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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas


Epistemología
Nombres:
Pamela Donoso Rosado
María Erazo Fonseca
Charles Darwin

Charles Darwin fue un naturista inglés que nació en Shrewsbury el 12 de febrero de 1809
y murió el 19 de abril de 1882, fue reconocido por ser el científico más influyente en la
historia de la humanidad, ya que sus estudios estuvieron enfocados en la idea de la
evolución científica a través de la selección natural en su obra “El origen de las especies”.
En dicha obra postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el
tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección
natural. La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y por
buena parte del público en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución
mediante selección natural no fue considerada como la explicación primaria del proceso
evolutivo hasta los años 1930 (History Channel, sf/sp).

Para entrar en materia, Darwin en octubre de 1825 ingresó en la Universidad de


Edimburgo para estudiar medicina, sin embargo, no consiguió interesarse por la carrera,
por ello intentó seguir una carrera eclesiástica e ingresó en el Christ's Collage de
Cambridge en 1828, en este instituto tampoco encontró la vocación, pero descubrió allí
el mundo de la botánica, la entomología y la geología. Aquí conoció al reverendo John
Henslow, cuya amistad le resultaría de gran importancia en el futuro, al proporcionarle la
oportunidad de embarcarse como naturalista con el capitán Robert Fitz Roy y
acompañarle en el viaje que éste se proponía realizar a bordo del Beagle alrededor del
mundo. El 27 de diciembre de 1831 el Beagle zarpó de Davenport con el joven Charles
Darwin, de 22 años de edad, hacia una expedición que sin saberlo cambiaría para siempre
la historia de la humanidad (History Channel, sf/sp).

La expedición recorrió Cabo Verde, América del Sur, Las Islas Galápagos, Tahití, Nueva
Zelanda, Australia, Mauricio y Sudáfrica. Durante el viaje Darwin observó las semejanzas
y diferencias entre las mismas y distintas especies, animales o vegetales, en los lugares
que iba visitando, lo que provocó que sospechara que la teoría de la estabilidad de las
especies podría ser puesta en entredicho. Durante los viajes acopió gran cantidad de
materiales de todo tipo y realizó las detalladas observaciones que le permitieron, a su
regreso al Reino Unido, enunciar la llamada teoría de la evolución, cuyos primeros
esbozos comenzaron a tomar forma en 1837 y que tardaría más de dos décadas en ver la
luz (History Channel, sf/sp).

De esta forma establecido, como un reputado científico naturalista, Darwin comienza la


redacción de sus estudios para posteriormente publicarlos, la combinación entre sus
trabajos de campo y de la lectura realizada al ensayo sobre el principio de la población,
de Thomas R. Malthus, le inspiró al desarrollo de la concepción básica de la teoría de la
selección natural, destinada a convertirse en uno de los paradigmas fundamentales
de biología moderna, siendo vista en esos momentos la ciencia como un elemento
incansable de llevar a la humanidad a una verdad y por ende a un paradigma (Kuhn, 2004:
22), en consecuencia Charles Darwin a través del estudio de este paradigma se prepara
para entrar a formar parte como miembro de una comunidad científica en particular, en
la misma que trabajará y será reconocido más tarde por posicionarse como un científico
que produce ciencia dentro de las instituciones, algo que en la comunidad científica era
esencial para pertenecer a la misma, porque consideraban que los científicos tienen una
vida institucional, del mismo modo la investigación de dicho paradigma se convirtió en
un signo de madurez en el desarrollo de cualquier campo científico dado (Kuhn, 2004:24).

El paradigma publicado hace 150 años en el "El origen de las especies", cambiaría
radicalmente la manera de entender nuestro pasado como género humano y por lo tanto,
también la manera de imaginar nuestro futuro, el cual evidencia que la fuerza de los
paradigmas, radica en el poder de moldear nuestra visión del universo y de nosotros
mismos. Darwin formula la hipótesis que daría sustento a un nuevo paradigma acerca de
la historia de la humanidad y una nueva perspectiva sobre la relación entre el hombre y el
universo. En este contexto podemos señalar que Charles Darwin se había esforzado
mucho por realizar una ciencia normal, entendemos como ciencia normal según el
epistemólogo Thomas Kuhn “la actividad en que la mayoría de los científicos consumen
casi todo su tiempo” (Kuhn, 2004: 34), por ende, se puede afirmar que Charles Darwin
toda su vida estuvo preocupado por un desarrollo científico en el campo de la biología.

