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Xl siglo veintiuno editores, s.a. de c.v. ‘CERO ORL AGUA 2, DELEGAGO COVOACA 210 MENCD DF oon ci ceurcon ood ow wba OF siglo veintiuno de espafia editores, s.a. ‘ace PU 28 dR eSene siglo veintjuno argentina editores siglo veintiuno editores de colombia, s.2, CALE SS NW. 164e, BOGETA, OF, LONE rind et in ea expat, 1982 ee ene ea Sea ee Se a Sores ee oer eater sg nd oe fond eae ening, come y umentads, © university of queensland press - ad Shor he ng led cece? derechos reservados conforme Isley fimpreso y hecho en méxico/prited and made in mexico INDICE, PREFACIO A LA PRIMERA EDICIOM PREFICIO. A LA SEEUNDA EICION permoouceton |. aNoveriviswa: 14 CIENCIA COMO CONOCIKIENTO DERIVADO DE 10S WEEMS We LA EXPERIENCIA . Una opinién de sentido comin amptiamente compartida-s0- bre le clencia, I1—il. El inductivisio ingenuo, 2—111, Logica y razonamiento Geductivo, I7-IV. La prediccién y la explica Zin en el inductivismo, 19--V. Elencanto del inductivisino Jngenuo, 23—Lecturas complementarias, 24. puede justificar el principio de Induéci6n?, 2711. a a In probabilidad, 2—I1I, Posibles respuestas al pro- blema de la induceién, 38-—-Lecturas complementarias, 36 3. Ua OBSERVACION DerENDE 0 LA TEORIA 1, Una concepeién popular de la observacién, 40—II. Experien- Cias visuales que no estén determinadas por las imagenes for: madas en la retina, 4L-—ITT. Los. enunciados. observacionales presuponen Ta teorla, &—1V. La teorfa gula Ia observacién y Frexperimentacion, 53—V. El inductivismo no std relutado de “un modo concluyente, S¢—Lecturas complementarias, 57 4. nenoouecton De ratsAcionis¥0 cuestién Ibglea que apoya ‘el falsacionlsia, S9-—I1. La (oe teoriat, GOntIl, Grado de false Faleacionismoy prow: 3, T. 5, & Fatssciontswo sorisTicABo, LAS NUGVAS PRIDIECLONES YT DE5- 1. Grados de {alsabilided relatlvos en vex de absolutes, 25— Hi," aumento dele fasabidad y its odiicciones 0 oe 361 ‘confirmacién en la. cones aleacionista dels Uencia, WIV. Audacla, novedad y conocimiento bisico, #2— V"Comparacion de las concepeiones Inductivista y falsacionista dc Ta ‘confirmacion, #-Lecturas complementarias, 8, 6. Las LiMTTActONes pet rALsAcrONISNO 1. La dependencia de la observacién de In teorts y la. falibili- dad de tas falsaciones, 891, La inadecuada defensa de Pop- s 1. EL INDUCTIVISMO: LA CIENCIA COMO CONOCIMIENTO DERIVADO DE LOS HECHOS DE LA EXPERIENCIA I, UNA OPINION DE SENTIDO COMUN AMPLIAMENTE COMPARTIDA SOBRE LA CIENCIA El conocimiento cientifico es conocimicnto probado. Las teo- rias cientificas se derivan, de algin modo riguroso, de los hechos de la experiencia adquiridos mediante la observacién y Ia experimentacién. La ciencia se basa en lo que podemos ver, ofr, tocar, etc. Las opiniones y preferencias personales y Jas imaginaciones especulativas no tienen cabida en la iencia. La ciencia es objetiva. El conocimiento cientifico es conocimiento fiable porque es conocimiento objetiva- mente probado. ‘Sugiero que enunciados de este tipo resumen lo que en la época moderna es una opinién popular sobre lo que es el conocimiento cientifico. Esta opinién se hizo popular du- rante y como consecuencia de la revolucién cientifica que tuvo lugar fundamentalmente en el siglo xvi1 y que fue Nevada a cabo por pioneros de la ciencia tan grandes como Galileo y Newton. El filésofo Francis Bacon y muchos de sus contemporaneos resumian la actitud cientifica de la época cuando insistian en que si queremos entender la natu- raleza debemos consultar la naturaleza y no los escritos de Aristételes. Las fuerzas progresistas del siglo xv1t egaron a considerar errénea la preocupacién de los filésofos de la naturaleza medievales por las obras de los antiguos, en especial de Aristételes, y también por la Biblia, como fuen- tes del conocimiento cientifico. Estimulados por los éxitos de «grandes experimentadores» como