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Proceso de inconstitucionalidad

Alcances generales

Una de las más importante innovaciones que trajo la constitución de 1979 fue la
consagración de un sistema jurisdiccional de protección de la constitución y los
derechos humanos. La carta de 1993 reitero la formula diseñada por la
constitución anterior.

La idea de que la ley es la manifestación de la voluntad popular articulada por


medio del parlamento no deja de ser un aspecto crucial de la teoría
constitucional. Fue concebida en los albores del constitucionalismo con la
finalidad de garantizar la primacía del parlamento y de la ley escrita como
garantía de la libertad burguesa.

Diversos factores económicos, políticos, tecnológicos han echado por tierra la


supremacía de la ley y han erosionado las bases ideológicas que sostenían en
pie al parlamento como legitimo representante de la voluntad popular. El
contenido técnico de ciertas leyes, la necesidad de legislar con rapidez, la
participación de los partidos políticos, el sindicalismo y la aparición de fuerzas
mediáticas que imponen la agenda del día a día han terminado por corroer la
majestad del parlamento y el sentido univoco de la ley.

A ello se suma la distribución territorial del poder estatal y el hecho de que las
exigencias del pluralismo político en las sociedades modernas son imposibles de
encontrar amparo en el ámbito de este estado legal. A la supremacía de la ley le
sucede como por reacción natural, la supremacía de la constitución. La ley
mantendrá su fuerza normativa en el sistema de fuentes pero supeditada a las
líneas directrices de la constitución entendida no solo como fuente formal del
derecho sino también como fuente material.

De este modo, la constitución se convierte en el parámetro de validez de la ley y


de la legitimación del poder. Ello exige el diseño de un sistema de protección
jurídica de su supremacía, en la cual el tribunal constitucional adquirirá una
enorme gravitación, no solo porque será el órgano encargado de la defensa e
interpretación de la constitución y la ley, sino porque su posicionamiento en el
entramado de las instituciones constitucionales, servirá para fomentar el cuadro
axiológico y el pluralismo ideológico propio de las sociedades modernas.

El tribunal constitucional y los procesos que tienen lugar en su sede se convierten


así en las piezas elementales que dan configuración real al estado social y
democrático de derecho.

NATURALEZA DEL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD

Como se sabe, uno de esos procesos que se desarrollan a exclusividad en sede


del tribunal constitucional es el de inconstitucionalidad. En palabras de SOEHN,
se trata de un control abstracto de normas que se origina no en función de un
conflicto de intereses concretos, para cuya solución sea menester dilucidar con
carácter previo el acomodo a la constitución de la norma de decisión, sino
simplemente en una discrepancia abstracta sobre la interpretación del texto
constitucional en relación a su compatibilidad con una ley singular.

En consecuencia, se trata de un proceso objetivo, ya que los legitimados no


adoptan la posición estricta del demandante que llega a la instancia a pedir la
defensa de un derecho subjetivo, sino que, por el contrario actúan de alguna
manera como defensores neutros de la constitución. Es decir, estamos ante un
procedimiento que necesariamente no reproduce una contienda intersubjetiva,
sino que tiene como propósito fundamentalmente el respeto de la regularidad en
la producción normativa al interior del ordenamiento jurídico; regularidad que
solo produce si se respeta la supremacía de la constitución, de la ley sobre las
normas de inferior jerarquía y así sucesivamente.

CARACTRISTICAS DEL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD

Se realiza a posteriori; no es posible declarar la inconstitucionalidad de proyecto


de ley ni de tratados que todavía no forman parte del orden interno.

El proceso de inconstitucionalidad tiene una doble dimensión; aun cuando se


trata de un proceso fundamentalmente objetivo, también para impedir que se
apliquen normas con posibilidad de generar afectaciones concretas (subjetivas)
a los derechos fundamentales de los individuos. De ahí que en algunos casos la
sentencia puede tener efectos retroactivos.

No proceden las medidas cautelares


Una vez interpuesta la demanda se impulsa de oficio. No es posible el abandono
ni el desistimiento, tampoco el allanamiento del demandado. El proceso solo
termina por sentencia.

NORMAS OBJETO DE CONTROL

El artículo 200 inciso 4) de la constitución señala que haya acción de


inconstitucionalidad contra las normas con rango de ley que contravienen la
constitución por la forma y por el fondo. Las normas a las que la constitución
confiere el rango de ley son: a) las leyes formales aprobadas por el congreso,
que pueden ser ordinarias u orgánicas; b) los decretos legislativos; c) los
decretos de urgencia; d) los tratados, hayan sido o no aprobados por el congreso;
e) reglamentos del congreso; f) las normas regionales de carácter general; g) las
ordenanzas municipales.

En el proceso de inconstitucionalidad recaído en el expediente N° 010-2002-


AL/TC, sobre la validez de la legislación penal antiterrorista aprobada durante el
régimen de ALBERTO FUJIMORI, el tribunal constitucional determino que las
normas comprendidas en el inciso 4) del artículo 200 de la constitución solo
tenían un carácter enunciativo y no taxativo y, que en tal sentido, los decretos
leyes emitidos por los gobiernos de facto también podían ser objeto de control
de constitucionalidad.

En esta línea directriz, el tribunal constitucional ha ido expandiendo su


competencia de control de constitucionalidad contra las reformas
constitucionales (0014-2002-AI/TC, 0050-2004-AL/TC) y contra las normas
derogadas que todavía producen efectos inconstitucionales sobre el
ordenamiento jurídico (0004-2004-AL/TC, 0019-2005-AL/TC).

Finamente, cabe destacar que el tribunal constitucional – distinguiéndose entre


derogación y declaratoria de inconstitucionalidad de una norma ha señalado en
el expediente N° (004-2004-AL/TC), que no toda norma derogada se encuentra
impedida de ser sometida a un juicio de validez pues, aun en ese caso, existen
dos supuestos en los que procedería una demanda de inconstitucionalidad; a)
cuando la norma continúe desplegando sus efectos; y, b) cuando, a pesar de no
continuar surtiendo efectos, la sentencia de inconstitucionalidad puede alcanzar
a los efectos que la norma cumplió en el pasado, esto es, si hubiese versado
sobre materia penal o tributaria.

Inconstitucionalidad de normas conexas

El código procesal constitucional señala en su artículo 78 que la


inconstitucionalidad puede extenderse más allá de la norma que ha sido
impugnada hasta alcanzar a otras por razones de conexión o consecuencia.

PARAMETRO DE CONTROL O BLOQUE DE constitucionalidad

Para determinar la inconstitucionalidad; el tribunal constitucional debe tomar en


consideración no solo las normas constitucionales, sino toda aquellas leyes que
se hayan dictado para determinar la competencia o las atribuciones de los
órganos del estado o el ejercicio de los derechos fundamentales.

En el expediente N° 1049-2003-AA/TC, caso eteselva SRL, el tribunal lo definió


como bloque de constitucionalidad. En esa ocasión el tribunal expreso: “la
interpretación que efectúa el tribunal constitucional no solo abarca las normas
constitucionales propiamente dichas, sino que se extiende a todas las demás
comprendidas en el denominado bloque de constitucionalidad. Dicho concepto
permite completar el marco normativo de un texto fundamental de por si sutil o
inacabado. Por ende, comprende el conjunto de normas constitucionales y las
respectivas normas infra constitucionales que contienen su regulación
complementaria” (véase también los expedientes N° 3330-2004-AA/TC y 0007-
2002-AL/TC).

CLASES DE inconstitucionalidad

De conformidad con el artículo 75 del código procesal constitucional, en el


expediente N° 0020-2005-PI/TC el tribunal constitucional ha interpretado que las
seis clases de inconstitucionalidad deben entenderse del siguiente modo:

a) DIRECTA: cuando la afectación de la constitución tiene lugar sin que haya


necesidad de apreciarse, previamente, la incompatibilidad de la norma
enjuiciada con las que forman el llamado bloque de constitucionalidad. Se
trata de aquellos supuestos en los que el parámetro de control de
constitucionalidad, se reduce únicamente a la norma fundamental.
b) INDIRECTA: acontece cuando la invalidez de la norma impugnada no
puede determinarse por su simple compatibilidad con la constitución, sino
que se hace necesario el concurso de su conformidad con una norma
legal perteneciente al bloque de constitucionalidad.
La concepción de la inconstitucionalidad indirecta por parte del tribunal
constitucional nos parece discutible. En primer lugar, porque siempre es
posible analizar la validez de la norma desde una apreciación directa con
la constitución, sin necesidad de interpósito legislatoris.
La apreciación de la validez constitucional de una norma por la vía de su
compatibilidad con otras normas de su propio rango es siempre una
apreciación de forma, nunca de fondo, cuando el código procesal
constitucional incorpora la tipología de la inconstitucionalidad indirecta, en
nuestra opinión, se refiere a la inconstitucionalidad del decreto o del
reglamento que se expide en los espacios lagunosos dejados por la
omisión del legislador. En este caso, la vía es el proceso de acción
popular.
c) TOTAL: si la totalidad de la norma impugnada resulta inconstitucional
d) PARCIAL: a contrario sensu, la ley es parcialmente inconstitucional si solo
una parte de ella es incompatible con la constitución. El tribunal ha
señalado que si el vicio parcial recae sobre su contenido dispositivo, es
decir, sobre la norma que se desprende del texto escrito, serán dejadas
sin efecto las palabras o frases en que aquel resida. Si el vicio recae en
parte de su contenido normativo, es decir, en algunas de las
interpretaciones que pueden ser atribuidas al texto del precepto, todo
poder público quedara impedido, por virtud de la sentencia del tribunal
constitucional, de aplicarlo en dichos sentidos interpretativos.
e) DE FONDO: cuando la ley regulada tiene un contenido que es contrario o
incompatible con algunos de los derechos, principios y/o valores
constitucionales.
f) DE FORMA: según el tribunal constitucional, la inconstitucionalidad de
forma se produce en tres supuestos:

1. Cuando se produce el quebrantamiento del procedimiento


legislativo previsto en la constitución para su aprobación. Dicho
evento tendría lugar, por ejemplo, si, fuera de las excepciones
previstas en el reglamento del congreso de la república, un
proyecto de ley es sancionado sin haber sido aprobado
previamente por la respectiva comisión dictaminadora, tal como lo
exige el artículo 105 de la constitución (¿no significaría este
supuesto en la terminología del tribunal una inconstitucionalidad
indirecta¿)
2. ¿Cuándo se ha ocupado de una materia que la constitución ha
reservado a otra especifica fuente formal del derecho (por ejemplo,
legislación por ley ordinaria de materias que le corresponden a la
ley orgánica indirecta?).
3. Cuando es expedida por un órgano que, constitucionalmente,
resulta incompetente para hacerlo. Ello tendría lugar, por ejemplo,
si el poder legislativo expidiera decretos de urgencia, pues la
posibilidad de dictar dichas fuentes normativas ha sido reservada
al presidente de la república, conforme a lo previsto en el artículo
118 inciso 19) de la constitución.

ORGANOS COMPETENTE Y LEGITIMADOS ACTIVOS

La demanda de inconstitucionalidad se interpone ante el tribunal constitucional


que resuelve en instancia única y definitiva.

Solo pueden interponer el proceso de inconstitucionalidad:

 El presidente de la republica
 El fiscal de la nación
 El defensor del pueblo
 El veinticinco por ciento el número legal de congresistas
 Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el jurado nacional de
elecciones
 El uno por ciento de los ciudadanos del respectivo ámbito territorial,
cuando se trate de una ordenanzas municipal, siempre que este
porcentaje no exceda la cantidad del cinco mil ciudadanos
 Los presidentes de los gobiernos regionales
 Los alcaldes provinciales
 Los colegios profesionales en las materias de su especialidad

LEGITIMADOS PASIVOS

 El congreso de la república o la comisión permanente, cuando se trata de


leyes ordinarias, orgánicas, de reformas a la constitución o de
reglamentos.
 El poder ejecutivo, si se trata de decretos legislativos, decretos de
urgencia y decretos leyes
 Al congreso y al poder ejecutivo si se impugna un tratado
 Al órgano que haya emitido la norma, si se trata de disposiciones de
carácter local o regional.

