Está en la página 1de 18

Capítulo 2

Factores de personalidad,
pensamientos y TOC
2.1 Factores de personalidad

Apuesto a que si padeces TOC eres una persona que reúne muchas de estas
características de personalidad:

• Responsable

• Perfeccionista

• Exigente contigo mismo

• Racional y analítico

• Sensible

• Muy inteligente

• Prudente

• Intentas buscar la aprobación de los demás y evitar la crítica o el conflicto.

• Te preocupas frecuentemente por el futuro y por lo desconocido

• Necesitas tenerlo todo bajo control. Cuando hay algo que no tienes bajo control
(especialmente si ello implica un peligro) reaccionas con miedo y ansiedad.

Son rasgos muchos de los cuales suelen estar presentes en las personas con TOC.

¿Es casualidad? Por supuesto que no. El TOC es un proceso que nace como respuesta a
un determinado estímulo disparador, cuando hay un patrón mental determinado, en los
que hay varias de las características de personalidad que acabo de mencionar, y hay
susceptibilidad a identificarse con los pensamientos. La presencia de estos factores
favorece no sólo la aparición de pensamientos obsesivos sino también el hecho de
identificarse con ellos (creer las historias que te cuenta tu mente), generalmente en lo
referente a una proyección de futuro respecto a determinadas situaciones, factores, o
estímulos que podrían suceder.

A partir de ahora llamaremos a este patrón de personalidad caracterizado por la presencia


de varias de estas características de personalidad enumeradas, como “polaridad hiper-
responsable”. La polaridad hiper-responsable no implica que tengan que estar
presentes todas ellas en cada persona, sino que expresa una tendencia general.
Una persona puede tener una personalidad que encaje con la polaridad hiper-
responsable sin necesidad de que tenga que ser responsable. Es muy importante
que entiendas esto. Se usa el término polaridad hiper-responsable para referirse a
un patrón mental en el que hay presencia de varias de estas características.

Veamos un ejemplo, las compulsiones de comprobación (puertas y ventanas cerradas,


llaves del gas, etc.) no son más que raciones a un miedo. Y ese miedo está presente
porque la persona es capaz de pensar algo que otros no piensan: que puede entrar un
ladrón, que puede haber una fuga de gas, que puede pasar esto o aquello. Y pensar eso
implica tener un sentido de anticipación al futuro muy desarrollado. Cuando este futuro
imaginario está en nuestra mente, y nos identificamos con ese pensamiento, el cuerpo
reacciona generando las mismas emociones que se generarían si fuese real: aparece la
ansiedad, aumenta el ritmo cardíaco, y en ocasiones la ansiedad se transforma en una
verdadera angustia, que sólo puede desaparecer realizando los actos compulsivos de
comprobación de cierre de puertas, ventanas, etc.

Aunque algunos de estos factores de personalidad están presentes en algunos trastornos


de ansiedad, en general cuando hablamos de polaridad hiper-responsable, nos referimos
a un conjunto de características de personalidad, buena parte de las cuales es frecuente
en las personas con TOC.

Aunque la timidez y el TOC son dos procesos claramente separados y distintos, muchas
veces una persona puede presentar los dos al mismo tiempo. Es decir, se puede ser
tímido o tímida y padecer TOC. La timidez va asociada a la necesidad de aprobación,
parte de la premisa de que una persona desarrolla una serie de aprendizajes
encaminados a obtener la aprobación de los demás. Y estos aprendizajes son
precisamente aquello que los hace tímidos, como por ejemplo evitar la confrontación,
evitar que los demás se enfaden con él o ella, reprimir las emociones, anteponer las
necesidades de los demás a las necesidades propias, no decir y hacer aquello que
verdaderamente quiere si ello entra en confrontación con las opiniones y principios de los
demás.
Exactamente todo lo aplicado a la timidez se aplica también a la fobia social, ya que
podemos considerarla como un estado de timidez más extremo, en donde la falta de
habilidades sociales es más acusada.

