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QUÉ ES UN TROVADOR Y QUÉ ES UN JUGLAR

Figuras importantes en un periodo histórico muy intenso y


convulso como fue la Edad Media, ambas figuras pertenecían
a la cultura popular. Entreteniendo por las calles de
pueblos y villas o bien en espectáculos privados para
señores y caballeros de la corte. Pero sabemos diferenciar
una figura de otra, qué es un Trovador y qué es un Juglar,
qué características les une y cuáles les diferencia.

Los trovadores, fundamentalmente eran poetas y músicos que


desarrollaron expresión artística en el medievo. Se
trataban de poetas que escribían sus obras y las dotaban de
música con sus propias composiciones, por este motivo se
les consideraban tanto poetas como músicos.

Estas obras podían ser interpretadas por ellos mismos o


bien podían ser interpretadas por juglares o
por ministriles. Esto se debía a que los trovadores solían
pertenecer a clases sociales altas, donde la expresión
literaria era bien vista pero no tanto, el tocar los
instrumentos de manera que a menudo, los trovadores
recurrían a los juglares para el acompañamiento
instrumental. Más tarde apareció la figura de ministril que
siempre acompañaba al trovador y era el encargado del
acompañamiento instrumental.

Podemos situar el nacimiento de la figura del trovador en


el sur de Francia, concretamente en la zona de la Provenza,
finalizando el siglo XI, éste movimiento rápidamente se
extendió por toda Europa, siendo una figura más importante
en países como Alemania, Italia y España, dándoles por
desaparecidos con la llegada del Renacimiento.

El idioma en el que se realizaban estas composiciones era


el provenzal. Más tarde la figura del trovador cambió por
la de los troveros, sobre todo al norte de Francia.
Aunque los troveros había aparecido un siglo después, en el
siglo XII, su temática era la misma que la de los
trovadores, el amor fundamentalmente, pero éstos utilizaban
la lengua d’Oil, lenguaje que con el tiempo daría lugar al
francés actual.
Los trovadores en Alemania recibieron el nombre
de Minnesinger y su literatura era escrita en alemán. En la
zona de Galicia, los trovadores alcanzaron una gran fama e
importancia, aquí a sus composiciones se las
llamó Cántigas.

Los trovadores solían tener como tema principal canciones


relacionadas con el amor, con la visión política y del
mundo, siendo a menudo utilizados como composiciones de
propaganda política.

Los aspectos morales también eran tema a tratar en las


composiciones, aunque si tenemos que hacer una
diferenciación entre temas diremos que éstos se podían
dividir en 3 tipos: Los Géneros Condicionados por la
Versificación: Aquí lo importante no es la temática sino la
métrica, este tipo de géneros solían tratar temas amorosos.

• Los Géneros Condicionados por el Contenido: En este


género se incluye prácticamente todas las temáticas
como son los poemas de carácter religioso, pastoral,
sobre cruzadas, etc.
• Los Géneros Condicionados por el Debate entre
Trovadores: Composiciones que se destinaban al
enfrentamiento mediante un diálogo entre dos
trovadores, enfrentados.
El origen de la figura del trovador está ligada a la
aparición de la lengua de oc o lengua occitana, un idioma
provenzal antiguo que comenzó a utilizarse, sobre todo en
el sur de Francia, en el siglo XI. Desde ahí se extendió
pronto a otros zonas adyacentes, por ejemplo el sur de
Italia o el noreste de España, sobre todo en la parte del
valle de Arán.

Pronto, comenzaron a aparecer personas que empezaron a


escribir poemas en esta lengua occitana. Normalmente se
trataba de textos que hablaban sobre amor, pero también lo
podían hacer de muchas otras cosas. Los versos podían
hablar desde política, hasta temas candentes de la
sociedad, o tocar otros palos como el humor.

