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POR Mabel Katz

Basado en Ho'oponopono, un arte ancestral Hawaiano


para la resoluciÓn
resolución de problemas.
Por Mabel Katz
Your Business Press
Maluhia, la ciudad feliz
Autora: Mabel Katz, con la colaboración de Elizabeth Baralt
©2017 Mabel Katz. Todos los derechos reservados.

Ninguna parte de este libro puede reproducirse de ninguna forma escrita, electrónica, grabada o fotocopiada sin el permiso
escrito de la editorial o la autora. La única excepción a esta prohibición es el uso de citas breves incluidas en críticas o reseñas
y en páginas donde la editorial o la autora otorguen permiso específico.

Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes que aparecen en ella son producto de la
imaginación de la autora o se usan de forma ficticia.

ISBN: 978-0-9882336-7-6 LCCN: TX 8-324-934

Resumen: Un libro de cuentos cortos sobre un lugar ficticio llamado Maluhia, donde la gente es feliz. Todos en
Maluhia practican el Ho’oponopono, y cada uno de los cuentos cortos, demostrará cómo se puede obtener la felicidad
total a través de esta antigua filosofía hawaiana.

1. Ficción 2. Espiritualidad 2. Autoayuda

Primera edición
Impreso en EE. UU.

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Encontrarás mucha información y apoyo en la sección de Recursos Gratis en: www.ElCaminoMasFacil.com

Ilustraciones: Vero Véliz


Diseño de tapa e interior: Eduardo Venegas
Editora: Elizabeth Baralt

Your Business, Inc.

PO Box 427
Woodland Hills, CA 91365 - USA
Teléfono/Fax: (818) 668-2085
support@mabelkatz.com | www.MabelKatz.com
Por Mabel Katz
Inspirando a
niños (y adultos)
para crear un
mundo más feliz
Las aventuras de los niños guía de Maluhia llevan a los lecto-
res por toda la ciudad, atravesando por varias áreas de la vida.
Ellos demuestran, más que hablar de ello, cómo con la simple
práctica del Ho’oponopono, un arte ancestral hawaiano, se
puede hacer una profunda diferencia en nuestra vida personal
así como en la del planeta entero. Dentro del libro se encuen-
tran temas sobre autoestima, gratitud y perdón, los cuales son
la base para la acción.

La autora Mabel Katz ha elaborado alegres historias para que los


padres lean a sus hijos y son excelentes para niños de todas las
edades. En 26 maravillosos cuentos, ella ha plantado las semillas
para transformar el planeta, una persona a la vez.
Dedicatoria
Dedico este libro a todos aquellos jóvenes y
adultos que estén buscando el secreto para
ser feliz y vivir en paz.
Introducción 17
Capítulo 1.
Tu Historia Depende de ti 23

Capítulo 2.
Todo tiene vida 31

Capítulo 3.
Confía en tu Propia Percepción 39

Capítulo 4. 47
Las Cosas que no Vemos

Capítulo 5. 55
Confía y las Puertas se Abrirán para Ti

Capítulo 6. 63
No Temas, Nunca estás Solo

Capítulo 7. 71
Presta atención: Todo te está hablando

Capítulo 8. 79
La Felicidad es una Actitud

Capítulo 9. 87
Morrnah Simeona, una Sanadora muy especial

Capítulo 10. 95
Tu Niño Interior es tu Mejor Amigo

Capítulo 11. 103


Todo Proviene de lo Desconocido

Capítulo 12. 111


Maluhia, la ciudad feliz

Suelta las Preocupaciones y Sucederán Milagros

Capítulo 13. 119


Todo es más Fácil Cuando Soltamos y Confiamos

Capítulo 14. 127


Venimos a Corregir Errores de Otras Vidas
14
135 Capítulo 15.
Escogemos Todo, Inclusive a Nuestros Padres

