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COLECTIVO DE AUTORES
AÑO 2003
Los estudiantes de la educación superior para los que se ha preparado esta obra
podrán ampliar sus conocimientos consultando otros materiales sobre la disciplina
Preparación para la Defensa existentes en las bibliotecas, gabinetes metodológicos y
en los departamentos docentes de Preparación para la Defensa, los que se encuentran
en documentos impresos y en soporte electrónico, como sitios y páginas Web, CD-R,
entre otros, además de la bibliografía que aparece en el texto, la que se corresponde
con cada uno de los capítulos que integran esta obra.
COLECTIVO DE AUTORES
Coronel, Dr. Reimundo Quesada Romero
Prof. Auxiliar
Ing. Cesar Ceballos López.
Prof. Titular
M.Sc. Rafael Rodríguez Cunill
Prof. Auxiliar
Lic.Eduardo H. Miranda Crespo
Prof. Auxiliar
Dr. Ing. Nelson Aguilar Trujillo
Prof. Auxiliar
Dr. Ing. Lázaro G. Gálvez García
Prof. Auxiliar
Lic. Julio A. Cajiao Cabrera
Prof. Titular
Lic. Ana M. Carmenate García
Prof. Auxiliar
Lic. Porfirio E. Argüeso Fernández
Instructor
Lic.José Manuel Afont Robaina
Prof. Auxiliar
Lic. Franklin Teodoro Avila Dedieu
Asistente
Lic. . Medardo Rivero Pérez
Asistente
Lic. Juan Andrés Cordero Barrios
Asistente; Inv. Agregado
INTRODUCCION
El capítulo No 1
En el presente capítulo se abordan los antecedentes Históricos del diferendo EU- Cuba y
sus propósitos de anexarse y apoderares de nuestro país. Manifestaciones e
incidencias del diferendo EU – Cuba en las esferas económica, político-ideológica,
diplomática(Relaciones Exteriores) y militar desde la instalación de la seudo-república. El
recrudecimiento del bloqueo y la agresividad imperialista La Batalla de Ideas del pueblo
cubano en defensa de su revolución y soberanía. El hegemonismo guerrerista de los
Estados Unidos, luego de los sucesos del 11 de septiembre y el incremento de sus
amenazas contra Cuba. La respuesta del pueblo y gobierno cubanos ante cada
amenaza y acción agresiva contra nuestro país. Alternativas políticas y formas de
agresión practicadas por los Estados Unidos, contra Cuba. desde el triunfo de la
Revolución Cubana.
.
El capítulo No 2
En este capítulo se expresan las formas de agresión militar contra Cuba, que dan
origen a los fundamentos de la Defensa Nacional y la Concepción de la Guerra de Todo
el Pueblo, la importancia del Sistema Defensivo Territorial y los elementos que integran,
la preparación del país para la defensa. Se tratan asimismo las Situaciones
Excepcionales y órganos de dirección que para las mismas se crean, la organización
del país para la defensa, así como las nociones sobre la organización, composición,
designación, subordinación y misiones de las FAR, las MTT y las Formaciones
Especiales. Se aborda también la importancia de las Zonas de Defensa y las Brigadas
de Producción y Defensa en el Sistema Defensivo Territorial, el Servicio Militar y la
preparación del personal para la defensa, incluida la Educación Patriótica Militar e
Internacionalista. Es igualmente un importante elemento expuesto la preparación de la
economía para la defensa, y dentro de ella los principios, organización funcional, las
demandas, los planes para Tiempo de Guerra, así como el proceso de compatibilización
y el papel del sistema de reservas materiales en la economía del país y en la defensa.
Al final se exponen los elementos principales del Derecho Internacional Humanitario.
El capítulo No 3
En este capítulo se define y valora el papel, objetivo, organización, medidas y misiones
de la Defensa Civil como factor estratégico en el aumento de la capacidad defensiva del
país, sobre la base de compatibilizar el desarrollo profesional de los futuros graduados
con esta importante tarea. Asimismo se exponen y analizan los aspectos principales
sobre los desastres, sus etapas y la secuencia de su manejo, así como sus principales
medidas de protección. Explica y valora la planificación de las medidas de protección de
la Defensa Civil y las fuerzas y medios que pueden intervenir en esta importante tarea,
así como su sistema de preparación.
Los autores.
CAPÍTULO No. 1. DIFERENDO EE UU-CUBA
Cuando la nación norteamericana surgió no había nacido aun la cubana. Por esos años
la población en Cuba evolucionaba hacia el “criollismo”, centrado, fundamentalmente,
en la transformación de los descendientes de españoles y africanos naturales de la Isla
en criollos*. Su existencia se hizo patente a inicios del siglo XVII (1603-1608), cuando
se consolidó la evolución en desarrollo desde mediados del XVI, que prevaleció hasta
finales del XVIII y, en algunos aspectos, hasta el XIX.
La guerra de las Trece Colonias estimuló la economía criolla al florecer con rapidez el
comercio de los rebeldes norteamericanos con Cuba. En 1779 se estableció en La
Habana el primer agente especial de Estados Unidos en América Latina, Robert Smith,
con la misión de cooperar con los corsarios norteamericanos e interceder por ellos ante
las autoridades españolas en caso necesario.
A pesar de que España y Francia habían dado una significativa ayuda a los
norteamericanos en su lucha por la independencia, para esa fecha se pusieron de
manifiesto las primeras pretensiones anexionistas sobre Cuba. Recién constituida la
nación, Benjamín Franklin expuso la conveniencia de apoderarse de las Sugar Islands
(Islas de Azúcar), con el propósito de organizar un monopolio de la industria azucarera.
(5)
Carlos Marx analizó con gran precisión la política de los intereses sureños y sus
aspiraciones expansionistas hacia México y el Caribe, cuando planteó:
“El interés de los esclavistas sirvió de estrella polar a la política de los Estados Unidos,
tanto en lo exterior como en lo interno. Buchanan, en realidad, había comprado el
puesto de Presidente mediante la publicación del Manifiesto de Ostende, con el cual la
adquisición de Cuba, sea mediante el hurto o la fuerza de las armas, se proclamó como
la gran tarea de la política nacional. Bajo su gobierno, el norte de México fue ya dividido
entre los especuladores de tierra estadounidenses, que esperaban con impaciencia la
señal para caer sobre Chihuahua, Coahuila y Sonora. Las revoltosas y piraticas
expediciones de los filibusteros contra los Estados de la América Central estaban
dirigidas nada menos que desde la Casa Blanca de Washington”. (27)
La Guerra de Secesión (1861-1865); la firma del Tratado Lyon Seward por los gobiernos
de Norteamérica e Inglaterra, prohibiendo el comercio de esclavos; la proclamación de
la abolición de la esclavitud por Abraham Lincoln, y los fracasos del reformismo en 1867
y de España por restaurar su dominio en América, constituyen el entorno en que surgió
el pensamiento patriótico-revolucionario en el grupo más radical de la burguesía y
terratenientes criollos, el cual encabezó a las masas populares en la Guerra de los Diez
Años.
Aunque esta guerra terminó sin que se alcanzaran la independencia nacional y la
abolición de la esclavitud, en ella se forjaron los cimientos de la Patria y se consolidó la
nacionalidad; de ahí su profundo significado en las luchas futuras.
Poco después de iniciada esa contienda bélica, España reclamó del gobierno
norteamericano la represión de las actividades de la emigración cubana en apoyo a la
lucha. Mientras con gran dificultad los emigrados lograban alquilar viejos busques y
enviar modestos recursos al Ejército Libertador, el gobierno de Estados Unidos
comenzó la fabricación de 30 potentes cañoneras destinadas al colonialismo español.
El norteamericano Thomas Jordan, mayor general del Ejercito Libertador que llegó a
desempeñar el cargo de jefe de este ejército, denunció el fariseismo del gobierno de
Estados Unidos:
“Los españoles están peleando con armas compradas en Maiden Lane, en casa de
Shurley, Harley & Graham; y a nosotros en todo el año, no nos ha sido permitido
comprar nada (...) Quisiera ver cambiada la infame ley de neutralidad –de Estados
Unidos-. Esa infame ley de ayuda a los españoles a quedarse en Cuba, y que se opone
a que los cubanos se defiendan”. (28)
Desde los primeros momentos de la lucha, Carlos Manuel de Céspedes reclamó de los
países del continente americano el reconocimiento a la guerra del pueblo cubano, a la
que el gobierno de Chile había dado su apoyo antes de iniciarse. En 1869, Benito
Juárez, quien junto con su pueblo enfrentaba la intervención extranjera, lo hizo, así
como Brasil, Guatemala, Bolivia y El Salvador; en tanto Colombia, Perú y Venezuela
enviaron algunas expediciones a principios de la contienda.
La posición estadounidense fue criticada por Carlos Manuel de Céspedes, en carta al
presidente Grant:
“Las ideas que defienden los cubanos y la forma de gobierno que han establecido,
escrita en la Constitución por ellos promulgada, hacen por lo menos obligatorio a los
Estados Unidos, mas que a algunas otras (naciones civilizadas) el inclinarse en su
favor. Si por exigencias de humanidad y civilización todas las naciones están obligadas
a interesarse por Cuba, pidiendo la regularización de la guerra que sostiene contra
España, los Estados Unidos tienen el deber que le imponen los principios políticos que
profesan, proclaman y difunden...”. (29)
La misiva no tuvo respuesta oficial. Sin embargo, el secretario de Estado, Hamilton
Fish, fijó la posición de su gobierno al negarse a recibir a José Morales Lemus,
representante oficial del gobierno de la República de Cuba en Armas, el 24 de marzo de
1869, planteando al respecto:
“...nosotros nos proponemos proceder de completa buena fe con España, y
cualesquiera que pudieran ser nuestras simpatías por un pueblo que, en cualquier parte
del mundo, luche por gozar de un gobierno más liberal, no deberíamos apartarnos de
nuestro deber para con otros gobiernos amigos, ni apresurarnos a reconocer
prematuramente un movimiento revolucionario antes de que haya manifestado
capacidad de sostenerse por si mismo y un cierto grado de estabilidad”. (30)
Céspedes no necesitó mucho tiempo para llegar a la convicción de que nada tenían que
esperar los revolucionarios cubanos del gobierno de Estados Unidos, pues pronto
superó el ideal inicial de “La Gran República Americana” a partir de la gran nación del
Norte.
Al percatarse de la esencia hegemonista del poderoso vecino, planteó:
“Por lo que respecta a los Estados Unidos tal vez esté equivocado, pero en mi concepto
su gobierno a lo que aspira es a apoderarse de Cuba sin complicaciones peligrosas
para su nación (...) este es el secreto de su política y mucho me temo que cuanto haga
o proponga, sea para entretenernos y que no acudamos en busca de otros amigos mas
eficaces y desinteresados”. (31)
Mas adelante, al corroborar sus temores, Céspedes fue capaz de ordenar el cierre de la
representación diplomática del gobierno de la República de Cuba en Armas en Estados
Unidos:
“No era posible que por mas tiempo soportásemos el desprecio con que nos trata el
gobierno de los Estados Unidos, desprecio que iba en aumento mientras mas sufridos
nos mostrábamos nosotros. Bastante tiempo hemos hecho el papel del pordiosero a
quien se niega repetidamente la limosna y en cuyos hocicos por ultimo se cierra con
insolencia la puerta. (...) no por débiles y desgraciados debemos dejar de tener
dignidad”. (32)
Situación colonial luego de la Guerra de los Diez Años. Dominio del mercado
cubano por Estados Unidos. Posiciones proanexionistas en Cuba.
Durante los preparativos de la nueva contienda apremió a Martí una preocupación que
con inquietud anticipó a su colaborador, Gonzalo de Quesada, en carta del 14 de
diciembre de 1889, ya como un peligro real:
“Sobre nuestra tierra, Gonzalo, hay otro plan más tenebroso que lo que hasta ahora
conocemos y es el inicuo de forzar a la Isla, de precipitarla, a la guerra, para tener
pretexto de intervenir en ella, y con el crédito de mediador y de garantizador, quedarse
con ella. Cosa más cobarde no hay en los anales de los pueblos libres: Ni maldad mas
fría ¿Morir, para dar pie en qué levantarse a estas gentes que nos empujan a la muerte
para su beneficio?”. (41)
Los principales dirigentes políticos de la guerra del 95 estaban conscientes que el
objetivo estratégico “...consistía no solo en emancipar al país del coloniaje español, sino
también enfrentar la amenaza que significaba la rapacidad del naciente imperialismo
norteamericano”. (42)
El plan militar concebido por Martí incluía la organización y preparación de expediciones
que, desde Estados Unidos, llevarían ayuda a los revolucionarios en Cuba. Para
garantizar el inicio de la contienda fueron preparados tres buques. En enero de 1895
estos saldrían del puerto de Fernandina; pero el plan abortó por la intromisión de
Washington cuando el 10 de ese mes las autoridades norteamericanas procedieron a
confiscar las armas del Lagonda, y pocos días después las que serian llevadas en el
Amadis y el Baracoa.
El impetuoso comienzo de esa campaña y sus diferencias con la de 1868-1878,
provocó en Washington preocupación ante la posibilidad de una derrota de España, y
decidió ofrecer mayor apoyo a ésta.
Estados Unidos siguió con atención el desarrollo de la guerra, en espera del momento
en que España fuera incapaz de dominar la situación. En tanto, mantuvo su negativa de
reconocer al gobierno de la República de Cuba en Armas y la beligerancia del Ejercito
Libertador, para evitar compromisos que entorpecieran el aprovechamiento de cualquier
pretexto para intervenir en la Isla.
A mediados de 1897 comenzaron a apreciarse los primeros pasos destinados a allanar
el camino de la intervención, tal como evidenciaba la nota cursada por el gobierno
norteamericano al español, en junio de ese año:
“El Presidente (Mc Kinley) se considera obligado, en virtud de los altos deberes del
cargo, a protestar contra la incivilizada e inhumana dirección de la campaña de Cuba.
Posee el derecho, a juicio, de demandar que una guerra casi a la vista de nuestras
costas, que afecta penosamente a los ciudadanos norteamericanos y a los intereses de
los mismos en toda la extensión de la isla, sea conducida de acuerdo con los códigos
militares de la civilización”. (43)
A esta altura de los acontecimientos, España estaba dispuesta a evitar la guerra y dio
varias pruebas de ello, tal como fue confirmado por el propio embajador de Estados
Unidos en ese país, general L. Woodford, en telegrama enviado al presidente de su
gobierno, el 3 de abril de 1898. En él planteó:
“...el gobierno español (...), pide que los Estados Unidos muestren su amistad por
España, retirando sus buques de guerra de la vecindad de Cuba y Cayo Hueso, tan
pronto como se proclame el armisticio. El gobierno español continuará ese armisticio
hasta que hayan razonables esperanzas de que se pueda asegurar la paz en Cuba (...)
A mí me consta que la Reina y su Gobierno desean la paz como la desea también el
pueblo español”. (46)
Pero la alternativa escogida por Washington desde principios de 1897 fue la guerra con
España. Por ello, mostrando oídos sordos a las peticiones españolas, la declaró el 21
de abril de 1898, un día después de ser aprobado por el Congreso y el Senado de los
Estados Unidos un documento conocido como Resolución Conjunta*, en cuya
redacción se trataba de encubrir la decisión tomada de antemano.
Papel del Ejército Libertador y del General en Jefe Máximo Gómez y del
Lugarteniente General Calixto García Iñiguez en la Guerra Hispano-cubano-
norteamericana.
A comienzos de 1898, la derrota de España era solo cuestión de tiempo; en ella fueron
factores determinantes el dominio del teatro de operaciones militares por el Ejercito
Libertador y el acusado agotamiento de la metrópoli. La oportunista participación
norteamericana sólo aceleró el inminente colapso.
El mando militar de las tropas interventoras solicitó directamente la ayuda de los
cubanos al mayor general Calixto García, ignorando así al Consejo de Gobierno de la
República de Cuba en Armas y al mayor general Máximo Gómez, General en Jefe del
Ejercito Libertador. Tal conducta perseguía la deliberada pretensión de agudizar las
discordias entre el mando militar del Ejercito Libertador y el gobierno de la República de
Cuba en Armas, para profundizar la división entre jefes y funcionarios.
Esto fue reconocido por los altos jefes navales de España que tomaban parte en la
contienda. En carta enviada por el almirante Pascual Cervera, jefe de la escuadra
hispana en Santiago de Cuba, al capitán de navío Víctor M. Concas, le expresaba:
“Me pregunto si me es lícito callar y hacerme solidario de aventuras que causarán, si
ocurren, la total ruina de España; y todo por defender una isla que fue nuestra; porque
aun cuando no la perdiésemos de derecho con la guerra, la tenemos perdida de hecho
(...) defendiendo un ideal que ya sólo es romántico”. (49)
La opinión de Concas al respecto resultó concluyente:
“Aunque los escritores americanos pretendan negarlo, la insurrección de Cuba había
terminado la guerra, y la Isla no era ya nuestra, como dijo el almirante Cervera en la
carta del 26 de febrero de 1898...”. (50).
Ante ese agravio, el victorioso jefe militar cubano envió una carta de protesta al mayor
general William Shafter, jefe de las tropas norteamericanas:
“Circula el rumor que, por lo absurdo, no es digno de crédito general, de que la orden
de impedir a mi Ejercito la entrada en Santiago de Cuba ha obedecido al temor de
venganza y represalias contra los españoles. Permítame usted que proteste contra la
más ligera sombra de semejante pensamiento, porque no somos un pueblo salvaje que
desconoce los principios de la guerra civilizada: formamos un ejercito pobre y
harapiento, tan pobre y harapiento como lo fue él ejercito de nuestros antepasados en
su guerra noble por la independencia de los Estados Unidos de América; pero a
semejanza de los héroes de Saratoga y Yorktown, respetamos demasiado nuestra
causa para mancharla con la barbarie y la cobardía”. (51) Debido a ese incidente, el
mayor general García presentó su renuncia como Jefe del Departamento Oriental, la
cual fue aceptada por el General en Jefe ante la delicada situación en que la
prepotencia del mando norteamericano lo había colocado. Días después, el 13 de
agosto de 1898, el Consejo de Gobierno lo destituyó de su cargo de Lugarteniente
General.
España capituló el 12 de agosto. La forma peculiar de finalizar la contienda no posibilitó
la creación de un nuevo Estado, como el resto de América Latina, y mantuvo las
estructuras del poder colonial, necesarias a los norteamericanos para cumplimentar sus
planes.
