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UNIVERSIDAD ANDINA NÉSTOR CÁCERES VELASQUEZ

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


E. P. DE PSICOLOGÍA

Principios de la psicoetica
• el derecho a la autonomía de las personas, que deciden qué es lo correcto
• la beneficencia, que pretende el logro del bien, o la felicidad, con el paso
previo de la no maleficencia, que exige no hacer daño
• la justicia, que considera la simetría entre todas las personas y sus
relaciones de reciprocidad.

Podemos ver que los principios de la psicoetica que se iran relacionando y


complementando con las normas que mencionaremos

Por eso, la aplicación de los principios éticos requiere tener en cuenta los
contextos y las personas que intervienen en cada caso..

Los principios psicoéticos son complementarios.

LAS REGLAS PSICOETICAS :Los principios éticos guían la actuación


profesional del psicólogo y que comparte con otras profesiones relacionadas
con las ciencias de la salud, como la medicina. Estos principios generales y
básicos de la psicoètica y de la bioética se han ido traduciendo en una serie de
normas éticas son: “como las condiciones imprescindibles para que aquéllos se
puedan poner en práctica” . como lo afirma Omar França-Tarragó

Tres normas o reglas que considera básicas y prescriptibles en la


relación psicólogo persona”.

Las tres normas básicas psicoeticas son:

 La regla de la confidencialidad, es decir el secreto profesional


 La regla de la veracidad es decir no ocultar información que limite
la autonomía del paciente, no engañarlo
 La regla de la fidelidad con las promesas hechas, es decir el
compromiso con el paciente

1. Confidencialidad: La confidencialidad
La noción de confidencialidad se relaciona con conceptos tales como: confidencia,
confesión, confianza, respeto, seguridad, intimidad y privacidad.
La norma ética de la confidencialidad implica protección de toda información
considerada secreta, comunicada entre las personas.
no tiene solemnidad ante testigos, ni juramento ratificado
ejemplo: seria el caso de la mayoría de los acuerdos que se entablan entre los
profesionales y sus clientes

Se trata de proteger la información brindada por el paciente y remite al derecho


que toda persona tiene de controlar la información referente a sí misma cuando
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la comunica bajo promesa de ser mantenida en secreto. Los códigos de ética


más modernos afirman explícitamente que este deber no es absoluto. Existen
una serie de situaciones en los que la confidencialidad no se aplica.
Implica la protección de toda información considerada secreta “a menos que...”,
contra la voluntad del interesado.
Excepciones para no cumplirse la confidencialidad:
- cuando puede llevar a cabo una acción en contra de sí
- contra terceros
- contra sociedad.
La confidencialidad o secreto profesional. Aunque es un tema muy obvio, no
siempre es cumplido de la misma manera que se entiende su imperativo ético.
La revelación de datos que pertenecen al paciente, sin su autorización, puede
hacerse de forma accidental o intencional. Es importante que el paciente sepa
que sus datos serán confrontados con el supervisor terapéutico –en caso de
que sea necesario- y por eso, al empezar la relación, deberá dar su
consentimiento en ese sentido. Pero aparte de esta necesidad de tipo “técnica”
la confidencialidad de los datos del paciente no siempre es custodiada como
debería hacerse. Los comentarios que se hacen a colegas – sin un propósito
que tenga directo beneficio en la terapia de un determinado cliente-, sólo es
una de las tantas maneras en que el derecho a la confidencialidad es
vulnerado. En otros casos, la obligación ética es la contraria: el profesional
debe revelar los datos confidenciales del paciente, aún a costa de la ruptura
profesional. Pensemos en las personas con severas depresiones, que
amenazan con suicidarse pero no quieren avisar a su pareja o familia, ni
recurrir al psiquiatra; o en los sujetos paranoicos que corren riesgo inminente
de pasar a la acción y llevar a cabo una agresión a un tercero inocente. En
ambos casos el profesional debe romper el imperativo ético de preservar la
confidencialidad porque cede la norma ética ante el Principio Fundamental: el
deber de no perjudicar el bien premoral básico: la vida; sobre todo si es la del
tercero inocente. 3.- Las consecuencias éticamente problemáticas de la
relación.
2. Veracidad y Consentimiento Válido:

Veracidad en tanto deber de comunicar al paciente lo que éste tiene derecho a


saber para que pueda decidir sobre la base de esta información. Se trata de
reconocer el derecho de autonomía de cada persona y, a partir de allí, lograr el
consentimiento válido, que es el acto por el que la persona decide que suceda
algo que le compete a sí, pero que es realizado por otros.