143 Capítulo 16.


Agua y Sol: una Combinación Perfecta

151 Capítulo 17.


Dios Nos responde de Distintas Maneras

159 Capítulo 18.


No hay Nada que temer

167 Capítulo 19.


Agradécele a las Cosas Inanimadas

175 Capítulo 20.


Los Amigos Imaginarios

183 Capítulo 21.


Los Duendes Viven en los Árboles

191 Capítulo 22.


Siempre Confía en tu Corazón

199 Capítulo 23.


Háblale a Dios como Hablas con tu Mejor Amigo

207 Capítulo 24.


Cuando Pides Ayuda, ésta Siempre Llega

215 Capítulo 25.


El Poder está en Nuestros Pensamientos

Capítulo 26.
223 Somos Mucho más que Nuestros Cuerpos.
La Muerte no Existe... ¡Celebremos la Vida!
Maluhia, la ciudad feliz

..........................................................................

232 Acerca de Dame Mabel Katz


15
Introducción
Existe una ciudad donde todos sus habitantes son
felices; un lugar tan especial que es visitado por
miles de turistas en busca de su secreto. Se llama

17
Maluhia, un valle rodeado de hermosas montañas
con salida al mar y exuberantes bellezas naturales.
La gente de Maluhia —de todas las edades, oficios
y razas— ha demostrado que la felicidad es una
elección individual, y que una vía segura y fácil de
lograrla es la práctica del ancestral arte hawaiano
llamado Ho’oponopono.

En las siguientes páginas descubrirás la magia


de Maluhia y sus pobladores, a través de 26 histo-
Maluhia, la ciudad feliz

rias inspiradoras para chicos y grandes. La mayo-


ría son anécdotas tomadas de la vida real que me
contó mi maestro el Dr. Ihaleakala Hew Len; otras
han sido narradas por sus propios protagonistas
—estudiantes míos— en seminarios que he dictado
alrededor del mundo; y también algunas que he
vivido personalmente.

Sé que algunos dudarán de la encantadora reali-


dad de estos cuentos y hasta pensarán que es cien-
cia ficción, y créanme que los entiendo; porque yo
misma —antes de mi despertar— no creía en nada
que no pudiera ver o tocar. Pero, doce años con mi
maestro me ayudaron a abrir la mente y a volverme
más humilde, al darme cuenta que no sabía tanto
como yo creía.

Cuando comprendí que la felicidad que estaba


buscando estaba dentro de mí, y no allá afuera
donde la andaba buscando, tomé la decisión de
ser feliz. Porque no se trata de cuánto dinero tene-
18

mos en el banco, qué auto manejamos, si tenemos


pareja o no, o si nuestros hijos se portan bien.
Tampoco depende de un título universitario que,
en definitiva, no va a definir quiénes somos ni nos
va a garantizar ganar mucho dinero.

La vida es una búsqueda y, en realidad, todos


estamos buscando lo mismo: Felicidad, Paz y Li-
bertad. Cuando decidimos ser felices y estar en paz
con nosotros, podemos crear hijos, familias y co-
Maluhia, la ciudad feliz

munidades felices. Los hijos felices crean negocios


y economías felices. Sin duda, ésta es la única for-
ma de cambiar al mundo y crear verdadera riqueza
para todos los seres humanos.
La ciudad de Maluhia es un ejemplo de la diferen-
cia que podemos hacer en el planeta, simplemente
tomando la decisión de ser felices, confiando en
nosotros mismos, y amándonos y aceptándonos
de la manera que somos para poder aceptar a los
demás tal como son. Darnos cuenta que somos
seres únicos con talentos innatos, que todos te-
nemos una misión importante que cumplir en la
vida y que, por eso, todo lo que necesitamos está
siempre muy cerca de nosotros. Debemos de dejar
de buscarlo afuera, compararnos o fijarnos en lo
que tienen los demás, porque todo depende de la
experiencia que elegimos vivir en esta vida.

Estoy de acuerdo con Robert Anthony cuando dice:

19
“El éxito no es la clave para la felicidad. La felicidad
es la clave para el éxito. Si amas lo que haces, ten-
drás éxito”. Es imperativo que hagamos solo lo que
amamos, y que confiemos; porque cuando nosotros
estamos bien, nuestros hijos también lo están. Todo
depende de nuestras elecciones; porque realmente
nuestros hijos no nos escuchan, ellos nos observan.

