago con su padre (un migrante estacional) a principios de los años sentaban como autoridad. Las caracterizaciones patriarcal y racional surgen de
ochenta. Con el tiempo, desarrolló interés por la educación y continuó el tra- las propuestas de los líderes con respecto a la organización.
bajo como periodista que había iniciado en Huejuquilla.
Así relata él la historia: Liderazgo patriarcal-carismático. Se basaba en la "devoción al... carácter ejemplar
del individuo", que se ganaba a través de un comportamiento orientado de ma-
Llegué a Chicago en 1984. En 1990 tenía ya mucho tiempo sin ver a la nera patriarcal por parte de un migrante particular en Chicago. Esto es, durante
gente [de Huejuquilla]. Estaba dedicado a mi trabajo, mis estudios y mi los años de la migración de huejuquillenses, cuando los paisanos requirieron
familia. De repente, un día un hombre, [apellido], proveniente de Rockford ayuda, algunos pioneros se la concedieron generosa e incondicionalmente. Asu-
me llamó para decirme que mi mamá me había mandado un queso. Fui a mieron una responsabilidad hacia otros con base en su estatus superior, pro-
recoger el queso y me llevó con [nombre] y con [nombre] (pioneros que ducto de una experiencia más prolongada en Chicago, su éxito económico y su
vivían en Rockford). exitosa construcción de un hogar. Se convirtieron en patriarcas de la comunidad
a los que se buscaba en tiempos de necesidad y se les tenía deferencia cuando
Ese incidente, aparentemente trivial, fue importante para el desarrollo pos-
"'Véase Smith (1998) para una descripción de las características de los líderes en una organización
terior de los acontecimientos. En esa época, Enrique entró en contacto con uno
de migrantes en Nueva York.
110 PATRICIA ZAMUDIO GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRAN-Fe 111

ellos pedían contribuciones para ayudar a alguien en apuros. Todos los líderes nales no carismáticos estaban muy involucrados en la organización y, a pesar de su
patriarcales-carismáticos eran miembros del grupo pionero. La mayor parte de fracaso como líderes, siempre estaban deseosos de participar como miembros.
los huejuquillenses los conocía y simpatizaba con ellos.
Los líderes patriarcales-carismáticos reproducían en Chicago la manera como
Comunicación
la solidaridad era expresada en Huejuquilla y por ello la mayor parte de los hue-
juquillenses los prefería como líderes de su naciente organización. Esos líderes En las páginas que siguen se muestra el efecto que tuvo el boletín para la cons-
practicaban el respeto a la autonomía individual y demandaban cooperación, trucción de la comunidad. Se verá también que la publicación de Adelante se
apoyándose en el carácter patriarcal de la cultura ranchera. En el largo plazo, ese convirtió en la fuerza motriz de la organización de los huejuquillenses en Chica-
estilo de autoridad resultó ser el más efectivo para movilizar a los huejuquillenses go —y en otros lugares— y en el símbolo de una identidad reconstruida.
en Chicago y para estimularlos a participar organizadamente en su tierra. El primer número del boletín presenta los propósitos de la publicación:

Liderazgo racional-carismático. Enrique, principal editor del boletín, era quien ADELANTE tiene el propósito de incluir (no de excluir) a todas aquellas perso-
ejercía este tipo de liderazgo. La devoción que él recibía se basaba en su éxito nas que se esfuerzan por el mejoramiento de la comunicación y el progreso
educativo, sus habilidades como maestro y periodista y su personalidad amistosa. colectivo de nuestro pueblo, nuestra gente, nuestro mundo...
El aspecto racional de su liderazgo consistía en la promoción de la "ilustración" ADELANTE procura establecer sobre todo lazos firmes de comunicación entre
de la comunidad, por medio del boletín y de algunos eventos que organizaba. las personas, diseminar la cultura y la educación y contribuir al mejoramien-
Quería que los huejuquillenses mejoraran su educación y conocieran más de to de nuestro bien común.
poesía, literatura, historia de los mexicanos y mexicoamericanos y de temas po- ADELANTE no es algo diferente de, para expresarlo mejor, nuestra fascinante

líticos. Además de responder a sus intereses personales, el editor también trata- búsqueda por conocernos mejor entre nosotros. De este modo, los cono-
ba de compartir con sus paisanos sus recién adquiridos recursos educativos. cidos se convertirán en amigos y los amigos se convertirán en verdaderos
Las metas del líder racional carismático trascendían la inmediatez de las reunio- compañeros en este camino de sacrificios (algunas veces) y de prosperidad
nes o la pronta ayuda a las personas que la necesitaran. Sin embargo, los paisanos (otras veces) (número 1, agosto-septiembre, 1990, p. 5).
no parecían muy interesados en ser "ilustrados". Su principal interés en el boletín
eran las noticias de Huejuquilla y de otras ciudades de Estados Unidos. Empero, se Adelante, entonces, pretendía conectar a los paisanos en torno al interés de me-
reconocía el liderazgo de Enrique por su habilidad para conservar el respeto por las jorar Huejuquilla, educar a sus ciudadanos y fortalecer los lazos de amistad.
