Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El dengue es una enfermedad viral aguda, producida por el virus del dengue,
transmitida por el mosquito Aedes aegypti o el mosquito Aedes albopictus que se
crían en el agua acumulada en recipientes y objetos en desuso. El dengue es
causado por cuatro serotipos del virus del dengue: DEN-1, DEN-2, DEN-3 ó DEN-
4; estrechamente relacionados con los serotipos del género Flavivirus, de la
familia Flaviviridae.1 Esta enfermedad es más frecuente en niños, adolescentes y
adultos jóvenes. Se caracteriza por una fiebre de aparición súbita que dura de 3 a
7 días acompañada de dolor de cabeza, articulaciones y músculos.2 Una variedad
potencialmente mortal de la fiebre del dengue es el dengue grave o dengue
hemorrágico que cursa con pérdida de líquido o sangrados o daño grave de
órganos, que puede desencadenar la muerte. Es una misma enfermedad, con
distintas manifestaciones, transmitidas por el predominante en áreas tropicales y
subtropicales (África, norte de Australia, Sudamérica, Centroamérica y México);
aunque desde la primera década del s. XXI se han reportado casos epidémicos en
otras regiones de Norteamérica y en Europa.
ETIOLOGÍA:
Tanto la fiebre dengue como el dengue hemorrágico son causados por el virus del
dengue, un virus ARN pequeño pertenecientes al grupo de los arbovirus—
llamados así por ser virus transmitidos por artrópodos—, del cual se han descrito
cuatro tipos en la actualidad, cada uno con propiedades antigénicas diferentes.
Cualquiera de los cuatro tipos del virus es capaz de producir el dengue clásico. Se
plantea que una infección inicial crea las condiciones inmunológicas para que una
infección subsecuente produzca un dengue hemorrágico; sin embargo, otros
plantean que una primera infección por dengue sea capaz de producir de una vez
un dengue hemorrágico.18
El virus del dengue, al igual que otros flavivirus, contiene un genoma de ARN
rodeado por una nucleocápside de simetría icosaédrica, de 30 nm de diámetro, la
cual está constituida por la proteína C—de 11 kd—y una envoltura lipídica de 10
nm de grosor asociadas a una proteína de membrana (M) y otra de envoltura (E),
que da lugar a las proyecciones que sobresalen de la superficie de los viriones.19
Ciclo de Transmisión
Algunos casos desarrollan síntomas mucho más leves que pueden, cuando no se
presente la erupción, ser diagnosticados como resfriado u otras infecciones
virales. Así, los turistas de las zonas tropicales pueden transmitir el dengue en sus
países de origen, al no haber sido correctamente diagnosticados en el apogeo de
su enfermedad. Los pacientes con dengue pueden transmitir la infección sólo a
través de mosquitos o productos derivados de la sangre y sólo mientras se
encuentren todavía febriles.
Los signos de alarma en un paciente con dengue que pueden significar un colapso
circulatorio inminente incluyen:2
Tratamiento
Ese estrechamiento causa obstrucción y por lo tanto dificultad para pasar el aire
que es en gran parte reversible, a diferencia de la bronquitis crónica donde hay
escasa reversibilidad. Cuando los síntomas del asma empeoran, se produce una
crisis de asma. Por lo general son crisis respiratorias de corta duración, aunque
puede haber períodos con ataques asmáticos diarios que pueden persistir por
varias semanas. En una crisis grave, las vías respiratorias pueden cerrarse tanto
que los órganos vitales no reciben suficiente oxígeno. En esos casos, la crisis
asmática puede provocar la muerte.4
El asma provoca síntomas tales como respiración sibilante, falta de aire (polipnea
y taquipnea), opresión en el pecho y tos improductiva durante la noche o temprano
en la mañana.5 Entre las exacerbaciones se intercalan períodos asintomáticos
donde la mayoría de los pacientes se sienten bien, pero pueden tener síntomas
leves, como permanecer sin aliento -después de hacer ejercicio- durante períodos
más largos de tiempo que un individuo no afectado, que se recupera antes. Los
síntomas del asma, que pueden variar desde algo leve hasta poner en peligro la
vida, normalmente pueden ser controlados con una combinación de fármacos y
cambios ambientales pues la constricción de las vías aéreas suele responder bien
a los modernos broncodilatadores.
