Está en la página 1de 28

TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCION
2. TEMA
3. IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO “LA MARIA”
4. RESUMEN DE LA OBRA
5. PERSONAJES
6. PRIMARIOS Y SEGUNDARIOS
7. TEMAS CLAVE DE LA OBRA
8. EL AMOR, LA MUERTE Y LA ESCLABITUD
9. ANALISIS DETALLADOS DE EFRAIN Y MARIA
10. LOCALISACION GEOGRAFICO
11. ESPACIO
12. TIEMPO CRONOLOGICO
13. FIGURA LITERARIA=METAFORA
14. SIMIL O COMPARACION
15. PERSONIFICACION
16. EXPRECIONES LITERARIAS
17. RESUMEN DE LOS CAPITULOS DE LA OBRA
18. PALABRAS DESCONOSIDA
19. BIOGRAFIA DE “JORGE ISAACS”
20. DIBUJO DE “LA MARIA”

INTRODUCCION

María puede considerarse la obra cumbre de la literatura colombiana romántica, es


ejemplo y orgullo que enaltece a las letras colombianas desde el siglo XIX, ha sido
traducida amas de 15 idiomas y se han realizado numerosas ediciones de la obra, lo que
confirma su importancia capital para la intelectualidad colombiana. Como dejar de
repasarla, saborearla, y estudiar uno a uno sus capítulos, en donde se lee la tragedia, la
dulzura y el amor que es perfumado por ese mítico rosal que aun hoy adorna los jardines
frontales de la hacienda que queda en pie.
Vale la pena leerla, y adentrarse tanto en la historia del Valle del Cauca colonial, como en
el alma de los personajes que nos inspiran muchas pasiones a quienes de una u otra
forma hemos vivido algo de ellos.
Al repasarla, nos damos cuenta de nuestra debilidad y de nuestra fortaleza, de que cada
uno lleva dentro de si un Efraín y una María.
TEMA

Maria fue publicada en 1867 en la cual hace canto a la naturaleza y al paisaje del valle del

cauca como escenario de amor.

Para realizar Maria, Jorge Isaacs se inspiro en un hecho real. Maria existió de verdad. Era

una niña llamada Esther, que ala muerte de su madre fue traída desde jamaica al hogar

del padre del poeta en la hacienda El paraíso. Desde muy niño, Jorge Isaacs se

impresiono por la belleza de la joven y poco a poco se fue enamorando de ella. La vida de

Maria fue breve ya que sufría de epilepsia, y tras su muerte el joven poeta fue idealizando

su amor frustrado: con su imaginación embelleció el paisaje, eternizo la memoria de su

amada Maria y quedo para siempre el autor de la novela bajo el nombre de Efraín.

IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO

“LA MARIA”

EL TEMA DE” MARIA” es el desarrollo del primer amor y enseña la nostalgia de este,

cuan do es separado por la muerte

Efraín, narrador de la historia esta profundamente enamorado de su primera


María, quien corresponde a su amor. Sin embargo, dicha relación es marcada por
el idilio y la muerte entre estoados enamorados.

RESUMEN DE LA OBRA

Enmarcada por la espléndida geografía del Valle del Cauca, en épocas pasadas
floreció la hacienda «El Paraíso». Allí, rodeados por la bondad de sus padres y
tíos, crecieron dos jovencitos de nombres Efraín y María, primos hermanos,
quienes desde su más tierna infancia se hicieron inseparables compañeros de
juego y alegría. Muy pronto, sin embargo, el camino de los dos primos se separó.
Efraín, alcanzada la edad necesaria para emprender una sólida educación, fue
enviado por sus padres a la ciudad de Bogotá, en donde, tras seis anos de
esfuerzo, consiguió coronar sus estudios de bachillerato.
María, entre tanto, lejana ya las delicias de la infancia, se había convertido en una
bellísima muchacha, cuyas dotes y hermosura encandelillaron al recién llegado
bachiller.
Ciertamente la sorpresa del muchacho fue compartida. También María se sintió
vivamente Impresionada ante las maneras y el porte de su primo, y aquella mutua
admiración dio tránsito a un vehemente amor que se apoderó de sus corazones,
sin que ellos mismos pudieran comprenderlo o sentirlo.
El cariño de los jóvenes progresó dulcificado por las bondades de su medio y muy
pronto, a pesar de que ellos quisieron ocultarlo, los ojos de sus mayores recabaron
en este mutuo afecto. Entonces, una sombra dolorosa se interpuso entre los dos

enamorados. Los padres de Efraín, quienes abrigaban un vivísimo amor por su sobrina,

no podrían olvidar una penosa circunstancia .que señalaba indefectiblemente su destino.

Tal como su madre, muerta bastante tiempo atrás. Marta daba muestras de padecer una

dolorosa enfermedad. Aquella dolencia, que llevara a la muerte a quienes la padecieran,

tarde o temprano, empezaba a notarse en el semblante juvenil de la muchacha. Ningún

alivio era suficiente, y aunque el ánimo de los buenos señores se inclinara favorablemente

al amor de los muchachos, la posibilidad, casi indudable, de la muerte temprana de María,

los obligaba a oponerse.

A pesar de ello, sus acciones no revistieron crueldad o torpeza. Todo lo contrario, el padre

llamó a Efraín a su lado y sin mostrar señal alguna de su íntima determinación, lo instó a

viajar a la lejana Europa a fin de adelantar estudios superiores de medicina. Aquella

solicitud conturbó el ánimo de la enamorada, quien veía con profundo pesar la forzosa

distancia que entre los dos pudiera interponerse. Sin embargo, la voluntad paterna fue
determinante y tras una serie de obstáculos y aplazamientos que llenaron de felicidad el

corazón de los amantes, Efraín enderezó sus pasos rumbo a Londres. El dolor de los

primeros tiempos de separación fue mitigado por las incontables cartas que los

muchachos se enviaban.

