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ÍNDICE
ANTECEDENTES
CONTENIDO
Expediente N° 06-0695
Realizado el estudio individual de las actas que conforman el presente expediente, esta
Sala Constitucional pasa a decidir previas las siguientes consideraciones.
ANTECEDENTES
El 25 de abril de 2006, fue publicado el texto íntegro del fallo dictado por el Juzgado
Superior Tercero Agrario, en Barquisimeto, que declaró “(…) SIN LUGAR la
Caducidad de la Acción formulada por el Apoderado Judicial del Instituto Nacional de
Tierras (INTI) (…). SIN LUGAR la Acción de A.C. interpuesta (…) contra la violación
de los derechos constitucionales generados (…) por el Instituto Nacional de Tierras
(INTI) (…) referente a la presunta violación del derecho constitucional consagrado en el
artículo 115 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sobre el
Derecho de Propiedad. INADMISIBLE la Acción de Amparo intentada por la
querellante referente al derecho de petición consagrado en el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. SIN LUGAR la Acción de A.C.
referente a la presunta violación del derecho a la defensa y la Seguridad Alimentaria
alegada por la recurrente (…)”.
II
DE LA ACCIÓN DE A.C.
Que “La anterior afirmación surge del hecho de mantener en las un mil doscientas
cuarenta y tres coma veinte hectáreas (1.243,20 has.), que la conforman quinientos
cuarenta y tres coma cinco hectáreas (543,05 has.) con caña de azúcar, además de
ganado, sorgo y maíz en trescientos siete con cuarenta y cinco hectáreas (307,45 has.),
siendo que las trescientas noventa y dos coma setenta hectáreas (392,70 has.) restantes
están en litigio por haberse otorgado unas cartas agrarias, actualmente impugnadas ante
este mismo Tribunal (…)”.
Que “(…) el ingeniero A.C., quien es el Coordinador Regional del Instituto Nacional de
Tierras, acompañado de los funcionarios L.L., Secretaria de Tierras y Seguridad
Agroalimentaria de la Gobernación del Estado Yaracuy y del ciudadano B.Á. (…),
introdujo a un numeroso grupo de personas señalando que eran beneficiarios de unas
cartas agrarias, que nunca llegó a mostrar, menos aún, notificar (…) a los representantes
de la empresa agraviada”.
Que “Desde la reforma del Decreto Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, hoy Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario (…), está vigente, aunque en nuestro concepto signada con
la misma mácula de inconstitucionalidad, una medida de aseguramiento prevista en el
artículo 85, pero tampoco esta fue de forma alguna notificada, siendo además que la
misma sólo pudiera ser dictada como medida cautelar, guardando proporcionalidad y
adecuación con la finalidad del rescate (…), condiciones cuya determinación requiere
del inicio del procedimiento administrativo de rescate para establecer su finalidad,
surgiendo de esta manera la proporcionalidad y adecuación de la medida cautelar
administrativa”.
Que “(…) de los hechos anteriormente narrados, surge que el Instituto Nacional de
Tierras y (…) el Coordinador de la Oficina Regional de Yaracuy, han transgredido los
siguientes derechos constitucionales: (…) derecho al debido proceso (…), que se
materializa en el presunto dictamen de una medida cuyo contenido y naturaleza
desconocemos puesto no nos fue en forma alguna notificada, ni directamente ni a través
de la Gaceta Oficial a falta de la Gaceta Agraria que indica la Ley de Tierras, ni a través
de los diarios de circulación nacional ni regional. (…) el derecho de propiedad (…) la
arbitraria actuación del (…) Coordinador de la Oficina Regional del INTI (sic) en
Yaracuy, impide el uso, goce y disfrute de la propiedad que legítimamente ejerce
nuestra representada desde la adquisición del fundo. La conducta omisiva del Instituto
Nacional de Tierras, al no hacer pronunciamiento alguno respecto a las solicitudes que
le han sido planteadas, restringen el libre uso de las tierras propiedad de nuestra
conferente (…), propiciando así una arbitraria ocupación que violenta el artículo 21 del
Pacto de San José (…); el derecho a la seguridad agrícola (…) pues (…) la destrucción
de los cultivos, sin ninguna base legal ocasiona como en efecto, un atentado contra la
seguridad alimentaria y nos permite solicitar (…) la protección a la actividad de la finca
(…) a tenor del artículo 254 de la Ley de Tierras (…)” (Negrillas de la parte
accionante).
