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¿QUÉ ES IN CBR EN EL SUELO?

Definición y características

El CBR es un ensayo para evaluar la calidad del un material de suelo con base en su
resistencia, medida a través de un ensayo de placa a escala.

CBR significa en español relación de soporte California, por las siglas en inglés de
«California Bearing Ratio», aunque en países como México se conoce también este
ensayo por las siglas VRS, de Valor Relativo del Soporte.

Aunque fue desarrollado en 1925, el ensayo comienza a aparecer en los estándares


norteamericanos ASTM (por American Standards for Testing and Materials) desde 1964,
en su versión para laboratorio (ASTM D 1883), y en su versión para campo (ASTM D
4429). A pesar de sus múltiples limitaciones, como se indicarán más adelante en este
artículo, hoy por hoy, el CBR es uno de los ensayos más extendidos y aceptados en el
mundo debido al relativo bajo costo de ejecución (si se compara con ensayos triaxiales), y
a que está asociado a un número de correlaciones y métodos semi-empíricos de diseño de
pavimentos.

Según la norma ASTM D 1883-07, el CBR es un ensayo de carga que usa un pistón
metálico, de 0.5 pulgadas cuadradas de área, para penetrar desde la superficie de un
suelo compactado en un molde metálico a una velocidad constante de penetración. Se
define CBR, el parámetro del ensayo, como la relación entre la carga unitaria en el pistón
requerida para penetrar 0.1” (2.5 cm) y 0.2” (5 cm) en el suelo ensayado, y la carga
unitaria requerida para penetrar la misma cantidad en una piedra picada bien gradada
estándar; esta relación se expresa en porcentaje.

Bien, por cada espécimen de suelo se calculan dos valores de CBR, uno a 0.1” de
penetración, y el otro a 0.2” de penetración. La pregunta de siempre es ¿cuál de los dos es
el CBR que se reporta? ASTM dice que el que se reporta es el de 0.1” mientras este sea
menor que el de 0.2”. En el caso en el que el valor de CBR para 0.1” fuera mayor que el de
0.2” habría que repetir el ensayo para ese espécimen (La norma en inglés dice «rerun»,
que traducimos como volver a hacer el ensayo, pero no aclara si hay que volver a fabricar
el espécimen o si se puede utilizar la opción de voltearlo y ensayarlo por el otro extremo).

Los valores de CBR cercanos a 0% representan a suelos de pobre calidad, mientras que
los más cercanos a 100% son indicativos de la mejor calidad. Antes de que pregunten les
digo que sí, es posible obtener registros de CBR mayores que 100%, típicamente en
suelos ensayados en condición «en seco» o «tal como se compactó». Ante las preguntas
que nos hay llegado prometo escribir un artículo especialmente para soportar este aspecto
con resultados reales de pruebas.
En la versión de CBR de laboratorio, los especímenes de suelo se compactan con el
equipamiento del ensayo Proctor, utilizando moldes de 6” de diámetro y martillo grande. La
velocidad de penetración del pistón durante el ensayo es constante e igual a 1.27 mm/min.

Variantes del ensayo de laboratorio

Según ASTM, para la versión de laboratorio del ensayo CBR existen dos variantes, una
llamada «CBR para humedad óptima», y la otra llamada «CBR para un rango de
contenidos de agua».

