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¿QUÉ DICEN LAS BASESBASES DE LA REFORMA


PROCESAL CIVIL NACIONAL EN CURSO?

Por Jorge W.
Peyrano

Desde Agosto de 2016 hasta Marzyo de 2017, trabajó una comisión de


expertos en Derecho Procesal Civil para elaborar el texto de las basesBases
que constituirán el principal insumo del futuro Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación. Su labor contó con la colaboración y supervisión
del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Inicialmente, se resolvió erradicar al proceso de familia y a los


procesos colectivos del tenor del futuro CPN; de ahí la falta de referencia a
ellos en las basesBases. ÉsEstas han tenido un propósito claro: finiquitar con
la “cultura del parche”; es decir, generar reformas parciales que,
habitualmente, conservan y aún agudizan los vicios ya conocidos. Se ha
optado por orientarse hacia la configuración de un cuerpo legal nuevo,
distinto y diferente.

Cabe acotar que las basesBases no incluyen regulación normativa


alguna, si no que se limitan a aportar conceptos definitorios de cómo será el
CPN que vendría a reemplazar el que data de 1967, tantas veces
modificados sin que ello arrojara ventajas computables. También ha
conspirado en pro de la decisión de “cambiar de código”, la circunstancia de
la sanción del Código Civil y Comercial de la Nación que ha consagrado la
figura de un juez activo y protagonista; configuración que exige una
instrumentación procesal al tono.

Si algo caracteriza a las BasesBases es su profesión de fe en la


oralidad efectiva y en su mejor derivación, la inmediación procesal. Se debe,
entonces, considerar central, lo que estipula en materia del juicio ordinario
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por audiencias (con sus correspondientes audiencias preliminares y de vista


de causa), que deberán ser video grabadas tal y como ya es de uso corriente
en algunas provincias (1). Eso sí, debe subrayarse que el juicio ordinario por
audiencias no es, ni podría ser, un proceso completamente oral sino que se
trata de un proceso mixto (2).

Claro está que la atención y tiempo que demanda la tramitación de un


proceso ordinario por audiencias, reclama vías “aliviadoras” del sistema
procesal mediante mecanismos que posibiliten soluciones prontas y
expeditas. De ahí que las BasesBases (lo adelantamos) acojan el proceso
monitorio (3) y los procesos de justicia inmediata, especialmente aptos para
“aliviar” al sistema de la plétora habitual de actuaciones judiciales.
Asimismo, Habitualmente, destaca la creación en las BasesBases de una
Oficina Judicial, tema más o menos inédito en nuestro medio. Será la
encargada de toda la tramitación administrativa y de gestión que
actualmente cumplen jueces y camaristas. Así, la recepción y entrega de
escritos, la confección de comunicaciones procesales, la fijación de la
agenda de audiencias, la administración de las salas de audiencia, el dictado
de resoluciones de mero trámite, etc. Se prevé la decisión de eliminar los
Jjuzgados y cCámaras concebidos a la vieja usanza como unidades más o
menos autónomas, siendo reemplazados por cColegios de jueces, cuyos
integrantes cumplirán tareas exclusivamente jurisdiccionales asistidos por
algunos relatores.

Seguidamente, haremos una reseña de otros aspectos principales del


contenido de las basesBases.

Se subraya que se propone enumerar los principios generales del


proceso civil, concibiéndolos como verdaderas construcciones jurídicas
operativas idóneas para solucionar conflictos y no sólo para constituir un
repertorio de buenas intenciones. Daremos cuenta de algunos de los
principios procesales enumerados, en atención de su novedad o
implicancias. Veamos. La proscripción del abuso procesal en todas sus
formas (cautelar, recursivo, incidental, etc.), superación del concepto de
debido proceso y reemplazo por el más omnicomprensivo de la tutela
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judicial efectiva, validación de la actividad judicial oficiosa -cuya extensión


dependerá de las circunstancias del caso- y no sólo del impulso procesal
oficioso, flexibilidad de las formas procesales que incluye la posibilidad de
que el juez, fundamentadamente, altere el esquema procesal aplicable
siempre que ello no afecte derechos (4), el principio de no exigibilidad de
otra conducta que dispensa la falta de observancia de una conducta procesal
y que convalida su reemplazo por otra. Dicho principio se ha invocado para
modificar judicialmente el arranque del plazo de prescripción en materia de
daños ambientales acumulativos. En el campo del derecho transitorio (ley
procesal en el tiempo), las BasesBases prefirieron el sistema de la
ultraactividad del código “viejo”, dependiendo la aplicación del nuevo CPN
de que las causas fueran promovidas después de su entrada en vigencia. Ello
por el efecto disruptivo que posee la irrupción de un nuevo esquema
procesal muy distinto del anterior.