PLAZO DE PRESCRIPCION DE LA PRETENSION

Las normas con rango de ley solo pueden ser impugnadas en el lapso de seis
años contados desde la fecha de su publicación. En el caso de los tratados, el
plazo de prescripción es de seis meses.

REQUISITOS DE LA DEMANDA

La demanda se presenta por escrita. Tiene que llevar firma de abogado y


contener, cuando menos, los siguientes datos:

 Identidad de los órganos que interponen la demanda y su domicilio legal


y procesal.
 Indicación precisa de la norma que se impugna.
 Los fundamentos de la pretensión
 La relación numerada de los documentos que se acompañan
 La designación del apoderado, si lo hubiere
 Copia simple de la norma objeto de impugnación, precisando el día, mes
y año de su publicación
 Y los siguientes anexos
 Certificación del acuerdo del consejo de ministro, cuando el demandante
es el presidente de la Republica.
 Certificación de las firmas de los congresistas por el oficial Mayor del
Congreso, si los actores son el 25% del número legal de congresistas.
 Certificación por el jurado Nacional de Elecciones si los demandantes son
ciudadanos
 Certificación del acuerdo adoptado por la junta Directiva del respectivo
colegio profesional
 Certificación del acuerdo adoptado en el consejo de Coordinación regional
o en el concejo provincial, cuando la demanda es presentada por el
presidente de una región o por un alcalde provincial respectivamente.

IMPROCEDENCIA LIMINAR DE LA DEMANDA

La demanda se rechaza de plano si es que ha sido interpuesta después de que


ha vencido el plazo de prescripción de la pretensión. También cuando el tribunal
constitucional ha desestimado una demanda de inconstitucionalidad
sustancialmente igual en cuanto al fondo.

La declaratoria de inconstitucionalidad por el fondo no impide la impugnación de


la misma norma por razones de forma, y viceversa, siempre y cuando no hayan
vencido el plazo de prescripción.

También procede la improcedencia liminar si solicita el pronunciamiento sobre


una norma que no es objeto de control en sede de proceso de
inconstitucionalidad.

INADMISIBILIDAD DE LA DEMANDA

En el plazo de diez días el tribunal califica la demanda. Puede declarar su


inadmisibilidad en los siguientes supuestos:

 Si la demanda no contiene algunos de los siguientes requisitos.


1. Identidad de los órganos que interponen la demanda y su domicilio legal
y procesal
2. Indicación precisa de la norma que se impugna
3. Los fundamentos de la pretensión
4. La relación numerada de los documentos que se acompañan
5. La designación del apoderado si lo hubiere
6. Copia simple de la norma objeto de impugnación, precisando el día, mes
y año de su publicación.
 Si no se acompañan los siguientes anexos:
1. Certificación del acuerdo del consejo de ministro, cuando el demandante
es el Presidente de la Republica
2. Certificación de las firmas de los Congresistas por el Oficial Mayor del
Congreso, si los actores son el 25% del número legal de Congresistas
3. Certificación por el Jurado Nacional de Elecciones si los demandantes son
ciudadanos
4. Certificación del acuerdo adoptado por la junta directiva del respectivo
colegio profesional
5. Certificación del acuerdo adoptado en el consejo de Coordinación
Regional o en el Consejo Provincial, cuando la demanda es presentada
por el presidente de una región o por un alcalde provincial,
respectivamente.

TIPOLOGIA DE SENTENCIAS

El tribunal Constitucional en el Expediente N° 004-2004-CC/TC tuvo ocasión de


elaborar una tipología de sus sentencias, mucho más completa que la que había
realizado con anterioridad en el caso de la legislación penal antiterrorista (010-
2002-AL/TC). Según el intérprete supremo, la doctrina establece una doble
clasificación entre sentencias de especies y de principios. Citamos textualmente:

 Las sentencias de especies: se constituyen por la aplicación simple de las


normas constitucionales y demás preceptos el bloque de
constitucionalidad a un caso particular y concreto. En este caso, la labor
del juez constitucional es meramente “declarativa”, ya que se limita a
aplicar la norma constitucional o los otros preceptos directamente
conectados con ella.
 La sentencia de principio: son las que forman la jurisprudencia
propiamente dicha, porque interpretan el alcance y sentido de las normas
constitucionales, llenan las lagunas y forjan verdaderos precedentes
vinculantes. Tienen la virtud de orientar a los jueces con criterios a
utilizarse en la interpretación de la ley y la constitución. Asimismo,
permiten a los ciudadanos un mejor ejercicio de sus derechos.

En relación con la segunda clasificación, preferimos reproducir parcialmente lo


expuesto por el tribunal constitucional, dado el carácter ilustrativo y pedagógico
de sus razonamientos, aun a riesgo de efectuar una cita textual algo extensa:

1. LAS SENTENCIAS ESTIMATIVAS

Son aquellas que declaran fundada una demanda de inconstitucionalidad. Su


consecuencia jurídica específica es la eliminación o expulsión de la norma
cuestionada del ordenamiento jurídico, mediante una declaración de invalidez
constitucional. Las sentencias estimativas pueden ser de simple anulación,
interpretativa propiamente dicha o interpretativas-manipulativa (normativa).

1.1. Las sentencias de simple anulación.

En este caso el órgano de control constitucional resuelve dejar sin efecto una
parte o la integridad del contenido de un texto. La estimación es parcial cuando
se refiere a una fracción de una ley o norma con rango de ley (un artículo, un
párrafo, etc.); y por ende, ratifica la validez constitucional de las restantes
disposiciones contenidas en el texto normativo impugnado. La estimación es
total cuando se refiere a la plenitud de una ley o norma con rango de ley; por
ende, dispone la desaparición integra del texto normativo impugnado del
ordenamiento jurídico.

1.2. Las sentencias interpretativas propiamente dichas.

En este caso, el órgano de control constitucional, según sean las circunstancias


que rodean el proceso constitucional, declara la inconstitucional de una
interpretación errónea efectuada por algún operador judicial, lo cual acarrea una
aplicación indebida.

Dicha modalidad aparece cuando se ha asignado al texto objeto de examen una


significación; y contenido distinto al que la disposición tiene cabalmente. Así, el
órgano de control constitucional puede concluir en que por una errónea
interpretación se han creado NORMAS NUEVAS, distintas de las contenidas en
la ley o norma con rango de ley objeto de examen. Por consiguiente, establece
que en el futuro los operadores jurídicos estarán prohibidos de interpretar y
aplicar aquella forma de interpretar declarada contraria a la constitución.

1.3. Las sentencias interpretativas – manipulativas (normativas)

En este caso el órgano de control constitucional detecta y determina la existencia


de un contenido normativo inconstitucional dentro de una ley o norma con rango
de ley. La elaboración de dichas sentencias está sujeta alternativa y
acumulativamente a dos tipos de operaciones: la ablativa y la reconstructiva.

- La operación ablativa o de exegesis, consiste en reducir los alcances


normativos de la ley impugnada “eliminando” del proceso interpretativo
alguna frase o hasta una norma, cuya significación colisiona con la
constitución. Para tal efecto, se declara la nulidad de las expresiones
impertinentes; lo que genera un cambio del contenido preceptivo de la ley.
- La operación reconstructiva o de reposición consiste en consignar el
alcance normativo de la ley impugnada “agregándosele” un contenido y
un sentido de interpretación que no aparece en el texto por sí mismo.

La existencia de este tipo de sentencia se justifica por la necesidad de evitar los


efectos perniciosos que puedan presentarse en determinadas circunstancias,
como consecuencias de los vacíos legales que surgen luego de la expulsión de
una ley o norma con rango de ley del ordenamiento jurídico. Tales circunstancias
tienen que ver con la existencia de los principios rectores de la actividad
jurisdiccional-constituyente, a saber; el principio de conservación de la ley y el
principio de interpretación desde la constitución. Conviene tener presente en qué
consisten.

- El precio de conservación de la ley, mediante este axioma, se exige al


juez constitucional “salvar”, hasta donde sea razonablemente posible, la
constitucionalidad de una ley impugnada en aras de afirmar la seguridad
jurídica y la gobernabilidad del Estado.
- Es decir, la expulsión de una ley del ordenamiento jurídico por
inconstitucional debe ser la última ratio a la que debe apelarse. Así, la
simple declaración de inconstitucionalidad no debe ser utilizada, salvo si
es imprescindible e inevitable.
- El principio de interpretación desde la constitución, mediante este axioma
o pauta básica se asigna un sentido a una ley cuestionada de
inconstitucionalidad, a efectos de que ellas guarde coherencia y armonía
con el plexo del texto fundamental.
- Dicha interpretación hace que la ley sea conforme a la constitución;
cabiendo, para tal efecto, que se reduzca, sustituya o modifique su
aplicación para los casos concretos.

La experiencia demuestra que residualmente, la declaración de


inconstitucionalidad puede terminar siendo más gravosa desde un punto de vista
político, jurídico, económico o social, que su propia permanencia dentro del
ordenamiento constitucional. Así, pues, los efectos de dicha declaración puede
producir, durante un; tiempo, un vacío legislativo dañoso para la vida
coexistencia.

En ese sentido, no debe olvidarse que la jurisdicción constitucional desarrolla


una función armonizadora de los conflictos sociales y políticos subyacentes en
un proceso constitucional, por lo que dichas sentencias se constituye en
instrumentos procesales necesarios para el desarrollo de tal fin.

Este tipo de sentencias propician el despliegue de los efectos de las normas


constitucionales que podrían ser obstaculizados por los “huecos normativos”
emanados de un simple fallo estimatorio.

Las normas inducidas y deducidas emanadas de una sentencia manipulativa-


interpretativa (normativa), se encuentran implícitas dentro del ordenamiento
constitucional, pero son objetivables mediante este procedimiento.

Existe una pluralidad de sentencias manipulativo-interpretativas; a saber:

1.3.1. Las sentencias reductoras: son aquellas; que señalan que una parte,
(frases, palabras, leneas, etc.) del texto cuestionado es contraria a la
constitución, y ha generado un vacío de inconstitucionalidad por su
redacción excesiva y desmesurada.

En este contexto, la sentencia ordena una restricción o acortamiento de la


extensión del contenido normativo de la ley impugnada. Dicha reducción se
produce en el ámbito de su aplicación a los casos particulares y concretos que
se presentan en la vía administrativa o judicial.

Por tal efecto, se ordena la inaplicación de una parte del contenido normativo de
la ley, cuestionada en relación a algunos de los supuestos contemplados
genéricamente; o bien en las consecuencias jurídicas preestablecidas. Ello
implica que la referida inaplicación abarca a determinadas situaciones, hechos,
acontecimiento o conducta originalmente previstos en la ley; o se dirige hacia
algunos derechos, beneficios, sanciones o deberes primicialmente previstos.

En consecuencias, la sentencia reductora restringe el ámbito de aplicación de la


ley, impugnada a algunos de los supuestos o consecuencias jurídicas
establecidas en la literalidad del texto.

1.3.2. Las sentencias aditivas: son aquellas en donde el órgano de control


de la constitucionalidad determina la existencia de una
inconstitucionalidad por omisión legislativa.

En este contexto procede a “añadir” algo al texto incompleto, para transformarlo


plenamente constitucional. En puridad, se expiden para completar leyes cuya
relación roñica presentan un contenido normativo “menor”; respecto al exigible
constitucionalmente. En consecuencia, se trata de una sentencia que declara la
inconstitucionalidad no del texto de la norma o disposición general cuestionada,
sino más bien de lo que los textos o normas no consignaron o debieron
consignar.

