EL PENSAMIENTO SOBRE MASCULINIDADES
YLA DIVERSIDAD DE EXPERIENCIAS
DE SER HOMBRE EN MEXICO
Ant AMucnssrscea?
Tvonoar Sua
En ef mundo académico anglossén crece en forma abundante un
‘ipo de literatura que muestra la variahilidad cultral e hist.
‘cade la masculinial como resultado de lo que Connell (1908) ha
Hamad eb prado atnogrfice de los estdios sobre el tema, Una de
las consecuencias de este proceso ha sda la pluralizacion del ter
‘mino —maseulinidades— com la intencg de dar cuenta de tal
versidad. Sin embargo, en constaste con I teoria feminist sobre
iénero el concepto de masculiniiad no ha sido del todo deses
‘abilizado, de modo que con frecuencia te le utlza para designar
luna aneenstmiona! ycuyo contenido seria mis 0 menos homoyé
nico yaplicable a diferentes contexts, Claterbaugh (1988) afta
ue el secreto mejor guardado en la Hteratura espectalizada es que
en realidad se tene tna idea muy yaga del asunto, ya que €! uso
determing maseulnidad es ertico y divers, lo cal iene conse-
‘cuencias diversas en la investgacin y la produecién tedrien, Es
‘que existen tantas mascalindades como hombtes hay? 20 « que
“Prefers investiga el Deptt de Edin y Coenen de
la shen Attnoma Msropobtns clea. Agdece «Coole Vn
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‘ll deena enfin ceentes cera sm aon16 sucro:a Me USO DE SEH Hon,
‘so hay cierto nimero de masculinidades, discernibles entre
1 que tefleja la existercin de grupos compsctos ytipos homogé-
fhcon de hombres? Estas pregunta indican que ex dilfell pensae en
fav mancutinidades como procesos sociales colectivos y subje-
tivo nis que como sributos psicoldgicos adosados Tos cuerpos
‘masculine.
in Mexico la actividad académicay politica en toro al tema se
bia inerementado durant los étimos cinco aos, To cual indiea que
fenecenirio continuar trabajando en esta aproximacién ted en
fincidn de nuestros contexts particulates. Sin dda no s6lo hace
falta una exploracion mis profunda y extensa sobre fo que la —o
tax mascinidadssgnifean en nuestro pais, sino mayor partic=
pacidin en los debates tedricos al especto.
‘Por ejemplo, en diferentes farosy debaies es frecuente que 36
able de maseulniddy de ombreindisincamente, como sie tale
rade dos cara de la misma moneda. Sin embargo ta diseusién tes
‘Hea yempiica ha evidenciado la necesdad de cuestionar esta equ
‘aleaciny preguutarnos s cuando hablanos de hombres realmente
‘cstamos hablando de mascilinidad, o viceversa (Connell, 2003;
Seidler, 2000)’ Ustareduecim ha producido un confusin similar
fla que igula genom con mjns, pues deposita fe masclinidad en
Tos enerpos de ls hombres.
‘ero a el género es preciamente la construccion histérica de
‘ona diferencia —Ia nestable pero fundante denen erual (Butler,
2001} entonces la masclinidad forma parte intinseca de esta
dixincién y denomina uno de wos términos. Masculinidad 10 ¢
Sndnimo de hombres sino de proceso soda, estructura, eultara
1 sjetvidad, No se trata de Ia xpreson mas 6 menos espontinea
Zhe tom cuerpes masculinos sino de e6mo ales cuerpos encarnan
Drietieas de genero presentesen el tgido social, No son tamporo
teas que flotan en el aire y que fllmente ve descartan, soe
fquemas que organizan el acceso a recurso, segreyan os espacios
Sovialesydefinen smbites de poder (Connell, 2003). Se tata de ka
Ihintria que consinye posibildaes de sujet, margins deseos y
define identidades no iherentes alos euerpos mascainos.
* Gam neces de ot iene ame de wn es pec
ad de ean emactonal Mev and masini
errocc20n ee
Asimismo, aunque la masculinidad como construccn social
Implique el ejecici del poder, ello no signifi que todo hombre
‘individual, por slo sero, sex padereso y tenga epeder Va Kaufman
hha aleriado sobre la importanca de cuewtonar ln equivalencta en-
{te hombres y poder y de reconocer las "experiencias contradito-
rae del poder para los hombres" (Kaufman, 1997). Entender el
ppader como un atributo de los everpos marculinos, en Iigar de
‘coneeptvarlo como un ejerccioinurinseco de toda relacion social
(Foucault, 1988) es euando menos ua intenta simplisa, adem de
{que no siempre facta el trabajo con hombres en favor de lt eu
dal de géneto, No solamente es necsario rellexionar sobre lo que
lamamos “masculinidad", sino precise cumbien qué coneepessn
ide porer subyace a ests esfuerzs, de moda que xe cucsione Ia
“suphesta equivalenela env los hombres y la violenela,y entre lax
smujeresy a condicion de vctima, Aunque laportacion de Connell
(2008) sobre la existencia de masulinidaderhagenncns xe ha com
Yertdo en moneda eomdn por su utlidad para entender una je
arin de reselinidader que vay mis ali de ls relaciones entre
hombres y mujeres, ambien se ha presado ala dasicacién de mas
‘ulinidadee como sxe tratara de entdades discret yas, en haar
{de procesoe sociales complejosyMuides.