Que “(…) ocurro ante su competente autoridad a solicitar como en efecto hago, se me
protejan y restituyan inmediatamente los derechos constitucionales conculcados (…),
transgredidos por la conducta abusiva y dolosa de A.C. (…), en su carácter de
Coordinador Regional del INTI (sic) Yaracuy y la conducta omisiva del INSTITUTO
NACIONAL DE TIERRAS (…), y pido que se ordene la permanencia de la empresa en
la persona de sus empleados y obreros en el ‘Fundo San José’, comisionándose a la
Guardia Nacional para la debida protección de trabajadores e inmueble y para los demás
derechos violentados, se ordene el suministro de una respuesta a nuestros petitorios
administrativos” (Mayúsculas y negrillas de la parte accionante).
Que “(…) visto que de los hechos y pruebas aportados se desprenden el peligro de que
la sentencia definitiva quede ilusoria (…) y la existencia o presunción del buen derecho
(…), existiendo una evidente ponderación entre el interés general y el particular, pido se
acuerde como medida precautelar la continuación de la actividad productiva por mi
representada, comisionando a los efectos de la ejecución de la medida a un Tribunal
competente del Estado Yaracuy (…)”.
III
Por lo que respecta, a la violación del debido proceso, este Tribunal debe pronunciarse
en el mismo sentido, ya que si el Instituto Nacional de Tierras (INTI) no manifestó su
voluntad de abrir un procedimiento en contra de los querellantes, obviamente es
imposible que se violara el debido proceso y por lo tanto, dicha denuncia no debe
prosperar y así se decide.
Por las razones antes expuestas, este Juzgado Superior Tercero Agrario (…)
DECLARA: SIN LUGAR la Caducidad de la Acción formulada por el Apoderado
Judicial del Instituto Nacional de Tierras (INTI), abogado F.A.U., en el presente juicio.
SIN LUGAR la acción de A.C. interpuesta por C.A. INVERSIONES
AGROPECUARIAS (…) contra la violación de los derechos constitucionales generados
a su representada por el Instituto Nacional de Tierras (INTI) en la persona del Ingeniero
A.C. en su carácter de Coordinador de la Oficina Regional del Instituto Nacional de
Tierras del Estado Yaracuy, referente a la presunta violación del derecho constitucional
consagrado en el artículo 115 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, sobre el Derecho de Propiedad. INADMISIBLE la Acción de amparo
intentada por la querellante referente al derecho de petición consagrado en el artículo 51
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. SIN LUGAR la acción de
A.C. referente a la presunta violación del derecho a la defensa y la Seguridad
Alimentaria alegada por la recurrente. En consecuencia, SE SUSPENDE la Medida
Precautelar decretada en fecha 28 de octubre de 2005, por este Tribunal (…)
IV
DE LA COMPETENCIA
En primer lugar, debe esta Alzada pronunciarse sobre la competencia para conocer de la
presente apelación, y al respecto observa que en virtud de lo dispuesto en la sentencia de
esta Sala Nº 1 del 20 de enero de 2000, caso: “Emery Mata Millán”, la cual resulta
aplicable conforme a lo dispuesto en la Disposición Derogatoria, Transitoria y Final,
letra b) de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República
Bolivariana de Venezuela, y a tenor de lo establecido en el artículo 35 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, resulta necesario
reiterar que le corresponde a esta Sala Constitucional conocer las apelaciones de las
sentencias provenientes de los Juzgados o Tribunales Superiores de la República -salvo
los Contencioso Administrativos-, las Cortes de lo Contencioso Administrativo y las C.
deA. en lo Penal, en tanto su conocimiento no estuviere atribuido a otro Tribunal,
cuando ellos conozcan la acción de amparo en primera instancia.
En el presente caso, se somete al conocimiento de la Sala la apelación de una sentencia
emanada del Juzgado Superior Tercero Agrario de la Circunscripción Judicial del
Estado Lara, en Barquisimeto, motivo por el cual esta Sala, congruente con el fallo
mencionado ut supra, se declara competente para resolver la presente apelación, y así se
decide.
Que “(…) los funcionarios A.C. y L.L. estaban presentes en los actos de ocupación e
instaron a los ocupantes a introducirse en la finca (…), siendo que el primero era (…)
Coordinador Regional del Instituto Nacional de Tierras en Yaracuy y la segunda
Secretaria de Asuntos Agrícolas de la Gobernación del Estado Yaracuy. Lo anterior
conlleva necesariamente a la violación del debido proceso y dentro de éste el derecho a
la defensa, porque se destaca de la propia sentencia del a quo (…) que los representantes
del Instituto Nacional de Tierras confiesan que no se ha dado inicio a ningún
procedimiento administrativo que permita la ocupación”.
