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Carmen Velazco Ramos

Universidad ESAN

¿Conoce a profesionales, con una formación técnica sólida, que ejer-


cen cargos de gobierno en una empresa o en el Estado pero que no
pueden controlar su vida, sus gustos o sus emociones? ¿Quizá, a al-
gún estudiante universitario intelectualmente competente, pero con
un futuro académico incierto porque no lidera su vida? ¿Alguno de
estos personajes es víctima de la depresión, el phubbing, la compra
compulsiva o la cultura del descarte y se denomina a sí mismo inca-
pacitado para salir de los problemas personales? ¿Es posible preve-
nir estas situaciones?

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L a educación actual, especialmente la


universitaria y la secundaria preuniver-
sitaria, tiende a poner todo su esfuerzo en
nes con gran capacidad intelectual, mu-
chos de los cuales saben diferenciar lo
correcto de lo incorrecto, tienen una for-
la generación de competencias cognitivas, mación técnica exquisita, pero no logran
en la adquisición de conocimientos y de in- alcanzar el éxito. ¿Por qué? Por falta de
formación actualizada. Sin embargo, ello voluntad, por carecer de un carácter enér-
de por sí no garantiza que los alumnos ob- gico que les permita superar dificultades,
tengan la actitud y las habilidades sociales aprender de los fracasos y mantener la ini-
necesarias para desarrollar, a lo largo de su ciativa hasta alcanzar aquello que se les
carrera, un liderazgo efectivo sostenible presenta como bueno o mejor.
—primero, sobre su vida, y, luego, sobre su
equipo— que sirva como uno de los funda- Para Bass y Steidlmeier (1999), el ca-
mentos claves en su relación con otras per- rácter importa en el liderazgo. En el mismo
sonas, el buen gobierno o las buenas prác- sentido, Drucker y Maciariello (2006) afir-
ticas dentro de un grupo de trabajo, y que man que el carácter es el medio por el cual
sea percibido como ventaja competitiva en se ejercita el liderazgo. Esta afirmación ad-
un mercado laboral altamente globalizado. quiere sentido pleno si se atiende a que, en
Para conseguir tal objetivo, es necesario muchas ocasiones, las ideas no se com-
retomar un modelo educativo que refuerce prenden hasta que se hacen vida propia;
la formación del carácter como base para cuando se dejan de vivir, se dejan de com-
la adquisición de este liderazgo, a partir de prender (Morales, 2011). Así, la puesta en
una pedagogía de la acción anclada en cua- práctica de rasgos como la empatía, la
tro pilares: exigencia, constancia, espíritu asertividad, la responsabilidad, la sinergia,
de superación, y capacidad de reflexión y el buen humor, entre otros hábitos, impulsa
juicio crítico. la consolidación del liderazgo personal y,
por añadidura, refuerza la autoridad moral
En un entorno globalizado tan cambian- frente a un equipo de trabajo. Si la persona
te, como el que vivimos, es fundamental carece de carácter, ya puede tener grandes
forjar en cada estudiante universitario — destrezas intelectuales, pero terminará por
sobre todo, en aquellos dirigidos hacia el destruir el recurso más valioso de la organi-
gobierno de las organizaciones, sean priva- zación: el talento humano (Drucker, 1975).
das o estatales— la capacidad de liderar
equipos de trabajo, no solo mediante el En este contexto, nuestra reflexión aca-
otorgamiento formal de un rol directivo (la- démica se centrará en actualizar la impor-
tín potestas), sino, principalmente, por la tancia de la formación del carácter de los
posesión de la autoritas romana: la autori- estudiantes universitarios encaminados
dad moral que arrastra con el ejemplo a los hacia el gobierno de las organizaciones,
demás miembros del equipo hacia el objeti- tanto públicas como privadas, para promo-
vo propuesto, cualidad indispensable en un ver la adquisición y/o consolidación de un
auténtico líder. liderazgo efectivo, personal —primero— y
con proyección hacia los demás —des-
La oferta educativa actual centra su pués—. Asimismo, se propondrá un mode-
atención, sobre todo, en la adquisición, por lo educativo basado en cuatro principios
parte del estudiante, de un acervo sólido que serán puestos en práctica mediante la
de conocimientos, técnicas y métodos que llamada «pedagogía de la acción».
le permitan acceder a la mayor cantidad de
fuentes fiables actualizadas, si es posible Los conceptos claves para una recta
por vía electrónica. Sin embargo, este mo- comprensión del tema son: liderazgo
delo educativo carece de una pieza muy efectivo, educación y carácter.
importante: la formación de la voluntad
adiestrada para el esfuerzo, la energía que Por liderazgo efectivo entendemos la
brinda un carácter forjado al calor de un habilidad para descubrir, guiar y promover
ideal, que permita convertir en realidad los un adecuado equilibrio entre los objetivos
proyectos, sueños y deseos del estudian- de la organización y la maximización de las
te. Vemos, pues, a nuestro alrededor, jóve- capacidades de los recursos humanos con