El CBR para humedad óptima es la variante más popular y es conocida también como
«CBR de tres puntos». Consiste en elaborar tres especímenes compactando el suelo con
energías de compactación de 12, 25 y 56 golpes por capa. La humedad de mezclado del
suelo es la humedad óptima del Proctor Modificado. Para obtener el CBR del suelo se
prepara una gráfica con los resultados del ensayo de los tres especímenes poniendo en
las abscisas al grado de compactación o la densidad y en las ordenadas al valor de CBR, y
se unen los puntos a través de una curva. El CBR del suelo se define como el intercepto
correspondiente al grado mínimo de compactación establecido por la especificación del
proyecto o agencia solicitante. Aunque ASTM explica que esta variante está destinada a
suelos que no son susceptibles al humedecimiento (por ejemplo, suelos granulares
limpios), es práctica común utilizarla para todo tipo de suelos (corriendo el riesgo de no
evaluar la influencia de la humedad en un suelo susceptible a la humedad).<
El CBR para un rango de humedades conocido también como «CBR de 15 puntos» y
ASTM lo recomienda para suelos susceptibles a la humedad (suelos cohesivos o todos los
suelos no limpios) o en los que se quiera evaluar el efecto de la humedad en la resistencia.
ASTM dice que se preparan varios especímenes de suelo compactándolos en un rango de
contenidos de agua similares a los que se piensa estará sometido en campo, y a varios
niveles de energía de compactación, típicamente 12, 25 y 56 golpes por capa. Aunque
antes el procedimiento ASTM proponía un método gráfico para definir el CBR, a partir de la
versión 2005 de la norma D 1883 dicho procedimiento fue suprimido luego de la
actualización de 2005. Entiendo que deja libre al laboratorista la interpretación. La variante
de CBR para un rango de humedad es propicia para elaborar experimentos factoriales e
interpretarlos con mapas de resistencia al estilo RAMCODES.

Condiciones de hidratación y sobrecarga

Además de todas estas consideraciones, en el ensayo de CBR se pueden variar tanto la


condición de hidratación, como el número de sobrecargas anulares.

Para ASTM, la condición de hidratación por defecto es la de 4 días de inmersión, a menos


que la agencia o especificación solicite una diferente, como por ejemplo «tal como se
compactó», o la llamada «humedad de equilibrio». La de 4 días es también la condición
más utilizada en todo el mundo; inclusive hay especificaciones que la requieren
expresamente (independientemente de que el suelo no vaya a estar en esa condición
durante la vida útil del pavimento o estructura civil).

ASTM dice que el número de sobrecargas, que es un máximo de tres, deben utilizarse
según el nivel de confinamiento al que se estime vaya a tener el suelo en la estructura. El
número mínimo es una.

Uso del ensayo

El CBR es un ensayo que se puede utilizar para evaluar y diseñar. Se evalúan subrasantes
o superficies de colocación de estructuras. Por otra parte, se diseñan suelos para ser
utilizados como materiales de base y subbase de pavimento, o para rellenos estructurales.
En el siguiente artículo se profundiza más sobre esta diferencia de criterios para utilizar el
CBR. (http://blogramcodes.blogspot.com/2012/07/cbr-y-la-diferencia-entre-evaluar-y.html).

Limitaciones del ensayo

La siguiente es una lista no exhaustiva de limitaciones que tiene el CBR y que suscitan la
mayoría de las críticas a este ensayo:

1. El valor de CBR no comporta, per se, un parámetro geomecánico, aunque está


asociado a múltiples correlaciones y métodos semiempíricos de diseño de
pavimentos.
2. Durante el ensayo bajo condición de 4 días de inmersión no es posible controlar el
grado de saturación del suelo. El espécimen es sacado del agua y dejado escurrir
por 15 minutos antes de ser ensayado. Este escurrimiento incrementa la succión
en el suelo de forma descontrolada, lo que da lugar a resultados sesgados.
3. La gráfica densidad versus CBR recomendada en el procedimiento ASTM para
obtener el CBR de diseño del suelo no es, por definición, una curva de diseño. Por
tanto, en el sentido estricto, no debería ser usada para diseñar el suelo
compactado. De hacerse se obtendrían resultados sesgados ya que no hay forma
de asegurar que todos los especímenes pertenecientes a la gráfica tienen el
mismo grado de saturación.