tradiciones, a la vez que proponía innovaciones como la de educar a los paisanos. La publicación no se refería a un espacio particular —es decir, ni a Chicago ni a
Huejuquilla— aunque era claro que "este camino de sacrificios y prosperidad" se
Liderazgo racional no carismático. Los líderes racionales no carismáticos no poseían refería a la experiencia de la migración. De ahí que el propósito subyacente era
el más importante elemento para legitimar su autoridad frente a los huejuqui- restaurar, a través del espacio, el tejido social que la dispersión física y social de
llenses —es decir, el carisma que justificara la lealtad de las personas hacia ellos. los paisanos había dañado.
La portada del boletín número tres mostraba un dibujo de la capilla que
Por razones que no siempre quedaban claras, los paisanos ignoraban sus logros
y se centraban en los aspectos negativos de sus personalidades —por ejemplo, se construía en el Cerro del Temachaco.69 El primer artículo presentaba una
descripción de la cabecera municipal, su situación geográfica, su clima y sus
sus facetas argumentativas o autoritarias. Estos líderes también proponían temas
que trascendían las preocupaciones inmediatas de los huejuquillenses, como precarias condiciones:
la incorporación del club en organizaciones de mayor nivel —por ejemplo, la Huejuquilla el Alto, Jalisco, es un pequeño pueblo situado en la parte
Federación de Clubes Jaliscienses— o la puesta en práctica de proyectos de gran norte del estado... Como en la mayoría de los pueblos mexicanos, hay
envergadura. Este estilo fue practicado tanto por algunos pioneros como por una presidencia municipal, dos iglesias, cuatro escuelas, una docena de
migrantes llegados más tarde. tiendas de abarrotes, dos molinos y un teléfono público... A pesar de sus
La combinación entre la falta de legitimidad y el tipo de temas propuestos
evitaron que este estilo de liderazgo fuera efectivo. Sin embargo, los líderes racio- "Una colina en las orillas del pueblo (véase capítulo 2).
112 PATRICIA ZAMUDIO GRAVE CONSTRUYENDOUNA COMUNIDAD E 113

tres siglos de existencia, Huejuquilla es un pueblo olvidado. La primera


carretera que conecta el pueblo con las ciudades [más cercanas] se pavi-
mentó en 1990. Estamos a tres horas y media de Fresnillo, Zacatecas, y
toma unas 12 horas (en autobús) llegar a la capital del estado: Guadalajara.
Localmente, los campesinos todavía dependen de los burros y caballos
como medios de transporte (p. 12).

La mayor parte de las ediciones de Adelante enfatizaban las precarias condicio-


nes del municipio. Intencionalmente o no, ese énfasis profundizaba el apercibi-
miento de los huejuquillenses de su posición afortunada con respecto a los pai-
sanos que estaban en el municipio y fortalecía el argumento de que, de alguna
manera, tenían la obligación de promover y ayudar en su mejoramiento.
Este era un signo del salto de los huejuquillenses en el sentido de su propia
dignidad. La migración había cambiado de significado: pasó de ser una forma
de escapar de los obstáculos que la elite local huejuquillense agudizaba, a pro-
mover en los migrantes el considerarse a sí mismos como una especie de elite, Una familia de rancheros en Chicago
Fotografía de Enrique Murillo
que de alguna manera podía participar de manera significativa e independiente
de la vida de su tierra. El boletín también expresaba críticas de las cosas que no muchos casos ello causaba que las personas ofrecieran información; le hablaban
habían cambiado en el pueblo, debido a la pobreza y a la apatía oficial, y elogia- a Enrique para contarle acerca de eventos familiares, acontecimientos acerca de
ba los cambios que lentamente se estaban gestando. Huejuquilla o reuniones entre los huejuquillenses.
El boletín resultaba útil en el logro de las metas del movimiento.70 Expre- Otras maneras de mantener a las personas en contacto eran la comida cam-
saba la complementariedad de los dos primeros tipos de liderazgo analizados. pestre anual de verano y la posada navideña. La organización de estos eventos
El estilo patriarcal-carismático se manifestaba en la difusión de chismes, aconteci- requería la cooperación de un núcleo de voluntarios; otros cooperaban al difundir
mientos sociales y preocupaciones prácticas, tales como la pavimentación de las la información y motivar a otros más a asistir. Se contrataba una banda que toca-
calles o la instalación del sistema telefónico en el municipio. Éste era el tipo de ba para que la gente bailara. Los huejuquillenses que no se habían visto por un
cosas que la gente quería leer. Por otro lado, el estilo racional-carismático introdu- tiempo se reencontraban y continuaban las relaciones que se habían interrumpido
cía cierta complejidad en el contenido del boletín. por la migración.
