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@2editer y compilador) CHIWANKU QQ MMMM VABBRRAD/ Fel A EDICIONES PROLOGO "De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el més asombroso es el libro; todos los demas son extensiones de su cuerpo...Sélo el libro es una extension de la imaginacién y la memoria” Jorge Luis Borges. El presente libro, Aymara jawarinaka. Relatos aymaras, constituye un segundo esfuerzo de nuestra editorial independiente, Chiwanku Ediciones, por entregar al piblico un texto que retine una serie de relatos, parte de la rica tradicién oral aymara, en tina versién bilingiie aymara-castellano. Tales relatos fueron recogidos, como muestras del habla en la lengua originaria de los aymaras en dos investigaciones sociolingiifsticas realizadas por el editor y compilador de este libro en la provincia de Parinacota, el afio 2002!, y en el drea triftonteriza, vineulado al evento comercial ‘denominado Feria Tripartita, en el aiio 20102. Bs decir, sus relatos fueron contados por hablantes aymaras +Mamani Morales, Juan Carlos (2005) Los rostros del aymara en Parinacota, Chile. La Paz: Paral Editores. ® Mamani Morales, Juan Carlos (2013) Comenzamos hablando aymara y terminamos en castellano no més. Un estudio sociolingiistico sobre el uso de la lengua aymara en un érea trifronteriza de los Andes Centrales. Tesis Doctoral. México D. F UNAM. 7 habitantes de las Areas fronterizas de cada pats, que visitan con alguna regularidad esa feria altiplanica. Los relatos de este texto en su versién oral presentaron una serie de caracteristieas propias de la forma hablada. Una de ellas es la elisi6n vocilica en ciertas palabras al interior de la oracién. Ademés, tal como se comprobé en los estudios sociolingiisticos (op cit) el aymara usado en esa rea, no obstante ser ése un espacio tradicional, presenta las incideneias del bilingilismo aymara-castellano. Asf las distintas fuentes orales de los relatos reflejan la diversidad del habla aymara en ese espacio, desde textos con mucha presencia del castellano, es decir, con uso de préstamos innecesarios, construcciones hibridas de base castellana y sufijos aymaras, 0 con mucho cambio de cédigo intraoracional, hasta textos en donde sélo aparécen ciertos préstamos de la lengua dominante. Segiin lo anterior, en el uso de la forma eserita de los signos aymaras, es decir, de los grafemas de la lengua aymara en este texto, conscientes de que ain no existe una norma aymara estandarizada para ese uso, se ha considerado la aplicacién de ciertos criterios lingiiisticos. Primero, en el uso de los grafemas del eédigo aymara, se ha aplicado el Grafemario Unificado’. Segundo, frente al caricter general de la oralidad aymara de presentar clisiones voedlicas en ciertas palabras al interior de la oracién, nos sumamtios a la postura de que la eseritura de las palabras aymaras debe hacerse completa. Es decir, 3 CONADI (1999) Antecedentes sociolingitisticos y ratificacion de un grafemario para la lengua aymara en el norte de Chile. ‘Arica: CONADL 8 ‘todas las palabras en la version aymara se presentan sin elisiones voedlicas. Tercero, frente a algunas variantes locales se ha preferido algunas formas més escuchadas en Parinacota yen otras, aquellas utilizadas en Bolivia. Esto diltimo, por tres razones relevantes: (por las_afirmaciones predominantes de gran parte de los hablantes nativos de Ja lengua aymara del drea fronteriza que consideran al uso de los aymaras bolivianos como la forma “correcta” (obre todo el uso de esa lengua en la radio San Gabriel); (i) por una mayor produccién escrita en ese pais; y, (iii), por el uso del diccionario de Félix Layme Payrumanis para confirmar la expresion de algunos téminos. Ademés, para la formalizacién escrita de algunas formas, verbales orales y otras, se ha consultado textos de estudiososs e instituciones® de reconocida trayectoria en el tema. Asi, por ejemplo, frente