Formas de superar estas limitaciones

 Para convertir el CBR en módulo elástico se puede analizar como un ensayo de


placa a escala. Esto es válido tanto para la versión de laboratorio como la de
campo. Esto se explica en detalle en el siguiente artículo
(http://blogramcodes.blogspot.com/2012/07/convirtiendo-el-criticable-cbr-en-
el.html). Con este procedimiento se superaría la primera limitación.
 Se debe evitar a toda costa el ensayo bajo cuatro días de inmersión pues no es
posible controlar el grado de saturación del suelo. Para ver esto en detalle por
favor lea el siguiente artículo (http://blogramcodes.blogspot.com/2012/07/por-que-
desconfiar-del-cbr-4-dias.html).
 Para hacer propiamente curvas de diseño con el ensayo CBR se recomienda
utilizar el procedimiento RAMCODES y el software SoilDesigner, tal como se
explica en el siguiente artículo (http://blogramcodes.blogspot.com/2012/04/tres-
formas-de-disenar-un-suelo.html)
El comentario final es que, aún siguiendo la norma ASTM, teniendo la competencia del mejor
laboratorista, los equipos nuevos y recién calibrados, y dejando de un lado las variaciones
propias del ensayo como proceso estocástico, un mismo suelo puede tener tantos valores
de CBR como condiciones de ensayo se tengan. Esta afirmación es lo suficientemente fuerte
para provocar una intensa polémica, y la cantidad de información es tal que es necesario
tiempo para digerir esta idea poco a poco. Aquí les dejo estos dos artículos que explican con
extensión y soportan técnicamente esta afirmación.
Cuántos CBR puede tener un mismo suelo
¿Cuántos CBR puede tener un suelo?

La pregunta me volvió a surgir luego de escuchar la conferencia de un profesorísimo en un


reciente congreso. El conferenciante dijo: "Si hacen un ensayo triaxial sobre un suelo obtendrán
diferentes valores de módulo elástico dependiendo del confinamiento y la amplitud del esfuerzo
desviador, y dependiendo del tipo de suelo". Con esto estoy plenamiente de acuerdo, pero luego
agregó: "En cambio, si hacen un ensayo CBR sobre el suelo siempre obtendrán el mismo valor;
el CBR siempre da lo mismo". Con esto último no estoy de acuerdo y les voy a explicar por qué
me parece que aquí se cometió una tremenda imprecisión.

La resistencia del suelo compactado depende de varios factores pero esta es la lista de los más
importantes:

1. Número de contactos entre partículas: esto está relacionado con la densidad de suelos
granulares, mientras más denso, más contactos, y más resistencia, y viceversa.
2. Forma de las partículas: las formas angulosas aumentan la trabazón, y esta la resistencia al
cortante; lo contrario para las formas redondeadas; de allí que el agregado triturado produzca
materiales más resistentes.
3. Competencia de los granos: esto refiere qué tan duro es el agregado, y esto está asociado a
su origen geológico. Se puede medir con una prueba de desgaste en L.A.
4. Succión: mientras mayor es la succión, el suelo está más seco y se aumenta la resistencia. Si
disminuye la succión el suelo baja su resistencia. Esto está relacionado con el grado de
saturación.
5. Velocidad de carga: no nos equivocamos mucho si afirmamos que el suelo es un material con
un importante componente visco-elástico. Es decir, que la velocidad de carga afecta su
resistencia. Mientras mayor es la velocidad de carga, mayor es la resistencia, y viceversa. Es por
esto que el carril rápido de una carretera está en mejor condición que el canal lento. Esto es muy
acentuado en suelos cohesivos o materiales con cohesión.
6. Confinamiento: a mayor confinamiento, mayor resistencia; sobre todo en suelos gruesos
donde importa mucho el contacto entre las partículas.

De modo que así como estos factores afectan la resistencia del suelo durante una prueba triaxial,
también la afectarán en una prueba de CBR, que me aceptarán que es un ensayo de placa a
escala. Por ejemplo, para un mismo suelo, a grado de compactación, grado de saturación, y
velocidad de penetración constantes, su valor CBR con tres discos de sobrecarga debería ser
mayor que con solo un disco de sobrecarga (efecto del confinamiento). Igual, si dejamos todo lo
demás constante y aumentamos la velocidad de carga de 1.27 mm/min (estándar para CBR) a,
por ejemplo, 4 mm/min el CBR del último debería ser mayor que el estándar (efecto de la
velocidad de carga).

Para aumentar en favor de mi argumento, veamos este gráfico que se llama espectro de curvas
de diseño, que muestra la influencia del grado de compactación (una medida del número de
contactos entre partículas) y del grado de saturación (una medida de la succión) en el valor de
CBR del suelo.

En este gráfico se aprecia como:

a) Para un mismo grado de compactación, el valor CBR disminuye con el aumento del grado de
saturación.
b) Para un mismo grado de saturación, el valor CBR aumenta con el grado de compactación.