Por supuesto no todas las personas con polaridad hiper-responsable padecen TOC ni
trastornos de ansiedad; aunque sí son mucho más propensos a padecerlo que las
personas con características de personalidad opuestas a la polaridad hiper-responsable.

2.2 Pensamientos obsesivos

Los pensamientos obsesivos son producto de un sistema de pensamiento negativo, se


alimentan del miedo a lo que ocurrirá si pasa tal o cual cosa, y para evitar la escalada de
ansiedad que te generan esos miedos y pensamientos negativos, tú realizas ciertos
rituales (actos compulsivos). La ansiedad es consecuencia de los pensamientos
obsesivos (mejor dicho, de identificarte con esos pensamientos) y provoca también una
sintomatología muy clara y característica, una serie de sensaciones que calificamos de
ansiedad, como son el aumento de las pulsaciones, una presión en el pecho, un nudo en
la garganta, un cosquilleo o hormigueo, a veces incluso el mareo, todas las cosas que se
consideran como ansiedad.

Entonces lo que ocurre es que esos pensamientos obsesivos que son consecuencia de
unos patrones mentales muy característicos (los patrones de personalidad de la
“polaridad hiper-responsable” o “polaridad de responsabilidades y exigencias
sociales”) que te hacen propenso a percibir miedos y amenazas, y a generar tensión
interna y represión emocional. Esto a su vez es responsable de que aparezcan los
pensamientos obsesivos e intrusivos, que provocan miedo, ansiedad, y emociones
negativas.

Y si ocurre tal cosa, y si se muere alguien, y si me muero yo, y si hay un accidente; y si


hay una explosión de gas, y si me ocurre algo malo por haber pasado por debajo de la
escalera, las posibilidades de interpretaciones de posibles sucesos imaginarios son
infinitos, y cuando uno vive con esos patrones de pensamiento de “Y si…” y se identifica
con esos pensamientos, la vida se vuelve un verdadero infierno.
Lógicamente tu cerebro ha clasificado todo esto en una serie de acontecimientos, así que
tu mente inconsciente, te dice cosas como “necesito un mecanismo de control de modo
que si no enciendo y apago esta luz diez, veinte, o treinta veces, puede ocurrir tal cosa
negativa”.

“Si no camino por la calle de una manera determinada, puede suceder tal cosa, si no abro
y cierro la puerta de una manera determinada, puede suceder esto otro, o no me quedaré
tranquilo pensando que no hice determinado acto compulsivo”.

“Si no me lavo las manos cada cierto tanto tiempo o 15 veces en los últimos 60 minutos
podría acumular bacterias que entrasen en mi cuerpo y podría enfermar”, y tu mente sigue
imaginando todo tipo de posibles fatales escenarios. Quizá incluso, te imagines que tienes
que ser hospitalizado con ello, y que en el hospital contraes tal enfermedad, y tu mente se
encuentra totalmente absorbida por la película mental en la que te encuentras, lo que
provoca que la ansiedad que alberga tu cuerpo siga aumentando, ¿Te das cuenta de que
vivir así implica no poder vivir el instante presente? ¿Te das cuenta de que así no eres
feliz? Una persona que vive en un estado constante de ansiedad, que no tiene paz mental
no es feliz.

La ansiedad que te hace sentir el hecho de que si no haces las cosas de una manera
determinada ocurriría algo catastrófico, puede llegar a ser muy angustiante, y lo peor es
que tú sabes que no pasa nada si no te lavas las manos de una manera determinada o si
no abres y cierra la puerta 5 veces. En lo más profundo de ti sabes que lógicamente estas
acciones no pueden ejercer ningún control sobre las cosas que no puede controlar, es
decir, que no va a pasar nada por no realizar el acto compulsivo propiamente dicho. Pero
es tu ansiedad frente a estas situaciones lo que provoca esta reacción y este
comportamiento se vuelve habitual al igual que la ansiedad. De este modo, tus rituales
obsesivos se convierte en hábito, y tu día a día se encuentra repleto de hábitos de los que
no puedes escapar. Te encuentras en un problema del que necesitas escapar pero no
sabes cómo superar el TOC.

