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UNIVERSIDAD DE LAS AMÉRICAS

FACULTAD DE INGENIERÍA Y CIENCIAS APLICADAS

INGENIERÍA EN BIOTECNOLOGÍA

Ensayo

Tema: Inmunidad humoral vs celular

Los humanos y la mayoría de los mamíferos habitan en conjunto con microbios patogénicos y
no patogénicos, estos microbios contienen sustancias alergénicas y tóxicas que causan daños
al sistema inmunológico. Los microorganismos o microbios entran en el cuerpo por el tracto
respiratorio, la piel o gastrointestinal. Estos tejidos cuentan con defensas que les otorga
inmunidad innata. El sistema inmunológico (SI) es un mecanismo autónomo que los humanos
y otros mamíferos poseen desde el nacimiento. El SI se encarga de proteger el organismo del
huésped de sustancias peligrosas respondiendo a los antígenos. Los antígenos son proteínas
que están ubicadas en la superficie celular de los microbios patogénicos, se considera como
antígeno a aquellas sustancias inertes. A medida de que los microbios o sus proteínas atacan
al sistema inmunológico, el SI se encarga de eliminar estos microbios y sus proteínas
alegénicas o tóxicas, para esto el SI emplea una serie de mecanismos de protección que
detectan las características estructurales del microbio, la proteína alegénica o tóxica. Los
mecanismos que permiten reconocer las estructuras microbianas son las respuestas
codificadas por los genes de la línea germinal del huésped, que reconocen a los microbios y
sus toxinas por los patrones moleculares que no están presentes en el huésped desde un
nacimiento. El otro mecanismo son las respuestas codificadas por los componentes genéticos
que se reagrupan somáticamente ensamblando moléculas unidas a antígenos con una
especificidad para estructuras raras y singulares (Brandan, Aquino Esperanza, & Codutti,
2007). El primer conjunto de respuestas componen la respuesta inmune innata, esta respuesta
se expresan de forma amplia en la mayoría de las células, esta respuesta actúa de forma
rápida al momento de encontrar un patógeno o tóxina que este invadiendo el sistema
inmunológico (Brandan et al., 2007). El segundo conjunto de respuestas componen la
respuesta inmune adaptativa, esta respuesta adaptativa está conformada por un bajo número
de células cuya especificidad es para cualquier microbio patogénico o sus toxinas, las células
del huésped que responden a esta acción deben de proliferar después de detectar al antígeno.
Por lo tanto, la respuesta adaptativa funciona después de la respuesta inmune para así
defender el sistema inmune del huésped. La respuesta inmunitaria es aquella respuesta que se
activa por el sistema inmunológico cuando este detecta sustancias extrañas, virus o bacterias,
sin embargo existen otros dos tipos de respuesta inmunitaria aparte de la respuesta inmune
innata y adaptativa, que son las respuestas inmunitarias humorales y celulares (Brandan et al.,
2007). A continuación se desarrollará argumentos explicando las respuestas inmunitarias
humorales y celulares en el sistema inmune.

La inmunidad celular tiene como mediador a las células, donde sus principales efectores son
los linfocitos T o células T. Su función se basa en eliminar a los microorganismos
intracelulares, además existen dos subdivisiones de linfocitos T, los T colaboradores
conocidos como CD4+ y los T citotóxicos conocidos como CD8+. Los T colaboradores se
dividen en TH1 y TH2 (Chaplin, 2010). La inmunidad celular detecta a los microorganismos
intracelulares por sus péptidos antigénicos que se expresan en la superficie celular del
huésped que se asocian a las MHCI o MHCII, esto ocurre debido al linfocito T colaborador o
citotóxico. Para que ocurra la respuesta celular, los linfocitos que no están activados deben de
madurar a células efectoras. Este proceso se da cuando los linfocitos T detectan a los
antígenos, pero los linfocitos T no son los suficientemente capaces de detectar solos los
antígenos extraños, por lo que necesitan de las células presentadoras de antígenos, que son los
linfocitos B, macrófagos y las células dendríticas (Brandan et al., 2007). La particularidad de
estas células es que expresan en sus membranas MHCII, en donde se asocia el péptido
extraño. Los linfocitos T reconocen a los antígenos por los órganos linfoides, especialmente
por los ganglios linfáticos. Además de que existe la unión del péptido extraño a las moléculas
MHCI y MHCII, los linfocitos T requieren de una coestimulación, esta coestimulación se da
entre una interacción de las moléculas MHCI y MHCII con los péptidos extraños, generando
una cascada de señalización que expresan genes codificantes para proteínas receptoras de
citoquinas (Salleras, 2004). Las citoquinas se producen por los T colaboradores para la
estimulación de los T citotóxicos o para los T colaboradores mismos. Los T colaboradores
secretan citoquinas que se encargan de ayudar en la activación de otros tipos celulares, estos
T colaboradores se dividen en dos subespecies los linfocitos TH1 que liberan INFγ, la cual es
una citoquina que activa a los macrófagos. Los TH2 liberan las citoquinas IL-4, IL-5 e IL-13,
su función es madurar y activar los eosinofilos y los mastocitos, además inhiben el
crecimiento de los macrófagos (Chaplin, 2010). Las citoquinas secretadas por cada
subespecie, la otra se encarga de antagonizar las funciones pertenecientes a la otra. Los T
citotóxicos se encargan de lisar las células que han sido infectadas por microorganismos
intracelulares que no pueden eliminar los fagocitos. Los T citotóxicos detectan a los péptidos
que expresan las moléculas MHCI, se activan y ocurre la exocitosis de los gránulos. Este tipo
de respuesta muestra una cierta limitación al momento de realizar la práctica de trasplantes
porque las células responden ante los tejidos u órganos diferentes a los del propio
produciendo así un mecanismo que conlleva al rechazo de los tejidos u órganos (Salleras,
2004).