Del mismo modo en la ciencia normal “se predica suponiendo que la comunidad científica
sabe cómo es el mundo” (Kuhn, 2004: 40), de acuerdo a las lecturas realizadas sobre la
vida intelectual de Darwin, se puede decir que él se enfrentó a dicha idea, ya que si bien
al principio Charles Darwin opinaba que Dios había creado todas las especies tal como
se conocían entonces y que las había distribuido por la tierra de la forma más conveniente
para ellas, es decir apoyaba la noción de los creacionistas, quienes creían que conocían
como era el mundo al manifestar que todo en la naturaleza se mantenía estático, Darwin
a través de sus exploraciones cambio de perspectiva y se opuso a este planteamiento, pues
demostró la forma en que se concebía el desarrollo de la vida sobre nuestro planeta que
era a través de la evolución, esta teoría no sólo significó una revolución científica, sino
también teológica ya que por primera vez frente a la teoría del creacionismo aparece la
teoría la de la evolución (Castrodeza, 2009).

De esta manera en la ciencia normal se trabaja con paradigmas, un paradigma es


entendido como un modelo o patrón aceptado, y dentro de una comunidad científica el
paradigma sirve como un criterio para seleccionar problemas que mientras se dé por
sentado, puede suponerse que tiene soluciones (Kuhn, 2004 ), por ello Darwin al enfrentar
esta contradicción dentro de la teoría creacionista, se empeñó por demostrar una nueva
teoría y un nuevo paradigma que vendría a ser el tema de la evolución para demostrar tal
afirmación, Darwin se dedicó al fortalecimiento de este análisis a través de
experimentaciones y verificaciones de los principales postulados sobre la evolución, por
tal motivo realizó varias lecturas y viajes a distintos lugares con el fin de aproximarse
más a lo que él estaba investigando.

En efecto al estudio llevado a cabo por Darwin se realizan nuevos descubrimientos en


torno a la evolución del ser humano, por lo que comienzan a aparecer problemas en la
ciencia normal, en otros términos este descubrimiento comienza tomando conciencia de
una anomalía, por ende se reconoce que la naturaleza ha violado las expectativas
inducidos por el paradigma que gobierna la ciencia normal (Kuhn, 2004 ), es decir Charles
Darwin ocasionó problemas al interior de la teoría creacionista ya que como era la ciencia
normal que gobernaba aquella época, Darwin al demostrar que no todo se basa en la
creación, muchos de los postulados de dicha corriente fueron puestos en tela de duda.

En este sentido el paradigma al que hacemos mención se relaciona con la ciencia normal
en la medida en que la investigación realizada por Darwin, ha tenido influencia de otras
realizaciones científicas, realizaciones que una comunidad científica particular ha
reconocido durante cierto tiempo como fundamento para su práctica posterior (Kuhn,
2004 ), por ejemplo Darwin estuvo ligado a la ciencia en estado puro, a la vez recurrió a
aproximaciones interdisciplinarias para el desarrollo de su teoría, tomó de la obra
“Principios de Geología” de Charles Lyell, la idea de cambio geológico gradual, y rechazó
la idea de progreso lineal como otros pensadores evolutivos de la época que habían
concebido la transformación biológica, por la que cada linaje de plantas o animales surgía
por generación espontánea de la materia inanimada para progresar inexorablemente hacia
mayores cotas de complejidad y perfección, para proponer lo que llamamos evolución
ramificada (Mermelada, 2009).