El primer propósito de la organización era encontrar la manera de conectar El boletín era también un buen medio para conectar a los huejuquillenses
a los huejuquillenses en Chicago. El boletín resultó ser un buen vehículo para que residían en diferentes localidades, tanto en México como en Estados Uni-
esto y lo cumplía de varias maneras. Por una parte, al proporcionar noticias dos, pero requería de cooperación editorial y financiera. Por ello, los paisanos
acerca de Huejuquilla y Chicago —y otras ciudades de Estados Unidos y Méxi- que residían en Denver, Los Ángeles o San Antonio debían juntar los 300 dóla-
co— mantenía informada a la gente y conservaba vivo el sentido de comunidad res que requería la producción del boletín. De manera implícita, todos aceptaban
(Anderson, 1983). Varias personas contaban historias acerca de que el boletín que sólo los huejuquillenses que residían en Estados Unidos tenían la responsa-
acababa desgastado, casi hecho jirones, después de pasar de mano en mano en bilidad de cooperar para producir el boletín, pues los que vivían en México no
Chicago, Huejuquilla y los demás lugares a donde llegaba. Por otra parte, la estaban en condiciones para hacerlo.
necesidad de material informativo para el boletín justificaba las indagaciones en Los paisanos que residían en esas ciudades (y en otras más) ya habían co-
las vidas de los huejuquillenses por parte de los editores, creando así el sentido menzado a organizarse y ya se reunían periódicamente; los primeros migran-
de una comunidad que "me" incluye como miembro (véase Emmet, 1982). En tes internacionales huejuquillenses habían llegado a Denver y a Los Ángeles y,
desde entonces, muchos habían migrado hacia allá, por lo que su población de
"Otros elementos, como la participación comunitaria de miembros de su familia o de amigos, eran
centrales para obtener información acerca de las necesidades de la comunidad.
paisanos era mucho mayor que la de Chicago. No obstante, como una inicia-
114 PATRICIA ZAMUDIO G CONSTRUYENDO UNA CON' ^ 115

tiva basada en esta ciudad, el boletín dio al club de Chicago la imagen de una El Sr. Ramírez, que vive en Rockford, Illinois, informó a Adelante que algu-
comunidad mejor unificada y organizada. Para los huejuquillenses en los otros nos grupos de huejuquillenses se han reunido en varios pueblos de Illinois,
lugares el boletín proporcionó elementos comunes y continuidad a sus propias con el propósito de establecer un comité financiero para hacer frente a las
organizaciones locales y los condujo un paso más adelante. Al mismo tiempo, emergencias que surjan aquí o en Huejuquilla. El sábado 8 de septiembre se
conectaba a los huejuquillenses dispersos entre varias regiones, ayudándolos a nombró el comité... Cada área trabajará de manera independiente, pero de-
empezar a darse cuenta de las potencialidades clle un esfuerzo organizado. berá informar al comité y tomar decisiones con éste. El comité... comenzará
El tercer propósito de la organización estaba directamente relacionado con una campaña de recolección de fondos que consistirá en una contribución
las obligaciones de los migrantes con su tierra de origen. El boletín comenzaba anual de 100 dólares. Se calcula que la membresía de Chicago sobrepasará
por comunicar ideas para encontrar maneras de "ayudarla" de manera organi- las cien personas (segunda época, núm. 5).
zada. Por ejemplo, proponía recolectar fondos para becas escolares para niños
en Huejuquilla y para una capilla que se construía ahí. Antes de eso, otros pai- El club de Chicago continuó trabajando relativamente bien por otros dos años.
sanos habían hecho intentos por ayudar al pueblo —por ejemplo, quienes resi- Sus relaciones con los huejuquillenses en otros lugares se fortalecieron y poco a
dían en Los Ángeles habían participado activamente en el financiamiento de la poco más personas participaron en las actividades de organización y en la pu-
construcción de la capilla. Para ese tiempo, las comunidades de huejuquillenses
blicación del boletín.
en el extranjero habían madurado y muchos de sus miembros habían logrado El boletín les dio una presencia notable en el municipio. Presentaba una
éxitos considerables. De ahí que las necesidades que los habían impulsado ha- imagen de gran unidad entre los paisanos en Chicago. Esa imagen se veía forta-
cia el norte ya no eran apremiantes en Estados Unidos, pero sí en Huejuquilla. lecida aun más por aquéllos que habían conservado una presencia relativamente
El boletín extendía el significado de sus acciones y fortalecía la conexión entre importante en Huejuquilla, a través de la participación y patrocinio de eventos
ellos. En el proceso, el boletín impulsó el desarrollo de una dimensión colectiva
sociales y rituales y por medio de actos menores de caridad.
de la conciencia de los huejuquillenses, que incluía a otros, no sólo como paisa-
Los migrantes cooperaban con dinero para los rituales como La Judea
nos, o incluso como migrantes. Era una conciencia colectiva que amalgamaba
y también participaban en ellos de manera activa (Zamudio, 1999). Muchos
ambas identidades y los conectaba con su capacidad asumida de cumplir sus
migrantes viajaban al pueblo durante la semana santa y algunos aprovechaban
obligaciones con su tierra.