Muy pronto, Efraín resintió las dilaciones y tardanzas de su amada. Y cuando esta

situación más lo mortificaba y ofendía, supo por boca de un amigo recién llegado a

Inglaterra, que la joven María había sido postrada por una dolorosa enfermedad que la

amenazaba cruelmente y que requería su presencia. Inauditos fueron entonces los

dolores de Efraín tratando de encontrar vías inmediatas para su desplazamiento desde

Europa.

Las enormes distancias y la lentitud de los transportes se erigía como otras tantas lanzas

que mortificaban su corazón. Días y días se sucedían, sin que la añorada patria asomara

en el horizonte. Llegaron después tas penalidades de la travesía de ríos y montanas, los

accidentes, las lluvias, la crueldad de la naturaleza que inconmovible asistía a los

agónicos esfuerzos del enamorado. Cuando ya Efraín consiguió descabalgar en tierras de

«El Paraíso» y saludó emocionado a sus padres, por el semblante de aquellos adivinó la

verdad: sus esfuerzos fueron vanos.

La amada no pudo aguardar su llegada y con su nombre entre los labios falleció.

La desesperación de Efraín lo condujo hasta el pie de la tumba de María, en donde los

recuerdos de las alegrías pasadas que la llevaron hasta la postración. Finalmente,

incapaz de soportar la vida en medio del maravilloso valle que fuera escenario de su amor

y que lo inundaba cada instante con su alud de recuerdos y emociones, Efraín decidió

abandonar para siempre la tierra de sus mayores y se adentró en lo desconocido.

PERSONAJES

PRIMARIOS

EFRAÍN, joven protagonista de la novela, enamorado de María, que luego de

comprometerse en matrimonio con ella a su regreso de Europa, ve frustradas sus

ilusiones al encontrar que ha fallecido en su ausencia.


MARÍA, novia de Efraín, hija de Salomón, judío de Jamaica que antes de morir la deja

bajo cuidado de! padre del protagonista. Al padecer la misma enfermedad que terminó

con la vida de su madre, ve que ésta se recrudece por la ausencia de Efraín. Pide a este

que vuelva a su lado, pero sus fuerzas se debilitan y su vida se agota antes de tener e!

remedio de su presencia.

EL PADRE, bondadoso hacendado del Valle del Cauca, en cuya casa permanece María

bajo su cuidado. Es quien dispone e! viaje de su hijo Efraín a Europa a continuar los

estudios de medicina, pero lamentablemente esta es la razón por la cual se intensifica la

enfermedad que lleva a María a una muerte temprana.

LA MADRE, buena mujer, típica esposa tradicional de carácter .sumiso, cuya presencia

en la novela es símbolo de prudencia y buen consejo en los momentos adversos.

EMMA, hermana de Efraín y confidente de los enamorados. Siempre dispuesta a crearles

momentos propicios y a servirles de consuelo en las

PERSONAJES SEGUNDARIOS

JULIAN, hermano de Efraín, estrechamente unido a María, de quien recibe un amor casi

maternal.

DOÑA ANDREA, madre del anterior.

LUCAS, neivano agregado de una hacienda vecina a la de José, que forma parte del

grupo que va a la cacería del tigre.

TIBURCIO, otro participante en la cacería del tigre. Novio de Salomé.

MARTA, cocinera de la posesión de José y su familia.

FELICIANA, negra aya de María, que en el pasado tuvo el nombre de Nay. Era hija de un

guerrero achanti del África, pero capturada por uno traficantes, fue conducida a América

en calidad de esclava.

ESTEFANA, negrita de doce años, hija de esclavos que sirve en la casa. Tiene un afecto

fanático por María.

CAMILO, criado de la familia de Efraín enviado a Cali por correspondencia que


esperaban.

EL CURA, anciano religioso que oficia la boda de Tránsito y Braulio.

SEÑOR A, caballero con quien viaja Efraín a Europa y quien le da

la noticia de la gravedad de María.

MAGMAHU, guerrero achanti padre de Nay (Feliciana).

SAY TUTO KUAMINA, rey achanti a cuyo servicio estuvo Magmahú.

ORSUÉ, caudillo de los achimis, muerto por Magmahú.

SINAR, hijo del anterior y esposo de Nay. Luego de ser capturado por unos traficantes es

separado para siempre de su mujer, con quien ha tenido un hijo, el negrito Juan Ángel.

WILLIAM SARICK, irlandés dueño de la casa donde fue dejada Nay (Feliciana) por los

traficantes en calidad de esclava.

GABRIELA, mujer del anterior. Nay encuentra en ella consuelo por la pérdida de su

esposo y buen consejo en la desesperación.

EL YANKEE, americano que intenta comprar a Nay para llevarla a su país, donde el hijo

de ésta será esclavo por siempre.

CUSTODIO, chagrero compadre de Efraín a quien pide lleve a su hija Salomé a su casa

para alejarla de la tentación de Justiniano, hermano de Carlos, que parece acecharla con

propósitos no muy honestos.

TEMAS CLAVES DE LA OBRA

EL AMOR

María es un ingenuo idilio sentimental, romántico, que ha sido comparado con Pablo y

Virginia de J. H. Bernardin de Saint Fierre (obra donde el autor francés trabaja el exotismo

paisajístico y el sentimentalismo), y con Átala de Chateaubriand, serie también de relatos

exóticos, como también hubiera podido serlo, en cierto modo, la novela pastoril Dafnis y

Cloe del sofista griego Longo, pero que no es imitación servil de nadie, sino espontáneo y

sentido recuerdo de un primer amor purísimo, ideal en el más alto grado de romanticismo.

Pero lo anterior no excluye cierto sensualismo, algo de fetichismo -por supuesto, muy
delicado y cándido por parte de Efraín quien se extasía en más de una ocasión besando y

observando las prendas de la muchacha.

No duda en hacer elogios muy detenidos del cuerpo de ella. Sus codos, la blancura de

sus brazos; su cuello y sus manos, los pies desnudos que la joven pretende cubrir en

actos púdicos, son materia de largas descripciones que obviamente nos indican pasión

velada con delicadeza de palabras respetuosas.