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los que se cuenta, según la definición la persona para forjarse; a diferencia del
acuñada por Stephen Covey (2003), en la temperamento, que se origina en la genéti-
misma línea que Fernández Aguado (2002). ca (puede ser flemático o sanguíneo, por
ejemplo). El liderazgo solo puede formarse
Por educación se entiende, siguiendo a a partir del carácter (Havard, 2007).
Dewey, «la reconstrucción o reorganiza-
ción de la experiencia que da sentido a la
experiencia presente y aumenta la capaci- Principios educativos para la
dad para dirigir el curso de la experiencia formación del carácter
subsiguiente» (citado por Gómez, 1998:
278). El objetivo de la educación es, pues, En primer lugar, partimos del hecho de que
formar a la persona que piensa, juzga y ac- el liderazgo efectivo solo es posible si quien
túa en todo momento según la recta razón lo ejerce goza de un liderazgo personal.
(Morales, 2011). Nemo dat quod non habet: nadie da lo que
no tiene. Si no se posee la capacidad de
El carácter es un conjunto de hábitos; la dirigir la propia vida hacia los objetivos tra-
huella, la marca personal; lo que permite zados, ¿a quién y cómo se pretende dirigir?
definir el estilo, la manera de ser, de sentir, El autoliderazgo resulta ser fundamental
de reaccionar de una persona (Covey, para la adecuada gestión del talento en las
2003). Implica «una voluntad fuerte, impul- organizaciones. Conseguirlo no es solo un
sada por un corazón tierno y apasionado asunto de talento innato; es, sobre todo,
que vive para los demás» (Morales, 2013: una cuestión de carácter que, siguiendo a
54). El comportamiento habitual de una Covey (2003), implica la formación progre-
persona suele ser el resultado de su carác- siva, en los estudiantes, de hábitos orienta-
ter. Este concepto no es un componente dos a la independencia personal que pro-
natural, sino que requiere del esfuerzo de mueven la autoconfianza, indispensable

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para llegar a una adecuada interdependen- conferencias, charlas o coloquios, si no se


cia que permita un alto nivel de liderazgo aventura a poner en práctica la reforma del
efectivo. carácter, no solo durante su paso por la
universidad —que es una suerte de «pista
En segundo lugar, asumimos que la for- de despegue»—, sino a lo largo de toda la
mación del carácter y la fuerza de voluntad vida (Morales, 2011). Para desarrollar este
se encuentran íntimamente relacionadas. principio se requiere de un orden de vida;
Como afirma Gómez (1998), una persona enseñarle al estudiante a querer pocas co-
de carácter es aquella que se mantiene fir- sas (step-by-step), ser realista, tener pa-
me en sus convicciones, elige por sí misma ciencia consigo mismo y con los demás.
y supera los obstáculos en tiempos de ad-
versidad. Solo una persona que posee un En lo que se refiere al espíritu de supe-
carácter forjado en la exigencia, la cons- ración, Amstrong lo define como la «capaci-
tancia, el espíritu de superación y la re- dad del espíritu humano que te faculta para
flexión acompañada del juicio crítico, es enfrentarte a un peligro con firmeza y sin
capaz de liderar su vida y, por ende, liderar miedo» (citado por Álvarez de Mon, 2003:
un equipo de manera efectiva (Morales, 103). Implica «No cansarse nunca de estar
2011). Hacia estos cuatro pilares debe ser empezando siempre» (Morales, 2011: 108).
enfocada toda educación universitaria que El estudiante debe ser entrenado para lu-
pretenda forjar jóvenes con un liderazgo char dentro y fuera de sí, contra sus inclina-
efectivo en la sociedad y, particularmente, ciones naturales (pereza, distracción, des-
en el gobierno de esta. piste, malas costumbres) y el ambiente que
lo rodea (peer pressure, relativismo cultu-
En cuanto a la exigencia, Morales (2011: ral, la cultura del menor esfuerzo», la cultu-
7) parte de una idea central: «… a los jóve- ra del descarte). Este espíritu combativo
nes si se les pide poco no dan nada, si se les es decisivo para el liderazgo personal, pues
pide mucho dan más». Ello implica firmeza ayuda al estudiante a no dejarse desanimar
de carácter para transformar ideas en ac- o desalentar por las dificultades o contra-
ciones, por encima de desalientos y dificul- tiempos que entraña la consecución de un
tades. Pero, más que exigir, es importante objetivo, al calor de un ideal. En este con-
inculcar en el estudiante la necesidad de la texto, no importa sufrir varias derrotas o
autoexigencia para mantener en todo mo- fracasos; lo que interesa es no cansarse
mento la búsqueda de la excelencia; impri- nunca de luchar, y la única forma de ense-
mir en él un gran ideal que sirva de fuerza ñar esto a los jóvenes es haciéndolos lu-
motivadora para su proceso de mejora con- char: «No hay que enseñarles a nadar y
tinua. Esta, a grandes rasgos, se desarrolla luego echarlos al agua para que aprendan a
teniendo objetivos claros y precisos, aplica- nadar como exigiría la lógica, sino echarlos
dos a cosas concretas y reales: por ejem- al agua para que aprendan a nadar» (Mora-
plo, plazos efectivos para entregas de tra- les, 2011: 73), por medio, sobre todo, del
bajo, y puntualidad a la hora de entrada y cumplimiento de un horario con la guía de
salida de clases. un mentor.

