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Matricula: 19000193
Actividad: Ensayo
Introducción
El trabajar como docente es algo que no se debería tomar a la ligera, ya sea que estés de
maestro en un kínder, o hasta de asesor en posgrado, tienes que tener ese toque especial,
como lo tiene un gran músico para interpretar sus notas musicales, ya que este, puede
transportarte a un éxtasis con sus notas, y el maestro puede hacer que te enamores de una
materia o un tema; lo recuerdo que me pasó a nivel secundaria, donde con un maestro,
nunca pude pasar la materia de ciencias naturales, pero al siguiente año, cuando tuve un
profesor diferente, logré no sólo pasar, sino logré que mis trabajos se quedaran en la
biblioteca de la escuela; esto según el profesor, para ejemplo y apoyo de otros estudiantes.
La enseñanza no es para todos, y esto lo digo como decir que el tocar música o
cantar no es para todos; -ya que además soy músico desde hace más de veinte años-,
porque, sí puedes aprender a tocar o cantar, pero sólo a los que les apasiona pueden crear
arte con su voz o el instrumento que le pongas en sus manos, que, en el caso de un maestro,
son sus alumnos.
La enseñanza no es para todos, por supuesto que no, pero sería imposible tener
solo profesores realmente capacitados y además apasionados, por lo tanto, creo que es
necesario apasionar a los que ya están y a los que quieren ser, para que nuestro sistema
de enseñanza y alumnos se eleven a niveles impresionantes.
Considero que es sumamente importante trasladar este sentir a todas las áreas de
la enseñanza; por supuesto también a la virtual, ya que, como alumno virtual desde
preparatoria, me he dado cuenta de la importancia de ello en las instituciones que he
estado, y doy gracias a Instituto Consocio Clavijero que lo conforman muchas personas,
por su dedicación, es para mí, muy grato ser parte como alumno.
Conclusión
El hacer lo que nos apasiona es vivir libres y volar sin tener alas, el enseñar para mí, es
darles alas a las personas que aun no han tomado el vuelo, y aunque solo he sido profesor
de música, he aprendido a ver y valorar la sonrisa en las personas cuando logran
interpretar una melodía, de la misma manera que un profesor se siente orgulloso cuando
ve a sus alumnos recibir un título y voltean a agradecerle.
Por todo lo anterior se que tenemos que hacer lo que nos apasiona y aunque se que la
enseñanza no es para todos, no se le puede cerrar las puertas a nadie, ni a mí que tal vez
no tenga dotes de maestro, ni aun a aquellos que no se les ve forma de como puedan
ejercer esa hermosa profesión, ya que hasta el más inexperto o desapasionado, puede
terminar siendo el Beethoven de la enseñanza.
Referencia