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INTRODUCCIÓN

Los batolitos están constituidos por varios plutones, asociados en el espacio y en el tiempo.
Los batolitos son agrupaciones de plutones o intrusiones individuales (pudiendo éstas estar
constituidas por diversos pulsos) cuya superficie de afloramiento suele ser de decenas a miles de
kilómetros cuadrados. El número de intrusiones que constituyen un batolito puede ser muy
variable, pero en algunos casos sobrepasa el centenar. Los tipos rocosos que conforman los
batolitos pueden recoger todo el espectro de rocas plutónicas, pero en cada batolito la abundancia
de unas u otras litologías está controlada por la química de los fundidos primarios y los procesos
magmáticos que se producen hasta el emplazamiento final de los distintos cuerpos. El ambiente
geodinámico al que se asocian los batolitos es determinante en sus principales características.
BATOLITOS EN ZONAS DE SUBDUCCIÓN
En las zonas de subducción, cuya actividad puede prolongarse por largos periodos de tiempo, se
suceden batolitos de edades variables que suelen tener formas alargadas, grandes tamaños y estar
constituidos por numersos plutones. Los tipos rocos más frecuentes en este tipo de batolito son
los dioríticos y tonalíticos, con términos granodioríticos y monzograníticos en proporción menor.
De las dos imágenes que se muestran a la izquierda, la primera esquematiza los batolitos de la
costa occidental de Norteamérica y Sudamérica. En el mapa que se muestra en la segunda imagen
se ofrece un detalle del Batolito de Peninsular Ranges, entre EEUU y la Baja California. En esta
figura se pueden apreciar las numerosas intrusiones que configuran el batolito que, además,
pueden agrugarse a veces en cinturones (“La Posta Intrusions” y “Western Intrusive Complex”
en la figura) químicamente y termporalmente diferenciables. Como se puede ver, las intrusiones
plutónicas afloran en contacto con unidades volcánicas, lo que indica un nivel de emplazamiento
en muchos casos epizonal.
BATOLITOS ASOCIADOS A COLISIÓN (SINCOLISIONALES)
En zonas donde dos placas tectónicas continentales han colisionado es normal encontrar batolitos
compuestos principalmente por granitoides. Éstos pueden generarse durante la colisión
(sincolisionales) o con posterioridad a la colisión (poscolisionales). En el mapa esquemático
superior se muestran los leucogranitos del Alto Himalaya (en rojo), que son un buen ejemplo de
granitos colisionales sinorogénicos, generados durante la actual colisión de las placas Índica y
Euroasiática. Estos plutones corresponden básicamente con leucogranitos peralumínicos
interpretados como debidos a fusión de rocas metasedimentarias pelíticas. Es interesante observar
la presencia de otros importantes batolitos en esta región: los del Karadorum y el Trans-
Himalayano (en verde), que en realidad son batolitos generados en un ambiente de subducción
previo a la colisión, y que constituyen un cinturón más antiguo que bordea la zona de sutura
(ofiolitas).
BATOLITOS ASOCIADOS A COLISIÓN (POSCOLISIONALES)
La expresión más importante del magmatismo asociado a colisión suele ser el que se desarrolla
una vez que la colisión ha finalizado (poscolisional), a veces decenas de millones de años después.
El engrosamiento cortical y los procesos posteriores de desmantelamiento del orógeno facilitan
que se produzca una gran cantidad de magma, mayoritariamente de origen cortical. En la imagen
que acompaña se muestra un detalle de granitoides post-colisionales en el Macizo Ibérico. Los
tonos rosados que se aprecian en el mapa geólogico de la Península Ibérica (abajo-izquierda), así
como el esquema geológico de la Zona Centro-Ibérica (arriba-izquierda) representan diversos
batolitos con intrusiones sin- y post-tectónicos que intruyen después de la colisión Varisca entre
Laurasia y Gondwana (Devónico-Carbonífero). Este magmatismo también ocurre en edad similar
en diversos lugares de Europa Occidental (Francia, Italia, Alemania, Republica Checa,
Polonia…). En el mapa de la imagen derecha se muestra un detalle de diversas intrusiones del
sector de Guadarrama, dentro del batolito del Sistema Central Español, constituido
principalmente por granitos y granodioritas.
