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Transporte y carguío minero en superficie:

En transición hacia el repunte del mercado


Mientras la demanda de camiones, palas y cargadores muestra una lenta recuperación, las
principales compañías proveedoras buscan ganar competitividad a través de la
automatización, eficiencia operacional y protección ambiental.
Chile

Publicado el 8 de octubre del 2018


MINERÍA CHILENA
En 2017 la importación de bienes de capital sumó US$ 12.638 millones, lo que representó un alza
de 3,4% en relación al ejercicio anterior, implicando el quiebre en la tendencia negativa que se
inició en 2012.

En combinación con otras señales, este dato confirmó la reactivación paulatina de la minería,
considerando que los principales equipos para el transporte y carguío en faenas mineras están
incluidos en esta estadística.

En el caso particular de la minería de superficie –donde los principales activos son camiones, palas
y cargadores– grandes proveedores del rubro mantienen una actitud expectante al respecto.

Carlos Soto, gerente general de Komatsu Chile, estima que en el sector de maquinaria se
mantendrá una contracción en la venta de equipos nuevos. “Si analizamos la demanda que hubo
en el peak del súper ciclo y la comparamos con su parte más baja, hoy estamos en torno al 35%
del boom”, indica.
El ejecutivo explica que este escenario responde a la restricción en las inversiones de capital por
parte de las compañías mineras, junto con una mayor exigencia de productividad para las flotas ya
disponibles. “Todos estamos de acuerdo en que ya tocamos fondo y que hay una recuperación,
pero todavía nos ubicamos en la parte más baja de la curva”, concluye.

La cautela en el manejo de las inversiones que muestran las grandes mineras, también es
considerada relevante en Liebherr. Rafael Guerra, gerente de Ventas División Minería de dicha
empresa, considera, sin embargo, que “más temprano que tarde, las expectativas deberían calzar
con la expansión del mercado de equipos para la gran minería”.

Las lecciones aprendidas a partir de la baja de los precios de los minerales en el pasado ciclo se
suman a los factores que explican la actual realidad de este sector, incluyendo los equipos de
superficie. “Debemos controlar lo que está a nuestro alcance, y eso es principalmente el costo de
explotación”, afirma Enzo Antonucci, director comercial senior Minería Latinoamérica de Finning.

De acuerdo con el profesional, esta variable es un factor determinante para enfrentar la volatilidad
de los precios de los commodities, tomando como ejemplo la baja que ha tenido la cotización
internacional del cobre en meses pasados.

“Este año ha sido un período transitorio entre la baja demanda y el auge que se espera para los
próximos. Aparte de la renovación de las flotas, vemos señales de que la capacidad del mercado
crecerá en valores absolutos”, opina Rostislav Lavrenov, gerente general de Belaz Latin America.

La innovación tecnológica en equipos exige actualizar los programas de capacitación.

Costo competitivo
Además de los factores comerciales antes descritos, el área de equipos de transporte y carguío
minero en superficie ha tenido que enfrentar la creciente complejidad de las operaciones locales.

El proceso de envejecimiento de los yacimientos plantea nuevos desafíos al sector, tales como la
creciente extensión de las distancias a recorrer y la mayor dureza del mineral.
“Estos fenómenos hacen aumentar los costos y requerimientos de equipos para cumplir con las
exigencias de producción. También se suma la necesidad de ser más eficientes energéticamente y
reducir las emisiones de gases de nuestros equipos”, explica Rafael Guerra, de Liebherr.

Cristian Cavieres, director de Carreras de la Escuela de Ingeniería de DuocUC (sede San Joaquín),
define dos frentes donde focalizar inversiones: por una parte, la incorporación de sistemas
tecnológicos de seguimiento, control y alerta temprana de riesgos; y por otra, la capacitación
regular en operación y mantenimiento, con el objetivo de proteger a las personas y equipos.

“Los principales desafíos en transporte y carguío son las distancias a recorrer, las pendientes a
vencer y las velocidades. Como resultado final, todas estas variables deben entregar un costo
operacional competitivo”, ratifica Rodrigo Soracco, gerente de Ventas de ZAMine Service, empresa
representante en Chile de los equipos Hitachi para minería.

Estándares ambientales
La reducción de las emisiones contaminantes también se presenta como factor crítico de
competitividad para las empresas.

Se trata de un tema que no tiene una respuesta única, ya que está determinado por las
condiciones donde se desarrolla el proyecto, junto con las exigencias legales, normativas y del
propio cliente.

“Por ejemplo, en Rusia hay un interés fuerte de los clientes en los motores a gas; en Canadá
requieren estándar de emisiones Tier 3; en algunos mercados hay necesidad de camiones trolley,
aunque en otros el concepto no tiene demanda”, precisa Rostislav Lavrenov, de Belaz.

Respecto de la reducción de emisiones, el académico Cristian Cavieres también considera


relevante la presencia de polvo en suspensión que se genera por el funcionamiento de los equipos
en caminos de tierra.

“Otro aspecto a considerar es la introducción de los motores eléctricos para los equipos de carguío
y el sistema trolley para los camiones de extracción, ya que ambos utilizan energía limpia”, indica
Rodrigo Soracco, de ZAMine Service.

Principales tendencias
Cuando se tratan las tendencias de desarrollo del rubro, el avance en autonomía, eficiencia
energética y gestión de información son conceptos en los que coinciden representantes de
distintas compañías.

Específicamente, se mencionan aspectos como:

— Equipos sin operador en cabina, que recorren sus rutas en base a información por GPS,
sensores y control remoto.

— Aplicación de sistemas informáticos y de redes de comunicaciones, que permiten la interacción


entre camiones autónomos y vehículos tripulados.

— Fortalecimiento de las soluciones de monitoreo, captura y gestión de información para la


detección anticipada de riesgos.
— Avance en eficiencia energética y reducción de costos operacionales a través de la
electromovilidad.

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