De acuerdo a la necesidad de sus crías de ser alimentadas o
no a través de la placenta, los animales mamíferos vivíparos se dividen en: Vivíparos placentarios Aquellos animales en los que las crías necesitan una placenta que les conecte a su madre y le aporte el oxígeno y nutrientes necesarios para su desarrollo. La placenta es una estructura muy evolucionada, por lo que este tipo de viviparismo solo se encuentra en especies muy evolucionadas, como el ser humano. Los vivíparos placentarios tienen su origen aproximadamente hace 160 millones de años durante el Jurásico Superior y comprende una 5.100 especies conocidas, aproximadamente. Con respecto a sus características, son especies de gran tamaño, reproducción lenta, larga esperanza de vida y un gran cerebro. En su alimentación pueden ser carnívoros, herbívoros u omnívoros. Vivíparos marsupiales Los animales vivíparos marsupiales no están tan evolucionados como los placentarios. Debido a que estos animales carecen de placenta, sus crías nacen poco desarrolladas y deben pasar por el pelaje de la zona abdominal de su madre hasta alcanzar el marsupio, que es una estructura en forma de bolsa situada en el abdomen de la madre, que les proporciona protección, calor y una abundante cantidad de leche, que les permita continuar su desarrollo. En la actualidad, se conocen unas 270 especies de marsupiales en el mundo, de las cuales 70 habitan en América y 200 en Australia. Se cree que se desarrollaron durante el periodo Cretácico Inferior a partir de pantoterios primitivos. Entre los marsupiales encontramos a los koalas, los canguros, las zarigüeyas o los diablos de Tasmania. Puedes aprender más sobre ellos en este otro artículo de EcologíaVerde sobre Qué son los animales marsupiales y ejemplos.