El Trastorno Obsesivo Compulsivo te empuja a realizar estas acciones repetitivas o


compulsivas, aun sabiendo que no son lógicas. Aunque de modo intelectual sabes que no
tiene ningún sentido realizar los actos compulsivos, es como si algo en tu interior te
empujase a hacerlo, una fuerza de la que no puedes escapar, y esto se convierte en una
verdadera angustia para las personas con TOC, que se enfrentan a una verdadera lucha
interna. Por un lado, está la mente racional, la inteligencia, que sabe que no tiene ningún
sentido realizar repetitivamente estos actos, pero por otro lado está la mente irracional,
dominada por el inconsciente que te empuja a realizar estas acciones, ya que de lo
contrario no estás tranquilo, y el nivel de ansiedad aumenta.

En el caso de la timidez y la fobia social, trastornos en los que normalmente también hay
un elevado grado de personalidad de “polaridad hiper-responsable”, los pensamientos
negativos, y por tanto la ansiedad, aparecen sólo cuando el individuo está frente a
determinadas situaciones. Estas situaciones son por ejemplo, tener que hablar en público,
hablar con desconocidos, estar en ambientes en los que no se siente cómodo, ligar con
una persona que les gusta, estar en una fiesta en la que apenas conoce a nadie, etc. En
estas situaciones aparecen los típicos pensamientos de “y si...”, los miedos (en gran
medida inconscientes) a no tener la aprobación de los demás, a lo que ellos piensen, y sin
darse cuenta se identifica con estos pensamientos (se los cree), con lo cual empieza la
escalada de malestar y ansiedad. Aunque una persona tímida puede parecer tranquila,
cuando se encuentra en una situación de incomodidad emocional puede encontrarse
realmente con muchísima ansiedad, aún cuando esta no es exteriorizada.

Probablemente una de las expresiones más intensas de la ansiedad son los ataques de
pánico. Estos pueden aparecer como consecuencia de la fobia social, del TOC y muy
especialmente de la agarofobia, y pueden hacer que la persona entre en un verdadero
estado de pánico, de terror. Se trata de un miedo arcaico, que se manifiesta en modo de
aceleración desmesurada del ritmo cardíaco y de la velocidad de respiración, de una
presión en el pecho, un nudo en la garganta, malestar físico, e incluso a veces con
hiperventilación que puede resultar en desmayo. Aunque la causa de cada uno de los
trastornos de ansiedad es muy distinta, la punta del iceberg de todos ellos son la
identificación con los pensamientos negativos (conscientes e inconscientes) que son
como el acelerador de la ansiedad. En cuando hay pensamientos negativos o
emocionalmente muy dolorosos, e identificación con ellos, la ansiedad se dispara.
2.3 Los pensamientos antisociales

Algo que raramente se comenta, y que a mí me parece extremadamente importantes


es que el TOC no necesariamente produce la necesidad de realizar actos
compulsivos. A algunas personas, les produce pensamientos intrusivos, pero no
necesariamente estos van acompañados de un acto compulsivo. Aunque estos casos son
minoritarios (la mayoría de personas con TOC sí tienen actos compulsivos) , la sensación
de ansiedad puede ser igual o más angustiante que en las personas que sí realizan actos
compulsivos. Por poner un ejemplo, una persona puede obsesionarse con pensamientos
de que si sube en coche o en avión va a tener un accidente y morirá. Si por algún motivo
de fuerza mayor tiene que subir al coche o al avión, pueden presentarse pensamientos
intrusivos y obsesivos, de que va a tener un accidente, hasta el punto de que literalmente,
esta persona no puede quitarse esos pensamientos de la cabeza. Intenta pensar en otra
cosa, pero inevitablemente cada pocos minutos viene a su mente el pensamiento de que
va a tener un accidente. La persona intentará racionalizar que son sólo fantasías, puede
que intente evitar por todos los modos tener que subir en coche o avión, y en su interior
se está librando una batalla entre la mente racional y la mente irracional que produce
ansiedad, culpa y miedo. De hecho puede haber muchos pensamientos intrusivos que no
necesariamente van acompañados de compulsiones, pero es el mismo trastorno.

