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¿Cuáles son los efectos del cambio climático en Colombia?

En marzo de 2018, la NASA publicó un video en el que muestra cómo toneladas de polvo
viajan desde el desierto del Sahara hasta el Amazonas, un recorrido impulsado por
vientos que pueden alcanzar la velocidad de cinco mil kilómetros por hora a través del
océano Atlántico y que llevan fósforo a la selva suramericana, donde las plantas necesitan
de este nutriente para sobrevivir. Entre tanto, en la selva ocurre la evapotranspiración, un
fenómeno en el cual el agua vuelve a la atmósfera por su evaporación desde el suelo y por
la transpiración de las plantas. En forma de vapor, es llevada por el viento desde el
Amazonas hacia otras regiones que necesitan de esta humedad para evitar la sequía y
mantener vivos sus ecosistemas. En Colombia, viaja hacia la cordillera de Los Andes,
donde retorna al suelo en forma de lluvia y llena los embalses que surten a las grandes
ciudades.

La deforestación ha acabado con el 17 por ciento de la vegetación de la región y, que si


alcanza el 20 por ciento, la selva puede pasar de ser el sostén de los ecosistemas a
convertirse en una extensa y árida sabana.

en la región amazónica está cerca de llegar a un punto de inflexión en el que va a haber una
región deforestada, seca, sin vegetación, desde la que ya no va a subir tanta agua como
antes a Los Andes y va a empezar a verse una crisis significativa, debido al nivel de
industrialización y urbanización de la región central del país, que depende de un buen
suministro de este recurso y de energía, cuya producción también está ligada
mayoritariamente al agua.

hay todo tipo de actores apropiándose de las tierras de la Amazonía y la Orinoquía de


manera ilícita, comprándolas en un mercado informal, para quemar el bosque y usar el
terreno deforestado en actividades económicas como la ganadería y la siembra extensiva de
cultivos legales e ilegales. Esta región es una de las de mayor biodiversidad en el mundo,
de la cual depende la riqueza en varios sentidos. “Cuando hablamos de erosión genética
(pérdida de diversidad genética) estamos hablando de pobreza. Entre menos especies
tengas, menos biodiversidad y esto puede colapsar. Esos ecosistemas funcionan gracias a su
complejidad”.

La deforestación parece ser una de las causantes de la aceleración del incremento de


la temperatura de la Tierra, el fenómeno característico del cambio climático. La ciencia
concuerda en su mayoría en que dicho aceleramiento es consecuencia del aumento de
emisiones de gases de efecto invernadero, GEI, producido también por actividades
realizadas por la humanidad como la quema de combustibles fósiles -carbón, petróleo y
gas-.

Aunque existen científicos convencidos de que no es la acción humana la causa del


aumento acelerado de la temperatura, pues aseguran que no hay estudios científicos
rigurosos para demostrar que los cambios recientes son inusuales en comparación con los
registros históricos del planeta, lo cierto es que son innegables las evidencias del
calentamiento, con hechos como el derretimiento de los glaciares y los nevados. Según la
NASA, la temperatura media de la superficie terrestre aumentó 0,8 grados centígrados de
1880 a 2015.

El cambio climático afecta la biodiversidad

Los cambios de temperatura afectan la distribución, el tamaño, la estructura y la


abundancia de las poblaciones de algunas especies, en otras palabras, representa cambios
en la biodiversidad.

Cuando se habla de biodiversidad también se habla de servicios ecosistémicos. La multitud


de beneficios que la naturaleza aporta a la sociedad, al proporcionar alimentos nutritivos y
agua limpia; al regular las enfermedades y el clima; al apoyar la polinización de los cultivos
y la formación de suelos, y al ofrecer beneficios recreativos, culturales y espirituales.

“La polinización es vital para la producción de alimentos y los medios de vida de los seres
humanos y vincula directamente los ecosistemas silvestres y los sistemas de producción
agrícola”.

¿Cómo se reacciona al cambio climático en Colombia?

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, IDEAM,


dice que la evidencia histórica muestra un aumento significativo en las sequías y en las
precipitaciones extremas en los últimos treinta años y se pronostica un incremento de
cerca de 0,9 grados centígrados para el 2040 y de 2,4 grados centígrados a final de siglo en
la temperatura del país.

El 100 por ciento de los municipios de Colombia tiene algún grado de riesgo por
cambio climático y en 2040 el 25 por ciento estará en riesgo alto y muy alto de sufrir
fuertes impactos.

En relación con estos datos, varias entidades públicas vienen trabajando para tomar
acciones que mitiguen los efectos del cambio climático. El año pasado, el Ministerio de
Ambiente y Desarrollo Sostenible plantean las metas nacionales de desarrollo bajo en
carbono y resiliente al clima, con el objetivo de reducir los riesgos y aprovechar las
oportunidades.

A estos se suman otros como los resultantes de una agenda de investigación del
Departamento de Planeación Nacional, con análisis económicos sobre las implicaciones
del cambio económico en el país. Por ejemplo, en los precios del agua, en los efectos
económicos de futuras sequías y en las implicaciones negativas para el sector forestal,
ganadero y transporte, entre otros.

Sin embargo, pasar a la acción requiere de un esfuerzo por parte de las entidades públicas,
privadas y de la ciudadanía. “La presión social es importante”.

Acciones cotidianas para mitigar el cambio climático


Estas son algunas recomendaciones:

Movilidad: usar el transporte público y los paraderos, vehículos compartidos e incrementar


el uso de la bicicleta.

En el campo: cuidar árboles, aún en épocas de sequía, cocinar con estufas de leña
eficientes y recolectar agua.

En la oficina: reducir las impresiones, apagar los equipos electrónicos cuando no estén en
uso, pasarse a los bombillos ahorradores o LED.

En la casa: recolectar el agua de la ducha mientras la temperatura se regula, aprovechar la


luz natural y utilizar bombillos eficientes, usar sanitarios ahorradores de agua.

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