La estructura del consentimiento informado debe cumplir, básicamente, con tres


requisitos:
o Información adecuada. Ser informado.
o No utilizar coacción.
No tener ningún tipo de coacción exterior.
o Que el paciente sea totalmente competente para consentir o rechazar lo
propuesto.
Que lo haga una persona competente para decidir
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La regla de la veracidad debe entenderse como proporcionar la información al


paciente que tiene derecho a saber y es bueno que sepa. La veracidad y
consentimiento es una aplicación del principio de autonomía, que se basa en el
hecho de que las personas tienen derecho a disponer de sí mismas y, por lo
tanto, también tienen derecho a dar consentimiento a las actuaciones del
psicólogo.Válido, el consentimiento tiene que cumplir algunos requisitos: debe
ser expreso, se tiene que dar antes de que el psicólogo inicie sus actuaciones,
la persona tiene que ser informada, se tiene que encontrar en condiciones de
decidir y no debe recibir presiones externas.
Las personas tienen derecho a dar su consentimiento antes de que el psicólogo
empiece a actuar para preservarlas de posibles abusos o de las consecuencias
negativas.La otra razón del consentimiento es facilitar la confianza entre el
psicólogo y su cliente, implica responsabilidad compartida entre las dos partes:
la relación se establece para mejorar la calidad de vida de la persona que
solicita los servicios del psicólogo.
es la forma como una persona es informada con respecto a las posibilidades,
expectativas y molestias que puede acarrearle el hecho ético. Plantea que esto
se debe a que en psicología y psiquiatría la capacidad de un individuo para
decidir validamente sobre sí mismo puede estar ausente o muy limitada. De ahí
que el imperativo ético de lograr el consentimiento sea siempre un deber “prima
facie”, es decir, “en principio”, siempre y cuando el individuo este en
condiciones de hacerlo. Cuando el paciente no tiene la capacidad de decisión
valida el consentimiento debe ser dado por la familia o el representante legal
del paciente. A esto se lo llama consentimiento valido sustitutivo.

Cabe agregar que el consentimiento valido sustitutivo, no solo implica a los


pacientes que no poseen cierta capacidad de decisión, sino también a los
niños, adolescentes o ancianos que están bajo tutela de sus familiares.
Incluye al consentimiento informado dentro de uno de las normas psicoéticos
básicos que son las condiciones imprescindibles para que los principios
básicos (son los caminos o vías éticas por las cuales el valor ético máximo, que
es la Dignidad humana, puede canalizarse o concretizarse en la interacción
profesional-persona) puedan ponerse en practica. Las tres reglas
fundamentales tienen que ver con la confidencialidad, la fidelidad y la
veracidad. La meta de esta ultima es el consentimiento valido o informado.
Dice que cada persona tiene el derecho a auto disponer de sí en aquella esfera
que le compete.
El consentimiento valido es el acto por el cual una persona decide que
acontezca algo que le compete a sí misma pero causado por otros.

El consentimiento debe ser dado antes de que un profesional emprenda


cualquier acción que pueda afectar a sus clientes.

3. Fidelidad a las Promesas hechas: Se refiere al deber de mantener el


compromiso asumido frente al paciente.
Juramento hipocrático. Promesa como compromiso.
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Promesa ordinaria: mayoría entre profesionales y clientes.


Promesa solemne: aceptación de pena por resarcir daños provocados.
La integración en el colegio de profesionales que tenga un código de ética, implica
un compromiso público.
El profesional decide que tipo de medios y servicio presta y el cliente,
conociéndolos, es el que decide si acepta o no
Promesa se entiende el compromiso que uno asume de realizar u omitir algún acto
en relación con otra persona. Fidelidad (o lealtad) es una virtud y una norma: la
obligación que genera en una persona, el haber hecho una promesa o haber
aceptado un acuerdo. La promesa solemne incluye: el deber de reparación en
caso de incumplimiento, la solemnidad mediante la presencia de testigos y el
juramento. La promesa ordinaria no incluye lo anterior, sólo el establecimiento
verbal de acuerdos.
sus raíces en el Juramento Hipocrático, el deber de guardar la fidelidad a las
promesas y ha considerado como alto honor; de sus miembros, el conservarla
incólume No es común que los códigos de Ética profesional se refieran a esta
norma de manera explícita. Dan por supuesto que en una relación profesional,
tanto el psicólogo como el cliente aceptan iniciar un acuerdo: el profesional
promete brindar determinados servicios y el cliente recibirlos, con tal de que el
cliente cumpla con determinadas instrucciones y el profesional con
determinadas conductas técnicas y éticas

 Cualquiera de estas reglas éticas posibilitan que los principios de


Autonomía, Beneficencia y Justicia se pongan en práctica. Son como
canales o vías para que se cumplan los principios; y en caso de conflicto
entre unos y otras, quedan subordinadas a aquellos. Los juicios (éticos)
particulares aquellas valoraciones que permiten juzgar las decisiones y por
ende, las acciones del hombre, grupo o sociedad en una situación concreta;
realizando una síntesis singular y única de las normas, valores y principios
éticos antes mencionados.

“Los principios sin los contextos que los concretan, tienden a ser vacíos;
los contextos y circunstancias sin los principios, tienden a ser ciegos.
Terminamos de saber qué son los principios si los intentamos aplicar;
terminamos de entender las situaciones que vivimos si las sabemos
relacionar con determinados principios y no otros”

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