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EL SUEÑO DEL PORFIRIATO: UNA NACIÓN MODERNIZADA

El último momento que consideramos fundamental para el surgimiento de la

nación mexicana es el Porfiriato. Vastos son los estudios y la historiografía que

aborda esta etapa final del siglo XIX mexicano. No obstante, sigue siendo objeto

de debate entre los historiadores y aficionados del tema. El objetivo de este último

apartado es esbozar a grandes rasgos las características y los efectos del

portifiato que ayudaron a conformar una “nación mexicana”, para ello, seguiremos

dos caminos: el porfiriato en su etapa progresista y un porfiriato en su modo

represivo.

La doctora Elisa Speckman Guerra define dicha etapa como: “el periodo

gobernado por Porfirio Díaz durante 30 de los 34 años que corren entre 1877 y

1911. –Añade Speckman- El periodo se limita entonces por dos sucesos políticos:

comienza cuando Díaz inicia su primer mandato presidencial y concluye en 1911,

meses después del estallido de la Revolución, cuando Díaz abandona el país” 1.

Durante estas tres décadas se vivieron un sinfín de cambios en ámbitos

económicos, infraestructurales, sociales y políticos.

Díaz ascendió al poder de un país tocado a causa de las intervenciones

extranjeras y la lucha de las facciones políticas internas. Sin embargo, aplicó una

política de unificación y fortalecimiento. En primer lugar cerró filas al interior del

país, unificó a su gabinete incluyendo a personajes de distintas ideologías

políticas, fortaleció al ejército, le regresó a la iglesia ciertos privilegios que le

1
Pablo Escalante Gonzalbo ed., Nueva historia mínima de México. (México, D.F.: El Colegio de México, 2004)
p. 192
habían sido arrebatados a causa de las Leyes de Reforma e impulsó la educación

y la cultura mediante el grupo de tenócratas denominados los “científicos”, que

incluían nombres como José Limantour, Justo Sierra y los hermanos Miguel y

Pablo Macedo2. La diversidad de ideologías en las cámaras de representantes

actuales son legado del porfiriato ya que en ellas se incluyen a políticos de

diferentes facciones, a veces más a veces menos. Siguiendo esta línea, aunque

en el papel el ejército y el clero no deberían tener injerencia en la vida política

estos dos órganos gozan de influencia y sirven como “instrumentos

gubernamentales”.

En segundo lugar, limó asperezas con las potencias extranjeras

estableciendo relaciones diplomáticas con Francia, Inglaterra, Bélgica y Alemania

y atrayendo el interés de los Estados Unidos. Porfirio Díaz había dado los

primeros pasos para la construcción de una nación: la unificación interna y el

reconocimiento internacional.

Los cambios mencionados en los párrafos anteriores ya nos dan una

mínima idea de lo que el porfiriato legó a la construcción de la nación. No

obstante, hay dos líneas que clarifican más la importancia de este régimen para la

posteridad mexicana: el progreso económico e infraestructural y la represión y

censura a opositores.

El progreso económico propiciado gracias a las relaciones exteriores y a la

incursión de inversionistas privados y extranjeros dio paso al crecimiento de las

vías ferroviarias, el desarrollo de puertos y a una mayor urbanización,


2
Ibídem p. 201
principalmente en la Ciudad de México. Esto causó una eventual repercusión en

todo el sistema ya que la urbanización concentraba grandes ganancias de capital

y una mayor producción agrícola obtenido por la explotación de indios yaquis y

mayas3; su transporte era sencillo gracias al ferrocarril y su exportación a otras

partes del mundo era posible gracias a los puertos del país.

Si bien, como se menciona a lo largo del ensayo, se vivió una urbanización

y progreso que garantizaban la estabilidad económica, ésta era para un sector

reducido de la población. Las ciudades se modernizaron con la construcción de

tuberías, hospitales y cementerios, entre otras cosas pero esto solamente hacía

más marcada la división social, misma que se agudizó a lo largo del siglo XX.

Dichas divisiones sociales representarían la semilla de la inconformidad que

germinó en forma de revueltas campesinas, obreras y el surgimiento de diversos

partidos y periódicos de oposición.

Para contrarrestar esto movimientos insurrectos Porfirio Díaz echó mano a

“el ejército, las fuerzas rurales, la policía, sus jefes policiacos, la ley fuga, el exilio

a Quintana Roo y las cárceles”4 para calmarnos, muchos de estos intentos de

apaciguamiento terminaban en matanzas, la producción de los periódicos se veía

interrumpida y sus editores eran encarcelados. Este principio, guardando sus

debidas proporciones, se puede comparar con la Guerra Sucia desatada por el

gobierno mexicano durante la segunda mitad del siglo XX la cual controlaba los

movimientos de estudiantes y sectores marginados del país.

3
John Kenneth Turner, México Bárbaro (México: Editores mexicanos unidos, 2013) p. 67
4
Ibídem p. 120
A forma de conclusión del apartado, consideramos pertinente

enunciar un suceso que repercutió en la formación de la nación y entidad

mexicana: la Revolución Mexicana. Si bien, no se vivió en pleno porfiriato sino en

su etapa de más incertidumbre este acontecimiento marcó el fin del porfiriato en

todos sus sentidos. De igual forma, ganó una unificación del país creando una

identidad nacional que sentaron base para la consolidación de las instituciones

políticas, específicamente los partidos y facciones, que surgieron durante todo el

siglo XX.

Entendiendo la historiografía como el progreso de la articulación entre el

conocimiento del pasado y la conciencia histórica, es decir, la transformación del

conocimiento del pasado en conciencia viva y actuante nuestro propósito fue hacer

una historiografía del siglo XIX para identificar los procesos que dieron paso a la

formación de una nación a grandes rasgos en un ensayo. Sin embargo, le

ofrecemos al lector tres claros puntos fundamentales y su concatenación que

consideramos repercuten en la creciente idea de nación y su metamorfosis en el

siglo XX a partir de estas nociones.


BIBLIOGRAFÍA

Brom, Juan. Esbozo de historia de México. México: Grijalbo, 2005

Escalante, Pablo, ed. Nueva historia mínima de México. México, D.F.: El Colegio de

México, 2004.

González, Francisco, et.al. Del porfirismo al neoliberalismo. México: Quinto Sol,

2007.

Sierra, Claudia. Historia de México 2: a la luz de los especialistas. México: Otro

Mundo, 2010.

Turner, John K. México Bárbaro. México: Editores Mexicanos Unidos, 2013.

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