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En 1953 el norteamericano Ac. Littelton en vista del crecimiento de los activos fijos, estableció
la necesidad de amortizarlos a través de tasas de consumo a los productos fabricados como
costos indirectos, en 1955 surge el concepto de contraloría como medio de control de las
actividades de producción y finanzas de las organizaciones y un lustro después, el concepto
de contabilidad administrativa como herramienta del análisis de los costos de fabricación y
como instrumento básico para el proceso de la toma de decisiones.
Hasta antes de 1980 las empresas industriales consideraban que sus procedimientos de
acumulación de costos constituían secretos industriales, pues el sistema de información
financiera no incluía las bases de datos y archivos de la contabilidad de costos.
Indiscutiblemente, esto se tradujo en un estancamiento para la contabilidad de costos con
relación a otras ramas de la contabilidad, hasta cuando se comprobó que su aplicación
producía beneficios.
Así fue como en 1981 el norteamericano Ht. Jhonson resaltó la importancia de la contabilidad
de costos y los sistemas de costos como herramienta clave para brindar la información a la
gerencia sobre la producción, lo cual implicaba existencia de archivos de costos útiles por la
fijación de precios adecuados en mercados competitivos.
Como resultado de los anteriores desarrollos, han surgido los actuales sistemas de costeo, los
cuales seguirán evolucionando en la medida que cambien los sistemas organizacionales y los
sistemas de producción, permitiendo implementar nuevas metodologías y herramientas de
medición y control de los costos.
Atendiendo el enfoque con el que se asocie el término “costo” y al uso generalizado que hoy
día se le ha dado en diferentes actividades productivas (empresas manufactureras, empresas
comerciales y empresas de servicios), se hace necesario hacer las siguientes aclaraciones:
Desde el punto de vista financiero, no hay ninguna diferencia entre el término “costo” y el
término “gasto”, pues las finanzas consideran que ambos términos se refieren a erogaciones
efectuadas por la entidad para generar un ingreso.
El punto de vista contable establece una clara diferencia entre costo y gasto.
El costo es una erogación capitalizable, es decir, que se puede recuperar al momento de la
venta del bien; así mismo, en el sentido estricto asocia el término “costo” a procesos de
manufactura o de transformación de la materia prima en productos terminados o se-
mielaborados (empresas manufactureras), a pesar de la utilización del término en otras
actividades generadoras de ingresos como son las actividades comerciales (costo de la
mercancía vendida) y las actividades de prestación de servicios (costo de la prestación del
servicio).
El gasto es una erogación que no se recupera, pero que es necesario que la empresa incurra
en ella, para desarrollar su objeto social.
En términos generales, los costos son definidos como recursos sacrificados, o dejados de
recibir para lograr objetivos específicos.
En el campo industrial, a la contabilidad de costos le interesa obtener una cifra que representa
el costo de un producto manufacturado. Las razones más importantes por las cuales la
gerencia de la empresa industrial necesita conocer los costos de un producto son:
Valorizar los inventarios.
Tomar decisiones en cuanto a precios de venta de un producto.
Planear y controlar los costos.
En una empresa manufacturera o industrial, el costo se asocia a las erogaciones generadas
por las actividades desarrolladas por el área de producción y el gasto se asocia a las
actividades desarrolladas por las áreas administrativas y de ventas.
Costos directos
Son aquellos que se pueden medir o cuantificar para ser asociados a la producción de un
artículo, además, estos costos, en el caso de las materias primas, le dan las características
físicas a los productos que se elaboran.
Costos indirectos
Son los costos que no se pueden identificar o cuantificar plenamente para ser cargados a los
productos terminados.
Costos fijos
Son aquellos costos que permanecen constantes en su magnitud, dentro de un período
determinado, independientemente de los cambios registrados en el nivel de actividad de la
empresa.
Costos variables
Son aquellos cuya magnitud cambia en razón directa al nivel de actividad alcanzada por la
empresa.
Costos históricos
Son aquellos costos que se determinan con posterioridad a la conclusión del proceso
productivo o del período de costos.
Costos predeterminados
Son aquellos que se determinan con anterioridad al proceso productivo o al período de costos.