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Factores de personalidad,
pensamientos y TOC
2.1 Factores de personalidad
Apuesto a que si padeces TOC eres una persona que reúne muchas de estas
características de personalidad:
• Responsable
• Perfeccionista
• Racional y analítico
• Sensible
• Muy inteligente
• Prudente
• Necesitas tenerlo todo bajo control. Cuando hay algo que no tienes bajo control
(especialmente si ello implica un peligro) reaccionas con miedo y ansiedad.
Son rasgos muchos de los cuales suelen estar presentes en las personas con TOC.
¿Es casualidad? Por supuesto que no. El TOC es un proceso que nace como respuesta a
un determinado estímulo disparador, cuando hay un patrón mental determinado, en los
que hay varias de las características de personalidad que acabo de mencionar, y hay
susceptibilidad a identificarse con los pensamientos. La presencia de estos factores
favorece no sólo la aparición de pensamientos obsesivos sino también el hecho de
identificarse con ellos (creer las historias que te cuenta tu mente), generalmente en lo
referente a una proyección de futuro respecto a determinadas situaciones, factores, o
estímulos que podrían suceder.
Aunque la timidez y el TOC son dos procesos claramente separados y distintos, muchas
veces una persona puede presentar los dos al mismo tiempo. Es decir, se puede ser
tímido o tímida y padecer TOC. La timidez va asociada a la necesidad de aprobación,
parte de la premisa de que una persona desarrolla una serie de aprendizajes
encaminados a obtener la aprobación de los demás. Y estos aprendizajes son
precisamente aquello que los hace tímidos, como por ejemplo evitar la confrontación,
evitar que los demás se enfaden con él o ella, reprimir las emociones, anteponer las
necesidades de los demás a las necesidades propias, no decir y hacer aquello que
verdaderamente quiere si ello entra en confrontación con las opiniones y principios de los
demás.
Exactamente todo lo aplicado a la timidez se aplica también a la fobia social, ya que
podemos considerarla como un estado de timidez más extremo, en donde la falta de
habilidades sociales es más acusada.
Por supuesto no todas las personas con polaridad hiper-responsable padecen TOC ni
trastornos de ansiedad; aunque sí son mucho más propensos a padecerlo que las
personas con características de personalidad opuestas a la polaridad hiper-responsable.
Entonces lo que ocurre es que esos pensamientos obsesivos que son consecuencia de
unos patrones mentales muy característicos (los patrones de personalidad de la
“polaridad hiper-responsable” o “polaridad de responsabilidades y exigencias
sociales”) que te hacen propenso a percibir miedos y amenazas, y a generar tensión
interna y represión emocional. Esto a su vez es responsable de que aparezcan los
pensamientos obsesivos e intrusivos, que provocan miedo, ansiedad, y emociones
negativas.
“Si no camino por la calle de una manera determinada, puede suceder tal cosa, si no abro
y cierro la puerta de una manera determinada, puede suceder esto otro, o no me quedaré
tranquilo pensando que no hice determinado acto compulsivo”.
“Si no me lavo las manos cada cierto tanto tiempo o 15 veces en los últimos 60 minutos
podría acumular bacterias que entrasen en mi cuerpo y podría enfermar”, y tu mente sigue
imaginando todo tipo de posibles fatales escenarios. Quizá incluso, te imagines que tienes
que ser hospitalizado con ello, y que en el hospital contraes tal enfermedad, y tu mente se
encuentra totalmente absorbida por la película mental en la que te encuentras, lo que
provoca que la ansiedad que alberga tu cuerpo siga aumentando, ¿Te das cuenta de que
vivir así implica no poder vivir el instante presente? ¿Te das cuenta de que así no eres
feliz? Una persona que vive en un estado constante de ansiedad, que no tiene paz mental
no es feliz.