Con profundo pesar y proféticas palabras, el mayor general Máximo Gómez reflejó, al
final de su Diario de Campaña:
“Tristes se han ido ellos y tristes hemos quedado nosotros; porque un poder extranjero
los ha sustituido. Yo soñaba con la paz con España, yo esperaba despedir con respeto
a los valientes soldados españoles, con los cuales nos encontramos siempre frente a
frente en los campos de batalla (...) Pero los Americanos han amargado con su tutela
impuesta por la fuerza, la alegría de los cubanos vencedores; y no supieron endulzar la
pena de los vencidos”.
“La situación pues, que se le ha creado a este Pueblo; de miseria material y de
apenamiento, por estar cohibido en todos sus actos de soberanía, es cada vez más
aflictiva, y el día que termine tan extraña situación, es posible que no dejen los
americanos aquí ni un adarme de simpatía”. (54)
Detectar tal fenómeno histórico, estudiarlo y denunciarlo, fue privativo de las figuras
mas destacadas de ese periodo, entre las cuales sobresalió José Martí:
“Desde la cuna soñó en estos dominios el pueblo del Norte, con él “nada sería más
conveniente” de Jefferson; con “los trece gobiernos destinados” de Adams; con “la
visión profética” de Clay... y cuando un pueblo rapaz de raíz, criado en la esperanza y
certidumbre de la posesión del continente, llega a serlo, con la espuela de los celos de
Europa y de su ambición de pueblo universal, como la garantía indispensable de su
poder futuro, y el mercado obligatorio y único de la producción falsa que cree necesario
mantener, y aumentar para que no decaigan su influjo y su fausto, urge ponerle cuantos
frenos se puedan fraguar, con el pudor de las ideas, el aumento rápido y hábil de los
intereses opuestos, el ajuste franco y pronto de cuantos tengan la misma razón de
temer, y la declaración de la verdad”. (55)
El general Leonardo Wood*, al frente del gobierno de ocupación militar a partir de 1900,
trató de neutralizar a los líderes independentistas:
“Propongo crear un comité integrado por el general Gómez, el general Rodríguez y
algún otro de los antiguos generales, para que velen por los soldados viejos y lisiados
de la guerra; darle al general Gómez $ 5 000 anuales, a Rodríguez $ 3 600 y a
cualquier otro asociado $ 2 400. Estos hombres gozan de una gran influencia en él
ejercito y en el pueblo. En la practica se están muriendo de hambre, al menos, viven de
lo que les dan sus amigos”. (57)
Por supuesto, Gómez rechazó la oferta y manifestó su renuencia a limitar su fidelidad
política. El plan Wood no se materializó.
El 1ro. de enero de 1899, el general norteamericano reunió a varios altos oficiales del
Ejercito Libertador, entre ellos a Bartolomé Masó**, y los exhortó a respaldar la política
de su gobierno hacia Cuba. Los cubanos lo acusaron de favorecer el control
permanente de Estados Unidos sobre la Isla y uno de ellos, el general José Miró
Argenter, le imputó estar planificando la anexión en vez de la independencia.
Hipócritamente Wood lo negó.
Apreciando que los cubanos no cejarían en el empeño de alcanzar la independencia sin
restricciones, los gobernantes norteamericanos comprendieron que no les seria fácil
cambiar el espíritu de la Resolución Conjunta y pensaron en una formula para mantener
la Isla “...ligada a nosotros por vínculos de intimidad y fuerza...”, justificándolos como
necesarios para “...asegurar el perdurable bienestar...” de ella. (58)
Los hombres de negocios estadounidenses desempeñaron un papel principal en tales
circunstancias. George B. Hopkins, importante magnate, escribió al senador Spooner:
“...nos impresionamos de manera favorable con la magnifica oportunidad que se ofrece
para la construcción de un tronco de líneas ferroviarias por todo el medio de Cuba hasta
Santiago, con algunos ramales laterales hacia las poblaciones portuarias del norte y del
sur... Si no se hace como una proposición comercial, debe realizarse inmediatamente
con propósitos militares”.
“...consideramos que le corresponde al capital, americano construir este Ferrocarril y
aquí pudiera ser promovido por las personas indicadas”.
“Queremos decir que no debe permitirse que se despoje a los americanos de los
negocios ni de nada en Cuba. Es, y con mucho, el pedazo de tierra más valiosa que yo
haya visto jamás... Ahora y siempre los intereses comerciales favorecen la anexión.
Sobrellévense las condiciones actuales, o cualesquiera otras condiciones decentes,
durante el periodo de tiempo relativamente corto, y los intereses comerciales llegaran a
ser tan poderosos que podrán dictaminar y dictaminarán la política final de todo el
pueblo...”. (59)
Lo propuesto no sólo suministraría grandes ganancias a Estados Unidos, sino que,
además, aumentaría su influencia en Cuba, estimularía el aumento de sus inversiones y
comercio, y acondicionaría el camino para el control total en ella.
La mentalidad prevaleciente entonces en las altas esferas del gobierno norteamericano
se evidencia en el siguiente fragmento de una carta del ex-presidente Grover
Cleveland, de fecha 26 de marzo de 1900: “Me temo que Cuba debiera ser sumergida
por algún tiempo antes de que pudiera ser un estado, territorio o colonia de los Estados
Unidos del que estuviéramos especialmente orgullosos”. (60) La posibilidad del
exterminio de la población cubana manejada años antes por Breckenridge, era
nuevamente sugerida.
Mark Twain, celebre escritor norteamericano, refiriéndose a la Resolución Conjunta,
escribió en él más importante de sus trabajos antiimperialistas que existía un fuerte
movimiento “...para evadirnos de nuestro contrato con Cuba establecido por el
Congreso. Se trata de un país rico y muchos de nosotros ya comenzamos a pensar que
el convenio fue un error sentimental”. (61)
El 28 de julio de 1900, el United States Investor, principal diario de Wall Street, publicó
en un editorial la previsión de Twain y comentaba que su país cometió “...un gran error
cuando prometimos darla la Independencia al pueblo cubano. Por desgracia, el pueblo
americano es impulsivo e indiscreto. Debemos romper el compromiso porque nuestro
interés es hacerlo así. Retirarse de Cuba sería un crimen que no estaría justificado por
una promesa hecha, por ignorancia, a los cubanos”. (62) El vocero yanqui terminaba
demandando proceder a la anexión para poner fin al problema.
El gobierno interventor dictó la Orden Militar No. 301 de fecha 25 de julio de 1900,
estableciendo la convocatoria a elecciones para delegados a una asamblea o
convención destinada a redactar y adoptar la Constitución de la república que se
establecería en Cuba. La Asamblea Constituyente celebró su primera sesión el 5 de
noviembre de 1900. En ella el gobernador Wood se dirigió a los delegados:
“Será nuestro deber, en primer termino, redactar y adoptar una constitución para Cuba,
y una vez terminada ésta, formular cuales deben ser a nuestro juicio las relaciones
entre Cuba y los Estados Unidos”. (63)
El 11 de febrero finalizaron los debates con la aprobación del texto constitucional. Al día
siguiente, llegado el momento de discutir las relaciones bilaterales, la Asamblea
Constituyente designó una comisión de cinco miembros para que se encargara de
estudiar y proponer cuales debían ser sus bases. De inmediato Wood les hizo saber las
instrucciones recibidas del secretario de Guerra de su país, Elihu Root, sobre los
extremos que el ejecutivo norteamericano sugería y recomendaba.
Tales instrucciones, con muy pocas modificaciones, eran los artículos que conformaban
el cuerpo de la Enmienda Platt, la cual fue presentada en el Senado norteamericano el
26 de febrero por el presidente de la Comisión de Relaciones con Cuba, el senador
Orville H. Platt. En la madrugada del 28 de febrero quedó aprobada, con la oposición de
algunos congresistas simpatizantes con la causa cubana, como una enmienda al
proyecto 14017 de la Cámara, que fijaba los créditos para el sostenimiento del ejercito
de ocupación militar en Cuba.
Paralelamente, la comisión designada por la Asamblea constituyente cubana para
redactar el proyecto acerca de las relaciones a establecer con Estados Unidos,
entregaba un informe contentivo de cinco declaraciones bases contrapuestas a las
instrucciones impartidas por Wood, en especial a las relativas al reconocimiento del
derecho de intervención y al establecimiento de estaciones navales en la Isla.
Ente las declaraciones de la comisión se destacaban la primera, por su antagonismo
con respecto a la Enmienda Platt y al primer artículo del Tratado Permanente que sería
igualmente impuesto, muy parecidos en su letra pero con finalidades opuestas al
contenido del documento cubano. Y la quinta, concerniente al verdadero objetivo de la
“reciprocidad” comercial que esa nación establecería con Cuba.
Por mediación de Wood, la Asamblea Constituyente recibió una comunicación que en
esencia planteaba la imposibilidad del presidente de Estados Unidos de modificar el
texto de la Enmienda aprobada por ambas Cámaras, y de retirar él ejercito de
ocupación mientras esta no fuera aceptada como apéndice a la Constitución cubana.
Ante el dilema “capitulación o rebeldía”, fue aceptada dieciséis votos contra once.
Al terminar la sesión, el general José Lacret Morlot, uno de los que votó “NO”, exclamó:
“...Hoy, 28 de mayo de 1901, día para mí de luto, nos hemos esclavizado para siempre
con férreas y gruesas cadenas” (64)
En su escrito Voto particular contra la Enmienda Platt, el patriota Salvador Cisneros
Betancourt expuso las razones de su oposición al documento:
“Que con dichas relaciones está de manifiesto que los americanos no vinieron a Cuba
puramente por humanidad como pregonaban; sino con miras particulares y muy
interesadas”.
“Que no debemos caer en una celada; vendiendo nuestra honra e independencia
absoluta, por concesiones que hagamos a favor de los Estados Unidos, sin que por su
parte nos concedan ventaja alguna”. (65)
Sobre el hecho, Leonardo Wood expresó:
“Por supuesto, que a Cuba se le ha dejado poca o ninguna independencia con la
Enmienda Platt (...) todo lo cual es evidente que está en lo absoluto en nuestras manos
y creo que no hay un gobierno europeo que la considere por un momento otra cosa sino
lo que es, una verdadera dependencia de los Estados Unidos, y como tal es acreedora
a nuestra consideración. Con el control que sin duda pronto se convertirá en posesión,
en breve prácticamente controlaremos el comercio de azúcar en el mundo. Creo que es
una adquisición muy deseable para los Estados Unidos. La isla sé norteamericanizará
gradualmente y, a su debido tiempo, contaremos con una de las más ricas y deseables
posesiones que haya en el mundo...”. (66)
El pueblo cubano no permaneció impasible ante la acción escamoteadora de su
independencia, y así lo demostró el 2 de marzo de 1901 cuando una nutrida
manifestación se dirigió al lugar donde se reunía la Asamblea Constituyente para
pronunciarse contra le Enmienda, y después hacia el Palacio de los Capitanes
Generales, residencia de Wood, para manifestarle el total rechazo al documento.
En carta dirigida a Root, el 25 de octubre de 1901, Wood se refirió brevemente al
asunto, señalando: “Con el control que ejercemos sobre Cuba “por medio de la
Enmienda Platt”, control éste que indudablemente pronto habrá de convertirse en
posesión, combinado con otras tierras productoras de azúcar que ahora nos
pertenecen, en muy poco tiempo dominaremos el negocio azucarero del mundo o, por
lo menos, una gran parte de él... considero a cuba como la más deseable
adquisición que pudieran hacer los estados unidos. por si sola vale lo que dos
estados sureños, posiblemente tres cualesquiera, con excepción de Texas... es
probable que, tan pronto nuestros productores nacionales de azucara
comprendan que nuestra política es darle una oportunidad a cuba, trasladen, sin
lugar a dudas, sus industrias a la misma, y la isla, bajo el ímpetu de una energía y
un capital nuevos, no solo se desarrolle sino que se americanice gradualmente y,
en su oportunidad, lleguemos a contar con una de las mas ricas y apetecibles
posesiones del mundo (señalado por los autores) ”. (67)
“La República de Cuba arrienda por el presente a los Estados Unidos “por el tiempo que
las necesitaren”** y para el objeto de establecer en ellas estaciones carboneras y
navales, las extensiones de tierra y agua situadas en la Isla de Cuba que a continuación
se describen...”. (69)
Mientras en el III del tratado de 1934 se señalaba:
“En tanto las dos partes contratantes no se pongan de acuerdo para la modificación o
abrogación de las estipulaciones del Convenio firmado por el Presidente de la
República de Cuba el 16 de febrero de 1903, y por el Presidente de los Estados Unidos
de América el 23 del mismo mes y año, (...) seguirán en vigor las estipulaciones de ese
Convenio en cuanto a la Estación Naval de Guantánamo”. (70)
A lo anteriormente expuesto se suma la letra del Tratado Permanente del 22 de mayo
de 1903, en esencia contenida en la Enmienda Platt. Nada hay más contradictorio entre
sí que los artículos I y VII, cuya comparación no deja dudas de que Cuba era
considerada por Estados Unidos como una propiedad.
El precio del arriendo en dos mil pesos moneda de oro –en la actualidad 4 085 dólares
anuales, es decir unos 340 mensuales, es por demás ridículo. Por una elemental
cuestión de principios, desde 1959 la Revolución no ha hecho efectivo los cheques y
“...se coleccionan para exhibirlos en el Museo de la Base Naval cuando sea devuelta a
Cuba”. (71)
En la práctica, el Tratado de Reciprocidad Comercial entre Cuba y los Estados Unidos
fue otro instrumento para la consumación del dominio económico imperialista, cuyas
primeras manifestaciones se apreciaban ya desde el siglo XIX. Entre la ultima década
de este y principios del siguiente, Estados Unidos se convirtió en la verdadera metrópoli
económica de Cuba, con inversiones millonarias y el control monopólico de su industria
azucarera.
Las tres intervenciones militares yanquis: 1906, 1909 y 1912. Los gobiernos de
Charles Magno (1906-08), José Miguel Gómez (1909-12), Alfredo Zayas (1921-25) y
Gerardo Machado (1925-33).
Durante este período, del seno del pueblo surgieron personalidades como Alfredo
López, Julio Antonio Mella, Carlos Baliño, Rugen Martínez Villena, Pablo de la Torriente
Brau, Antonio Guiteras Holmes y otros muchos, devenidos continuadores de la lucha
iniciada en el pasado siglo y fieles exponentes del antiimperialismo.
La figura del servil Machado se convirtió en estorbo para Estados Unidos, cuyo
gobierno, entonces presidido por Franklin Delano Roosevelt, envió a Benjamin Sumner
Welles. Este llegó a Cuba el primero de mayo de 1933, con la misión de lograr “la
mediación” y ponerse en contacto con los jefes de la oposición.
El 12 de agosto, el tirano Gerardo Machado huyó del país, no a consecuencia de “la
mediación”, sino por la situación revolucionaria. Sin embargo, la revolución resultaría
nuevamente frustrada con el concurso de Estados Unidos, que a partir de ese momento
trabajaría por sentar las bases para utilizar a “un hombre fuerte” sustentado en un
ejercito y órganos represivos, siempre bajo su apoyo y asesoramiento.
La madrugada del 4 de septiembre, el embajador Welles resultó sorprendido cuando un
grupo de sargentos y soldados, junto con fuerzas opositoras al gobierno de Carlos M.
de Céspedes (hijo), provocaron un golpe militar del cual emergió la figura del sargento
Fulgencio Batista Zaldivar.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, en medio del júbilo cubano por la victoria, la
insinuación de algunos voceros de retener las bases provisionales en el Caribe provocó
inquietudes populares. La pronta reintegración a Cuba de las áreas del territorio
nacional ocupadas por los citados enclaves militares se convirtió en factor aglutinante
de la población, que frustró la intención yanqui de conservarlos.
Para entonces Estados Unidos promovió un reordenamiento de sus relaciones con
América Latina y pasó a ejercer mayor dominio económico y político en la región. Un
paso importante en ello fue la creación de la Organización de Estados Americanos
(OEA), en 1948, empleada para mantener a los gobiernos latinoamericanos atados a
sus designios y dar visos legales a su injerencia.
A partir de finales de la década del 40 acaecieron en América Latina una serie de
golpes de Estado dirigidos a elevar al poder a las camarillas más reaccionarias.
Siguiendo esa línea, Estados Unidos fomentó abiertamente la ocurrencia de una
situación similar en Cuba, donde no obstante el servil sometimiento de los gobiernos de
Ramón Grau y Carlos Prío, las autoridades norteamericanas no se sentían satisfechas
ni confiadas con la situación interna, y aspiraban a un sometimiento mas completo del
país.
Durante la presidencia de Prío tuvo lugar otro de los muchos incidentes que provocaron
la indignación de los cubanos, cuando el 11 de marzo de 1949 un grupo de marineros
yanquis, pertenecientes a un buque de guerra anclado en la bahía de La Habana en
“visita de buena voluntad”, ultrajó la estatua de José Martí situada en el Parque Central
de la capital. La policía del régimen intervino, pero solo para proteger de la ira popular a
los profanadores.
Tanto el gobierno norteamericano como los sectores más reaccionarios de las clases
dominantes nacionales temían seriamente un triunfo del Partido del Pueblo Cubano
(Ortodoxo), lidereado por Eduardo R. Chibás*, en las elecciones de junio de 1952. Si
así resultaba, corrían el riesgo de que, sin que ello implicara un cambio social
revolucionario, el movimiento popular se fortaleciera. La inminencia de la victoria
ortodoxa conllevó al golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, encabezado por
Fulgencio Batista, con apoyo estadounidense. Desde ese día, hasta el 31 de diciembre
de 1958, Estados Unidos le prestó apoyo económico, político y militar, materializado
con el envío de asesores, suministro logístico, misiones militares y preparación de
cuadros. Las bombas y cohetes lanzados por la aviación del régimen contra los
territorios y poblados ocupados por el Ejercito Rebelde, llevaban la bandera de ese país
y la base naval de Guantánamo fue utilizada para apoyar las operaciones militares de la
tiranía.
Durante esta etapa el injerencismo yanqui no se detuvo. Esto quedó demostrado por la
labor de los embajadores Arthur Gardner y Earl T. Smith, este ultimo llegado a Cuba a
mediados de 1957 en sustitución del primero, quien era intimo de Batista y cuya labor
comenzó a ser considerada a finales de 1956 por el ascenso de la lucha.
