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Agronomía Mesoamericana

ISSN: 1021-7444
pccmca@cariari.ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica
Costa Rica

Chacón, Alejandro
La suavidad de la carne: implicaciones físicas y bioquímicas asociadas al manejo y proceso
agroindustrial
Agronomía Mesoamericana, vol. 15, núm. 2, 2004, pp. 225-243
Universidad de Costa Rica
Alajuela, Costa Rica

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=43715214

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AGRONOMÍA MESOAMERICANA 15(2): 225-243. 2004

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

LA SUAVIDAD DE LA CARNE: IMPLICACIONES FÍSICAS Y


BIOQUÍMICAS ASOCIADAS AL MANEJO Y PROCESO
AGROINDUSTRIAL1

Alejandro Chacón1

RESUMEN ABSTRACT
La suavidad de la carne: implicaciones físicas y bio- Meat tenderness: Physical and biochemical facts
químicas asociadas al manejo y proceso agroindustrial. related to agricultural and industrial process. Nowadays,
Actualmente, el problema de la suavidad de la carne repre- the problem of meat tenderness is of great concern among
senta una gran preocupación entre los productores, dado que producers because this parameter has become the most
esta variable ha demostrado ser el principal criterio con base important criteria upon which consumers judge meat quality.
al cual los consumidores juzgan la calidad de la carne. El This problem is especially critical when it is also a proven
problema es especialmente importante si se considera que fact that one of every four sensorial experiences of the
una de cada cuatro degustaciones de la carne resultan insatis- consumer is unsatisfactory when eating meat. This paper
factorias para el consumidor. Este trabajo abordó los princi- overviews the main aspects determining meat tenderness
pales aspectos asociados con la suavidad de la carne tales co- such has structural and chemical composition of meat,
mo la estructura y composición de la carne, el fenómeno de muscular contraction, biochemical postmortem changes
la contracción muscular, los cambios bioquímicos post mor- (rigor mortis and meant aging) and the general effects caused
tem como el rigor mortis y la maduración, y el efecto general by industrial processing when cooking and freezing. General
debido a las operaciones del procesamiento industrial como methods for improving meat tenderness and the biochemical
la cocción y el congelamiento. Métodos generales para el activity of the calcium ion dependent papain like cisteine
mejoramiento de la suavidad son discutidos, así como la ac- proteases (CALPAIN) are also reviewed.
tividad bioquímica e importancia de las enzimas CALPAI-
NAS (calcium ion dependent papain like cisteine proteases). Key words: meat, biochemistry, tenderness, calpain,
enzymes.
Palabras claves: carne, bioquímica, suavidad, calpaina,
enzimas.

Aspectos generales sobre la carne y su aceptabilidad rra, el hombre fue dando una gran importancia no sólo
a la fuente de la carne que consume, sino también al ma-
La importancia de la carne como fuente de alimen- nejo de la misma una vez obtenida (Libby 1986). Pro-
tación para el ser humano data de tiempos muy primiti- cesos como la salazón, el ahumado y el secado ya eran
vos tal y como lo demuestran numerosos documentos comunes en los tiempos prehistóricos (Prince et al.
de muy diferentes culturas (Belitz et al. 1985). Con el 1976), y constituían fuentes de conservación básica pa-
desarrollo de la ganadería, la carne toma su papel pri- ra el ganadero primigenio. Al día de hoy, el estudio de
mordial en la dieta humana, no estando exenta sin em- la carne y de su calidad constituye una de las principa-
bargo de manifiestos problemas en su calidad que des- les áreas que integran la investigación en ganadería de
de entonces constituye un reto importante para el engorde y tecnología de los alimentos (Rodríguez
productor. Es así como a medida que se fueron desarro- 1986). La razón es simple, pues es en el manejo, sacri-
llando las diferentes civilizaciones sobre la faz de la tie- ficio y posterior conservación y preparación de la carne,

