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SUPERESTRELLA

Hola! Me llamo Mario Mario… y si, aunque suene chistoso, ese es mi nombre.

Tengo 7 años, vivo con papá, mamá y mi hermanito Luigy. Mi familia es muy amorosa, por eso soy
muy feliz, lo que me hace recordar que les voy a contar una corta historia.

El año pasado, mi papá nos conto que debíamos mudarnos de casa. Nos explico que por el cambio de
trabajo viviríamos en otra ciudad.

Me sentí un poco triste, pero también me gusto pensar en todo lo nuevo que conocería. Ya en la nueva
casa, salimos a explorar el barrio con mi hermanito y encontramos un lindo parque, en el que jugamos
un largo rato, casi hasta la hora de acostarnos.

Cada noche antes de dormir, con mamá hacemos una oración. Cuando terminamos y sale del cuarto,
voy a la ventana a ver mi Súperestrella, cierro los ojos e imagino que al tocarla me da súper poderes...
¡Me hace Invencible! Así que esa noche cuando mamá salió, me asome y ahí estaba, era la estrella más
grande, dorada y hermosa de todo el mundo… y una vez más la toque para recargarme de poder.

En el nuevo colegio, todo era muy extraño… La profesora parecía aburrida, algunos niños estaban
tristes, otros eran groseros, desordenados, desobedientes. Al saludar, nadie me contesto... Solo unos
niños me miraron.

Cuando la profesora me presentó, los niños, se burlaron de mi nombre; yo sonreí, pues también me
parecía algo chistoso, pero muy original.

En casa le conté a mamá como era mi salón… Ella me recordó que debía ser siempre amable, que no
olvidará que ese era mi súper poder. Me quedé pensando y decidí hacer algo para cambiar las cosas.

Al comienzo no pasó nada, pero después de unos días ya tenía varios amigos, una niña llamada Valery,
era rubia y muy alegre y Santiago, que era divertido y siempre ayudaba a todos. Les conté de mi plan y
decidieron apoyarme. Juntos pensamos en un reto, cada día cambiaríamos un mal comportamiento y al
finalizar la semana, recibiríamos un pequeño premio.

Le contamos a nuestra profesora y ella acepto ayudarnos.

Todos estábamos muy felices, habíamos logrado el reto y al llegar el viernes, todo fue un poco mejor.

Al pasar varias semanas, no se escuchaban gritos ni peleas y el salón estaba mucho más limpio.
Me sentía muy orgulloso de haber conseguido nuestra meta, pero aún faltaba algo.

Kamek, un compañero decía que todo eso del reto, era una tontería y seguía con su mal
comportamiento; molestaba a todos y no prestaba atención en clases, por eso tenía malas notas. Pensé
que si lo ayudaba a estudiar y mejorar sus calificaciones, el cambiaría, así que le pregunte si quería
repasar conmigo. El se sorprendió ya que siempre había sido muy grosero, pero acepto, porque en su
corazón quería ser un buen compañero y buen alumno.

En las evaluaciones saco buenas notas y su comportamiento, cada vez fue mejor.

Hoy somos un grupo de niños obedientes, que respetamos nuestras diferencias y nuestra profesora es
muy feliz.

Sé que yo solo no podía cambiar las cosas y que mi Súperestrella no me da Súper poderes, pero todos
unidos y siendo amables, pudimos hacer de nuestro salón de clases un lugar agradable.

Yo continuo recargando cada noche mis súper poderes, porque definitivamente siendo amables es
mejor.
DEDICATORIA

A mi familia… Especialmente

A Santi, Para que sepa que mi amor

Por él no tiene fin.


AUTOBIOGRAFÍA

Me llamo Mateo Gómez López, tengo 7 años, estudio en el Colegio Cajasan Lagos 3,

voy en el grado 202 y me gusta mi colegio, porque es muy divertido.

Mi familia es pequeña, somos papi, mami, Santi mi hermanito pequeño y yo.

Me gusta jugar al futbol, manejar bicicleta, ir a piscina y jugar video juegos.

Todavía no sé lo que quiero ser cuando sea mayor.

Me gusta escribir e imaginar los cuentos pero me gusta más leerlos.

Pienso que para que haya paz, debemos ser más respetuosos entre todos.

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