Que “(…) denunciamos la violación del derecho de propiedad. Conscientes estamos que
en principio este no es tutelable a través del recurso extraordinario de amparo, porque
existen medios ordinarios de protección y el amparo no es el procedimiento idóneo para
estudiar la prueba de la existencia de la propiedad. Sin embargo, pensamos que tal
argumento es un enfoque netamente civilista que contraría los fines del derecho agrario
(…)”.
Que “(…) denuncio la violación del derecho a la oportuna respuesta. En efecto, la Ley
de Tierras prevé una serie de derechos y obligaciones relacionados con el Registro
Agrario y las certificaciones de fincas productivas o mejorables. Tales solicitudes
fueron planteadas ante el Instituto Agrario Nacional, sin que se haya conferido un
pronunciamiento oportuno. Ello coarta el derecho de los propietarios de pedir la
protección en fuero administrativo y jurisdiccional (…). Es obvio que de fondo existe el
recurso de carencia, pero la naturaleza agraria (…) merece un enfoque y una tutela
especial por la naturaleza del ejercicio de ese trabajo (…)”.
VI
MOTIVACIÓN
Visto lo anterior, pasa esta Sala a decidir la presente apelación, y al respecto observa lo
siguiente:
A juicio del representante legal de la sociedad mercantil C.A. Inversiones
Agropecuarias, la presente acción de amparo constitucional es ejercida contra el
Instituto Nacional de Tierras, pues a su decir “(…) el Coordinador Regional del
Instituto Nacional de Tierras, acompañado de la (…) Secretaria de Tierras y Seguridad
Agroalimentaria de la Gobernación del Estado Yaracuy (…), introdujo a un numeroso
grupo de personas señalando que eran beneficiarios de unas cartas agrarias, que nunca
llegó a mostrar, menos aún, notificar (…) a los representantes de la empresa agraviada”,
por violación de sus derechos constitucionales al debido proceso, de petición, oportuna
y adecuada respuesta, a la propiedad y a la seguridad agroalimentaria consagrados en
los artículos 49, 51, 115 y 305 de la Carta Magna.
Ahora bien, en lo referente a la pretendida violación del derecho de propiedad por parte
de autoridades del Instituto Nacional de Tierras (INTI), el prenombrado Juzgado
Superior declaró sin lugar la acción de amparo constitucional, señalando que
correspondía a la sociedad mercantil C.A. Inversiones Agropecuarias la carga de la
prueba de los hechos controvertidos, y siendo que los recortes de prensa presentados por
dicha empresa señalan que “(…) Lanceros argumentan que instalarán núcleos
endógenos en Central Matilde denuncian destrucción de 5 hectáreas de caña (…)”; “(…)
En Chivacoa Lanceros ocupan fundo del Central Matilde (…)”, ello le condujo a
concluir que “(…) no consigue establecer que el Instituto Nacional de Tierras (INTI)
haya violado derecho constitucional alguno y como quiera que al no haber probado el
hecho controvertido de que fue el Instituto Nacional de Tierras (INTI) quien condujo a
las personas que ocuparon el fundo San José y que por las razones expuestas dicha
acción constitucional no debe prosperar (…)”.
En relación a la denuncia de violación del debido proceso, el Juzgado Superior Tercero
Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, en Barquisimeto, declaró sin
lugar la acción de amparo, por considerar que “(…) si el Instituto Nacional de Tierras
(INTI) no manifestó su voluntad de abrir un procedimiento en contra de los
querellantes, obviamente es imposible que se violara el debido proceso y por lo tanto,
dicha denuncia no debe prosperar (…)”.
Ahora bien, esta Sala advierte en primer lugar que las denuncias de violaciones
constitucionales efectuadas por la representación judicial de la sociedad mercantil C.A.
Inversiones Agropecuarias, se circunscriben principalmente a dos hechos: i) la
ocupación del Fundo San José -propiedad de la referida accionante- por parte de un
grupo numeroso de personas inducidas por funcionarios del Instituto Nacional de
Tierras (INTI), de la Coordinación Regional del Estado Yaracuy y, ii) la falta de
pronunciamiento por parte del Instituto Nacional de Tierras (INTI) respecto a las
solicitudes planteadas referidas a la inscripción en el Registro Agrario y a la
Certificación de Finca Productiva.