ATOLITOS ANOROGÉNICOS
Este tipo de batolitos aparecen en ambientes no compresivos, como dorsales, islas oceánicas o
zonas de rift. Suelen tener unas dimensiones menores que otros batolitos, como los de márgen de
subducción o los post-colisionales, y las intrusions que los conforman también son de menor
tamaño y presentan formas mayoritariamente circulares o poco alargadas. Muchos de estos
batolitos corresponden con rocas variadamente alcalinas, incluyendo los granitos de tipo-A
(acompañados frecuentemente de términos sieníticos). Su viscosidad relativamente baja favorece
su emplazamiento en niveles someros (epizona), y el posible desarrollo de calderas de subsidencia
o diques cónicos y anulares. En la imagen superior se muestra un esquema de varios batolitos de
este tipo de la zona central de África (imagen izquierda). Algunos de ellos se alinean en
estructuras a gran escala (Nigeria-Niger Anorogenic Ring Complexes o Cameroon Volcanic
Line). Las imágenes de la derecha recogen un ejemplo de estos batolitos, concretamente el de las
Montañas Aïr (Níger). Se aprecia la presencia de estructuras circulares tabulares (diques cónicos
y circulares), relacionadas con fenómenos de sobrepresión y subsidencia de caldera,
respectivamente, así como la asociación con rocas volcánicas, que reflejan emplazamiento
somero y las formas típicamente circulares.
LOS BATOLITOS EN LOS ANDES
El emplazamiento de cada batolito está relacionado con procesos geológicos gobernados por la
tectónica global, como pueden ser los procesos de subducción en los márgenes continentales
convergentes o el desarrollo de rifts en intra-placa continental.
La Cordillera de Los Andes es uno de los lugares donde la subducción permanece activa desde
el Paleozoico inferior, ya que fue el margen activo del continente de Gondwana, y con
posterioridad a la apertura del océano Atlántico, del de Sudamérica.
Durante cada ciclo de subducción se desarrollaron arcos magmáticos con raíces catalíticas. Por
esta razón, es común la superposición en el espacio de batolitos de diferentes edades. Todos ellos
se formaron por procesos de subducción similares, en los cuales la corteza oceánica subduce a la
continental. Por este motivo, las características y la composición de los batolitos son parecidas,
dificultando su identificación. Las granodioritas y tonalitas de los batolitos pérmicos son muy
parecidas a las de los batolitos cenozoicos, por lo cual es necesario un detallado mapeo para poder
separarlos.
EL BATOLITO DE ZAMORA
El cuerpo intrusivo aflora desde el N del Perú hasta la zona de la confluencia de los Ríos Indanza
y Zamora (Ecuador). Las litologías principales, generalmente muy meteorizadas son de grano
grueso, textura hipidiomórfica, contienen plagioclasa, feldespato potásico, biotita y (-) anfibol; y
tienden a ser monzonitas biotíticas ricas en feldespato potásico y granodioritas hornblendicas. Las
rocas del batolito de Zamora y las contemporáneas del Granito de Abitagua, parte del Arco
Zamora, como se indica en el acápite relacionado al Permico-Triásico del Dominio Loja Olmos,
son interpretadas por Litherland y otros (1994)
El Batolito de Zamora es sectorialmente reactivado y la mineralización re movilizada a través de
una intrusión de cuarzo monzonítica-dacítica, El Batolito de Zamora intruye a rocas volcánicas,
y está cubierto por areniscas de la Fm. Hollín de edad Aptiano Superior y por lutitas y calizas de
la Fm. Napo. Existen también depósitos de flujos de lava y ceniza de composición desde
andesítica hasta riolítica que se depositan sobre el batolito. El Batolito de Zamora incluye desde
tonalitas hasta monzogranitos con la misma mineralogía cualitativa. Las rocas están constituidas
por distintas proporciones de plagioclasa, anfíbol, feldespato K, cuarzo, biotita, piroxeno y
epidota; como minerales accesorios tienen opacos, zircón, esfena y apatito. Los granitoides
Zamora son rocas calco-alcalinas con contenidos medios y altos de K. Corresponden a granitoides
tipo – I. Globalmente las correlaciones existentes entre los óxidos de elementos mayores y la
sílice, y relaciones entre elementos trazas indican la participación de un proceso de cristalización
fraccional dominante en la evolución de los magmas. Presentan ligero carácter peraluminoso que
podría ser generado por la alteración de las rocas. Es un complejo plutónico generado en un arco
magmático en condiciones normales de madurez.
Este intrusivo tiene una extensión aproximada de 200 km de largo por 50 km de ancho, y está
segmentado por las fallas La canela y Nangaritza. La edad es incierta, pero probablemente está
entre 170 y 190 millones de años. Regionalmente podemos encontrar en el área de estudio la
Unidades Misahualli, Unidad Piuntza, Unidad Pachicutza las mismas que se hallan constituidas
por rocas volcánicas, volcanoclásticas y lavas basálticas

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