la oportunidad que les presentaba el ritual para reafirmar sus adherencias con
A través del boletín y las reuniones, las adherencias sociales que se habían
el pueblo —los migrantes representaban algunos de los papeles principales.71
desarrollado sin esfuerzos conscientes en su tierra, antes de migrar, se veían
Algunos otros traían consigo diversos objetos para regalar a los paisanos me-
ahora como algo que debía ser reconstruido y mantenido en el extranjero de
nesterosos. Por ejemplo, la esposa de un pionero (un líder patriarcal-carismá-
manera deliberada. Su conciencia se vio moldeada entonces por tres factores
tico) era conocida en el pueblo por llevar ropa para los niños y sus padres. La
interrelacionados. Uno de ellos fue el darse cuenta de la necesidad de una cons-
gente iba a su casa con quesos o manteles hechos a mano para expresarle su
trucción deliberada de la comunidad en Chicago, en particular, y en Estados
Unidos, en general. El segundo fue la puesta en práctica de estrategias para gratitud.
Ese comportamiento no era particularmente notable. Sin embargo, en cier-
lograr sus metas. El tercero fue el darse cuenta de su poder potencial como par-
tas circunstancias, algunas acciones llamaban más la atención, como la colecta
ticipantes en el mejoramiento de su tierra. Comenzaban a tomar forma las dimen-
siones individual y colectiva de la conciencia (véase la "introducción") y, aunque que un líder patriarcal-carismático llevó a cabo para ayudar a una viuda. Su fi-
nado esposo había participado en La Judea por muchos años. Ella y sus hijos
no todos los huejuquillenses en Chicago —y otros lugares de Estados Unidos— ex-
se habían quedado solos y pobres. El líder recolectó en Chicago dinero para la
perimentaron de la misma manera los esfuerzos de la organización —debido a
sus diversos grados de interés y participación—, se habían incorporado nuevas judíos,
7 ' Los toreadores, que tienen un papel central en la celebración, son migrantes, mientras que los
prácticas en su repertorio cultural. Al mismo tiempo, la cultura ranchera se vio que tienen un papel menos prominente, no son migrantes. La edad tiene algo que ver con eso: los judíos
fortalecida, a través de la apelación a valores como la reciprocidad y la lealtad. son muy jóvenes o muy viejos. Para ser toreador se necesita fuerza (hay que manipular un látigo durante
varias horas). Otros personajes, como el Cuero de Cochino, pueden representarse por un migrante o un no
En 1995 surgieron comités en varios de los suburbios y la organización se migrante (véase Zamudio, 1999). Para una breve descripción de esta tradición, consultar el Plan Municipal
tomó más formal y estructurada: de Desarrollo 2007-2009, de Huejuquilla el Alto, Jalisco, presentado por ingeniero Miguel Ángel Medina
López, presidente municipal.
PATRICIA ZAMUDIO GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANEE
116 117

familia —450 dólares entre cuarenta huejuquillenses. Él mismo les llevó el dinero influyentes habían formado y dirigido organizaciones y la mayoría había sido
durante su viaje al pueblo. Se entregó el dinero a la viuda el viernes santo, en reticente a ingresar en ellas, por miedo a ser traicionada.
una ceremonia especial frente a la tumba de su marido. Más tarde, un empresa- A pesar de la importancia de estos procesos, la principal razón por la cual
rio —ex migrante y ahora distribuidor de orégano y que también participó en el los huejuquillenses en Chicago no consideraban la organización de un club de
ritual— leyó un mensaje desde el balcón de palacio municipal, con un micrófono; paisanos como un elemento crucial en la preservación de sus adherencias so-
pidió un minuto de silencio por el difunto y agradeció al club huejuquillense en ciales, en Chicago y en Huejuquilla, y de su sentido de comunidad era precisa-
Chicago "por el dinero para la viuda y la preocupación que siempre han mos- mente la manera como conservaban sus adherencias con los paisanos en ambos
trado por su tierra". lugares. Ello porque la constante interacción de los migrantes con sus amigos
La contradicción de los huejuquillenses entre ser del municipio y no estar en Chicago y con sus parientes en Huejuquilla aseguraba la comunicación y la
en el municipio se profundizaba por esos eventos (véase la "introducción"). Por difusión de la información. Quienes no podían viajar por falta de dinero o do-
una parte, se les reconocía como benefactores de su tierra y se les agradecía, cumentos legales podían compartir parte de la vida cotidiana de los parientes y
reafirmando su membresía. Al mismo tiempo, esos eventos les recordaban que amigos en Huejuquilla, a través del teléfono y de otros migrantes que hacían un
su capacidad de ser benefactores dependía precisamente de su condición de mi- buen trabajo al "llevar" Huejuquilla a Chicago. Constantemente, los parientes
grantes. De esta forma, su membresía en Huejuquilla (y en la comunidad de enviaban a Chicago grabaciones en video, fotografías y regalos tales como que-
huejuquillenses) se veía trágicamente vinculada a su ausencia. sos, semillas de calabaza, tortillas y medicinas. Por ello, los huejuquillenses no
El experimentar las complejidades de la comunidad que la migración trajo necesitaban una organización formal para reforzar su sentido de pertenencia a
consigo forjó todavía más la conciencia de los huejuquillenses. Primero, se die- Huejuquilla ni para percatarse y estar relativamente informados de la presencia
ron cuenta de los recursos humanos y económicos que las personas que vivían y actividades de los paisanos en Chicago.