Respecto al segundo pilar educativo, El último pilar, la reflexión, persigue en-


Álvarez de Mon (2003) afirma que la cons- señar a los estudiantes a pensar con pro-
tancia es imprescindible y ocupa un lugar fundidad, orden y nitidez; a utilizar el pen-
irreemplazable. «La repetición es el éxito samiento crítico para valorar sus
ensayado y aunque monótono y aburrido, actuaciones y las de los demás; a empren-
engendra familiaridad y confianza» (2003: der proyectos o desembarcarse de ellos.
161). En general, la adquisición de hábitos De manera gráfica, puede afirmarse, con
requiere el ejercicio disciplinado y constan- Álvarez de Mon (2003: 159), que:
te de una acción para que pueda ser inter-
nalizada por la persona. El tiempo se encar- ... si la constancia inquebrantable, la deter-
ga de deshacer todo lo que se hace sin minación férrea y la fidelidad incondicional
contar con él. Por eso, no resulta suficiente no son inspiradas y gobernadas por una in-
que el estudiante reciba cursos, asista a teligencia capaz de atisbar el atasco del trá-

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fico, leer las direcciones y preguntar a los ¿Cómo formar el carácter?: la
nativos del lugar, cada minuto perseverante pedagogía de la acción
y móvil nos puede alejar de nuestra meta.
Una vez definidos brevemente los princi-
El cultivo de la reflexión evita que los pios básicos, abordaremos la metodolo-
estudiantes vivan de manera superficial la gía de enseñanza-aprendizaje en el marco
realidad en la que se desenvuelven, sea po- de la definición de educación acuñada por
lítica, social, económica o personal. No se Dewey. El punto de partida de esta peda-
trata del empleo de una razón especulati- gogía radica en el ahora. La experiencia
va, sino, más bien, práctica, con vistas a real se presenta como centro del trabajo
una acción inmediata, para lo cual se deben personal. Es en el momento presente
seguir tres pasos: observar la realidad, juz- donde se desarrollan las capacidades del
garla de manera razonable y objetiva, y ac- estudiante, dejando de lado los idealis-
tuar. La reflexión, pues, nos lleva no solo a mos irrealizables del futuro, además de
constatar sin ilusionismos la realidad y a constituir el espejo que refleja el dominio
transformarla con valentía y decisión, sino progresivo de la persona sobre sí misma y
también a cultivar la personalidad, identifi- su manera de pensar y actuar (Gómez,
car las fortalezas del propio carácter, para 1998).
reforzarlas, y las áreas de mejora, para re-
formarlas (Morales, 2011). Y esto solo es De lo anterior, es fácil deducir un segun-
posible si continuamente se atiende a una do elemento: la pedagogía de la acción.
reflexión profunda sobre las posibilidades Como las ideas no se comprenden hasta
del propio ser, sobre la propia conciencia que no se ponen en práctica, es necesario
(Covey, 2003). que, además de los conocimientos teóricos