Galileo, consideraron cada vez més la experiencia como la fuente del conoci- miento. Desde entonces ha aumentado continuamente esta 12 Alan F. Chalmers valoracién gracias a los logros espectaculares de la cienci experimental. «La ciencia es una estructura asentada sobre hechos», escribe J. J. Davies en su obra On the scientific method’. Y tenemos una moderna valoracién del légro de Galileo debida a H. D. Anthony: No fue tanto las observaciones y experimentos realizados por Galileo lo que originé la ‘uptura con la tradicién, como su acti tud hacia ellos. Para él, los hechos extraidos de ellos habtan de ser tratados como hechos y no relacionados con una idea pre- concebida... Los hechos de la observacién podian encajar o no en un esquema admitido del universo, pero lo importante, en opinién de Galileo, era aceptar los hechos y construir una teorfa que concordara con ellos*, La concepelén induictivista ingenua de la ciencia, que esbo- zaré en las siguientes secciones, puede ser considerada como un intento de formalizar esta imagen popular de la ciencia. La he denominado inductivista porque se basa en un razo- namiento Inductive, como explicaré brevemente. En lox wiltimos capftulos, argumentaré que esta concepclén de la ciencia, como la concepcién popular a la que se asemeja, estd completamente equivocada e incluso es peligrosamente engafiosa. Espero que para entonces resulte evidente que el adjetivo «ingenuo» es el adecuado para describir a muchos inductivistas, 1, BL INDUCTIVISMO INGENUO Segtin el inductivista ingenuo, la ciencia comienza con la observacién. El observador cientifico debe tener drganos sensoriales normales, no disminuidos, y debe registrar de un modo fidedigno lo que pueda ver, ofr, etc., que venga al caso de la situacién que esté observando y debe hacerlo con tuna mente libre de prejuicios. Se pueden establecer o justi- gad J; Daviess Ot the scientific method, Londres, Longman, 156, pagina 8. +H. D. Anthony, Science and its background, Londres, Macmillan, 1948, p. 145, El inductivismo 3 ficar directamente como verdaderos los enunciados hechos acerca del estado del mundo o de una parte de él por un observador libre de prejuicios mediante Ja utilizacién de sus sentidos. Los enunciados a los que se llega de este modo (los Hamaremos enunciados observacionales) forman, pues, la base de la que se derivan las leyes y teorias que consti tuyen el conocimiento cientifico, A continuacién presentamos algunos ejémplos de enunciados obscrvacionales no muy excitantes: A las doce de la noche del 1 de enero de 1975, Marte aparecia en tal y tal posicién en el cielo. Ese palo, sumergido parcialmente en el agua, parece que est doblado. EI sefior Smith golpeé a su mujer. El papel de tornasol se vuelve-rojo al ser sumergido en el Aquido. La verdad de estos enunciados se ha de establecer mediante una cuidadosa observacién. Cualquier observador puede establecer 0 comprobar su verdad utilizando directamente sus sentidos. Los observadores pueden ver por s{ mismos. Los enunciados del tipo citado anteriormente pertenecen al conjunto de los denominados enunciados singulares. Los enunciados singulares, a diferencia de un segundo grupo de enunciados que veremos en breve, se refieren a un determi- nado acontecimiento 0 estado de cosas en un determinado lugar y en un momento determinado. El primer enunciado se refiere a una determinada aparicién de Marte en un determinado lugar del cielo en un momento especificado, el segundo a una determinada observaciéh de un determi- nado palo, etc. Es evidente que todos los énunciados obser- vacionales serdn enunciados singulares. Proceden de la utili- zacién que hace el observador de sus sentidos en un lugar y un momento determinados. A continuacién veremos algunos ejemplos simples que podrian formar parte del conocimiento cientifico.

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