Muchas personas con TOC tienen pensamientos obsesivos sobre miedo a hacer daño a
otras personas incluso a ellas mismas, puede tratarse incluso de personas a las que
quieren mucho y no pueden quitarse esos pensamientos de miedo a “perder la cabeza” y
hacer algo terrible, incluso de naturaleza sexual en algunos casos. Lógicamente, son
pensamientos extremadamente angustiantes, emocionalmente muy dolorosos y que
provocan una gran culpabilidad, porque las personas creen que se están volviendo locas ,
que son malas personas por tener esos pensamientos en su cabeza, que se trata de
alguna clase de enfermedad psicótica, que son unos asesinos, etc, cuando en realidad
son unas magníficas personas que serían incapaces de hacer daño a nadie . Es uno de
los tipos de manifestaciones del TOC más duras, porque implican un dolor emocional
enorme, literalmente la persona puede verse a sí mismo, de un día para otro como un
monstruo, un asesino, o un violador, algo que tiene unas connotaciones sociales y
morales extremadamente negativas. Lógicamente, estas personas no son nada de eso.
Lo único que les sucede, es que han confundido una imaginación suya, con una
capacidad potencial, (que en realidad no poseen).

Voy a explicar esto con un ejemplo. Imagínate que te traiciona un amigo, estamos
hablando de una traición muy grande, o algo que por cualquier motivo te ha enfadado
muchísimo, de alguien a quien tienes mucho aprecio. En ese momento puede que
pienses: “es que lo mataría”, incluso puede que visualmente te imagines cómo lo harías.
De repente, salta una alarma en tu cabeza, un pensamiento que dice algo así como:

“¿Estoy pensando en matarlo? ¿Eso significa que sería capaz de hacer tal cosa? ¿Soy
un asesino? ¿Y si pierdo la cabeza y lo mato? ¿Por qué estoy pensando esto? ¿Y si soy
un asesino y no lo sabía hasta ahora? ¿Y si pierdo la cabeza? ¿Y si lo mato y tengo que
pasarme 20 años en la cárcel? ¿Y si…?”

Y cuando te das cuenta estás en un estado de ansiedad y angustia insoportable, sumido


en un sentimiento de culpa horrible, en un estado emocional insoportablemente doloroso.
Y pocos minutos después, este tipo de pensamientos vuelven a tu cabeza. Y cuanto más
piensa en este tipo de cosas más se intensifica la lucha interna que se produce dentro de
la mente, y así muchas veces al día, un día tras otros, y la vida se convierte en algo
insoportable, y todo por haberle dado credibilidad a un simple pensamiento que cruzó por
tu mente. Estre tipo de pensamientos descabellados con un fuerte componente de ser
algo fuertemente censurable desde el punto de vista ético o moral, es lo que llamamos
pensamientos antisociales, y por supuesto no es ningún indicativo de locura, ni de
psicosis, ni de ser mala persona, sino que es una simple fantasía carente de importancia.

Te has montado tu propia “película mental” que existe sólo en tu imaginación, pero que
tiene la capacidad de convertirte en una persona profundamente angustiada e infeliz. No
te diste cuenta que era sólo un pensamiento. Un pensamiento no tiene ningún poder
sobre ti si tú no se lo das. Debes comprender que un pensamiento es sólo una fantasía
que cruza por tu mente. De la misma forma que puedes soñar cosas que sabes que
nunca serías capaz de hacer, puedes pensar cosas que sabes (o deberías saber) que
eres incapaz de hacer. El hecho de tener tal o cual pensamiento no implica ser buena o
mala persona. La bondad se juzga por los actos y no por los pensamientos, y es
profundamente injusto juzgarse a uno mismo por los pensamientos que tiene.

