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LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO

Lo que Dios espera de nosotros

“El Señor viene pronto. Los centinelas que están sobre los muros de Sión reciben la orden
de despertar para asumir las responsabilidades que Dios les ha impuesto. Dios llama a
centinelas que, en el poder del Espíritu, darán al mundo el último mensaje de advertencia y
le dirán, qué hora es de la noche. Quiere a centinelas que despierten a los hombres y
mujeres de su letargo, no sea que se duerman en el sueño de la muerte”
Joyas de los Testimonios, t. III Pág. 278, 279

El tema en esta noche es sobre el Espíritu santo, pero para hablar acerca de la
persona del Espíritu santo quiero hacer una pequeña introducción al tema.

Como adventistas nosotros a veces creemos, que como tenemos el diagrama


profético, como se nos ha enseñado punto por punto los eventos finales, creemos
que todo está bajo control, que sabemos exactamente donde estamos, que nada
nos tomará por sorpresa.
Personalmente considero que hablar de profecía es de suma importancia y mas
en estos últimos tiempos, porque la profecía nos despierta. Pero muy por
encima de la profecía, está la preparación necesaria para poder pasar por el
tiempo que señala la profecía. ¿De qué sirve que yo conozca todo lo que va a
venir, si no estoy preparado para hacerle frente?

ILUSTRACIÓN

Mateo 25 Parábola de las diez vírgenes

25 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que


tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

Porque esta parábola, que son palabras del Señor Jesús, y que es no solamente
una ilustración de lo que habría de suceder antes de la venida de Cristo con Su
iglesia que espera Su venida, sino también una profecía que la mensajera del
Señor dice, se cumplirá al pie de la letra.

PVGM: 337. Las dos clases de personas representadas en la parábola por las diez
vírgenes, representan las dos clases que profesan estar esperando su Señor. Se
las llama vírgenes, porque profesan una fe pura. Las diez son ¿cómo? Vírgenes.
¿Por qué son vírgenes? Porque profesan una fe pura. Sigo leyendo. Las diez
salieron a recibir al esposo. ¿Cuántas esperan al Señor? Las diez. Todas tenían
lámparas y vasijas para el aceite. Aparentemente no había diferencia alguna entre
ellas. Tal ocurre con la Iglesia que vive precisamente antes de la segunda venida
de Cristo. Todos tienen el conocimiento de las Escrituras, todos han oído el
mensaje del pronto regreso de Cristo y esperan confiadamente su aparición.
¿Cuántos esperan la venida del Señor? Todos. ¿Y cómo lo esperan? Confiados.

Analicemos la diferencia o lo que significa cada clase de vírgenes.

Insensatas. 
 Las cinco insensatas no son hipócritas (PVGM 338). Son insensatas
porque no se han entregado a la obra del Espíritu Santo. En este sentido se
parecen a los oidores representados por la tierra pedregosa y al hombre que no se
puso el vestido de bodas El Evangelio los atrae, pero el egoísmo impide que la
verdad se arraigue en su
 vida y lleve el fruto de un carácter semejante al de
Cristo.

Pero las personas representadas por las vírgenes fatuas se contentaron con una obra
superficial. Recibieron el Espíritu Santo inicialmente, pero no le permitieron que
transforme su carácter. Esta es la clase de personas que en el tiempo de peligro claman,
paz y seguridad, Cuando se despiertan alarmados de su letargo, disciernen su destitución
y tratan de que otros suplan su necesidad, pero en las cosas espirituales ningún hombre
puede suplir la deficiencia de otro. La gracia de Dios ha sido dada libremente a toda alma.
Ningún hombre puede creer por otro. Ningún hombre puede recibir el Espíritu por otro.
Nadie puede ser transformado por otro. Nadie puede impartir a otro el carácter que es el
fruto de la obra del Espíritu Santo. Las vírgenes fatuas se quedan fuera por no estar
preparadas, no tenían el carácter para entrar en el reino de los cielos.

Las prudentes. 
 Las vírgenes prudentes ,de la parábola representan a aquellos


cristianos que comprenden, aprecian, y reciben el beneficio del ministerio del
Espíritu Santo. Prudentes son, en verdad, aquellos cristianos que hoy reciben al
Espíritu Santo en su vida y cooperan con él en la tarea que Dios les señala (Juan
14: 16-17; 16: 7-15).

