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¿Qué es el cine?

El cine es un arte audiovisual conocido como cinematografía o cinematógrafo, es


la técnica que consiste en proyectar fotogramas de forma rápida y sucesiva para
crear la impresión de movimiento. El cine es la técnica y el arte de crear y
proyectar películas.

Inicios:
El 11 de julio de 1896 se realiza la primera función de cine en Maracaibo. El
aparato empleado fue el Vitascopio de Edison, el cual había sido adquirido por
Luis Manuel Méndez en la ciudad de Nueva York. Méndez contrató a Manuel
Trujillo Durán para que operara el mencionado aparato.2 Las primeras películas
realizadas en Venezuela fueron Célebre especialista sacando muelas en el Gran
Hotel Europa, y Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo, ambas
estrenadas el 28 de enero de 1897 en el Teatro Baralt de Maracaibo, y cuya
realización le corresponde al mismo Manuel Trujillo Durán. En este mismo año,
otros pioneros del cine como Ricardo Rouffet y Carlos Ruiz Chapellín realizan
algunos cortometrajes en la ciudad de Caracas.

En 1916 Enrique Zimmerman realiza la primera película larga de ficción de la cual


se tiene registro: La Dama de las Cayenas o pasión y Muerte de Margarita
Gutiérrez. Ocho años después, en 1924, se filma La Trepadora, adaptación de la
novela homónima de Rómulo Gallegos.

Hacia finales de los años 20, la actividad cinematográfica repunta cuando el


Presidente Juan Vicente Gómez instala los Laboratorios Nacionales del Ministerio
de Obras Públicas en la ciudad de Maracay. Igualmente, en Barquisimeto,
Amábilis Cordero funda los Estudios Cinematográficos Lara. Con la salida de
diversos noticieros y revistas, el cine nacional comienza a verse regularmente en
las pantallas del país.

Cine sonoro:
El Inicio del cine sonoro en Venezuela, es para el año 1931 cuando se
hicieron algunos intentos de sonido con la película La Venus de Nácar (1931)
dirigida por Efraín Gómez estrenada en el Teatro Maracay, pero no sería hasta
1938 con el estreno del cortometraje Taboga que se puede hablar
verdaderamente de cine sonoro en Venezuela. Igualmente se rueda el primer
largometraje sonoro en el país: El Rompimiento, de Antonio Delgado Gómez .

A finales de la década de los treinta, Rómulo Gallegos crea los Estudios Ávila en
la ciudad de Caracas, siendo esta la primera empresa cinematográfica en el país
que, con aspiraciones culturales y comerciales, se ocupa de la producción de la
propaganda institucional a través del cine., y a principios de los años 40, Guillermo
Villegas Blanco constituye formalmente la empresa Bolívar Films, la cual comienza
a realizar alianzas estratégicas con el mexicano Rodolfo Espino y el argentino Lino
Veluvirretti, para producir largometrajes dentro de un esquema industrial.

En el año 1959, la película documental Araya de Margot Benacerraf logra el


Premio de la Crítica en el Festival de Cannes (compartido con Hiroshima, Mon
Amour de Alain Resnais), el mayor reconocimiento obtenido por una película
venezolana hasta el momento.

El cine de los años 60

Este cine se caracterizó por la politización y apertura cultural. El extremo de un


régimen democrático después de la larga dictadura perezjimenista, el enorme
prestigio de la reciente revolución en Cuba y la aparición de un provocador
movimiento de guerrilla en Venezuela hicieron que se apostase por un cine político
y socialmente comprometido.

Al mismo tiempo, aparecieron cineastas que pretendían forjarse un estilo propio,


inspirándose en las tendencias europeas que propugnaban el cine de autor.

En 1962 se filma La Paga de Ciro Duran, que aborda las vicisitudes de un


campesino explotado, es una de las mejores muestras de cine político. A demás
en este año hubo un acuerdo proteccionista de la industria publicitaria entre las
Asociaciones de Anunciante, la Cámara de Industria Cinematográfica Nacional y
la Asociación de Agencias Publicitarias.