Finalmente respondemos la pregunta, ¿cuántos CBR puede tener un mismo suelo? Y la


respuesta es: tantos como combinaciones se tengan de los factores que afectan su
resistencia.

¿Buena pregunta para un examen final, no?

Saludos y nos leemos.


Cuantos CBR tiene un suelo. (Parte II)
¿Cuántos CBR tiene un suelo? Parte II

Leyendo y analizando los comentarios sobre el artículo “¿Cuántos CBR tiene un suelo?” donde
respondíamos que tiene tantos CBR como combinaciones de los factores que afectan su
resistencia se puedan tener, me pareció que hacía falta escribir una segunda parte.

La mitad de los comentarios, venidos de los profesionales de ese estupendo foro iberoamericano
de carreteras llamado Camineros, suscriben los postulados de mi artículo, mientras que la otra
mitad plantean que si el ensayo se realiza según el estándar, un mismo suelo siempre va a tener
el mismo valor de CBR.

Yo no estoy de acuerdo con esta última afirmación pues me parece que el estándar ASTM D
1883, que rige el ensayo CBR, tiene varias opciones abiertas a la decisión del ejecutante o las
condiciones de la agencia o institución que requiere la prueba, cuya selección haría que el
ensayo fuera diferente para un mismo suelo. Para sustentar mi opinión, se me ocurrió hacer una
disección del ensayo, en su última versión de 2007, en los artículos específicos que dan esas
opciones abiertas para los factores que afectan la resistencia del suelo, y por ende afectarían al
valor final de CBR.

En el inciso 1.5 de la referida norma dice que “La agencia (institución que requiere el ensayo)
especificará el contenido de agua o rango del contenido de agua y el peso unitario seco para el
cual se desea el CBR”. Ya por aquí podemos obtener diferentes valores de CBR para un mismo
suelo.

El inciso 1.6 dice “A menos que sea especificado de otra manera por la agencia que requiere el
ensayo, o a menos que se haya demostrado que no tiene efecto en el material ensayado, todos
los especímenes deberán ser sujetos a inmersión antes de la penetración”. Aquí se dice
implícitamente entonces que se pueden tener dos condiciones de hidratación, la sumergida o la
no sumergida, por lo cual inferimos que un mismo suelo podría producir al menos dos valores de
CBR luego de terminado el ensayo.

En el inciso 5.2 dice que el ensayo de CBR se puede hacer a humedad óptima del Proctor, para
suelos gruesos sin cohesión, o donde permita hacerlo por razones técnicas. Mientras que el
inciso 5.3 dice que el ensayo CBR se podría hacer para un rango de contenidos de agua en
suelos donde el efecto de la humedad en el CBR sea desconocido o se pretenda evaluar. En
este caso, esta alternativa de la norma podría dar lugar a varios valores de CBR para un mismo
suelo.

[Nota: Por cierto que ASTM en esta revisión del CBR removió la interpretación del ensayo de
CBR 15 puntos que databa de la década de 1960 y que fue copiada de la norma francesa para
evaluación de suelo arcilloso].
El inciso 8.2.6 dice que, cuando el ensayo se hace con inmersión, se debe sacar el espécimen
del agua y se deja escurrir (“drain downward”) por 15 minutos (inclusive se puede inclinar el
espécimen) antes de ensayarse. Es durante esta fase de escurrido cuando el grado de saturación
del suelo podría cambiar y la succión del suelo podría aumentar, ambos de forma incontrolada,
pudiendo producir diferentes valores de CBR.

Finalmente, el inciso 9.1 indica que el estándar no establece el número de sobrecargas a colocar
sobre el espécimen antes del ensayo (solamente el mínimo). Dice que deben ser colocadas
tantas sobrecargas como sea suficiente para producir la intensidad especificada. Luego
entonces, si la sobrecarga afecta a la resistencia, es de esperar tantos valores de CBR para un
mismo suelo como número de sobrecargas se utilicen.

Hemos presentado aquí cinco (5) razones por las cuales, aún siguiendo el estándar ASTM al pie
de la letra, se pueden conseguir diferentes valores de CBR para un mismo suelo.