1 Recibido para publicación el 27 de febrero de 2004.


2 Estación Experimental Alfredo Volio Mata. Facultad de Ciencias Agroalimentarias.
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es como se define la calidad y la suavidad de la misma, La inconsistencia en la suavidad de la carne es un


por lo cual una adecuada sincronización de estas gran problema que afecta a la industria (Field et al.
variables genera una mejor aceptación y por ende ma- 1997). Muchos consumidores coinciden en que la car-
yores posibilidades para el ganadero y el industrial. ne es en muchas ocasiones dura, tanto así que una de
cada cuatro experiencias de consumo resulta insatisfac-
En un sentido estricto y para el lenguaje popular, se toria (Smith 1997). Datos como este hacen que la in-
define como carne a la musculatura esquelética de los vestigación de metodologías orientadas a solucionar es-
animales de sangre caliente tales como el ganado ovino, te problema sea de una alta prioridad industrial hoy en
vacuno, porcino o aún equino. Desde un punto de vista día (ABBA 1998).
legal y más amplio, el concepto de carne se hace exten-
sivo a todas aquellas partes de los animales de sangre
caliente que el hombre utiliza para su alimentación (Be- Factores relacionados con la suavidad de la carne
litz et al. 1985). Desde esta perspectiva, también se in-
cluyen entonces las vísceras, la grasa, la sangre y los ór- Muchos son los factores asociados a la dureza que
ganos tales como la lengua, el hígado, los riñones, los son descritos por la bibliografía. Entre ellos se puede
sesos, etc (Potter 1978; Belitz et al. 1985). La carne de mencionar el tamaño del músculo, existiendo mayor
las aves y los peces tienden a ser llamadas carnes blan- suavidad a menor tamaño, la localización del músculo
cas para diferenciarlas de la carne proveniente de anima- en el animal vivo, la función fisiológica del músculo
les de cuatro patas o carnes rojas (Potter 1978). (Bayliss 1995), la edad del animal, la especie (Brithish
Nutrition Fundation 1988), el sexo, factores genéticos
Como alimento, la carne es una fuente primaria de (Epley 1992), procesos industriales posteriores a la ma-
proteínas de alta calidad, vitaminas y de minerales co- tanza (Smith 199; Bayliss 1995), y hasta el temperamen-
mo el hierro (Rodríguez 1986). La composición de la to del animal (Voisinet et al. 1997). Contrariamente a la
carne varía según la especie, la edad y el sexo. Estas di- creencia popular, el tipo de alimentación suministrada al
ferencias no deben ser vistas como curiosidades deriva- animal no tiene un efecto importante o al menos de rele-
das del análisis, pues en gran parte determinan la acep- vancia práctica en la dureza (Epley 1992; Mills et al.
tación y la calidad sensorial final de la carne (Cole et al. 1992; Jeremiah et al. 1998; Sinclair et al. 1998), siendo
1975). La composición química típica de la carne pro- únicamente de interés cuando en la dieta se incluyen ar-
veniente de los mamíferos se detalla en el Cuadro 1. bitrariamente β antagonistas como el cimaterol y el clen-
buterol que pueden favorecer el endurecimiento (Berge
et al. 1993; Speck et al. 1993; Eisemann 1996; Simmons
Cuadro 1. Composición química porcentual del músculo es- et al. 1997). Estas sustancias constituyen un grupo de
quelético en los mamíferos después del rigor mortis compuestos que emulan la acción bioquímica de la adre-
pero antes de los cambios degradativos post mortem. nalina y la noradrenalina (Eisemann 1996).
Componente Porcentaje (%)
Todos los factores anteriores comparten un funda-
Agua 75,0 mento común: la composición de la carne y el compor-
Proteína miofibrilar 11,5 tamiento de esta posteriormente al sacrificio. Funda-
Proteína sarcoplasmática 5,5 mentalmente la dureza de la carne se encuentra
Tejido conectivo 2,0 determinada por la ultra estructura que conforman los
Grasa 2,5 diferentes componentes de la misma tales como las pro-
Carbohidratos 1,2
Sustancias misceláneas 2,3
teínas, la grasa y el tejido conectivo, así como por la
cantidad y calidad de estos componentes (Willems et al.
Fuente: Cole & Lawrie, 1975. 1997, Takahashi 1992, Epley 1992, 1998, Texas A&M
University 1999, Rodríguez 1986). De este modo la
composición y organización estructural sumadas a los
La jugosidad, el sabor y la suavidad son los principa- cambios bioquímicos postmortem son elementos im-
les componentes sensoriales asociados con la carne portantes al describir el mecanismo que define la textu-
(Epley 1992). Mientras que la jugosidad y el sabor cier- ra final de un corte de carne (Ouali 1990).
tamente contribuyen con el agrado general, los consumi-
dores catalogan a la suavidad como el variable más im-
portante asociado a la aceptación final de la carne (Smith Componentes estructurales del músculo asociados
1997). Lo anterior es de gran importancia, sobretodo si con la textura
se considera que aunque la jugosidad y el sabor normal-
mente no varían significativamente, la dureza puede va- La grasa (Nishimura et al. 1999), el tejido conecti-
riar considerablemente entre un corte y otro (Epley 1992). vo (Bruce et al. 1990) y las proteínas miofibrilares

