Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dentro de la familia crece una importante facultad del ser humano que es la
inteligencia emocional.
La respuesta la saben pero al empezar esta lucha deben contar con todas las
ayudas emocionales posibles:
FORTALECER SU VOLUNTAD DESDE `PEQUEÑOS, UN
HORARIO A BASE DE UNA POLITICA DE PEQUEÑOS
VENCIMIENTOS, FORJARA UNA VOLUNTAD QUE LE
PERMITA DECIR NO CUANDO SEA NECESARIO. LO
IMPORTANTE ES LA REPETICION DE ACTOS Y NO LA
REPETICION DE CHARLAS
Algunos padres no entienden que la palabra “No”, también puede ser pronunciada
con amor: hablemos del hábito de decir: ¡NO!
Si los hijos no experimentan las negaciones que son fruto del amor,
no sabrán, no podrán, llegar a la adolescencia y decir: “No, al alcohol”,
“No a la droga”, “No al tabaco”, “No a...”. Sencillamente porque no esta
familiarizados con esta palabra. No es suficiente saber lo que está bien y lo
que está mal. Para los niños, los adolescentes que tienen un hábito de
autoindulgencia, apoyada por sus padres, a lo largo de su vida, estas nuevas
sensaciones maravillosas son prácticamente irresistibles.
Señales de peligro:
- Padres que caen en la tentación de creer que una parte importante de
su labor es evitar los escollos a los hijos y sustraerles al dolor. La
mejor herencia para ellos, sin embargo, consiste en dotarles de
capacidad para valerse por sí mismos, que sean capaces de ser
útiles a la sociedad y de formar una familia.
- Padres que con la mejor intención actúan de un modo
contraproducente para sus hijos: proporcionándoles una vida fácil y
cómoda, dándoles de todo, haciendo comentarios llenos de
compasión por ellos en su presencia.
- Tratarles siempre como a niños.
- Todo ello acaba perjudicándoles, pues son ellos y no sus padres
quienes tendrán que superar sus propias dificultades.
- Cuando en casa no hay disciplina ni exigencia.
- Cuando los hijos no han entendido el valor importantísimo de la
obediencia. Pero para que halla obediencia ha de existir una
autoridad efectiva de los padres.
- Cuando desde pequeños se les acostumbra a hacer en cada momento
lo que les apetezca y no lo que deben(muchas veces siguiendo
nuestro propio ejemplo). A veces convendrá renunciar a cosas
buenas para robustecer nuestra voluntad, e ir alcanzando la madurez,
por ejemplo, dejar el último bombón al amigo... Otras veces
interesará crear las ocasiones, como por ejemplo una excursión en la
que se ande mucho.
Consejos