Smith dio pasos para penetrar las filas revolucionarias y propiciar el incremento de la
actividad de la CIA; además, se encargó de transmitir personalmente a Batista las
instrucciones de su gobierno sobre la estrategia a seguir para enfrentar la crisis política
desatada en Cuba.
Según propia confesión en su libro The Fourth Floor (El Cuarto Piso) (78), llegó a
Cuba con dos directrices fundamentales: borrar la imagen publica dejada por Gardner
en el sentido de una estrecha vinculación de dependencia entre el régimen y su
gobierno, y convencer a Batista de lo imprescindible de mejorar su propia situación.
La administración norteamericana seguía apoyándolo, pero preveía la necesidad de
sustituirlo en un momento dado; realidad que explica el doble juego desarrollado por
Smith al reunirse frecuentemente con figuras de la oposición burguesa.
Debido al auge de la lucha revolucionaria, Batista decidió una vez mas suspender las
garantías constitucionales y restablecer la censura de prensa, en franca contradicción
con las instrucciones recibidas de sus protectores, que le habían recomendado
presentar una imagen grata ante la opinión pública.
Como colofón a la situación creada, Smith y Batista se entrevistaron nuevamente el 17
de diciembre de 1958. Según el libro citado, el primero de ellos planteó:
“De acuerdo con mis instrucciones, le expuse al Presidente que el Departamento de
Estado miraba con escepticismo cualquier plan o intención de su parte que significara
permanencia indefinidamente en Cuba. Le sugerí a Batista que se pasara un año o más
en España o en cualquier otro país y que no demorara su salida de Cuba mas tiempo
que el necesario para una ordenada transmisión de poderes”. (79)
Posteriormente el diplomático norteamericano reconoció el carácter intervencionista de
su papel: “Los Estados Unidos, diplomática, pero claramente, le habían dicho al
Presidente de la República que debía irse de su propio país”. (80)
6. Triunfo de la Revolución Cubana el 1º. de Enero de 1959
El triunfo de la Revolución, el primero de enero de 1959, puso fin para siempre al ciclo
de sucesivos regímenes al servicio de Estados Unidos. Los acontecimientos posteriores
son conocidos: el gobierno norteamericano estaba erróneamente convencido de que a
la larga podría solucionar cualquier situación interna en Cuba.
Desde fines del último trimestre de 1957 y durante todo 1958, la estación CIA radicada
en La Habana se dedicó al estudio y penetración de algunas organizaciones
participantes en la guerra de liberación nacional con el objetivo de establecer,
conjuntamente con un grupo de militares no comprometidos con los crímenes de ésta,
un gobierno cívico-militar destinado a escamotear el triunfo al pueblo.
Sus servicios de inteligencia mantenían un estudio sobre la personalidad de Fidel
Castro. Una nota del White House Special Staftf (equipo de asesores y ayudantes
personales del presidente), del 13 de enero de 1959, señalaba:
“Castro ha contactado con comunistas –grupo de vanguardia durante sus días
universitarios- y han existido reportes continuos de su posible afiliación comunista de
parte de algunos de los máximos dirigentes. Sin embargo, no existe en la actualidad
una seguridad de que Castro es comunista...
“Castro parece ser nacionalista y algo socialista; aunque también ha criticado y alegado
el apoyo de Estados Unidos a Batista, no se puede decir que es personalmente hostil a
Estados Unidos...”. (81)
A pesar de la hostilidad yanqui, en todo momento la actitud del gobierno cubano ha sido
abierta al debate. En ese sentido, el 22 de febrero de 1960 manifestó:
“El gobierno de Cuba comparte el criterio de que las negociaciones de las cuestiones
pendientes entre ambos gobiernos se efectúen en una atmósfera adecuada con estricta
observancia del derecho internacional y de las respectivas leyes nacionales y dentro del
espíritu de la tradicional amistad entre Estados Unidos de Norteamérica y Cuba y la
solidaridad interamericana”. (83)
La respuesta recibida es muestra de una total falta de voluntad conciliatoria:
“...el gobierno de los Estados Unidos no puede aceptar las condiciones para las
negociaciones... Según fue expuesto por el Presidente Eisenhower el 26 de enero, el
gobierno de los Estados Unidos debe permanecer libre, en el ejercicio de su soberanía,
para dar los pasos que considere necesarios, totalmente consistentes con sus
obligaciones internacionales, en defensa de los derechos legítimos y los intereses del
pueblo. El gobierno de los Estados Unidos cree que estos derechos e intereses han
sido adversamente afectados por los actos unilaterales de Cuba. (84)
El capitán de navío William C. Chapman, quien como jefe de operaciones a bordo del
portaaviones CVS-9 Essex en la operación de apoyo a la que denominaron “Fuerza
Expedicionaria Cubana” (FEC), conocida convencionalmente por el mando naval
estadounidense como Bumpy Road (Camino Turbulento), declaró:
“...El lunes 3 de abril de 1961, el portaaviones antisubmarino “Essex” salió de Norfolk,
con su dotación completa de aviones y helicópteros. (...) Los pilotos del portaaviones
recibieron una información “muy secreta”. Se les informó que iban hacia Cuba, a
participar en una invasión planificada...”
“El día D para la invasión fue el 17 de abril. Al atardecer del 14, el “Essex” se había
trasladado a un área a unos 540 Km al suroeste de Bahía de Cochinos. Probablemente
al anochecer del 13 de abril se les comunicó la operación que se iba a realizar al resto
de los pilotos a bordo del CVS-9. La CIA había solicitado a la Junta de Jefes de Estado
Mayor, que suministrara cobertura aérea con la aviación naval sobre los buques de la
FEC, desde las 06 00 horas hasta el atardecer del D-2 y D-1 (15 y 16 de abril)”.
“Su misión era escoltar y asegurar la travesía de un grupo de buques de transporte que
venían de América Latina, con rumbo noreste hacia Cuba. (...) Las ordenes de
Washington planteaban que esta operación debía realizarse de manera tal que EE.UU.
pudiera negar su participación en ella”.
“Durante la noche del 18 al 19 de abril, a pedido de la CIA y con la aprobación del
Presidente John F. Kennedy, la Junta de Jefes de Estado Mayor ordenó al Jefe del
Comando del Atlántico dar cobertura con seis aviones sin marcas entre las 06:30 y
07:30 horas, para defender a la FEC de los ataques de los aviones de Castro”. (90)
Seis aviones modelo Skyhawk, procedentes del Essex, realizaron vuelos de cobertura
aérea y de reconocimiento sobre la región de acciones combativas. Además, se
encontraban involucrados en la operación el portahelicópteros LPH-4 Boxer, con un
batallón de infantería de marina a bordo; los destructores DD-507 Conway, el DD-756
Murray y el buque de desembarco LSD-25 San Marcos. La única posibilidad real y
verdadero propósito de la brigada mercenaria era establecer una cabeza de playa y
mantenerla por un periodo relativamente corto, con la finalidad de asentar en ella un
gobierno provisional que justificara la ulterior intervención norteamericana.
En sus memorias, Richard Nixon relató, que un día después de la derrota en Playa
Girón sostuvo un encuentro con Kennedy, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, donde
este le confió su frustración ante la derrota sufrida y, refiriéndose a sus asesores de la
CIA, la Junta de Jefes de Estado Mayor y los miembros del gabinete, dijo: “Cada uno de
estos hijos de perra con los cuales consulté, me aseguró que el plan tendría éxito”. (91)
Días después del descalabro, Kennedy se reunió con un grupo de personalidades:
Eisenhower, Nixon, Edgard Hoover, Mac Arthur, Truman y Rockefeller, entre otros. El
entonces senador Barry Goldwater, posteriormente candidato a la presidencia por el
Partido Republicano, también presente, dijo:
“Los Estados Unidos no pueden permitir que un país comunista exista cerca de sus
playas... Los Estados Unidos deberían recurrir a un bloqueo aéreo y naval. Si esto falla,
deberá recurrir a la Organización de Estados Americanos. Y si esto también falla,
entonces tendremos que tomar la acción nosotros mismos. Esto significa intervención
militar directa. Si todo lo demás falla, yo lo apoyaría”. (92)
La Operación “Mangosta”.
Poco después, Kennedy ordenó investigar las causas del fracaso. Para ello creó una
comisión que, luego de cuatro meses de trabajo, recomendó: “...emprender una nueva
valoración de la situación cubana a la luz de todos los factores actualmente conocidos,
y emprender nuevas medidas políticas, militares, económicas y propagandísticas contra
Castro”. (93)
El informe sirvió como base para la creación de un nuevo plan secreto –Operación
Mongoose (Mangosta)-, que incluía, entre sus opciones, la recopilación de datos de
inteligencia, subversión, sabotajes, asesinato de dirigentes y acciones militares directas.
Como parte de él, las organizaciones contrarrevolucionarias internas, incluyendo las
bandas que operaban en el Escambray y en otras regiones del país, recibirían un sólido
apoyo.
“La Doctrina Monroe significa hoy, para mí, lo mismo que ha significado desde que la
enunciaron los presidentes Monroe y John Quincy Adams, esto es, que nos oponemos
firmemente a toda intervención de una potencia extranjera en el hemisferio occidental.
Por eso nos oponemos a lo que está ocurriendo hoy en Cuba”.
“Por eso, suspendimos nuestro comercio con Cuba y, por eso colaboramos con la
Organización de Estados Americanos en otras formas para aislar a la amenaza
comunista de Cuba. Por eso continuaremos luchando y prestando gran parte de nuestra
atención y nuestros esfuerzos a la cuestión”. (95)
Refiriéndose a Cuba, el senador Everett M. Dirksen, manifestó ante el Congreso, el 17
de septiembre: “Esta es, no solamente una amenaza para nuestro pueblo en los
Estados Unidos; es una violación de una de nuestras básicas declaraciones de libertad,
de la Doctrina Monroe, en vista de que se trata de una amenaza que hace una nación
extranjera a todo el hemisferio occidental”. (96)
Luego de una serie de acciones incluidas en la escalada agresiva, el 3 de octubre de
1962 el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley Publica 87-33, que representaba
una verdadera declaración de la guerra contra Cuba y, enmarcada en el espíritu y la
letra de la Doctrina Monroe, invocaba al Tratado de Río. En ella se expresaba la
determinación de Estados Unidos de:
a- impedir por cualesquiera medios que fuesen necesarios, incluso el uso de las
armas, que el régimen marxista leninista de Cuba propague, por la fuerza o
amenaza de fuerza, sus actividades agresivas o subversivas a cualquier parte de
este hemisferio;
b- impedir en Cuba la creación o utilización de una capacidad militar apoyada
externamente, que ponga en peligro la seguridad de los Estados Unidos y;
c- trabajar con la Organización de Estados Americanos y con los cubanos amantes de
la libertad, conjuntamente a fin de apoyar las aspiraciones de autodeterminación del
pueblo de Cuba”. (97)
Agravamiento de las tensiones y los conflictos en las décadas ’60 y ’70 del siglo XX.
Asimismo, propugnaba acciones agresivas contra Cuba a partir de una gran campaña
propagandística, destacando “...su política de agresión hacia sus naciones hermanas
en las Américas, y propugnaba que, de fallar tal procedimiento, debía acudirse a ...una
guerra de liberación contra Castro”. Como otra alternativa proponía estimular a los
cubanos a llevar a cabo cambios en política exterior y, de realizarse éste, Estados
Unidos sería “generoso”.
El 20 de enero de 1981 Reagan asumió la administración y de inmediato puso en
practica una serie de medidas agresivas anticubanas, entre las que pueden señalarse:
las acusaciones contra la Isla como exportadora de la revolución a Centroamérica;
presiones a distintos gobiernos latinoamericanos para que modificaran o rompiesen sus
relaciones con ella, y su oposición a la presencia de ésta en el diálogo Norte-Sur, en
Cancún, México.
Durante los años 1981 y 1982, esa política se caracterizó por la intensificación de la
lucha sicológica y el incremento de la hostilidad en las declaraciones de importantes
funcionarios, así como por las amenazas de agresión militar, incluidos grandes
ejercicios en áreas relativamente cercanas a territorio cubano. Ese aumento de la
actividad militar coincidía con el auge de la tensión en el plano político y diplomático.
En octubre de 1983, Reagan firmó la Ley de transmisiones Radiales hacia Cuba, dando
vida a la mal llamada Radio Martí, emisora que el 20 de mayo de 1985 comenzó a
invadir el espacio radioelectrónico cubano, en franca violación de las regulaciones
internacionales. Así, convertía este tipo de agresión en medio para perfeccionar la lucha
ideológica.
Su política con respecto a nuestro país fue una combinación de los instrumentos de la
lucha ideológica con la amenaza militar, presiones político-diplomáticas y medidas
tendientes a fortalecer el bloqueo económico. La administración Reagan puso énfasis
en vincular el diferendo con Cuba al conflicto en Centroamérica, argumento orientado a
lograr la aprobación de fondos con destino a la “contra” nicaragüense, al gobierno de El
Salvador y a la UNITA, en Angola.
5. El gobierno de Bush ( padre): 1989-1993. Desaparición del campo socialista
y de la URSS.
Al valorar cual es la más viable, plantea que la referida a aumentar las presiones no
parece ser la destinada a obtener éxito en cuanto a la caída del régimen, de no estar
acompañada por una intervención militar en gran escala. Esto, según ellos, tendría para
Estados Unidos un enorme costo político, diplomático y probablemente humano, y
proponen que, de llegar a tal extremo, la acción debe ser realizada en coordinación con
la Organización de Estados Americanos, o dirigida por ésta.
Precisa, además, que la disminución de la presiones, principalmente el levantamiento
del bloqueo, daría un gran respiro a la Revolución y la afianzaría en el poder. Y señala
la interrogante de por que levantar el bloqueo en momentos en que es más efectivo por
estar acompañado por otro, ocasionado por la desaparición de la URSS. Asimismo,
expresa que, una vez levantado aquel y desarrollados los vínculos económicos y
comerciales con Cuba, sería virtualmente imposible reimplantarlo si se pretendiera por
cualquier coyuntura.
El estudio de Dialogo Interamericano, también realizado en el 1992, refleja una actitud
moderada, aunque no exenta de exigencias favorables a las pretensiones
estadounidenses sobre Cuba. Los integrantes de esa organización partieron del criterio
de que el aislamiento de la Isla de la comunidad interamericana resulta anacrónico e
innecesario, y presentaron al gobierno estadounidense las siguientes proposiciones:
- dejar bien en claro que no tiene intenciones de invadirla y su condena severa a las
acciones violentas del exilio;
- promover el libre flujo de información e ideas, incluido el turismo, levantando las
trabas impuestas por el bloqueo, aunque condicionando esto a la conducta de Cuba;
- sugiere que las transmisiones de Radio Martí deben ser responsables y objetivas,
sin empleo de propaganda, y recomienda la cancelación de la Televisión Martí por
violar las convenciones internacionales;
- cooperar con Cuba en asuntos como la lucha contra el narcotráfico; facilitar el envío
de medicinas y alimentos, así como aliviar el bloqueo, en respuesta a “pasos de
Cuba en la democratización”.
Estos tres estudios tienen aspectos coincidentes o pilares básicos, con independencia
de que los dos primeros fueron realizados durante la anterior administración. Entre los
puntos de contacto más significativos pueden enumerarse:
- se reconoce al gobierno cubano determinado margen de maniobra, aunque al
valorar la situación económica estiman limitado el control de las autoridades sobre
los procesos que puedan tener lugar en la Isla;
- el problema cubano debe internacionalizarse mediante la concertación de la
diplomacia multilateral, con la participación de organismos como Naciones Unidas y
sus diferentes foros, la Organización de Estados Americanos, el Parlamento
Europeo y el Parlatino;
- debe aumentarse el libre flujo de información hacia Cuba e implementar una política
de tendido de puentes, lo cual posibilitaría, en el futuro, el desarrollo de una
sociedad civil ajustada a los patrones domésticos estadounidenses.
¿Cuáles son los objetivos perseguidos con las propuestas presentadas? Las reflexiones
de Schulz en su estudio Los Estados Unidos y Cuba: de la estrategia de conflicto al
compromiso constructivo (115), revela la esencia de éstas:
“...hemos alentado la pasividad de los cubanos enajenados del régimen y hemos dado
fuerzas a los que apoyan a Castro. Esta influencia (de la ultraderecha) se ha hecho aun
más fuerte debido a las inexistencia de un grupo político a favor de una línea “menos
dura” y más flexible hacia Cuba”.
“El resultado de lo anterior es que la comunidad cubano norteamericana ha podido
ejercer un veto virtual sobre la política norteamericana”.
“El efecto logrado ha sido intensificar la mentalidad de cerco ya existente, avivar el
fervor nacionalista, desviar la cólera del pueblo hacia el régimen y dirigirla contra el
“coloso del norte”.
Y antes de plantear la “alternativa” razona:
“En breve, las amenazas, el aislamiento y el castigo no constituyen la vía para
promover el cambio en Cuba. Es difícil que estas cuestiones sirvan para derrocar a
Castro a un corto-mediano plazo (los próximos cinco años)”.
“¿Cuál es la alternativa? (...) Una política de compromiso constructivo, concebida para
disminuir las tensiones y abrir a Cuba a la influencia norteamericana, le crearía
problemas mas graves al régimen”.
Aunque expresa: “...la nueva administración debe distanciarse de Mas Canosa y de la
fundación Nacional Cubano-Americana”, aclara: “Esto no significa que debe ignorarse a
la FNCA, es demasiado importante para que lo hagamos”. Estos representantes de la
idea de la anexión, cómplices de la desnacionalización de Cuba, en su “impotencia
permanente”, son, como profetizara Martí, “un factor grave que mañana, perturbará
nuestra república”. (116)
Oportunistamente Schulz asevera: “De nuevo, la agonía de Cuba nos brinda una
oportunidad para demostrar cuánto nos preocupa el pueblo cubano”; como si no fuera
su país el responsable de las penurias que éste enfrenta.
Y añade: “...si el gobierno cubano estuviera dispuesto a responder constructivamente a
algunas de nuestras inquietudes, estaríamos dispuestos a levantar el embargo
parcialmente”. Por supuesto, no pueden renunciar por completo a ese instrumento de
presión.
“Deben encontrarse los medios para penetrar esta insularidad (...) dando facilidades a
los elementos disidentes para que se comuniquen abiertamente y alienten una mayor
fragmentación...” Sin duda, resquebrajar la unidad existente entre el pueblo cubano y la
dirección de la Revolución destaca como piedra angular en ésta y demás “alternativas”.