La ansiedad que te hace sentir el hecho de que si no haces las cosas de una manera
determinada ocurriría algo catastrófico, puede llegar a ser muy angustiante, y lo peor es
que tú sabes que no pasa nada si no te lavas las manos de una manera determinada o si
no abres y cierra la puerta 5 veces. En lo más profundo de ti sabes que lógicamente estas
acciones no pueden ejercer ningún control sobre las cosas que no puede controlar, es
decir, que no va a pasar nada por no realizar el acto compulsivo propiamente dicho. Pero
es tu ansiedad frente a estas situaciones lo que provoca esta reacción y este
comportamiento se vuelve habitual al igual que la ansiedad. De este modo, tus rituales
obsesivos se convierte en hábito, y tu día a día se encuentra repleto de hábitos de los que
no puedes escapar. Te encuentras en un problema del que necesitas escapar pero no
sabes cómo superar el TOC.
En el caso de la timidez y la fobia social, trastornos en los que normalmente también hay
un elevado grado de personalidad de “polaridad hiper-responsable”, los pensamientos
negativos, y por tanto la ansiedad, aparecen sólo cuando el individuo está frente a
determinadas situaciones. Estas situaciones son por ejemplo, tener que hablar en público,
hablar con desconocidos, estar en ambientes en los que no se siente cómodo, ligar con
una persona que les gusta, estar en una fiesta en la que apenas conoce a nadie, etc. En
estas situaciones aparecen los típicos pensamientos de “y si...”, los miedos (en gran
medida inconscientes) a no tener la aprobación de los demás, a lo que ellos piensen, y sin
darse cuenta se identifica con estos pensamientos (se los cree), con lo cual empieza la
escalada de malestar y ansiedad. Aunque una persona tímida puede parecer tranquila,
cuando se encuentra en una situación de incomodidad emocional puede encontrarse
realmente con muchísima ansiedad, aún cuando esta no es exteriorizada.
Probablemente una de las expresiones más intensas de la ansiedad son los ataques de
pánico. Estos pueden aparecer como consecuencia de la fobia social, del TOC y muy
especialmente de la agarofobia, y pueden hacer que la persona entre en un verdadero
estado de pánico, de terror. Se trata de un miedo arcaico, que se manifiesta en modo de
aceleración desmesurada del ritmo cardíaco y de la velocidad de respiración, de una
presión en el pecho, un nudo en la garganta, malestar físico, e incluso a veces con
hiperventilación que puede resultar en desmayo. Aunque la causa de cada uno de los
trastornos de ansiedad es muy distinta, la punta del iceberg de todos ellos son la
identificación con los pensamientos negativos (conscientes e inconscientes) que son
como el acelerador de la ansiedad. En cuando hay pensamientos negativos o
emocionalmente muy dolorosos, e identificación con ellos, la ansiedad se dispara.
2.3 Los pensamientos antisociales
Muchas personas con TOC tienen pensamientos obsesivos sobre miedo a hacer daño a
otras personas incluso a ellas mismas, puede tratarse incluso de personas a las que
quieren mucho y no pueden quitarse esos pensamientos de miedo a “perder la cabeza” y
hacer algo terrible, incluso de naturaleza sexual en algunos casos. Lógicamente, son
pensamientos extremadamente angustiantes, emocionalmente muy dolorosos y que
provocan una gran culpabilidad, porque las personas creen que se están volviendo locas ,
que son malas personas por tener esos pensamientos en su cabeza, que se trata de
alguna clase de enfermedad psicótica, que son unos asesinos, etc, cuando en realidad
son unas magníficas personas que serían incapaces de hacer daño a nadie . Es uno de
los tipos de manifestaciones del TOC más duras, porque implican un dolor emocional
enorme, literalmente la persona puede verse a sí mismo, de un día para otro como un
monstruo, un asesino, o un violador, algo que tiene unas connotaciones sociales y
morales extremadamente negativas. Lógicamente, estas personas no son nada de eso.
Lo único que les sucede, es que han confundido una imaginación suya, con una
capacidad potencial, (que en realidad no poseen).
Voy a explicar esto con un ejemplo. Imagínate que te traiciona un amigo, estamos
hablando de una traición muy grande, o algo que por cualquier motivo te ha enfadado
muchísimo, de alguien a quien tienes mucho aprecio. En ese momento puede que
pienses: “es que lo mataría”, incluso puede que visualmente te imagines cómo lo harías.