Ello así, se observa de las actas cursantes al expediente que la parte accionante
acompañó a su solicitud de amparo, documentación pública expedida el 15 de julio de
2002, que la acredita como propietaria del Fundo San José (Vid. Folios 12 al 20);
certificación del 12 de abril de 1971, expedida por la Oficina Subalterna de Catastro del
Estado Yaracuy, que hace constar que la propiedad del Fundo San José corresponde a la
sociedad mercantil C.A. Inversiones Agropecuarias (Vid. Folio 68); documentos
privados referidos a la tradición legal y a un informe técnico del Fundo San José (Vid.
Folios 21 al 67); solicitud de inscripción en el Registro Agrario (Vid. Folios 72 y 73);
solicitud de expedición del Certificado de Finca Productiva (Vid. Folios 74 y 75); y
recortes de prensa de los diarios “Yaracuy al día” y “El Impulso”, correspondientes al
17 de octubre de 2005.
(…) en representación del gremio, por S.E., Secretario General del Sindicato (…)
afirmó que el grupo de lanceros que se encuentran específicamente en la hacienda San
José (según él perteneciente al Central), no habían tocado la siembra ‘pero desde el
pasado sábado empezaron a cortar parte de ella acabando con casi cinco hectáreas.
Nosotros en ningún momento queremos enfrentamientos (…) pero la situación es difícil
porque esto nos afecta ya que trabajamos aquí y somos padres de familia y esto genera
pérdidas’.
(…) M.M., presidente de la Cooperativa El Buen Pastor 582, una de las veinte que se
encuentra desde hace tres meses en el Central, manifestó que su presencia en el lugar se
debe a que ya cuentan con la carta agraria otorgada por el Inti ‘sólo estamos a la espera
de que el ministro E.J. delM., nos traiga para el último de este mes el financiamiento
que requerimos para ejecutar nuestro macroproyecto (…)
(…) Lanceros del Yaracuy ocupan parte del fundo San José que está en los terrenos del
Central Matilde, de Chivacoa, y exigen del gobierno que les entregue 800 hectáreas de
esa factoría, la principal fuente de empleo de la mencionada población.
(…) Z.E., Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Central Matilde,
manifestó que desde hace 36 días, personas que dicen pertenecer a Cooperativas
tomaron las tierras y el sábado decidieron cortar las plantillas.
(…) alegó C.G., el único que se atrevió a conversar con el reportero (…) ‘Estamos
pidiendo ochocientas hectáreas que hay en ese sector porque las veinte cooperativas
están compuestas, en promedio, por 450 lanceros. Vamos a formar un desarrollo
endógeno. Ya hay un macroproyecto elaborado por nosotros con la participación de
varios ingenieros agrónomos, veterinarios y técnicos; pero primero hay que demoler
para luego comenzar a producir (…)
Ello así, advierte esta Sala con respecto al alegato de la representación del Instituto
Nacional de Tierras (INTI), según el cual en el caso bajo estudio operó la caducidad
prevista en el numeral 4 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, que el mismo fue desechado por el Juzgado Superior
Tercero Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, en Barquisimeto,
partiendo de la consideración de que el hecho denunciado como violatorio de los
derechos constitucionales de la accionante fue la supuesta ocupación por un grupo de
personas de terrenos que forman parte del Fundo San José, lo cual -según las notas de
prensa consignadas, valoradas como hecho comunicacional- se constató el 16 de octubre
de 2005 y, siendo que la presente acción fue intentada el 25 de octubre de 2005, se
entiende que la misma fue ejercida dentro del lapso legal.
En tal sentido, verificadas las actas cursantes a los autos, esta Sala comparte el criterio
esgrimido por el prenombrado Juzgado Superior por el cual desechó el alegato de
caducidad esgrimido por los representantes del Instituto Nacional de Tierras (INTI),
toda vez que la presente acción de amparo constitucional fue ejercida dentro del lapso
previsto en el numeral 4 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales. Así se decide.