En el año de 1965, Mauricio Odremán Nieto estrena su película EFPEUM. Esta


película, que puede ser catalogada como la primera película de ciencia ficción
venezolana, nació prematuramente en una Venezuela que aún no había
despertado del realismo, y que apenas comenzaba a aceptar el realismo mágico
como un elemento de la cultura del venezolano.

En 1966 con la proyección de Barbarroja, Akira Kurosawa, se inaugura la


Cinemateca Nacional como dependencia de Cultura y Bellas Artes (INCIBA), bajo
la dirección de Margot Benacerraf. En diciembre se realiza el primer encuentro del
Cine Nacional en Ciudad Bolívar. Un año después se lanzo la revista Cine al Día.
La Cartelera Cinematográfica de Caracas era en aquella época una de las mas
actualizadas de América Latina.

Los años 70

La década de 1970 fue rica en iniciativas públicas a favor del cine. En 1971
comienza a funcionar la dirección de Cine del Ministerio de Fomento con sello
nacional y en 1973 el alza de los precios del petróleo dio alas al estado
venezolano para intervenir más amplia y generosamente en todos los sectores
culturales.

Según Oscar Lucien, el cine de los 70 es un cine político. “Esencialmente de


naturaleza documental. Mas que producir obras estéticas se trata de denuncias o
llamaos de conciencia sobre las paupérrimas condiciones de vida de la clase
media alta ya alta”. Lucien acota que a pesar de esto, el cine venezolano de los
setenta intento alcanzar audiencias masivas y busco que la gente se identificara
mas con sus personajes que con el drama social en si. Con esto, el cine
venezolano estaba girando de un eje meramente sociológico al psicológico.

En 1973, la película Cuando quiero llorar, no lloro de Mauricio Walerstein,


basada en la novela homónima de Miguel Otero Silva, logra un éxito sin
precedentes en taquilla, lo que comienza un boom del llamado Nuevo Cine
Venezolano.

Definitivamente, los años 70 fueron los años de mayor apogeo de la gran pantalla
nacional. En 1975, el Gobierno venezolano aprobó una política crediticia para
estimular la producción cinematográfica y publicó las normas para la
comercialización de películas venezolanas.

El cine en los años 80

En el año 1985, seis películas venezolanas —La graduación de un delincuente,


Macho y hembra, Ya-Koo, Oriana, El atentado y Más allá del silencio—, se
encontrarían entre las diez películas más taquilleras. Sin embargo, durante esta
década el país cae en una profunda crisis financiera, lo que repercute en una
notable disminución del cine nacional.

En 1973 coinciden dos hechos importantes que son consecuencia del otro: el
aumento del precio del petróleo y el fomento de la cinematografía con sello
nacional, basándose en políticas crediticias para estimular la producción nacional.
Sin embargo, luego de la llegada al país de la televisión a color en 1980 y junto a
la severa crisis financiera del llamado “Viernes Negro” de 1983, la producción
audiovisual decayó en un amplio margen, en comparación con el auge
experimentado en los setenta.

El estilo que denominaba en la pantalla el cine de los años ochenta tenia una
marcada tendencia a mostrar la delincuencia, la marginalidad y la violencia, a
treces de imágenes con fuertes elementos populares y urbanísticos.

El cine en los años 90


En 1990 por decreto presidencial es creada la Fundación Cinemateca Nacional
Los años noventa comienzan con muy buen pie para el cine nacional. Se estrenan
Disparen a Matar (1990) de Carlos Azpúrua, Jericó (1992) de Luis Alberto Lamata
y Río Negro (1990) de Atahualpa Lichy, estas con gran éxito de taquilla y crítica,
llegando incluso a conseguir varios premios internacionales.

Ya en la década de los noventa, los realizadores de los setenta se mezclan con


los nuevos talentos y se crea una apertura artística con un abanico de temas mas
variado, en los que se es posible ver cine de corte social, ficción, suspenso,
animación, humor negro y drama. Los conflictos personales del ser humano
quedan expuestos con más relevancia en las nuevas producciones. Las temáticas
de corte histórico, las historias juveniles e infantiles, han tomado más presencia
dentro del medio.