En sus reflexiones finales, considera: “Nos referimos a un ajuste mas que a una
revocación, del embargo norteamericano. Deberán mantenerse la mayoría de las
restricciones comerciales; seguirán estando prohibidas las inversiones norteamericanas
en Cuba”. Es decir, su objetivo es confundir, maniobrar, siempre en aras del “interés
nacional”, de “la seguridad nacional” de Estados Unidos.
Pero la propuesta tiene un lado aun mas tenebroso: “Esta podría ser una pendiente
resbalosa (...) Un mal paso podría escalar hasta convertir un pequeño problema en algo
de mas envergadura (...) Un golpe, una rebelión o un asesinato no están fuera de la
posibilidad”.
Y afirma: “Entonces la ironía del compromiso constructivo es que podría demostrar ser
una forma más eficaz para socavar la dictadura que las políticas de línea dura de los
castrófobos. Con ello expresa claramente la medula de toda su retórica: la destrucción
de la Revolución cubana. Aunque también es “realista”: “Fidel no carece de recursos
para defenderse (...) Existen grandes posibilidades de que aun lo tengamos allí por
algún tiempo independientemente de lo que hagamos.
“Los Estados Unidos no están interesados en promover una solución violenta de la
crisis. Los resultados podrían ser demasiado sangrientos, y muy bien podríamos vernos
inmersos en una guerra”. Le faltó agregar que sería la Guerra de Todo el Pueblo
cubano, cuyo costo en vidas norteamericanas les disuaden de una acción de ese tipo.
Después de reconocer: “Los cubanos poseen una larga y gloriosa tradición de martirio
heroico”, agrega: “En cualquier caso, Fidel no es inmortal. Debemos pensar en términos
de un largo plazo (...), tal vez ahora sea el momento para comenzar a cultivar muy
discretamente estos elementos (...) con la perspectiva de viabilizar transformaciones
mas profundas una vez que Castro no se encuentre en el poder (...) tal vez podamos
engatusar a Cuba”.
Considera que como “a Castro le queda poco”, se deben crear condiciones para cuando
no esté al frente de la Revolución, propiciar el cambio político de la misma”. (117)
Las alternativas actuales de los “tanques pensantes”* norteamericanos no están
exentos de la esencia hegemonista y geopolítica, vigente en la proyección internacional
de Estados Unidos de América desde su propio surgimiento como nación, refrendada a
lo largo de la historia por los presidentes Adams, Monroe, Buchanam, McKinley, entre
otros, hasta las posiciones ultrarreaccionarias de Reagan y Bush.
Las dificultades por las cuales atraviesa la población cubana, agravadas por el bloqueo
yanqui, no han mermado el sólido y amplio apoyo del pueblo a la dirección política del
país. Prueba de esta afirmación es el resultado de las elecciones del 24 de febrero de
1993, en la cual votó el 99,62% del electorado; de estos votos, el 92,97% fueron
válidos, y de ellos el 95% unidos*. De los 589 candidatos a diputados, 585 obtuvieron a
su favor mas del 90% de los votos; y el 100% de ellos resultó electo.
La verdad se abre paso en tanto los pueblos comprenden que el bloqueo y el presunto
aislamiento de Cuba no conviene a muchos, así como que la lucha denodada de ésta
por incluirse en el mundo actual –sin renunciar a sus principios de independencia y
soberanía, ni a las conquistas sociales alcanzadas-, es una realidad palpable e
irrebatible. Esta posición diáfana y convincente ha quedado cabalmente expuesta en
diferentes intervenciones de dirigentes del Partido y el Estado cubanos.
- el coronel del Ejército Libertador David Johnson, integrante de las fuerzas del mayor
general Calixto García durante la Guerra Chiquita, murió en combate el 3 de julio de
1889;
- el comandante Winchester Dana Osgood y el capitán Chapleaux combatieron
igualmente con las fuerzas del mayor general Calixto García durante la guerra
iniciada en 1895. El primero murió en combate durante el sitio y toma de Tunas, el
17 de octubre de 1896. Otros tres compatriotas suyos integraron la artillería del
mayor general García en el transcurso de esa contienda: el teniente coronel
Frederick Funston, el capitán Cox y el teniente Panny;
- el 3 de agosto de 1896, perdió la vida en el combate de Bacunayagua el ingeniero
Pierre Atkinson, perteneciente a las fuerzas del mayor general Antonio Maceo. En
esa tropa combatieron también el coronel Charles Gordon y el teniente coronel
Howard H. Dowghty;
- en marzo de 1897, murió en acción de guerra el corresponsal Charles Crosby,
comisionado de la Liga Cubano-Americana;
- del buque Florida, el 26 de mayo de 1898, desembarcaron en Cuba veintiséis
norteamericanos integrados a unidades del ejercito Libertador.
El diferendo entre Estados Unidos y Cuba tiene raíces históricas. Su causa esencial
radica en las pretensiones de aquél, que durante mas de dos siglos ha querido imponer
a la Isla sus concepciones hegemónicas y geopolíticas desconociendo el derecho de
ésta a su independencia y soberanía, así como a decidir el régimen económico, político
y social que considere mas conveniente.
Estiman que Cuba debe estar bajo su férula, concepción manifestada prácticamente por
todos sus gobiernos a lo largo de la historia. En el plano político militar, Estados Unidos
siempre ha esgrimido el argumento de que, por su posición geográfica, la Isla
desempeña un papel estratégico para la seguridad y defensa de su territorio
norteamericano y sus vías de comunicación marítimas; y en el económico, la ha
codiciado por su clima, fertilidad del suelo y la existencia de importantes recursos
naturales, así como los puertos y vías de comunicación por mar.
De igual forma, desde tiempos inmemoriales han manifestado que no permitirían la
presencia de ninguna nación extranjera en su traspatio –Cuba-, refiriéndose
específicamente a Rusia, Francia e Inglaterra, en épocas el colonialismo español, y
posteriormente a la otrora Unión Soviética.
Aun en pleno coloniaje español, el capital norteamericano logró introducirse en Cuba y
posteriormente, con la intervención militar, penetró su economía apoderándose de las
mejores tierras y riquezas, del monopolio azucarero y otros importantes recursos.
Desde siempre, los gobernantes estadounidenses han subestimado al pueblo cubano;
su inteligencia y capacidad para administrar y regir su propio destino. Lo han calificado,
de inepto e incapaz de gobernarse, y de satélite soviético, además de emplear
innumerables ofensas y argumentos en su contra.
Entre las diversas concausas o factores a tener en cuenta al estudiar el diferendo
histórico entre ambos Estados, lo esencial radica en la política expansionista y
hegemónica norteamericana, y en su ingente empeño por inculcar a la opinión
publica propia y extranjera –mediante sus poderosos medios de difusión y el
uso de cualesquiera de los espacios a los cuales tienen amplio e influyente
acceso-, la idea de que la Revolución triunfante en enero de 1959 ha sido la
causante de la actual tirantez en esas relaciones.
En particular, Estados Unidos ha manipulado la soberana determinación del pueblo
cubano de escoger el socialismo como régimen social; de su gobierno a trazar la
política interior y exterior más conveniente a los intereses nacionales; de rechazar
cualquier injerencismo, como país libre, y de llevar a la practica el derecho a defender
su identidad y obra.
El discurso de Estados Unidos es bien claro: si la Cuba de hoy es la responsable del
actual estado de cosas, nada mas justo que borrarla o hacerla desaparecer del
hemisferio, para la consecución de la paz de él. Cuando en 1783 John Adams se refería
a la necesidad de apoderarse de la Isla y formulaba la esencia del pensamiento
geopolítico norteamericano hacia ella, no pida justificar su rapaza pretensión con
argumentos similares a los expresados por los gobernantes de su nación a partir de
1959: en Cuba se instauró un régimen comunista que representa un peligro para los
Estados Unidos y el continente.
En aquel entonces aun faltaban 34 años para el nacimiento de Carlos Marx y 64 para
que, junto a Engels, escribiera el Manifiesto Comunista; 85 para la llegada al mundo de
Vladimir Ilich Lenin y 133 para el estallido de la Gran Revolución Socialista de Octubre,
en Rusia; 142 para que naciera Fidel Castro; 175 para el triunfo de la ultima etapa de la
Revolución en Cuba, y 177 para la proclamación d3e su carácter socialista.
Astutamente, Estados Unidos trata de ocultar o tergiversar la verdad acerca del inicio y
causas del diferendo, cuyas primeras manifestaciones se remontan dos siglos atrás,
seguidas de una ininterrumpida política de declaraciones hostiles y actuaciones
injerencistas y rapaces, edulcoradas unas y abiertas otras, según las condiciones del
momento. Como contrapartida e igualmente matizado por las condiciones de su época,
ha estado presente el enfrentamiento de los cubanos, no dispuestos a vivir bajo la
hegemonía imperialista.
Esa contradicción bicentenaria, en la cual ese país, devenido en super potencia, trata
de imponerse y dominar –sin importarle los métodos por sucios e inhumanos que sean,
ni ocultar su odio y desprecio- a la pequeña nación que con dignidad y honor ha
resistido y luchado es, en realidad, la esencia del DIFERENDO HISTORICO EN LAS
RELACIONES ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA Y CUBA.
CONCLUSIONES
La política de inveterado expansionismo de Estados Unidos en lo concerniente a Cuba
está fundamentada en una filosofía determinada. Tan pronto como en 1823 aparece la
“doctrina Monroe” – aunque desde años antes existía el propósito hacia Cuba – a tal
doctrina le siguen en el tiempo sus hijas putativas, o sea, “el destino manifiesto”, “el
fatalismo geográfico”, “La fruta madura”, “el panamericanismo MADE IN USA”, todo un
cordón umbilical que uniera alrededor del Norte a los pueblos al sur del Río Bravo, en
primer lugar, a Cuba.
Durante la Cuba colonial se tejió y estuvieron vigentes las “reglas del juego”hacia Cuba,
que con la República dependiente, solo se ajustaron a nuevas modalidades. La
Revolución Cubana significó la ruptura de tales reglas. Habíamos dejado de ser la
colonia económica de Estados Unidos establecida desde mitad del siglo XIX en que
seguíamos siendo colonia política de España. Aquel colonialismo compartido que
concluyó en 1898, para ser seguido por la República, dependiente de Estados Unidos
hasta 1958, había concluido definitivamente.
La respuesta de Estados Unidos es bien conocida: las agresiones ideológicas, políticas,
económicas y militares de todo tipoy el bloqueo económico, comercial y financiero más
brutal. Esta política unido a la de las intervenciones de todo orden, constituyen al
parecer, la fórmula única que Estados Unidos concibe para las relaciones con Cuba, de
las cuales los pueblos de nuestra América tienen sobrados testimonios. Estamos ante
un diferendo histórico. Un diferendo que comenzó en Cuba colonial, se desarrolló en la
república dependiente y se ha profundizado con la Revolución Cubana.
¿ Es solucionable este diferendo que lleva más de dos siglos de existencia ? Sí. No
hay diferendo internacional que no pueda arreglarse por medios pacíficos sobre la base
del mutuo entendimiento entre las partes. Con el tiempo se han perfeccionado diversas
vías para llevar a cabo soluciones pacíficas, las que vienen recogidas en la Carta de las
Naciones Unidas, y numerosos instrumentos jurídicos internacionales.
Cuba revolucionaria ha demostrado de modo reiterado su disposición a negociar todas
las diferencias con estados Unidos, lo que viene recogido en muchas notas y
declaraciones oficiales.
Es totalmente falso que Cuba no quiere normalizar relaciones con el vecino poderoso.
Solo que debe ser sobre la base de la igualdad soberana y del respeto recíproco, y no
sobre la base de condiciones inaceptables.
Ha sucedido que cuando Cuba habla de negociaciones se entiende que es síntoma de
nuestro fracaso revolucionario, de nuestra debilidad. Estados Unidos o bien ha querido
negociar pensando en derrotar la Revolución, o ha pretendido negociar desde
pretensiones de fuerza.
Estados Unidos, que nunca antes de la Revolución, cuando gobernaban sus aliados en
nuestra Patria, reconociera motivo de diferencia con Cuba, ahora le interesa destacar el
diferendo existente a su manera para atribuírselo a la Revolución.
Las relaciones de Cuba con los demás países se ajustan a lo que preceptúa nuestra
Constitución. Nada se opone a las relaciones entre ambos países si se respeta la
decisión de nuestro pueblo recogida en los artículos 1 y 12 de la Constitución. No se
puede ser más claro, ni tener mayor jerarquía esta conducta. Hay una forma sencilla de
superar el diferendo histórico, y es el asumir el reto histórico y establecer relaciones
sobre la base del respeto mutuo y el beneficio recíproco. Solo conociéndolas raíces de
ayer y el contenido de hoy del diferendo es que estamos en actitud y aptitud de
encontrar el camino que conviene a nuestros dos países.
Generalidades.
Otras vías que ha utilizado ha sido la agresión biológica, que ha costado valiosas vidas
humanas. Conjuntamente con las medidas de agresión económica, política y biológica
Estados Unidos también puso en práctica diversas medidas de agresión militar de
diferentes tipos contra Cuba.
A partir del año 1980 la dirección político-militar del país, después de haber
valorado objetivamente la situación del país, retomó las ideas originales sobre
como garantizar la defensa de la Revolución, y elaboró nuevas concepciones
estratégicas para enfrentar una agresión militar en gran escala, en cualesquiera
de las formas que pudiera asumir, contando únicamente con nuestros propios
recursos.
Su esencia radica en la fusión orgánica de las acciones de las Tropas Regulares, las
Brigadas de Producción y Defensa, las unidades y órganos del Ministerio del Interior y
el resto del pueblo organizado en las Zonas de Defensa; todos ellos en activa
colaboración y participación en la lucha armada y en todo lo que la asegura y apoya en
cualquier variante de agresión, con el empleo de distintas formas y métodos y con
objetivos concretos dirigidos a alcanzar la victoria sobre el enemigo.
El proceso de perfeccionamiento del sistema defensivo del país comenzado hace más
de 20 años, con el inicio del siglo XXI, ha entrado en una nueva etapa, dirigida a
perfeccionar sus estructuras y concepciones de lucha, en correspondencia con el
posible carácter de la agresión militar a nuestro país, manteniendo un marcado carácter
disuasivo que se fundamenta en el nivel de respuesta, a lo largo y ancho del país, con
el empleo de procedimientos combativos que aseguran altos costos al agresor, sobre
todo humanos, que a largo plazo harían sostenible su empeño y posibilite nuestra
victoria.
Los Estados Unidos pueden emplear diferentes formas de agresión militar. Las
principales son:
El bloqueo militar.
El desgaste sistemático.
La invasión.
El bloqueo militar
Según las experiencias de las acciones realizadas por las Fuerzas Armadas de
EE.UU. el desgaste sistemático puede llevarse a cabo, en lo fundamental,
mediante una Campaña Aérea y Coheteril, con un Bloqueo Militar Total y la
realización de acciones subversivas, acompañado de una fuerte guerra
sicológica, con el objetivo de provocar en el adversario tal situación, que
quebrante la capacidad de resistencia del pueblo y que eventualmente pudiera
conducir al logro de sus objetivos políticos sin tener que empeñar en el combate
a sus agrupaciones de tropas terrestres. De no ser así, garantizarles una
correlación de fuerzas tan abrumadora, que reduzca a la mínima expresión las
posibilidades de causarles bajas durante la invasión.
La Invasión
La invasión es la entrada de las Fuerzas Armadas de uno o varios Estados, por mar,
aire y tierra, en el territorio de otro Estado sin su autorización, para el logro de objetivos
estratégicos; continúa siendo la forma principal, mas compleja y peligrosa de agresión
militar que pueden emplear las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, por el volumen
de fuerzas y medios que implicaría y por sus objetivos estratégicos.
Ante las diferentes formas de agresión que pueda adoptar el enemigo, nuestra Doctrina
Militar establece con suficiente claridad, la necesidad de estar permanentemente
preparados para enfrentarlas, sobre la base de principios generales establecidos a lo
largo de mas de cuatro décadas de construcción militar del Estado Cubano.
En caso de una agresión militar contra Cuba, la guerra que libraremos en todo el país
se realizará mediante la Defensa Nacional.
Su objetivo consiste en lograr que nuestro país pueda con sus propias fuerzas y
medios enfrentar con éxito la agresión militar directa en gran escala de un enemigo
numérica y tecnológicamente superior, y como resultado de la lucha, obtener la victoria.
Los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular son elegidos de forma
directa en cada circunscripción por un período de 5 años. De entre ellos se eligen un
presidente, un vicepresidente y un secretario.
En la reunión de constitución de la Asamblea Nacional, en cada legislatura, se eligen
los miembros del Consejo de Estado, que es el órgano de la asamblea que la
representa entre los períodos ordinarios de sesiones, ejecuta sus acuerdos y cumple el
resto de las funciones y atribuciones que les otorga la Constitución de la República.
Este órgano se integra con un presidente, un primer vicepresidente, cinco
vicepresidentes y un secretario, además de otros integrantes hasta alcanzar un número
total de 31 miembros.
Ante la Asamblea Nacional rinden cuenta, en sus dos períodos ordinarios anuales o en
los extraordinarios que se convoquen, todos los órganos nacionales administrativos o
de poder, incluyéndose las Asambleas Provinciales del Poder Popular y el Consejo de
Estado.
Entre las atribuciones y funciones del Consejo de Ministros están las siguientes:
- Organizar y dirigir la ejecución de las actividades políticas, económicas, culturales,
científicas, sociales y de defensa acordadas por la Asamblea Nacional.
- Proponer los proyectos de planes generales de desarrollo económico-social del
Estado, los cuales debe organizar, dirigir y controlar una vez aprobados por la
Asamblea Nacional.
- Dirigir la política exterior del país y sus relaciones con otros estados.
- Aprobar los tratados internacionales para someterlos a la ratificación por el Consejo
de Estado.
- Dirigir el comercio exterior.
- Elaborar el presupuesto del Estado y velar por su ejecución una vez aprobado por la
asamblea.
El Consejo de Ministros ejecuta las leyes y los acuerdos de la Asamblea Nacional y los
decretos-leyes y disposiciones del Consejo de Estado. Cuando la urgencia del caso lo
requiera, el Comité Ejecutivo puede decidir sobre los aspectos que son atribuciones del
Consejo de Ministros.