… omissis …
En este sentido, esta Sala en sentencia N° 326 del 9 de marzo de 2001 (caso:
“Frigoríficos Ordaz, S.A.”), expuso lo siguiente:
En otros términos lo señala el numeral 2 del artículo 6 de la misma Ley, al indicar que
la amenaza que hace procedente la acción de amparo es aquella que sea inmediata,
posible y realizable por el imputado, estableciendo al efecto que tales requisitos deben
ser concurrentes, por lo cual es indispensable -además de la inmediación de la amenaza-
que la eventual violación de los derechos alegados -que podrían materializarse de no ser
protegidos mediante el mandamiento que se solicita- deba ser consecuencia directa e
inmediata del acto, hecho u omisión que constituyan el objeto de la acción; de lo cual
deviene, por interpretación a contrario, la improcedencia de la acción, cuando se le
imputen al supuesto agraviante resultados distintos a los que eventualmente pudiere
ocasionar la materialización de la amenaza que vulneraría los derechos denunciados, o
cuando la misma no sea inmediata o ejecutable por el presunto agraviante (…)
Reiterando el criterio antes expuesto, la Sala observa que en el caso de autos la presunta
violación constitucional alegada por la quejosa, no es posible, inmediata, ni realizable
por el presunto agraviante respecto de su persona, toda vez que de los hechos narrados y
de la actas cursantes en el expedientes no se puede desprender que el Instituto Nacional
de Tierras haya contribuido de alguna manera a la presunta destrucción de cultivos
denunciada, y siendo que la parte en sus alegatos señala que la denominada Cooperativa
El Buen Pastor 582, es una de las presuntas Cooperativas que llevaron a cabo la
ocupación, se estima que en el caso de autos se configura la causal de inadmisibilidad
prevista en el numeral 2 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, por lo que esta Sala difiere del fallo del Juzgado Superior
Tercero Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, en Barquisimeto, que
señaló, con respecto a las violaciones al derecho a la propiedad y a la seguridad
agroalimentaria, que la acción de amparo constitucional debía declararse sin lugar. Así
se decide.
Ello así, estima esta Sala del análisis de las actas cursantes en el expediente, que no
existe procedimiento administrativo seguido por el Instituto Nacional de Tierras que
involucre las hectáreas del Fundo San José que se alegan ocupadas, así como tampoco
existe acto administrativo alguno que cause estado y en virtud del cual debía el referido
Instituto practicar alguna notificación, por tanto, difícilmente podía resultar vulnerado el
derecho al debido proceso sin un proceso en curso que involucrara las hectáreas del
Fundo San José que se denuncian en la presente acción como ocupadas, motivo por el
cual este juzgador comparte el criterio del a quo, en virtud de lo cual se debe desechar
dicho alegato. Así se decide.
Por otra parte, en relación al alegato de violación del derecho de petición, oportuna y
adecuada respuesta por parte del Instituto Nacional de Tierras (INTI), derivada de la
falta de pronunciamiento en relación a la solicitud de inscripción del Fundo San José en
el Registro Agrario y sobre el pedimento de emisión de la Certificación de Finca
Productiva, esta Sala advierte la inidoneidad de la acción de amparo constitucional, pues
la pretensión dirigida a que el Instituto Nacional de Tierras tramite dichos documentos,
supone una previa actividad administrativa en la que se debe verificar la satisfacción de
unos requisitos legales dispuestos en los artículos 27 al 33 y 41 al 48 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario, respectivamente.
Ello así, puede apreciarse que para el supuesto de pretender enervarse los efectos una
conducta omisiva, que además quebranta una obligación específica y concreta
previamente establecida en la ley, el mecanismo procesal viable es el recurso
contencioso administrativo por abstención o carencia, que pretende el cumplimiento de
toda obligación administrativa incumplida (Vid. Sentencias de la Sala N° 457 del 10 de
marzo de 2006, caso: “Nicolás Molina Molina”; N° 547 del 6 de abril de 2004, caso:
“Ana B.M.A.”; N° 93 del 1 de febrero de 2006, caso: “Bokshi Bibari Karaja
Akachinanu (BOGSIVICA)”).
En consecuencia, esta Sala comparte el criterio del Juzgado Superior Tercero Agrario de
la Circunscripción Judicial del Estado Lara, en Barquisimeto, que consideró que la parte
accionante dispone de un mecanismo idóneo, como lo es el recurso por abstención o
carencia, con el cual puede obtener el cumplimiento de las obligaciones de la
Administración -artículos 28 (Registro Agrario) y 44 (Certificación de Finca
Productiva)-, por lo que la vía de amparo no resulta idónea para la restitución de la
situación jurídica presuntamente infringida.
