Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1720-1742
Enero 2012
3
4
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 7
CONCLUSIONES 47
BIBLIOGRAFÍA 49
NOTAS 51
5
6
INTRODUCCIÓN
7
Por otra parte, el reconocimiento de las inconsistencias, lagunas y
debilidades de las investigaciones precedentes. Esto, en modo alguno es
un reproche al encomiable trabajo de los investigadores que nos
anteceden, sino la reiteración de las dificultades que ya otros han
encontrado antes que nosotros y que pese a ello, no les han impedido
colocar las primeras piedras del edificio histórico que será nuestro deber
y de otros en el futuro continuar.
8
disponible se han podido plantear algunas hipótesis que permitirán
profundizar en el conocimiento de la fortificación.
1
Notable historiador español y especialista en fortificaciones e historia militar del
Caribe, quien investigó exhaustivamente sobre el Castillo San Felipe con motivo del
proyecto de restauración que realizó a finales de los años 70. Resultado de este
trabajo fue publicado el texto Historia de las fortificaciones de Puerto Cabello. Caracas,
Banco Central de Venezuela, 1977. Son dos libros fundamentales del autor La Guerra
del Caribe en el siglo XVIII. San Juan de Puerto Rico, 1964.; Historia General de las
Fortificaciones Americanas.
9
modestos aportes. Entre ellos, contestar a un modo de relatar la historia
propio de la península –y reproducido incluso por autores locales- que
privilegia una lectura positiva y magnificada de la empresa española,
especialmente con relación a los avances de la ingeniería militar, la
organización del sistema defensivo y su relación con las estructuras
políticas, encubriendo algunas contradicciones, imperfecciones e
influencias externas. Otro –quizás el más importante- es el
reconocimiento del papel que la Compañía Guipuzcoana jugó en la
génesis no solo del Castillo sino de la ciudad de Puerto Cabello. Este
punto es insuficientemente reflejado en las valoraciones históricas al
respecto: el patrón oficial de las investigaciones sobre el tema se ciñe a
la aceptación indiscutida de los mecanismos burocráticos que regían el
estudio, proyecto y ejecución de las obras de ingeniería militar en
América. El caso del castillo San Felipe arroja evidencias sobre otros
modos y fuerzas presentes en los procesos asociados al control y
defensa del territorio, y sobre todo de los verdaderos intereses que
gobernaron la empresa colonizadora de España.
10
gobernabilidad que ya desde el seno mismo de las estructuras coloniales
se gestaba como una característica endémica de la sociedad
venezolana; de una cultura proveniente de lo que José Manuel Briceño
Guerrero llamó discurso mantuano, consistente en la ―búsqueda
personal y familiar o clánica de privilegios, noble ociosidad, filiación y no
mérito, sobre relaciones señoriales de lealtad y protección, gracia y no
función, territorio como peaje y no servicio oficial aun en los niveles
limítrofes del poder‖, por encima de las estructuras políticas e incluso de
las incipientes formas del pensamiento moderno y sus mecanismos de
transmisión. La profunda transformación que el despotismo ilustrado,
instaurado por los borbones, produjo en el continente es
paradójicamente también una prolongación de la autocracia medieval de
los Habsburgo, y refleja las enormes dificultades –que aún hoy
padecemos- para trasvasar la dimensión individual del poder a
estructuras impersonales y estables, sueño de la modernidad que ya en
el siglo de las luces se gestaba, también con el germen del idealismo.
11
12
―No olvidemos que las
divisiones clásicas de la historia,
trátese de las seis épocas de San
Agustín o de las cuatro edades de
Hegel, no se aplican sino a la
historia general del Mediterráneo y
de Occidente. Aún no se han
imaginado divisiones válidas a la
vez para el arte y las instituciones,
para China, México, Rusia y
Francia. Las divisiones usuales han
sido obra de europeos; están
hechas para europeos. Por ello
mismo disminuye su importancia.
Su exactitud no es mucho mayor,
incluso para la sola Europa‖.
León E. Halkin
13
14
1 CONTEXTO HISTÓRICO GENERAL
15
asociadas a la relación entre la dinámica de los fenómenos generales del
período, la historia de las edificaciones –en este caso militares- y las
singularidades de sus procesos de planificación y ejecución.