Cabe decir que estos trovadores no realizaban estas


creaciones como algo necesario para vivir, esto es, solían
ser personas pertenecientes a la alta sociedad y la
de trovador no era su ocupación principal. Esto contrasta
con la figura de los juglares, que sí se dedicaban de forma
permanente a viajar entre los pueblos ofreciendo sus
actuaciones.

Se podría decir que, si bien los trovadores surgieron como


una especie de poetas de la alta sociedad que ofrecían
creaciones fijas y composiciones de mayor calidad, los
juglares eran algo así como cuentacuentos nómadas que
servían más para divertir a las masas y cuyas historias
podían variar a su antojo de una representación a otra.

Como decimos, los primeros trovadores aparecieron ya a


principios del siglo XII. De hecho, se conservan documentos
que demuestran que a finales del siglo XIV había ya mas
de 400 trovadores (fue en los siglos XIV y XV cuando su
producción alcanzó mayor importancia). También hay que
destacar que en un principio, el trovador se distinguía del
poeta en que el poeta escribía poesía en idioma latín,
mientras que el trovador lo hacía en lengua romance.

Cabe decir que el idioma occitano en el que se escribían


los trovadores sigue siendo una lengua bastante utilizada,
no en vano todavía lo hablan casi 2 millones de personas,
sobre todo en la zona del sur de Francia, pero como ya
hemos dicho, en otras zonas de Francia o Italia. En total,
se calcula que unos 8 millones de personas son capaces de
entenderlo sin problemas.

Las producciones de los trovadores eran bastante distintas


a las de los juglares. En primer lugar, los trovadores eran
personas y artistas reconocidos de la sociedad. Ellos
mismos componían sus propias obras, y el acompañamiento
musical, aunque no siempre las representaban. El tema más
habitual de sus composiciones era el amor. Es decir, sus
obras no están llamadas a contar grandes gestas o hazañas
históricas, sino que buscan ser másíntimas, profundas y
personales.

Los dos grandes temas que tratan las composiciones de los


trovadores son el amor cortés, esto es, las relaciones de
amores y desamores entre los miembros de la Corte, y por
otro lado el vasallaje amoroso, que es la rendición amorosa
del trovador ante una figura femenina a la cual le dedica
sus versos.

En cuanto al modo de estar compuestos, también podemos


encontrar diferentes estilos. Por un lado tenemos
la canción, una composición formada por 5, 6 o 7 estrofas,
normalmente también de temática amorosa.
El sirvientés tiene las mismas características en cuanto a
longitud, pero suele tratar temas sociales y políticos,
normalmente en un tono satírico. Hay muchos otros tipos,
según la temática de la que hablen u otras característias.
Algunos son la tensó, la pastorela, el alba, la romansa, el
escondig o la estampida, entre mucho otros.

Si hablamos de estilos generales, podemos hablar de


la trova leve o plana, que utilizaba un lenguaje simple e
ideas básicas y comprensibles par todo el mundo. Por otra
parte estaba la trova hermética, que se basaba en
composiciones más personales y complejas, que buscaban la
formación de recursos estilísticos o la belleza en formas
literarias más profundas.

Los juglares eran hombres dedicados al espectáculo, eran


músicos ambulantes que deleitaban cantando canciones,
tocando instrumentos o realizando todo tipo de acrobacias.
Los juglares pertenecían, al contrario que los trovadores,
a una clase social baja.
Los juglares no componían, simplemente se limitaban a
cantar plagiando o copiando las canciones que creaban los
trovadores. El lenguaje que utilizaban los juglares era
unlenguaje vulgar poco cuidado, el lenguaje del pueblo y de
la calle, algo que no era bien aceptado por tanto por la
iglesia como por los estratos sociales más altos.

Los juglares no eran los artistas que se contrataban en la


corte, ni en palacios, ni en los castillos, los juglares
actuaban en las plazas de los pueblos, viajaban de pueblo
en pueblo, unas veces se unían a caravanas de feriantes y
otras veces realizaba su camino en solitario.