Por tanto, se desprende que la accionante gozaba del mecanismo judicial idóneo, como
el recurso por abstención o carencia, para atacar la presunta omisión por parte del
Instituto Nacional de Tierras, aunado a ello, la quejosa no demostró que esta vía
constituía el medio expedito para lograr el restablecimiento de la situación jurídica
alegada como infringida en el caso concreto, razones por las cuales se debe declarar
inadmisible la presente acción de amparo constitucional, con respecto al presente
alegato, toda vez que la misma se encuentra inmersa en la causal contemplada en el
numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales. Así se decide.
Asimismo, advierte esta Sala que el interdicto restitutorio representa un mecanismo para
garantizar la defensa de la posesión que se ejerce sobre la cosa, a través de un
procedimiento breve frente a la existencia de una perturbación o despojo, motivo por el
cual ha sido criterio reiterado de la Sala (Vid. Sentencia N° 2.365 del 27 de agosto de
2003, caso: “Inversiones Alemaka, C.A.”), que el interdicto restitutorio constituye una
vía idónea y preferente al amparo constitucional para el resarcimiento de daños
originados por el ejercicio de la posesión, motivo por el cual resulta igualmente
inadmisible la presente acción de amparo constitucional, de conformidad con la causal
prevista en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales. Así se decide.
En virtud de las anteriores consideraciones, esta Sala declara sin lugar la apelación
ejercida por la parte accionante contra el fallo dictado el 25 de abril de 2006, por el
Juzgado Superior Tercero Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, en
Barquisimeto, que declaró “(…) SIN LUGAR la Caducidad de la Acción formulada por
el Apoderado Judicial del Instituto Nacional de Tierras (INTI) (…). SIN LUGAR la
Acción de A.C. interpuesta (…) contra la violación de los derechos constitucionales
generados (…) por el Instituto Nacional de Tierras (INTI) (…) referente a la presunta
violación del derecho constitucional consagrado en el artículo 115 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, sobre el Derecho de Propiedad. INADMISIBLE
la Acción de Amparo intentada por la querellante referente al derecho de petición
consagrado en el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. SIN LUGAR la Acción de A.C. referente a la presunta violación del derecho
a la defensa y la Seguridad Alimentaria alegada por la recurrente (…)” y, en
consecuencia, revoca la decisión apelada y declara inadmisible la acción ejercida, por
estar incursa en las causales de inadmisibilidad contenidas en los numerales 2 y 5 del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
en el entendido que dichas causales pueden ser declaradas en cualquier estado y grado
de la causa. Así se declara.
VII
DECISIÓN
Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional,
administrando justicia en nombre de la República, por autoridad de la Ley, declara SIN
LUGAR la apelación ejercida y en virtud de las consideraciones precedentes se
REVOCA la decisión dictada el 25 de abril de 2006, por el Juzgado Superior Tercero
Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, en Barquisimeto, que declaró
“(…) SIN LUGAR la Caducidad de la Acción formulada por el Apoderado Judicial del
Instituto Nacional de Tierras (INTI) (…). SIN LUGAR la Acción de A.C. interpuesta
(…) contra la violación de los derechos constitucionales generados (…) por el Instituto
Nacional de Tierras (INTI) (…) referente a la presunta violación del derecho
constitucional consagrado en el artículo 115 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, sobre el Derecho de Propiedad. INADMISIBLE la Acción de
Amparo intentada por la querellante referente al derecho de petición consagrado en el
artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. SIN LUGAR
la Acción de A.C. referente a la presunta violación del derecho a la defensa y la
Seguridad Alimentaria alegada por la recurrente (…)”, ejercida por el abogado J.A.J.P.,
inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el N° 6.356, en su carácter
de representante legal de la sociedad mercantil C.A. INVERSIONES
AGROPECUARIAS, ya identificada, contra el Instituto Nacional de Tierras, pues a su
decir “(…) el Coordinador Regional del Instituto Nacional de Tierras, acompañado de la
(…) Secretaria de Tierras y Seguridad Agroalimentaria de la Gobernación del Estado
Yaracuy (…), introdujo a un numeroso grupo de personas señalando que eran
beneficiarios de unas cartas agrarias, que nunca llegó a mostrar, menos aún, notificar
(…) a los representantes de la empresa agraviada”. En consecuencia, se declara
INADMISIBLE el amparo ejercido.
La Presidenta de la Sala,
L.E.M. LAMUÑO
Ponente
El Vicepresidente,
Los Magistrados,
C.Z.D.M.
A.D.J.D.R.
El Secretario,
Exp. Nº 06-0695
LEML/b