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(Foegeding et al. 1995) han sido descritos como facto- importante aún, entre las moléculas individuales de co-
res relacionados con la textura de la carne. lágeno. Estos enlaces, denominados puentes cruzados,
aumentan la estabilidad y provocan una disminución de
la proteólisis hidrolítica y de la solubilidad del coláge-
Grasa no, a la vez que hacen que este tejido no reaccione fa-
vorablemente al cocinado (Zaglul 1983). Por lo tanto
Mucha de la grasa presente en el animal vivo es puede afirmarse que el colágeno afecta la textura gra-
eliminada una vez que el mismo es sacrificado (Swa- cias a la estabilidad de los enlaces internos de las molé-
tland 1999). La principal relación atribuida a la grasa culas de tropocolágeno y de las moléculas de colágeno
con respecto a la suavidad de la carne radica en el he- individuales entre sí; estabilidad que aumenta con la
cho de que esta podría depositarse intramuscularmente edad, la actividad, el género y la especie del animal
en forma abundante en los animales bien alimentados. (Cole et al. 1975). La proporción relativa de los puen-
Como resultado se produce un debilitamiento del tejido tes cruzados intermoleculares que son solubles con
conectivo intramuscular mejorándose en teoría la textu- aquellos que son más estables e insolubles, constituye
ra general (Nishimura et al. 1999). No obstante, este un factor de mayor peso al evaluar la textura que el con-
proceso denominado “marmoleo” ó “marbling” (Potter tenido total de colágeno en sí (Zaglul 1983).
1978), es en teoría sólo aplicable a ciertos cruces de ga-
nado que son capaces de depositar cantidades de grasa
intramuscular no menores al 8% (Nishimura et al. Proteínas miofibrilares y sarcoplasmáticas.
1999). Además la evidencia científica a este respecto
no es muy abundante (Swatland 1999), estando la gra- Amplia evidencia experimental otorga un papel
sa entonces teóricamente más asociada a la jugosidad preponderante a las proteínas miofibrilares por encima
que a la dureza final. del colágeno en cuanto a la textura se refiere, no sólo
por sus características estructurales sino además por los
cambios bioquímicos postmortem en que estas se ven
Tejido conectivo involucradas (Ouali 1990; Suzuki et al. 1993; Yama-
noue et al. 1994; Geesink et al. 1995; Taylor et al.
El tejido conectivo hace una contribución aprecia- 1998).
ble a la dureza de la carne (Swatland et al. 1997), más
de la que se puede atribuir a la grasa. Se encuentra Tradicionalmente las proteínas del músculo han si-
compuesto de dos fracciones principales: el colágeno y do divididas en dos grupos según su solubilidad en las
la elastina. La elastina corresponde a la fracción del te- disoluciones salinas. Así las proteínas sarcoplasmáticas
jido conectivo con propiedades más elásticas y suele son solubles en soluciones de baja fuerza iónica (0,05
encontrarse prioritariamente en aquellos músculos que M) mientras las miofibrilares lo son en las de alta fuer-
presentan mucha actividad. Esta resiste condiciones za iónica (0,5 M) (Hultin et al. 1995).
químicas muy severas como la acidez, la alcalinidad y
el calor que usualmente destruyen al colágeno; esto ha- La actina, la miosina, las troponinas y la tropomio-
ce afortunado el que no sea muy abundante en general, sina son las principales proteínas miofibrilares. La ac-
pues de ser así se tendrían cortes muy duros por los cua- tina representa el 25% del peso de las proteínas miofi-
les se podía hacer poco en términos del mejoramiento brilares y suele tener una masa de 43.000 Da
de la suavidad (Swatland 1997). aproximadamente (Murray et al. 1990). La forma bási-
ca de la actina es la actina G que es una cadena lineal
El colágeno es el principal componente del tejido delgada. Dos cadenas de G actina se polimerizan en
conectivo (Zaglul 1983), y puede ser un aspecto rele- una doble hélice lineal que en conjunto se denomina ac-
vante al analizar la textura. Se encuentra compuesto tina F. La tropomiosina es una molécula fibrosa lineal
por fibrillas conformadas por largas moléculas de tro- bicatenaria que se adhiere en el surco de la hélice que
pocolágeno. Estas moléculas a su vez están formadas forman las dos actinas G cuando estas se agrupan para
por tres cadenas de polipéptidos entramados de manera formar la actina F. A la tropomiosina a la vez se unen
tal que forman una triple hélice, estructura que otorga la las troponinas que son tres moléculas llamadas TnT,
estabilidad a la molécula de colágeno (Belitz et al. TnI y TnC de peso molecular similar y cercano a los
1985). El contenido, la estabilidad, y el grado de enla- 17.000 Da. La fracción TnT une a la troponinas restan-
ce de las moléculas que conforman el tropocolágeno tes con la tropomiosina; la fracción TnI interactúa con
varía con el sexo, la edad y el tipo de músculo (Swa- la miosina, mientras que la TnC tiene la capacidad de
tland 1997). A medida que los animales maduran, se da ligar Ca2+. Dado su bajo peso molecular, las troponi-
un aumento en los enlaces de tipo covalente entre las fi- nas y la tropomiosina tienen poco efecto en la dureza fi-
bras que conforman las moléculas de colágeno, y más nal de un corte de carne desde un punto de vista de

