Escribir un cuento en el que se exponga una situación de desigualdad y se haga una propuesta de

inclusión.

Distintas familias y un camello en común.

En el sector de la Sucursal, al centro de la ciudad de Binomio de Oro, donde las casas son
los últimos modelos construidos por arquitectos reconocidos en el extranjero, donde la
seguridad es de primer nivel, con servicio de guardianía las veinticuatro horas del día y
curiosamente también me enteré de que ese lugar tiene asignado un escuadrón de militares
para resguardar el perímetro en caso de detectar algún tipo de ataque terrorista. Ahí el
internet es muy veloz, la energía eléctrica de la ciudad es la más eficiente en ese lugar, el
agua es muy sana, libre de microorganismos que puedan afectar la salud, además, jamás
hace falta. En ese lugar es donde vive mi amigo Tenerife, su mamá es una abogada de años,
defiende buenos casos de corrupción. Don Celcio su padre, un hombre muy poderoso, es la
mano derecha del alcalde, muy seguido tiene viajes de negocios a Abu Dabi y Tenerife es
recompensado por cada viaje que don Celcio hace, cuando regresa de sus importantes
reuniones de trabajo, le trae un obsequio, la semana pasada estrenó su nuevo regalo de
Medio Oriente, un camello.

“Tenerife y yo asistimos a la misma escuela, todos los días el carro que lo pasa a dejar ocupa
tres puestos de lo que ocuparía el auto de mi tío Jaimito, quién de cariño me dice Bolita,
pero ese solo es mi apodo, porque mi verdadero nombre es Kalimba”;
Kalimba vive en el sur de la ciudad, su casa la construyó Don Varilla, el maestro constructor
del barrio, no tiene reconocimientos internacionales, pero ha estado en grandes
construcciones como la garita de la escuela, la guardianía es muy buena, pues la hace él con
sus amigos del barrio cuando se sientan a conversar en una esquina del sector, aunque
últimamente han incrementado la seguridad porque han llegado nuevos vecinos a vivir en
la cuadra. El internet de su barrio es deficiente, en su casa pareciera que es navidad durante
todo el año porque la luz eléctrica va y viene, va y viene; el agua hay que almacenarla en
grandes botes, ya que a veces es muy escasa. Ahí es donde vivo él, en el sector la Mariscal.
Su mamá es costurera y hace muy buenos bordados, su trabajo es muy bueno porque tiene
muchos clientes; su papá es un artesano, no son grandes sus ingresos, pero fabrica los
sombreros mas bonitos de la ciudad, la semana pasada le diseño uno a Kalimba.
Tenerife y Kalimba tienen vidas muy distintas, padres muy distintos, pero a pesar de eso
ellos son buenos amigos. El fin de semana, Tenerife invitó a salir con su familia a Kalimba,
el alcalde había solicitado a Don Celcio pasar el Domingo en el club de recreación para
alcaldes, allí había piscinas, canchas de tenis, canchas de fútbol y demás; como era de
esperarse a ese lugar asistirían muchos conocidos del alcalde, habían muchos jóvenes con
celulares de avanzada tecnología, Kalimba apenas podía enviar y recibir llamadas desde su
celular, adicionalmente cualquier mensaje; pues era un teléfono móvil muy básico, el cual
le había obsequiado su tío Jaimito que lo usaba cuando trabajaba en la cooperativa de taxis
para comunicarse con el personal, supongo que era una radio de intercomunicación.
En fin, en ese lugar de recreación conoció a muchas personas que él a diario observaba por
televisión, nunca pensó estar tan cerca de personas importantes, pero gracias a su amigo
Tenerife pudo hacerlo. “Recuerdo que aquel domingo tenia una duda muy grande con
respecto al camello que le había traído Don Celcio a su hijo desde Abu Dabi, entonces muy
educadamente me acerque hacerle la conversa a este señor de negocios, para saber porque
le había obsequiado un camello. Don Celcio me supo decir que ese obsequio por esta vez
no había sido de su voluntad, me dijo que Tenerife se lo había pedido personalmente”.

Kalimba no tenia mucho tiempo de haber conocido a Tenerife, pero él sabía que a su amigo
le gustaba leer mucho y además quería ser doctor, a Tenerife le llamaba la atención por qué
Kalimba usaba ropa con bordados gruesos y grandes sombreros durante el día, él como era
inteligente, sospechaba que su amigo Kalimba podría sufrir de alguna enfermedad de la
piel, pero no se atrevía a preguntárselo, él quería encontrar la cura directamente sin
consentimiento de nadie. Tenerife a diario leía muchos libros, entre uno de ellos había leído
que en el camello se podía encontrar la cura para el cáncer de piel. Tenerife a pesar de todo
el dinero que sabía que podían tener sus padres, él quería cambiarle la vida a su amigo
Kalimba.
Tenerife le contó a su amigo Kalimba que ya había hecho uso de su camello, pero Kalimba
imaginó que lo había montado para lucirlo en el club de recreación cuanto el alcalde los
invitaba los fines de semana, pero no era así. Tenerife cuando decía que ya había hecho uso
de su camello era porque lo había llevado donde un doctor para que sacrifique al camello y
encuentre la cura contra el cáncer de piel que estaba atormentando a su amigo Kalimba.