Pienso que el secreto de la felicidad y la paz en el


mundo radica en saber quiénes somos y a qué vini-
mos; confiar en nosotros mismos y descubrir el po-
Maluhia, la ciudad feliz

der que tenemos dentro de nosotros para cambiar


nuestras vidas. Como dijo Ralph Waldo Emerson:

“La confianza en uno mismo es el gran secreto del éxito”


Y nunca estamos solos para lograrlo: existe todo
un Universo que nos apoya. Nosotros venimos de
ese Universo que no podemos definir, ni tocar, ni
ver. Pero, todo lo que estamos buscando viene de
ahí también; lo que sucede es que lo hemos olvida-
do. Ya es hora de recordar quiénes somos: esto que
vivimos es una gran obra de teatro y todos estamos
jugando un papel. Todas las personas que se nos
acercan sólo vienen a darnos otra oportunidad.

Este es el momento del gran despertar. Dejemos


de hacernos tanto daño a nosotros mismos, y prac-
tiquemos el agradecimiento y el perdón. Demos gra-
cias por lo que tenemos en vez de concentrarnos en
lo que creemos que nos falta; tomemos 100% de la
20

responsabilidad y entendamos que perdonarnos y


perdonar a los otros es un camino para abrir puer-
tas, especialmente hacia la prosperidad. Aprenda-
mos a escuchar nuestra voz interior y soltemos to-
das las historias, creencias y juicios que nos anclan
impidiéndonos lograr nuestros sueños. Elijamos ser
felices, en vez de tener la razón.

“La paz comienza CONMIGO. Paz interior ES


paz mundial”; ésta es mi campaña de paz
Maluhia, la ciudad feliz

mundial y estoy convencida, de corazón, que


podemos lograrla.
--Mabel Katz
Capítulo

Tu historia
depende de ti
| Maluhia, la ciudad feliz

23
La primavera llegó con todo su esplendor, siendo
un motivo más para que las calles de Maluhia es-
tuvieran colmadas de visitantes extasiados con la
variedad de colores en las flores y el canto de los
pájaros. Tonos azules, violetas, rojos y amarillos
pintaban las aceras y caminos rebosantes de árbo-
les, desde donde emanaban aromas placenteros.
Una verdadera fiesta para los sentidos.

Los habitantes de Maluhia —pequeño poblado


rodeado de montañas y con salida al mar— sabían
que ese fin de semana se toparían con un mayor
número de forasteros, gracias a tan resplandecien-
te primavera. Y, días atrás, Unihipili había convo-
cado a todos los miembros del grupo de niños guías
24

para que estuviesen el sábado, muy temprano, en


la plaza central. Unihipili, a sus 11 años, tenía la
responsabilidad de darles la bienvenida a aquellos
turistas que llegaban al lugar con la intención de
descubrir el enigma de Maluhia: todos sus pobla-
dores, absolutamente todos, son felices.

Ese sábado, una docena de chiquillos se congre-


gó para escuchar, una vez más, las instrucciones
de Unihipili quien ya había pasado por casa de
Aumakua, el abuelo sabio; maestro de todos los
Maluhia, la ciudad feliz

maestros de la localidad. Unihipili transmitió su


entusiasmo a la tropa infantil:

Nuestra misión es divertirnos, mientras acom-


pañamos a los visitantes a admirar las bellezas
de Maluhia. Aquí están los mapas para ser
obsequiados, junto con un resumen de las
historias que ustedes les contarán. Ya todos
conocen cuáles son sus posiciones y las rutas
correspondientes. Recuerden que nada es una
casualidad y que tenemos una gran oportuni-
dad para borrar las memorias en común que
se presenten. Como saben, “Gracias” y “Te
amo” son las palabras claves que repetimos
mentalmente, aún en estas dos horas de di-
versión y de compartir. Ahora vamos a comer
las frutas que acaban de traer los granjeros.
¡Gracias a todos!