En cada una de las provincias del país se constituyen las Asambleas Provinciales del
Poder Popular con los delegados elegidos en ese nivel. Estas asambleas son
equivalentes, en sus respectivos territorios, a la nacional, y se integran también por
períodos de 5 años. De entre sus miembros, la asamblea elige un presidente, un
vicepresidente y un secretario, que también lo son del Consejo de la Administración,
que es el órgano de gobierno en ese nivel.
En cada municipio del país están constituidas las Asambleas Municipales del Poder
Popular, con estructura similar a la provincial. Estas asambleas se integran por los
delegados elegidos por períodos de 2 años y medio en cada circunscripción, que es la
célula más pequeña del Poder Popular. En la primera reunión de cada legislatura de
esas asambleas, los delegados eligen de entre ellos un presidente, un vicepresidente
y un secretario, que también lo son del Consejo de la Administración Municipal, órgano
de gobierno a ese nivel.
Como una forma flexible de ordenamiento y trabajo en los municipios, varias
circunscripciones se unen para constituir un Consejo Popular, cuya cantidad varía en
dependencia de la extensión territorial del municipio en cuestión y la decisión que para
la creación de los mismos se haya tomado. Esta estructura ha demostrado ser un
elemento valioso en el sistema de control y gobierno en los territorios de los
municipios, pues trabajan muy activamente en el control de las actividades de
producción y servicios, entre muchas otras, que son de suma importancia para la
población que habita en ese territorio. La dirección del Consejo Popular se ejerce por un
presidente y un vicepresidente, elegidos de entre los delegados de ese consejo, y
participan también el resto de los delegados y directores de objetivos económicos
importantes enclavados en los límites del mismo.
Las Asambleas Provinciales y Municipales, son conocidas como Órganos Locales del
Poder Popular, para ello, en cuanto les concierne, ejercen gobierno, dirigen actividades
económicas, de producción y de servicios que le están subordinadas de forma directa
para satisfacer las necesidades de la población de su jurisdicción. Asimismo estos
órganos ayudan al desarrollo de las actividades y el cumplimiento de los planes de las
unidades no subordinadas a éstos que radican en su territorio.
Desde el siglo pasado, Cuba contaba con una división que correspondía a las
condiciones de nación esclavizada, donde los intereses de la metrópoli española
determinaron el establecimiento de 6 provincias y 126 términos municipales. Durante la
primera mitad del siglo XX se mantuvo esta estructura, aunque con la incorporación de
algún municipio, más de acuerdo con los intereses de las clases dominantes que del
desarrollo real que alcanzaban los poblados y regiones que alcanzaban esta
denominación. Esta estructura se transformó en el año 1976, de acuerdo con los
proyecciones y necesidades de desarrollo de la Revolución.
De este modo, se estableció una división del país con la estructura de 14 provincias y
169 municipios, incluyendo el Especial de la Isla de la Juventud. Con esta división,
desaparecieron las denominadas Regiones, mayores que los actuales municipios y
menores por lo tanto que las antiguas 6 provincias. Por lo tanto, el país cuenta
actualmente con las provincias y cantidad de municipios siguientes:
PINAR DEL RÍO ( 14 ), LA HABANA ( 19 ), CIUDAD HABANA ( 15 ), MATANZAS
( 14 ), CIENFUEGOS ( 8 ), VILLA CLARA ( 13 ), SANCTI SPÍRITUS ( 8 ), CIEGO DE
ÁVILA ( 10 ), CAMAGÛEY ( 13 ), LAS TUNAS ( 8 ), HOLGUÍN ( 14 ), Granma ( 13 ),
SANTIAGO DE CUBA ( 9 ) Y GUANTÁNAMO ( 10 ).
Como vimos anteriormente, el Sistema Defensivo Territorial del País se define como el
conjunto de medidas y actividades de diversa índole, así como los órganos y
organismos estatales y de masas, las entidades económicas, instituciones sociales y
los ciudadanos, que las organizan y realizan desde tiempo de paz en los diferentes
niveles de la división político-administrativa y en las zonas de defensa con el objetivo
de garantizar la Defensa Nacional.
En el plano estratégico el referido sistema es defensivo, porque no está concebido
para agredir a ningún Estado. Sin embargo, si nuestro país es atacado, está
impregnado de un profundo espíritu ofensivo, dirigido a aniquilar hasta el último invasor
que pise el suelo patrio. Es territorial porque la lucha contra el agresor se prepara en
todo el país, donde las zonas de defensa constituyen el eslabón básico del sistema y
aseguran la resistencia organizada e independiente hasta el último rincón del territorio
nacional.
En la acción del Sistema Defensivo Territorial del País en tiempo de guerra de aprecian
dos grandes campos: uno, el de acciones no armadas, en el que participan las
estructuras de la nación, desplegadas en el Dispositivo del país en tiempo de guerra,
que incluye todo un conjunto de medidas y actividades de carácter político-ideológico y
del Partido, económico-sociales, de relaciones exteriores, jurídicas de seguridad, orden
interior y de defensa civil; y otro campo, el de la lucha armada, en el que desempeñan
el papel principal las Fuerzas Armadas Revolucionarias, desplegadas en su formación
estratégica, para llevar a cabo las operaciones a éste nivel.
En los restantes niveles en que se lleva a cabo la guerra, o sea, en el territorio del
ejército, la provincia, el municipio y la zona de defensa, la Defensa Nacional se
manifiesta siguiendo el mismo principio que en el país bajo la denominación de
Defensa Territorial.
La unión de ambas partes estructurales del sistema, desplegadas, en cada nivel de
que se trate, dará por resultado el Dispositivo Defensivo Territorial del País (de la
Provincia, del Municipio o de la Zona de Defensa) en tiempo de guerra.
P
Las FAR con sus fuerzas y medios desplegadas en la
Formación Estratégica y listas para cumplir sus misiones
O
DISPOSITIVO DEFENSIVO TERRITORIAL
S
Medidas y actividades de preparación y realización de la
lucha armada (operaciones Estratégicas)
Como regla, el inicio de la guerra estará precedido de un período de crisis, cuya etapa
inicial permitirá ir tomando medidas de preparación del país en todas las esferas.
Cuando se aprecia, con determinado grado de posibilidad, la inminencia del
desencadenamiento de las acciones militares en gran escala, se inicia la segunda
etapa de la crisis denominada etapa de amenaza de guerra, que se extiende hasta
que se inicia la agresión militar en gran escala.
Convencionalmente la guerra a desarrollar en nuestro país se ha dividido en dos
grandes períodos. El primero, en el cual el país enfrenta la agresión militar enemiga
con el objetivo de oponer una creciente resistencia a sus acciones de desgaste
sistemático, incluyendo el bloqueo militar y la subversión, por el tiempo que sea
necesario, y si éste realiza la invasión, derrotarla. De no alcanzarse los objetivos
previstos durante este período comenzaría a desarrollarse el segundo período de la
guerra, o sea las acciones de resistencia, desgaste y victoria contra el enemigo que ha
ocupado, temporalmente, total o parcialmente el territorio.
El derecho al trabajo
La libertad de palabra y prensa
Los derechos de reunión, manifestación y asociación.
La inviolabilidad del domicilio y la correspondencia
El régimen de detención de las personas.
De igual forma se crea la Jurisdicción Militar Única, la justicia será impartida sólo en
materia penal, la función asesora del Ministerio de Justicia se integra al Órgano Jurídico
del Consejo de Defensa Nacional, se organiza la función del Registro del Estado Civil
en cada Zona de Defensa y se asegura el cumplimiento de las garantías procesales y el
funcionamiento de la Defensa Penal de Oficio.
El Sistema Jurídico y Judicial para Tiempo de Guerra estará conformado por el Órgano
Jurídico del Consejo de Defensa Nacional y los Grupos Jurídicos de los Consejos de
Defensa Provinciales (Municipales); el Tribunal Supremo Popular y los Tribunales
Militares de Región y de Sector; la Fiscalía General de la República y las Fiscalías
Militares de Región y de Sector. De igual forma, en la estructura de Tiempo de Guerra
se contempla el empleo de los abogados de la Defensa Penal de Oficio y los
registradores del Estado Civil.
En los Países Capitalistas durante las situaciones excepcionales sus
constituciones autorizan a los órganos superiores del Estado a suspender el
ejercicio de los derechos fundamentales.
Según nuestra concepción, los derechos fundamentales no pueden ser suspendidos,
sino lo que procede es que su ejercicio sea regulado por una ley de una manera
ajustada a los requerimientos de la situación excepcional que se trate. Esto
precisamente se define en la Ley No. 75 de la Defensa Nacional.
Las situaciones excepcionales que pueden decretarse en el país y que están previstas
en la Constitución de la República son las siguientes:
1. El estado de guerra o la guerra.
2. La Movilización general.
3. El estado de emergencia.
Estado de Guerra o la Guerra: Situación excepcional de mayor trascendencia que se
declara en todo el territorio nacional para defender y mantener la integridad y soberanía
nacional.
La Movilización General: Se establece en todo el territorio nacional para alcanzar de
forma gradual y progresiva la puesta en completa disposición combativa del país. En
ello participan los órganos y organismos estatales, las entidades económicas, las
instituciones sociales y los ciudadanos.
Estado de Emergencia: Se declara en caso o ante la inminencia de desastres naturales
o catástrofes u otras causas que afecten el orden interior, la seguridad del país o la
estabilidad del estado. Se puede declarar en todo el territorio nacional o en parte de él y
se puede disponer durante su vigencia la movilización de la población.
La declaración del Estado de Emergencia se hace por el Presidente del Consejo de
Estado y en ella se expresa:
Las causas que lo origina.
La delimitación del territorio donde se establece.
El plazo de vigencia que tendrán los órganos de dirección del país mientras esté
vigente la situación excepcional.
Generalidades.
Para garantizar la preparación y realización de la lucha armada, así como otras tareas
de la Defensa Nacional, el Estado Cubano cuenta con: las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y las Brigadas de Producción y Defensa, las cuales cumplen sus
misiones en estrecha cooperación con los órganos y unidades del Ministerio del Interior.
CONSEJO DE
MINISTERIOS, DEFENSA
INSTITUTOS
NACIONAL
EMG
Comandancia
SECTOR
BDP CDM
CDZ MILITAR
General del
Alto Mando
Consejo
UM, MTT, Mtar EME
FE Ejército
REGION
UM, MTT, CDP MILITAR
FE
UM, MTT
FE
PM
La estrategia de la lucha armada, concebida por Fidel, previó la necesidad de librar una
larga contienda, considerando que el enemigo el ejército de la tiranía batistiana- lo
integraban miles de hombres que eran poseedores de un moderno armamento. El
núcleo inicial del ejército revolucionario y en el desarrollo de la lucha se fue nutriendo
con hombres y mujeres de diversas capas sociales, entre ellas de campesinos.
El 2 de diciembre de 1956 los 82 expedicionarios del Granma desembarcaron al sur de
la antigua provincia de Oriente. Tres días después, recibieron el bautismo de fuego en
Alegría de Pío. Después de aquel revés táctico, Fidel logró reagrupar a varios
combatientes en Purial de Vicana, internándose en la Sierra Maestra para formar el
Primer Frente “José Martí”.
El combate de Pino del Agua, en febrero de 1958, constituyó una acción de grandes
proporciones, donde se obtuvo una victoria completa sobre el enemigo.
Después del éxito, el Ejercito Rebelde ejecutó la estrategia final trazada por Fidel, que
incluyeron la extensión de la guerra a occidente y a otras regiones de la parte oriental
del país. Al comenzar el mes de diciembre, Santiago de Cuba y otras importantes
ciudades de la provincia de Oriente se encontraban bajo el cerco de las tropas
rebeldes.
En la región central del país las columnas 2 y 8, comandadas por Camilo y el Che, en
cooperación con el Directorio Revolucionario 13 de marzo, desarrollaron exitosamente
la campaña de Las Villas, quedando la isla dividida.
Diferentes cargos de mando fueron ocupados por miembros del Ejército Rebelde y
como ministro de Defensa el comandante Augusto Martínez Sánchez. El comandante
Raúl Castro Ruz asumió la jefatura de la Comandancia General de las FAR. (CGFAR).
Al amanecer del propia día 15, aviones B-26, procedentes de la base norteamericana
de “Happy Valley”, en Nicaragua, bombardean los aeropuertos ubicados en Santiago de
Cuba, San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad, con lo cual se corrobora la
inminente agresión imperialista.
En el entierro de las victimas del vil ataque, el 16 de abril, nuestro pueblo apoyaba el
proclamado carácter socialista de la Revolución. De este modo, el pueblo que luchó en
las arenas de Playa Girón lo hizo defendiendo las banderas del socialismo. A las 01:30
horas del día 17 comenzó el desembarco de mercenarios por Playa Larga y mas tarde
continuó por Playa Girón. Desde los primeros momentos el batallón 339, de las MNR,
puso una heroica resistencia al enemigo.
En menos de 72 horas se logró la victoria de las tropas cubanas sobre los mercenarios,
propinándose la primera gran derrota al imperialismo en América.
La victoria de Girón fue el resultado de la conjunción de varios factores, entre los que
podemos ubicar en primer lugar, la tenacidad y heroicidad del pueblo cubano, lo que
unido a la apreciación correcta de la situación y la determinación del golpe principal del
enemigo por nuestro Comandante en Jefe, así como el correcto empleo y dirección de
las fuerzas y medios, cristalizaron en la derrota mercenaria.
Comenzaron a gestarse, por parte del gobierno de los EE.UU., los planes de invasión
directa a Cuba, donde se preveía que las fuerzas invasoras debían estar listas para
actuar contra nuestro país el 27 de octubre de 1962.
Ante el grave peligro de agresión, por parte de los EE.UU., el gobierno revolucionario
tomó las medidas pertinentes, con vista al fortalecimiento de la capacidad defensiva del
país.
Entre el anochecer del día 22 y la mañana del 23 de octubre, los gobiernos de EE.UU. y
la Unión Soviética pusieron en máxima tensión sus tropas. Los países del Tratado de
Varsovia tomaron iguales medidas.
Por su parte, Cuba, en horas de la tarde del día 22 puso en “Alerta de Combate” a las
FAR y seguidamente decretó “Alarma de Combate” para todo el país. Una de las
enseñanzas fundamentales de esta crisis fue el hecho de que en tan difíciles
circunstancias, el pueblo respondió como era de esperarse y apoyó de forma valiente,
firme y digna la posición de la Revolución. En la situación internacional nuestro país
puso sobre las armas una cifra de 400,000 hombres, lo que demuestra la respuesta de
nuestro pueblo ante la agresión.
Cuba planteó también, que no existirían garantías, a pesar de las declaraciones del
Presidente norteamericano, si además de la eliminación del bloqueo naval no se
adoptaban otras medidas, las que fueron resumidas en los conocidos CINCO PUNTOS,
e incluían, fundamentalmente, el cese del bloqueo naval, la suspensión total de todas
las actividades subversivas, ataques piratas, violaciones del espacio aéreo y la retirada
incondicional de la Base Naval de Guantánamo, con la devolución del territorio ocupado
a Cuba.
El 3 de julio de ese año, en el Ejército del Centro, el comandante Juan Almeida Bosque,
ordenó la creación de la Sección de Lucha contra Bandidos. Esta estructura se hizo
extensiva a los restantes ejércitos.
En los inicios de la década de los años 80, con la toma del poder presidencial de la
administración Reagan en los Estados Unidos, la agresividad de los círculos
gobernantes experimenta un brusco ascenso.
Es por ello que las Fuerzas Armadas Revolucionarias tuvieron que enfrentar otro reto,
teniendo necesidad de garantizar, junto al resto del pueblo, tareas tan importantes como
las zafras azucareras, el cultivo del café y otras producciones agrícolas, se creo la
Brigada Invasora “Che Guevara”. A principios de 1968 más de cincuenta mil efectivos
se volcaran a trabajar en los campos camagüeyanos, con la misión de garantizar la
siembra y cultivo de la caña de azúcar para asegurar la zafra de los 10 millones.
La participación de los combatientes de las FAR en estas actividades condujo a
afectaciones en la preparación combativa de las tropas. Estas razones avalaron la
decisión de crear unidades fundamentalmente para las labores agrícolas. De esta
forma surgieron las Divisiones de Infantería Permanentes (DIP), las cuales se
completaban con jóvenes provenientes de los llamados del Servicio Militar Obligatorio,
como se denominaba en aquellos tiempos. Solamente en la zafra de 1973, las DIP
cortaron más de 522 millones de arrobas de caña, lo que representó el 13% de la labor
de los demás sectores de la economía en esta esfera.
A partir del 1ro de enero de 1959, las tradiciones internacionalistas del pueblo cubano
sustentaron la proyección de una política exterior que tendría como pilar fundamental el
principio del internacionalismo proletario.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias están integradas por las siguientes categorías
de tropas:
Tropas regulares.
Milicias de Tropas Territoriales.
Según las misiones que cumplen las tropas se clasifican en: unidades combativas, y
unidades (formaciones especiales) de aseguramiento combativo y logístico.
Además, existe un área empresarial que incluye uniones militares, empresas y otras
entidades económicas.
La Región Militar (RM) es una agrupación territorial táctico – operativa designada para
la defensa de un territorio que incluye generalmente una provincia. La composición de
cada RM será atípica y dependerá de las características del territorio y de la
importancia de los objetivos en ella ubicados. De forma general, la RM posee: una
jefatura y Estado Mayor, los sectores militares subordinados, contando además, con
unidades combativas, tanto de las tropas regulares como de las MTT, (infantería,
tanques e infantería ligera de montaña; de artillería, y de defensa antiaérea (DAA);
fuerzas combativas populares de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR) y de
Tropas Especiales Populares, así como con unidades (formaciones especiales) de
aseguramiento combativo y logístico. Además, cuenta con otras instituciones
subordinadas, tanto en tiempo de paz como de guerra.
El Ejército Juvenil del Trabajo forma parte de las tropas terrestres de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias, y tiene las misiones principales siguientes:
Los miembros del Ejército Juvenil del Trabajo son militares en servicio activo y
consecuentemente están sujetos a las leyes y reglamentos militares vigentes.
Las Milicias de Tropas Territoriales son completadas sobre la base de los principios de
voluntariedad, selectividad y territorialidad. Sus miembros, cuando son movilizados
para cumplir misiones propias del servicio militar activo, se consideran militares y están
sujetos a la legislación militar. El aseguramiento material, técnico y financiero de las
MTT es responsabilidad de los Órganos Locales del Poder Popular y se realiza de
acuerdo a las disposiciones que al efecto dicta el MINFAR.