16
Dicho esto se hace necesario plantear, de forma aún esquemática,
tres grandes momentos dentro del período hispánico en Venezuela que
expliquen orgánicamente la gestación de sus procesos históricos,
considerando su relación con los procesos generales de la historia
europea. Estos momentos tendrán elementos comunes y también
singularidades con el resto del continente, siempre ajenos a la
consagrada tríada descubrimientoconquistacolonización, y que nos
ayudarán a explicar mejor una evolución territorial de la cual las
fortificaciones son puntos calientes que señalan en la geografía aspectos
clave de la historia.
17
Un segundo momento puede identificarse en el decurso del siglo
XVII, y corresponde con el agotamiento de los primeros yacimientos,
que no significó el abandono del territorio (como ocurrió en otras
regiones) por la necesidad ahora patente de consolidad el control
hegemónico del continente y por el auge de los primeros asentamientos,
que de castrums evolucionaron a pequeñas unidades de producción
sobre rubros que tendrían fuerte demanda en Europa (cacao, café, añil).
18
las estructuras del viejo continente: la revolución industrial. El
combustible de este proceso fue la sistematización de las economías
locales, ya organizada con un sistema administrativo relativamente
eficiente y la ampliación de las capacidades de producción gracias al
vertiginoso ascenso de la demanda europea. Momento clave porque, por
una parte, señala la incorporación plena de América en la engrasada
maquinaria de la producción capitalista, pero también por ser el origen
del conflicto de intereses que desencadenará –con el estímulo de las
propias ideas revolucionarias europeas y las resistencias internas y
externas- el proceso de independencia/colonialismo que, coincidiendo
con Carrera Damas, se prolonga hasta nuestros días.
19
cacao, siendo la tercera mayor contribución luego de los grandes
Virreinatos de México y Perú.
20
con métodos tan radicales como el arrase de cultivos o la ejecución de
los vecinos que incurriesen en trato con extranjeros.
21
cerca el extraordinario auge que experimentaba el ‗oro verde‘. Resultado
de esta comisión fue el informe 4 que suministra a los empresarios
vascos y a la corona los argumentos necesarios para la creación de la
Compañía, por real cédula del 25 de septiembre de 1728 (cuatro años
antes de la instrucción real que ordenaba la construcción del Castillo San
Felipe).
22
2 ESTADO DEL ARTE , TIPOLOGÍAS Y ELEMENTOS DE LA FORTIFICACIÓN
ABALUARTADA EN AMÉRICA
23
Este error de concepto -producto de la llana aceptación de un supuesto
determinismo que la arrincona al campo de la ingeniería, de las
soluciones estereotipadas y de la aplicación lineal de la tratadística-
impide ver la importancia de la arquitectura militar y su valioso aporte al
conocimiento histórico. Justamente, las lógicas proyectuales y
características tangibles e intangibles de su arquitectura revelan, de
forma incluso más clara que otras manifestaciones disciplinares, la
impalpable red que conecta la arquitectura con los procesos históricos
generales. ―Concebida la arquitectura como el contenedor social de la
vida funcional de la sociedad, cuyo valor está otorgado por la unidad
función-técnica-expresión-significación (…), asumida la caracterización
estilística como un factor más de los definitorios del lenguaje
arquitectónico (…) entonces, la arquitectura militar configura uno de los
temas representativos de la historia social, con idéntico peso de
cualquiera de los otros temas que la caracterizan‖5.
24
Roberto Segre, al reflexionar sobre la arquitectura militar, señala
su máxima significación e importancia social en la dimensión urbana y la
presencia de las fortificaciones en el paisaje urbano. Añadiremos a esto
el valor de los contenidos psicosociales –seguridad, protección,
presencia de las instituciones, racionalidad- que estas edificaciones
sostienen. Pese a que estos contenidos no son agregados
conscientemente a la arquitectura, se acumulan en la medida de su
vinculación con la estructura urbana. ―Cuando el problema de las
fortificaciones se independiza del diseño urbano, de la relación defensa-
límite de la ciudad, y puede resolverse a través de un sistema formal
surgido exclusivamente de una técnica militar, tiende a pasar de manos
de los arquitectos a los ingenieros, desapareciendo así su carga
expresiva y significativa. Ello ocurre a partir del siglo XVIII, aunque la
precedente actividad de los ingenieros no los excluye del ámbito de la
arquitectura, debido a la originalidad de la respuesta formal, no
condicionada sólo técnicamente sino partícipe de los medios otorgados
por una cultura figurativa aún unitaria, capaz de borrar los límites
operativos entre ingenieros y arquitectos‖6.