Ya en terreno todavía más procedimentalista, las BasesBases consagran la


indelegabilidad, en todo momento, de la presencia de los jueces en las
audiencias, cuya inobservancia se sanciona con nulidades radicales o
insanables que deben funcionar auún cuando en el caso hubiera mediado
consentimiento por quien pueda hacerla valer.

En lo tocante al proceso monitorio –ya en funciones, exitosamente, en


varias provincias- las basesBases han optado por el sistema español,
validando un amplio campo de acción para dicho instituto y no sólo para
reclamar el cumplimiento de obligaciones líquidas y exigibles de dar sumas
de dinero. Se propone eliminar la recusación sin expresión de causa.

Las BasesBases optan por ampliar el espectro de situaciones que


justifican la producción de prueba anticipada no limitándola a la
concurrencia de “urgencia”. Así, cuando la producción de la prueba puede
facilitar el éxito de gestiones conciliatorias. Incluyen, siempre en el terreno
probatorio, la propuesta de las reglas clásicas en materia de distribución del
onus probando, sin olvidarse de aludir a la incidencia de las “cargas
probatorias dinámicas”.
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Las basesBases eliminan la “antipática” facultad judicial de


“seleccionar prueba”, es decir, ponderar únicamente las pruebas que se
reputan esenciales. Por añadidura y por fortuna, se proponen acabar con la
medioeval absolución de posiciones a la que se reemplaza por la
“declaración de parte”. Se inclinan por regular específicamente las
declaraciones de menores con menor edad de la mínima para prestar
testimonio.

En materia de medios impugnatorios, se tiende a unificar los plazos


recursivos y se propone estipular como regla el efecto no suspensivo o
diferido de los recursos concedidos. Además, condena el instituto del
reenvío por las obvias demoras y complicaciones que acarrea y se inclinan
por aceptar el instituto –hoy todavía predominantemente pretoriano- de la
reposición in extremis (54).

En la faz de ejecución, siguen confiando en el Poder Judicial, a


diferencia de lo que sucede en otros países (6). Arbitran una novedad
procesal consistente en la fijación de una audiencia de liquidación y pago
donde ambas partes deben presentar una liquidación de créditos y costas. La
falta de asistencia importa la aprobación de la liquidación. Además, se
considera beneficiosa la instauración de la declaración judicial de bienes
para mejor averiguar la solvencia del deudor, y también la motorización de
las astreintes no pecuniarias, vale decir (aquellas donde la amenaza no
consiste en una penalidad pecuniaria).

En cuanto a la elogiable ejecución provisional de sentencia firme, las


Bases han adoptado el recomendable modelo uruguayo, exigiendo
contracautela por parte del ejecutante para tornarla viable. Para reforzar el
esquema de ejecución se incluye como regla que las decisiones en el seno
del proceso de ejecución son irrecurribles.

A modo de balance, puede señalarse que mucho y bueno propician las


Bases como insumo y condicionante del texto del nuevo Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación. Seguramente algo faltará y, quizás, algún
exceso de entusiasmo habrá generado yerros, pero lo que importa es su
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apertura a lo diferente. En los tiempos que corren donde se debate la


posibilidad del funcionamiento de inteligencias artificiales en ámbitos
tribunalicios (7) suena irremediablemente anacrónico proseguir defendiendo
institutos y formatos procesales decimonónicos.

Miles Davis decía “No toques lo que está ahí (en el pentagrama) toca
lo que no está” para significar la necesidad de, a veces, apartarse de lo
conocido para aventurarse por caminos diferentes. Ojalá que, de ahora en
más, el “pentagrama” procesal civil ostente mejores y más afinados
registros.

CITAS
(1). Por ejemplo, la Provincia de Río Negro.
(2). Así, vgr. los actos de postulación (demanda, contestación,
reconvención) se deberán materializar por escrito.
(3). Morahan, Mariano, “El procedimiento monitorio”, Editorial
Delta.
(4). Peyrano, Jorge W., “El juez modulador del proceso civil”, en La
Ley, Boletín del 23 de Noviembre de 2016.
(5). Vide: “Revocatoria ‘in extremis’”, obra colectiva del Ateneo de
Estudios del Proceso Civil de Rosario.
(6). Es el caso de Francia.
(7). Conf. “La primera inteligencia artificial predictiva al servicio de
la justicia: Prometea”, por Juan Gustavo Corvalán, en La Ley, Boletín del 29
de Septiembre de 2017 e “Inteligencia artificial, prevención de daños y
acceso al consumo sustentable”, por Demetrio Alejandro Chamatropulos, en
La Ley, Boletín del 4 de Octubre de 2017.
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