Este amor es eterno pues cubre la totalidad de la vida del personaje que narra y se ha

inmortalizado en las páginas de la novela de Isaacs. Por su parte, en María encontramos

el amor que aguarda. Es la paciencia pura, la resignación que jamás es vencida y que, al

contrario, se acrecienta con los obstáculos. Es el amor que destruye la materia antes que

agotarse en sí mismo. Es decir, en ella el amor todo lo puede porque es espiritual.

Aunque la novela toca otros temas importantes, desde un comienzo entendemos que el

amor ocupará la generalidad de la obra, porque María sólo se puede concebir como

símbolo de amor, A lo largo de todo el texto, sus actitudes, pensamientos y conductas

están al servicio de! amor. No hay un solo episodio donde nos encontremos con una

María diferente a la María-amor, y no hay un pasaje de amor en donde no aparezca la

imagen de María como arquetipo, como modelo indicativo de lo que es o debe ser un

verdadero sentimiento amoroso, a pesar de que en aquellos se halle el ideal de

antemano. Ella es la perfección, ella es amor.

LA MUERTE

María es un ingenuo idilio sentimental, romántico, que ha sido comparado con Pablo y

Virginia de J. H. Bernardin de Saint Fierre (obra donde el autor francés trabaja el exotismo

paisajístico y el sentimentalismo), y con Átala de Chateaubriand, serie también de relatos

exóticos, como también hubiera podido serlo, en cierto modo, la novela pastoril Dafnis y

Cloe del sofista griego Longo, pero que no es imitación servil de nadie, sino espontáneo y

sentido recuerdo de un primer amor purísimo, ideal en el más alto grado de romanticismo.

Pero lo anterior no excluye cierto sensualismo, algo de fetichismo -por supuesto, muy
delicado y cándido por parte de Efraín quien se extasía en más de una ocasión besando y

observando las prendas de la muchacha.

No duda en hacer elogios muy detenidos del cuerpo de ella. Sus codos, la blancura de

sus brazos; su cuello y sus manos, los pies desnudos que la joven pretende cubrir en

actos púdicos, son materia de largas descripciones que obviamente nos indican pasión

velada con delicadeza de palabras respetuosas.

Este amor es eterno pues cubre la totalidad de la vida del personaje que narra y se ha

inmortalizado en las páginas de la novela de Isaacs. Por su parte, en María encontramos

el amor que aguarda. Es la paciencia pura, la resignación que jamás es vencida y que, al

contrario, se acrecienta con los obstáculos. Es el amor que destruye la materia antes que

agotarse en sí mismo. Es decir, en ella el amor todo lo puede porque es espiritual.

Aunque la novela toca otros temas importantes, desde un comienzo entendemos que el

amor ocupará la generalidad de la obra, porque María sólo se puede concebir como

símbolo de amor, A lo largo de todo el texto, sus actitudes, pensamientos y conductas

están al servicio de! amor. No hay un solo episodio donde nos encontremos con una

María diferente a la María-amor, y no hay un pasaje de amor en donde no aparezca la

imagen de María como arquetipo, como modelo indicativo de lo que es o debe ser un

verdadero sentimiento amoroso, a pesar de que en aquellos se halle el ideal de

antemano. Ella es la perfección, ella es amor.

LA ESCLAVITUD

Aunque muchos críticos han afirmado que la sociedad plasmada en María es un mundo

idealizado en que todos los personajes son buenos y nobles, se puede cuestionar dicha

afirmación. Ante todo, nada de noble tiene una sociedad que admite la institución

abominable de la esclavitud. Isaacs demuestra la preocupación del Realismo al censurar

esta vulgaridad inhumana. Efraín pregunta a Emigdio por qué un muchacho tiene el brazo
mutilado; su amigo contesta que lo había metido en el trapiche, y se queja de la estupidez

de los esclavos, y añade que ya el joven no sirve más que para cuidar caballos. La simple

inclusión de este pasaje nos muestra que el autor se aterra ante tal desconsideración.

Pero la mayor protesta contra la esclavitud la encontramos en el relato de Nay y Sinar; el

dolor de los desgraciados que se ven separados de sus familias; los horrores de los

buques que transportan los esclavos, las propuestas depravadas que hacen algunos

traficantes a las negras más bonitas, etc. Es pues, un tanto apresurado afirmar que la

novela nos presenta una sociedad idealizada.

ANALISIS DETALLADOS DE

EFRAIN Y MARIA

Efraín

La atracción sexual de María representa una actitud sana por parte de Efraín hacia la

pasión amorosa; el amor espiritual no debe estar separado del amor físico.

Los rasgos definidores de la sicología de Efraín (su orgullo como miembro de la

aristocracia local, su interés en los humildes, sus sensualidad, su condición de poeta, su

amor a la naturaleza) están ampliamente documentados en la personalidad de su creador.

Salta a la vista, entonces, que Efraín no es un estereotipo literario, como suele declarar la

crítica, sino que es un autorretrato de su autor. Es cierto que Efraín coincide con el típico

héroe romántico en su gran capacidad emocional y en su tendencia a creerse un dandi de

la época.

María

María muestra ser dulce y sumisa desde su aparición inicial; al contrario de otras mujeres,

ella no recibe placer de las pequeñas riñas de novios, y hace lo posible por evitarlas. Ella

cree en la superioridad intelectual de los hombres, y piensa que las mujeres no deben

ofrecerles consejos.

El temperamento manso y pacífico de María no la coloca en una posición de desventaja

respecto al novio más dominante; es precisamente su suavidad lo que más atrae y cautiva
a Efraín. En pocas palabras, María es una mujer verdaderamente femenina, que sabe

comunicar su amor sin que se note.

Esta característica de feminidad es lo que hace de María la mujer ideal.

Aunque inteligente, María no tiene educación formal otro ideal romántico. En el siglo

diecinueve en Colombia, lo normal era que las niñas sólo aprendieran los oficios de la

casa y que se dedicaran exclusivamente a sus familias. Los instintos maternales de María

cumplen otro requisito del Romanticismo, igual que su firme fe religiosa, su languidez

amorosa.