De repente, salta una alarma en tu cabeza, un pensamiento que dice algo así como:
“¿Estoy pensando en matarlo? ¿Eso significa que sería capaz de hacer tal cosa? ¿Soy
un asesino? ¿Y si pierdo la cabeza y lo mato? ¿Por qué estoy pensando esto? ¿Y si soy
un asesino y no lo sabía hasta ahora? ¿Y si pierdo la cabeza? ¿Y si lo mato y tengo que
pasarme 20 años en la cárcel? ¿Y si…?”
Te has montado tu propia “película mental” que existe sólo en tu imaginación, pero que
tiene la capacidad de convertirte en una persona profundamente angustiada e infeliz. No
te diste cuenta que era sólo un pensamiento. Un pensamiento no tiene ningún poder
sobre ti si tú no se lo das. Debes comprender que un pensamiento es sólo una fantasía
que cruza por tu mente. De la misma forma que puedes soñar cosas que sabes que
nunca serías capaz de hacer, puedes pensar cosas que sabes (o deberías saber) que
eres incapaz de hacer. El hecho de tener tal o cual pensamiento no implica ser buena o
mala persona. La bondad se juzga por los actos y no por los pensamientos, y es
profundamente injusto juzgarse a uno mismo por los pensamientos que tiene.
Los síntomas son algo que se asocia con la enfermedad, son una señal de que te pasa
algo, ese no es el caso de la ansiedad y el TOC. Ya se trate de tus pensamientos
obsesivos e intrusivos, tus actos compulsivos, o las pulsaciones aceleradas, temblores,
sudoración, ataques de pánico, fobias, o cualquier otro trastorno de ansiedad; tienes que
tener claro que un Trastorno no es lo mismo que una enfermedad. Cuales quieran que
sean las sensaciones que atribuyes la ansiedad y los otros síntomas del TOC, no son
síntomas de enfermedad física sino que son consecuencias de unos patrones de
pensamiento no armónicos caracterizados por identificarse con los pensamientos
intrusivos, especialmente de naturaleza negativa o peligrosa. En cierto modo, podemos
decir que el TOC es un trastorno de ansiedad en el que predominan los pensamientos
intrusivos, (los llamaré también pensamientos obsesivos), los actos compulsivos, y las
emociones negativas, sobre todo el miedo y ansiedad.
CAPITULO 3:
3.1 Miedo
El miedo es una de las emociones que más contribuyen a la causa y mantenimiento del
TOC y de cualquier trastorno de ansiedad . El miedo es una reacción natural e instintiva,
pero muchas veces, un miedo es la consecuencia de una forma de pensar muy negativa,
pesimista y catastrofista.
Puedes tener miedo a cientos, de cosas, ya hemos visto que las personas con TOC son
especialmente propensas a percibir miedos, especialmente si hay factores que no pueden
controlar. A esto hay que sumarle el miedo que produce el TOC: miedo a no curarte, a
sufrir emocionalmente, miedo a una vida con muchas limitaciones, a la incomprensión de
los demás, miedo a las circunstancias de la vida, se puede tener miedo a cualquier cosa.
Debes darte permiso para tener esos sentimientos de ansiedad y miedo, es decir, no
reprimirlos ni censurarte por ello. Pero no dejes que te impidan avanzar con el
tratamiento. Muchas veces además, lo que realmente temes es la incertidumbre de tu
respuesta emocional o intelectual ante una situación nueva o aparentemente difícil. Quizá
temes el hecho de que un determinado resultado o evento está más allá de tu posibilidad
de controlarlo, como or ejemplo subir en el coche con un desconocido, miedo a la
carretera, a las enfermedades, etc. Todos intentamos tener bajo control las circunstancias
de nuestras vidas, nuestras emociones, nuestros pensamientos, todo; pero hay que
entender que no se puede tener absolutamente todo bajo control. Debes entender que
muchas situaciones dependen del azar o de circunstancias que escapan a tu control y que
no puedes eliminar de tu vida todas las hipotéticas situaciones que tu mente (a veces
erróneamente) interpreta como peligrosas o negativas.