Por otro lado, la inmunidad humoral tiene como mediador a los anticuerpos y a sus proteínas.
La inmunidad humoral comienza cuando el macrófago fagocita un microorganismo
mostrando los antígenos o las partículas del microorganismo a la superficie de la membrana.
Los anticuerpos importantes se encuentran en la sangre, pero son producidos por las células
plasmáticas o linfocitos B en los ganglios linfáticos. Los anticuerpos inhiben el crecimiento
de los microorganismos y la capacidad de causar daños, esto ocurre porque los anticuerpos se
unen a las estructuras bacterianas y obstruyen su ingreso. Los anticuerpos de tipo IgG
cumplen la función de actuar como opsoninas recubriendo a los microorganismos, existen
fagocitos y células NK que contienen receptores Fc, estos receptores tienen afinidad por las
Ig. Otro tipo de células que desarrollan citotoxicidad dependientes de anticuerpos son los
eosinofilos, ya que actúan a los helmintos cubiertos de IgE, es importante este sistema debido
a que los eosinofilos tienen sus proteínas en gránulos capaces de destruir los parásitos y los
helmintos no pueden ser fagocitados (Brandan et al., 2007). Durante la cascada proteolítica se
generan péptidos que funcionan como opsoninas recubriendo la superficie de los
microorganismos y provocan su fagocitosis, además otras reacciones proteolíticas funcionan
como inductores a la respuesta inflamatoria aguda por su función de estimulación para activar
los neutrófilos y los mastocitos (Salleras, 2004).

La inmunidad celular y humoral se encargan de proteger al sistema inmunológico a partir de


sus funciones y efectos conocidos como respuesta inmunitaria. La principal diferencia entre
estas respuesta inmunitarias son sus efectores y su modo de acción, la inmunidad celular
procede actuar con microorganismo intracelulares su principal actuación se basa en los
antígenos presentes en la superficie membranal de las células donde los linfocito T se unen
para activar las cascadas de señalización para actuar ante una infección, en cambio la
inmunidad humoral actúa ante microorganismo extracelulares, primero las células B detectan
al antígeno y se activa la respuesta produciendo una expansión clonal de linfocitos B
generando anticuerpos, IgM con ayuda del estímulo IgA, IgG o IgE, estos anticuerpos se
adjuntan a los microorganismos o antígenos para desactivarlos (Chaplin, 2010). Sin embargo
cabe recalcar que estos dos tipos de respuesta inmunitaria dependen entre sí, ya que existe un
nexo entre las células T que participan en la activación de la respuesta con anticuerpos y los
anticuerpos activando células T.

Bibliografía

Brandan, N., Aquino Esperanza, J., & Codutti, A. (2007). Respuesta Inmunitaria. Cátedra de
Bioquimica. Facultad de Medicina - UNNE, 1–19.
Chaplin, D. D. (2010). Overview of immune response. J Allergy Clin Immunol., 125, 41.
https://doi.org/10.1016/j.jaci.2009.12.980.Overview
Salleras, L. (2004). Vacunaciones preventivas_ principios y aplicaciones. (S. A. Masson,
Ed.). Barcelona.

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