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Patologías de órganos articulatorios y de resonancia (Resumen):

a) Labios:
 Labio leporino (labio de liebre, se puede reemplezar con labio hendido):
malformación congénita. Fisura que separa en dos partes asiméticas el labio
superior . Puede ser uni o bilateral con fisura palatina. Al estar lesionado el
músculo orbicular de los labios se dificulta la articulación de los fonemas
labiales como “p”, “b” y “m”; la consonantes labio dental “f” y las vocales “o” y
“u”.

 Parálisis labial y facial: Desviación de la comisura y dificultad en llevarla de un


lado a otro, en soplar, silbar y también en la articulación de los fonemas
labiales.

b) Cavidad bucal:
 Diastemas: Excesiva separación de los dientes, tanto superiores como
inferiores.
 Anteroversión dentaria: Inclinados hacia la parte externa de la boca.
 Retroversión dentaria: Inclinados hacia la parte interna de la boca.
Ambas antero y retroversión traen problemas de masticación y articulación de
los fonemas que tienen su punto de articulación entre los dientes (“s”, “Ch”).
 Retrucción: Mala oclusión mandibular dada por la retracción del maxilar
inferior hacia atrás.
 Prognatismo: Salida hacia adelante del maxilar inferior.
Ambas patologías (retrucción y prognatismo) tienen como consecuencia la
articulación del los fonemas que tienen su punto de articulación entre los
dientes (“s”, “Ch”); y de los fonemas que tienen la lengua como punto de apoyo
en los dientes y alveólos (d, f, t, r, rr). Son causa frecuente de dislalias.

Paladar duro y blando:

 Paladar ojival: Asociado a respiradores bucales (al respirar siempre por boca hay una
mala posición de la lengua que empuja el paladar en su parte media y lo eleva,
formando una especie de canal). Se trata con ortodoncia.
 Fisura Palatina: Se unen las cavidad bucal con las fosas nasales lo que genera rinofonía
(nasalización de los fonemas) y en caso más complejos rinolalia (alteración grave del
timbre, gangoso).

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 Rinofonía:

Nasalización de los fonemas. Se clasifican en abiertas y cerradas.


Las abiertas son las que se escapa un exceso de aire por la nariz durante la emisión vocal, por
fisura palatina o por paresia del velo del paladar, que no llega a contactar con la pared
posterior de la faringe.
Los fonemas están deformados en cuanto al timbre, no en cuanto a la articulación.

La cerrada, es al revés: hay obstrucción nasal por vegetaciones adenoides, pólipos nasales o
tumores nasofaríngeos que obstruyen las fosas nasales; impidiendo el paso del aire hacia la
nariz para la emisión de los fonemas nasales (m, n, ñ). Alteración del timbre de fonemas
nasales, voz de resfriado.

En la Rinofonía hay alteración del timbre (nasal) por escasa o excesiva salida del aire por la
nariz durante la emisión.

 Rinolalia:
Alteración del timbre que es excesivamente nasal y del punto de articulación de los fonemas.
Articulación deformada a consecuencia de una fisura que puede implicar labios, paladar óseo
y blando; por lo tanto la lengua no puede apoyarse en el punto correcto para cada fonema.

En la Rinolalia se observa alteración del timbre y punto de articulación por alteración


orgánica que compromete las estructuras del paladar duro y/o blando.

 Fondo cavidad bucal:

En el fondo de la cavidad bucal se encuentra el istmo de las fauces formado por el velo del
paladar, la úvula, los pilares y a ambos lados las amígdalas.
Las amígdalas no ocasionan problemas a menos que estén inflamadas (amigdalitis- las que se
ven a simple vista- , adenoiditis – detrás del paladar blando, no se ven- : vegetaciones
adenoides o carnes crecidas); si son de gran tamaño pueden ser causa de trastorno de
resonancia de los sonidos; voz ronca, opaca, de menor volumen, gangosa.
Hay casos quirúrgicos (infección) donde se observa mejoría en la resonancia vocal.

 Movilidad lingual:

Puede haber frenillo lingual corto que le impide contactar con la zona alveolar; distorsionando
los fonemas ápico-alveolares como la “r”, “l” o la “d”, “t” y “n”; o los interdentales como “s” y
“ch”.

Otras alteraciones se pueden presentar en casos pocos frecuentes de lengua exageradamente


grande (macroglosia).
Y lo contrario, cuando es excesivamente pequeña (microglosia).
Deglución atípica se observa en respiradores bucales.

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c) Fosas Nasales:
Trastornos funcionales como la desviación de tabique nasal (congénita o traumática; si es por
el aumento de cornetes no necesariamente provoca problemas respiratorios) o pólipos de
gran tamaño en los meatos que pueden deformar las fosas nasales (solución quirúrgica);
provocando insuficiencia respiratoria.
La hipertrofia de los cornetes hace disminuir el aire que entra por la nariz y acarrea una
insuficiencia respiratoria (se puede resolver con gotas que hacen disminuir de tamaño a los
cornetes o con intervención quirúrgica).

2) El cuello:

Se debe palpar a lo largo del cuello el músculo esterno –cleido –mastoideo (nombre que es así
porque se inserta desde el apófisis mastoides -debajo de la oreja- hasta la clavícula y
esternón); para descartar contracturas, lesiones, esguinces, tortícolis.
Se considera patológico cuando el músculo no es saliente. Está normal si se percibe una masa
muscular bien diferenciada, si se palpan cordones o nudos está hipertenso y si se percibe una
masa amorfa, indiferenciada; hipotónico.
Al girar el cuello den un lado al otro también se deberían destacar los ganglios de la zona
submaxilar (si están aumentados de tamaño hay un proceso inflamatorio).

Hay que observar también la parte central del cuello donde se encuentra el cartílago tiroides;
que puede presentar bocio si el tiroides está aumentado de tamaño.

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