en Chicago tenían a su disposición. La migración de huejuquillenses a esta ciu- A pesar de la permanente contradicción de su estatus de ser del municipio
dad se encontraba en una etapa de construcción relativamente exitosa de sus pero estar fuera de él —y quizá por ello— los migrantes huejuquillenses en Chicago
hogares. Los recién llegados estaban ocupando posiciones laborales aceptables trataban de preservar su sentido de pertenencia por medio de prácticas que se
—por ejemplo, en la manufactura— y pronto comenzaban a llevarse a su familia parecían mucho a las de sus paisanos en el municipio. Concretamente, a tra-
y amigos. Sus remesas contribuían al sostenimiento de las familias que habían vés de la interacción directa y personal (en contraposición a la colectiva) y del
permanecido en el municipio. En segundo lugar, también estaban convencidos mantenimiento de elementos de la cultura ranchera —es decir, de los valores de
de que las condiciones de escasez de Huejuquilla seguían vigentes. De ahí que reciprocidad, autonomía y patriarcado y prácticas tales como los hábitos alimen-
tuviera sentido enfatizar la importancia de actuar de manera colectiva para ayu- ticios, la ropa y la música.
dar a la gente en el municipio.
También se percataban de que a pesar de tener los recursos, éstos no se
Cuarta fase: la ruptura
pondrían en acción de manera espontánea. La tercera fase del desarrollo de
una comunidad de huejuquillenses en Chicago, con una organización formal,
podría ser prometedora pero mantenerla requería del esfuerzo continuo de los El cuarto momento en la construcción de la comunidad se extendió de 1997
líderes. Las personas se unían lentamente, pero quedaban muchos paisanos por a la mitad de 1999. Fue la época cuando la fragilidad de la organización y la
convencer. Había frustración por parte de aquéllos que veían que otros sólo mi- ineficacia de sus perspectivas para la reconstrucción de una comunidad en
raban, sin tomar un papel activo. Es probable que los paisanos tuvieran dificul- Chicago se hicieron evidentes. Los avances logrados por la organización se
tades incluso para imaginar la conveniencia de unir sus esfuerzos para mantener vieron interrogados por la falta de confianza y las divergencias acerca del sig-
una organización; además, la mayoría no estaba acostumbrada a participar de nificado mismo y las implicaciones de los intentos de reconstrucción. Como
manera organizada en su tierra." En Huejuquilla sólo unas cuantas personas consecuencia, la mayor parte de los huejuquillenses desistió de participar en
una comunidad "alternativa" en Chicago, a la que veía como artificial, y dotó
72 Las dos principales organizaciones ciudadanas en el municipio —la Asociación de Pequeños Propie- a Huejuquilla de un significado todavía más importante en la conformación
tarios y la Asociación de Rancheros— no eran muy incluyentes. La participación de los rancheros era muy
magra y los beneficios nunca se materializaban de manera concreta.
de su identidad. Huejuquilla continuó siendo el centro de sus adherencias y
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se utilizó ingeniosamente como una manera de conservar la identidad local, Metas. La organización tenía problemas para definir sus metas. Existían al me-
tanto en su carácter de huejuquillenses como en su papel de migrantes resi- nos tres concepciones diferentes acerca de lo que el club debía hacer. La primera
dentes en Chicago. enfatizaba el aspecto de la interacción social organizando reuniones periódicas
Esta fase de la historia de la organización de los huejuquillenses en Chica- (día de campo en verano y la posada). De esta forma, los paisanos tendrían la
go ilustra el carácter contingente del proceso de construcción de comunidades oportunidad de encontrarse con otros y mantenerse al tanto de las novedades.
de migrantes, en particular cuando pretenden articularse a través de clubes de La segunda —defendida por los líderes patriarcales-carismáticos— consideraba al
paisanos. Muestra también la complejidad de la definición de las metas de la club también como un grupo de asistencia en casos de emergencia. Juntarían
organización, la cual está íntimamente relacionada con sus estilos de liderazgo. fondos que estarían disponibles en caso de que alguien necesitara ayuda; cada
Y además, proporciona algunos elementos para un mejor entendimiento del familia contribuiría con diez dólares al mes y el dinero sería ahorrado hasta que
estatus ambiguo que los migrantes experimentan, una vez que intentan nuevas surgiera una emergencia. La tercera concepción incluía metas más ambiciosas
maneras de estar presentes en su tierra y nuevas maneras de desarrollar adhe- para la organización. Sus proponentes —los líderes racionales— querían recolectar
rencias entre paisanos en la sociedad receptora. fondos para realizar proyectos para mejorar el municipio.