En los territorios, son los ejércitos los que en el marco de las cifras de personal,
medios y equipos autorizados por el Ministerio de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias, deciden las Formaciones Especiales a crear, y en coordinación con
los presidentes de los Consejos de Defensa provinciales y los jefes de las entidades
económicas correspondientes, ordenan dónde organizarlas, sus misiones específicas
y su subordinación.
Las Formaciones Especiales se organizan según las especialidades que por las
tareas que cumplen en tiempo de paz distinguen alas entidades donde éstas se crean.
Las principales son:
A partir de ese año, al ponerse en vigor la Ley No. 1254, que estableció el servicio
social en el país para los graduados universitarios, las FAR comenzaron a incorporar de
esta forma pequeñas cantidades de estos profesionales, no solo para ocupar cargos
militares, sino también de civiles.
La selección de los estudiantes que egresan de los CES para que cumplan el servicio
social en las FAR, además del enorme reconocimiento social que implica, constituye
también, por sus condiciones especificas, una atractiva oferta para los futuros
profesionales.
Para los ubicados en cargos civiles o militares que no hayan cumplido el SMA (2 años),
con SMA diferido (1 año) 1 año, con SMA completo (2 años) u Orden 18 vienen
voluntarios a las FAR por haber cumplido su SMA. El egresado de los CES que sea
seleccionado para ocupar un cargo militar, será ascendido al grado de Teniente de la
reserva y será llamado al SMA por el tiempo que le corresponde.
Por las tareas que cumplen las FAR en el país, es uno de los organismos priorizados
para el completamiento con egresados de nivel superior, y además, uno de los que
demanda la mayor cifra de profesionales, por lo que existen estrechos vínculos de
planificación y de trabajo con todos los que, de una manera u otra, tienen que ver con
ese complejo proceso.
Encuentros con egresados de las propias carreras que prestan su servicio social
en las FAR, así como los que laboral de forma permanente en éstas.
Oficiales Superiores
General de Cuerpo de Ejército Almirante
General de División Vicealmirante
General de Brigada Contralmirante
Primeros Oficiales
Coronel Capitán de Navío
Teniente Coronel Capitán de Fragata
Mayor Capitán de Corbeta
Oficiales subalternos
Capitán Teniente de Navío
Primer teniente Teniente de Fragata
Teniente Teniente de Corbeta
Subteniente Alférez
Suboficiales
Primer suboficial Primer suboficial
Segundo suboficial Segundo suboficial
Suboficial Suboficial
Sargentos
Sargento de primera Sargento de primera
Sargento de segunda Sargento de segunda
Sargento de tercera Sargento de tercera
Cabos
Cabo Cabo
Soldados
Soldado Marinero
Los límites de las Zonas de Defensa son aprobados desde tiempo de paz por el
Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, previo análisis en los Consejos
Militares de los ejércitos, a propuesta de los Presidentes de los Consejos de Defensa
Provinciales correspondientes.
El Consejo de Defensa de la Zona puede ser activado en tiempo de paz para realizar
tareas relacionadas con la preparación para la defensa, de acuerdo con el plan
aprobado a ese efecto por el Presidente del Consejo Militar del Ejército de conformidad
con el Articulo 31 de la Ley No. 75. “De la Defensa Nacional”
El Grupo del Partido orienta y controla el trabajo del Comité de Trabajo con las
Masas y las organizaciones de base del Partido y de la Unión de Jóvenes
Comunistas, cuenta en su composición con un Responsable y lo integran de 4 a 6
miembros más, los que son designados por el Consejo de Defensa Municipal.
Los miembros del Comité de Trabajo con las Masas son designados por el Consejo
de Defensa de la Zona, de ellos, el Responsable del Grupo del Partido y del Comité
de Trabajo con las Masas designa al Coordinador de dicho Comité.
Las atribuciones de los miembros del Consejo de Defensa de la Zona son las
siguientes:
El Presidente
El Vicepresidente
Al concluir las actividades del Día de la Defensa el Consejo de Defensa analiza las
cuestiones relacionadas con el cumplimiento de las tareas planteadas y toma los
acuerdos correspondientes.
El Presidente del Consejo de Defensa de la Zona puede invitar a los análisis que se
efectúen el Día de la Defensa a residentes de su territorio, los que pueden expresar sus
criterios y opiniones. En todos los casos los acuerdos se tomaran por el Consejo.
De cada reunión se elabora un acta en una libreta de trabajo habilitada al efecto, la cual
se firma por el Presidente del Consejo. En la misma, se hace constar la fecha, lugar,
hora de inicio y terminación, así como un breve resumen de los elementos más
importantes y la relación de los acuerdos tomados, los que tendrán una numeración
consecutiva y quedaran claramente definidos los ejecutores y plazos.
De conformidad con el Articulo 61 de la Ley No. 75. “De la Defensa Nacional”, a los
ciudadanos que integran las Brigadas de Producción y Defensa se les denomina
combatientes y en caso de movilizarse para cumplir misiones combativas son
considerados militares.
La Brigada de Producción y Defensa tiene que estar permanentemente en disposición
de cumplir, entre otras, las misiones principales siguientes:
Una misma Brigada de Producción y Defensa puede cumplir varias misiones sin que
ello signifique su especialización en cada una de ellas o la creación de tantos grupos
como misiones diferentes tengan que cumplir. Para el logro de esto, el Jefe de la
Brigada debe conocer las cualidades personales de cada subordinado, que le permita
designar para cada misión al más capaz y preparado.
Generalidades
Los choques entre las comunidades gentilicio tribales por los cotos de caza y
pesca y las reservas de materiales útiles a la subsistencia, se realizaban
empleando los mismos instrumentos -lanzas, flechas, garrotes, hachas- que
empleaban para conseguir el alimento. La aparición de la guerra implicó el
surgimiento de destacamentos profesionales para esa función y la utilización de
instrumentos específicos para matar y herir al adversario y para la defensa de sus
acciones recíprocas. Eso ocurrió en un momento determinado del desarrollo de la
sociedad, y está relacionado con la aparición del excedente económico que
condicionó, en un largo, complejo e interrelacionado proceso, el nacimiento de la
propiedad privada sobre los medios de producción, la explotación de unos
hombres por otros, las clases sociales y el Estado.
La defensa del país, se inscribe como una ley más en el sistema de categorías
y leyes de la ciencia sociológica, por su carácter de relación esencial, necesaria
y repetida para la supervivencia de la sociedad que la practica como protección
de la agresión. Así, adquirió un carácter consuetudinario en las comunidades
humanas y fijarse, después, en las previsiones constitucionales y leyes
fundamentales de los Estados, incluso de aquellas potencias en cuyas relaciones
internacionales ha predominado históricamente el carácter ofensivo y la agresión,
y no la defensa.
Actualmente más de 100 Estados, entre los que encuentran los más estables y
antiguos, buscan garantizar la seguridad de sus fronteras y la protección de su
población y economía, mediante la preparación militar de sus ciudadanos de
modo sistemático y obligatorio. Por ello podemos plantear que este servicio que
prestan los ciudadanos es una regularidad jurídica de los estados.
En Cuba la obligación de servir al Estado en caso de guerra se registra en todas
las constituciones republicanas. La primera, promulgada en Guáimaro en Abril de
1869, recogía en su artículo 25: “Todos los ciudadanos de la República se
consideran soldados del Ejército Libertador”. Igualmente, en la Constitución
aprobada en la Asamblea de Jimaguayú en 1895, se registraba “Todos los
cubanos están obligados a servir a la Revolución con su persona e intereses,
según sus aptitudes “. Más tarde, La Constitución de la Yaya, emitida en 1897,
refrendó en su artículo 3 obligación similar al referir “Todos los cubanos están
en la obligación de servir a su país con todas sus personas y bienes, según lo
dispongan las leyes y permita su aptitud. El servicio militar es obligatorio.”
Ya en plena república, las constituciones de 1901 y la de 1940, estipularon en
su artículo 9 “Todo cubano está obligado a servir con las armas a la Patria en
los casos y en la forma que establece la Ley”. Más tarde, la Ley Fundamental
que consagró jurídicamente el Estado socialista cubano en Febrero de 1976,
estableció que “La defensa de la Patria socialista es el más grande honor y el
deber supremo de cada cubano.”
Es con el logro de la plena emancipación nacional y social, y bajo la multilateral
agresión sistemática y amenaza constante de una invasión de las fuerzas
armadas yanquis, que la defensa de la Patria socialista alcanza su más alto
nivel de organización y desarrollo y cristalizan con más plenitud sus tradiciones
combativas.
Una de las divisas que iluminó desde el inicio el derrotero del socialismo en
nuestro país se sintetizó en el lema “Producción, Defensa, Conciencia”. La
solución eficaz a las contradicciones trenzadas en esta tríada debía asegurar, en
un país subdesarrollado y dependiente como el nuestro, el desarrollo de la
agricultura y la industria, la elevación de la preparación y disposición combativas
y del nivel cultural y científico de nuestro pueblo, así como de su conciencia
político- ideológica.
Una de las soluciones fue la promulgación, a fines de 1963, del Servicio Militar
Obligatorio (SMO), cuya primera movilización tuvo lugar al año siguiente. Esto
permitió la reincorporación a la producción y los servicios de miles de
trabajadores incorporados a las FAR a través de las MNR. Sin embargo, estos
valiosos “veteranos” no fueron totalmente desmovilizados: se mantuvieron en las
plantillas de las FAR, a través de las llamadas “divisiones de tiempo de guerra”,
que constituían unidades reducidas, cuyas plantillas permanentes las integraban
cuadros militares profesionales, que formaban las planas mayores de los batallones
y jefaturas de las compañías y quienes, “una noche cada semana y un domingo
cada mes” impartían la preparación combativa a su nueva tropa.
Por entonces llegó al país otra moderna técnica militar, sin embargo, como las
primeras promociones del SMO no tenían el mejor nivel cultural, hubo que acudir
a otra solución para, sin limitar la formación de técnicos civiles que reclamaba la
economía del país, asegurar el personal para manejar el nuevo armamento. Esta
fue la conversión de determinados tecnológicos en unidades militares donde los
soldados alumnos estudiaban la técnica civil correspondiente, pero, a su vez, se
preparaban en el manejo de la técnica militar afín.
Esas fueron las respuestas con que se intentó conciliar inicialmente los intereses
de la producción, la defensa y el estudio durante el primer lustro del proceso
revolucionario.
Las mujeres están exentas por Ley del servicio de las armas, a menos que
manifiesten su voluntad de pasarlo, para lo cual está el Servicio Militar Voluntario.
Pero también pueden acceder a esta alternativa los varones menores de 18
años, siempre que hayan cumplido los 17 y registren los requisitos exigidos por
el MINFAR y el MININT-
Por Ley, los varones, desde el primero de Enero del año en que llegan a los
17 años hasta el 3l de Diciembre del que acceden a los 28, deben cumplir el
SMA por un plazo de dos años.
El tiempo total que cumple el ciudadano llamado al Servicio Militar Activo, más el que
sea movilizado en el de Reserva para su preparación, no podrá exceder de tres años,
pues ambos se complementan conformando el plazo total de prestación del Servicio
Militar en tiempo de paz.
d).-Que los jefes y dirigentes son los que tienen mayores posibilidades de realizar el
Trabajo Político-Ideológico.
OBJETIVOS CENTRALES
3.4.-Vínculos con las unidades de las FAR y MININT y realización de encuentros con -
las mismas.
4.2.-La Preparación para la Defensa de los estudiantes, como una disciplina curricular.
Los ciudadanos del sexo masculino, durante el año en que cumplen los dieciséis años
de edad, están en la obligación de formalizar su inscripción en el registro militar.
Una vez inscritos en el registro militar, los ciudadanos están obligados a cumplir las
actividades dirigidas a su preparación para la incorporación al Servicio Militar y a
mantener debidamente actualizada su situación personal.
ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA DE REGISTRO MIL1TAR.
— Nombres y apellidos.
— Lugar donde labora o estudia.
— Municipio de residencia.
— La ubicación en la defensa.
Asignados a las unidades de las MTT: en este grupo se incluyen los milicianos que
estén asignados a las Milicias de Tropas Territoriales y formaciones especiales, en
cuya anotación en el carné de identidad aparece consignado el número público de la
unidad de las MTT (o denominación) de la misma, incluso cuando se trate de
formaciones especiales.
Incorporados a las BPD por su lugar de residencia: en este grupo se incluyen los
trabajadores (estudiantes) que están incorporados a las BPD de población o integren
los Consejos de Defensa a los distintos niveles. En ninguno de estos casos se anota el
cargo que ocupa en estos órganos.
Los que forman parte de las plantillas de tiempo de guerra: en este grupo se incluyen
los trabajadores que continúan la producción o los servicios e integran la plantilla de
tiempo de guerra, siempre que estén debidamente aprobados por los comités militares
de los Estados Mayores municipales.
En los centros de estudio, el registro militar de los alumnos se puede organizar junto
con el de los trabajadores del propio centro.
El registro militar de los centros de trabajo o estudio que posean grandes cantidades
de trabajadores o estudiantes podrá ser organizado en los niveles de base
(departamentos, secciones, talleres, distritos, establecimientos, facultades o equivalen-
tes) de acuerdo a sus características particulares, siempre que se garantice la
movilización y actualización de los trabajadores y estudiantes.
Además de lo anterior:
1. Principios fundamentales.
p) El proceso de compatibilización del desarrollo económico y social del país con los
intereses de la defensa se efectúa con los órganos de consulta obligatorios al
ejecutar las inversiones desde su concepción en la etapa de pre-inversión hasta
la de operación, de acuerdo con el nivel de la inversión, y abarca tanto las
nacionales como las de capital extranjero;
Los Órganos Locales del Poder Popular provinciales y municipales responden por la
preparación de la economía para la defensa de sus respectivos territorios, sobre la base
de los lineamientos del Gobierno de la República y las indicaciones particulares de los
órganos y organismos estatales, los acuerdos del Consejo Militar del Ejército, y la
decisión adoptada por el presidente de Consejo de Defensa de la provincia o municipio.
El Consejo Militar del Ejército analiza los aspectos relacionados con la preparación de
su territorio para la defensa que sean sometidos a su consideración, teniendo en cuenta
la preparación y aseguramiento de las entidades económicas para satisfacer sus
necesidades.
El Ejército dirige, orienta y controla el trabajo de determinación de las demandas de la
lucha armada de su territorio.
Las Regiones (Sectores) Militares, según sea el caso, dirigen, orientan y controlan
el trabajo de determinación de las demandas de la lucha armada de su territorio. Las
entidades económicas e instituciones sociales desarrollan la preparación de la
economía para la defensa en correspondencia con la legislación vigente y los
lineamientos de los órganos y organismos estatales, según corresponda. A esos
efectos tienen las atribuciones y funciones siguientes:
Satisfacer las demandas para la defensa que les han sido planteadas;
Las demandas para la defensa incluyen las correspondientes a la lucha armada, las
necesidades de la población y las demandas de la economía.
Los aseguramientos que satisfacen las demandas para la defensa dependen de las
posibilidades económicas del país y se garantizan en lo fundamental de forma territorial,
respondiendo en el caso de las nomenclaturas centralizadas a las orientaciones
superiores.
El Plan para las Situaciones Excepcionales (Plan para TG) de las entidades
económicas es el documento único que todas confeccionan y mantienen actualizado en
interés de la defensa. Su dirección metodológica se ejecuta por los Ministerios de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias y de Economía y Planificación, en lo que a cada cual
concierne.
5. Compatibilización del desarrollo económico y social del país con los intereses de la
defensa.
En nuestro país desde los primeros años del proceso revolucionario la dirección del
mismo llevó a cabo las primeras acciones de compatibilización del desarrollo
económico, social y político con los intereses de la defensa. Tal es el caso de los
programas de desarrollo de las regiones montañosas y cenagosas, construyéndose
caminos, puntos de fuego en accesos a la montaña, refugios para la protección del
personal y medios materiales, etcétera.
Hacia los años 80, considerando la experiencia acumulada, así como la de otros
países, se decide institucionalizar este proceso mediante el reglamento aprobado por el
Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y su procedimiento, las normas de las FAR y
de la Defensa Civil, así como las resoluciones conjuntas del MINFAR con el Banco
Nacional de Cuba, Junta Central de Planificación, Comité Estatal de Colaboración
Económica y otros, completando en lo fundamental la base reglamentaria de la
actividad.
La creación de las reservas materiales en Cuba se inició por las FAR en los primeros
años de la década del 60, al crearse las primeras capacidades de almacenamiento y
producirse las primeras acumulaciones de medios materiales.
En nuestro caso esto cobra especial importancia, ya que no obstante los esfuerzos
realizados en los últimos 40 años para desarrollar nuestra economía, aún dependemos
en gran medida de la importación de materias primas, en especial petróleo y sus
derivados; alimentos, medicamentos, equipos, etc.
1. El préstamo.
2. El cambio de ubicación.
3. La renovación.
4. La sustitución.
5. La liberación.
Los préstamos no planificados son los que se originan por situaciones imprevistas o
de emergencia, pudiendo realizarse en cualquier período del año.
Como principio, los préstamos que se otorgan no deben abarcar la totalidad de las
Reservas Materiales Acumuladas, manteniéndose un por ciento de éstas con carácter
“intocable” para su empleo en casos de suma emergencia.
En el caso de las reservas conservadas en las bases y almacenes propios del INRE,
sobre este organismo recae dicha responsabilidad.
Generalidades
El Derecho Internacional Humanitario es parte del Derecho Internacional, que regula las
relaciones entre los Estados. El Derecho Internacional está integrado por acuerdos
firmados entre Estados, llamados con frecuencia tratados o convenios, así como por
principios y prácticas generales que los Estados aceptan o se comprometen a aceptar
como obligaciones jurídicas.
1.Surgimiento y desarrollo del Derecho Internacional Humanitario.
Uno de los grandes méritos de Henry Dunant y de otros miembros fundadores del
Comité Internacional y del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es
haber creado las condiciones necesarias para el advenimiento de un Derecho
Internacional Humanitario, coherente, permanente, moderno, válido para todos, por
todos conocidos, un verdadero Derecho de Estado. En eso son precursores y su acción
provocó un viraje capital en la historia de la humanidad. El nacimiento del Comité
Internacional de la Cruz Roja en 1864 y el Derecho Internacional Humanitario
contemporáneos fueron simultáneos.