Aunque se conoce que el asma es una condición causada por una inflamación (del
latín, inflammatio, encender , hacer fuego) persistente o crónica de las vías
aéreas, los componentes precisos de esta inflamación están todavía por dilucidar
y las causas de esta inflamación son inciertas. Muchas células inflamatorias
pueden estar implicadas e interactuar con otras de alguna manera compleja. La
activación de estas células y la subsecuente producción de mediadores
inflamatorios puede que sean de mayor relevancia que la sola presencia de estas
células en las vías aéreas.18
Inmunidad celular
Etiología
El asma bronquial es común en personas jóvenes con una historia clínica de
catarros recurrentes, o con antecedentes familiares asmáticos. Las crisis de asma
se relacionan con el consumo de ciertos alimentos o la presencia de determinados
agentes alérgenos.
Ambientales
Existen varios factores de riesgo ambientales que están asociados al asma, sin
embargo pocos han sido replicados de manera consistente o que contengan
metaanálisis de varios estudios para poner en evidente una asociación directa.
Algunos de estos factores ambientales incluyen:
Genética
Diagnóstico
El diagnóstico del asma comienza con una evaluación del cuadro clínico, la
historia familiar y antecedentes de riesgo o crisis anteriores tomando en
consideración el tiempo de evolución del cuadro y las crisis. La mayoría de los
casos de asma están asociados a condiciones alérgicas, de modo que
diagnosticar trastornos como rinitis y eczema conllevan a una sospecha de asma
en pacientes con la sintomatología correcta: tos, asfixia y presión en el pecho. 22 El
examen físico por lo general revela las sibilancias que caracterizan al asma. Es
importante evaluar si el paciente ya recibió algún tratamiento antes de la consulta
médica, así como los eventos desencadenantes de la crisis.
El examen físico es vital, a veces no da tiempo examinar con detalle, sin embargo
se perciben las características sibilancias a la auscultación. En algunos casos
severos, la broncoobstrucción es tal que se presenta un silencio auscultatorio, sin
embargo, el resto de la clínica es tan florida por la incapacidad respiratoria que el
diagnóstico no amerita la percepción de sibilancias para el tratamiento de estas
crisis grave de asma. Esa angustia y sed de aire puede indicar una crisis grave
que amerita tratamiento de rescate inmediato para revertir el broncoespasmo
antes de continuar con el examen físico detallado. La inspección del tórax puede
mostrar tiraje o retracción subcostal o intercostal. Las dimensiones del tórax en
pacientes asmáticos crónicos varían en comparación con niños no asmáticos,
característico el aplanamiento costal. La inspección puede revelar detalles al
diagnóstico, como el descubrimiento de dermatitis alérgicas, conjuntivitis, etc.
Existen varios exámenes que ayudan al diagnóstico del asma, entre ellas pruebas
de función pulmonar, pruebas de alergia, exámenes de sangre, radiografía del
pecho y senos paranasales.
Función pulmonar
TRATAMIENTO:
Los nebulizadores proveen una dosis más continua y duradera al vaporizar la
medicina diluida en solución salina, el cual el paciente inhala hasta que se
administra la dosis completa. No hay evidencias de que sean más efectivas que
un spacer. El alivio de crisis asmáticas incluye medicamentos:
Estadio I
Estadio II
Estos son casos relativamente leves pero persistentes con síntomas o crisis
ocurriendo más de 1 vez por semana pero menos que 1 vez por día o con
síntomas nocturnos más de 2 veces por mes, una presión parcial de CO 2 de 35
mmHg, una presión parcial de O2 entre 60 y 80 mmHg y una FEV entre 300-800
ml y con un pico de flujo <50% del valor estipulado. Son casos que, durante una
crisis, se recomienda nebulizar igual que el estadio I y si no mejora se utiliza:
Estadio III
Estos son casos moderados que requieren el uso de beta-miméticos a diario o con
alteración de su actividad física a diario y síntomas nocturnos más de 1 vez por
semana, una presión parcial de CO2 de 40-45 mmHg, una presión parcial de O2
menor de 60 mmHg y con un pico de flujo <30% del valor estipulado. Son casos
que, durante una crisis, se recomienda nebulización y aminofilina igual que el
estadio II y si no mejora se utiliza:
Estadio IV