El bullicio de los pequeños se propagó rápidamen-

25
te. Corrieron hacia las frutas y los jugos entre carca-
jadas y camaradería, mientras algunos vecinos de
la plaza les sonreían y saludaban desde lejos. Uni-
hipili aprovechó para perseguir y provocar el vuelo
de las palomas que se amontonaron junto a ellos.

¡Vuelen libres, amigas! —les gritaba mientras


las correteaba.

Y fue entonces cuando vio a una pareja que cami-


naba hacia la plaza. Unihipili se aproximó a ellos,
Maluhia, la ciudad feliz

para darles la bienvenida:

¡Buenos días! Gracias por visitarnos! 



Hola, niño. Nos dijeron que, por aquí, podía-
mos encontrar a 
alguien que lleva el nombre
de Unihipili. ¿Lo conoces? —dijo la 
mujer de
unos 50 años. 


Yo soy Unihipili. 


¿Eres el único Unihipili de Maluhia? —pre-


guntó con curiosidad, el acompañante.

El muchacho —repitiendo mentalmente “Gra-


cias, te amo” —le contestó con picardía:

Si vinieron hacia mi, yo soy el Unihipili que


ustedes están buscando. ¿Me podrían decir en
26

qué los puedo ayudar?

Ambos intercambiaron miradas de asombro y, en tá-


cito acuerdo, le confesaron su interés en conocer al sa-
bio de la comarca. Habían escuchado que sólo Unihi-
pili podía llevarlos hacia él. El niño miró a su alrededor
y constató que los compañeros guías ya estaban en
sus posiciones. Entonces, se aventuró a proponerles:

Vengan conmigo y veamos si Aumakua tiene


algo que decirles. Pero no les garantizo que és-
Maluhia, la ciudad feliz

te sea el momento.

Ansiosos, el hombre y la mujer caminaron detrás


de Unihipili por las estrechas y empinadas calles
florecientes, hasta llegar a una pequeña casa con
jardín. Desde lejos, observaron al anciano de plá-
cido rostro quien descansaba sentado en el por-
che. El niño apresuró su paso hacia él y le susurró
algo al oído. Aumakua se incorporó en la silla y fijó
su mirada en la pareja durante varios segundos,
como si estuviese viendo más allá de ellos.

Les pidió acercarse a él y, de inmediato, comenzó a


pronunciar palabras que brotaban pausadamente y
con mucha claridad, ante los sorprendidos forasteros.

Nada ocurre por casualidad ni por accidente.


Todo está orquestado perfectamente para que
suceda como sucede en el momento en que
sucede. Anoche, ustedes fueron a cenar a ese

27
lujoso restaurante de su vecindario, y ambos
pidieron el mismo platillo de pescado...

¿Cómo supo usted eso? —preguntó la mujer


titubeando. 


Sé muchas cosas. Pero, lo importante es que


ustedes entiendan que nada de lo que sucedió
anoche se dio por casualidad; que esos pesca-
dos estaban ahí esperando, desde hace mucho
tiempo, antes de que ustedes llegaran a ese lu-
Maluhia, la ciudad feliz

gar, se sentaran en esa mesa y pidieran por


ellos para comer. Nada sucede por casualidad.
Aumakua hizo una larga pausa. De pronto, el
visitante se atrevió a formular una pregunta: 

¿Usted quiere decir que, en la vida, todo está escrito?


La vida es una gran obra de teatro y noso-


tros somos los actores, cada uno en su rol,
en su personaje. Todos 
estamos interpretan-
do nuestro personaje y estamos escribiendo
nuestras propias historias.

Pero, si todo está escrito, si nuestro destino


esta marcado, ¿cómo? podemos escribir nues-
tras propias historias —preguntó de nuevo. 