‘Quienes colaboramas en el presente volumen pretendemos
pantizigar en este debate aportando algunas perypectivas teéricas
Y empiticas sobre la construecién de masclinidaies en México y
prescntande la experiencia de diversos hombres frente a ella. Dur
ante 2002 y 2005 um grupo de investigadores nos reunimos per
‘Gcamente para disci y dar forma alos artculos que lo confor:
‘man, respondiende a wna eorvocatoria sobre la importancia de
‘fund investignciomes de campo relativas alos hombres las mas
ealinidades en los diversos eontextoscultuales de México. Poste
‘ormente respondieron sexta convocatoria algunos investigadores
dle otros paises, quienes aportaronreflexiones sobre la limitacio-
nes de la teora sobre masculinidades fuera de los contextos donde
hha side produc,
1 Agndcemo a Prana Sa Repay Sc Clg de
testo leprae nein Coma de sbeed a
om MetroptaneNoeic peyoyr a ab e iaoe,8 sucene QUEM COO DE SK HEAD
Esta coleccn ilustra la diversidad de significados, prcticas,
institaciones 7 simbolos sre “el ser hombre" en contextos espec=
fieos del pat a partir de rellesiones teGricas sobveespacios otic
ddosy de artculos basidos en investigaciones de campo que, mais
{gue Feportar deseriptvamente los datos y textos abtenidos, se nue
tren de ellos para patiiparteéria y empiticamente en el debate
etual sobre masculinity género. Ya que el foco de estas reflexion
het es la experiencia de lo hombres rt las mascunidads, el oI
nen incliye solamente certos tabajasexaltaves que intentan come
render y cuestionar esta sil relacin
Hl ineres en el tena ha surgide generalmente de las experiene
«dias de injusicia yexelsdn que el género produce en aquellos que
To sulren: se trata de mujeres, de hombres que no se ajustan 0 se
resisten a las definiciones dominantes de masculinidad, de jovenes,
tte Por ello, en el aito de Tox estudis goyy gue hay gran cant
{dad de publicaciones sobre los hombres yet desc, ls prictcas yas
‘dentidades homocrStcas aunque no siempre se distal relacin
‘entre las homnonexalidadesy Ta masculinidad.
a reflexin sobre hombres yheterosexualdades es de mas re
cientecufio y sucle responder alos desifes y uansformaciones im
pulsados por los movimienios feminists de diferentes latitudes
(Geile, 1991; Brod y Kauinan, 1994). En esta trans se ha reque-
‘don gran esuera para mostrar lo que Sampson (199) Hama “la
isin maeculina” —ocala detris de ta pretensin ce neutalidad y
Dbjetividad cientifcas— y converirasé los hombres y las mascul-
_ niles en objetosy mijetos de género y de conocimiento.
‘Como afirma Gutmann (2003), en América Latina la compren-|
si6n de los hombres y las masculinidade se ha dsarrollado en 1e=
Takin con una vision fesinista del género, No es casual entonces
{que entre las publicaciones mis conocidas de in region figuren las
{olaboraciones de mujeres (Faller, 200; Viveros, 2002; Valdés y
(Olavaria, 1197). Expecialmente en el Gono Sur, an grupo de in-
‘estigadoras, junto com algunos varones, ha hecho consierabes
"postacones sobre el tema al relacionario con aspectos particula-
resilel contexto regional como poltica neoliberal de destruecion
{el sala fanilia y sus efectos en la experiencia de los hombres
Fientea estas consricianes de la masculinidad (Olsvarriay Mole-
to, 2002)
ernoDuCCION 19
La produccidn sobre el tema en México es tambign reciente
(La Ventana, 1998a y 1998, Nucoo Avtroplogta, 2008; Lerner, 1998;
Gutmann, 2000) y parece responder a los fmpetus de bs aczeemin
‘ydelactivismo feminists (Canis, 1998), aprovechsar el impulso de
las conferencios de FI Cairo y Beijing para propiciar Ia participa-
in de los hombres en los procesos de salud reprodictiva (Lemme,
1998; Figueroa y Rojas, 2000) y contra la lucha contra la esti.
rmatizacidn del homoerotime (Nien, 1991).
Tin todo caso, ef conjunto de talajos que aqué presentamos
pretende insertarse en ese rico debate desde una penspectina crit
‘ea de género, tomanclo en cuenta a tora feminsta vel proyecto
‘politico de la equidad, mismo que no puede avanzar del todo sin
‘que sea tomada en cuenta, comprendida einterpelada la experien-
‘ia de los hombres frente alas maseulinades. Quienes colabor-
‘mosen este volumen,entonces, no nos detenemos a pensar en ellos
‘exclusivamente come sar de lx mujeres en la salud teproductiva
ri como seresintrinsecamnente violentos, sing que intentamos ole
‘er a la lectura sus narraciones sobre una serie de experiencia,
lales como la migraeiin, lx paternidad, el deseo y la violencia, en
‘ean con eiertasconstruceiones de Ta maven
En la primera secciGn se presentan algunas reflexiones tics
acerea de la difcultades de la universizacén de lox concept |
“de maxculinidad y masculinidades partiendo de diferentes pun
tos de vista. En el primer texto Guillermo Nive plantea una sere
| de interrogantes para el estudio de “los hombres" como sijetos
enévicos, Su pregunta central tobre el marco epistemaligica qe
permits estudiar los varones desde una perpectiva de género pla
teala cencia ce una tradiein semejante aa feminists, queries
{te los elementos personales que intervienen en la producidn de
conocimientas y que euestone Ia cencia moderna, eon sus valores
de objedvdad, objetivacion y raconalidad, ys reas pisteanol6-
iieas que, en complicidad con In dominacicn masculina,impiden
cLconociiento de ls eaidades genévces,
[iter hace tres aportaciones para el ejerici de una pritica
"_reflexiva sobre el conociniento de “las hombres”. En pier ter
‘mino propone retomar la Felexién feminisa sabre el eonoritine
te cvesionando las eeencias de la ceca moderna oreln ale