Otro acontecimiento decisivo fue la redacción del Código de Lieber (1863), que
incluye, en un instrumento extenso y autónomo, todas las leyes y costumbres de la
guerra y destaca algunos principios humanitarios que, hasta entonces, no habían
estado tan claros, como son algunos aspectos relacionados con la conducción de las
hostilidades, el trato a los prisioneros de guerra y a la población civil. El Código de
Lieber fue aplicado durante la guerra de Secesión, por el Ejército Confederado
cumpliendo órdenes del presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln. Y se
considera que fue más importante para el desarrollo del Derecho Internacional
Humanitario en general que el Convenio de Ginebra de 1864.
Desde entonces, los Estados han aceptado un conjunto de normas prácticas, basadas
en la amarga experiencia de las guerras modernas, que mantienen un cuidadoso
equilibrio entre las preocupaciones de carácter humanitario y las exigencias militares de
los Estados. En la misma medida en que ha crecido la comunidad internacional, ha
aumentado la cantidad de Estados en el mundo que han contribuido al desarrollo del
Derecho Internacional Humanitario, actualmente este se considera como un verdadero
sistema jurídico internacional.
Derecho de Ginebra
Actualmente los cuatro Convenios con 190 Estados Partes y los dos
Protocolos Adicionales ratificados por 159 y 151 Estados respectivamente por
lo que están universalmente reconocidos La República de Cuba es parte de
los cuatro Convenios y de los dos Protocolos Adicionales.
De ahí, que algunas reglas del Derecho de la Haya hayan perdido su vigencia ó hayan
sido incluidas en otros instrumentos jurídicos internacionales.
Derecho de la Haya
Las normas elementales para la conducción de la guerra son las únicas que han
conservado su fuerza y aplicabilidad. Las principales están recopiladas en IV
Convención “sobre las leyes y costumbres de la Guerra terrestre, Sección III de su
reglamento anexo, e incorporados desde 1977 en el título III del protocolo adicional
a los Convenios de Ginebra, y por su larga existencia e importancia han hecho de
ellos parte del derecho consuetudinario.
Los aspectos más sobresalientes son las cláusulas fundamentales en las que se
declara:
Se prohíbe:
El empleo de veneno o armas envenenadas
La perfidia
Matar a un enemigo que han depuesto las armas
Declarar que no se dará cuartel
Emplear armas, proyectiles o materias destinadas a causar males superfluos.
Utilizar indebidamente la bandera de parlamento, la bandera nacional o las insignias
militares y el uniforme del enemigo, así como los signos distintivos del Convenio de
Ginebra.
El pillaje
Personas protegidas:
a) Los heridos, los enfermos y los náufragos, que han dejado de combatir.
b) Los prisioneros de guerra.
c) Las personas civiles que, en razón de un conflicto o de una ocupación, se
encuentran en poder de una Parte de la que no son nacionales. Por lo demás, los
civiles están protegidos de los peligros procedentes de las operaciones militares,
el personal sanitario y religioso.
d) Los parlamentarios.
e) El personal de los organismos de protección civil.
f) El personal asignado a la protección de los bienes culturales.
Signos distintivos
PROTECCIÓN CIVIL
BIENES CULTURALES: MONUMENTOS,
LUGARES DE CULTO, MUSEOS, ETC.
BANDERA DE PARLAMENTO(BANDERA
BLANCA, UTILIZADA PARA NEGOCIACIÓN
Y RENDICIÓN).
Sanciones
Será responsabilidad de los jefes militares que ordenen a sus subordinados violar
normas de Derecho Internacional Humanitario, que no impidan tales violaciones y no
las repriman de acuerdo a su gravedad, asimismo todo militar tiene una responsabilidad
directa por las infracciones que haya cometido mediante sanciones disciplinarias o
penales.
Los Estados, según los Convenios de Ginebra y el Protocolo Adicional I de 1977 están
obligados a someter a sus propios tribunales nacionales a las personas acusadas de
haber cometido infracciones graves (crímenes de guerra) y con la entra en vigor de los
Estatutos de la Corte Penal Internacional, los Estados firmantes, podrán poner a los
infractores bajo la jurisdicción de esta si sus sistemas jurídicos nacionales no están en
capacidad y/o posibilidades de hacerlo.
4. Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos.
La aplicación de esta circular y las victorias alcanzadas sobre el enemigo por el Ejército
Libertador, posibilitaron perfeccionar y complementar las reglas establecidas por lo que
el 26 de Agosto de 1873 emitió el Decreto denominado “Regularizando la guerra”, que
consta de 12 artículos con nuevas reglas humanitarias.
Las ideas, principios y reglas expuestas por Céspedes en estos documentos sobre el
trato a los prisioneros de guerra y la protección de la población, se adelanta en 57 y 77
años respectivamente a que se adaptaran el III y IV Convenios de Ginebra del 12 de
agosto de 1949.
Manifiesto de Montecristi
Las experiencias de las guerras anteriores contra las fuerzas españolas y las ideas y
doctrinas de la guerra necesaria se expresan en la Circular a los Jefes firmada por el
Delegado José Martí y el General en Jefe del Ejército Libertador Máximo Gómez, el
28 de abril de 1895 y tres días después la Circular denominada “Política de Guerra”,
estableciendo de forma clara, sintética y objetiva el carácter humanista de la lucha por
la independencia.
La reacción del Gobierno español y de su Ejército en la isla fue de total irrespeto a las
leyes y costumbres de la guerra, ignorando el compromiso contraído como Estado
Parte del primer Convenio de Ginebra.
Sobre los sucesos de Virginius, Martí escribiría: “El mismo día que en Santiago de Cuba
una infame sed de sangre que subleva toda mi prudencia, asesino criminalmente a
sesenta soldados del Virginius, un jefe insurrecto, no podía conocer este hecho,
ponerla en libertad completa a un número mayor de prisioneros españoles que tenía en
su poder: allí están los mismos diarios españoles, ellos no pudieron ocultar la verdad”.
Se refería Martí al victorioso combate de Palo Seco, donde tropas cubanas al mando de
Máximo Gómez, destrozaron al Batallón de Valmaseda, quedando en manos cubanas
un numeroso grupo de españoles que fueron puestos en libertad al día siguiente del
combate.
La intervención de los Estados Unidos en la guerra que se libraba entre Cuba y España
le arrebataron la victoria al pueblo cubano e instauraron una república neocolonial,
cuyos gobernantes se convirtieron en instrumentos serviles a los intereses de los
gobiernos norteamericanos.
Son ilustrativas las palabras de Fidel en el juicio por los sucesos del Moncada:
“Señores Magistrados: ¿Dónde están nuestros compañeros detenidos los días 26, 27,
28 y 29 de julio, que se sabe pasan de sesenta en la zona de Santiago de Cuba?
Solamente tres y la dos muchachas han comparecido, los demás sancionados fueron
todos detenidos más tarde. ¿Dónde están nuestros compañeros heridos? Solamente
cinco... han aparecido; al resto lo asesinaron también. Las cifras son irrebatibles. Por
aquí, en cambio, han desfilado veinte militares que fueron prisioneros nuestros y que
según sus propias palabras no recibieron ni una ofensa... Si el Ejército tuvo diecinueve
muertos y treinta heridos, ¿Cómo es posible que nosotros hayamos tenido ochenta
muertos y cinco heridos?
El triunfo de la Revolución, victoria del pueblo, fruto de casi cien años de lucha, contra
fuerzas más numerosas y mejor pertrechadas con armamento y técnica de combate,
sentó las bases que hicieron posible el fin de la opresión del pueblo y de un cambio
radical en la historia de las relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, pues por
vez primera, pasaría Cuba de un estado de dependencia al reclamo del respeto a su
soberanía, independencia y autodeterminación, lo que provocaría en el futuro la
reacción del imperio norteamericano.
Anexo No. 2
REGLAS DE COMPORTAMIENTO EN LA ACCIÓN
1. RECÓGELOS
2. ASÍSTELOS
3. ENTRÉGALOS A TU SUPERIOR O PERSONAL MÉDICO
MÁS PRÓXIMO
1. RESPÉTALAS
2. TRATA HUMANAMENTE A LAS QUE ESTÉN EN TU PODER
3. PROTÉGELAS CONTRA LOS MALOS TRATOS. ESTÁN
PROHIBIDAS LA VENGANZA Y TOMA DE REHENES
4. RESPETA SUS PROPIEDADES, NO LAS DETERIORES, NI LAS
ROBES
1. NO LOS ATAQUES
2. NO DESTRUYAS LOS QUE SON INDISPENSABLES PARA LA
SUPERVIVENCIA DE LA POBLACIÓN CIVIL
3. TRATA DE NO CAUSAR GRAVES DAÑOS AL MEDIO AMBIENTE
En Cuba, no obstante que el gobierno de Carlos Prío Socarrás hubiera sido firmante de
los cuatro convenios de Ginebra en 1949, prácticamente no existía la estructura
organizativa de un sistema de Protección Civil, limitándose esta actividad a las Casas
de Socorro y a la actuación de los bomberos que por demás carecían de muy poco
respaldo gubernamental y las pocas asignaciones, en la mayoría de los casos eran
robadas por los gobiernos de turno. Es por eso que se puede afirmar categóricamente
que no existían antecedentes conocidos de organización antes de 1959, de un sistema
de Defensa Civil o Protección.
Con el Triunfo de la Revolución, desde sus inicios, los enemigos externos e internos
comenzaron sus campañas de difamación contra la Revolución Cubana, unido a
distintas actividades terroristas contrarrevolucionarias que perfilaban cada vez más, la
amenaza de una agresión armada desde el exterior con el apoyo de las fuerzas más
reaccionarias que aún permanecían en el país. Esto motivó que los propios
trabajadores se hicieran cargo de la custodia y protección de sus industrias y centros
fabriles lo que con el desarrollo de la construcción de la nueva sociedad revolucionaria,
la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias en octubre de 1959, firme
decisión del pueblo trabajador de defender su Patria contra la intensificación de las
acciones de sabotaje como el de “La Coubre” y la destrucción de la tienda por
departamentos “El Encanto” y la experiencia de la invasión de Playa Girón,
establecieron las condiciones para que a finales de 1961, sin experiencia alguna en
estos temas, se hiciera una labor de organización para lograr una efectiva protección de
la población y la economía contra el peligro principal en esos momentos: las continuas
amenazas y agresiones contra el país, que ya habían producido una significativa
secuela de pérdidas humanas y materiales en solo algo más de dos años. Así surge el
embrión del actual Sistema de Medidas de Defensa Civil y que se denominó entonces
Defensa Popular.
Ésta fue fundada a fines de julio de 1962 durante una reunión presidida por el ministro
de las FAR con los presidentes de las JUCEI de las antiguas seis provincias y 126
municipios de país, lo que contribuyó a viabilizar la incorporación a las tareas de la
defensa armada de la Patria a una enorme masa de nuestro pueblo, así como a
prepararlo para lo que se vislumbraba como una escalada en la agresión y que culminó
ese año con la Crisis de Octubre.
Producto de la organización y desarrollo que iba alcanzando el país y de los análisis por
el Gobierno de las consecuencias de este fenómeno y de otras situaciones ocurridas,
además de las experiencias que ya en ese momento se comenzaban a conocer en el
país respecto a la protección de la población y la economía durante la Gran Guerra
Patria en la Unión Soviética, se promulgó en julio de 1966, la Ley Nº1194, creando el
Sistema de Defensa Civil del país, dirigido por el Presidente de la república y apoyado
en el Consejo Nacional de Defensa Civil, órgano de dirección multiorganismos que
contaba también con consejos similares en lasa provincias y regiones del país. El
Vicepresidente de este Consejo nacional fue el Comandante Flavio Bravo Pardo. Esta
ley incluía además del riesgo de la guerra, el de los desastres naturales, partiendo de
las cercanas experiencias del huracán Flora.
En julio de 1976 y como resultado del proceso de reorganización institucional del
Estado, la creación de los órganos del Poder Popular y de la nueva división político –
administrativa se promulgó la Ley Nº 1316 Sobre el Perfeccionamiento de la Estructura
Organizativa de la Defensa Civil. En ella se establecía que el Sistema de Defensa Civil
lo dirigía el Presidente del Consejo de Ministros y en las provincias y municipios, los
respectivos presidentes de los órganos locales del Poder Popular. Establecía también la
responsabilidad de los organismos, instituciones y objetivos económicos.
Esta Ley se mantuvo vigente hasta el año 1994 en que la Asamblea Nacional del Poder
Popular promulgó la Ley Nº 75 “De la Defensa Nacional”, acorde con los ajustes
realizados al respecto a la doctrina defensiva del país y otros factores del desarrollo
socioeconómico del país.
En los momentos actuales existen dos instrumentos legales de gran importancia para el
cumplimiento de lo que en leyes anteriores se dispone y que son los siguientes:
Ley Nº 77 de 1995; Ley de Inversión Extranjera, que en su Disposición
Especial y Única establece que las empresas mixtas, los inversionistas
nacionales y extranjeros partes en contratos de asociación económica
internacional y las empresas de capital totalmente extranjero, están sujetas a
las regulaciones que se establezcan en materia de protección contra todo tipo
de desastres.
Decreto Ley Nº 262 de 1999 del Comité Ejecutivo de Consejo de Ministros,
Reglamento para la Compatibilización del Desarrollo Económico Social con
los intereses de la defensa, de gran importancia en cuanto a la prevención de
posibles pérdidas humanas y daños catastróficos que originarían la guerra y
los desastres. En estos momentos está sometido a consultas para su
perfeccionamiento un proyecto de Resolución del Jefe del Estado Mayor
Nacional de Defensa Civil normando el proceso de Compatibilización con los
intereses de la Defensa Civil lo que complementa el Decreto Ley Nº 262.
Para la guerra:
El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, que constituye un órgano de trabajo del
Consejo de defensa Nacional elabora los documentos de planificación para estos
casos, que incluyen las disposiciones para los órganos y organismos estatales,
entidades económicas e instituciones sociales de la instancia nacional.
Los órganos de Defensa Civil de las provincias y municipios elaboran los documentos
de planificación de su nivel y proponen las medidas de Defensa Civil a incluir en las
Disposiciones a los órganos y fuerzas subordinadas al nivel correspondiente. En la
Zona de Defensa, la Plana Mayor del Consejo de defensa de Zona auxilia a éste en la
planificación del cumplimiento de las medidas de Defensa Civil para la Guerra. Las
medidas de Defensa Civil para la Guerra se incluyen en la Decisión del Presidente del
Consejo de Defensa de la Zona y deben abarcar las principales medidas que aseguran
la protección de la población contra las acciones de los golpes del enemigo.
Las amenazas de desastres que por sus consecuencias constituyen las más
importantes para el país son las de origen hidrometeorológico, en particular los
huracanes y tormentas tropicales y las inundaciones costeras y fluviales ocasionadas
por estas y otras causas.
El país ha sido azotado entre 1891 y el 2001 por 145 huracanes (de ellos, 9 de gran
intensidad) y tormentas tropicales, reportándose los mayores desastres debido a una
inundación costera provocada por un huracán de gran intensidad en el sur de la
provincia de Camagüey en el año 1932, la cual arrasó con el poblado de Santa Cruz del
Sur, ahogándose más de 3 000 de sus habitantes, las inundaciones provocadas por el
huracán Flora en la región oriental del país en 1963, que produjeron más de 1200
fallecidos y el huracán Michelle en el 2001, de gran intensidad que afectó al 45% del
territorio nacional donde vive el 55% de los habitantes de nuestro país, el cual produjo
cuantiosas pérdidas en recursos materiales, no así en recursos humanos por la buena
organización del sistema de medidas de la Defensa Civil que ejecutaron todos los
organismos y órganos del Estado. .La población de riesgo por huracanes, tormentas
tropicales, lluvias intensas e inundaciones por diferentes causas, así como debido a
sequías corresponde con el total de la población del país, debido a las particularidades
de estos fenómenos naturales. No obstante, la población potencialmente expuesta a
mayor riesgo, según los últimos datos es la siguiente:
Por huracanes 4 millones de personas
Estos planes se elaboran en el nivel provincial y municipal, de acuerdo con las normas
metodológicas elaboradas por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y
coordinadas con los organismos competentes de la Administración Central del Estado y
lo aprueban los respectivos presidentes del Poder Popular en su carácter de jefes de la
Defensa Civil. El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil elabora el Plan de Medidas
para caso de Catástrofes con los anexos más importantes que puedan requerir de
acciones y aseguramiento de la instancia nacional como es el caso de Huracanes,
Intensas Lluvias, Penetraciones del Mar, Derrames de Hidrocarburos, Prevención y
Erradicación del Cólera, Enfermedades Epizoóticas Graves, Plagas y Enfermedades
Agrícolas Severas, Accidentes Químicos y Radiológicos de gran magnitud y otros.
Inundación- Efecto generado por el flujo de una corriente cuando sobrepasa las
condiciones que le son normales y alcanza niveles extraordinarios que no pueden ser
controlados en los vasos naturales o artificiales que la contienen, lo cual deriva
ordinariamente los daños que en aguas desbordadas ocasiona en zonas urbanas,
tierras productivas y en general en valles y sitios bajos. Atendiendo a los lugares
donde se producen las inundaciones pueden ser: costeras, fluviales, lacustres y
pluviales según se registren en las costas marítimas, en las zonas aledañas a las
márgenes de los ríos y lagos y en terrenos de topografía llana a causa de las lluvias
excesivas y a la inexistencia o defecto del sistema de drenaje respectivamente. Los
niveles de inundación dependen no sólo de las precipitaciones sino del grado de
saturación que tiene el suelo y los días que lleva lloviendo.
Inundación costera por penetraciones del mar- Se llama así a la inundación que se
produce por la acumulación del agua de mar sobre zonas bajas del litoral. Su origen
se encuentra vinculado a fenómenos meteorológicos como ciclones tropicales y bajas
extratropicales que producen fuerte oleaje, sobreelevación del nivel del mar y la
consecuente afectación a instalaciones y viviendas en el litoral. En los años con
eventos ENOS (proceso de cambios globales que ocasionan en el mundo la
sobreelevación paulatina del nivel del mar), el valor de la altura del mar puede 2 hasta 4
cm por encima del nivel normal
Existen diversas premisas que pueden originar desastres de origen tecnológico, pero
por su incidencia en la economía, sus probables afectaciones a la vida humana y el
perfil de este material solo relacionaremos lo concerniente a los desastres químicos,
aunque es creciente la opinión de especialistas de las Naciones Unidas y diferentes
países en incluir la clasificación de sanitarios o epidémicos.