25
El origen de las fortificaciones es uno con el de las ciudades,
basada en los principios de control visual del territorio y la
inexpugnabilidad. Su especificidad funcional y tipológica se desarrolla
simultáneamente con el resto de la edilicia, hecho que ocurre en
tiempos de Roma. Vitrubio consigna algunos principios que la
experiencia llevó al grado de norma: ―la forma de una plaza fuerte no
debe ser ni cuadrada ni de ángulos agudos, sino circular para que el
enemigo pueda ser divisado desde diversos puntos‖. Con el tiempo, las
formas de combate y la incorporación de la artillería pone en crisis este
sistema. Torres y murallas son sustituidas por la compleja geometría de
las trazas y la horizontalidad, que responden científicamente a la
balística y la invisibilidad de las fortificaciones.
26
construcciones que interactúan recíprocamente, fusionando defensa y
ataque e integrando las partes en una unidad compleja y articulada.
27
sorpresivos, flotas y ejércitos pequeños con poca capacidad de
resistencia y rápida evolución a la infantería con el objetivo de tomar las
plazas de tierra firme.
28
3 ANÁLISIS DE LA FORTIFICACIÓN
29
de la situación de Puerto Cabello para el momento en que es fundada:
―un puerto abierto, sin fortaleza, casa ni vecindad alguna, y está hoy
provisto, no solo de una fortificación que la Compañía hizo nueva, sino
adornado de una población de cerca de doscientas casa cubiertas de teja
y edificado todo con los auxilios del comercio de la Compañía‖9.
Plan general de los contornos de Puerto Cavello. Costa marítima de la prov.a de Caracas. Escala de 1.000
tuesas. San Phelipe de Pto. Cavello y sep.bre 10 de 1734. D. Juan Amador Courten. Serv. Hist. Mil. Madrid;
sign. 6.080: K-b-7-37, hoja 2°)
30
decisión de construir la fortificación fue tomada por la Compañía
Guipuzcoana como medida cautelar para garantizar la seguridad de sus
instalaciones y el comercio y no como producto de una concepción
estratégica de la defensa territorial, tal como asumen las investigaciones
al respecto. También es resaltante el hecho de que Juan Amador
Courten –primer ingeniero a cargo del castillo- aparezca como autor de
la primera fortificación propuesta por Olavarriaga. Las fuentes
disponibles no permiten precisar cómo aparece entonces Courten, ni su
vinculación con la Guipuzcoana, hasta las instrucciones reales del 20 de
junio de 1732, en las que se designa oficialmente como ingeniero a
cargo del proyecto.
31
Plano del fuerte de San Phelipe de Puerto Cavello en la provinzia de Caracas. Escala de 50 tuesas. Ju. Am.or
Courten. Puerto Cabello, 26 de abril de 1733. (Arch. Gen. Indias, Sevilla; sign. Venezuela 80)
32
Courten poseía de las fortificaciones americanas y de la tratadística
militar, con lo que encontraremos argumentos para explicar la
controvertida traza que dará origen a la construcción del Castillo San
Felipe.
33
alcanzar en la segunda mitad del XVIII, complicadas fábricas con las
obras de refuerzo: caballeros, torreones, hornaveques, etc.‖ 15 . Sin
embargo, no se explica suficientemente el aspecto más polémico de este
proyecto: la singular cortina semicircular que constituye el frente
principal al oeste del castillo.
Plano del fuerte de San Phelipe de Puerto Cavello en la provinzia de Caracas. Escala de 50 tuesas. Ju. Am.or
Courten. Puerto Cabello, 26 de abril de 1733. (Arch. Gen. Indias, Sevilla; sign. Venezuela 80)
34
conveniente para una fortificación de esta magnitud, la cortina curva
contravenía principios fundamentales de la fortificación abaluartada,
como el de la visibilidad y flanqueo entre baluartes y cortinas; sin
embargo es común a las fortificaciones cuyos flancos dan al mar la
presencia de cortinas sin baluartes en los flancos, en algunos casos
curvas o de contorno quebrado 16. Zapatero aduce ―que las cuestiones
económicas, políticas e incluso estratégicas de Puerto Cabello como
factoría de la Real Compañía Guipuzcoana, debieron influir en el
«concepto» de construcción de la fortaleza‖ 17 , y también que ―la
considerable y aún alarmante desproporción con las dadas por Courten,
revelan hasta qué punto el Fuerte de San Felipe quedaba reducido
respecto a las normas del Arte, por quedar sometido al medio geofísico
y a los imperativos políticos de la capitanía general‖18.