En ese sentido, la sentencia indica que una parte de la ley impugnada es


inconstitucional, en tanto no ha previsto o ha excluido algo. DE ALLI que el
órgano de control considere necesario “ampliar” o “extender” su contenido
normativo, permitiendo su aplicación a su puesto inicialmente no contemplados
o ensanchados sus consecuencias jurídicas.

La finalidad en este tipo de sentencia consiste en controlar e integrar las


comisiones legislativas inconstitucionales; es decir, atraves del alto de adicción,
evitar que una ley cree situaciones contrarias a los principios valores o normas
constitucionales.
Es usual que la omisión legislativa inconstitucional afecte el principio de igualdad,
por lo que al extenderse los alcances de la norma a supuestos o consecuencias
no previstos para determinados sujetos, en puridad lo que la sentencia está
consiguiendo es homologar un mismo trato con el sujeto comprendido
inicialmente en la ley cuestionada.

El contenido de lo adicionado surge de la interpretación extensiva, de la


interpretación sistemática o de la interpretación analógica.

1.3.3. La sentencia sustitutivas: son aquellas en donde el órgano de control


de la constitucionalidad declara la inconstitucionalidad parcial de una
ley y, simultáneamente, incorpora un reemplazo o relevo del contenido
normativo expulsado del ordenamiento jurídico; vale decir, impone una
modificación o alteración de una parte literal de la ley.

Ahora bien, debe aclararse que la parte sustituyente no es otra que una norma
ya vigente en el ordenamiento jurídico.

La actividad interpretativa se canaliza con el traslado de los supuestos o las


consecuencias jurídicas de una norma aprobada por el legislador, hasta la parte
de la ley cuestionada –y en concreto afectada de inconstitucional-con el objeto
de proceder a su inmediata integración. Dicha acción se efectúa
excepcionalmente para impedir la consumación de efectos políticos,
económicos, sociales o culturales gravemente dañosos y derivados de la
declaración de inconstitucionalidad parcial.

1.3.4. Las sentencias exhortativas: son aquellas en donde el órgano de


control constitucional declara la incompatibilidad constitucional de una
parte o la totalidad de una ley o norma con rango de ley, pese a lo cual
no dispone su inmediata expulsión del ordenamiento constitucional,
sino que recomienda al parlamento para que, dentro de un plazo
razonable, expida una ley sustitutoria con un contenido acorde a las
normas, principios o valores constitucionales.

Como puede observarse, si en sede constitucional se considera ipso facto que


una determinada disposición legal es contraria a la constitución, en vez de
declararse su invalidez constitucional, se confiar al legislador un plazo
determinado o determinable para que la reforme, con el objeto de eliminar la
parte violatoria del texto fundamental.

En este tipo de sentencias se invoca el contexto de vocatio sentetiae, mediante


el cual se dispone la suspensión de la eficacia de una parte del fallo. Es decir,
se modulan los efectos de la decisión en el tiempo. Dicha expresión es un
equivalente jurisprudencial de la vocatio legis o suspensión de la entrada en
vigencia de una ley aprobada.

Debe señalarse que la exhortación puede concluir por alguna de las tres vías
siguientes:

- Expedición de la ley sustantiva y deformante de la norma declarada


incompatible con la constitución.
- Conclusión in totum de la etapa suspensiva; y, por ende, aplicación
plenaria de los alcances de la sentencia. Dicha situación se da cuando el
legislador ha incumplido con dictar una ley sustitutiva dentro del plazo
expresamente fijado en la sentencia.
- Expedición de una segunda sentencia: dicha situación se produce por el
no uso parlamentario del plazo razonable para aprobar la ley sustitutiva.

Asimismo, el tribunal constitucional ha emitido en múltiples procesos


constitucionales sentencias exhortativas que, a diferencia de las anteriormente
descritas, no tiene efectos vinculantes.

Dichas sentencias son recomendaciones o sugerencias, strictu, sensu, que


partiendo de su función armonizadora ante los conflictos, se plantean al
legislador para que en el ejercicio de su discrecionalidad política en el marco de
la constitución pueda corregir o mejorar aspectos de la normativa jurídica. En
tales sentencias opera el principio de persuasión y se utilizan cuando, al
examinarse los alcances de un proceso constitucional, si bien no se detecta la
existencia de un vicio de inconstitucionalidad, se encuentra una legislación
defectuosa que de algún modo conspira contra la adecuada marcha del sistema
constitucional.

Al aspecto, deben mencionarse las sentencias emitidas en los expedientes


acumulados N° 001/003-2003-AI/TC, en donde se exhorta al poder ejecutivo
para que, en salvaguarda del principio de seguridad jurídica que debe informar
al sistema Registral, reglamente el uso del formulario registral legalizado por
notario, previsto en el segundo párrafo del Artículo 7 de la Ley N° 27755; o la
sentencia del Expediente N° 022-2003-AI/TC, en donde se exhorta a la autoridad
competente y a los poderes del Estado involucrados a asumir las funciones que,
conforme al Artículo 102, inciso 7 de la constitución y a las normas de desarrollo,
le corresponde en materia de delimitación territorial, especialmente en lo que
respecta a la controversia suscitada por los límites territoriales de la Isla lobos
de tierra, que genera un conflicto entre los gobiernos regionales de
LAMBAYEQUE Y PIURA.

1.3.5. Las sentencia estipulativas: son aquellas en donde, el órgano de


control de la constitucionalidad establece, en la parte considerativa de
la sentencia, las variables conceptuales o terminológicas que utilizara
para analizar y resolver una controversia constitucional. En ese
contexto, se describe y define en qué consisten determinados
conceptos.
2. Las sentencias desestimativas

Son aquellas que declaran, según sea el caso, inadmisibles, improcedentes o


infundadas las acciones de garantía, o resuelven desfavorablemente las
acciones de inconstitucionalidad. En este último caso, la denegatoria impide una
nueva interposición fundada en idéntico precepto constitucional (petición parcial
y específica referida a unas varias normas contenidas o en una ley); además, el
rechazo de un supuesto vicio formal no obsta para que esta ley no pueda ser
cuestionada ulteriormente por razones de fondo. Ahora bien, la praxis
constitucional reconoce una pluralidad de formas y contenidos sustantivos de
una sentencia desestimativas, a saber.

2.1. La desestimación para rechazo simple: en este caso el órgano de


control de la constitucionalidad resuelve declarar infundada la demanda
presentada contra una parte o la integridad de una ley o norma con rango
de ley.
2.2. La desestimación por sentido interpretativo (interpretación strictu
sensu): en este caso el órgano de control de la constitucionalidad
establece una manera creativa de interpretar una ley parcial o totalmente
impugnada. Es decir, son aquellas en donde el órgano de control de la
constitucionalidad declara la constitucionalidad de una ley cuestionada,
en la medida que se la interpreta en el sentido que este considera
adecuado, armónico y coherente con el texto fundamental.

En esta clase de sentencias la pretensión de inconstitucionalidad es rechazada


porque ha habido, en primer lugar, un previo rechazo de algún o algunos sentidos
interpretativos considerados como contrarios al texto de la constitución,
estableciéndose la obligatoriedad de interpretar la norma impugnada conforme
a la interpretación declarada como única, exclusiva y excluyentemente valida.

EFECTOS DE LA SENTENCIA

El artículo 204 de la constitución señala lo siguiente: “la sentencia del tribunal


constitucional que declara la inconstitucionalidad de una norma se publica en el
diario oficial. Al día siguiente de su publicación, dicha norma queda sin efecto.
No tiene efecto retroactivo la sentencia del tribunal que declara inconstitucional,
en todo o en parte, una norma legal”. En términos parecidos se pronuncian el
artículo 35 de la ley orgánica del tribunal constitucional y el 81 del código
procesal constitucional.

Prima facie una de las características más representativa del proceso de


inconstitucionalidad es el hecho de que su fallo estimatorio deja sin efecto las
normas que han sido objeto de impugnación. Se trata del llamado “efecto
general” o, el mismo que con autoridad de cosa juzgada vincula a todos los
poderes públicos desde el día siguiente de su promulgación.

El problema se suscita cuando la sentencia que tiene alcances generales debe


producir sus efectos en el tiempo. La regla general es su aplicación pro futuro,
ex nunc. No obstante, existen excepciones que han sido establecidos en el plano
legislativo y pretorianamente por el tribunal constitucional.

1. RETROACTIVIDAD EN MATERIA TRIBUTARIA

El artículo 81 del código procesal constitucional; señala en su segundo párrafo


que “cuando se declare la inconstitucionalidad de normas tributarias por violación
del artículo 74 de la constitución, el tribunal debe determinar de manera expresa
en la sentencia los efectos de su decisión en el tiempo. Asimismo, resuelve lo
pertinente respecto de las situaciones jurídicas producidas mientras estuvo en
vigencia”.

Asimismo, el artículo 83 dispone que “las sentencias declaratorias de


inconstitucionalidad no conceden derecho a reabrir proceso concluidos en los
que se hayan aplicado normas inconstitucionales, salvo en las materias previstas
en el segundo párrafo del artículo 103 de la constitución y último párrafo del
artículo 74 de la constitución.

1. RETROACTIVIDAD EN MATERIA PENAL

De otra parte, la sentencia del tribunal constitucional puede tener efecto


retroactivo si el fallo es más favorable al reo por el principio de retroactividad
benigna de la ley penal y de la legalidad, en el sentido de que no hay delito si no
hay ley; no hay pena sin ley ni juicio previamente establecido. En consecuencia,
si la sentencia es estimatoria y produce un vacío legal, la sentencia debe
retrotraerse en el tiempo, pues no es posible que una persona siga detenida por
un delito que ya no existe debido a la expulsión de la norma penal declarada
inconstitucional.

Sin embargo, en el expediente N° 0019-2005-PI/TC, el tribunal ha dispuesto que


cuando están en juego intereses constitucionales y socialmente valiosos, el
principio de retroactividad benigna no procede si se trata de leyes
inconstitucionales. En este fallo dispuso:

“En merito a la fuerza de ley” atribuida a las sentencias del tribunal constitucional,
y a la luz de una interpretación que concuerda el artículo 204 de la constitución,
que establece la función de este tribunal de dejar sin efecto las leyes que resulten
incompatibles con la norma fundamental, con el artículo 103 de la constitución,
que establece que ninguna ley tiene fuerza ni efecto retroactivo, salvo en materia
penal, cunado favorece al reo, el legislador del código procesal constitucional ha
establecido en su artículo 83, que:

“las sentencias declaratorias de inconstitucionalidad no conceden derecho a


reabrir procesos concluidos en los que se hayan aplicado las normas declaradas
inconstitucionales, salvo en las materias previstas en el segundo párrafo del
artículo 103 de la constitución.
Es decir; dicho precepto autoriza aquí; en virtud de una sentencia de este
colegiado expedida en los procesos de inconstitucionalidad, se declare la nulidad
de resoluciones judiciales amparadas en leyes penales declaradas
inconstitucionales; en la medida que de dicha retroactividad se desprenda algún
beneficio para el reo.

No obstante, el principio de aplicación retroactiva de la ley penal más favorable


no puede ser interpretado desde la perspectiva exclusiva de los intereses del
penado. Si tal fuera el caso, toda ley más favorable, incluso aquellas
inconstitucionales, inexorablemente deberían desplegar sus efectos retroactivo
concediendo la libertad al delincuente.

La interpretación de aquello que resulte más favorable al penado debe ser


interpretada a partir de una comprensión institucional integral, es decir, a partir
de una comprensión institucional integral; es decir, a partir de una aproximación
conjunta de todos los valores constitucionalmente protegidos que resulten
relevantes en el asunto que es materia de evaluación.

De ahí que, como quedo dicho, por ejemplo, las leyes inconstitucionales que
conceden algún beneficio para el reo no podrán desplegar tales efectos porque,
siendo el control difuso un poder-deber de toda la judicatura (artículo 138 de la
constitución), el juez a quien se solicite su aplicación retroactiva deberá
inaplicarla por resultar incompatible con la constitución.