Podemos señalar que los procesos de recolección de información de estos estudios han
tenido que pasar por un periodo pre paradigmático, tal como lo propone Kuhn, un proceso
por el cual Charles se vio gobernado por las creencias que ejercían teorías anteriores a la
de él, ya sean sociales, religiosas y estéticas, al mismo tiempo que se vio inundado por el
inductivismo. Sin embargo, al momento en que él se da cuenta de que la teoría
creacionista podría ser cuestionada, rompe con lo establecido, y da paso a una nueva
visibilidad, es decir a una nueva ciencia, que es la función de una revolución científica,
en esa revolución se produce el paradigma y también el proceso de acumulación de datos,
que es intraparadigmatico, en este sentido Charles crea sus propios conceptos, porque
rehacer los conceptos antiguos no servirían de mucho. Charles Darwin tuvo “la
posibilidad de no dar por sentado ningún caudal común de creencias” (Kuhn, 2004:39),
por lo que él, como cualquier otro “escritor de óptica física se sentía obligado a construir
su propio campo, completamente desde los cimientos” (Kuhn, 2004:40).

Nos parece esencial en este punto centrarnos a explicar un poco más a que nos referimos
al decir que Charles si bien es cierto realiza un nuevo paradigma, no se pudo librar de
caer en el abismo del inductivismo; pues bien, el inductivismo, “sostenía que los grandes
científicos son ante todo observadores cuidadosos y acumuladores pacientes de
información. Toda teoría nueva e importante, decían los indicativitas, surge
necesariamente de una sólida base de hechos. Es una visión arquitectónica del
conocimiento: cada hecho es el ladrillo de una estructura construida sin plan previo.
Cualquier discusión o reflexión sobre la teoría (el edificio ya terminado) es fatua y
prematura mientras no se hayan colocado en su sitio todos los ladrillos” (Gold, 1982: s/p).

Como hacían notar correctamente sus críticos, uno de ellos Popper, catalogaban al
inductivismo como de frio e inhumano, porque más que observar y experimentar, lo que
hacían era una especie de síntesis y que al mismo tiempo utilizaban el sentido común;
algo que para Popper no permitía el paso a una teoría revolucionaria y sin esta no habría
practica revolucionaria, el sentido común se ligaba a la base moral por ende no nos servía
para comprender (Popper, 1980: 17). Por tal razón Charles Darwin ha sido presentado
como un ejemplo probatorio del inductivismo con su teoría de la selección natural, en la
época de Darwin el prestigio inductivista era tan abrumador que él mismo cayó víctima
de su influjo, la versión inductivista de la obra de Darwin se concentra en los cinco años
que permaneció a bordo del Beagle y explica haberse posicionado como un gran
evolucionista a través de la observación, las limitaciones de esta teoría pueden probarse
en el ejemplo de los llamados pinzones de Darwin de las islas Galápagos, es cierto que
Darwin encontró a los pinzones, pero no sólo no los reconoció como variantes de un
tronco común, sino que ni siquiera registró las islas en donde había descubierto a muchas
de estas aves. Se conformó con escribir en algunas etiquetas de sus ejemplares Islas
Galápagos. Darwin reconstruyó la historia evolutiva de estas aves hasta su regreso a
Londres, cuando un ornitólogo del Museo Británico identificó correctamente como
pinzones a todos los pájaros colectados (Gold, 1982: s/p).

Darwin regresó a Londres sin una teoría evolucionista, aunque sospechaba la verdad de
la evolución, no tenía un mecanismo que la explicara. La idea de la selección natural no
surgió de la lectura directa de las notas que hizo durante su viaje en el Beagle, sino de los
dos años posteriores de meditación y análisis registrados en una notable serie de libretas
y apuntes que han sido desenterrados y publicados en los últimos veinte años (Gold, 1982:
s/p), es aquí donde nos damos cuenta del inductivismo de Charles; primero porque las
observaciones puras no pueden deducir teorías, sencillamente no surgen teorías de la
simple observación (Popper, 1980: 20), segundo porque si su teoría se ha basado solo en
la observación; esta es selectiva, busca el qué quiere, para qué, por lo que Popper nos
aconseja destruir el proceso de inducción ya que nos lleva a una regresión infinita, que
no produce conocimientos (Popper, 1980: 29).