En 1994 se decreta la Ley de Cinematografía Nacional, en la cual se establece la


creación del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía que sustituyó al previo
Foncine. Sin embargo, el resto de la década se caracteriza por una escasa
producción cinematográfica

Nuevo siglo, nueva tecnología

En el año 2000 la cinta Manuela Sáenz, del realizador Diego Rísquez, logra un
nuevo éxito de taquilla para el cine nacional. Sin embargo, el verdadero cambio en
el cine venezolano se podría ver unos años después, en el 2003, con el estreno de
Yotama se va Volando, de Luis Armando Roche y el mexicano Rodolfo Espino,
primera cinta venezolana realizada en cine digital que es estrenada en salas
comerciales.

2003

El Programa Ibermedia otorga 911.000 dólares para financiar 15 proyectos en


Venezuela, lo que representa un considerable incremento respecto a los 340.000
dólares otorgados en los últimos dos años y medio.

Se celebra en Caracas el Primer Festival de Cine Iberoamericano con el objetivo


de enriquecer el patrimonio cultural y consolidar las bases de la producción
cinematográfica.

Luis Armando Roche estrena Yotama se va volando.

Premio Nacional de Cine: Jacobo Penzo (cineasta).

En el año 2004 se estrena Punto y raya de Elia Schneider con Roque Valero y
Edgar Ramírez, una de las películas de más éxito y reconocimiento internacional,
La película obtiene 4 premiaciones en festivales internacionales y en el año 2005
la cinta Secuestro Express, de Jonathan Jakubowicz, se convierte en la película
nacional más vista en Venezuela.

En el año 2005 la cinta Secuestro Express, de Jonathan Jakubowicz, se convierte


en la película nacional más vista en Venezuela. Igualmente se considera un gran
éxito su venta a la distribuidora Miramax para su comercialización a nivel mundial.
Este mismo año se estrena El Caracazo de Román Chalbaud, la cinta más
costosa en la historia del cine venezolano, pero con pésimos resultados en la
taquilla. Además, entra en vigencia una Reforma a la Ley de Cinematografía
Nacional que fomenta algunos cambios, tales como un porcentaje de cuota de
pantalla para el cine venezolano, además de fomentar una mayor participación de
la empresa privada en la actividad cinematográfica a través de diversos impuestos
e incentivos fiscales.

Producida en el año 2005, y estrenada el 15 de septiembre de 2007, sale la


película Postales de Leningrado, de Mariana Rondón. Cinta que fue financiada por
Ministerio de la Cultura, PDVSA y el canal TeleSUR. Hasta el momento una de las
películas venezolanas más exitosas en el ámbito internacional, habiendo ganado
el máximo galardón del Biarritz, y dos premios en la 31 Muestra Internacional de
Cinema de São Paulo. Además, fue la seleccionada para consideración a los
premios Óscar de ese año, en la categoría "Mejor película extranjera".

En el año 2009, se estrenaron películas como Día Naranja (Alejandra Szeplaki),


Libertador Morales (Efterpi Charalambidis), documental Swing con son (Rafael
Marziano), Un lugar lejano (José Ramón Novoa), Zamora (Roman Chalbaud),
documental FANtasmo (Jonás R. G.), y el documental Memorias del gesto (Andrés
Agusti), entre muchas otras producciones independientes.

Este año destaca nacional e internacionalmente la pelicula Venezzia, dirigida por


Haik Gazarian. Se dice que es la película más costosa del cine venezolano (su
presupuesto habría rebasado el millón de dólares), además de narrar una historia
poco conocida: la del suministro petrolero venezolano durante los años de la
Segunda Guerra Mundial, enmarcada en una historia de amor. Venezzia suma 15
premios acumulados alrededor del mundo en festivales de cine, así se convierte
en la producción cinematográfica venezolana más reconocida y la más vista en los
últimos diez años. Se planea para enero del año 2011 su estreno en México,
seguidamente será exhibida en Ecuador y las ciudades hispanas de EE. UU.

