La Personalidad del Espíritu Santo

ROMPIENDO EL HIELO

a. ¿Pueden recordar un momento de sus vidas donde alguna persona les ayudó en un momento
de peligro?

b. ¿Han pasado un momento de gran pena o dolor y fueron atendidos por alguna persona?
¿Pueden mencionar quién? Y ¿cómo les prestó la ayuda?

INTRODUCCIÓN Los criterios o ideas personales son importantes, sin embargo, ante un argumento
bíblico, carecen absolutamente de valor. Nuestras diferencias sobre temas bíblicos deben ser
siempre zanjadas a la luz de un “escrito está”.

De alguna manera, los cristianos hemos descuidado el estudio, en relación a la naturaleza y la

tarea salvífica que realiza el Espíritu Santo. Muchos cristianos fieles conciben al Espíritu Santo en
términos de energía y poder divinos pertenecientes al Padre. Pero necesitamos preguntarnos
¿Qué nos enseñan las Escrituras, respecto a este tema?

TEXTO PARA ESTUDIO: Juan 14:16

DEBATE

I. CONOCIENDO EL TEXTO Discuta con el grupo: 1. Juan 14:26: perciba cómo Jesús se refiere al
Espíritu, describiendo una labor de enseñar y recordar a sus discípulos, labor que no podría ser
llevada a cabo por una energía, sino, por Alguien. ¿Cómo nos motiva en forma práctica el Espíritu
Santo en la labor de enseñanza?

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El Tiempo del fin 12

II. INTERPRETANDO EL TEXTO Discuta con el grupo: Características personales del Espíritu Santo,
en el Nuevo Testamento

Analice con su Grupo Pequeño, los siguientes textos:

1. Inteligencia y conocimiento, Juan 14:26; 1 Cor. 12:11 - Emociones, Efesios 4:30 - Resistir,
Hechos 7:51 - Pecar contra Él, Mat. 12:31; Mar. 3:29

III. APLICANDO EL TEXTO Discuta con el grupo: De todas estas funciones del Espíritu Santo, ¿cuál
les resulta más importante? Habla, Hechos 8:29 - Enseña, Lucas 12:12 - Revela, Lucas 2:26 -
Testifica, Hechos 20:23 Escudriña, 1 Cor. 2:10,11 - Envía, Hechos 13:2 - Guía, Hechos 8:29;
11:12 - Declara cosas que vendrán, Juan 16:13

Para pensar: como si fuera poco, La expresión griega “otro Consolador”, que usa Jesús, al referirse
al Espíritu Santo en Juan 14.16, tiene la clara afirmación y deseo de señalar, no “otro” distinto sino
muy por el contrario “otro igual”, con las mismas características y esencialmente igual. Es decir
otro con las mismas características divinas que tiene el Padre y el mismo Jesús.
CONCLUSIÓN Finalmente la tarea de glorificar a Jesús, no puede ser hecha por una energía, sino,
por un ser personal y en este caso divino. En conclusión, el Nuevo Testamento, presenta al Espíritu
Santo, con claras características personales y divinas. Alabado sea el Espíritu Santo.