Está en la página 1de 5

Cuestionario

1. ¿Por qué es un saber práctico?

Porque se distingue de un conocimiento moral espontaneo, la ética es una


ciencia porque es un saber ordenado, la ética se encarga de las acciones del
hombre, la ética se dedica más al saber práctico que al teórico. La ética conserva
las características, métodos lógicos.

2. ¿Qué objeciones tiene su carácter práctico?

Que dice que es importante solo el practico pero sin su saber teórico no sería
nada .La ética formula y fundamenta juicios de valor y normas de comportamiento
para orientar la libertad del juicio de la persona

3. ¿Qué estudia la ética?

Las acciones libres o actos libres porque simplemente aquello es porque el


hombre realiza llevado por su libertad, son acciones que se pueden caracterizar
como acciones buenas o malas. La ética está encaminada hacia su fin último, que
es la felicidad. La ética ayuda y proyecta a realizar una buena conducta, se
propone a dirigir.
EL PAPEL DE LA CONCEPCION GLOBAL DEL BIEN HUMANO EN LA ETICA

La persona humana pone en juego una concepción del bien humano precisamente en
cuanto ella es sujeto moral. La explicación más inmediata que la ética haya concentrado
su interés en el fin último o bien supremo de la vida humana, ya desde sus inicios en la
Grecia clásica, reside en la teoría de la acción, la cual permite constatar que el obrar
humano deliberado mira siempre a un fin último o supremo. No hay deseo ni tendencia sin
un fin o un bien (verdadero o aparente). Si hay un deseo debe de ver un fin que el deseo
dirige, y así con todo, no existe acciones deliberadas “vacías” .la experiencia parece
sugerir que los hombres no obramos mirando a un único fin último, sino que existen en
nuestra vida diferentes actos, cada uno de los cuales parece tener su propio fin. Muchas
de las decisiones que tomamos o más concretamente , que las decisiones con que
establecemos una jerarquía entre nuestras diversas actividades y sus respectivos fines ,
solo pueden ser tomados razonablemente sobre la base de la idea que en ese momento
de la vida tenemos acerca de nuestro bien global , acerca del tipo de vida que deseamos ,
que la ética llama fin último , y el fin último es único pero ser único no significa
necesariamente ser exclusivo de los demás fines , también se puede considerar como un
bien inclusivo , bien que actúa como principio o criterio ordenado de muchos otros bienes
articulándolos en un proyecto o plan de vida que parece el mejor y el más deseable , es
decir el fin último no es una cosa es un estado o sentimiento de satisfacción . las diversas
actividades y dimensiones existenciales de la vida humana son partes de la vida buena y
aquellas para ser efectivamente tales , deben ocupar el puesto que la vida buena les
corresponde .

La consideración de la totalidad de la vida requiere sobre todo adoptar un punto de vista


globalizante en cuanto a los contenidos que es capaz de focalizar ,es decir requiere el
esfuerzo por no dejar nada o casi nada fuera de nuestra reflexión se trata de abarcar la
totalidad de nuestras tendencias y deseos . Las finalidades no últimas dejan algunos
bienes reales fuera de sí. El fin verdaderamente último es completo y autosuficiente, no
deja nada fuera de sí, no tiene “costes extremos” de ningún tipo.

La noción de fin último está estrechamente ligada a la consideración de la propia vida


como un todo, conviene advertir por último que la consideración de la propia vida en su
totalidad no es más que lo que llamábamos propio de la moral, la perspectiva de totalidad
distingue la razón moral de la razón técnica o instrumental. De una deliberación
semejante nunca saldrá un propósito que perfeccione al hombre en cuanto tal, mejorando
o cambiando sus deseos .al elevar la mirada por encima de los fines particulares que la
persona puede extender, limitar o rechazar, se está considerando la vida como un todo,
con lo que se crea el espacio moral en el que los fines particulares pueden ser valorados
y reordenados.

La vida moral recurriendo a las normas o deberes morales de carácter absoluto,


concedemos que si todo el problema moral consistiese en “no robar”, ni tampoco al
conjunto de acciones más grande pero siempre limitado, que pueden regularse mediante
un código de normas universales. La insuficiencia del punto de vista que toma la norma o
el deber como realidad primera y esencial del fenómeno moral es por tanto doble. Tanto
desde el punto de vista de la amplitud, como desde el de la motivación y fundamentación,
el gobierno de la acción presupone, se hace comprensible y se justifica en el contexto del
gobierno de la vida. Se llega a la misma conclusión atendiendo a la dinámica de la
libertad. Con la libertad el hombre tiene la capacidad de disponer de sí mismo en sentido
global. La persona puede disponer de casi todas sus facultades, así como de la actuación
concreta de todas sus tendencias y de los fines a que ellas apuntan. En conclusión la
Ética debe ocuparse del gobierno de la vida, y no sólo del gobierno de la acción. Es más,
la tarea de dar una forma concreta y coherente al fin último de nuestra vida es el problema
más importante de la Ética.