La primera meta era compartida por casi todos los miembros. Las reunio-
Dos desafortunados eventos acabaron por quebrantar la organización en ese nes periódicas eran suficientes para conservar algún sentido de conexión con
temprano periodo de desarrollo. Primero, en algún momento de 1996 el dinero otros en Chicago, ya que el foco central de las adherencias sociales de los hue-
recolectado en Los Ángeles para el boletín se perdió: desapareció y nadie podía juquillenses estaba aún en Huejuquilla. Así, los grupos que se formaban en los
ser señalado como responsable. El segundo evento también estuvo relacionado suburbios estaban basados en parentesco, compadrazgo y lazos de amistad que
con dinero. Algunos creían que durante la posada de fines de 1996 se había no necesariamente requerían pertenecer a algo que ellos podían llamar el "Club
recolectado una buena cantidad de dinero y que el jefe del comité organizador de Huejuquillenses de Chicago" para reafirmar su sentido de pertenencia a
no podía responder por éste. El dinero, supuestamente, fue perdido de nuevo. la comunidad de paisanos. Este modo informal de organización reflejaba la
Y otra vez, nadie pudo ser responsabilizado. que existía en el municipio: quienes residían en los ranchos tenían la vida dia-
Los miembros del club se sintieron traicionados y expresaron su enojo re- ria organizada básicamente alrededor de su trabajo y afirmaban su sentido de
trayéndose de participar. Además, como no había fondos para una nueva edi- comunidad al reunirse con sus vecinos y al viajar periódicamente al pueblo y
ción de Adelante —y los huejuquillenses no estaban dispuestos a dar dinero para participar en los rituales y celebraciones realizados allá. Además, el papel del
ello otra vez—, la organización perdió también este recurso. La participación de municipio en la conservación o renovación de su identidad estaba tan arraigado
Enrique como editor e intermediador también cesó; había iniciado estudios en en su cultura ranchera que no consideraban una prioridad crear otro nivel de
un programa de maestría y su tiempo se llenaba con la escuela, el trabajo y la identificación. Así lo expresaba Rosa, una mujer huejuquillense, casada con un
familia. El club entró en una relativa inactividad." hombre de Nuevo León: "no, yo me entero mejor de lo que pasa hablando con
A pesar de los esfuerzos de algunos de los líderes por revivir la organización, mi mamá o mi hermana en Huejuquilla [y en Denver]. Ni para qué manejar una
los huejuquillenses no respondían a sus llamadas. Hubo dos factores importan- hora para ir a las famosas reuniones. Los pic-nics del verano, pues sí, y también
tes que previnieron a la gente de entusiasmarse por la organización otra vez, la posada, porque así ves a la gente de aquí, sobre todo si no puedes ir a Hue-
entre ellos, la dificultad de definir las metas de la organización —relacionada con juquilla ese ario".
los estilos de liderazgo— y las dudas acerca de la necesidad real de una organiza- La segunda meta de la organización —es decir, el deseo de ayudar a la gente
ción como ésa en la preservación de un sentido de comunidad e identidad entre del municipio en caso de una emergencia— reflejaba su sentido de poder, adqui-
la mayoría de los huejuquillenses en Chicago. rido a través de su experiencia como migrantes en Chicago. Durante las reunio-
nes del club era frecuente que algunos de ellos repitieran la frase: "Nosotros no
necesitamos [nada]. Estamos bien. Ellos son los que necesitan ayuda. Tenemos
"En esa época conocí a mis primeros informantes huejuquillenses. Algunos de ellos me invitaron a empleo, pero faltan muchas cosas [en Huejuquilla]". De esta manera, estos mi-
participar en su intento por revivir el club. La primera reunión de trabajo a la que asistí estuvo cargada de
mensajes sutiles que no logré entender. No sabía acerca de los problemas con el dinero y el liderazgo y no grantes —la mayoría de los cuales trabajaban largas horas cada día y se privaban
tenía idea de la historia de la organización. de disfrutar el ambiente social de su pueblo natal— estaban dispuestos a preservar
120 PATRICIA ZAMI....11)I0 GRAVE CONSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANTE 121

sus adherencias sociales con el municipio a través de compartir los frutos de ese quién la "merecía", basados no en un estatus anónimo de paisano, sino más
trabajo. bien en el conocimiento de la persona y en la estima que ésta hubiera adqui-
Esta segunda meta reflejaba también una ideología relacionada con el "mi- rido —a través de sus actos de generosidad hacia otros. En pocas palabras, una
grante exitoso". Esta ideología, sin embargo, no reflejaba la vida concreta de organización formal más bien limitaba el control del dinero y de las decisiones
algunos de ellos. Se trataba de un tema complicado de resolver, debido a sus sobre quién sería apoyado.