En 2014 se estrena el documental cinematográfico Hay Alguien Allí, dirigido por


Eduardo Viloria Daboín y Gioconda Mota. Basado en hechos reales, es la primera
producción cinematográfica venezolana que trata acerca del autismo; también, la
película de Miguel Ferrari, Azul y no tan rosa, se convierte en la primera película
venezolana en ganar el Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana. En ese
mismo año la película Libertador forma parte del corte de 9 películas
preseleccionadas en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa en los
Premios Óscar de 2014; sin embargo no logra pasar a las 5 nominadas finales.
Cabe destacar que había sido estrenada en el Toronto International Film Festival
de 2013 y en Venezuela el 24 de julio de 2014, el mismo día de la conmemoración
del natalicio del Libertador Simón Bolívar.

El cine en la actualidad

La crisis económica y social que vive Venezuela ha afectado a diversos sectores


productivos del país. Entre ellos, el cine no escapa a esa realidad. Esta industria,
que supo vivir momentos de bonanza a principios de esta década, se enfrenta a
grandes obstáculos.

El cine venezolano había logrado un impulso a partir de la puesta en marcha de la


Ley de la Cinematografía Nacional en 2005, normativa que creó el Fondo de
Promoción y Financiamiento del Cine (FONPROCINE), mecanismo a través del
cual el Estado destinaba un porcentaje de lo recaudado en la taquilla de las salas
a la producción cinematográfica.

“Entre 2009 y 2013, fueron años bastante esplendorosos para el cine venezolano.
Se produjeron muchas películas, las cuales ganaron premios en festivales de cine
como Venecia y San Sebastián. Y también fueron importantes para el mercado
nacional, con filmes que lograron entre 400 y 600 mil espectadores y hasta 2
millones en un caso”.

Según Carlos Malavé, vicepresidente de la Academia de Ciencias y Artes


Cinematográficas de Venezuela, el declive económico del país se llevó consigo a
la industria del cine y, en la actualidad, los fondos estatales, que eran puntal del
financiamiento de la producción, son prácticamente nulos.

“En estos momentos estamos viviendo una situación muy dura porque
evidentemente hay pocos recursos para el cine. Por ejemplo, el Instituto de Cine
está dándole a un productor para hacer una película el equivalente a 10 o 15
dólares”, agregó Malavé, quien también es presidente de la Cámara de
Productores de Largometrajes (CAVERPOL).

Según Malavé, la caída de la producción ha provocado que productores y otros


experimentados trabajadores de la industria hayan emigrado del país en busca de
nuevas oportunidades.
Y agregó que, a pesar de que los costos de producción siguen siendo
económicos, tanto productores nacionales como extranjeros deben considerar
otros aspectos a la hora de decidir rodar en Venezuela, como la seguridad, la
escasez de alimentos y la falta de renovación de los artefactos tecnológicos. A
todo eso, se suma que el público carece de recursos para ir al cine.

“La crisis económica y social que tenemos en el país hace que la gente, antes de
sacar una entrada al cine, prefiera comprar un pedazo de pan, comida o
medicinas”.

Importancia
En tantas sociedades como culturas existen muestras de expresión artística que
resultan de vital importancia para crear momentos de esparcimiento y
entretenimiento tanto para niños como adultos. No por mera casualidad la
industria del cine se ha convertido en una de las más importantes en las últimas
décadas. El cine es entonces aquel establecimiento en donde se reproducen
fotogramas a gran velocidad para así producir la sensación de movimiento.
Al hablar de la importancia del cine no podemos dejar de hacer hincapié en su
destacado papel de entretenimiento que les brinda tanto a los chicos como a los
adultos.
Por último, la importancia del cine se da por su particularidad de poder brindar
su servicio de entretenimiento en toda época del año, sin importar si llueve, nieva,
etc., es decir, si es un día lluvioso uno no puede ir, por ejemplo, a una plaza pero
si a un cine. Esto hace que se vuelvan importantes para muchos ya que, en días
así, es uno de los pocos lugares a donde pueden salir.

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