Está en la página 1de 1

Santiago Acosta Bedoya.

La respuesta reflejo.
El terapeuta rogeriano lo que trata es de participar en la experiencia inmediata
del cliente, por lo tanto sus respuestas deber adaptarse a su pensamiento
hasta el punto de rehacerlo; las respuestas de este tipo son conocidas como
respuestas reflejo.
Esta respuesta tiende a ejercer un efecto saludable, a la vez que de alivio y de
estímulo en el cliente acostumbrado a que se le contradigan y critiquen sus
puntos de vista; además como no impone ninguna exigencia al cliente le
permite sumergirse por completo en su mundo personal.
A la respuesta reflejo le basta con reflejar los elementos tácitos o inherentes a
la comunicación (elementos necesarios) o indicados por esta (elementos
probables); cuando hay una falta de coincidencia entre los hechos y la
representación del terapeuta, se invita a una explicación, siendo esta
comprobación por parte del cliente uno de los factores más importantes del
proceso terapéutico. El valor de la respuesta reflejo si se trata verdaderamente
de reflejar consiste en que su contenido no puede ser negado por el sujeto.
Modalidades del reflejo.
1. Reiteración: se dirige al contenido estrictamente manifiesto de la
comunicación. Consiste en resumir la comunicación o poner de
manifiesto un elemento importante o reproducir las últimas palabras. Se
emplea cuando la actividad del cliente es descriptiva y le falta sustancia
emocional.
2. Reflejo del sentimiento: da al sujeto el sentimiento de ser
perfectamente comprendido y respetado, trata de sacar a la luz la
intención, la actitud o el sentimiento inherentes a sus palabras,
proponiéndolos no imponiéndolos. Se intenta desplazar la atención de
los demás a la propia persona; el terapeuta no da explicaciones como
tampoco hace intervenir sus propios sentimientos.
3. La elucidación: consiste en captar y cristalizar ciertos elementos que,
sin formar claramente parte del campo, lo impregnan sin embargo. Trata
de poner de manifiesto sentimientos y actitudes que no se derivan
directamente de las palabras del sujeto sino que pueden deducirse
razonablemente de la comunicación o de su contexto. Se caracteriza por
cierta agudeza intelectual; el terapeuta rogeriano evita responder de este
modo por acercarse a la interpretación.
La respuesta privilegiada de Rogers es el reflejo simple, la reiteración.

También podría gustarte