Aristóteles: «Puesto que todo conocimiento y toda elección tienden a algún bien, digamos
cuál es aquél a que la política aspira y cuál es el supremo entre todos los bienes que
pueden realizarse. Casi todo el mundo está de acuerdo en cuanto a su nombre, pues
tanto la multitud como los refinados dicen que es la felicidad, y admiten que vivir bien y
obrar bien es lo mismo que ser feliz. Pero acerca de qué es la felicidad, dudan y no lo
explican del mismo modo el vulgo y los sabios. El estado de la cuestión es, pues, el
siguiente: por una parte, una perspectiva bien definida nos conduce a la noción filosófica
de fin último; y, por otra, esta perspectiva se encuentra, y no podía no encontrarse, con la
aspiración natural a la felicidad. El encuentro entre la noción de fin último y la aspiración
natural a la felicidad es, a la vez, extremamente importante y extremamente problemático
para la Ética. La aspiración a la felicidad es la expresión psicológica y fenomenológica de
la estructura finalista natural del obrar humano, cuya elaboración filosófica nos ha
conducido a la noción de fin último. El fin último o bien global del hombre deberá afrontar
el problema de la felicidad humana. Pero la felicidad no es la respuesta final, sino más
bien el inicio de una reflexión encaminada a determinar filosóficamente cuál es o en qué
consiste la verdadera felicidad. Lo que se busca es el objeto último del aspirar que sigue a
la razón y en el que ese aspirar se sacia por completo, es decir, se indaga acerca de lo
que es razonable querer como fin último o bien perfecto y autosuficiente. Por eso mismo
se procede a una búsqueda racional y no a una actividad de otro tipo.

De lo que acabamos de decir se desprende que la investigación ética acerca del fin último
no se reduce a señalar el hecho de que la conducta de cada hombre presupone una idea
sobre el contenido concreto de la felicidad. La Ética quiere determinar lo que es razonable
buscar como fin último y, sobre esa base, pronunciar indicaciones normativas y juicios de
valor sobre los diversos proyectos de vida que, de hecho, los hombres trazan para sí
mismos. La reflexión filosófica no pretende decir en general todo lo que cada uno de los
hombres debería hacer o proponerse, la actividad profesional que debería ejercer, el
modo concreto de descansar, de atender a la propia familia o de manifestar sus
convicciones religiosas, etc. Entonces no se ve motivo alguno para afirmar que la Ética no
pueda o no deba elaborarlas reflexiva y críticamente. Esto, y no otra cosa, es la
investigación filosófica acerca del fin último.
LA ACCIÓN VOLUNTARIA Y SU ESPECIFICACIÓN MORAL

La acción voluntaria es aquella acción que procede de un principio intrínseco con


conocimiento formal del fin, los elementos del acto voluntario procede de un principio
intrínseco, conocimiento formal del fin y el fin. Causada por un principio intrínseco que se
origina en una facultad operativa interna, lo contrario es la causa externa violenta
.conocimiento formal del fin: se lo que estoy haciendo, el sujeto agente conoce “aquello en
vista de lo cual” se realiza la acción lo cual es la intencionalidad, se da mediante un juicio
intelectual en su estructura intima que le añade acción espontanea el conocimiento formal
del fin. Rigurosamente hablando sin el no hay acción voluntaria es decir cuando se ignora
lo que se hace, no se obra voluntariamente se queda en acción espontaneay no hay
culpabilidad moral. El fin es el objeto propia de la voluntad, significa un bien en sentido
práctico, no es simplemente o a secas una cosa física carente de intencionalidad , sino
aquello que suscita una tendencia y que realmente perfeccione al sujeto , el propósito que
anima una acción .

La acción voluntaria es un principio operativo interno y apetitivo , también conocimiento


formal del fil lo cual construye y proyecta el objetivo del obrar ayuda a que el acto sea
voluntario, conoce y valora .el fin que es un bien suscita una tendencia y da propósito de
la acción. La voluntariedad es el propósito consiente y activo , proyectado y valorado por
la razón que mira hacia un fin , aquello es consciente , el movimiento del acto hacia el
objeto es proyectado deliberadamente por el sujeto, por medio de un juicio intelectual , es
guiada y ordenada por la razón quien presenta y valora el bien y la acción a realizar. El
objeto de la acción es constituido por la razón práctica, es activa lo cual es acción no
pasión el mismo sujeto pone y decide su relación con el bien y es autorreferencial. No hay
acción humana sin tendencia que pasa a ser propósito deliberado por la razón , el cual
mira a algo visto como bueno bajo algún aspecto . la acción humana se produce cuando
la tendencia o propósito deliberado mira algo como bueno . la conducta es intención y la
elección , intención es el querer eficaz de un fin que, en su realidad fáctica, está distante,
de modo que no resulta inmediatamente realizable o alcanzable, es querido porque será
alcanzado a través de otras acciones finalizadas en el y la elección es el acto ilícito de la
voluntad que tiene por objeto lo inmediatamente realizable en vista a un fin determinado.

La especificación moral de las acciones voluntarias consiste fundamentalmente y en


primer lugar en relacionar el objeto con la virtud, sin necesidad de considerar ulteriores
motivaciones por las que el sujeto agente ha realizado tal acción, este juicio moral se
realiza desde el punto de vista de la persona agente de la acción. Las reglas de la
moralidad tenemos que tener en cuenta de que son acciones intrínsecamente malas,
aquellas que lesionan esencialmente una virtud, son incompatibles y destructivas del bien
de la persona y de la vida social y, nunca se pueden realizar, ni como fin ni como medio,
aunque fuesen precedidas o seguidas de otras acciones buenas. Hay unidad entre
intención , elección y circunstancias, para que una acción sea buena deben ser buenos
todos sus componentes , si alguno de los componentes es incompatible con el bien, virtud
o norma ética, la acción en su conjunto es moralmente mala y no puede ser querida.

También podría gustarte