La retroactividad benigna sustentada en una ley inconstitucional carece de


efectos jurídicos.

Competencia y legitimación

Articulo 98

La demanda de inconstitucionalidad se interpone ante el tribunal


constitucional y solo puede ser presentada por los órganos y sujetos
indicados en el artículo 203 de la constitución.

El presente artículo establece la legitimación activa y el órgano competente para


conocer de las acciones de inconstitucionalidad. Es una reiteración, o si se quiere
un desarrollo del artículo 203 de la constitución que establece quienes son los
legitimados para interponer la acción de inconstitucionalidad contra las normas
que tienen rango de ley, mientras que el inciso 1 del artículo 202; señala que el
órgano competente es el tribunal constitucional, al disponer que es a este al que
le corresponde “conocer, en instancia única, la acción de inconstitucionalidad”.

Según el artículo 203 están facultados para iniciar el proceso de


inconstitucionalidad:

a) El presidente de la Republica
b) El fiscal de la Nación
c) El defensor del Pueblo
d) El veinticinco por ciento del número legal de congresistas
e) Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el jurado Nacional de
Elecciones, si se tratara de una Ordenanza Municipal
f) También están legitimados para iniciar proceso el uno por ciento de los
ciudadanos del respectivo ámbito territorial, cuando se trata de una
ordenanza Municipal, siempre que este porcentaje no exceda del número
de firmas antes señalado
g) Los presidentes de los gobiernos regionales (con el acuerdo del consejo
respectivo)
h) Los alcaldes provinciales (con el acuerdo de su concejo y en materias de
su competencia); y
i) Los colegios profesionales (en los asuntos de su especialidad)

El número de los legitimados para interponer la acción de inconstitucionalidad


gravita enormemente sobre las relaciones entre el parlamento y el tribunal
constitucional. Cuanto mayor es el número de los legitimados, hasta llegar a la
actio populis, como en Colombia, mayo es el peso y la preponderancia del
tribunal. Pero si el número de los legitimados se acorta, menor es su gravitación
en el control de constitucionalidad de la ley, pues recuérdese que el tribunal
constitucional no actúa de oficio, sino que debe esperar la interposición de la
acción de inconstitucionalidad para emitir su pronunciamiento.

Jurisprudencia

1. La legitimación que se les concede en esta clase de procesos no se funda


en la satisfacción de una pretensión subjetiva de quien promueve la
demanda o defiende la validez de la ley, sino de una legitimación para
actuar en nombre del interés público-objetivo de que el tribunal desarrolle
su tarea de garantizar la supremacía de la constitución. “(expediente N°
00007-2012-PI, NULIDAD, F, J. 33).
2. Los colegios profesionales son instituciones autónomas con personalidad
de derecho público, a tenor del artículo 20 de la constitución. En cuanto
tales, la norma Fundamental les ha otorgado la facultad de interponer
demandas de inconstitucionalidad “en materias de su especialidad
“(artículo 203, inciso 7), y el derecho de iniciativa legislativa en “las
materias que le son propias” (artículo 107). La razón que justifica que la
constitución haya otorgado estas facultades a los colegios profesionales
radica en que, debido a la particularidad, singularidad y especialidad de
los conocimientos científicos y técnicos que caracterizan a las diferentes
profesiones (MEDICINA, ABOGACIA, INGENIERIA, ARQUITECTURA,
CONTABILIDAD, QUIMICA-FARMACEUTICA, PERIODISMO,
PSICOLOGIA Y BIOLOGIA entre otras), estas instituciones se sitúan en
una posición idónea para poder apreciar, por una parte, si una
determinada ley o disposición con rango de ley-que regula una materia
que se encuentra directamente relacionada con los conocimientos de una
determinada profesión- vulnera disposiciones de la Norma Fundamental;
y por otra, si resulta necesaria la expedición de una determinada ley que
regule las materias que se encuentren relacionadas con los referidos
conocimientos. Así, por ejemplo, el colegio de Arquitectos no tendría
legitimidad para interponer una demanda de inconstitucionalidad contra
una ley que regule solo temas de hidrocarburos, toda vez que los
conocimientos especiales de la profesión de Arquitectura no se
encuentran “directamente” relacionados con la materia que regula esta ley
cuestionada. De igual modo, un colegio de abogados no tendría
legitimidad para interponer una demanda de inconstitucionalidad contra
una ley que regule solo temas de químicas-farmacéutica, toda vez que los
conocimientos especiales de la profesión de abogacía no se encuentran
“directamente” relacionados con la materia que regula esta ley
cuestionada. No es ajeno a este colegiado el hecho de que una ley o
norma con rango de ley pueda contener una variedad de disposiciones
que versen sobre diversas materias, siendo plenamente factible su
cuestionamiento por dos o más colegiados profesionales en aquellos
extremos relacionados con su especialidad.
El caso de los colegios de Abogados constituye un supuesto especial. En
primer lugar, debe descartarse el sentido interpretativo según el cual estos
colegios podrían interponer acciones de inconstitucionalidad contra toda
ley o disposición con rango de ley. En efecto, si bien los colegios de
abogados agremian a profesionales en derecho, estos no tienen
legitimidad para cuestionar todas las leyes o disposiciones con rango de
ley que se encuentren vigentes en nuestro ordenamiento jurídico, sino
solo aquellas que regulen una materia propia de esta profesión. Por
ejemplo, en el caso de que un colegio de abogados cuestione una ley que
regula un proceso de filiación judicial de paternidad extramatrimonial, es
claro que la materia que regula esta ley coincide con la materia que
constituye la especialidad de los abogados, por lo que, si además esta ley
vulnera una disposición constitucional, entonces esta institución si tendría
legitimidad para interponer la respectiva acción de inconstitucionalidad.
En todo caso, será el tribunal constitucional el órgano que al momento de
calificar las demandas de inconstitucionalidad planteadas por los colegios
profesionales deba evaluar en qué medida existe una relación directa
entra la materia que regula la ley cuestionada y la especialidad del colegio
profesional demandante.
Los colegios profesionales deberán observar, además de las contenidas
en el código procesal constitucional, las siguientes reglas:
a) La materia que regulan las leyes o disposiciones con rango de ley que
pretenda cuestionar deberá encontrarse directa y claramente relacionada
con la materia o especialidad en la que, dada la profesión que agrupa a
los miembros del respectivo colegio, si tenga singulares conocimientos
que no poseen otras profesiones, y.
b) En el ejercicio de la facultad de interponer demandas de
inconstitucionalidad no deberán imponerse los intereses particulares de
cada uno de los miembros del respectivo colegio profesional, sino la
voluntad institucional de este por la defensa del interés general y de los
derechos ciudadanos” (RTC. EXPEDIENTE. N° 00005-2005-PJ.FF.JJ.3 Y
4).
3. Este tribunal constitucional declara con efectos generales que si bien el
código procesal constitucional no ha regulado expresamente la institución
del litisconsorte facultativo en el proceso abstracto de inconstitucionalidad
de las leyes que es competente para cubrir las lagunas de la legislación
procesal en lo concerniente a la admisibilidad de demanda subsidiarias.
Que, dado el carácter numerus clausus con el que se ha efectuado el
tratamiento de la legitimación activa en el proceso de inconstitucionalidad
de las leyes, el tribunal constitucional considera que solo pueden actuar
en la calidad de litisconsortes facultativos los órganos y sujetos a los que
se refieren el artículo 203 de la constitución política del Estado, y dentro
de las características y limitaciones propias de un proceso objetivo como
este” (RTC. EXP. N° 000020-2005-PI, ff.jj. 4 y 5).
4. El participe es un sujeto procesal del proceso de inconstitucionalidad, pero
no constituye parte. Debido a ello, este tribunal ya ha prescrito que el
participe puede presentar informe escrito, así como intervenir en la vista
de la causa para sustentar sus apreciaciones, si lo estima conveniente.
La intervención del participe se circunscribe estrictamente a los actos
señalados, no pudiendo solicitar la abstracción por decoro de los
magistrados del tribunal constitucional, planear excepciones como la de
falta de legitimidad para obrar activa, ni nulidades, pretensiones que solo
pueden proponerlas, en su momento, quienes detentan la condición de
parte en el proceso de inconstitucionalidad, mas no quienes intervienen
en la condición de participes” (STC. EXP. N° 00007-2007-PI, FF, JJ.3 y
4).
5. El tribunal Constitucional tiene la obligación de actualizar y desarrollar la
constitución cuando la interprete en la resolución de un problema singular
suscitado por una ley o disposición con rango de ley. En tal condición, el
tribunal constitucional tiene, en el proceso de inconstitucionalidad,
funciones esenciales tales como: a) la valoración de la disposición
sometida a enjuiciamiento, a partir del canon constitucional, para declarar
su acomodamiento, o no a ese canon; b) la labor de pacificación, pues
debe solucionar controversias mediante decisiones cuyos efectos deben
ser modulados de acuerdo a cada caso, y, c) la labor de ordenación, toda
vez que sus decisiones ya sean estimatorias o desestimatorias, tienen
una eficacia de ordenación general con efecto vinculante sobre los
aplicadores del derecho –en especial sobre los órganos jurisdiccionales-,
y sobre los ciudadanos en general” (RTC. EXP. N° 00005-2005-PI, F, J.4).
6. Que el solicitante, como ciudadano, no se encuentra facultado para
interponer, el solo, demanda de inconstitucionalidad ya que siendo la
norma que se impugna una ordenanza municipal es necesario el uno por
ciento de los ciudadanos del respectivo ámbito territorial con firmas
comprobadas por el jurado nacional de Elecciones, conforme lo indica el
artículo 203 de la constitución” (RTC.EXP. N° 00022-2006-PI, f.j.1).

REPRESENTACION PROCESAL LEGAL

ARTICULO 99

Para interponer una demanda de inconstitucionalidad el presidente de la


Republica refiere del voto aprobatorio del consejo de Ministros. Concedida
la aprobación, designa a uno de sus Ministros para que presente la
demanda de inconstitucionalidad y lo represente en el proceso. El Ministro
designado puede delegar su representación en un procurador Público.

El fiscal de la Nación y el defensor del Pueblo interponen directamente la


demanda.

Pueden actuar en el proceso mediante apoderado.

Los congresistas actúan en el proceso mediante apoderado nombrado el


efecto.

Los ciudadanos referidos en el inciso 5) del artículo 203 de la Constitución


deben actuar con patrocinio de letrado y conferir su representación a uno
solo de ellos.

Los presidentes de Región con acuerdo del consejo de coordinación


Regional o los alcaldes provinciales con acuerdo de su consejo, actúan en
el proceso por si o mediante apoderado y con patrocinio de letrado.

Para interponer la demanda, previo acuerdo de su junta Directiva, colegios


profesionales deben actuar con el patrocinio de abogado y conferir
representación a su Decano.
El órgano demandado se apersona en el proceso y formula
obligatoriamente su alegato en defensa de la norma impugnada, por medio
de apoderado nombrado especialmente para el efecto.

Antes de interponer la acción de inconstitucionalidad, cierto legitimados activos


contar con algún requisitos de admisibilidad, que se adjunta necesariamente
como anexo a la demanda, según lo dispone el artículo 102 del Código Procesal
Constitucional. Así tenemos que:

1. El presidente de la Republica requiere del voto aprobatorio del Consejo


de Ministros. Designa a uno de ellos para que suscriba la demanda y lo
represente en juicio. El ministro designado, como seguramente sucederá
en la mayoría de los casos, salvo que se trate de una ley políticamente
importante, delegara la representación en el procurador público que
corresponda.
2. El fiscal de la Nación y el Defensor del Pueblo no necesitan de ningún
requisito previo de admisibilidad. Actúan directamente en los procesos de
inconstitucionalidad, aunque la ley los faculta para actuar mediante
apoderados.
3. Los congresistas no actúan intuito persona, sino por medio de apoderado
nombrado para el caso.
4. Cuando la demanda es interpuesta por cinco mil ciudadanos, de
conformidad con el inciso 5 del artículo 203 de la Constitución, estos
confieren la representación a uno de ellos que deberá hacerse patrocinar
por un abogado.
5. Los presidentes de región requieren el acuerdo previo de sus consejos, al
igual que los alcaldes provinciales. Ambos pueden actuar directamente o
a través de apoderado, pero siempre con el patrocinio de abogado.
6. Los colegios profesionales requieren el previo acuerdo de acuerdo de
junta Directiva. Son parte en el proceso a través de sus decanos y
requieren también el patrocinio de abogado.