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resistencia física a la mordida (Heinze et al. 1994). No Los sarcómeros se encuentran separados unos de
obstante bioquímicamente son vitales en el proceso de otros por una estructura denominada línea Z. Adheri-
contracción muscular, por lo cual colaboran indirecta- dos perpendicularmente a la línea Z se encuentran fila-
mente a la textura final, dado que a mayor contracción mentos delgados principalmente constituidos por acti-
muscular se genera más dureza en la carne (Murray et na. Dado que el sarcómero está delimitado por dos
al. 1990). La miosina constituye un 55% de la proteí- líneas Z, se tienen dos grupos de filamentos de actina,
na miofibrilar y es un hexámero lineal asimétrico de también denominados bandas I, dirigidos desde los ex-
unos 46.000 Da. Está constituida por dos filamentos tremos hacia el centro del sarcómero. En la parte cen-
gruesos fibrosos de cabeza globular entrelazados en tral del sarcómero, entre las bandas I opuestas, se ubi-
una doble hélice. La parte globular de la proteína pue- can unos filamentos gruesos formados por miosina que
de interactuar con el ATP mientras la parte lineal no integran la llamada banda A. Los extremos de estos fi-
globular se une a la actina F. lamentos gruesos se enlazan a los extremos libres de las
fibras de actina de las bandas I. En la parte central de
En términos generales, un músculo esquelético se la banda A existe una región denominada zona H, la
encuentra conformado por células alargadas y estrechas cual corresponde a la parte de la banda A que no está li-
llamadas fibras las cuales se disponen en forma parale- gada a las bandas I cuando el sarcómero está relajado.
la unas con respecto a las otras. Las fibras se encuen- La zona H se encuentra a su vez dividida por una ban-
tran encerradas en una delicada membrana plasmática da oscura denominada línea M, la cual tiene una fun-
integrada por lipoproteínas, mucopolisacáridos y tejido ción de soporte (Belitz et al. 1985). En la Figura 1 se
conectivo denominada sarcolema (Price et al. 1976). detalla la organización estructural del músculo y del
Rodeando al sarcolema y separando cada fibra de las sarcómero.
demás, se localiza una fina capa de tejido conectivo de-
nominada endomisio. Las fibras integran conjuntos de-
nominados haces, los cuales se encuentran a su vez ro-
deados por una capa ligeramente más gruesa de tejido
conectivo denominada perimisio. De manera homólo-
ga a las fibras, los haces de fibras musculares se agru-
pan para formar el músculo encontrándose rodeadas de
una capa gruesa de tejido conectivo llamada epimisio.