Porque todos tenemos la capacidad de elegir


momento a momento. Y, si no te gusta tu his-
toria, la puedes cambiar. Soltando, en vez de
28

reaccionando, permites que se borren las me-


morias que están delineando esa historia que
no te gusta. Y, cuando las borres, verás como
funciona milagrosamente la inspiración. En
Maluhia todos hemos aprendido a borrar las
memorias, a utilizar nuestro libre albedrío, y
a escribir las mejores historias para nosotros.
Por eso, aquí todos somos felices. 


El anciano sabio se reclinó en su silla y les sonrió


en señal de despedida. Unihipili les pidió que lo si-
Maluhia, la ciudad feliz

guieran y ellos, maravillados, caminaron sin decir


palabra hasta el momento de separarse. Un abrazo
fuerte fue el único adiós de este encuentro que no
ocurrió por casualidad. Todos seguirían escribien-
do sus propias historias.
La vida es una
gran obra
de teatro y
nosotros somos
los actores,
cada uno en
su rol, en su
personaje.
| Maluhia, la ciudad feliz

31
2
Capítulo

Todo
tiene vida
Un hombre está limpiando cuidadosamente el le-
trero con la bienvenida a Maluhia, colocado sobre
la pequeña colina donde se puede leer sin dificul-
tad. Mirándolo desde la acera, varios visitantes
captan la escena con sus cámaras. Es un cartel
atractivo para los turistas porque, de entrada, les
hace sentir lo especial del lugar. En letras de lla-
mativos colores se lee: “Bienvenido a Maluhia. Todo
lo que Veas Aquí Tiene Vida”.

Esa singular frase se repite en distintos rótulos a


lo largo de la localidad: “Todo lo que Veas Aquí Tiene
Vida”. Y los habitantes de Maluhia se han acostum-
brado a comentar su significado con quienes mues-
tran curiosidad, haciéndoles entender que no se tra-
32

ta de un gancho publicitario sino de la pura realidad.

Unihipili, el niño más conocido de la zona, dis-


fruta mucho repitiendo esa enseñanza que tanto
ha escuchado de su madre y del sabio maestro
Aumakua. Por eso, detiene su juego y le presta
atención a dos hombres de avanzada edad, quie-
nes conversan con una joven mujer, sentados en
un banco de la plaza central.

No creo en lo absoluto que pueda haber vida en una


Maluhia, la ciudad feliz

piedra o en una silla —dice uno de los ancianos.

Yo aprendí desde niño que sólo las personas,


los animales y las plantas tienen vida. El resto
son cosas inanimadas —le contesta su amigo.
Bueno, yo no sé si es verdad o mentira, pero me
encanta haberlos acompañado a este sitio. Se
respira un aire diferente —comenta la mujer.

Poco a poco, Unihipili se va acercando a ellos con


su pelota que hace rebotar a cada paso. Y, en un tono
de voz lo suficientemente alto como para que lo es-
cuchen claramente, comienza a hablar con su balón.

Muy bien, eres un gran compañero de juego


y yo estoy muy contento de tenerte conmigo.
Gracias por todo lo que haces por mi, porque
me diviertes y me acompañas cuando yo lo
necesito.

33
En seguida, el chico se dirige a los tres visitan-
tes, quienes habían mirado la escena con extre-
mado interés.

Les presento a Kale, mi balón preferido. A él le


gusta conocer gente nueva. 


¿Y tú puedes escuchar lo que Kale dice?


—pregunta divertida la mujer. 


A veces lo escucho y a veces sólo lo siento, pe-


Maluhia, la ciudad feliz

ro hay días en que no logro captarle nada. De


todas formas yo le hablo, porque se que me
está oyendo —contesta Unihipili con una gran
sonrisa mientras mira su pelota. 

A ver, muchacho. Compruébame que las cosas
inanimadas también tienen vida —lo reta uno
de los ancianos. 


A mí no me corresponde comprobarle eso. Pero,


por favor, agradézcale a las cosas que lo rodean,
porque lo están apoyando incondicionalmente
en su vida: su bastón, su carro, sus lentes...
¿Sabe todo lo que hacen por usted? Y todos
ellos tienen vida, aunque usted no pueda oír lo
que dicen. Yo lo aprendí del maestro Aumakua.