implicaciones en términos de las diferencias en la posición económica de los
huejuquillenses. Por un lado, la mayoría de los "viejos" migrantes tenía trabajos La meta de realizar proyectos para mejorar el municipio fue expresada sólo
bien pagados, poseía una casa y también tenía alguna propiedad en el munici- por un pequeño grupo de personas, quienes consideraban que los fondos de-
pio. Por el otro, estaban los "recién llegados", quienes no habían alcanzado aún bían utilizarse para el mejoramiento del municipio, en general, y de la cabecera
tal nivel de éxito, aun cuando sus condiciones de vida podían haber sido mucho municipal, en particular. No ignoraban la importancia de ayudar a personas
mejores que las de la mayoría de la gente en Huejuquilla. Estas diferencias crea- concretas en caso de emergencia, pero estaban a favor de la acumulación de
ban un problema para la aceptación incondicional de la meta de "ayudar a los recursos para proyectos más ambiciosos, tales como la construcción de un asilo
necesitados". Los criterios para decidir quién debía ser considerado candidato para ancianos o de un área deportiva. También proponían la incorporación del
para recibir los fondos no estaban claros; había desacuerdos acerca de quién club a organizaciones de mayor nivel —por ejemplo, la Federación de Clubes
realmente necesitaba dinero» Se desdeñaba la posibilidad de que paisanos que Jaliscienses en Chicago.
residían en Chicago pudieran encontrarse también en situaciones de emergen- Este propósito no resultaba atractivo para muchos, por varias razones. En
cia. Esto enfatizaba aun más la ideología del migrante exitoso e ignoraba las primer lugar, estaba el tema básico de la inmediatez y la modestia. La concien-
diferencias en su situación económica concreta. cia de los huejuquillenses había incorporado un sentido nuevo de poder y de
También estaba el asunto de la confianza. Tras los incidentes del dinero posibilidades para los migrantes. Sin embargo, se limitaba a las metas individua-
perdido, muchos estaban reacios a confiar en los organizadores. Los ranche- listas de la construcción de un patrimonio familiar. Muchos habían tenido éxito
ros tienen un sentido característico de lo que es justo, en particular con res- y otros estaban trabajando en ello. Además, su experiencia había sido la misma
pecto a la necesidad de realizar un esfuerzo para merecer una recompensa:75 en el municipio: su economía política confinaba las ambiciones de los rancheros
Al mismo tiempo, la apropiación del fruto del trabajo de otros es algo cultu- a la inmediatez de la subsistencia cotidiana. Por otra parte, no era fácil establecer
ralmente desaprobado. Es por ello que esos incidentes dañaron de manera la conexión entre esos proyectos y las necesidades de las personas. No quedaba
profunda la organización. claro quién solicitaba la obra o cuál sería su utilidad en mejorar las condiciones
Además de tales discrepancias, permanecía la duda de la necesidad real de de vida de los residentes del municipio. Después de todo, habían vivido siempre
una organización para llevar a cabo acciones de ayuda para emergencias. Los sin un área específica para practicar deportes y sin un asilo para los ancianos y
huejuquillenses habían desarrollado formas eficientes de asegurar la asistencia nunca habían sentido alguna necesidad de ellos.
mutua, basadas en su cultura de reciprocidad. Reunir recursos para ayudar a La ideología predominante entre los huejuquillenses tampoco ayudaba.
otros había sido una práctica tradicional entre estos rancheros en su municipio, Ellos consideraban que eran los gobiernos jalisciense y mexicano los que de-
entre parientes, amigos y vecinos (véase capítulo 1). Por muchos años, quie- bían encargarse de mejorar las condiciones del municipio —a pesar de su his-
nes sabían de una situación de emergencia de algún conocido en Huejuquilla toria nacional y regional de abandono (véase capítulo 1). Si "el gobierno" no
pedían a sus amigos y conocidos que cooperaran enviando dinero. La media- había dado a estos rancheros los elementos necesarios para tener una vida
ción de una organización no había sido necesitada ni deseada. Muchos con-
digna y promisoria en Huejuquilla, no debía esperar ahora que ellos hicieran
sideraban que la manera tradicional de ayudarse mutuamente podía ser más
su trabajo.76
eficiente que una formal, además de asegurarles, incluso, que su contribución
era entregada a quien estaba dirigida. Podían decidir de manera autónoma
76 E1 programa Tres por Uno no se había establecido en México. Apenas en 1992 empezó el Programa
Dos por Uno, en Zacatecas, que consistía en que, por cada dólar que aportaran los clubes de migrantes, se
74 Algunos huejuquillenses insistían en que los fondos no debían utilizarse para préstamos personales. aportaban dos por parte de los gobiernos estatal y federal. La participación de los gobiernos municipales
"Para un ejemplo significativo de este aspecto de la cultura ranchera, véase el capítulo 1 acerca del apenas comenzó en 1999, también en Zacatecas, cambiando el nombre a Programa Tres por Uno (García
rechazo a las donaciones de tierra (ejidos) durante la reforma agraria en México. Zamora, 2007).
