Uno de los momentos de mal uso que he identificado, es el uso de fuerza excesiva de los músculos del antebrazo llamados extensores y los bíceps para sostener los brazos en el aire al momento de tocar mi instrumento, la Guitarra.
Esto generaba un esfuerzo de más, generando mayor tensión en mis
brazos, hombros, manos y cuello. En un momento dado, al no ser consciente de este mal uso de los antebrazos, no podía percibir y por ende no era capaz de corregirlo. No me daba cuenta que al estar usando mal una fuerza, estaba provocando que estas partes de mi cuerpo estuvieran tensas y por consecuencia que tocara mi instrumento con menor soltura y destreza.
En clases de técnica Alexander, la maestra hizo un ejercicio que
consistía en levantar primero un brazo y sostenerlo en el aire, mientras esto ocurría nos sugirió que pusiéramos atención a que musculatura era la que usábamos para llevar a cabo dicho ejercicio. Posterior a esta actividad, la siguiente, fue hacer lo mismo dicho anteriormente con el otro brazo y finalmente hicimos el ejercicio con ambos brazos.
Terminado esto, la maestra nos sugirió que hablásemos al curso sobre
nuestra experiencia, fue ahí cuando me percaté de los músculos que estaba usando inconscientemente para mantener mis brazos en el aire, el hecho de que ocupara dicha musculatura hacía que hiciera mayor esfuerzo y durara menor tiempo sosteniendo los brazos que algunos de mis compañeros. Cuando mis compañeros compartieron dicha experiencia, algunos dijeron haber ocupado músculos de la espalda, fue ahí cuando me di cuenta que se podían usar otros músculos más grandes y por ende más fuertes.
En mi casa, al momento de volver a una sesión de estudio con mi
instrumento, intenté aplicar inmediatamente lo asimilado en la clase, resultando nuevas sensaciones, primero me sentí mucho más consciente y segundo con más control sobre estas extremidades de mi cuerpo trabajadas en la clase con la maestra, pude practicar los ejercicios que hice en clases sin el instrumento y al rato intentaba hacerlo con el instrumento, intenté trabajar mucho con el peso de los brazos, dejándolos caer y al momento de tocar intentaba llevar la misma sensación con los brazos sostenidos desde los músculos de la espalda. Hasta el día de hoy sigo practicándolo y me ha dado resultados, no estoy seguro si estoy cien por ciento en control con estas extremidades pero me encanta trabajarlo cuando estoy estudiando.
De las cosas que pude sentir al momento de la práctica en mi estudio,
fue que hacía menos esfuerzo para sostener mis brazos y mis manos resultaban mucho más relajadas, como si colgaran desde el codo. Ahora, también estoy enfocado en llevar el peso de mi cuerpo a los isquiones, mantener los hombros rectos y mantener la planta de los pies como una base sólida, esto me permite que mis brazos se sientan aún más relajados y sin tensión. He podido tener mejores resultados que antes, también al momento de estudiar a veces olvido poner estos ejercicios en práctica pero de a poco lo estoy incorporando.
Creo que estas técnicas son de suma importancia para la vida y
especialmente para instituciones como la universidad, ya que aportan mucho conocimiento y beneficios que se pueden llevar a la práctica logrando mejores resultados y bienestar. La Técnica Alexander me parece una maravillosa manera ser más consciente de cada una de nuestras partes del cuerpo aprendiendo a utilizar mejor cada una de estas.
La Técnica Alexander en el corto tiempo que estuve me ayudó con
problemas como este y a tener más conciencia de mis cuerpo en general, estoy muy feliz con lo aprendido y espero y quiero seguir aprendiendo más de esta técnica ya que me ha ayudado mucho en mi trabajo como músico.