Pero ante esta realidad demostrada a través de este ejercicio académico, lo más importante que
quiero destacar es que el ensayo CBR puede ser utilizado ex profeso para simular las
condiciones de grado de compactación, grado de saturación y sobrecarga a la que el proyectista
tenga contempladas.

Mis saludos y respetos para todos,


Cómo ahorrar tiempo y dinero compactando suelo
La pirámide de diseño es una construcción gráfica que muestra el orden jerárquico entre los tres
diferentes criterios para diseñar un suelo compactado, a saber: el criterio de adecuación, ubicado
en la base, el criterio del desempeño de campo, en el nivel inmediatamente superior y,
finalmente, el criterio de la curva de diseño, ubicado en el tope de la pírámide.

De estos tres criterios, el método que usa curvas de diseño es el menos riesgoso debido a la
reducida incertidumbre que produce conocer el comportamiento del suelo bajo las condiciones
de hidratación y sobrecarga del proyecto. Pero también, y lo explicaremos en este artículo, es
allí, en el cénit de pirámide de diseño, donde está potencialmente el ahorro de tiempo y dinero
en la construción.

Antes de abordar esta solución se precisa saber que la curva de diseño es un gráfico cartesiano
que relaciona el grado de compactación (es decir, la densidad seca del suelo dividida por la
densidad máxima seca del ensayo Proctor, expresado en porcentaje) con la resistencia del suelo,
para condición de hidratación (expresada por el grado de saturación, o por el valor de succión) y
sobrecarga (o presión de confinamiento) constantes.

Una curva de diseño se puede obtener directamente como resultado de un ensayo triaxial a
succión controlada (Nivel 3a de la pirámide de diseño). O bien, de forma indirecta con el software
SoilDesigner de RAMCODES a partir de resultados de ensayos CBR o de triaxial con succión no
controlada.
Diseñar un suelo significa establecer el grado mínimo de compactación necesario para que este
material exhiba la resistencia requerida, bajo las particulares condiciones de hidratación y
sobrecarga del proyecto. Tanto en estructuras de pavimento para carreteras, como en rellenos
estructurales para fundación de edificaciones, es un especialista quien establece las condiciones
de hidratación y sobrecarga; aunque es una realidad que con mucha frecuencia tales condiciones
no aparecen en las especificaciones constructivas.

La gran mayoría, por no exagerar y decir que todas, las especificaciones constructivas para
rellenos estructurales establecen el grado de compactación mínimo del suelo como el 95%. El
criterio basado en la curva de diseño explica que no necesariamente este grado de compactación
es el óptimo o el más seguro para compactar.

Por ejemplo, un material de suelo podría ser de una calidad tal que necesitara densificarse más
allá de 95% del Proctor para alcanzar la resistencia requerida. En tal caso, especificar la
compactación con al tradición del 95% podría llevar a la falla al relleno.

Por el contrario, un material de suelo podría ser de una calidad tan alta que solo requeriría
densificarse a densidades de 90 o 92% del Proctor para alcanzar la resistencia de diseño. En un
caso así, especificar la compactación al 95% del Proctor equivaldría a malgastar el tiempo y el
dinero, tal como se demuestra en la siguiente tabla obtenida del análisis de resultados de un
terraplén de prueba.

Según esta tabla, y en las condiciones particulares del terraplén de prueba estudiado, bajar de
95% del Proctor al 92.5% representa un ahorro del 17% en tiempo-máquina, mientras que bajar
al 90% representa hasta un 34% de ahorro. Esta cantidad de ahorro significó para el proyecto
estudiado entre 450 mil y más de 800 mil dólares americanos en ahorro.

Queda demostrado entonces que diseñar en el tercer nivel de la pirámide de diseño no solo
aumenta la seguridad estructural del relleno, sino que podría transformarse en un muy
significativo ahorro de recursos.

Espero que les sea de provecho y espero sus comentarios.

Hasta la próxima.
¿Se puede tener más del 100% de compactación?

¿Se puede tener un grado de compactación mayor que 100%? En muchas ocasiones me han
hecho esta misma pregunta, y la respuesta que más he escuchado es « ¡Por supuesto que no!».

Este asunto no es cualquier cosa, pues de esta respuesta depende el desarrollo de cualquier
obra civil que involucre suelos compactados.