El demandado, es decir, el órgano emisor de la norma con rango de ley, que


puede ser el congreso, el poder Ejecutivo, el gobierno regional o local, está
obligado a apersonarse al proceso y debe hacerlo para defender la norma. Lo
hace por medio de apoderado especialmente nombrado para el efecto, pero no
caben allanamientos, desistimientos, arbitrajes ni formulas conciliatorias. El
alegato es siempre para ofrecer los fundamentos de puro derecho que sustentan
la constitucionalidad de la ley emitida.

Jurisprudencia

1. De conformidad con el artículo 99 del código procesal Constitucional, para


que un colegio profesional pueda interponer la demanda de
inconstitucionalidad, se requiere el acuerdo previo de su junta Directiva, y
que, estos actúen con patrocinio de abogado y confieran representación
a su decano.
Por su parte, con el propósito de acreditarse el cumplimiento de esta
exigencia, el artículo 102.4 del Código Procesal Constitucional exige que,
con la demanda de inconstitucionalidad, se acompañe certificación del
acuerdo adoptado en la junta Directiva del respectivo colegio Profesional,
sancionándose su incumplimiento con la declaración de inadmisibilidad,
conforme establece el artículo 103.2 del mismo Código Procesal
Constitucional”. (RTC. EXP. N° 00007-2012-PI, Nulidad, f.j.36).
2. Las firmas presentadas deben cumplir con lo establecidos en el artículo
99 del código procesal constitucional, que señala que para interponer una
demanda de inconstitucionalidad presentada por ciudadanos, estos
deben actuar con patrocinio de letrados y conferir su representación a uno
solo de ellos. En el presente caso, no se evidencia prueba instrumental
que acredite lo señalado” (RTC. EXP. N° 00007.2006-AL, Resolución, fr.
3).

PLAZOS PRESCRIPTORIO

ARTICULO 100

La demanda de inconstitucionalidad de una norma debe interponerse


dentro del plazo de seis años contado a partir de su publicación, salvo el
caso de los tratados en que el plazo es de seis meses. Vencido los plazos
indicados, prescribe la pretensión, sin perjuicio de lo dispuesto por el
artículo 51 y por el segundo párrafo del artículo 138 de la constitución.
el artículo es claro, el proceso de inconstitucional contra las normas que tienen
rango de ley se interponen en el plazo de seis años contado desde que la norma
ha sido publicada, con excepción de los tratados en el plazo solo se extiende por
seis meses. Si el tiempo se ha cumplido, ya no hay lugar a la interposición de la
acción.

El código dice que prescribe la pretensión, quizá con el propósito de dar a


entender que no hay derecho que caduca, pues se trata de un juicio abstracto y
objetivo que se dirige siempre contra la ley y nunca contra el órgano que la emitió.

La caducidad, que por naturaleza extingue la pretensión y el derecho, puede ser


de exacta aplicación a un proceso ordinario, pero no necesariamente en un
proceso constitucional orgánico. Más aún si se tiene en cuenta que la
imposibilidad de impugnar la inconstitucionalidad de la norma no impide el control
difuso, como el propio Código indica cuando señala que el vencimiento de los
plazos tiene lugar sin perjuicio de lo dispuesto por el articulo 51 y 138 de la
constitución. El primero consagratorio del principio de supremacía constitucional
y de la superioridad de la ley sobre el decreto; el segundo, de la potestad de
cualquier juez de preferir, en todo proceso, la norma constitucional a la ley; la ley
a la norma de inferior jerarquía y así sucesivamente.

El tribunal constitucional se ha declarado competente para pronunciarse sobre


la constitucionalidad de normas derogadas que siguen produciendo efectos ultra
activos. En este caso, ¿en qué momento comienza a correr el plazo de
prescripción? ¿Desde que la norma fue aprobada o desde el momento en que
dejo de estar vigente? En nuestra opinión, el plazo empieza a correr desde el día
de su publicación en el diario oficial EL PERUANO, porque es desde ese
momento que la norma despliega su eficacia. Porque mientras estuvo vigente
era posible de ser impugnada en proceso de inconstitucionalidad.

DEMANDA

ARTICULO 101

La demanda escrita contendrá, cuando menos, los siguientes datos y


anexos:
1. La identidad de los órganos o personas que interponen la demanda
y su domicilio legal y procesal.
2. La indicación de la norma que se impugna en forma precisa
3. Los fundamentos en que se sustenta la pretensión
4. La relación numerada de los documentos que se acompañan
5. La designación del apoderado si lo hubiere
6. Copia simple de la norma objeto de la demanda, precisándose el día,
mes y año de su publicación.

1. La identidad de los órganos o personas que interponen la demanda y su


domicilio legal y procesal.

Ya se sabe de cuales se trata. Lo importante es que no debe confundirse al


legitimado con quien lo representa. El inciso 1 ordena que se señale la identidad
del órgano o la persona legitimada para interponer el proceso de
inconstitucionalidad, es decir, la del Presidente de la Republica, la del Fiscal de
la Nación, la del Defensor del Pueblo, la del veinticinco por ciento del Numero
legal de congresistas, la del presidente de la región o del alcance provincial, si
se trata de órganos.

La identidad de las personas legitimadas, sería la de los cinco mil ciudadanos o


del uno por ciento de los ciudadanos del respectivo ámbito territorial, cuando se
trata de una ordenanza municipal que, en nuestra opinión, por razones prácticas,
basta con el anexo que se adjunta a la demanda, conforme el inciso 3 del artículo
102, o el nombre del decano del colegio profesional que corresponda.

2. La indicación de la norma que se impugna en forma precisa

Como el objeto de la demanda es declarar la inconstitucionalidad de una norma


rango de ley, el petitorio debe señalar en forma en forma precisa y concreta cual
es la norma o las normas que se impugna.

3. Los fundamentos en que se sustenta la pretensión

Los fundamentos siempre son de puro derecho. No quiere decir que basta con
señalar las normas formales que son de aplicación, sino la doctrina y la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional que sustentan la pretensión.
4. La relación numerada de los documentos que se acompañan

Los documentos que se anexan, además del documento nacional de identidad


del demandante, son los que se mencionan en el artículo 102 del código y
cualquier otro que se entienda oportuno presentar para mejor ilustración de los
magistrados del Tribunal Constitucional.

5. La designación del apoderado si lo hubiere

El presente inciso es una proyección práctica de lo establecido en el artículo 99


del código que establece las reglas de la representación procesal de los
legitimados activos.

6. Copia simple de la norma objeto de la demanda, precisándose el día, mes


y año de su publicación.

El requisito de la demanda que aquí se señala parece innecesario, pues el código


establece el principio de que el juez conoce el derecho.

La explicación puede encontrarse en razones prácticas: facilitar a los


magistrados el reconocimiento inmediato de la norma que va a ser objeto del
análisis y estudio de constitucionalidad.

JURISPRUDENCIA

1- El requisito que acompañe la copia de la norma impugnada es asegurar


que el tribunal realice un control de constitucionalidad de una norma con
rango de ley que tenga vigencia o, excepcionalmente, tratándose de
normas derogadas, que la haya tenido y, por lo tanto, que forme parte del
ordenamiento jurídico. Y es que como en diversas ocasiones hemos
sostenido “una lay que no haya sido publicada, sencillamente es ineficaz,
pues no ha cobrado vigencia. Y sobre aquello que no ha cobrado vigencia,
no es posible ejercer un juicio de validez en un proceso de
inconstitucionalidad” (SSTC EXPS. N° 0021-2003-PI/TC, f.j.4; 0041-2004-
PI/TC, f.j.18 y 0021-2010-PI/TC, f.j. 11).
Que la determinación de que una ley forme parte del ordenamiento
jurídico está sujeta a la constatación de que esta haya sido introducida
respetándose el procedimiento legislativo establecido en la constitución,
una de cuyas faces es la promulgación por el PRESIENDE DE LA
REPUBLICA O, en su caso, por el PRESIDENTE DEL CONGRESO DE
LA REPUBLICA (artículo 108 de la CP); los que a su vez ordenan su
publicación en el diario oficial a los efectos de que esta adquiera
obligatoriedad (artículo 109 de la CP). Puesto que el cumplimiento de
estos 2 requisitos –promulgación y publicación- determina la vigencia de
la ley, los artículos 101.6 y 103.1 del código procesal constitucional exigen
que la demanda se acompañe capia de la norma impugnada.
A diferencia de las normas con rango de ley aprobadas por los poderes
públicos o los órganos constitucionales invertidos con la competencia
para expedirlas, cuya entrada en vigencia está suspendida a la
promulgación y publicación de la norma legal en el diario oficial; en el caso
de las leyes aprobadas mediante referéndum, estas empiezan a surtir sus
efectos a partir del día siguiente de la publicación de los resultados
oficiales por el JURADO NACIONAL DE ELECCIONES (realizado
mediante la resolución N° 4095-2010-JNE, de 3 de diciembre de 2010 y
publicada el diario oficial el peruano, con fecha 08 de diciembre de 2010
lo que determina la entrada en vigencia de una ley aprobada mediante
referéndum.
Teniendo en consideración que es la publicación de los resultados
oficiales por el JURADO NACIONAL DE ELECCIONES lo que determina
la entrada en vigencia de una ley aprobada mediante referéndum, y no la
publicación de la ley siguiendo el procedimiento contemplado en el
artículo 108 de la constitución, el tribunal es de la opinión que para el caso
de la ley N° 29625 no resultan aplicables los artículos 101.6 y 103.1 del
código procesal constitucional” (RTC. EXP. N° 00007-2012-PI, Nulidad,
ff.jj. 19 a 21 y 23).

ANEXOS DE LA DEMANDA
ARTICULO 102
1) Certificación del acuerdo adoptado en consejo de Ministro,
cuando el demandante sea el Presidente de la Republica;
2) Certificación de las firmas correspondiente por el oficial mayor
del congresos si los actores son el 25% del número legal de
congresistas
3) Certificación por el jurado Nacional de Elecciones, en los
formatos que proporcione el Tribunal, y según el caso, si los
actores son cinco mil ciudadanos o el uno por ciento de los
ciudadanos del respectivo ámbito territorial, conforme al artículo
203 inciso 5) de la constitución
4) Certificación del acuerdo adoptado en la Junta Directiva del
respectivo colegio Profesional; o
5) Certificación del acuerdo adoptado en el consejo de
Coordinación Regional o en el Consejo Provincial, cuando el
actor sea Presidente de Región o Alcalde Provincial,
respectivamente.

1. Certificación del acuerdo adoptado en consejo de Ministros, cuando el


demandante sea el presidente de la Republica.

El Presidente de la Republica no puede interponer la demanda de


inconstitucionalidad sino cuenta con el acuerdo aprobatorio del consejo de
Ministros.

2. Certificación de las firmas correspondientes por el oficial Mayor del


Congreso si los actores son el 25% del número legal de Congresistas

Los congresistas no pueden interponer demanda de inconstitucionalidad si el


oficial Mayor del Congreso no extiende certificación de la autenticidad de sus
firmas.