A pesar de los dicho anteriormente se debe destacar la idea de que el darwinismo si puede
ser considerado como una revolución teórica, según Kuhn una revolución teórica
“transforma la imaginación científica en modos que eventualmente deberíamos describir
como una transformación del mundo en el que se lleva a cabo el trabajo científico” (Kuhn,
2004:51), por lo tanto afirmamos que Darwin al oponerse a la doctrina religiosa de la
creación, pudo realizar una trasformación del mundo a partir de un trabajo científico, pues
Charles para abandonar el creacionismo y plantear su nueva teoría de la evolución
desarrolló varias investigaciones enfocadas a dicho tema, por ello realizó un viaje de
circunnavegación en el hemisferio sur, descubriendo fósiles de mamíferos gigantescos en
Argentina, se enfocó en la distribución geográfica de los organismos de Sudamérica y en
el archipiélago de las islas Galápagos, con el fin de lograr una trasformación en su
comunidad científica (biología), al llegar a Inglaterra ordenó que sus colecciones
biológicas, geológicas y paleontológicas debían ser estudiadas por naturistas más
experimentados que él (Castrodeza, 2009).

En consecuencia para establecer la evolución de la especies el ámbito de la ciencia o de


la historia, Darwin tenía que poner a prueba su teoría, para ello debía realizar un proceso
de observación, a través de la búsqueda de información, hemos estimado que Darwin
cumplió a cabalidad esta técnica de investigación para generar próximos conocimientos,
ya que durante sus viajes, el observó a los nativos, analizó y recolectó muestras de la
abundante flora y fauna de cada región que conoció, plasmando en sus cuadernos de viaje
todos los detalles de las especies que encontraba en su camino, por lo tanto la
reinterpretación de las observaciones que había hecho, permitieron que su teoría pueda
ser verificada por su comunidad científica.

Efectivamente la cualidad revolucionaria del pensamiento darwiniano, representó una


desviación de las normas tradicionales del pensamiento científico, debido a su revolución
teórica, podemos destacar que la teoría que realizó Darwin es la única revolución
biológica que traspasó los límites que planteaba el creacionismo, por ello en su época, las
ideas de Darwin se volvieron un tema de discusión en todos los sectores, las sátiras de
entonces lo asociaron a la idea de que el hombre provenía del mono, cabe señalar que él
nunca dijo que el hombre descendiese del mono, por el contrario lo que Darwin hizo fue
construir y explicar que las criaturas se multiplican y en una competición por sobrevivir
y reproducirse, salen adelante los que mejor se adaptan o los que nacen con alguna ventaja
(Castrodeza, 2009).

De igual manera sus investigaciones le permitieron comprobar las relaciones existentes


entre las rocas plutónicas y la lava volcánica y establecer las bases de la llamada teoría
de la deformación, asimismo formuló la teoría acerca de la formación de los arrecifes
coralinos en vigor en la actualidad, entre sus diversas observaciones tuvieron gran
importancia los estudios efectuados en las islas Galápagos acerca de la gran diversidad
de pinzones de aquellas latitudes, todos ellos perfectamente adaptados a diferentes nichos
ecológicos.

Darwin, que había reflexionado largamente respecto a la conveniencia o no de publicar


sus trabajos, y que los dio a conocer, en colaboración con Alfred Russel Wallace,
impulsado por una comunicación que le daba noticia de hallazgos similares por otros
investigadores, no participó directamente en las polémicas y dejó que fuera el biólogo
británico Thomas H. Huxley el encargado de asumir el peso de la defensa de su teoría de
la evolución. Una vez más (y en ello reside la trascendencia histórica de la obra de
Darwin), los avances científicos socavaban convicciones firmemente arraigadas, dando
inicio a un cambio de mentalidad de magnitud comparable al de la revolución
copernicana.

Además de estas polémicas se puede evidenciar que a lo largo de su vida, Darwin ha


tenido que pasar por una serie de obstáculos epistemológicos, esta noción fue acuñada
por el filósofo francés Gastón Bachelard para identificar y poner de manifiesto elementos
psicológicos que impiden o dificultan el aprendizaje de conceptos revolucionarios al
interior de las ciencias; estos se presentan en todos los sujetos que se enfrentan a nuevas
realidades las cuales se caracterizan por no tener una referencia directa a experiencias
directas.