¿Cuántas tenían aceite? Todas. ¿Cuál es la diferencia? Escuchen. El Espíritu Santo obra en
el corazón del hombre de acuerdo con su deseo y consentimiento. Yo tengo que querer ser
transformado y tengo que permitir que el Espíritu Santo haga esa obra. Y el que dice, yo no
puedo cambiar mi carácter, si Dios me va a salvar, me tiene que salvar como yo soy, está
escogiendo su destino eterno. El Espíritu obra en el corazón del hombre de acuerdo con su
deseo y consentimiento implantando en él una nueva naturaleza.

La preparación es indispensable. ¿En qué consiste esa preparación? ¿Qué es el aceite


extra? ¿Alguien me puede decir? Claro. El aceite tiene que ver con el Espíritu Santo.
Pero el aceite extra, todas las diez vírgenes tenían aceite. Pero algunas tenían aceite
extra. El aceite extra es la doble porción del Espíritu Santo que será derramada en la
Lluvia Tardía. Y en lenguaje adventista ahora, hermanos, viene la ley dominical, viene el
zarandeo, simultáneamente el juicio de la iglesia, el sellamiento, los que son sellados
reciben el refrigerio, Joyas de los Testimonios, tomo 2, página 69, los que están
sellados reciben el refrigerio, que es el derramamiento del Espíritu Santo. Y esto es
antes de la venida de Cristo.

Es real y verdadera la presencia del Espíritu Santo entre nosotros? Juan 14:16
Cual es la obra de la persona del Espíritu Santo en nuestra vida? Juan 16: 5-11
De pecado.


Jesús también había hecho esto (cap. 7: 7). El día de Pentecostés, la ocasión
cuando fue prodigado el don del Espíritu, hubo una notable manifestación de este
aspecto de la obra del Espíritu. Los que escucharon la exhortación de Pedro, "se
compungieron de corazón" (Hech. 2: 37). Una de las primeras evidencias de que
está obrando el Espíritu Santo es la profunda convicción de que somos
pecadores.


De justicia.


El Espíritu no sólo pone de manifiesto el pecado; también hace que se vea cuál es
la verdadera rectitud. Estimula a los hombres a que acepten la justicia de Cristo,
tanto la imputada (Rom. 10: 3-10) como la impartida (Gál. 2: 20; Fil.
 2: 13).


 De juicio.


Jesús también advirtió a los hombres acerca del juicio venidero Nadie puede
escapar del juicio pues es tan seguro como la muerte. Aunque el temor al castigo
no debiera ser el motivo principal para proceder rectamente, sin embargo, es un
instrumento poderoso para despertar las mentes entenebrecidas por el pecado, y
se recurre a ese juicio frecuentemente y con toda razón (ver Mar. 9: 43-48; Apoc.
14: 9-11; com. Juan 16: 11). De modo que el Espíritu hace que los hombres
reconozcan sus pecados, les señala la salvación y la justicia que hay en Jesús, y
los amonesta de las
 consecuencias de continuar en sus pecados y de descuidar
la salvación que se
 les ofrece gratuitamente.

CUATROS OBRAS DEL ESPIRITU SANTO

1. Convencer al mundo de pecado: (Juan 16: 8) Hay o no hay una vocecita


dentro de ti que cuando cometes una falta o un error te dice que haz errado?
Quien es el mundo? Todos nosotros. Por que de tal manera Dios amó al mundo
que dio a su hijo unigénito para que…
2. Convertir al pecador: Juan 3:3-5 Cual es el segundo trabajo del espíritu
santo? Primero lo hace sentir pecador y luego entra y comienza a convertirlo.
El ebrio en sobrio, el chismoso a ser prudente… A transformar esa vida..
Santificación…
3. Purificar al cristiano: Efesios (3:16-19) (1 Cori 6:9-11) No importa cual sea
tu debilidad, cuan bajo hayas caído el espíritu Santo te va a limpiar.
4. Entregar la comisión evangélica al creyente y capacitarlo: (Hechos 1:8)
Necesitamos nosotros la presencia del Espíritu Santo para testificar?

“Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres


tengan una mancha. Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter,
limpiar el templo del alma de toda contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre
nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de Pentecostés.”
Joyas de los Testimonios, tomo 2, Pág. 69.

Crees que necesitamos hoy en este momento permitir que haga esa obra
milagrosa de transformación en tu vida? Porque si todavía tu sientes el deseo de
arrepentirte, de cambiar tu vida, de volver al Señor de todo corazón, es porque
todavía no se ha cerrado tu tiempo de gracia. Todavía el Espíritu Santo intercede
por ti. Gloria a Dios por eso. Porque Su mano no se ha acortado aún para salvar.
Porque todavía tu y yo tenemos la oportunidad de hacer esa preparación.

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