¿Quién es Aumakua? —indagó la mujer mos-


trando interés. 

34

Un abuelo que tiene la sabiduría del universo.


Él es maestro de 
 muchos maestros en Maluhia.

¿Y qué es lo que enseña? —gruñó el otro viejo.


Las claves para vivir feliz. La técnica se llama


Ho’oponopono y es muy fácil de aprender. Mi
mamá es su discípula y yo, desde muy peque-
ñito, la aprendí... Por cierto, ahí viene mi mami.
Se las voy a presentar. 
Una señora de dulces
facciones, se acerca al grupo. Unihipili corre ha-
Maluhia, la ciudad feliz

cia ella, la abraza y, luego, le dice a los turistas:


Ella es mi mamá. 

Mucho gusto, me llamo Malia.

Gracias por visitar Maluhia.


La acompañante de los an-
cianos toma la delantera y
le dice a Malia: 


Su hijo es muy ingenioso.


Nos estaba comentando que
él habla con su pelota y que
ella lo escucha. 


Oh, sí. Nosotros hablamos con las cosas que


nos rodean y, sobre todo, les agradecemos. Es
una práctica que cambia la vida para bien. 


35
¿Me lo puede comprobar? —insiste el anciano.


Lo puede comprobar por usted mismo. Co-


mience a practicarlo diariamente. Pero, le voy
a contar una experiencia reciente. Desde el mo-
mento en que decidimos vender nuestra casa,
para mudarnos a un 
lugar más pequeño, co-
mencé a hablar con la casa. Le agradecía por
todo lo que había hecho y nos había brindado
a mi y a mi familia. También le decía que yo
Maluhia, la ciudad feliz

haría mi trabajo de soltar y desapegarme, para


que ella pudiera hacer su trabajo de atraer al
perfecto comprador. Podíamos sentir la ener-
gía de alegría que había en todos sus espacios.
Y, en menos de una semana, llegó ese perfecto
comprador. Esto es solo un ejemplo. Cuando te
acostumbras a respetar y agradecer a las cosas
que parecen inanimadas, comienzan a suceder
milagros. Porque Dios y la vida están en todo.
Y ahora, me llevo a Unihipili; una rica comida
nos espera ansiosa. Encantada de conocerlos;
y que sigan disfrutando.

Los tres forasteros observan cómo Malia y Uni-


hipili se alejan tomados de la mano. Una estela
de silencio queda en el ambiente, y en sus mentes
sigue resonando la frase: “Dios y la vida están en
todo”, mientras la brisa fresca acaricia suavemente
sus rostros.
36

Aq v rD
Maluhia, la ciudad feliz
"Todo lo que
veas aquí
tiene vida”
---
"Dios y la
vida están en
todo”
M abel Katz es una autora, oradora internacionalmente
aclamada, embajadora de la paz mundial y creadora de
Zero Frequency®, un método de vida que ayuda a los niños y
adolescentes, así como a sus padres y maestros a descubrir la
paz y felicidad al hallar sus talentos interiores y dones innatos.

Mabel es considerada en el mundo como la autoridad prin-


cipal de Ho’oponopono, el antiguo arte hawaiano para al-
canzar la felicidad, la paz y la abundancia. Ella ha viajado
por todo el mundo ayudando a una infinidad de personas a
encontrar paz interior y una mayor realización en sus vidas.

Mabel katz 232


Acerca
de dame
Mabel Katz
En el núcleo de sus enseñanzas de Zero Frequency® se encuen-
tra su creencia en el 100% de la responsabilidad, el perdón
y la gratitud. Sus solicitados seminarios y talleres ofrecen
maneras prácticas para que los niños y sus tutores puedan
alcanzar Zero Frequency®, estado en el que nos liberamos de
memorias restrictivas y de creencias limitantes. "Si vamos a
preparar a nuestros hijos para el desafiante futuro que les espera",
dice Mabel, "debemos comenzar a enseñarles cómo vivir una vida
feliz, productiva y plena, y ayudarles a conectarse con quienes ellos
son en realidad".