Es difícil crear una relacionas exacta de los otros personajes pues son mas efímeros y de

menos importancia en la obra.

LOCALIZACION GEOGRAFICA

El aspecto espacial de María tiene características muy curiosas y hasta desconcertantes.

El crítico norteamericano Donaid McGrady es quizá quien mejor ha investigado y

comprendido este fenómeno, y por tanto es conveniente seguirlo en sus planteamientos.

Dice el investigador que casi siempre Efraín especifica con una puntualidad minuciosa los

lugares por los que pasa en Colombia. Esto se ve continúa sobre todo en los capítulos

LVII a LX, donde el narrador describe su viaje por el río Dagua y por el camino a Cali,

región en la cual Isaacs trabajó cuando empezaba a escribir María. En estos capítulos

menciona lugares tan pequeños que hoy día se ignoran los nombres que tenían en

aquella época.
ESPACIO

Sin embargo, en algunos casos, Isaacs abrevia u omite ciertos topónimos; estas

omisiones y abreviaturas tienen por propósito disfrazar superficialmente el escenario

principal de María: la hacienda llamada "El Paraíso" y sus alrededores.

Nunca se menciona este nombre, ni los de las otras haciendas ("La Manuelita" y "La Rita")

que perdió la familia Isaacs unos años antes de la publicación de la novela. Esta técnica

de omisión refleja la afición romántica por todo lo vago e impreciso; menudean los casos

en las novelas del francés Alphonse de Lamartine y del novelista inglés Walter Scott, por

ejemplo. Además, es posible que hubiera motivos no literarios para algunas de estas

omisiones. En el capítulo XXXIII Isaacs hace unas alusiones personales muy denigrantes

a los nuevos dueños de las haciendas que habían sido de sus padres; quizá el autor

disimuló los nombres de las propiedades para evitar posibles pleitos por calumnia.

TIEMPO CRONOLOGICO

El tiempo cronológico de La Maria fue de 10 años 7 meses 4 días.

María, dice que puede fecharse de una manera aproximada. Como en la novela existe

todavía la esclavitud, abolida en Colombia a principios de 1852, se desprende que la

trama tiene lugar antes de ese año.

Otro dato que apunta hacia la misma fecha es !a referencia (XXIII) al periódico "El Día",

que dejó de publicarse en julio de 1851. El colegio del doctor Lorenzo María Lleras,

adonde asistió Efraín, funcionó de 1846 a 1852. Así es que el idilio de Efraín y María

transcurriría hacia el año 1850. Esto quiere decir que Efraín, que tiene veinte años al

comienzo de la novela, es siete años mayor que Isaacs, quien nació en 1837.

Isaacs insertó tantas referencias al tiempo en su novela. Y piensa que probablemente la

razón es que así se carga el énfasis sobre la inminencia del viaje de Efraín, el cual

causará la muerte de María. La obsesión con el tiempo constituye una manera de


preludiar el fallecimiento de la heroína, que para Efraín será el momento en que cese

totalmente el tiempo.

FIGURAS LITERARIAS

METAFORA

Esta figura consiste en expresar una idea a través de otra con la cual guarda analogía o

semejanza. Entre las tantas cualidades de María, sin duda se debe mencionar la poesía;

su forma lírica de expresarse es de gran luminosidad para ilustrarnos de manera más

estética las ideas, acudiendo para ello a la gama de posibilidades que le brinda la

preceptiva.

• Entonces caemos en una postración celestial

• Antes de ponerse el sol, ya había yo visto blanquear sobre la falda de la montaña la

casa de mis padres

• Las herraduras de mi caballo chispearon sobre el empedrado patio

SIMIL O COMPARACION

Semejanza directa existente entre dos términos. Las comparaciones son permanentes en

la novela. Es como si la realidad no mereciera ser denominada directamente. El estilo de

Isaacs, romántico, cargado de giros que quieren insinuar dulzura, perdería bastante de su

belleza si fuera directo y escueto:

• Y sus ojos estaban humedecidos aún, al sonreír a mi primera expresión afectuosa, como

los de un niño cuyo llanto ha acallado una caricia materna.

• Algo oscuro como la cabellera de María y veloz como el pensamiento cruzó por delante

de nuestros ojos.
PERSONIFICACION

Figura retórica que consiste en darle características humanas a los objetos o a los

animales. Menos frecuente que las anteriores, de todos modos es una figura que

enriquece la novela por la espontaneidad que otorga al texto.

• Cuando en un salón de baile, inundado de luz, lleno de melodías voluptuosas.

• Es necesario que vuelvan al alma empalidecidas por la memoria infiel.

EXPRESIONES LITERARIAS

De contenido

Tipos de descripción

De lugares

Sus descripciones de lugares son numerosas en la obra. En ellas imperan el idilio, la

idealización y, en ocasiones, tanto el realismo como el costumbrismo. Veamos algunos

ejemplos:

• El cielo tenía un tinte azul pálido: hacia el oriente y sobre las crestas altísimas de las

montañas, medio enlutadas aún, vagaban algunas nubecillas de oro, como las gasas del

turbante de una bailarina esparcidas por un aliento amoroso.

• Atravesé un corto llano en el cual el rabo de zorro, el friega-plato y la zarza dominaban

sobre los gramales pantanosos; allí ramoneaban algunos caballejos molenderos rapados

y mutilados por el carguío de leña y la crueldad de sus arrieros.

• En la casa llamaban la atención a un mismo tiempo la sencillez, la limpieza y el orden:

todo olía a cedro, madera de que estaban hechos los rústicos muebles, y narcisos con

que la señora Luisa había embellecido la cabañita de su hija: en los pilares había testas

de venados, y la patas disecadas de los mismos servían de garabatos en la sala y en la

alcoba.

