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Introducción al tema
El propio carácter plural de los derechos humanos hace que no haya una
sola teoría justificadora de los mismos, sino que pueda haber distintas y
que cada una de ellas puede aportar algo de tal forma que ninguna de
ella puede ni debe ser rechazada.
1.1.3. Importancia
Una de esas teorías son las teorías objetivistas. Estas teorías se basan en
la existencia de un orden de valores, reglas o principios que poseen una
validez objetiva absoluta y universal con independencia de la existencia
de los individuos o de su conciencia valorativa (Pérez Luño, 1984: 133 -
184).
Esta teoría cuenta con defensores y detractores de tal forma que unos la
consideran suficiente para justificar los derechos humanos y otros no.
Entre las críticas destacar la subjetividad a la hora de decidir si es una
necesidad relevante para justificar los derechos humanos o si en realidad
no lo es, o si siéndolo se cuenta con los medios necesarios para
satisfacerla.
Otras teorías que fundamentan los derechos humanos son las teorías
subjetivistas. Estas teorías parten exclusivamente de la contemplación
del sujeto y tratan de fundamentar los derechos individuales por encima
de todo, rechazando el carácter jurídico a las exigencias sociales. Para
estas teorías lo más importante es el orden natural y destaca
principalmente el principio de la libertad (Mejías Quirós, 2006:193).
La endogamia o sea la elección del cónyuge dentro del mismo grupo social
y geográfico, era una circunstancia para los desposados, como lo era la
edad en que se debía contraer matrimonio. El adulterio y la promiscuidad
eran castigados y penado con la muerte. Si el cónyuge traicionado
absolvía, el que estaba en falta no era ajusticiado, pero de todas maneras
recibía un castigo como azotamiento o cambio de trabajo de un quehacer
de mayor rango a una considerada menor en el nivel social. Lo mismo
ocurría con los violadores, quienes, si contraían matrimonio con la
víctima, con el consentimiento de ésta, no eran ajusticiados pero también
sufrían castigos de diversa índole como un ejemplo para los demás
Además de la ilustración para la vida laboral, los niños y las niñas recibían
también adiestramiento musical y sobre numerosas actividades artísticas.
Desde temprana edad se experimentaba la vocación y aptitud,
especialmente de los niños varones para que cuando ellos fueran adultos
se consagraran al oficio que mejor pudieran desempeñar, puesto que el
trabajo especializado era una particularidad en la sociedad incaica.
Los españoles buscaban evitar así que se repitiera el fenómeno del "riesgo
o amenaza judía" acontecido, entre los siglos XIV y XV, en el territorio de
España, donde los judíos se habían transformado en patrones de las
finanzas hispanas, puesto que ciertas prácticas como el agio o la usura
que eran penadas por la religión católica, no lo eran por la judía.
Se les consideraba por eso, "un Estado dentro del Estado", espacio que
antes que ser buenos súbditos de la Corona, poseían sus propias
costumbres y tradiciones, sus propios códigos internos y su propia fe. Por
eso, en las nuevas tierras de América y en el territorio del reino se les
perseguía, se les desalojaba y se les sometía al juicio religioso de la Santa
Inquisición, para terminar con su poder.
Del mismo modo los españoles fueron víctimas de la Inquisición, pues sus
supersticiones, hechicerías y prácticas mágicas, se multiplicaron en
acercamiento con el mundo americano, por lo que el reino de España
decidió combatir todos los actos contradictorios al dogma católico.
A pesar de que en una época fue la institución más temida del reino
español y sus colonias, a partir del siglo XVIII se enfatizó claramente en
la declinación del Santo Oficio, tanto en la metrópoli como en las tierras
de América y fue extinguido por decreto de las Cortes de Cádiz el 22 de
febrero de 1813. El Virrey Abascal estableció la publicación en Lima, el
30 de julio de ese año, del decreto de abolición.
2. Identifica la evolución histórica de los derechos humanos en el Perú elaborando una lía de
tiempo
Según Málaga (1974) sostiene que "la población indígena de todo el virreinato del Perú fue reducida
entre los años 1570 a 1575. Esta reducción se hizo con mucha dureza, se quemaban y destruían las
chozas y viviendas y los indios eran arrancados por la fuerza de sus aldeas y poblados y trasladados
a lugares diferentes a los que no estaban acostumbradas ni ambientados". (p. 62).
Como se puede apreciar la población indígena carente de instituciones que los protegieran se
vulneraban permanentemente sus derechos, como la libertad de residencia y de desplazarse
libremente. Las reducciones indígenas implementadas por el Virrey Toledo fue la manifestación más
notable de la vulneración de los derechos humanos.
Rosas, C (s.f ) en el resumen de su ponencia: Las reducciones en el proceso de extirpación de
idolatrías del siglo XVII, presentado en el Simposio Las reducciones indígenas, una visión
comparativa: Las tensiones que a nivel local produjeron las campañas de extirpación de idolatrías,
es necesario incluir el rol que cumplieron las mismas reducciones, que fueron una piedra angular en
la política del Estado español frente a los indios. Su establecimiento fue parte de la instauración del
sistema colonial y tuvieron como principales objetivos el control de la población indígena para el
cobro del tributo, la organización de la mita y la evangelización. Su implementación durante el siglo
XVII llevó a un importante debate, que se desarrolló entre los años 1620 y 1685. Este debate estuvo
estrechamente vinculado con las campañas de extirpación que tuvieron como uno de sus objetivos
explícitamente señalados, el asegurar la permanencia de las reducciones y el abandono, e incluso
la destrucción, del pueblo viejo. (...).
El lugar donde se fundaba el nuevo pueblo de indios o la reducción era importante no solo porque
debía permitir la concentración de los indios en torno a este nuevo punto de referencia, sino
también porque debía desarraigarlos de su pueblo originario y para lograrlo, se fundaban los
pueblos nuevos en zonas distantes de los llamados pueblos viejos. Esta preocupación se debía a
que el espacio donde estaba emplazado el pueblo les daba a los indios acceso a diferentes tipos
de recursos: sociales, que significaban relaciones de parentesco, recursos económicos que tenían
que ver con el acceso a cultivos, ganado, tierras, agua, etc., y religiosos, que eran los antepasados
o malquis que se hallaban en los cerros o cuevas de las inmediaciones y las divinidades, cuyos
lugares de culto también se encontraban cerca del pueblo o desde aquel era más fácil su acceso.
Todos estos elementos daban forma a una identidad colectiva, que se pretendió violentar con el
abandono del pueblo originario y su traslado a un nuevo lugar, hecho que produjo un conflicto
permanente entre la reducción y el pueblo viejo.