Las fibras musculares constituyen las unidades ce-


lulares básicas del músculo (Swatland 1999). Son cé-
lulas multinucleadas y extremadamente largas que pue-
den llegar a medir varios centímetros. Cada fibra está
compuesta por unidades denominadas miofibrillas, las
cuales finalmente se encuentran integradas por un arre-
glo de proteínas miofibrilares (Cole et al. 1975). Las
miofibrillas están incluidas en el citoplasma de cada cé-
lula muscular, el cual se denomina sarcoplasma (Price
et al. 1976). En el interior de la fibra, las miofibrillas
se encuentran envueltas longitudinalmente y cada una
por separado por el retículo sarcoplasmático, el cual es
un complicado sistema de vesículas y túbulos que re-
visten por completo a cada miofibrilla (Price et al.
Figura 1. Organización ultraestructural del músculo.
1976).

Un arreglo entrecruzado de filamentos gruesos de


miosina y delgados de actina conforman las miofibri- Cambios Post-mortem en el procesamiento de la
llas. Estos arreglos se encuentran agrupados en unida- carne
des básicas secuenciales denominadas sarcómeros. Los
sarcómeros conforman la unidad contráctil básica del Rigor mortis
músculo (Belitz et al. 1985; Swatland 1999), y tiene por
ello una gran importancia en los procesos que determi- El proceso de contracción muscular en el músculo
nan la dureza final de la carne (Swatland 1999). viviente es en esencia un acortamiento del sarcómero