Inevitablemente, da miedo el simple hecho de saber que ningún médico te puede curar y
que por tanto, nadie ni nada te puede curar, sino que es algo que solo tú puedes hacer.
Este pensamiento es un pensamiento común en la mayoría de personas con TOC, y por
lo tanto todo el mundo tendrá que lidiar con el miedo en algún momento de su
recuperación.
El SNA produce algún tipo de reacción en nuestros cuerpos que nos ayuda a escapar del
peligro. De nuevo, esto ocurre sin conciencia y nuestros cuerpos están programados para
reaccionar al peligro activando la reacción llamada de “lucha o huida” como formas
primitivas de reacción. Después de que nuestro cuerpo reacciona (con tensión muscular,
aumento del ritmo cardíaco y muchas otras adaptaciones), entonces nos hacemos
conscientes de la sensación de miedo.
Además de los peligros externos y reacciones derivadas del aprendizaje de las primeras
experiencias de vida como fuentes de miedo, los seres humanos tienen la capacidad de
pensar en el pasado y en el futuro y de fantasear sobre el mismo. Podemos tener
preocupaciones acerca de las cosas que uno hizo o no hizo en el pasado y estos pueden
causar preocupación y miedo. Igualmente, podemos pensar en el futuro y desarrollar
fantasías sobre posibles problemas que pueden sucedernos en el futuro que pueden
causar preocupación y miedo, gran parte del miedo proviene del hecho de identificarse
con los pensamientos, de darle credibilidad en lugar de observarlos como quien observa
una nube pasar.
Cuando a uno no le pueden curar los médicos sino que es él el único que se puede curar
a sí mismo, surgen todo tipo de dudas, hipótesis, inquietudes y preocupaciones. Éstas
aparecen con la forma de pensamientos negativos sobre posibles futuros inciertos,
dolorosos y catastrofistas. Son pensamientos como por ejemplo:
• "Tengo miedo de que nunca conseguiré mejorar y estaré para siempre sufriendo
este problema".
• "Tengo miedo que mejore un poco pero luego empeore y de volver a estar mucho
peor otra vez; y entonces será aún más difícil de superar el TOC.
• "Me temo que voy a tener más estrés en mi vida y que causará un empeoramiento
de los pensamientos obsesivos".
Dicho brevemente, casi todo miedo surge como mecanismo aprendido en el pasado o
como resultado de pensamientos pesimistas sobre el futuro. Estos miedos se ven
alimentados por los pensamientos obsesivos, concretamente por creer las historias que
estos te cuentan, y por la preocupación del día a día ante las emociones causadas por el
TOC y las limitaciones en cuanto a capacidad para hacer una vida normal. El miedo crea
más miedo. Y así se crea un círculo vicioso de miedo, de pesimismo, miedo, dolor
emocional, depresión, que se retroalimenta a sí mismo y hace que las personas se
queden atascadas sin poder mejorar. Al final el paciente se ve atascado pensando casi
todo el día en el TOC, tus incertidumbres y miedos y esto alimenta al proceso que tiene
lugar en la amígdala (profundizaremos en ella en los próximos capítulos), que a su vez
alimenta al miedo y los trastornos de ansiedad. Y esa rueda de negatividad cada vez se
va haciendo más grande y más fuerte.
Así que, ¿cómo podemos tratar con el miedo? La verdad es que no es fácil de superar,
pero se hace imprescindible no identificarnos con los pensamientos. Quizá estés
pensando que estoy repitiendo mucho a lo largo del ebook la idea de no
identificarse con los pensamientos, pero es algo extremadamente importante para
entender y superar el TOC.
Espero que los emails te estén resultando interesantes. Si te interesa que aborde los
emails abarcando otros ámbitos, como la neurobiología del TOC, el papel de los
familiares de los pacientes de TOC, lidiar con la incomprensión social, o otro aspecto del
TOC, siéntete libre de hacerme una sugerencia. Puedo tratar los temas que vea que a
más personas interesan.