35
baluartes que refuerzan la solidez de la cortina y garantizan la correcta
defensa de los flancos norte y sur, el foso y los incipientes hornabeques.
La curiosa ubicación del castillo, ahora en la banda norte de la entrada
del puerto, es bastante rebuscada, pues toca el agua en dos frentes
(sobre mar abierto y el carenero del puerto), dividiendo en dos el brazo
de tierra sobre el que se posa, imposibilitando así el movimiento de
infantería desde la costa hasta la entrada del puerto. Este singular
emplazamiento presentaba algunas complicaciones constructivas
importantes, por el embate del mar que comprometería la futura
estabilidad de la cortina.
Perfiles y elevación del fuerte San Felipe de puerto Cabello, trazados por el ingeniero Courten para completar
el ―Plan del estado de obra.s‖, en 1 de septiembre de1734. Escala de 50 toesas (Serv. Hist. Mil. Madrid;
sign. 6.080: K-b-7-37, hoja 1°)
36
Las consideraciones que Courten hace sobre el tamaño de la
fortificación también es un punto interesante que señala el deseo de
mantener las proporciones y dignidad arquitectónica de la fortificación
pese a las restricciones económicas, el pragmatismo de los funcionarios
y su relativa importancia en el vasto universo de las obras defensivas de
una España que defendía su imperio por los cuatro costados del planeta.
Las dimensiones del Castillo San Felipe (50 toesas de frente)
corresponden a casi una cuarta parte de las magnitudes regladas por la
Real Academia de Matemáticas de Barcelona y la tratadística del XVII;
esta reducción, al igual que las otras características antes mencionadas,
solo se comprende como parte de una voluntad -presente en el trabajo
de muchos ingenieros militares en América- de compensar con el diseño
las limitaciones impuestas a la edificación.
37
Sin embargo, las evidencias permiten elaborar una hipótesis
contraria: que Courten diseñó deliberadamente esta traza, a sabiendas
que disminuía la jerarquía de la fortificación en favor de un diseño
innovador y más efectivo para sus propósitos defensivos, lo cual no fue
del agrado de la corona, la compañía o Lardizábal, y de allí los
conflictos. Esto, asumiendo que un oficial de alto rango con el
temperamento suficiente para abandonar irregularmente su propio
proyecto en construcción y desacatar una orden real, no aceptaría
dócilmente imposiciones ajenas al ejercicio de su profesión, como
insinúa Zapatero.
38
solicitar el retiro de su asignación a La Carraca, sin embargo, es
recomendado por el nuevo director del cuerpo de ingenieros, don Diego
Bordik, como la persona idónea para el trabajo. Para este momento se
encontraban concluidas las construcciones internas –casa del castellano,
la contaduría y los cuarteles- y adelantadas las cortinas norte, este y
sur, con sus respectivos baluartes. Con lo cual quedaban fijadas las
dimensiones generales del polígono y su implantación definitiva, más
susceptibles de modificación todo el frente oeste y la controvertida
cortina curva.
39
territorio. Según Sala, carecía de sentido proteger la extensa costa
meridional del Caribe; posición tan extrema como probablemente fue la
de construir una fortificación tan ambiciosa como la promovida por la
Compañía Guipuzcoana.
Perfiles y elevación del fuerte San Felipe de puerto Cabello, trazados por el ingeniero Courten para completar
el ―Plan del estado de obra.s‖, en 1 de septiembre de1734. Escala de 50 toesas (Serv. Hist. Mil. Madrid;
sign. 6.080: K-b-7-37, hoja 1°)
40
convivencia fue tan complicada que éstos se quejaron ante las
autoridades por las arbitrariedades de Gayangos con relación al
proyecto y los maltratos hacia los trabajadores. También pudo haber
influido la situación con la capitanía general, hasta la sustitución de
Lardizábal (supuesto causante de la ‗fuga‘ de Courten) por don Gabriel
de Zuloaga en 1736.