Se define como objetivo económico con peligro químico (OEPQ), a los objetivos que
en su gestión económica o social emplean productos tóxicos industriales (PTI), en
cantidades tales que en escape y/o derrame al ambiente, crea una contaminación
química que puede ocasionar afectaciones a las personas, animales y plantas, así
como pueden afectar considerablemente la ecología.
Un aspecto que se maneja por distintos autores e incluso en los distintos medios de
difusión masiva de forma indistinta son los conceptos de avería química, accidente
químico y desastre químico.
Avería química.
Desastre químico.
Suceso de grandes magnitudes; asociado a la muerte o afección de un número
considerable de personas, animales o extensas áreas de vegetación, además, de
cuantiosos daños materiales. En la literatura extranjera, el término de desastre puede
ser expresado en términos tales como catástrofe o emergencia química.
Fase Informativa:
Se precisa la información del DESASTRE (huracán) por los órganos especializados y
se comienza a orientar el cumplimiento de medidas a la población, objetivos
económicos y sociales.
Se puntualizan en todos los niveles y objetivos, el conjunto de medidas de protección
planificadas para esta etapa
Se revisan y limpian tragantes, alcantarillas, desagües y caños de azoteas.
Los integrantes de los órganos de dirección a los distintos niveles se mantienen
localizables y al igual que la población y los trabajadores, informados del desarrollo y
desplazamiento del huracán.
Se revisan los albergues y centros de elaboración que se deben utilizar y se realizan las
medidas higiénico-sanitarias y antiepidémicas de esos lugares.
Se actualizan la existencia de medicamentos y materiales para primeros auxilios.
Se ponen en disposición los grupos operativos en composición reducida. En los
objetivos se establece (incrementa) la guardia.
Se organizan las tareas previas a la evacuación de la población, movimiento de
estudiantes, traslado de ganado y protección de bienes materiales, materias primas,
etc.
Fase de Alerta:
Se incrementa la atención a las informaciones que se brindan a través de la
prensa escrita, radial y televisiva, sobre la evolución del DESASTRE (huracán) y
de las notas informativas del EMNDC.
Se activan los Puestos de Dirección de la Nación, provincias y municipios y los
Puntos de Dirección en las zonas (objetivos).
Se refuerzan las puertas, ventanas y vidrieras.
Se comienza la evacuación de la población, estudiantes y el traslado del ganado,
según lo planificado.
Se incrementa la instrucción e información a la población.
Fase de Alarma:
Se concluye la evacuación de la población, estudiantes y el traslado del ganado
y medios materiales previstos.
Se presta ayuda de forma organizada en la realización de los trabajos de
salvamento urgente de las personas, medios materiales y ganado.
Se incrementa la divulgación, al máximo, por todas las vías posibles, de la
situación creada y las medidas de protección a tomar ante esta.
Se mantienen, además, las medidas adoptadas en alerta ciclónica que se
consideren oportunas.
Fase Recuperativa:
Se realiza la desobstaculización de las vías.
Reparación de redes y establecimiento de los servicios eléctricos y de
comunicaciones.
Se efectúa el regreso de los evacuados a sus lugares de origen, en cuanto las
condiciones lo permitan.
Se integran, de forma organizada, el personal disponible a las brigadas de
limpieza y recuperación.
Se elabora el informe resumen a los órganos de dirección estatal y partidista,
acorde a su nivel, según lo establecido.
La implantación de estas fases, la decide el Ministro de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias a propuesta del jefe de Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.
Excepcionalmente, dada la situación concreta en un territorio determinado, el jefe de la
Defensa Civil en la provincia afectada está facultado para establecer las fases
correspondientes e informar con la mayor brevedad las medidas tomadas al Ministro de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias a través del Estado mayor Nacional de la
Defensa Civil. En caso de estar activado el Consejo de Defensa Provincial, su
Presidente asume esta responsabilidad.
De ser necesario, de acuerdo con la magnitud del desastre y sus consecuencias
previsibles, el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias podrá proponer al
Presidente del Consejo de Estado la declaración del estado de emergencia para todo el
territorio nacional ó la parte de él afectada por el desastre en cuestión
Medidas preventivas.
Son aquellas encaminadas a evitar el surgimiento del foco de contaminación química.
Estas medidas se deben tomar con suficiente antelación, siendo el momento más
propicio cuando la obra se proyecta, o cuando se realiza la conciliación de la obra con
la Región Militar y la Defensa Civil.
Este plan de medidas es el documento con el que cuentan los órganos de dirección
para la organización de las medidas preventivas, dirigidas en primer orden, a evitar el
surgimiento de una catástrofe o disminuir sus efectos y para actuar de forma oportuna
organizada y eficaz en caso de que se produzca.
Estos planes se elaboran en todos los territorios (provincias, municipios, regiones,
sectores) en los objetivos económicos, empresas y otras instancias de los Organismos
de la Administración Central del Estado(OACE) y en las unidades militares.
Para su elaboración se parte de los riesgos de catástrofes de todo tipo, que pueden
afectar el territorio (objetivo) de que se trate, elaborándose de forma independiente,
tantas evaluaciones o anexos al plan de medidas para caso de catástrofe como sean
necesarias.
Por ejemplo, en un territorio dado si existe el riesgo de producirse desastres del tipo
natural (inundaciones, huracanes, sismos, derrumbes, deslizamiento de tierra), o
provocados por el hombre (desastres químicos, radiológicos o biológicos), producto de
escapes, averías, destrucción de instalaciones donde se manejan de una u otra forma
sustancias tóxicas, radiológicas o agentes biológicos que pudieran afectar al hombre, la
economía o el medio ambiente, es necesario tener para cada uno de los casos, los
anexos correspondientes al plan de medidas para caso de catástrofes, donde se
expresan todas las acciones a realizar por la defensa civil (entidad u organismo) para
eliminar o atenuar al máximo las pérdidas en vidas humanas, recursos y el deterioro del
medio ambiente.
El anexo al plan de medidas para caso de catástrofes, es un instrumento efectivo que
permite a quien corresponde estar organizado para hacer frente de manera eficaz a
estos desastres, y constituye el documento principal con que cuenta el territorio u
objetivo para la preparación, planificación, control y dirección de las medidas de
protección de la población y la economía ante la ocurrencia de un desastre dado.
El plan debe ser preciso y estar elaborado con perfecta adaptabilidad y flexibilidad a las
condiciones propias de cada territorio.
La estructura del plan consta de:
Parte textual.
Gráficos.
Documentos complementarios.
Parte textual.
En esta parte se desarrollan de esa forma los siguientes aspectos:
Introducción (breves características).
Objetivos principales del plan.
Apreciación de la situación.
Principales medidas a cumplir por etapas.
Organización de la instrucción.
Principales medidas de los aseguramientos.
Organización de los trabajos de salvamento y reparación urgente de averías
(TSRUA) y fuerzas a emplear.
Organización de la cooperación.
Organización de la dirección y las comunicaciones.
En todos los casos serán incluidas en los planes las medidas para la protección de los
trabajadores y la población, la economía, los animales y las plantas, así como para la
realización de los TSRUA.
Parte Gráfica.
En los mapas (planos) se resaltan las áreas de riesgo, las instalaciones, los accidentes
del terreno y otros datos de importancia. Se emplean mapas (planos) topográficos y
planimétricos, de escala apropiada para cada posible situación.
Documentos complementarios.
Entre los documentos de trabajo (complementarios) se encuentran los que emplean los
oficiales de guardia:
Planes de trabajo para las diferentes situaciones catastróficas.
Planes de aviso al personal de dirección y a las fuerzas.
Tabla de señales de aviso para los trabajadores y vecinos.
Planes calendarios y otros.
De esta forma todo ciudadano, por una vía o por otra, y en general por más de una,
recibe una preparación (instrucción) sobre las medidas de Defensa Civil a cumplir en
determinada situación, preparación que abarca los siguientes principios:
A nivel del país se emplean diversas actividades de carácter nacional y masivo para
preparar a la población en sus diferentes categorías en el conocimiento y cumplimiento
de las medidas de Defensa Civil en la reducción de desastres, entre las que se destaca
la realización del Ejercicio “Meteoro”.
La realización del Ejercicio Popular de las Acciones en Caso de Catástrofes
denominado “METEORO” se desarrolla anualmente durante dos días, antes del inicio
de la temporada ciclónica (1 de Junio al 30 de Noviembre) y su preparación y
organización responde, alternándose, a las Indicaciones del Jefe del Estado Mayor
Nacional de la Defensa Civil (EMNDC) un año y las que se elaboren por los Jefes de la
Defensa Civil de las provincias y los municipios, en el otro. Aunque su objetivo general
es preparar al país, a las autoridades a los diferentes niveles y a la población para
enfrentar la afectación por ciclones tropicales e intensas lluvias, por decisión del Jefe
del Estado mayor Nacional de la Defensa Civil o el Jefe de la Defensa Civil de la
provincia, según corresponda, se realiza la preparación para enfrentar otros riesgos de
desastres, ya sean naturales, sanitarios o tecnológicos, o una combinación de ellos,
según se aprecie la necesidad al respecto.
El primer día, se entrenan los dirigentes, autoridades y especialistas que conforman los
Puestos de Dirección para Caso de Catástrofes a los diferentes niveles e instancias,
bajo un supuesto peligro que amenaza al territorio y lo afecta, lo que permite la
cohesión de esta estructura, la revisión y puntualización del Plan de Medidas para
Casos de Catástrofes correspondiente, puntualizar la situación de los recursos que
están previstos movilizar, la coordinación y cooperación con instancias vecinas o
territorios colindantes, según sea el caso, y otros aspectos contemplados en la
planificación y organización de las acciones a tomar.
Al día siguiente, se moviliza a la población en general, para la realización de ejercicios
prácticos y demostrativos al nivel de entidad, cuadra, barrio, poblado, ciudad, con la
participación de la comunidad y de las fuerzas especializadas, y también se realiza una
jornada de higienización y limpieza en todas las instancias, participando en todo este
movimiento alrededor de 4 -5 millones de personas anualmente.
Durante la realización de los Días de la Defensa, ya sean de carácter nacional o
territorial, donde participa masivamente la población en sus lugares de trabajo o
residencia, se incluye la ejercitación de normas de conducta ante diferentes tipos de
desastres y otras medidas de Defensa Civil.
Lograr que cada integrante del Sistema de Medidas de Defensa Civil adquiera
conocimientos, que le permitan planificar y aplicar las medidas de protección en
cualesquiera de las situaciones de desastres naturales u otros tipos de catástrofes,
prestando especial atención al estudio y ejercitación práctica de los principios,
fundamentos, dirección (mando), acciones, procedimientos y normas de conducta que
se establecen para la protección de la población y la economía, así como para la
realización de los trabajos de salvamento y reparación urgente de averías en los focos
de destrucción o contaminación.
Otras consideraciones.
Los resultados alcanzados en la reducción de las pérdidas de vidas y lesionados ante
el embate de los ciclones tropicales que nos han afectado en los últimos años, si los
comparamos con lo que ocurría antes de implantado el Sistema de Medidas de
Defensa Civil y sus métodos y procedimientos para preparar a sus ciudadanos, son por
si solos, una muestra de la efectividad de esta preparación, que podemos extender a
otros tipos de desastres.
CITAS BIBLIOGRÁFICAS
2 KIERAN, JOHN: información please almanac 1947, Doubleday and Co and Inc.
3 Ibídem
4 D´ESTEFANO PISSANI, MIGUEL: Obra citada. p.182.
7 CASAÑAS REYES, JOSE Y FELIPA SUAREZ RAMOS: EE.UU. vs. CUBA más de dos
siglos de agresiones. Editora Verde Olivo, La Habana, 1992, p.7.
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(1809-1830), The John Hopkins Press, Baltimore,1929.p.72.
12 Ibídem.
14 Ibídem, p.156.
15 Ibídem, pp 156-157.
16 Ibídem, p. 157.
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Biblioteca Ayacucho, Madrid, (SA), pp. 445-456.
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manifestaciones practicas de la idea de la anexión de la Isla de Cuba a los Estados
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ensayos sobre el Caribe, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1989 p. 50.
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La Habana, 1973; p.95.
30 Ibídem, pp 220.
32 Ibídem, pp 84-85.
34 MARTI PEREZ, JOSE: Obras completas, t.1, Editora Nacional de Cuba, La Habana
1963; p.54.
35 Ibídem, pp.232-236.
37 FONER PHILIP: Historia de Cuba y sus relaciones con los Estados Unidos, t,2,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1973; p.249.
39 Ibídem, pp.46-47.
40 Ibídem, p.160.
50 Ibídem.
53 Ibídem, p.546.
54 GOMEZ BAEZ, MAXIMO: Diario de campaña, Centenario 1868, Instituto del libro .La
Habana, 1968; pp.371-372.
57 Ibídem, p.133.
58 Fragmentos del mensaje del presidente de estados Unidos al Congreso con la fecha
5 de diciembre de 1899, en hortensia Pichardo, obra citada, t.2;p.69.
62 ibídem.
65 Ibídem, p.123.
73 PADRON, PEDRO LUIS: Que republica era aquella, Editorial de Ciencias Sociales,
La Habana, 1986; pp.62-63.
75 Ibídem, p.375.
76 Ibídem.
78 SMITH ,E.: The Fourth Floor, Randon House, 1962, New York; .pp.172-178.
79 Ibídem.
80 Ibídem
84 Ibídem, p.177.
86 Ibídem, p.44.
88 HINCKLE, WARREN AND WILLIAM TURNER: The history of secret war against
Castro, Harper and Row Publisher, 1981, p.99.
89 BLIGHT. JAMES G AND DAVID A. WELCH: On the brink. Americans and Soviets
reexanime the cuban missile crisis, The noonday Press, 1990;p.30.
100 LOPEZ SEGRERA, FRANCISCO: La política del imperialismo yanqui hacia Cuba,
De Eisenhower a Reagan , Revista Casa, No. 131, marzo-abril. 1982;p.5.
101 Informe No.94-465 del Congreso. Primera sección del senado norteamericano.
Imprenta del gobierno de los estados Unidos, Washington. 1975; p. F-1.
103 Para ampliar ver en Nicanor León Cotazo: Crimen en Barbados. Editorial de
Ciencias Sociales. La Habana, 1977.
104 EDITORA POLITICA: Informe Central al segundo congreso del PCC, La Habana
1981 pp.162-163.
106 CASTRO MARIÑO SORAYA: El congreso y la política hacia Cuba en los 80.
Tendencias actuales. Cuadernos de Nuestra América, vol. IX. No 18, enero-junio de
1992, pp 23-25.
107 BUSH, GEORGE: Discurso pronunciado en mayo de 1992, conocido como Eclipse
del comunismo. En Weekly compilation of presidencial documents. Vol.25 21 de Mayo
de 1989, p.755.
111 Ibídem.
113 Published 1992 by RAND. Santa Monica, Secretary of Defense for Policy, Inter.-
American Dialogue “CUBA IN THE AMERICA” RECIPROCAL CHALLENGUES. TASK
FORCE ON CUBA.October 1992. Washington DC.
114 SCHUZL DONALD E: Los Estados Unidos y Cuba: de la estrategia de conflicto al
compromiso constructivo. Centro de información para la Defensa de las FAR, mayo de
1993.
115 Ibídem.
118 MARTI PEREZ JOSE: Vindicación de Cuba, Obras completas. T.1. Editorial de
Ciencias sociales. La Habana. 1975. p.237.
119 CASTRO RUZ FIDEL: Discurso en el acto de clausura del II Congreso de los CDR
el 24 de octubre de 1981, en el periódico Granma del 26 de octubre de 1981;
BIBLIOGRAFÍA
INDICE:
Nota al lector 1
Introducción 2
CAPITULO No 1 DIFERENDO EE UU CUBA
Diferendo EEUU Cuba en la Etapa Colonial (1767-1898) 4
Diferendo EEUU Cuba durante el Dominio Colonial (1899-1958) 39
Diferendo EEUU Cuba : 1959 hasta la actualidad 65
Anexo No 1 67
CAPITULO No 2 FUNDAMENTOS Y ORGANIZACIÓN DEL PAIS PARA
LA DEFENSA.
Fundamentos de la Defensa Nacional. 69
Formas de agresión militar de los Estados Unidos contra Cuba. 69
Fundamentos de la Defensa nacional y Territorial 70
Postulados de la Doctrina Militar Cubana. Concepción de la Guerra de todo
el pueblo. 71
Organización estatal del país. El sistema defensivo territorial y su importancia.
Elementos de la preparación del país para la defensa. 79
Situaciones Excepcionales en Cuba y su comparación con otros países. 81
Órganos de dirección que se crean para las Situaciones Excepcionales. 81
Organización del país para la defensa. 83
Breve reseña histórica sobre el surgimiento, desarrollo y perfeccionamiento
de las FAR. 90
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias. 94
Incorporación de graduados universitarios a las FAR de acuerdo a la Ley del
Servicio Social. 96
Organización del sistema de grados militares en las FAR y el MININT. 97
Organización , composición , designación , subordinación y misiones
a cumplir por las zonas de defensa y las brigadas de producción y
defensa en el sistema defensivo territorial. 106
El servicio militar y la preparación del personal para la defensa. 113
La preparación de los ciudadanos para la defensa 114
El sistema de Educación Patriótico Militar e Internacionalista 119
Nociones sobre sistema de movilización del país. Organización del
sistema del registro militar 123
La preparación de la economía para la defensa. Principios fundamentales 126
Organización funcional de la preparación de la economía para la defensa 128
Procedimientos para la determinación y satisfacción de las demandas
para la defensa. 129
Documentación para las Situaciones Excepcionales. 131
Compatibilización del desarrollo económico y social del país con los
Intereses de la defensa. 134
El sistema de reservas materiales de la República de Cuba 139
Surgimiento y desarrollo del Derecho Internacional Humanitario 142
Derecho de Ginebra y Derecho de La Haya. 147
Normas fundamentales del Derecho Internacional Humanitario aplicables
caso de conflicto armado. 149
Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos. 150
El Derecho Internacional Humanitario y las tradiciones históricas de la
Lucha armada del pueblo de Cuba. 153
Anexo No. 1. 154
Anexo No. 2. 155
CAPÍTULO No. 3 DEFENSA CIVIL.
Surgimiento y desarrollo de la Defensa Civil. 155
Política y sistema de ciencia e innovación tecnológica en
interés de la Defensa Civil cubana. 160
Fundamentos y principios del sistema de medidas de Defensa
Civil Concepto, papel y objetivo del sistema de medidas de
Defensa Civil. 162
Misiones y medidas de la Defensa Civil. 166