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provocado por el movimiento relativo que se da entre ra a medida que la contracción es más acentuada (Swa-
los filamentos de actina y de miosina (Cole et al. 1975). tland 1999).
Como reacción a un estímulo nervioso, se libera una se-
ñal en forma de acetilcolina que llega a la membrana La organización estructural del sarcómero y los
del sarcómero donde se encuentra el retículo sarcopla- mecanismos de la contracción son muy importantes pa-
mático (Murray et al. 1990). El retículo sarcoplasmáti- ra entender la textura final, pues estos se intercalan con
co mantiene grandes cantidades de Ca2+ inmobilizado los procesos fisicoquímicos, enzimáticos y metabólicos
gracias a una sustancia llamada calsecuestrina (Gordon propios de los cambios postmortem que transforman el
et al. 2000). A través de canales transversales el calcio músculo en carne destinada al consumo (Ouali 1992,
entra y se pone en contacto con los sarcómeros, aumen- Bruce et al. 1990, Taylor et al. 1995).
tando la concentración de este ión hasta unos 10-5
mol/l. El ión se fija a la troponina TnC formándose el Una vez sacrificado y desangrado un animal finali-
complejo TnC.4 Ca2+ (Murray et al. 1990). Esta unión za el flujo de oxígeno al músculo, siendo la poca canti-
cambia la conformación de la tropomiosina adherida a dad remanente en estos tejidos rápidamente consumido
las troponinas, dándose un cambio de forma tal que ha- (Swatland 1999, Belitz et al. 1985). Bajo estas condi-
ce que la tropomiosina se retire y permita a la actina y ciones anaerobias el ciclo de Krebs se encuentra dete-
la miosina ponerse en contacto en el área de la cabeza nido. La necesidad de energía lleva a las células a con-
globular de esta última. Se forma así una unión estable sumir el ATP existente con rapidez, y a reponer el
entre miosina y actina. Esta cabeza globular es capaz mismo usando ahora la vía glicolítica anaerobia. En es-
como se dijo de hidrolizar al ATP. Al efectuar esta hi- te proceso por cada molécula de glucosa se generan dos
drólisis parcial del ATP se forma en la cabeza un com- moléculas de ATP y dos moléculas de piruvato (Bishop
plejo llamado ADP-Pi-Miosina lo cual hace que esta et al. 1999). Posteriormente, la enzima denominada
cabeza cambie de forma y de posición (Gordon et al. lactato deshidrogenasa cataliza una reacción que inte-
2000). Como la cabeza está muy unida a la actina, al gra un hidrógeno a la molécula de piruvato generando
cambiar de posición arrastra consigo a la actina (a la ácido láctico (Swatland 1999). La generación del ATP
cual estaba unida) provocando un desplazamiento. por esta vía continúa hasta el agotamiento del glucóge-
Después de provocado el desplazamiento, la cabeza de no. A medida que se alcanza este punto, se va presen-
miosina libera el ADP-Pi apenas entra en contacto con tando un descenso en el pH muscular a consecuencia de
un nuevo ATP adoptando la configuración inicial y rei- la acumulación de ácido láctico, llegándose hasta valo-
niciando el ciclo de modo que se va contrayendo cada res aproximados de 6,5 ó inclusive por debajo de 5,8
vez más el músculo (Murray et al. 1990; Gordon et al. (Belitz et al. 1985).
2000). Así mientras la concentración de Ca2+ sea alta
y exista ATP disponible el sarcómero continua contra- La contracción y relajación muscular requieren del
yéndose. Este movimiento provoca en un sarcómero ATP como fuente energética. Antes de que una molé-
que los filamentos de actina ubicados en los extremos cula de miosina pueda liberarse de la actina durante la
avancen uno hacia el otro, inclusive hasta el punto de contracción del sarcómero, es requerido el ATP. Al
traslaparse (Cole et al. 1975). Los filamentos gruesos agotarse el ATP, la miosina se mantiene adherida a la
se deslizan en medio de los delgados, de manera que la actina aún si el músculo está tratando de relajarse (Swa-
banda A mantiene un tamaño constante a medida que tland 1998). Como consecuencia al agotarse el ATP
las bandas I se acercan una a la otra (Swatland 1998). producido por la glicólisis anaerobia el músculo se en-
Al desaparecer el estímulo el retículo sarcoplasmático durece notablemente, estado que se denomina rigor
retira el calcio que fue liberado al principio a través de mortis y que se alcanza entre las 10 y 24 horas posterio-
bombas dependientes del calcio hasta que la concentra- res a la muerte (Belitz et al.1985). La caída del pH tie-
ción baja a menos de 10-7 mol/l; así el complejo TnC.4 ne influencia directa en la capacidad de retención del
Ca2+ desaparece; la tropomiosina se reacopla; termina agua del músculo la cual es menor a bajos pH. Este
la interacción actina-miosina y el proceso se revierte descenso también altera las interacciones entre las pro-
(Murray et al. 1990). La energía requerida para este teínas miofibrilares afectando la fragmentación de las
proceso proviene de la hidrólisis del ATP (Belitz et al. mismas y por ende la dureza final (Swatland 1999).
1985) y es muy importante notar que tanto para con-
traer como para relejar el músculo se requiere de ATP. En base a lo antes mencionado es importante el
control en el manejo del animal antes del sacrificio. Un
La contracción es muy importante al evaluar la du- animal que sufra de mucho maltrato antes del sacrificio
reza de la carne, dado que cuando los sarcómeros están es muy probable que sea presa del estrés e hiperactivi-
contraídos, se presentarán más proteínas aglutinadas a dad, iniciando como consecuencia la producción en vi-
lo largo de las fibras musculares (Rodríguez 1986). Así da de ácido láctico que posteriormente afectará la cali-
la carne con sarcómeros contraídos tiende a ser más du- dad de la carne. Así mismo si un animal no experimenta