Los síntomas son algo que se asocia con la enfermedad, son una señal de que te pasa
algo, ese no es el caso de la ansiedad y el TOC. Ya se trate de tus pensamientos
obsesivos e intrusivos, tus actos compulsivos, o las pulsaciones aceleradas, temblores,
sudoración, ataques de pánico, fobias, o cualquier otro trastorno de ansiedad; tienes que
tener claro que un Trastorno no es lo mismo que una enfermedad. Cuales quieran que
sean las sensaciones que atribuyes la ansiedad y los otros síntomas del TOC, no son
síntomas de enfermedad física sino que son consecuencias de unos patrones de
pensamiento no armónicos caracterizados por identificarse con los pensamientos
intrusivos, especialmente de naturaleza negativa o peligrosa. En cierto modo, podemos
decir que el TOC es un trastorno de ansiedad en el que predominan los pensamientos
intrusivos, (los llamaré también pensamientos obsesivos), los actos compulsivos, y las
emociones negativas, sobre todo el miedo y ansiedad.
CAPITULO 3:

TOC, emociones negativas y fobias


Los seres humanos somos capaces de preocuparnos a causa de la posibilidad de
imaginar escenarios futuros adversos. Nos podemos preocupar por no tener suficiente
dinero, por algo que alguien dijo sobre nosotros, o por la incertidumbre sobre un
determinado evento futuro. En otras palabras, podemos generar sentimientos incluso
cuando no existe peligro real y por lo tanto, podemos activar el Sistema Nervioso
Autónomo muchas veces durante un día o incluso constantemente, cuando algo
realmente nos molesta o nos preocupa. Cuando nos hacemos conscientes de que algo
nos molesta, por lo general podemos actuar para hacer algo al respecto. Cuando notamos
que estamos molestos, enfadados o preocupados por algo, frecuentemente podemos
cambiar nuestras acciones para adaptarnos a esa situación, el problema surge cuando
esa situación o peligro no es real sino que es imaginario. Muchas veces, una persona no
encuentra una solución a un problema determinado (que puede ser real o imaginario), y
piensa una y otra vez sobre este problema, generando constantemente emociones
negativas, muchas de las cuales son reprimidas y almacenadas en la mente inconsciente.

Muchas personas viven constantemente en un estado de estrés, ansiedad, preocupación,


y frecuentemente son situaciones sobre las cuales no pueden tomar ninguna decisión o
no pueden encontrar una solución a un determinado problema, lo que provoca que la
mente esté en un estado constante de preocupación y ansiedad. Las emociones
negativas inconscientes, junto a la tensión interna y represión emocional, son una fuente
que favorece la aparición de pensamientos obsesivos que son responsables de la
ansiedad del TOC. Veamos detalladamente las principales emociones negativas que una
persona puede tener.

3.1 Miedo

El miedo es una de las emociones que más contribuyen a la causa y mantenimiento del
TOC y de cualquier trastorno de ansiedad . El miedo es una reacción natural e instintiva,
pero muchas veces, un miedo es la consecuencia de una forma de pensar muy negativa,
pesimista y catastrofista.

Inconscientemente, todos tenemos tendencia a reprimir las emociones desagradables,


siendo el miedo una de ellas. Intentamos desviar la atención de la emoción de miedo, de
las sensaciones físicas que el miedo nos causa, y nos censuramos por el hecho de tener
miedo, puesto que creemos que tener miedo equivale a ser débiles. Esto hace que el
miedo se reprima y se transforme en miedo inconsciente y en energía emocional negativa
que es una de las causas de todo el círculo vicioso que favorece el TOC (que veremos en
futuros capítulos)

Puedes tener miedo a cientos, de cosas, ya hemos visto que las personas con TOC son
especialmente propensas a percibir miedos, especialmente si hay factores que no pueden
controlar. A esto hay que sumarle el miedo que produce el TOC: miedo a no curarte, a
sufrir emocionalmente, miedo a una vida con muchas limitaciones, a la incomprensión de
los demás, miedo a las circunstancias de la vida, se puede tener miedo a cualquier cosa.