Como soporte a esta respuesta negativa están las afirmaciones del tipo: «Es imposible porque
en laboratorio se dan las condiciones ideales, de modo que no se pueden superar», o «Por eso
se llama densidad máxima, porque es la máxima; luego no puede haber otra mayor».

Sin embargo, la persona que tiene experiencia en el movimiento de tierras sabe que es posible
medir grados de compactación en campo mayores que 100%. Si esto te llega a suceder, amigo
lector, te recomiendo realizar las siguientes verificaciones antes de aceptarlo:

Variaciones en el material: El suelo es el menos uniforme de todos los materiales de


construcción, y las variaciones en su granulometría y plasticidad durante la explotación de un
préstamo o área de corte pueden provocar cambios en sus valores de densidad máxima de
laboratorio. De modo que hay que verificar si ha habido algún cambio en la clasificación del
material que se compacta con respecto a la referencia.
Variaciones en el material.

Calibración de los equipos de medición de campo: Esto tiene dos vertientes cuando se trabaja
con densímetros nucleares, a) la calibración de fábrica del equipo, que se verifica diariamente
con los controles que aparecen en el manual, y al menos anualmente por el proveedor de
servicio, y b) la calibración de material comparando con la medición directa del ensayo de Cono
de Arena que verifica las eventuales desviaciones provocadas en los conteos de fotones y
electrones por parte de minerales tales como la mica y los óxidos de hierro. No se pueden obviar
ninguna de las dos calibraciones.

Calibración de equipos de medición de campo.

Terraplén de prueba: en la mayoría de los proyectos se obvia este tan importante paso que sirve
para escoger la óptima combinación de equipo de compactación, número de pases, amplitud y
frecuencia de vibración, espesor de capa, humedad para compactar más eficientemente un
material de suelo. Recordemos siempre que los métodos Proctor, Harvard miniatura, Mesa
Vibratoria, o Martillo Vibratorio son aproximaciones de laboratorio para emular lo que sucede en
campo.

Terraplén de prueba.

Corrección por sobre tamaño: Estándares tales como AASHTO y ASTM establecen que el
ensayo Proctor en gravas o en suelos gravosos, se realiza con un suelo pasante del tamiz No. 4
«fabricado» según las proporciones de sobre tamaño (i.e., material más grueso que 4.75 mm),
por lo que la medición de densidad de campo debe ser corregida. Métodos como AASHTO T
224, ASTM D 4718 o USBR 5515 contemplan fórmulas empíricas para realizar tal corrección. En
caso de que se estén compactando tales suelos, es necesario verificar que estas correcciones
se estén realizando.

Corrección por sobre tamaño.

Variación del ensayo per se: Al igual que se esperan variaciones en las densidades medidas en
un lote compactado, también existen variaciones en el ensayos Proctor dada la naturaleza
estocástica del mismo; solo que, por razones de economía, la variabilidad en este último ensayo
no es medida. En una publicación mía del año 2002, por ejemplo, reporté variaciones de más o
menos 150 kg-f/m3en los resultados de 84 ensayos Proctor practicados en diferentes muestras
de suelo, desde gravas hasta arcillas, pertenecientes a una misma región geológica. De modo
que esta variabilidad intrínseca del ensayo de laboratorio podría también producir resultados de
grado de compactación por encima de 100%.

Variabilidad de la densidad máxima seca para varios suelos de una misma región geológica (fuente propia 2002).

Esta lista no pretende ser exhaustiva sino más bien llamar la atención sobre un fenómeno que
es bastante más común de lo que se piensa.
El problema, sin embargo, no es que el suelo tenga más de 100% de compactación, sino saber
o establecer lo que significa esto ingenierilmente. Por ejemplo, si se compacta demasiado el
suelo este podría presentar módulos elásticos más altos que los contemplados en el proyecto,
dando lugar a agrietamientos prematuros de los pavimentos. O por ejemplo, entregar más de la
energía de compactación necesaria a un suelo podría triturar («crushing») las partículas en
suelos susceptibles a ellos, tal como se muestra en la escala de energía y trituración de partículas
de la figura.

Estudio sobre la relación entre energía entregada a un suelo y la trituración de sus partículas (fuente propia 2011).

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