233 Mabel katz


Honrada con la prestigiosa Bandera de la Paz 2012 Mil Mile-
nios de Paz, reconociendo su iniciativa de paz mundial, Paz
interior ES paz mundial, fue oficialmente nombrada una de
las embajadoras preeminentes, y el 1 de enero del 2015 reci-
bió el prestigioso Public Peace Prize (Premio del Público por la
Paz) como Tejedora de Paz.

Habló frente a senados nacionales y otros organismos guber-


namentales influyentes y lanzó su campaña mundial de la paz
La paz comienza CONMIGO. Paz interior ES paz mundial,
en las Naciones Unidas en Viena. En el 2013 fue reconocida
por sus obras humanitarias, cuando la venerable Order of the
Orthodox Knights Hospitaller of St. John – Russian Grand Priory
(Orden Ortodoxa Hospitalaria de San Juan - Gran Priorato
Ruso) le otorgó el título de "Dama" Mabel Katz.

Mabel ha escrito varios libros, que se han traducido a más


de 20 idiomas.

Cuando no está frente al público impartiendo talleres alre-


dedor del mundo, Mabel comparte su sello original de con-
ciencia con prisioneros, niños con necesidades especiales y
docenas de empresas que buscan alcanzar su potencial a tra-
vés de una auto-conciencia profunda.

Mabel katz 234


Para conocer más acerca de los programas transformacio-
nales Zero Frequency® dirigidos para niños, padres y edu-
cadores, informarse sobre su agenda completa de talleres,
seminarios y conferencias, o para ordenar sus libros, puede
ponerse en contacto con ella en:

P.O. Box 427 - Woodland Hills, CA 91365


Teléfono/Fax: (818) 668-­2085
support@mabelkatz.com | www.MabelKatz.com

235 Mabel katz


¿Coincidencia?
Quiero compartir contigo algo que me pasó.
Mientras trabajábamos ya con las ilustracio-
nes de este libro, me fui de vacaciones a Mé-
xico. Al llegar a Mazatlán, tomé un tour de la
ciudad y ahí conocí a una familia que tenía
tres hijos.

Me quedé sorprendidísima por el parecido

237
de los dos chicos más grandes con los dibu-
jos de los personajes de mi libro. Pedí permiso
para sacarme fotos con ellos y le mostré a su
mamá los dibujos del libro, para que no se
preocupara y entendiera que mis intencio-
nes eran buenas y sobre todo, el porqué de
mi asombro.

Aquí puedes ver la foto. ¿Qué te parece? ¿Coin-


cidencia? Sus nombres son Tiffany Leilani y
Maluhia, la ciudad feliz

Ernesto Anthony y viven aquí en California.

- Mabel Katz
¿Por qué
están todos
tan felices?
Esa pregunta se la hacen todos los turistas que
llegan a la ciudad costera de Maluhia. Pero, lo
que no saben es que la respuesta es muy simple y
está enfrente de sus narices.
Seminario “El Camino
Más Fácil para Crecer”
A partir de 26 encantadoras historias basadas en
Ciudad de México,
México (2015) experiencias reales vividas por la autora Mabel
Katz, así como por sus estudiantes, los secretos
—no tan secretos— de Maluhia son revelados. ¡Los
guías turísticos de la ciudad feliz son los niños!
Ellos viven y aplican los principios y las prácticas
del Ho’oponopono, un arte ancestral hawaiano.
Cada página nos enseña que los

Está bien ser diferente. días son más soleados, que los
sueños se pueden hacer reali-

En realidad,
dad, y que la vida está llena de
alegrías, pero por sobre todas las
cosas, que es más fácil de lo que
¡es maravilloso! pensamos.

Maluhia es un hermoso lugar


que tanto niños como adultos
querrán visitar una y otra vez para recordarse a sí
mismos de ser felices. Si visitas Maluhia lo
suficiente, podrías llegar a encontrarte viviendo en
tu propio paraíso.

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