No dejes de leer los emails que te seguiremos enviando. Espero que te sean de ayuda en
poder tener una mayor comprensión del TOC, y sobre todo, una mayor comprensión de
su curación. Piensa que es posible salir del TOC, recuperar la libertad, y ser feliz. Yo lo he
conseguido, al igual que muchas otras personas. Es muy gratificante recibir de vez en
cuando emails de profunda gratitud de testimonios de curación, que me motivan a seguir
escribiendo mensajes para todos vosotros. Un abrazo.
Descubre qué dicen otras personas del Método LIBTOC:
Javi
"Muchas gracias por el Método LIBTOC. LLevo cuatro meses trabajando con él y empiezo a pensar
que el TOC ya es cosa del pasado. Progresivamente he abandonado los actos compulsivos; primero
los más graves, y mi extenso ritual de rutinas nocturnas de revisar repetitivamente luces, puertas,
ventanas, etc. se ha ido reduciendo hasta práctcamente desaparecer."
Oscar
"Hola Carlos, quiero mandarte mi más sincero agradecimiento por haber posibilitado que me cure
de TOC. El método LIBTOC, así como tus mensajes periódicos me han sido de mucha ayuda
durante estos meses. Hoy te escribo para que sepas de mi gratitud y porque sé que he superado
totalmetnte el TOC. Me siento el hombre más feliz del mundo. Un abrazo."
Paola
"Le escribo para que sepa de mi recuperación del problema de toc. Sólo me arrepiento de no haber
descubierto antes su web. Me hubiese ahorrado mucho dinero en sicólogos y pastillas, y sobre todo
mucho sufrimiento, pero eso ya ha pasado y lo que importa es que he sanado."
Alfonso
"Hola Carlos, gracias por haber respondido mis dudas durante estos meses. Tengo que comunicarte
que ahora sí me siento totalmente libre del TOC. He conseguido superar también los pequeños
rituales sin importancia que más se me estaban resistiendo, pero ahora siento que soy una persona
libre y nueva, gracias por el Método Libtoc. Continuaré aplicando la primera parte del método el
resto de mi vida, porque para mí no es una parte del tratamiento, sino una verdadera filosofía de
vida, como tú dices, soy libre de creer o no cada uno de los pensamientos que mi mente genera, y
nunca más seré esclavo de mis pensamientos.”
Vero
"Muy buenas. El motivo del mensaje es darte las gracias por tu ayuda. Compré el método y he
estado suscrita a tus mensajes hasta la actualidad. A pesar de mis dudas iniciales, he superado el
TOC, y ahora sé que estoy en condiciones de abandonar totalmente el seguimiento del método y de
abandonar la lectura de tus mensajes al correo porque he superado totalmente el infierno del TOC, y
deseo pasar página de este problema. No quiero saber mas del TOC porque para mí ya solo es un
amargo recuerdo, un borrón en mi vida que no quiero recordar nunca más. Hoy empiezo una nueva
vida feliz y con paz mental. De nuevo mil gracias por tu esfuerzo y tiempo. Un abrazo."
Claudia
"Hola Carlos, te escribo desde Zaragoza, para decirte que adquirí el Método LIBTOC hace cinco
meses, y lo he estado aplicando día a día, hasta el punto que puedo decir que ahora estoy totalmente
curada. La mejoría no empezó hasta los tres meses de tratamiento, pero apliqué tus consejos sobre
el factor tiempo, incrementé la disciplina a la hora de aplicar el Bloque 2 y eso fue fundamental, ya
que a partir de ahí la mejoría fue constante hasta hoy. Muchas gracias por devolverme la libertad."
Ernesto
"Buenos días Carlos, simplemente deseo agradecerte el haber hecho el Método LIBTOC porque
aunque me ha costado casi medio año, el TOC ha desaparecido de mi vida. Lo más complicado para
mí ha sido desarrollar el Bloque 2 pero con insistencia y fuerza de voluntad, empecé a aplicarlo
correctamente, y los cambios fueron enormes. Es muy gratificante ver como la mente deja de
generar pensamientos obsesivos, y la necesidad de hacer estúpidos rutuales va desapareciendo poco
a poco. Gracias."