No obstante, aunque no solían gozar de buena reputación,


algunos de ellos si llegaron a tener una cierta fama y
reconocimiento, estos juglares se establecieron en las
grandes ciudades y fueron refinando su espectáculo y su
estilo.

Gracias en gran parte a los juglares, se ha conseguido


transmitir oralmente tanto tradiciones como relatos épicos
medievales. Los juglares han sido capaces de hacernos
llegar hoy en día tanto relatos de poesía épica medieval
hasta la poesía cortesana que inicia el renacimiento.

Dependiendo del tema central de sus obras o del tipo de


actuaciones que llevaba a cabo, los juglares podían ser de
diferentes tipos.

Por ejemplo, estaban los juglares líricos que se dedicaban


a interpretar las composiciones que hacían los trovadores.
Si las historias versaban sobre cantares de gesta u otras
historias sobre guerras y batallas, se les
denomina juglares épicos.

Sin embargo, al igual que puede ocurrir hoy con los


artistas callejeros (precisamente esto eran lo jugares),
existía una enorme variedad de juglares que realizaban
cualquier tipo de número. Había algunos que imitaban a
personalidades famosas o a la gente que presenciaba el
espectáculo. Otros hacían trucos de magia. Otros
eran cómicos que hacían reír a las gentes vistiéndose con
ropa provocativa y haciendo gestos obscenos para la época,
etc.
También hay que decir que algunos juglares era de voz, es
decir recitaban textos o cantaban durante sus
interpretaciones, mientras que otros solo eran
de instrumento, es decir, recitaban una pieza instrumental
sin acompañamiento de voz.

Los juglares se pueden dividir, principalmente, en dos


grandes vertientes (las obras de ambas forman parte
del mester de juglaría).

Por un lado estarían los juglares épicos. Estos contaban a


los nobles y a las personas que quisieran verlos, historias
épicas relacionadas con cantares de gesta. Por su parte,
los juglares líricos solían representar obras de los
trovadores, normalmente más íntimas y personales,
relacionadas con el amor.

La literatura de los juglares era mucho más simple y llana


que la de los trovadores. De hecho, muchas de sus obras no
tenían base escrita y cambiaban de una versión a otra según
quisiera el juglar. Por ello en aquellos tiempos eran unos
de los principales transmisores de historias vía oral.

En sus composiciones eran muy frecuentes las alusiones a la


audiencia o a una persona en particular “oidme”, “sabed
que”, etc. Normalmente, solían usar en sus versos la rima
asonante, debido a que les daba más facilidades par
improvisar. La longitud de los versos también era
irregular, variando normalmente entre las 11 y 16 sílabas
(destacando por encima de todos los alejandrinos).

Una vez que sabemos cual era la misión del trovador y a qué
se dedicaba el juglar, podemos tener más clara la
diferencia entre estos dos grupos de artistas.

El trovador, como hemos visto era una especie de poeta,


procedente de una clase social elevada, normalmente
pertenecía a la nobleza. Las composiciones trovadorescas
respondían a una música fija, y sus composiciones líricas
eran plasmadas en papel, lo que aseguraba la transmisión
sin variantes del texto.

El trovador no necesitaba representar sus composiciones


para poder vivir, simplemente era una forma de expresión y
de amor a la lírica y a la literatura.
Por el contrario, el juglar era una persona nómada, sin
hogar fijo que recorría los pueblos dando a conocer las
composiciones escritas muy a menudo por los
trovadores. Estos recitaban con una cierta entonación poco
melódica, los textos que previamente memorizaban. Los
juglares si se tomaban la licencia de improvisar según se
desarrollaba el espectáculo.

Los juglares, a menudo, recurrían a la mímica o a la


excesiva dramatización para dar más énfasis a sus relatos,
convirtiéndose en los máximos responsables de la
transmisión oral de tipo popular, dando lugar a lo que
después se llamó folclore. Podemos decir que tanto la
figura del trovador (autor) como la del juglar
(cantante), dieron lugar siglos más tarde, concretamente en
el siglo XX a la figura del Cantautor.

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