En la descripción de personas, como en casi todo tipo de descripción del autor, el adjetivo

es fundamental y está usualmente dirigido a embellecer y dar gracia, a exaltar cualidades

o dar un toque de colorido a lo descrito. Por regla general es muy claro en sus juicios.

Apreciemos estas cualidades en una descripción de María:


• Ella estaba tan hechicera como mis ojos debieron decírselo: un gracioso sombrero de

terciopelo negro, adornado con cintas escocesas y abrochado bajo la barba con otras

iguales, que en el ala dejaba ver, medio oculta por el velillo azul, una rosa salpicada aún

de rocío, descansaba sobre las gruesas y lucientes trenzas cuyas extremidades ocultaba:

arregazaba con una de las manos la falda negra, que ceñía bajo un corpiño del mismo

color

• un cinturón azul con broche de brillantes, y una ancha capa se le desprendía de los

hombros en numerosos pliegues.

De situaciones

En este tipo de descripción, Isaacs tiende a ser cinematográfico, muy explícito y con

mucho grado de tensión y espectacularidad:

"José disparó: el tigre rugió de nuevo tratando como morderse el lomo, y de un salto

volvió instantáneamente sobre Braulio. Este, dando una nueva vuelta tras los robles,

lanzóse hacia nosotros a recoger la lanza que le arrojaba José. Entonces la fiera nos dio

frente. Sólo mi escopeta estaba disponible: disparé; el tigre se sentó sobre la cola,

tambaleó y cayó."

RESUMEN DE LOS CAPITULOS DE LA

OBRA

Capitulo 1

Era yo un chiquillo cuando mis padre mandaron para el colegio mas famoso de toda la

replúbica. Logre dormir la víspera del viaje tenia un presentimiento de los muchos que

habría de después.

La mañana siguientes todos mis familiares esperaban ansiosos decirme adiós, Maria

paciente y humilde aguardaba su turno con la manos unidas.

Capitulo 2

Seis años, los últimos de un lujoso agosto me recibieron al regresar al nativo valle. Mi

corazón rebosaba de amor patrio. Era la ultima jornada de viaje y yo gozaba de la mas
perfumada mañana de verano... Estaba mudo ante tanta belleza, cuyo recuerdo había

querido conservar en la memoria por que alguna de mis estrofas, admiradas por mis

condiscípulos, tenían ella pálidas tintas... Así el cielo, los horizontes las pampas y los

cumbres del cauca hacen enmudecer a quien las contempla. Las grandes bellezas de la

creación no pueden aun tiempo ser vistas y contadas: es necesario que vuelvan al alma;

empalidecidas por la memoria fiel.

Capitulo 3

Sentado entre mis padres a la cabecera de la mesa, las mujeres se empeñaban en

hacerme probar su colaciones y cremas, sonrojándose aquella a quien yo dirigiera palabra

de complacencia o admiración.

Maria me ocultaba tenazmente sus ojos mas puede admirar en ellos la hermosura de las

jóvenes de su raza lo mismo que aquellos labios rojos, húmedos y graciosamente

interactivos que me hicieron ver en algún instante el arco simétrico de una bellísima

dentadura.

Capitulo 4

Aquella noche soñé que Maria entraba a renovar las flores de mi mesa y que al salir había

rozado la cortinas de mi lecho con su vaporosa falda de muselina.

Y fue al despertar cuando su voz llego a mis oídos, pura y dulce la misma de antaño pero

mas grave y con amplitud para prestarse a todas las modulación de la ternura y la pasión.

Luego que me hube arreglado la divise a través de la ventana en una de las calles del

jardín acompañada de Emma.

Capitulo 5

Tres días mas tarde había de salir con mi padre a visitar sus haciendas cuyo

funcionamiento me inspiraba viva curiosidad e interés.

Como el viaje nos ocuparía varias fechas entristecieronse un tanto mis hermanas y me

rogaron mas de lo estrictamente necesario. Maria no me suplico pero la vi seguir con los

ojos todos mis preparativos de marcha.


Las pertenencias de mi padre habían mejorado mucho en los últimos años: Una costosa

fabrica de azúcar, muchas fanegas de caña para abastecerla, dehesas con ganado

vacuno y caballar, buenos cebaderos y un hermoso edificio-habitación señalaban lo mas

notable de la hacienda en ``tierra caliente ´´.

Los esclavos bien vestidos y contentos hasta donde es posible estarlo en la servidumbre

eran sumisos y cariñosos para con su amo.

Encontré a muchos de los que, siendo niños me enseñaban a poner trampas a las

perdices y guatines en la espesedura de los bosques; todos me reconocieron con

inequívocas señales de agrado.

Capitulo 6

La visita a la hacienda me ocupo cuatro jornadas. Al regreso estaba colocando Maria una

lámpara en una de la mesa del salón, cuando me acerque a saludarla.

Pareciome ligeramente pálida y alrededor de sus ojos había una leve sombra,.

Imperceptible para quien la mirara con menos entrega que yo.

Volvía a ella el rostro hacia mi padre que llegaba entonces y pude ver que en el

nacimiento de una trenza conservaba un clavel agostado; acaso el mismo que yo le diera

la víspera de mi salida hacia el valle.

Capitulo 7

Cuando mi padre visito en su ultimo viaje a las antillas, su primo Salomón acababa de

perder su esposa.

Los dos hombres habían venido juntos a Sudamérica donde mi padre se enamoro de la

hija de un español intrépido capitán de navío luchador por la causa de España y

que murió fusilado en Majagual el 20 de mayo de 1820.


Capitulo 8
Al reunirse para la cena faltaba Maria imagine que sus ocupaciones la habían
demorado mas de lo de costumbre.
Emma la disculpo diciendo que desde la tarde padecía dolor de cabeza y en ese
momento parecía dormir.
Yo disimule mis impresiones hablando de las mejoras que encontraba en la finca,
pero la sobremesa duro poco tiempo.
Capitulo 9
Trate al día siguiente de apaciguar dedicándome ala caza en la que mi fiel``Mayo
´´ el perro mas inteligente del lugar me entretuvo espantando garzas de sus
dormideros loros que salían delo guadales y diostedés en el corazón de la sierra.
Capitulo 10
Hice mil esfuerzos para mostrarme jovial aquel día. Durante la comida Hable con
entusiasmo de las hermosas mujeres de Bogota ponderando intencionadamente
las gracias y el ingenio de NN... Mi padre gozaba oyéndome, Emma hubiera
prolongado la sobre mesa y Maria se mantuvo en silencio Aunque sus mejillas
palidecieron de una vez.