3. Certificación por el JURADO NACIONAL DE ELECCIONES, en los


formatos que proporcione el TRIBUNAL, y según el caso, si los actores
son cinco mil ciudadanos o el uno por ciento de los ciudadanos del
respectivo ámbito territorial, conforme al artículo 203 inciso 5 de la
Constitución

Es necesario acreditar la autenticidad de las firmas cuando la demanda es


interpuesta por cinco mil ciudadanos, o en el caso de una ORDENANZAS
MUNICIPAL, por el uno por ciento de los que viven en el ámbito territorial
correspondiente, conforme al inciso 5) del artículo 203 de la constitución.
4. Certificación del acuerdo adoptado en la JUNTA DIRECTIVA DEL
RESPECTIVO COLEGIO PROFESIONAL

El decano del respectivo colegio profesional debe acreditar que tiene aprobación
de su JUNTA DIRECTIVA.

5. Certificación del acuerdo adoptado en el consejo de coordinación


Regional o en el Consejo Provincial, cuando el actor sea presidente de
región o alcalde provincial, respectivamente.

De igual manera, el presidente de la respectiva región tiene que acreditar que


goza del acuerdo del consejo regional para interponer la acción de
inconstitucionalidad. Asimismo, el alcalde provincial de su consejo municipal
respectivo.

El presidente articulo y sus incisos se leen conjuntamente con los artículos 99 y


103. Los legitimados para interponer el proceso de inconstitucionalidad deben
anexar a la demanda, el documento que acredita el cumplimiento de los
requisitos que exige a cada uno de ellos el artículo 99 del código y constituye un
requisito de admisibilidad por mandato del artículo 103.

JURISPRUDENCIA

1- Con el propósito de impedir que cualquiera pueda elegir una


representación que no tiene es que el artículo 102.4 del código procesal
constitucional exige que con la demanda se acompañe “certificación del
acuerdo adoptado en la junta Directiva del Respectivo Colegio
Profesional. Es, pues la certificación del acuerdo de interponer la
demanda de inconstitucionalidad, el requisito verdaderamente relevante
para determinar si la demanda ha sido interpuesta válidamente o no, y
esa es la cuestión que inmediatamente se abordara, luego de analizarse
si existe o no un acuerdo valido de la JUNTA DIRECTIVA DEL COLEGIO
DE ABOGADOS DEL CALLAO.
El recaudo que el artículo 102.4 del código procesal constitucional exige
que se acompañe con la demanda, no es el acta de la sesión ordinaria o
extraordinaria en que la junta directiva del colegio profesional adopto
interponer la demanda de inconstitucional, sino simplemente una
“certificación del acuerdo adoptado en la junta Directiva”. Tal certificación
bien puede encontrarse representada con una copia certificada del acta
de la sesión en la que se tomó el acuerdo, o bien mediante un documento
que refleje concretamente la existencia de tal acuerdo, y que se encuentre
certificado por los órganos del colegio profesional a los que corresponde
tal función” (RTC. EXP. N° 00007-2012-PI, Nulidad, ff.jj. 35 y 38).

INADMISIBILIDAD DE LA DEMANDA
ARTICULO 103
Interpuesta la demanda, el tribunal resuelve su admisión dentro de
un plazo que no puede exceder de diez días.
El tribunal resuelve la inadmisibilidad de la demanda, si concurre
alguno de los siguientes supuestos:
1) Que en la demanda se hubiera omitido alguno de los requisitos
previstos en el artículo 101; o
2) Que no se acompañe los anexos a que se refiere el artículo 102.
El TRIBUNAL concederá un plazo no mayor de cinco días si el
requisito omitido es susceptible de ser subsanado. Si vencido el
plazo no se subsana el defecto de inadmisibilidad, el tribunal, en
resolución debidamente motivada e inimpugnable, declara la
improcedencia de la demanda y la conclusión del proceso.

La inadmisibilidad es una medida transitoria que consiste en el rechazo de la


demanda cuando le falta algún requisito que puede ser subsanable en el plazo
de ley. A diferencia de su regulación por el código procesal civil, en que vencido
el plazo de diez días, si la omisión subsanada no se cumple el juez rechaza la
demanda y archiva el expediente, el código procesal constitucional concede un
plazo de cinco días para subsanar lo omitido y, si vencido el plazo no se subsana,
entonces en resolución debidamente motivada e inimpugnable el tribunal
constitucional declara la improcedencia de la demanda y la conclusión del
proceso.

Se colige del artículo 103 que la demanda de inconstitucionalidad será declarada


inadmisible cuando:
a) Se haya omitido algunos de los requisitos que necesariamente debe
contener la demanda: 1) la identidad de los órganos o personas que
interponen la demanda y su domicilio legal y procesal; 2) la indicación de
la norma que se impugna en forma precisa; 3) los fundamentos en que se
sustenta la pretensión; 4) la relación numerada de los documentos que se
acompañan; 5) la designación del apoderado, si lo hubiese; y 6) copia
simple de la norma objeto de la demanda, precisándose el día, mes y año
de su publicación.
b) Cuando no se acompañan los anexos que debe contener la demanda: 1)
la certificación del acuerdo adoptado en consejo de Ministros, cuando el
demandado sea el presidente de la Republica; 2) certificación de las
firmas correspondientes por el oficial Mayor del Congreso si los actores
son el 25% del número legal de congresistas; 3) certificación por el jurado
Nacional de Elecciones, en los formatos que proporcione el tribunal, y
según el caso, si los actores son cinco mil ciudadanos o el uno por ciento
de los ciudadanos del respectivo ámbito territorial, conforme al artículo
203 inciso 5 de la constitución; 4) certificación del acuerdo adoptado en la
JUNTA DIRECTIVA del respectivo colegio ´profesional; o 5) certificación
del acuerdo adoptado en el consejo de coordinación Regional o en el
Consejo Provincial, cuando el actor sea presidente de región o alcalde
provincial, respectivamente.

Se trata de exigencias de orden formal que condicionan el inicio del proceso,


pero dado que los jueces no se conducen de modo mecánico, la resolución que
rechaza la demanda por inadmisibilidad debe estar debidamente motivada. Aun
cuando el proceso orgánico de inconstitucionalidad se lleva a cabo en instancia
única y definitiva, la resolución motivada constituye un instrumento de pedagogía
al servicio de la comunidad jurídica que puede tomar conocimiento sobre la forma
en que el tribunal constitucional ha procedido y los motivos, por muy formales
que sean, que lo han llevado a proceder de esa manera y no de otra.

El artículo 5 de la ley N° 28301, ley Orgánica del tribunal constitucional, tiene


establecido que para declarar la inadmisibilidad de una demanda de
inconstitucionalidad requiere de cinco votos conformes.

JURISPRUDENCIA
1- Que, a través de la resolución de fecha 20 de diciembre de 2005 se
dispuso conceder a los demandantes un plazo de cinco días para que
subsane la demanda, nombren representante y emitan la certificación a la
que se refiere el inciso 3 del artículo 102 del código procesal
Constitucional.
Que, a la fecha los demandantes no han cumplido con subsanar tales
defectos, por lo que, en aplicación de lo dispuesto por el artículo 103 del
código Procesal Constitucional, debe declararse la improcedencia de la
demanda” (RTC.EXP. N°00034-2005-AI, ff.jj.1 y 2).
2- Que, el análisis de la demanda se observa que el impugnable la
Ordenanza Municipal N° 0011-2007 PCH no se ha especificado el día,
mes y año de su publicación; por lo tanto el tribunal constitucional
considera que debe declararse inadmisible la demanda y otorgarse un
plazo prudencial al recurrente con el objeto de que precise el día, mes y
año de la publicación de la cuestionada ordenanza, dado que de no haber
sido publicada la citada norma no sentiría efecto.
Que de acuerdo a lo establecido en los considerados, el recurrente no ha
cumplido con lo dispuesto en lo prescrito en el inciso del artículo 101 del
código procesal Constitucional” (RTC, EXP. N° 00027-2008-PI, ff.jj. 4 y 5).
3- “Que mediante resolución del Tribunal Constitucional de fecha 11 de
agosto de 2008, se declaró inadmisible la demanda, a efectos de que la
entidad recurrente cumpla con señalar la designación especial y
específica para la defensa de la causa del representante que se haga
cargo de ella, a tenor de lo dispuesto por el inciso 6 del artículo 203 de la
constitución, en concordancia con lo establecido por el artículo 99 del
código procesal constitucional.
Que en vista de ello, la entidad recurrente presento al Tribunal
Constitucional copia certificada de la resolución de alcaldía N° 000001,
del 2 de enero del 2008, mediante la que se ratifica al abogado JOSE
RIVERA MELENDEZ en el cargo de confianza de Director Municipal III,
GERENTE MUNICIPAL, mas no lo designa como apoderado del alcalde
para la presentación de la demanda de inconstitucionalidad de autos.
Que como consecuencia de ello este tribunal, mediante resolución del 14
de mayo del 2009, declaro por segunda oportunidad de inadmisibilidad de
la demanda, y solicito a la entidad recurrente que cumpla con adjuntar el
acuerdo de consejo respectivo que autorice al alcalde a presentar la
demanda de inconstitucionalidad, sea que actué por sí mismo o mediante
apoderado designado para tal efecto.
Que mediante el escrito de fecha 12 de junio de 2009, el alcalde de la
MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL CALLAO, a través de su apoderado,
marco Antonio palomino Peña, presento a este Tribunal copia certificada
del acta de la Sesión del Concejo del 17 de octubre de 2006, que autoriza
al alcalde a presentar la demanda de inconstitucionalidad contra la
ordenanzas Municipales N° 969, expedida por la Municipalidad
Metropolitana de Lima. Sin embargo, del tenor del acta de fecha 17 de
octubre de 2006, fluye no solo que la autorización para presentar la
demanda de inconstitucionalidad de autos recayó sobre el anterior alcalde
de la Municipalidad Provincial del Callao, don PIO SALAZAR VILLARAN,
y no sobre el actual alcalde, don Félix Manuel Moreno Caballero, sino
también, y como resulta obvio, que no se designa a don MARCO
ANTONIO PALOMINO PEÑA para que actué como se representante.
Que en dicho contexto este colegiado concluye que, al no haberse
subsanado el defecto de inadmisibilidad, y de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 103, in fine, del código procesal constitucional,
corresponde declarar la improcedencia de la demanda y, por ende, la
conclusión del proceso” (RTC. EXP. N° 00020-2008-PI, ff.jj.3 a 7).
4- “se aprecia del contenido de la demanda que esta no cumple un requisito,
el cual es el anexo de la certificación otorgada por el JURADO NACIONAL
DE ELECCIONES cuando la demanda sea interpuesta por los sujetos
indicados en el artículo 203.5 de la constitución, por lo que tal omisión
acarrea la inadmisibilidad de la demanda, debiendo concederse un plazo
para su subsanación, de conformidad con lo establecido en el artículo 103
del código”. (RTC. EXP. N° 00023-2010-PI, f.j.4)

IMPROCEDENCIA LIMINAR DE LA DEMANDA

ARTICULO 104
El tribunal declarara improcedente la demanda cuando concurre alguno de
los siguientes supuestos:

1) Cuando la demanda se haya interpuesto vencido el plazo previsto en


el artículo 100
2) Cuando el tribunal hubiere desestimado una demanda de
inconstitucionalidad sustancialmente igual en cuanto al fondo; o
3) Cuando el tribunal carezca de competencia para conocer la norma
impugnada

En estos casos, el Tribunal en resolución debidamente motivada e


inimpugnable declara la improcedencia de la demanda.

1. Cuando la demanda se haya interpuesto vencido el plazo previsto en el


artículo 100

El plazo que se cuenta desde la fecha de publicación, como ya se sabe, es de


seis años cuando se trata de normas con rango de ley, y de seis meses cuando
se trata de tratados (Vid. Supra artículo 100).

2. Cuando el Tribunal hubiere desestimado una demanda de


inconstitucionalidad sustancialmente igual en cuanto al fondo.

En este inciso una aplicación del principio de cosa juzgada. La res iudicata no
opera, sin embargo, cuando la demanda desestimatoria impugnada la norma
amparándose en vicios de forma. En tal caso, se puede interponer nueva
demanda si se fundamenta en una inconstitucionalidad de fondo (Vid. Supra
artículo 82).