Debes darte permiso para tener esos sentimientos de ansiedad y miedo, es decir, no
reprimirlos ni censurarte por ello. Pero no dejes que te impidan avanzar con el
tratamiento. Muchas veces además, lo que realmente temes es la incertidumbre de tu
respuesta emocional o intelectual ante una situación nueva o aparentemente difícil. Quizá
temes el hecho de que un determinado resultado o evento está más allá de tu posibilidad
de controlarlo, como or ejemplo subir en el coche con un desconocido, miedo a la
carretera, a las enfermedades, etc. Todos intentamos tener bajo control las circunstancias
de nuestras vidas, nuestras emociones, nuestros pensamientos, todo; pero hay que
entender que no se puede tener absolutamente todo bajo control. Debes entender que
muchas situaciones dependen del azar o de circunstancias que escapan a tu control y que
no puedes eliminar de tu vida todas las hipotéticas situaciones que tu mente (a veces
erróneamente) interpreta como peligrosas o negativas.

Debes empezar a pensar en el miedo en términos de sensaciones físicas y no en


términos de historias de lo que te cuenta tu mente y que te hace tener miedo. Es decir,
cuando sientas miedo y ansiedad debes dirigir tu atención a tu cuerpo, a aquella
parte de tu cuerpo donde sientas esa sensación de miedo, y simplemente observar
esa sensación física como si tú fueras simplemente un observador que está
observando esas sensaciones físicas, sin identificarte con el torrente de
pensamientos que puedes tener en esos momentos. Por muy incómoda que pueda
ser esa sensación de miedo y ansiedad debes pensar que el miedo no puede herirte y no
te va a pasar nada. Debes darte permiso para sentir el miedo sin censurarlo. Cuando
emerja la ansiedad dirige tu mente a las sensaciones físicas de tu cuerpo: al pecho, a la
garganta, al estómago, a cualquier parte de tu cuerpo que sientes que se vuelve
incómoda.

Inevitablemente, da miedo el simple hecho de saber que ningún médico te puede curar y
que por tanto, nadie ni nada te puede curar, sino que es algo que solo tú puedes hacer.
Este pensamiento es un pensamiento común en la mayoría de personas con TOC, y por
lo tanto todo el mundo tendrá que lidiar con el miedo en algún momento de su
recuperación.

¿De dónde proviene el miedo? Debemos reconocer que el miedo es parte de la


experiencia normal de la vida. Nacemos con un sistema cerebral que se construye para
protegernos del peligro y el daño físico y psicológico, es decir, que nos ayude a sobrevivir
en un mundo peligroso. En este sentido el miedo es sólo un mecanismo biológico de
supervivencia que poseemos la mayoría de animales, al menos todos los mamíferos. Este
sistema reside en las partes más profundas del cerebro (a veces llamado el "cerebro
reptiliano" donde se encuentra la amígdala) y opera todo el tiempo analizando
constantemente el ambiente de peligro, y está en la parte inconsciente del cerebro, es
decir, no somos conscientes de su actividad hasta después que ha actuado. Cuando
sentimos peligro, el cerebro envía señales inmediatas desde la amígdala (el centro
emocional del cerebro) y el hipotálamo (donde reside el Sistema Nervioso Autónomo o por
sus iniciales SNA).

El SNA produce algún tipo de reacción en nuestros cuerpos que nos ayuda a escapar del
peligro. De nuevo, esto ocurre sin conciencia y nuestros cuerpos están programados para
reaccionar al peligro activando la reacción llamada de “lucha o huida” como formas
primitivas de reacción. Después de que nuestro cuerpo reacciona (con tensión muscular,
aumento del ritmo cardíaco y muchas otras adaptaciones), entonces nos hacemos
conscientes de la sensación de miedo.