41
cerrar todas las cortinas y baluartes, coronar los parapetos y completar
los elementos básicos de la estructura que conocemos. Fecha la relación
que da cuenta de ello el 30 de agosto de 1742.
Perfiles y elevación del fuerte San Felipe de puerto Cabello, trazados por el ingeniero Courten para completar
el ―Plan del estado de obra.s‖, en 1 de septiembre de1734. Escala de 50 toesas (Serv. Hist. Mil. Madrid;
sign. 6.080: K-b-7-37, hoja 1°)
42
3.5 EVENTOS POSTERIORES EN LA POLIORCÉTICA DE SAN FELIPE
43
y otras obras exteriores al castillo, y una serie de baterías y fortines que
cubrían amplias áreas del territorio y engranaban las diferentes
construcciones en un sistema articulado de comunicaciones, logística y
defensa; de esta propuesta surge la construcción del fortín Solano.
Miguel Marmión y Bartolomé Amphoux (1767-71) consolidan lo
propuesto por Roncali e inician las propuestas para fortificar la ciudad
con un recinto amurallado, a la manera de Cartagena. Siguen otros
nombres y proyectos de menor importancia, hasta que el segundo plan
de defensa del Caribe de 1778, cuya implementación es asignada al
brigadier Agustín Crame, quien recorre todos el territorio estudiando las
debilidades y fortalezas del sistema defensivo y propone mejoras en las
fortificaciones de Puerto Cabello.
44
45
46
CONCLUSIONES
47
48
BIBLIOGRAFÍA
ARTÍCULOS DE REVISTAS
49
50
NOTAS
1
CARRERA DAMAS, German, Períodos de la historia de Venezuela. En: FUNDACIÓN
POLAR, Diccionario de Historia, Caracas, 1997
2
Citado por GASPARINI, Graziano, Fortificaciones del periodo hispánico en Venezuela.
Caracas, Armitano, 1985; pág. 44, y en la entrada Fortificaciones, En: FUNDACIÓN
POLAR, Diccionario de Historia, Caracas, 1997
3
BRITO FIGUEROA, Federico, Historia económica y social de Venezuela. Caracas,
Imprenta Universitaria de la Universidad Central de Venezuela, 1972
4
OLAVARRIAGA, Pedro José, Instrucción general y estado presente de la Provincia de
Venezuela en los años de 1720 y 1721. En: Fuentes para la historia colonial de
Venezuela. Tomo N° 76. Academia Nacional de la Historia. Caracas, 1965
5
SEGRE, Roberto, Significación de Cuba en la Evolución Tipológica de las
Fortificaciones Coloniales de América. En: Boletín del Centro de Investigaciones
Históricas y Estéticas (C.I.H.E.) N°13, Enero 1972, pág. 10
6
Ídem, págs. 11-12
7
Ídem, pág. 13
8
OLAVARRIAGA, op. cit.
9
VILA, Marco Aurelio, Los orígenes de Puerto Cabello. En: Boletín Histórico de la
Fundación John Boulton. N° 25. Caracas, mayo de 1970
10
ARCILA FARÍAS, Eduardo, Historia de la ingeniería en Venezuela. Caracas. Colegio
de Ingenieros de Venezuela, 1961. Que citamos por no tener acceso a los documentos
mencionados, lo cual nos permitiría corroborar la autoría y fecha del plano, datos
importantes para sostener esta hipótesis.
11
ZAPATERO, Juan Manuel, Historia de las fortificaciones de Puerto Cabello. Caracas,
Banco Central de Venezuela, 1977 y Gasparini, Graziano, Fortificaciones del periodo
hispánico en Venezuela. Caracas, Armitano, 1985
12
Se citan algunos datos de Courten que Zapatero extrae de la Colección Aparici: era
de nacionalidad suiza, e ingresó en los reales ejércitos de Felipe V el 10 de enero de
1725, destinado a la frontera con Portugal. Por R.O. de 23 de noviembre de 1726 fue
trasladado al Puerto de Santa María (Cádiz). En 16 de junio de 1727, aparece en el
―Plan General‖ del ingeniero Próspero de Verboom; el 20 de octubre de 1730 fue
ascendido a ingeniero en segundo, y grado de capitán de infantería destinado a Lima
para construir las fortificaciones de El Callao y otras en Chile. El 13 de junio de 1732 se
le asigna la ejecución del Castillo de Puerto Cabello, regresando en circunstancias
extrañas por su enemistad con el capitán general Martín de Lardizábal.