3. Cuando el tribunal carezca de competencia para conocer la norma


impugnada. En estos casos, el Tribunal en resolución debidamente
motivada e inimpugnable declara la improcedencia de la demanda.

El tribunal constitucional no es competente para pronunciarse sobre la


compatibilidad con la Constitución y la ley de los reglamentos, las normas
administrativas, las resoluciones y los decretos de carácter general, cualquiera
que sea la autoridad de la que emanen. En estos casos la autoridad llamada a
pronunciarse es la sala correspondiente de la Corte Superior del distrito judicial
al que pertenece el órgano emisor, si la norma infralegal es de carácter regional
o local; y la sala correspondiente de la corte superior de Lima, en los demás
casos (supra, articulo 85).

La nueva ley Orgánica del Tribunal Constitucional, la ley N° 28301, en su artículo


3 sostiene que en ningún caso se puede promover contienda de competencia o
de atribuciones ante el Tribunal Constitucional respecto de los asuntos que le
son propios de acuerdo con la constitución. El mismo artículo de su ley orgánica
dispone que el tribunal constitucional resuelve de oficio su falta de competencia
y atribuciones.

La declaración de improcedencia por falta de competencia para conocer la norma


impugnada supone un rechazo in limine de la demanda. Por razones de debido
proceso el código obliga a que la resolución se encuentre debidamente motivada.

JURISPRUDENCIA

1. De conformidad con esta disposición se tiene que el Tribunal


Constitucional ha expedido una sentencia desestimatoria de una
demanda y, por lo tanto, la questio iuris ha sido resuelta en el sentido de
reconocer la constitucionalidad de la norma cuestionada. Tal es el sentido
del enunciado de la disposición comentada en su primera parte- cuando
el tribunal hubiere desestimado una demanda de inconstitucionalidad; la
expedición de una sentencia desestimatoria.
La disposición precisa, empero, que debe tratarse de la desestimatoria de
una demanda sustancialmente igual en cuanto al fondo”. Esta última
alusión en cuanto al fondo, denota la controversia constitucional
planteada en la demanda y que ha sido dilucidada en la sentencia
desestimatoria. Por lo tanto; se trata de la controversia constitucional
resulta en la sentencia desestimatoria.
Adicionalmente, se precisa que debe tratarse de la desestimatoria de una
demanda sustancialmente igual a la controversia constitucional resulta en
la sentencia desestimatoria y que ahora se plantea en la nueva demanda.
A contrario sensu, cuando la nueva demanda no plantee una controversia
constitucional sustancialmente igual a la resulta en la prexistencia
sentencia desestimatoria, la causa de improcedencia no será de
aplicación.
En consecuencia, el supuesto para la declaración liminar de
improcedencia de una demanda de inconstitucionalidad está conformado
por la prexistencia de una sentencia desestimatoria de
inconstitucionalidad que haya resuelto una controversia constitucional
“sustancialmente igual” a la planteada en la nueva demanda. A contrario
sensu, si la controversia constitucional no es “sustancialmente igual”, no
corresponderá la declaración de improcedencia.
Ahora bien, el análisis de si la controversia constitucional planteada en
una demanda de inconstitucionalidad es “sustancialmente igual” a la
resuelta en una preexistente sentencia desestimatoria, no es sino
dogmáticamente, el análisis de si la nueva demanda plantea un asunto
que ya constituye, o no, casa juzgado constitucional.
La labor de un órgano jurisdiccional en la relativo a si una controversia
resuelta por una sentencia desestimatoria es “sustancialmente igual en
cuanto al fondo”, consistente en develar cuando una nueva demanda
afecta la cosa juzgada de la sentencia desestimatoria.
Los elementos a considerar para definir si se configurar el límite objetivo
de la cosa juzgada de la sentencia desestimatoria, serian en principio, la
norma impugnada y el parámetro del juicio (el ordenamiento
constitucional).
A efectos de examinar cuando una nueva demanda de
inconstitucionalidad afecta el límite objetivo de la cosa juzgada de
sentencia desestimatoria de inconstitucionalidad, se ha de analizar.
a) Si la norma constitucional que ha sido empleada como parámetro de
juicio es la misma oes otra distinta.
b) Si la norma constitucional parámetro de juicio ha variado en su sentido
c) Si la norma legal impugnada, objeto de control, ha variado en el
sentido por el cual se dictó la sentencia desestimatoria.
d) Si la conclusión a que conduce la aplicación de un principio
interpretativo distinto es sustancialmente diferente a la que se aplicó
en la sentencia desestimatoria.
Los supuestos contemplados en a) y b) se producen en la norma constitucional
el parámetro de juicio.

El supuesto de c) concierne, por el contrario, a la norma impugnada el objeto de


control.

El supuesto de d) es de carácter metodológico y concierne al principio


interpretativo empleado en el análisis de la controversia.

El supuesto contemplado en a) es el típico caso donde la norma que ha sido


empleada como parámetro de juicio en la sentencia desestimatoria es diferente
a la que debe emplearse en la nueva demanda. Tal la situación que se genera a
consecuencia de la variación de la causa petendi (v. gr. La sentencia
desestimatoria examino la constitucionalidad de una ley respecto a la libertad de
información, empero, la nueva demanda impugna la constitucionalidad de la
misma ley respecto a la libertad de trabajo).

El supuesto de b) se origina en el cambio de sentido de la norma constitucional.


Para la explicación de este supuesto resulta de relevancia la distinción entre
disposiones y norma. La disposición constitucional en cuanto enunciado
lingüístico y la norma en cuanto significado de dicho enunciado. Desde esta
perspectiva, una disposición constitucional puede contener más de una norma,
más de un significado.

La variación reside aquí en que la disposición que sirvió de parámetro de juicio


en la sentencia desestimatoria fue empleada asignándole un determinado
significado, una concreta norma A; mientras que la que ha de ser empleada en
la nueva demanda es una norma A. es decir, aparece la misma disposición
constitucional pero enunciado una norma diferente, la cual aún no ha sido
empleada como parámetro de juicio.

Lo descrito en el supuesto b), puede también ocurrir en el supuesto c), esto es,
la variación de la disposición impugnada, de un sentido, de una norma b) en la
que se basó la sentencia desestimatoria, hacia una norma b); que ha de ser
aquella en la que debe ser examinada la nueva demanda de inconstitucionalidad.
Es decir, aparece la misma disposición legal impugnada, pero enunciado una
norma diferente, la cual aún no ha sido examinada en cuanto a su
constitucionalidad.

El cambio de norma de la disposición parámetro del juicio se debe a una


evolución de la jurisprudencia o a una interpretación mutativa y dinámica de la
constitución efectuada por el Tribunal Constitucional. La comprensión de la casa
juzgada no puede estar exenta de esta consideración y de las consecuencias
que inexorablemente ello ocasiona.

El cambio de la norma de la disposición impugnada se debe a la variación que


ella ha sufrido como consecuencia de su aplicación por sus operadores y por los
propios órganos jurisdiccionales.

Que esta operación es compleja y, ciertamente, un pronunciamiento exhaustivo


de la misma no siempre puede agotarse, laminarmente, al inicio de la etapa
postulatoria del proceso de inconstitucionalidad. Por esto, el análisis efectuado
en el auto Admisorio es provisorio y está condicionado a un pronunciamiento
definitivo en la sentencia que, eventualmente, puede ser distinto al inicial del auto
Admisorio. La finalidad del proceso de inconstitucionalidad de garantizar el
principio de primacía de la constitución orienta a que la complejidad de este
análisis no sea un impedimento para examinar la controversia, una solución
opuesta no conduciría a la optimalización de aquel principio y, por ello, debe ser
descartada” (RTC. EXP. N° 00025-2005.PI y 00026-PI, Admisibilidad, ff.jj. 5, 7,
8,9 y 10).

2. Que el alcalde provincial de huarmey goza la legitimación para interponer


la presente demanda, conforme a lo previsto en el artículo 203, inciso 6,
de la constitución, en concordancia con el sexto párrafo del artículo 99 de
la ley N° 28237, código procesal Constitucional.
Que la demanda se ha presentada dentro del plazo fijado por el artículo
100 de la ley N° 28237
Que la demanda cumple los demás requisitos de admisibilidad
establecidos en los artículos 101 y 102 de la ley N° 28237.
Que, respecto a la inconstitucionalidad del artículo 30 de la ley materia de
revisión, este asunto ya ha resuelto en el proceso recaído en el Exp.N° 0010-
2003-AI/TC, habiéndose declarado infundada la demanda, deviniendo este
extremo en una improcedencia liminar de conformidad con el inciso 2), articulo
104 del código procesal constitucional” (RTC. EXP. N° 00001-2005.PI,
Admisibilidad puntos del 1 al 4).

3. (Inciso) “que el inciso 4 del artículo 200 de la constitución señala que la


acción de inconstitucionalidad procede contra las normas que tienen
rango de ley, en concordancia con el artículo 77 del código procesal
constitucional.
Que estando la presente demanda dirigida a cuestionar una norma de
rango infralegal, como lo es una resolución administrativa, este colegiado
no es competente para conocer la norma impugnada, toda vez que el
proceso de inconstitucionalidad no está diseñado para ello, siendo de
aplicación lo establecido en el inciso 3 del artículo 104 del código procesal
constitucional.
Por estas consideraciones, el tribunal constitucional, en uso de las
atribuciones que le confiere la constitución Política del Perú.
RESUELVE

Declarar IMPROCEDENTE, la demanda de inconstitucionalidad (RTC, EXP. N°


00023-2006.PI, Resolución de improcedencia).

4. “Que la demanda de inconstitucionalidad procede contra las normas que


tienen rango de ley, conforme lo dispone el inciso 4 del artículo 200 de la
Constitución, concordante con el artículo 77 del código procesal
constitucional.
Que estando la presente demanda dirigida a cuestionar una norma de
rango infralegal, como lo que es un derecho supremo, este colegiado no
es competente para conocer la norma impugnada toda vez que el proceso
de inconstitucionalidad no está diseñado para ello, siendo de aplicación lo
establecido en el inciso 3 del artículo 104 del código procesal
Constitucional.
Por estas consideraciones, el tribunal Constitucional, en uso de las
atribuciones que le confiere la constitución Política del Perú.
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE, la demanda de “inconstitucionalidad” (RTC,
EXP. N° 00018-2006.PI, Resolución de improcedencia).

IMPROCENCIA DE MEDIDAS CAUTELARES


Articulo 105
En el proceso de inconstitucionalidad no se admite medidas
cautelares.

La medida cautelar no puede admitirse en el proceso de inconstitucionalidad por


la naturaleza del control abstracto de constitucionalidad y por los efectos que la
sentencia habrá de tener en el tiempo y en el espacio. Ya se sabe que la norma
se presume constitucional y son válidos todos sus efectos hasta que no haya
sido declarada incompatible con la constitución.

En el proceso de inconstitucionalidad, la sentencia es constitutiva, produce


anulabilidad y la nulidad como sucede en el caso del llamado control difuso.

En consecuencia, mal podría admitirse una medida cautelar que suponga


suspender la aplicación de la norma, ya que una disposición de esa naturaleza
no se condice con las características del control abstracto, que parte en primer
lugar del principio de presunción de constitucionalidad de la ley y de que los
efectos en el tiempo de la sentencia son pro futuro, ex nunc, o sea que los actos
efectuados con anterioridad a la declaración de inconstitucionalidad son válidos,
sin posibilidad de declararlos inexistentes.

Y en cuanto a los efectos de la sentencia en el espacio, sus alcances generales,


erga omnes, harían de la medida cautelar un verdadero despropósito jurídico,
pues suspender la aplicación de una ley que se presume constitucional,
generaría inseguridad jurídica, invadiría los fueros del parlamento al adelantar a
priori lo que habrá de ser el pronunciamiento de fondo y propondría en la practica
el establecimiento de un control cuasi preventivo de la ley, que no está
considerado en nuestro modelo de jurisdicción constitucional.