Los obstáculos epistemológicos son dificultades psicológicas que no permiten una


correcta apropiación del conocimiento objetivo; a lo largo de la historia de la filosofía se
habían realizado grandes esfuerzos para determinar las dificultades específicas que no
permitían una apropiación adecuada de la realidad, pero estas dificultades se identificaban
con la insuficiente capacidad de los órganos sensoriales para captar los diferentes
fenómenos naturales, o con los inapropiados de los instrumentos materiales utilizados en
la investigación de los acontecimientos naturales (Bachelard, 2000:10), esta dificultad es
superada por Charles a la hora de proponer su teoría, ya que la realidad para él no tenía
nada que ver con que un señor todo poderoso haya creado todo y manejará la reproducción
y la evolución, o que tan solo lo que observamos haya sido obra del azar, por casualidad,
se opone a la idea del Big Bang de que algo explotó, y si algo explotó es porque algo hizo
que explotara, él se da cuenta que todos los seres son contingentes, por ende necesitan de
otros seres que le preceden para su existencia (Gold, 1982: s/p).

Podemos decir que el primer obstáculo epistemológico es lo que ya sabemos del mundo
(los fenómenos y procesos de lo social), es decir, lo que se trae de nuestra experiencia
cultural y personal, hace que veamos o valoremos la realidad de determinado modo. Esto
toma el nombre de experiencia básica “colocada por delante y por encima de la crítica”
(Bachelard, 2000:35), por eso “el espíritu científico debe formarse en contra de la
naturaleza, en contra de lo que es, dentro y fuera de nosotros” (Bachelard, 2000:35), por
lo que Charles rompe con lo establecido, evadiendo la experiencia básica, en este caso las
ideas de que la perfección humana haya sido eventual y accidental.

Entre los obstáculos epistemológicos que influyen en la comprensión y construcción del


conocimiento para el que aprende, se encuentra el verbal y se ubica en los hábitos verbales
utilizados cotidianamente los que se convierten en obstáculos más efectivos cuanto mayor
sea su capacidad explicativa, es así como un término que aparezca claro y diáfano al
entendimiento pasa a ser tratado como un axioma al que no es necesario explicar, deja de
ser una palabra y pasa a ser una categoría empírica para el que lo utiliza (Sepúlveda,
2012:100).

Se puede observar que hasta en la actualidad este sigue siendo un obstáculo frente a la
teoría de Charles Darwin a la hora de que los conceptos presentados, se han tornado
complicados a la hora de ser aplicados a una enseñanza de evolución, así tenemos el
trabajo titulado “Obstáculos epistemológicos y ontológicos en la comprensión del
concepto darwinista de adaptación: implicaciones en la enseñanza de evolución” escrito
por Claudia Sepúlveda, en el que se sugiere que “el primer paso para abordar el concepto
darwinista de adaptación consiste en problematizar el propio fenómeno, partiendo de su
descripción empírica en dirección de la necesidad de búsqueda de un mecanismo causal
que explique su existencia. La expectativa es lograr así mostrar que características como
formas y colores miméticos de algunos insectos o las sofisticadas plumas de las aves
pueden dar respuestas a cuestionamientos no solo del tipo “¿cómo son?”, “¿cómo
funcionan?”, sino también “¿cómo o de dónde se originaron?” o “¿por qué existen?”
(Sepúlveda, 2012:108).

Es necesario aclarar la visión que hay en el imaginario social sobre los temas o problemas
a investigar, que piensa que las teorías surgen de mentes iluminadas de los científicos,
que un día despierta y crea una nueva teoría, sin embargo este planteamiento no es cierto
puesto que los temas y los problemas surgen de las experiencias de ciertos sujetos
llamados investigadores que ejercen el oficio, que hacen parte del momento histórico de
su época, o de las vivencias y creencias de la vida misma (Gold, 1982: s/p), lo que da
lugar a la explicación de una de las tres facultades que propone Kant Immanuel; la de la
facultad del entendimiento; aquí las experiencias son entendidas como categorías a priori,
que suelen aplicarse a la percepción que nos hacemos del fenómeno, Charles supo
contrarrestar esto muy bien, sino lo hubiera podido hacer su teoría no existiera o capaz
no podría haber logrado desterrar a la teoría creacionista, puesto que si tomaba sus bases
para seguir la misma línea, no se habría dado lugar ni a la revolución científica, mucho
menos al paradigma.