al uso del sufijo ~chi que aparece en las formas verbales _orales, correspondientes a la 3° persona singular y 3° plural, expresado por algunos hablantes, se ha preferido la forma conjugada que se explicita en esas referencias: jutaskchiva se ha cambiado por jutaski; thaghasipxchi por thaghasipxi; ikintapxchi por ikintapxi. Ademas, frente al sufijo -ita que indica diminutivo en castellano, ‘Layme Pairumani, Félix (2004) Diccionario bitingile aymara castellano. La Paz-El Alto: Consejo Educative Aymara (CEA), 5 Cerrén-Palomino, Rodolfo y juan Carvajal Carvajal (2009) “Aymara”. En Mily Crevels y Pieter Muysken (eds.) Lenguas de Bolivia. Tomo I. Ambito andino. La Paz: Plural Editores. © Mefia Imafia, Jaime y Joaquin Herrero (1982) Aymara Volumen J. Cochabamba: Instituto de Idiomas Padres de Maryknoll. 9 se ha preferido el sufijo —lla, propio del aymara. Es decir, en ver, de expresar kullakita, se ha preferido el uso de kullalla, Por iiltimo, otro ejemplo, es el uso de ukhuma en ciertos relatos orales frente al que se ha optado por el uso de ukhama en la version escrita en este texto. Cuarto, frente a los préstamos del castellano se han considerado dos criterios. Por una parte, se han mantenido los préstamos del castellano que no tienen términos de significado similar en la lengua aymara. En todo caso tales formas se han escrito en la forma aymarizada como los siguientes: virgen: wirjina; milagro: milakru; medalla: mitalla; iglesia: iklisa; fiesta: pista; cura: kura; soldado: sultaru; barranc: waranka; bicicleta: wisiklita; papel: papila; estanci istansa; alba: alwa; picota: pikuta; condenado: kuntinaru. Por otra parte, frente a otros préstamos del” castellano, utilizados por los narradores aymaras, pero que existen en 1a lengua originaria con un_ significado similar, se han cambiado por la forma aymara. Asf se ha cambiado el uso de “animal” por uywwa; de “diablo” por supaya o saxra; de “pueblo” (puwiuru) por marka; de “tarde” (tartixa) por jayp'u; lo mismo aquellas formas verbales hibridas, es decir, con bases lexicales verbales del castellano seguidas por sufijos aymaras, que tienen una forma similar en la lengua originaria, se han cambiado a esta iltima la palabra completa. Eso ha ocurrido con términos como: preocupasipkanti, ‘trawajpachasa, amputpatajaya, etc. Ademiss, en todo el proceso de transcripeién de la forma oral a la escrita aymara de las historias narradas hubo una serie de procesos. Asf se aplicé la eliminacién 10 de expresiones repetidas propias de la oralidad; acomodaciones, omisiones e imserciones léxicas necesarias; ordenamientos de las expresiones mayores, oraciones aymaras, al patrén caracteristico que se le reconoce: sujeto+complemento+verbo, que no siempre aparecen en las expresiones orales de algunos narradores. Por el contrario, alli se manifest6 el uso de oraciones aymaras con una marcada morfosintaxis més propia del castellano. Por eso, advertimos al lector que la forma escrita utilizada en este texto, ante la ausencia de una norma estandarizada de la lengua aymara, debe asumirse s6lo como una propuesta mas. Este texto, a diferencia de la primera publicacion bilingiie mencionada arriba, tiene la finalidad central de promover la literacidad aymara. Con la palabra literacidad nos referimos a la “préctiea letrada”, es decir, a las acciones interrelacionadas de escribir y leer, inmersa en los diversos procesos sociales y discursivos (Zavala et al 2004. Una prictica que va més allé de los Ambitos escolares, esto es, que esté presente en cualquier contexto sociocultural. Ella, constituye una forma generalizada de usar la lengua escrita, segin la afinidad, interés y motivacién de las personas. Lo relevante de la literacidad es que ella no s6lo implica las conductas observables de leer y escribir. También implican una serie de valores, actitudes, sentimientos y relaciones sociales; ello incluye cierto grado de 7 Zavala et. Al. (2004) “Introducei6n’. En Bseritura y sociedad. Nuevas perspeetivas tebricas y etnogréficas. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Pert. Pp, 720. a conciencia sobre esas practicas letradas, sobre sus construceiones, ereencias y sentidos que la gente tiene al respecto. Son, al mismo tiempo, “los procesos sociales que conectan a las personas entre si y que incluyen conocimientos compartidos representados en ideclogtas ¢ identidades sociales” (Barton y Hamilton 2004: 112- 3). Por consiguiente, de acuerdo a lo anterior y al proyecto de Iniciativa Cultural 2016, subvencionado por CONADI de Arica-Parinacota sobre este texto, éste se presenta con 3 objetivos. Primero, a través de sus relatos en la Iengua originaria se plantea promover y valorar la lengua aymara escrita como un medio relevante de comunicacién en nuestra comunidad étniea. Segundo, que el presente libro se constituya en un recurso textual bilingtie conereto disponible en las bibliotecas piblicas y escolares, con ello, un medio para identificar y apreciar una narrativa propia de los aymaras en la misma lengua originaria. Y, tercero, busca propiciar, en los lectores aymaras, una mayor reflexividad sociolingiistica y comunicativa sobre el uso de la lengua aymara en las préeticas letradas. Es decir, el de generar una mayor empoderamiento y conciencia sobre la relevancia de las competencias o habilidades de escribir y leer en la lengua ancestral. Esas habilidades amplian nuestra capacidad comunicativa, permiten generar redes con personas que estén en un tiempo y espacio diferente, permiten acceder 8 Barton, David y Hamilton, Mary (2004) “La literacidad entendida como prictica social”. En Escritura y sociedad. Nuevas perspectivas te6rieas y etnograficas. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Peri. Pp.: 109-139. 12 a conocimientos y pricticas culturales de generaciones que nos antecedieron 0 que nos permiten comunicar 0 legar nuestra experiencia de vida a las generaciones futuras, ete. Por consiguiente, esa préctica letrada con esas habilidades, cobra mayor relevancia tratandose de nuestra alicaida lengua aymara en la regién de Arica- Parinacota. La lengua aymara, en el contexto regional de Arica-Parinacota, norte de Chile, manifiesta un desplazamiento précticamente generalizado por la lengua castellana en todos los émbitos comunicativos. Es decir, en la gran mayorfa de las comunidades de pueblos aymaras hist6ricos? de nuestra regién, ya no se escucha un uso relativamente continuo de esa lengua. Tal situacién demanda un mayor activismo pro-lengua aymara que debiera partir de nosotros mismos, los aymaras. Por consiguiente, este libro es también la manifestacién de un trabajo inicial en contra de esa asimetria intercultural en nuestro contexto regional y nacional. Es decir, es una accién por hacer presente un patrimonio cultural inmaterial de una cultura originaria, minoritaria y subordinada que esta en desigual condicién frente a una cultura, nacional pro-oceidentalizante y dominante. Especificamente es un esfuerzo por hacer presente a la lengua aymara en su forma escrita frente al dominio préctieamente absoluto de la lengua castellana, como lengua del, alcance mundial o de predominio °.Con el eoncepto de “pueblos aymaras hist6ricos” de la region, ‘me refiero a aquellos pequetios centros poblados como Putze, Socoroma, Belén, Tiendmar, Tacora, Caquena, Parinacota, Guallatiri dela Provincia de Parinacota en Chile. 