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CRÍTICA A LAS REDES SOCIALES

Casi todos los inventos de la modernidad tienen aparejado un desarrollo progresivo en la historia
humana, mismos que han dejado resultados positivos, pero no deja de ser cierto que han tenido
efectos perversos en la medida que se hace un uso desmedido de ellos.

Nadie puede negar los efectos positivos del Internet como herramienta de comunicación;
podemos lograr facilidades en el proceso de socialización a través de servicios como el chat,
donde se pueden compartir inquietudes e inclinaciones afectivas, facilitando el acceso a la
ciencia, la cultura fuera del ámbito de la escuela, sirviendo de ayuda a la realización de tareas
escolares en grupo y permite el establecimiento de contactos interpersonales y otros beneficios
que pueden considerarse como un avance.

Pero, por otro lado, tiene efectos negativos en la medida que se utiliza sin ningún límite; puede
crear adicción, lo que permite que las personas utilicen este novedoso invento de forma
compulsiva, facilita información de dudosa calidad moral y, además, falsea la verdadera
identidad de los participantes.

Las redes sociales en los movimientos de protesta en el caso de Honduras, solo tuvieron un
relativo éxito en el caso del movimiento de los indignados que tenían como bandera la
instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIH), las convocatorias que se
hacían eran muy efectivas y en un comienzo despertó mucho entusiasmo, luego cuando los
políticos de nuevo cuño trataron de utilizar estas protestas para posesionarse de las mismas, el
movimiento fue decayendo.

En el caso de la protesta de algunos jóvenes en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras


(UNAH) han pretendido darle el mismo uso a las redes sociales, la particularidad, desde un inicio,
es que sus consignas fueron poco convincentes; la petición de anular las normas académicas,
que se ponga fin a los requerimientos fiscales y el establecimiento de una mesa de diálogo no
pudieron convencer a la mayoría de estudiantes y en vez de sumar restaron participación, con
el agravante que poco a poco la participación de uno de los nuevos partidos políticos,
alentándoles en la protesta contribuyó más en la desnaturalización del movimiento.

Lo anterior fue formando un cuadro grotesco en las redes sociales, donde los manifestantes y
sus ideólogos, al perder apoyo entraron en desesperación y con ello recurrió a una campaña de
descalificación, odio y mentiras.

Según ha dicho el prestigioso intelectual de origen polaco, Sygmun Bauman, “Mucha gente usa
las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse
en lo que llamó zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo
único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy
placenteros, pero son una trampa”.
Más fuerte es el filósofo italiano Umberto Eco en su balance sobre las redes sociales al decir que
“El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad”.

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