De igual forma en el lenguaje común es donde se debe producir otra ruptura


epistemológica ya que, si no se hace el investigador social, en nuestro caso Charles
Darwin las pudo haber usado inevitablemente en su investigación, por tal motivo Darwin
tuvo que estar atento para no utilizar en su teoría palabras y expresiones que circulaban
en el contexto de la teoría creacionista. Las nociones teóricas comunes en este caso la
creacionista representa un obstáculo el cual debe ser roto. En la tarea de investigación,
académica de Charles “la ciencia no puede progresar si no es cuestionando
constantemente los principios mismos de sus propias construcciones” (Bachelard,
2000:44).

Es por esta razón que se producen las rupturas epistemológicas, las cuales ayudan a no
incurrir en estos obstáculos epistemológicos, por eso debemos detectarlos, uno de ellos
es el sentido común que como ya mencionamos anteriormente tienen que ver con la
familiaridad que ya traemos con el mundo social en cuanto a que venimos compartiendo
espacios, discursos y experiencias con otros sujetos con los cuales nos relacionamos. Esas
percepciones naturalizadas del mundo se dan porque somos parte de la cultura y sociedad
en la que nos construimos y conducimos como sujetos.

De este modo nos referimos a una ruptura epistemológica en la medida en que esta ruptura
“representó esta tentativa, a causa de la manera en que tomaba la posta de la revolución
científica, conservando algunos de sus aspectos y eliminando radicalmente otros”
(Balibar, 1995:72), es decir y como se ha explicado en párrafos anteriores Charles Darwin
debido a todas sus investigaciones en el campo de la evolución biológica, estableció una
revolución científica ya que conservó y eliminó algunos de los postulados básicos dentro
de la biología y no solamente en este campo de estudio, pues sus estudios también
influyeron en la antropología, sociología y psicología, ocasionando rupturas múltiples al
interior de las ciencias naturales y sociales.

La ruptura epistemológica creada por las observaciones de Darwin separa no únicamente


épocas, sino también aquellos modelos de la realidad o de cosmovisiones, esto significa
que ya sea en la ciencia o en cualquier otro modo de conocimiento, el modelo darwiniano
en su base conceptual, lo que quiere demostrar es que si se elimina de ese conocimiento
todo lo que tuviese que ver la evolución de las especies, el cuerpo teórico de muchas
ciencias quedaría desmembrado o por el contrario desaparecería totalmente, de esta forma
consideramos que si existen cambios en la teoría de Darwin a cerca de la evolución de las
especies, esta modificación tendrá consecuencias en las distintas disciplinas en las cuales
Darwin tuvo gran influencia, pues una “ruptura está presente como un orden en la
mutación del saber ” (Balibar, 1995:74).

En consecuencia a la publicación de su obra el origen de las especies, Darwin tuvo que


enfrentar el problema del efecto de la verdad, “el efecto de la verdad consiste en la
producción de demostraciones” (Balibar, 1995:79), como Charles Darwin había
planteado una nueva teoría frente al creacionismo que era el conocimiento dominante que
se tenía a cerca de la creación del mundo, la publicación de su obra le consiguió la
animadversión de amplios sectores de la iglesia anglicana, opuestos a cuestionar la
interpretación literal de la biblia, se suscitaron innumerables polémicas acerca de la
evolución del mono al hombre y se inició entonces un candente debate y satanización de
la obra de Darwin, pues atribuía a la naturaleza facultades hasta entonces reservadas a la
divinidad (Mermelada, 2009). Para evitar esta polémica Darwin tuvo que demostrar su
teoría en base a demostraciones científicas, consideramos que esta labor por demostrar su
descubrimientos o nuevos planteamientos en las ciencias naturales no fue una tarea
compleja, ya que Darwin antes de publicar su más reconocido texto, elaboró
experimentaciones o verificaciones a través de la recolección de información en cada
viaje que realizó a las distintas regiones del mundo.