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obtenidos en asignaturas como habilidades hacer ‘lo que le pide el cuerpo’, lo que
gerenciales o liderazgo transformador, los dictan las ganas, no se necesitan moti-
estudiantes sean inmersos en la acción vaciones) (De Gregorio, 2007: 179).
para que logren interiorizar la idea; deben
comprometerse para comprender el autén- d) Es importante creer mucho en pocas
tico valor del compromiso (De Gregorio, cosas, porque solo cuando una idea ha
2007). llegado a penetrar la estructura de la
persona, se convierte en cimiento de la
La educación especulativa ilustra la in- acción. Álvarez de Mon (2001: 169)
teligencia, pero la adquisición de rasgos afirma:
de carácter propios de un líder efectivo
requiere que estos sean trabajados en el ... un líder con un mínimo de poso filosófico
día a día, en el otorgamiento de responsa- ha de tener tres, cuatro o cinco conviccio-
bilidades reales que no solo ayuden a los nes profundas y personales sobre lo que
requiere una vida humana digna y plena.
estudiantes a desarrollar competencias,
Son sus asideros para caminar, sus raíces
sino, principalmente, a conocerse para para volar. A partir de ellas, relativizará lo
acertar en aquellos rasgos de carácter demás, regalará tolerancia y humor, dialo-
que deben potenciarse y aquellos que se gará sobre todo y con todos.
deben reformar. Según Abilio de Gregorio
(2007), en su pragmática educativa, la pe-
dagogía de la acción mantiene unos ele- e) Requiere de progresividad, del aprendi-
mentos característicos, que se explican a zaje por etapas, con objetivos y trayec-
continuación: torias visibles trazadas de antemano
para el educando. Este irá percibiendo
el avance siempre que el aprendizaje se
a) Se centra en lo concreto y real. Por encuentre encerrado en coordenadas
ejemplo: nombrar estudiantes para ser delimitadas de tiempo y espacio que lo
líderes de equipos, de aula, de activi- conviertan en una realidad alcanzable.
dades específicas organizadas por la
institución educativa. Aquí, la tarea f) Una vez iniciado el proceso de forja de
principal no es solo delegar, dar dosis la voluntad por parte de los estudiantes,
de empowerment, sino saber monito- se emplea un aprendizaje cooperativo
rear o controlar, dar explicaciones, en- (teamwork). El líder de un equipo, más
señar al estudiante a perder el miedo al que imponer ideas a quienes lo
fracaso, lo que resulta ser un medio integran, tiene que hacerles pensar,
efectivo de aprendizaje. enseñarles a preocuparse por los
demás (Morales, 2011).
b) Implica una pedagogía activa (cada en- g) La acción debe ser dirigida, primero, y
cargo tiene por finalidad aprender a autodirigida, después. La tarea más hu-
reflexionar con vistas a la acción inme- manizante es poner al estudiante en
diata, a la resolución de problemas) disposición de autodirigirse, de contro-
que invita al educador a sacar las mejo- lar su propio pensar y hacer, encamina-
res capacidades del estudiante, po- do hacia un fin. Para ello, es indispensa-
niéndolo en disposición de conocer sus ble, apunta De Gregorio (2007: 184),
limitaciones, de aceptarlas y, en la me- «embridar sus tendencias con amorosa
dida de lo posible, superarlas. exigencia». En un principio, el educador
debe corregir errores, desalentar o im-
c) Requiere del secreto del arte de moti- pedir la proliferación o arraigo de hábi-
var, requisito indispensable en la acción tos inapropiados para el liderazgo (exa-
educativa si se pretende mover, esti- gerado apego a los criterios propios,
mular y sostener la voluntad y la con- intolerancia ante opiniones contrarias,
ducta del estudiante para que este pro- inestabilidad en los estados de ánimo).
duzca el esfuerzo necesario en orden al Esta exigencia exterior, en un plazo
logro de las metas que trasciendan el razonable pasará a convertirse en au-
mero horizonte de la pulsión vital (para toexigencia. El estudiante pasará de la

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corrección exógena a la autocorrección, Conclusiones


en una lógica de mejora continua de sus
capacidades. El desarrollo de un liderazgo efectivo de
los estudiantes en los centros de forma-
Partiendo del contínuum de la madurez ción universitaria es indispensable si se les
establecido por Covey (2003), el itinerario concibe como los futuros gobernantes de
que seguirán los estudiantes, sobre todo instituciones públicas o privadas. Promo-
cuando inician su periodo de formación uni- ver esta necesidad requiere de la revalora-
versitaria (entre los 16 y 17 años), debe es- ción de una asignatura olvidada: la forma-
tar acorde con las leyes naturales de creci- ción del carácter —la que habitualmente
miento, debe promover un camino cuyo suele ceder espacio a la formación técnica
punto de partida se inicie en la dependencia del estudiante—, cuyo objetivo debe estar
cognitiva, volitiva y emocional, tienda hacia encaminado a formar personas reflexivas,
la independencia o autodominio de su for- constantes, con capacidad para autoexi-
ma de pensar y actuar, hasta conquistar la girse y con un alto espíritu de superación.
interdependencia, un desenvolvimiento en
clave cooperativa. Para lograr este objetivo se requiere de
la pedagogía de la acción, que involucra no
Como afirman Fertman y Van Linden solo un desempeño activo del alumno en la
(1999), trabajar con adolescentes el desa- realización de diferentes tareas cotidianas,
rrollo de hábitos o rasgos de carácter, como sino, principalmente, del mentor o profe-
la honestidad, la verdad, la cooperación, el sor, quien con paciencia y buen humor le
respeto, la responsabilidad, la esperanza, la sirve de guía y de soporte para que conti-
determinación y la lealtad, brinda, al mismo núe hasta que adquiera la capacidad de
tiempo, los cimientos para el desarrollo de autoeducarse y estar en aptitud de gober-
líderes competentes y efectivos. nar en forma responsable a los demás.

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