51
13
ZAPATERO, Juan Manuel, El Castillo San Felipe de Puerto Cabello. Venezuela. siglo
XVIII Plaza Fuerte de América. En: Boletín de Ciencias e Investigaciones Históricas y
Estéticas de la Facultad de Arquitectura, núm. 20. Caracas, 1975.
14
FERNÁNDEZ DE MEDRANO, Sebastián. El Archivo Perfecto en el Arte Militar.
Bruselas, 1700; cit. pág. 16.
15
ZAPATERO, Juan Manuel. Historia General de las Fortificaciones Americanas.
16
Véase el castillo de San Felipe de Barajas en Cartagena
17
ZAPATERO, 1975, pág. 39.
18
Ídem.
19
Expediente personal del ingeniero Courten, año 1730 (Arch. Gen. de Simancas,
Valladolid; sign. 2. °-26-45, Títulos de Indias).
20
ZAPATERO, 1975, pág. 39.
21
Trámite al Consejo de Indias, año 1737. (Arch. Gen. Indias, Sevilla; sign. Santo
Domingo 783). sus extractos figuran en el Expediente del Comand. Gral. de la Prov.a
de Caracas, Serv. Hist. MU. Madrid; sign. 7.073: 2-3-7-3).
22
Ídem.
23
Relazión que acompaña a la Parte del Plano y proyecto de la nueva fortificación que
se está actualmente construyendo en S.n Phelipe de Puerto Cavello en la costa de
Venezuela. Puerto Cavello, 31 enero 1737. Juan Gayangos Lascari. (Arch. Gen. Indias,
Sevilla; sign. Santo Domingo 783.); Relazión que acompaña al Plano, perfiles y
proyecto que se propone para el fuerte de S.n Phelipe de P.to Cavello, Caracas, 8 de
mayo 1737. Juan Gayangos Lascari. (Arch. Gen. Indias, Sevilla; sign. Santo Domingo
783.); Relación y Explicación que hace el Yng.o D.n Juan Gayangos Lascari, y
acompaña al Plano y perfiles del Estado en que se hallan al presente las Obras de
Fortificación de S.n Phelipe de P.to Cavello, 5 de enero 1739. (Arch. Gen. Indias,
Sevilla; sign. Caracas 868.); Plano del Estado en que se halla el fuerte de S.n Phelipe
de P.to Cavello y Proyecto q.e há parecido mas conveniente adaptar, arreglado á la L.l
Orden. Escala de 20 toesas. Fuerte de S.n Phelipe de P.to Cavello, 5 de enero 1739.
Juan de Gayangos Lascari. (Arch. Gen. Indias, Sevilla; sign. Venezuela 115.).
24
Previsible porque en el dictamen del expediente sobre Courten (ver nota 17), Sala
declaraba sobre Puerto Cabello ―Que lo conveniente era un Fuerte pequeño, a corta
diferencia de la capacidad del de Matagorda en Cádiz, que tiene unas 20 Toesas en
cuadro‖
25
Relazión y Explicación que hace a V.a Mag.dad el I.ngo d.n Juan de Gayangos
Lascari y acompaña Plano y Perfiles que en esta ocasión remite por manos del Gob.or y
Cap. Gral. de esta Prov.a el Mariscal de Campo, D.n Gabriel de Zuloaga, 21 noviembre
1739. (Arch. Gen. Indias, Sevilla; sign. Caracas 868.)
52
26
La Guerra del Asiento, también denominada Guerra de la Oreja de Jenkins por los
ingleses, fue un conflicto bélico que duró de 1739 a 1748, en el que se enfrentaron las
flotas y tropas del Reino de Gran Bretaña y del Reino de España principalmente en el
área del Caribe. Por el volumen de los medios utilizados por ambas partes, por la
enormidad del escenario geográfico en el que se desarrolló, y por la magnitud de los
planes estratégicos de España e Inglaterra, la Guerra del Asiento puede considerarse
como una verdadera guerra moderna.
53