Para verificar lo anterior podemos alegar que la teoría de Darwin de la selección natural
provocó una revolución intelectual, distanciándose de la teoría creacionista ya que mostró
que no había una diferencia biológica fundamental entre los humanos y los otros
animales, y que, por tanto, los humanos no tenían el estatus especial que les otorgaban la
doctrina cristiana y las teorías sobre la cadena del ser, asimismo, demostró que el relato
de la creación de la vida por Dios, presente en el Génesis, no podía ser literalmente cierto
y abrió una brecha insalvable entre la explicación científica y la religiosa. Al demostrar
que la evolución operaba a través del azar, y que había muchos callejones sin salida en la
evolución, de igual forma puso fin a la idea de que la vida había sido causada por la
voluntad divina o estaba sujeta a ella

Actualmente su teoría de la evolución mediante selección natural constituye la base de la


síntesis evolutiva moderna, con sus modificaciones, los descubrimientos científicos de
Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de la biología como ciencia, puesto que
constituyen una explicación lógica que unifica las observaciones sobre la diversidad de
la vida, de esta manera su teoría continúa siendo un debate dividiendo al planeta entre
creacionistas y evolucionistas, asimismo se puede decir que hoy en día los conceptos de
Darwin, se han convertido en palabras de uso cotidiano, cuyo estatus dentro del lenguaje
no siempre es evidente, pero que de muchos modos define un denominador común en la
visión que de nosotros mismos tenemos como organismos y como personas.

Bibliografía:

 Bachelard, Gastón, “la noción de obstáculo epistemológico”, “el conocimiento


general como obstáculo para el conocimiento científico”, “los obstáculos del
conocimiento cuantitativo”, “objetividad y psicoanálisis”, La formación del
espíritu científico, México, Siglo XXI, pp.7-86, 248-297.
 Balibar, Etienne “Ruptura y reestructuración. El efecto de verdad de las ciencias
en la ideología”, “estar en lo cierto” Ciencia y verdad en la filosofía de Georges
Canguilhem, en: Nombres y lugares de la verdad, Buenos Aires, Nueva Visión,
1925, pp.71-39
 Castrodeza, Carlos (2009). La darwinización del mundo. Obtenido de:
https://www.revistadelibros.com/articulos/la-darwinizacion-del-mundo-de-
carlos-castrodeza
 Charles, Darwin (1859). El origen de las especies. Traducido por Antonio de
Zulueta. Obtenido de: https://www.rebelion.org/docs/81666.pdf
 Gould, Stephen, El Camino de Darwin, Nexos, 1 de mayo 1982, Traducción de
Miguel Ángel Quemain. En: https://www.nexos.com.mx/?p=4056
 History Channel, Biografía de Charles Darwin. Obtenido de:
https://ec.tuhistory.com/biografias/charles-darwin
 Kuhn, Thomas, La estructura de las revoluciones científicas, México, FCE, 2004,
Traducción de Carlos Solís, Cap. 1, 2, 3, 4, 5.
 Mermelada, Carlos (2009). Darwin y la teoría de la evolución. Obtenido de:
https://ateneuperemascaro.org/sites/ateneuperemascaro.org/IMG/pdf/darwin_evo
lucion.pdf
 Popper, Karl, la lógica de la investigación científica, Madrid, Técnos, 1980, pp.
1-55.
 Sepúlveda, Claudia, Obstáculos epistemológicos y ontológicos en la comprensión
del concepto darwinista de adaptación: implicaciones en la enseñanza de
evolución, Capitulo 4. En:
http://die.udistrital.edu.co/sites/default/files/doctorado_ud/publicaciones/obstacu
los_epistemologicos_y_ontologicos_en_comprension_del_concepto_darwinista
_adaptacion.pdf

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