Capitulo 11
Nunca las auroras de julio en el cauca fueron tan bellas como Maria cuando se me
presento ala mañana siguiente momentos después del baño: sus cabellos de
carey sombreado, sueltos a medio rizar la mejillas de color de rosa suavemente
desvanecido y en instantes avivado por el rubor jugando en sus labios aquella
sonrisa que en mujeres como Maria revela una felicidad que no puede ocultar.
Capitulo 12

Una tarde al regreso de mi habitual caminata me pareció notar signos de preocupación en

los criados con quienes tropecé al llegar a casa.

Por Emma tuve la noticia de que Maria había sufrido un ataque nervioso que le hizo

perder el conocimiento.

Corrí a la alcoba de la enferma y dominando las ansias que me impelían a estrecharla

contra mi corazón para volverla a la vida pare desconcertado al pie del lecho. Allí estaba

mi padre volviendo sus ojos de mi a ella varias veces con gesto de muda reconvención.
Capitulo 13

Acababan de sonar las doce en el reloj del salón sentí pasos cerca de mi puerta y la voz

de mi padre que me llamaba:

-levántate, Maria sigue mal. Conviene llamar al doctor.

El acceso se había repetido apenas tarde unos minutos en disponerme a salir.

Capitulo 14

Aquella noche a la hora del refresco estaba con mis hermanas en el comedor esperando

a mis padres que tardaban mas tiempo que el de costumbre.

Cuando ambos se personaron en la noble fisonomía de el y en la pequeña arruga

perpendicular que les surcaba en la frente entendí que alguna grave cuestión le tenia

alterado. Mi Madre estaba pálida y sin hacer el menor esfuerzo por mostrarse tranquila

me dijo al llegar a la mesa:

• Olvidaba que José estuvo esta mañana a convidarte a una cacería, pero al saber lo de la

enferma prometió volver mañana temprano.

• Si, ha organizado una batida de osos, dijo distraído

• ¿de osos? ¡tu cazas osos!

• Por que no, es un ejercicio muy agradable, ya lo he practicado con el alguna veces.

• Tu madre y yo tenemos que hablar contigo. Ven luego a nuestro cuarto

Obedecí la orden.

Capitulo 15

Diez días habían trascurrido de aquella penosa conversación con mis padres no me

sentía capaz de cumplir tanta exigencia respecto de la infeliz muchacha y menos aun al

conocerla propuesta de matrimonio de mi amigo Carlos.

Capitulo 16

Estaba yo en plan de marcha cuando Emma llego a mi cuarto se extraño de verme con

aire de satisfacción

¿adonde vas tan contento?

-Preferiría no tener que ir a ninguna parte -conteste- pero he de ver a Emigdio que se
queja de inconstancia.

¡ que injusto ¡ exclamo entre risas mi hermana. ¡ como va a ser tu inconstante ¡

-¿ de que te ríes?

-de eso de lo injusto que es tu amigo. ¡ Pobrecillo!

-No Emma tu te ríes de otra cosa

-No seas pesado, ven déjame que te peine y te arregle un poco.

Capitulo 17

Camino de la casita de Emigdio atravesé un corto llano en el que la zarza y el rabo de

lobo sobre los gramales humillados y pantanosos. Allí ramoneaban algunos caballejos

rapados de crin y de las cargas y la crueldad de los arrieros que Bufón se hubiese visto

perplejo al catalogarlo entre los cuadrúpedos...

Capitulo 18

No tarde en acudir al comedor pensando en encontrar allí a Maria pero me engañaba. Al

preguntar por ella a mi madre me respondió:

Como esos señores vienen mañana las muchachas están aviando los dulces. Deben

haber terminado ya.

Iba a levantarme de la mesa cuando José que subía la montaña arreando dos mulas

cargadas de caña brava se paro en el altico desde que se divisaba el interior y grito:

Buenas tardes no pudo detenerme porque llevo una cuchaca y se me hace de noche. Allí

dejo un recado con las niñas madrugue mañana porque la cosa esta segura.

Capitulo 19

Al amanecer del día siguiente emprendí camino ala montaña acompañado de Juan Ángel

portador de varios regalos para mi madre para luisa y su familia. Nos seguía mi fiel ``

Mayo ´´ que viejo y acachoso no me abandonaba nunca.

Pasado el puente del río encontraremos a José y a su sobrino Braulio que venían ya a

buscarme.

Aquel me hablo de su proyecto de caza reducido a intentar un golpe certero contra un

famoso tigre que le mato alguno corderos. Había seguido el rastro del animal y
descubierto algunas de sus guaridas en el nacimiento del río a media legua de la finca.

Capitulo 20

La insistencia de los montañeses me hizo permanecer con ello hasta las cuatro de la

tarde hora en que me puse en camino con Braulio que se empeño en acompañarme.

Cerca ya de mi casa me despedí del valiente cazador y nos separamos hasta la siguiente

oportunidad.

Mi familia estaba aun en el comedor e inferí que Carlos y su padre habían llegado ya.

Desvíe ala derecha salte al huerto y alcance mi dormitorio sin que me vieran.

Mientras colgaba el saco de caza y la escopeta percibí en el comedor un

desacostumbrado ruido de voces. En aquel momento vino de Mi madre.

Capitulo 21

En el comedor los asientos estaban distribuidos de la siguiente forma: Mi padre en la

presidencia de la mesa; a su izquierda, mamá; a la derecha, Don Jerónimo sin interrumpir

su pesada historia por linderos con Don Ignacio; frente a frente Maria y Emma; después lo

niños.