13 continental “regional” (Fishman 2001)", en los contextos cotidianos. Las acciones en contra de esa asimetria lingiifstica, en términos mas generales de esa asimetria intercultural, esto es, entre culturas que no tienen el mismo poder y alcance, como lo es la aymara frente a la cultura nacional pro-occidentalizante, como dijo Schmelkes (2002): “es tarea de todos y desde muy Givorsos flancos”. Aqui lo hacemos con este texto, con este modesto esfuerzo escritural que queda a disposicion de todos aquellos aymaras que quieran empoderarse no sélo de hablar y entender, también el de escribir y leer. Por eso, en ese sentido desde nuestro compromiso con la identidad aymara aportamos con este pequetio libro. Este texto presenta 18 relatos en version aymara- castellano divididos en 4 categorias. La primera parte, presenta historias relacionadas con dos pueblos de la Provincia de Parinacota: Caquena y Guallatiri. La segunda parte, presenta 8 relatos de persona, entre otros, una historia del legendario Esteban Mollo en Guallatiri Ja historia de una seftorita enamorada de una condenado, las historias de un médico Charazani, la historia de un convenio con el diablo, la historia de como aparecié la quinua en Ja tierra, etc. La tercera parte, 2 Fishman, Joshua (2001) El nuevo orden lingiiistico. En Digithum "/ 3 ISSN 1575-2275. En linear ‘http://www.uoe.edu/humfil/articles esp/fishman fishman.ht ml » Comferencia presentada en el VII Congreso Latinoamericano para el Desarrollo de la Leetura y la Escritura, eelebrado en Puebla, del 16 al 19 de octubre de 2002 14 presenta cuentos entre personas y animales, en general de historias amorosas en que la amada es una mujer y el amante un animal; en un caso, el de un joven amante frente a una amada que es animal. Y, la cuarta parte, entrega 4 relatos en que los protagonistas son animales: un conflicto entre el pucu-pucu y el gallo, la vida del ratén, la apuesta del zorro con el céndor y el asado del alqamari (buitre andino). Todo ello como parte de una rica literatura popular del mundo aymara, generalmente transmitida hasta hoy oralmente. Esa narrativa constituye un patrimonio inmaterial del mundo aymara que manifiesta un sistema creativo, artistico y lédico (2014) propio, que ahora entregamos para su disfrute y valoracién de los lectores aymaras y no aymaras. Cabe agregar, que este trabajo implicé un esfuerzo colectivo entre un profesional del area de la lingiiistica en general y hermanos hablantes nativos de la Jengua aymara. Ello implied muchas horas extenuantes para lograr el produeto final que hoy se presenta a la comunidad aymara. Sin duda, ello constituyé, un aprendizaje importante en la traductologia e interpretacién de las expresiones entre la lengua aymara y el castellano. Con esa experiencia esperamos seguir desarrollando acciones coneretas en pro de Ja literacidad aymara. % Asisin Ansorena, Alfredo (2014) “Lenguaje y patrimonio cultural inmaterial (PCD”. En Patxi Salaberri Zaratiegi, (coord.) El patrimonio cultural inmaterial: Ambito de la tradicién oral y de las partieularidades lingifsticas. Navarra: UPNA. Pp. 13-33. 15 Esperamos que este texto sea otro estimulo més sobre lo poco que se est haciendo en relacién a la lengua aymara en nuestra region. Su estado sociolingiifstico actual requiere acciones ms dinémicas, més comprometidas con su uso real en los contextos cotidianos, en el aqui y ahora. Por eso, tenemos la esperanza de que este pequefio aporte no s6lo genere la, reereacion mental de las historias contadas y un re conocimiento de los sentidos de las palabras aymaras en, los lectores aymaristas. También una reflexion y debate sobre cémo debe escribirse tal o cual forma, sobre qué formas o palabras deben usarse en ver. de los préstamos, ete. Por iltimo, la reflexién de que su uso como medio de comunicacién oral y escrito requiere una comunidad de habla; una comunidad real y conereta comprometida con su continuidad lingtiistica, en donde se abandonen las posturas personalistas y localistas sobre determinados sos, ele. Todo ello en pro de construir una norma que facilite mas su préctica. Si algo de todo eso suscita este texto, ser4 suficiente indicio de que el mismo esta cumpliendo con sus objetivos. Juan Carlos Mamani Morales Chiwanku Ediciones Arica marka, jallupacha, 2017 16

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