NSTRUYENDO UNA COMUNIDAD MIGRANTI 123
122 PATRICIA ZAMUDIO fiRAVE

Las metas propuestas para la organización no se excluían mutuamente, pero su tierra. Al mismo tiempo, la ambigüedad de su membresía, de pertenecer al mu-
implicaban grados crecientes de compromiso y, sobre todo, más confianza en un nicipio pero no estar en él ha sido profundizada por las complejidades que la dis-
pequeño grupo de personas (los líderes) con diferentes niveles de aceptación en persión de sus adherencias introdujo en su sentido de pertenencia. La distancia
la comunidad. Cumplir con esos compromisos era demasiado pedir de personas y la ubicación diferencial en la economía política del mundo importan. Por ello,
que, para empezar, no consideraban que se necesitara tal organización. Al me- la agencia de los migrantes en mantener un contacto directo con el municipio
nos no para renovar su sentido de pertenencia a su tierra. no puede preservar intacta su membresía. La membresía en una comunidad de
paisanos en Chicago podría compensar la erosión de su membresía en Hueju-
La cuarta fase de la historia de la comunidad de huejuquillenses en Chicago quilla. Irónicamente, muchos huejuquillenses en Chicago han optado por esa
muestra cómo eventos desafortunados —en particular aquellos relacionados con alternativa sólo de forma parcial. En cambio, sus esfuerzos se han aplicado con
el manejo de recursos adquiridos con tanto esfuerzo— hicieron evidentes las dis- mayor energía para sostener una interacción directa con los huejuquillenses que
paridades de intereses y posiciones sociales entre los miembros. En segundo residen en el municipio, sea a través de visitarlos o de recibirlos en Chicago.
lugar, ofrece una oportunidad para apreciar las maneras como los recursos cul- En el ínterin, han afirmado su cultura ranchera y también la han modifi-
turales de los migrantes y sus experiencias previas a la migración influyen en el cado al incorporar nuevos símbolos y prácticas. La independencia y la autono-
rumbo que seguirá su organización en la sociedad receptora. Y tercero, ayuda a mía, al igual que su ambigua contraparte en la interdependencia, han jugado
apreciar más la complejidad de las adherencias sociales que los migrantes inter- un papel importante en la historia de la construcción de la comunidad hue-
nacionales desarrollan y mantienen, dirigiendo sus esfuerzos en diversas direc- juquillense en Chicago y han conformado —junto a factores político-económi-
ciones, a lo largo de la experiencia migratoria, pero conservando siempre una cos— las estrategias que estos migrantes han utilizado para mantener su estatus
lealtad básica hacia Huejuquilla. En este respecto, su estrategia de privilegiar como miembros de la comunidad "completa" de huejuquillenses, dondequiera
a su tierra sobre los paisanos en Chicago confirma las dificultades de construir que sus miembros se encuentren.
adherencias sociales que quizá no existían en su tierra natal y que no se perciben Para los migrantes huejuquillenses, la experiencia de organizarse no resultó
como necesarias en la sociedad receptora. intrascendente. A pesar del relativo fracaso de la organización en sí misma, la
La preeminencia de Huejuquilla en las estrategias de preservación de lazos experiencia de intentarlo y de adquirir por ello un lugar particular en su tierra les
de pertenencia y sentido de comunidad de los huejuquillenses opacó las po- proporcionó otra posibilidad, otro recurso para fortalecer su sentido de pertenen-
sibles ventajas que una organización formal (un club) ofrecía para lograr tales cia en ambos espacios. Y la conciencia de la posibilidad de actuar en concordancia
fines, en especial la potencial participación de todos los migrantes huejuquillen- con otros paisanos —cualesquiera que fuesen las ambigüedades en sus metas y las
ses residentes en —al menos— Chicago y, con ella, la posible recreación de una co- diferencias en su condición económica— estimuló aún más la dimensión colectiva
munidad de paisanos inclusiva y abocada a apoyar a sus miembros y a los demás de su conciencia.
paisanos. Las opciones no tendrían que haber sido excluyentes. Sin embargo,
los huejuquillenses optaron por lo más familiar, lo que mejor resolvía, quizá, la
ambigüedad de su membresía: mantener una presencia en su tierra, directa y sin
intermediarios, a pesar de estar ausentes.

Por más de veinticinco años los huejuquillenses residentes en Chicago han tra-
tado afanosamente de construir o mantener un patrimonio familiar en su lugar
de destino, al tiempo que se esfuerzan por preservar lazos significativos con su
comunidad de origen, tanto de manera directa como a través de su relación con
sus paisanos residentes en Chicago. Su concepción de sí mismos como seres hu-
manos ha cambiado en el proceso de afirmarse como migrantes en un ambiente
desconocido, pero que les dio la oportunidad de mejorar sus condiciones de
vida y de ayudar a sus paisanos, confirmando la eficacia de su decisión de dejar

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