Capitulo 22

Al levantarse en las primeras horas del día siguiente fui en busca de los aires de nuestro

jardín.

Al cruzar frente a una ventana oí que hablaban, interrumpiéndose para reír, mi hermana y

Maria. Eran voces especialmente la de esta algo parecido al murmullo de las palomas al

despertar entre los naranjos del huerto.

También Don Jerónimo y su hijo conversaban paseando por el corredor de sus cuartos.

Capitulo 23

Advertida mi madre de nuestro proyecto de caza para el día siguiente dispuso que a

primera hora se nos sirviera el almuerzo a Carlos, a Braulio y a mi.

Como es natural nosotros hablamos de la partida y decía Carlos: Braulio me garantiza

que la carga de mi escopeta esta perfectamente graduada pero insiste que el arma no es
tan buena como la tuya aunque sea de la misma fabrica.

Capitulo 24

Por el momento Carlos no me había hecho ninguna confidencia sobre los motivos que en

mala hora le trajeron a mi casa y no queriéndome verme en peligro de que me hablara de

ellos me encamine al aposento de mi madre. Maria se hallaba en el costurero sentada en

una silla de cenchas de la cual caía como espuma su falda de muselina blanca. Sobre la

alfombra avíese quedado dormido Juan rodeado de sus juguetes. Ella con la cabeza

ligeramente echada hacia atrás parecido estar contemplado al niño.

Capitulo 25

Aquella tarde...

Por el aspecto preocupado de Carlos adivine que llegaba el momento de afinar los oídos

en velada escucha de su dialogo con Maria. Y así capte de ella estas frases:

Habría sido mejor que usted hablara con ellos solamente... Estimo en cuanto vale el honor

que usted.. Comprenda que esta negativa...

Capitulo 26

Sobre la once de la mañana terminado mi trabajo en la oficina de papá me había puesto

de codos en el balcón y contemplaba la obra de la naturaleza.

Sobre el negro y tortuoso camino de lomas divise a Transito y a su padre quien llegaba a

cumplir compromiso con Maria.

Capitulo 27

Por la mañana siguiente tuve que hacer un gran esfuerzo para que mi padre no adivinara

lo penoso que me era acompañarle a las haciendas de abajo.

Capitulo 28

Una noche mi padre recostado en un catre seguía dictándome luego de bastantes horas

de trabajo. Hasta que el sueño y la fatiga le vencieron.

Entonces disminuí la luz del cuarto cerré ventanas y puertas y aguarde a que despertara

paseándome por el corredor que daba al escritorio.

Capitulo 29
Algunas cuadras antes de llegar las puerta del patio a nuestra derecha y sobre una de las

grandes piedras que dominaba el valle.

Estaba en pie Maria, Emma la animaba para que bajase. Nos acercábamos, la cabellera

de Maria suelta en largos y lucientes rizos.

Capitulo 30

Al día siguiente tuvo lugar el matrimonio de Transito

Capitulo 31

Habíamos llegado. Extrañe ver cerradas las ventanas del aposento de mi madre. Salió a

recibirnos Eloisa. Pidiéndonos que no hiciésemos ruido.

-Papá- dijo- se ha acostado por que esta enfermo.

Solamente Maria y podíamos sospechar los motivos. Al advertir el nuestra alarma quiso

tranquilizarnos.

Capitulo 32

Tres días mas tarde la fiebre seguía resistiendo a todos nuestros esfuerzos por

combatirla, los síntomas eran tan alarmantes que el mismo doctor se veía con dificultades

para combatirla.

Capitulo 33

Una semana después Mi padre estaba convaleciente y la alegría había vuelto a nuestra

casa.

Capitulo 34

Entro Mamá en mi cuarto.

-¿ es posible - me dijo - que te dejes dominar por la pesadumbre? ¡ se fuerte como

siempre lo has sido! Y no solo por tu padre si no porque además tu eres llamado a

conformar a: Maria.

Capitulo 35
Cuando llegue por la mañana a las haciendas el doctor que remplazaba a Mayn estaba

atendiendo a Feliciana. Me hizo saber que había perdido toda esperanza de salvarla.

Capitulo 36

Dos semanas habrían trascurrido desde la llegada del sacerdote al país de los Kombu-

Manez. Sea porque solamente sinar podía entenderle o porque este gustara del traro del

europeo paseaban juntos diariamente mientras Nay veía regresar al amado preocupado y

melancólico.

Capitulo 37

Al amanecer del día en que iba a celebrarse el desposorio de sinar este con Nay y el

misionero bajaron silenciosamente a las riberas del gambina y el sacerdote les hablo:

-el Dios que os he hecho amar, el Dios que adoraran vuestros hijos nos desdeña por

templo los pabellones de palmeras que nos cobijan.

Capitulo 38

Por aquel tiempo se explotaban muchas minas de oro en el choco; y bien merece ser

elogiada su producción si se tiene en cuenta el rustico sistema utilizado para el trabajo.

Este lo atendían cuadrillas de esclavos.

Capitulo 39

El cura había administrado los sacramentos de la enferma.

Al día siguiente, sábado, a las tres de la tarde el medico entro en mi cuarto diciéndome:

-Morirá hoy. ¿cómo se llama el marido de la enferma?

-Sinar- le respondí

Capitulo 40

Mi padre había resuelto ir a la ciudad antes de mi partida tanto por sus negocios como por

arreglar mi viaje.

A las 7 de la mañana del 15 de enero papá y yo tomábamos el café en traje de camino.

Debía acompañarle hasta cerca de la hacienda de los señores M... de lo cuales iba yo a

despedirme que de los otros vecinos.


Capitulo 41

El 28 de enero ante víspera de mi viaje subí a la montaña muy temprano. Braulio enviado

por José había venido a llevarme para que y me despidiera de aquella familia.

Capitulo 42

Lentamente descendí al fondo de la cañada. Solo el canto lejano le las gurríes y el rumor

del río turbaban el silencio de la selva.

