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Cómo Construir Un Aerogenerador Con Material de Desecho PDF
Cómo Construir Un Aerogenerador Con Material de Desecho PDF
Materiales necesarios
Los materiales necesarios para la construcción del aerogenerador son los siguientes:
• Destornilladores
• Soldador de estaño y estaño
• Alicates
• Cortacables
• Cuchillo o navaja
• Cinta métrica
• Etc.
Tras esta operación, quedará expuesto el estator con su bobinado original, que al ser de
chatarrero, seguramente estará quemado o cortocircuitado.
Si los imanes van a medir 10mm de alto, y habrá dos imanes en cada lado, habrá que
reducir 10 +10 = 20mm + 10 mm más de seguridad, para alojar el espesor del cable de
acero y la poxilina que lo recubrirá para reforzar el conjunto. Por tanto, un total de
30mm, es decir, 15mm por cada lado, será lo que el tornero deberá rebajar el rotor. Es
una operación sencilla de un coste aproximado de 40€.
Para saber cuántas espiras debe tener cada bobina, es muy fácil: ¡las que quepan!
Cuando más espiras, más corriente. En este caso cabían, peleando un poco, unas 30
espiras. Con madera, construimos una herramienta para bobinar, a la que manualmente
dábamos 30 vueltas, y luego desmontábamos, para montar cada fase una vez teníamos 6
bobinas dispuestas. La longitud del interior de estator ha de ser igual a la longitud del
molde de madera para que las bobinas encajen perfectamente en el estator.
Hay que bobinar siempre en la misma dirección, marcando las puntas con cinta, y
colocar las bobinas de cada fase en la misma posición.
A continuación introducimos las bobinas una a una, dejando un espacio de dos dientes
entre cada una de ellas para las bobinas de las otras dos fases. En este punto es donde
hay que ver si el papel aislante de los dientes está dañado o quemado, y utilizar el DMD
para reponerlo donde haga falta, aislando bien las bobinas del cuerpo del estator.
Una vez colocadas quitamos el esmalte de las puntas para proceder a conectarlas en
serie con el soldador de estaño.
¡Todo correcto! Seguimos con las segunda fase. Procedemos de la misma forma:
colocamos bobinas, las conectamos en serie y obtenemos dos extremos de la segunda
fase saliendo de la caja de conexiones.
¡Segunda fase terminada!
Volvemos a repetir el proceso con la tercera fase, que puede ser algo más complicada de
bobinar, ya que el espacio cada vez es mas reducido. Hay que tener cuidado al hacer
espacio apretando las bobinas de no apretar demasiado para no arañar el esmalte y
cortocircuitar fases. Recordad siempre tras la instalación de cada fase probar con el
polímetro conductividad de fase y que no haya cortocircuito con el estator.
¡Y tercera fase por fin terminada! Madre mía, que montón de cobre… ¡Parece un
acelerador de partículas!
Cuarto paso: colocación de imanes en el rotor
Ya tenemos línea, así que vamos a por el Bingo. Para colocar los imanes del rotor hay
que proceder de la siguiente manera. Primero que nada, medimos el perímetro del rotor
y dividimos su superficie en 6 zonas, ya que tenemos 6 bobinas por fase.
Una vez divididas las zonas, comenzamos a colocar el primer imán de cada polo. Para
fijarlo, echamos unas gotitas de cianocrilato, de rápido secado. Así nos aseguraremos de
que no se moverán mientras montamos el resto. Recordad cambiar la polaridad del imán
en cada polo. Esto es fácil comprobarlo acercando el siguiente imán al ya instalado. Si
se atraen, colocadlo en esa posición porque son polos opuestos, y si se repelen, dadle
media vuelta. ¡Cuidado con los imanes de neodimio! Tienen una fuerza descomunal
(15kg en este caso, imaginaos que os cae una pesa de 15kg en un dedo), así que operad
con guantes de trabajo y cuidadito con lo que haceis, o podeis incluso llegar a perder un
dedo o parte de la chicha…
Aquí están colocados ya los primeros imanes de cada polo. Veis también los tornillos
en los que ataremos un cable de acero que impedirá que se muevan el resto de imanes
según vayamos colocándolos.
Instalamos el cable, tres vueltas son suficientes, e iremos metiendo los imanes por
debajo del cable y fijándolos con cianocrilato. Cuidado con esta operación, es delicada y
pueden salir los imanes disparados cual bala, así que no olvidéis las gafas de
seguridad y los guantes.
¡Y ya tenemos el primer sector finalizado! Por las dimensiones del rotor, sólo nos cabe
otra fila de imanes más.
Para homogeneizar la superficie y darle algo más de resistencia al cableado, recubrimos
todo el conjunto con una capa de poxilina, masilla bicomponente a base de epoxi que
endurece muy rápido, así que, ¡no os durmáis en los laureles!
Y vamos ya con la segunda línea de imanes. Ahora hay que tener en cuenta un detalle
más: no hay que alinear perfectamente la segunda línea de imanes con la primera. ¿Por
qué? Para evitar el efecto Coggin, que tiende a forzar al rotor a colocarse siempre en las
posiciones perfectamente enfrentadas imán-diente, resultando en una resistencia inicial
al arranque que no queremos tener. Si desalineamos los imanes un poco (medio cuerpo
de iman, por ejemplo, como veis en la siguiente imagen) evitamos este efecto, y así el
rotor no tendrá ninguna resistencia al giro, evitando el efecto Coggin.
Ayudándonos de un destornillador podemos levantar un poco el cable para meter el
resto de imanes de cada polo. Ojo, no es operación sencilla…
Ah, se me olvidaba: para evitar las fuertes repulsiones entre imanes de polos contiguos,
colocamos una pieza de plástico para separarlos un poco. Con este distanciamiento será
suficiente para evitar que salten los imanes, a la vez que nos ayudan a posicionarlos para
evitar también el efecto Coggin.
Quinta fase: montaje y conexionado del rectificador
Ya solo queda poner poxilina en la segunda fila, y montar el rotor dentro del estator.
Esta operación es delicada, puesto que al acercar el roto al interior del estator, la fuerza
desatada es descomunal. Podemos estimarla, ya que si cada imán produce una fuerza
máxima de 15kg, habiendo 20 en la primera fila, la fuerza de atracción del rotor hacia
dentro del estator debe andar por los 20 x 15 = 300kg.
El profesor Navasquillo ideó un artilugio a base de 4 varillas roscadas y una chapa que
permite ir introduciéndolo poco a poco. Os pongo una foto de sus artículos:
Una vez introducido, colocamos las tapas con los cojinetes del eje, y pasamos a realizar
el conexionado del rectificador. Si el generador va a ser eólico, lo ideal es bajar las fases
en alterna a nivel del suelo, para tener a mano la electrónica, aunque también podemos
dejar los puentes de diodos y demás conexiones bien resguardada
uardada en una caja estanca
junto al generador, y bajar los dos cables de continua.
Si queréis mas detalles, os aconsejo leer este manual del profesor Navasquillo.
Desde aquí agradecer de nuevo a Miguel Ciutad y a Paco Costa lo bien que salió todo, y
espero que sigamos en contacto para seguir aprendiendo y compartiendo técnicas,
conocimientos y experiencias. ¡Un abrazo a todos!
Y vosotros, lectores, seguid al tanto, porque seguiremos descubriendo y mostrando
como acaba este maravillosa aventura de construir un aerogenerador completo de
potencia considerable de forma artesanal. ¡Hasta pronto!