Además de los peligros externos y reacciones derivadas del aprendizaje de las primeras
experiencias de vida como fuentes de miedo, los seres humanos tienen la capacidad de
pensar en el pasado y en el futuro y de fantasear sobre el mismo. Podemos tener
preocupaciones acerca de las cosas que uno hizo o no hizo en el pasado y estos pueden
causar preocupación y miedo. Igualmente, podemos pensar en el futuro y desarrollar
fantasías sobre posibles problemas que pueden sucedernos en el futuro que pueden
causar preocupación y miedo, gran parte del miedo proviene del hecho de identificarse
con los pensamientos, de darle credibilidad en lugar de observarlos como quien observa
una nube pasar.

Cuando a uno no le pueden curar los médicos sino que es él el único que se puede curar
a sí mismo, surgen todo tipo de dudas, hipótesis, inquietudes y preocupaciones. Éstas
aparecen con la forma de pensamientos negativos sobre posibles futuros inciertos,
dolorosos y catastrofistas. Son pensamientos como por ejemplo:

• "Tengo miedo de que nunca conseguiré mejorar y estaré para siempre sufriendo
este problema".

• "Tengo miedo que mejore un poco pero luego empeore y de volver a estar mucho
peor otra vez; y entonces será aún más difícil de superar el TOC.

• "Tengo miedo de que este tratamiento no funcione para mí ".

• "Me temo que voy a tener más estrés en mi vida y que causará un empeoramiento
de los pensamientos obsesivos".

Dicho brevemente, casi todo miedo surge como mecanismo aprendido en el pasado o
como resultado de pensamientos pesimistas sobre el futuro. Estos miedos se ven
alimentados por los pensamientos obsesivos, concretamente por creer las historias que
estos te cuentan, y por la preocupación del día a día ante las emociones causadas por el
TOC y las limitaciones en cuanto a capacidad para hacer una vida normal. El miedo crea
más miedo. Y así se crea un círculo vicioso de miedo, de pesimismo, miedo, dolor
emocional, depresión, que se retroalimenta a sí mismo y hace que las personas se
queden atascadas sin poder mejorar. Al final el paciente se ve atascado pensando casi
todo el día en el TOC, tus incertidumbres y miedos y esto alimenta al proceso que tiene
lugar en la amígdala (profundizaremos en ella en los próximos capítulos), que a su vez
alimenta al miedo y los trastornos de ansiedad. Y esa rueda de negatividad cada vez se
va haciendo más grande y más fuerte.

Así que, ¿cómo podemos tratar con el miedo? La verdad es que no es fácil de superar,
pero se hace imprescindible no identificarnos con los pensamientos. Quizá estés
pensando que estoy repitiendo mucho a lo largo del ebook la idea de no
identificarse con los pensamientos, pero es algo extremadamente importante para
entender y superar el TOC.

FIN DE LA PREVISUALIZACIÓN GRATUITA PARA SUSCRIPTORES AL BOLETÍN


ELECTRÓNICO.

Espero que los emails te estén resultando interesantes. Si te interesa que aborde los
emails abarcando otros ámbitos, como la neurobiología del TOC, el papel de los
familiares de los pacientes de TOC, lidiar con la incomprensión social, o otro aspecto del
TOC, siéntete libre de hacerme una sugerencia. Puedo tratar los temas que vea que a
más personas interesan.