Capitulo 43

A las 11 de noche del día 29 estuve velando en mi cuarto hasta que sonó la una de la

madrugada. A esta hora empezaba la fecha señalada para mi partida.

Capitulo 44

A las dos semanas de mi arribo a Londres vinieron las primeras cartas de la familia.

Con temblorosa mano las fui abriendo.

Una era de Maria.

Capitulo 45

Cada dos meses me llegaba carta de Maria y así las fui recibiendo a lo largo de todo el

año.

Pero las ultimas reflejaban una melancolía que en vano trate de reanimar con mis escritos

temiendo que la congoja dañara su salud.

Capitulo 46

En Panamá recibí carta de Maria:

“La noticia de tu regreso ha bastado para volverme las fuerzas ya puedo contar los días y

se que cada uno de los que trascurren te acerca mas a mi”.

“Aprovechando la hermosa mañana de hoy, he pedido a Emma que me llevara al huerto.

En la visita a sus rincones mas queridos me sentía casi restablecida. Si esto me ocurre

ahora ¿cómo no habrá de alentarme cuando vuelva a recorrerlos en tu compañía?”

Los últimos renglones eran casi ilegibles.


Capitulo 47

A las cuatro llamo a mi puerta hacia una hora que yo le esperaba, listo para marchar.

La luna grande en su plenitud descendía el ocaso; y al aparecer abajo las negras nubes

que la habían ocultado, baño las selvas distantes los manglares de la ribera y la mar tersa

y callada con sus resplandores trémulos y rojizos como los que esparcen los blandones

de un féretro sobre el pavimento de mármol y los muros de una sala mortuoria.

Capitulo 48

A las tres de la madrugada me despertó Lorenzo: y a las cuatro encomendados ala virgen

en las despedidas de Bibiano y su hija, nos embarcamos.

Capitulo 49

Al sentarnos ala mesa hice notar a D... mi propósito de seguir viaje aquella misma tarde,

si era posible regándole que allanara todos los inconvenientes.

El pareció consultar a Lorenzo el cual informo que las bestias estaban en el pueblo y que

la noche era de luna.

Poco después estábamos en camino.

Capitulo 50

Al día siguiente sobre las cuatro de la tarde llegue al alto de las cruces. Y me apeé para

pisar aquel suelo desde, que el para mi mal había dicho adiós a mi tierra nativa.

Volvía a ver el valle del cauca tan hermoso que al tenerlo adelante con toda su

esplendidez miraba yo a mi alrededor para convencerme de que no era juguete de un

sueño.

Capitulo 51

En vano intentaba reconstruir lo pasado cuando de noche desperté en un lecho rodeado

de personas y objetos que apenas podía distinguir.

Una velada lámpara cuya luz hacia mas opacas las cortinas de la cama difundía su

indecisa llama, llame, sentí que me estrechaban una de mis manos; torne a llamar y el

nombre que débilmente pronunciaba tuvo por respuesta un sollozo.


Volví me hacia el lado de donde este había salido y reconocí a mi madre cuya mirada

anhelante y con voz suave me hizo muchas preguntas para cerciorarse de que yo estaba

recobrando su lucidez.

Capitulo 52

Aconsejadas por el medico y excusando su tenacidad en el mal estado de mi salud,

Mamá y Emma supieron retenerme junto a ellas durante tres semanas interrumpidas.

Capitulo 53

Dos meses mas tarde el 10 de septiembre era cuando yo escuchaba de labios de Emma

aquella relación.

Había anochecido y Juan dormía sobre mis rodillas, según costumbre por el adquirida

desde mi regreso, quizá adivinando que yo pudiera remplazar en parte los amorosos y

maternales cuidados que Maria le prodigaba.

Emma me entrego la llave del armario que en la casita de la sierra guardaba los vestidos

de Maria y todo lo que ella pidió que conservara para mi.

Capitulo 54

La media noche me encontró levantado en mi cuarto.

Entre mis manos las trenzas de Maria y recostado en el sofá en el que Emma le había

oído sus ultimas confidencias sonaron las dos en mi reloj.

El había medido las horas de aquella noche angustiosa víspera de mi viaje; el debía medir

las ultimas que habría de pasar en la morada de mis mayores.

Capitulo 55

Por la tarde había de ir a la ciudad pasando por el cementerio que guardaba la tumba de

Maria.

Juan Ángel y Braulio se habían adelantado a esperarme en la parroquia y José su mujer y

sus hijas me rodeaban ya para despedirnos.

Invitados por mi siguieron al oratorio y todos de rodillas rezamos por el alma de aquella

que tanto amor nos inspiro en la vida.


ESPACIO DE LA OBRA

El espacio de la obra La Maria son:

• Hacienda El Paraíso

• El valle del cauca

• Londres

• Panamá

Tiempo

PALABRAS DESCONOSIDAS

HARTON: fruto desierta especie de plátano

HOLAN: batista, tela delgada muy fina

JIGRA: Mochila grande de mallas de cabuya o de correillas

JILO: en derechura (integridad)

LAJERO: (perro) de caza

LAMBIDO: relamido, presuntuoso

MANATI: corbocho, latigo

BIOGRAFIA DE

“JORGE ISAACS”
Jorge Isaacs fue uno de los grandes escritores colombianos, nació en Cali, Colombia, en

1837, hijo de un judío inglés de Jamaica, y de madre criolla. Estudió en Bogotá.

Es el autor de la mejor novela romántica hispanoamericana del siglo XIX, "María", que fue

publicada en 1867. Fue también excelente poeta. Y dirigió un periódico liberal en 1875.

Intervino en partidos políticos y luchas internas; primero desde una posición

conservadora, luego como liberal.

Falleció en Ibagué en 1895.

Su obra está pletórica de sensibilidad, es ardiente e idealista, y plasma los sentimientos y

posturas del romanticismo literario de la época. la naturaleza también está utilizada con el

lirismo subjetivo propio de este movimiento artístico. Es el poeta y novelista del Valle del

Cauca.

También podría gustarte