Bajo este orden de ideas, en los procesos de acción popular la medida cautelar
que suspende la eficacia de una norma considerada vulneraria por la sentencia
de primer grado, de conformidad con el artículo 94, solo puede admitirse si la
sala correspondiente de la corte Superior entiende que el hecho ilegal o
inconstitucional conlleva una nulidad, tal como lo ordena el artículo 81 del código.
Pero un pronunciamiento de esta índole solo podrá admitirse, si el vicio de la
norma es actual y tremendamente perjudicial en la práctica, al punto que sea
necesario conceder la medida cautelar, la que solo deberá admitirse, en
consecuencia, si la sentencia declara la nulidad de la norma con efectos pro
proeterito. Nunca cuando se trata de anulabilidad con efectos pro futuro (Vid.
Supra artículo 81)

JURISPRUDENCIA

1- “En cuanto al petitorio de medida cautelar en el presente proceso de


inconstitucionalidad, solicitado por el colegio de Abogados de Arequipa,
este debe desestimarse dado que de conformidad con el artículo 105 del
C.P. Cont. En el proceso de inconstitucionalidad no se admiten medidas
cautelares. (RTC. EXP. N° 00025-2005-PI y 00026-2005-PI,
admisibilidad, f.j.13).
2- Finalmente, es preciso reconocer que si bien la regla general es que todo
proceso jurisdiccional deba contar con mecanismos que aseguren una
tutela cautelar, caben determinadas excepciones como sucede, por
ejemplo, en el caso de la ausencia de tutela cautelar en el proceso de
inconstitucionalidad. En este caso, se presentan diferentes razones que
justifican tal ausencia.
En el primer término, la consideración de las leyes como expresión de la
voluntad popular otorga a estas una legitimación democrática directa que
no poseen el resto de disposiciones.
En el segundo lugar, la existencia de razones de orden práctico, según
las cuales “la eficacia erga omnes que la suspensión tendría como lógica
consecuencia del control concentrado de inconstitucionalidad
comprometería en gran medida la certeza de la relaciones jurídicas, al
afectar con carácter general tanto a los proceso en curso como a las
relaciones jurídicas pendientes”. (STC. EXP. N° 00023-2005-PI, f.j. 48).
EFECTO DE LA ADMISION E IMPULSO DE OFICIO

Articulo 106

Admitida la demanda, y en atención al interés público de la pretensión


discutida, el Tribunal Constitucional impulsara el proceso de oficio con
presidencia de la actividad o interés de las partes.

El proceso solo termina por sentencia.

El respeto de la constitución constituye un bien de interés público que obliga al


Tribunal constitucional a impulsar el proceso de oficio, aun si las partes no
muestran interés en continuar con su tramitación. El Tribunal constitucional debe
adoptar motu propio las medidas que sean necesaria para evitar que el proceso
se paralice por incuria o desinterés de la partes. No interesa ya lo que estas
puedan esperar del resultado final, sino que una vez interpuesta la demanda el
Tribunal Constitucional se avoca a su conocimiento por la importancia de
garantizar la supremacía de la constitución. Es este artículo una proyección a la
ley del principio ya consagrado doctrinaria y jurisprudencialmente de que el
tribunal Constitucional no solo es el intérprete; sino también el guardián de la
constitución.

En tal virtud, el proceso de inconstitucionalidad solo puede terminar la sentencia


firme. No cabe el allanamiento ni el reconocimiento, la reconciliación, el
desistimiento, la transacción judicial ni el abandono.

TRAMITACION

Articulo 107

El auto Admisorio concede a la parte demandada el plazo de treinta días


para contestar la demanda. El Tribunal Emplaza con la demanda:

1) Al congreso o a la comisión permanente, en caso de que el congreso


no se encuentre en funciones, si se trata de leyes y Reglamento del
Congreso.
2) Al Poder Ejecutivo, si la norma impugnada es un Decreto Legislativo
o Decreto de Urgencia.
3) Al Congreso, o a la Comisión Permanente y al Poder Ejecutivo, si se
trata de Tratados Internacionales.
4) A los órganos correspondientes si la norma impugnada es de
carácter regional o municipal.

Con su contestación, o vencido el plazo sin que ella ocurra, el Tribunal


tendrá por contestada la demanda o declarara la rebeldía del emplazado,
respectivamente. En la misma resolución el Tribunal señala fecha para la
vista de la causa dentro de los Diez días útiles siguientes. Las partes
pueden solicitar que sus abogados informen oralmente.

Recuérdese que por disposición del artículo 147 del código Procesal Civil no se
consideran para el cómputo de los plazos los días inhábiles. De manera que la
parte demandada tiene más de treinta días naturales para contestar la demanda.
Asimismo, si los emplazados son varios, el termino diez a quo empieza a
contarse desde la última notificación. Si el último día del plazo, es decir, es decir,
si el termino diez ad quem coincide con un día inhábil, el plazo se prorroga hasta
el primer día hábil siguiente.

El tribunal emplaza con la demanda:

1. Al congreso o a la comisión permanente, en caso de que el congreso no


se encuentre en funciones, si se trata de leyes y reglamento del Congreso.

El código declara que el Congreso de la Republica es el legitimado pasivo en los


procesos de inconstitucionalidad contra su Reglamento y contra las Leyes
formales, es decir, las aprobadas por el congreso ya sea que se trate de leyes
orgánicas, ordinarias o de desarrollo constitucional. En nuestra OPINION, el
congreso también debería ser emplazado cuando modifica decretos legislativos,
convalida decretos de urgencia o sustituye artículos que son materia de
regulación a través de decretos leyes. Las razones son obvias. El congreso debe
defender la constitucionalidad de lo que aprobó, modifico o sustituyo.

Así lo ha entendido el Tribunal Constitucional cuando declaro al Congreso en


rebeldía por no contestar la demanda de inconstitucionalidad que la Defensoría
del pueblo interpuso contra el código de justicia Militar, que fuera aprobado
mediante un decreto ley, pero modificado ulteriormente por leyes del Congreso
en repetidas oportunidades.

2. Al poner Ejecutivo, si la norma IMPUGNADA es un decreto legislativo o


decreto de Urgencia

El decreto legislativo, como se sabe, es la ley material que expide el poder


ejecutivo, previa delegación de facultades por el congreso, sobre materia
específica y plazo determinado establecido en la ley autoritativa. El decreto de
urgencia, en cambio, es una norma con fuerza de ley que el Presidente de la
Republica aprueba en materia económica Y FINANCIERA, cuando así lo
requiere el interés nacional, sin necesidad de autorización por parte del poder
Legislativo. Ambas clases de norma se expiden con cargo de darles cuenta al
congreso, a fin de que este, en quien descansa por preponderancia la función
Legislativa, ejerza el respectivo control.

El código solo exige el emplazamiento del poder Ejecutivo, pero también en este
caso pensamos que el Congreso debería ser Emplazado, porque ha consentido
en los probables vicios de inconstitucionalidad al no disponer en su momento su
modificación o derogación.

El artículo 32 de la derogada Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, establecía


que en el caso de los decretos legislativos y de urgencia, el Parlamento podía
apersonarse al proceso de modo potestativo.

3. Al congreso, o a la Comisión Permanente y al Poder Ejecutivo, si se trata


de Tratados Internacionales.

Ya se sabe que el Código no hace diferencias entre tratados que han sido
aprobados, a través del procedimiento de reforma constitucional, de los
convenios internacionales cuya materia es reservada al parlamento derechos
Humanos, Soberanía, dominio, integridad del Estado, Defensa nacional,
Obligaciones financieras del Estado, los que crean, modifican o suprimen tributos
y los que exigen modificación o derogación de alguna ley, así como lo que
requieren medidas legislativas para su ejecución – como tampoco de los
llamados tratados simplificados que aprueba el poder ejecutivo sin participación
del Congreso. En todos ellos, se emplaza con la demanda de
inconstitucionalidad tanto al congreso o a la Comisión Permanente, si aquella
está en receso, como al poder Ejecutivo.

4. A los órganos Correspondientes si la norma impugnada es de carácter


regional o municipal.

Las demandas de inconstitucionalidad contra las normas con rango de ley que
expiden los órganos regionales y Municipales se corren traslado al órgano que
la expidió. Cuando se trata de los Municipios, la norma que puede ser objeto de
impugnación es la ordenanza municipal. En cuanto a los gobiernos regionales,
la constitución solo habla de “normas Regionales de carácter general”.

Con su contestación, o vencido el plazo sin que ella ocurra, el tribunal tendrá por
contestada la demanda o declarara la rebeldía del emplazado, respectivamente.
En la misma resolución, el Tribunal señala fecha para la vista de la causa dentro
de los diez días útiles siguientes. Las partes pueden solicitar que sus abogados
informen oralmente.

Si el emplazado no responde en el plazo de ley, se declara su rebeldía. En el


proceso de inconstitucionalidad, la rebeldía no produce ningún tipo de efecto. Su
declaratoria no es por si sola un juicio previo de verosimilitud sobre la
inconstitucionalidad de la norma, porque el pronunciamiento final se producirá
por el simple mérito de la compatibilidad entre la norma impugnada con la
constitución. En consecuencia, no es de recibo en sede de los procesos
constitucionales lo dispuesto en el artículo 461 del código Procesal Civil, en el
sentido de que “la declaración de rebeldía causa presunción legal relativa sobre
la verdad de los hechos expuestos en la demanda”. La declaración de rebeldía,
más bien constituye una forma de impulsar de oficio el proceso.

En la misma resolución que declara la rebeldía del demandado señala la fecha


para la vista de la causa, la misma que deberá tener lugar dentro de los días
útiles siguiente. Si los abogados informan, primero lo hace la parte demandante
y luego la parte demandada. Hay derecho a réplica. Si alguna de ellas considera
que el informe ofrecido en la vista de la causa ha sido insuficiente, lo completara
por medio de escrito ulterior.

JURISPRUDENCIA
1. Si bien para el caso de cualquier norma con rango de ley, su defensa en
el proceso de inconstitucionalidad le corresponde efectuar por principio al
órgano que le expide, no obstante, tratándose de una ley aprobada
mediante un procedimiento de referéndum popular, su defensa de manera
inexorable le corresponde realizar al órgano que expresa la
representación de los intereses plurales de la sociedad, esto es, al
Congreso de la Republica, más allá de que este no haya aprobado
inicialmente la iniciativa legislativa promovida por un conjunto de
ciudadanos. (RTC. EXP. N° 00007-2012-PI, Nulidad, f.j. 10).
2. La disposición cuestionada no contempla la posibilidad de correr traslado
de la demanda a otro sujeto procesal que no sea sino aquel que ha
expedido la norma cuestionada o que ha intervenido en el proceso (v.gr.
107, inc. 3)” (RTC. EXP. N° 00025-2005-PI y 000236-2005-PI,
Admisibilidad, f.j. 14).

PLAZO PARA DICTAR SENTENCIA

El tribunal dicta sentencia dentro de los treinta días posteriores de


producida la vista de la causa.

El artículo 5 de la ley N° 28301, LEY ORGANICA DEL TRIBUNAL


CONSTITUCIONAL, tiene establecido que para dictar sentencia que declare la
inconstitucionalidad de una norma con rango de ley se exigen cinco votos
conformes. Si no se alcanza el número requerido la sentencia declara infundada
la demanda de inconstitucionalidad.

Si hay votos singulares, se emiten junto con la sentencia. En ningún caso el


Tribunal puede dejar de resolver ni los magistrados abstenerse de votar
debiendo hacerlo a favor o en contra en cada oportunidad. La sentencia, como
el propio artículo expresa, debe expedirse dentro de los 30 días posteriores a la
vista de la causa. Se entiende que se trata de días hábiles.

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