No dejes de leer los emails que te seguiremos enviando. Espero que te sean de ayuda en
poder tener una mayor comprensión del TOC, y sobre todo, una mayor comprensión de
su curación. Piensa que es posible salir del TOC, recuperar la libertad, y ser feliz. Yo lo he
conseguido, al igual que muchas otras personas. Es muy gratificante recibir de vez en
cuando emails de profunda gratitud de testimonios de curación, que me motivan a seguir
escribiendo mensajes para todos vosotros. Un abrazo.
Descubre qué dicen otras personas del Método LIBTOC:

Javi
"Muchas gracias por el Método LIBTOC. LLevo cuatro meses trabajando con él y empiezo a pensar
que el TOC ya es cosa del pasado. Progresivamente he abandonado los actos compulsivos; primero
los más graves, y mi extenso ritual de rutinas nocturnas de revisar repetitivamente luces, puertas,
ventanas, etc. se ha ido reduciendo hasta práctcamente desaparecer."

Oscar
"Hola Carlos, quiero mandarte mi más sincero agradecimiento por haber posibilitado que me cure
de TOC. El método LIBTOC, así como tus mensajes periódicos me han sido de mucha ayuda
durante estos meses. Hoy te escribo para que sepas de mi gratitud y porque sé que he superado
totalmetnte el TOC. Me siento el hombre más feliz del mundo. Un abrazo."

Paola
"Le escribo para que sepa de mi recuperación del problema de toc. Sólo me arrepiento de no haber
descubierto antes su web. Me hubiese ahorrado mucho dinero en sicólogos y pastillas, y sobre todo
mucho sufrimiento, pero eso ya ha pasado y lo que importa es que he sanado."
Alfonso
"Hola Carlos, gracias por haber respondido mis dudas durante estos meses. Tengo que comunicarte
que ahora sí me siento totalmente libre del TOC. He conseguido superar también los pequeños
rituales sin importancia que más se me estaban resistiendo, pero ahora siento que soy una persona
libre y nueva, gracias por el Método Libtoc. Continuaré aplicando la primera parte del método el
resto de mi vida, porque para mí no es una parte del tratamiento, sino una verdadera filosofía de
vida, como tú dices, soy libre de creer o no cada uno de los pensamientos que mi mente genera, y
nunca más seré esclavo de mis pensamientos.”

Vero
"Muy buenas. El motivo del mensaje es darte las gracias por tu ayuda. Compré el método y he
estado suscrita a tus mensajes hasta la actualidad. A pesar de mis dudas iniciales, he superado el
TOC, y ahora sé que estoy en condiciones de abandonar totalmente el seguimiento del método y de
abandonar la lectura de tus mensajes al correo porque he superado totalmente el infierno del TOC, y
deseo pasar página de este problema. No quiero saber mas del TOC porque para mí ya solo es un
amargo recuerdo, un borrón en mi vida que no quiero recordar nunca más. Hoy empiezo una nueva
vida feliz y con paz mental. De nuevo mil gracias por tu esfuerzo y tiempo. Un abrazo."

Claudia
"Hola Carlos, te escribo desde Zaragoza, para decirte que adquirí el Método LIBTOC hace cinco
meses, y lo he estado aplicando día a día, hasta el punto que puedo decir que ahora estoy totalmente
curada. La mejoría no empezó hasta los tres meses de tratamiento, pero apliqué tus consejos sobre
el factor tiempo, incrementé la disciplina a la hora de aplicar el Bloque 2 y eso fue fundamental, ya
que a partir de ahí la mejoría fue constante hasta hoy. Muchas gracias por devolverme la libertad."

Ernesto
"Buenos días Carlos, simplemente deseo agradecerte el haber hecho el Método LIBTOC porque
aunque me ha costado casi medio año, el TOC ha desaparecido de mi vida. Lo más complicado para
mí ha sido desarrollar el Bloque 2 pero con insistencia y fuerza de voluntad, empecé a aplicarlo
correctamente, y los cambios fueron enormes. Es muy gratificante ver como la mente deja de
generar pensamientos obsesivos, y la necesidad de hacer estúpidos rutuales va desapareciendo poco
a poco. Gracias."

Más info en: http://curadeltoc.com/metodo-LIBTOC.html

También podría gustarte