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un ayuno total controlado 24 horas antes de la matanza, suavidad, y ser causantes de sabores indeseables y cre-
es muy probable que al ser sacrificado posea mucha cimientos microbianos (Epley 1992; Parrish 1999).
energía en forma de glucógeno en el músculo. Por ello
este animal tendrá mucha fuente de glucógeno para El descenso en el pH, el rigor mortis y la madura-
trasformarlo en ácido láctico durante el rigor mortis ge- ción se encuentran muy estrechamente relacionados,
nerando una mayor contracción y una acidez muy baja sobretodo si se toma en cuenta que entre mayor sea la
(Belitz et al. 1985). Ambos resultados no son deseables dureza que alcanza el músculo durante el rigor, es me-
en la carne. nos lo que la maduración puede hacer para revertir la
misma (Swatland 1999).

Maduración
Sistemas enzimáticos asociados con la proteólisis y
Una vez completado el rigor mortis, se inician la maduración
cambios en la carne que tienden a hacer que la misma
se vuelva progresivamente más suave, a la vez que se Los principales sistemas enzimáticos ligados con
mejora el sabor y el aroma (Jones et al. 1991; Epley la degradación proteolítica del músculo son las colage-
1992; Troy 1994; Xiong et al. 1996, Swatland 1999, nasas, las proteasas alcalinas, y principalmente las pro-
Parrish 1999). Estos cambios que ocurren naturalmen- teinasas neutras activadas por calcio y las catepsinas
te en los tejidos musculares almacenados en refrigera- (Ashie et al. 1997).
ción, ya sean empacados al vacío o suspendidos en la
canal, se denominan en conjunto maduración. La me- Muchos autores coinciden en otorgar a las protei-
joría en la suavidad alcanzada por medio de la madura- nasas neutras activadas por calcio ó calpaínas, un papel
ción es generalmente común a todas las especies de ga- crucial y preponderante en los cambios asociados con
nado (Campo et al. 1999). la maduración, aún por sobre las catepsinas (Parr et al.
1999; Huang et al. 1998; Gil et al. 1998; O´Halloran et
El proceso de maduración es en sí complejo, no al. 1997; Simmons 1997; Hortos et al. 1994; Uytterhae-
obstante amplia evidencia experimental establece que gen et al. 1992; Uytterhaegen et al. 1994; Alarcón et al.
los cambios se deben a la acción de sistemas enzimáti- 1995; Chow 1996; Cridge et al. 1994; Dransfield 1994;
cos endógenos los cuales se encuentran relacionados Koohmaraie 1994; Dransfield 1993; Wheeler 1998;
con la ruptura de las proteínas miofibrilares claves res- Taylor et al. 1998; Prigge et al. 1998; Huang et al.
ponsables de la estructura muscular (Buts et al. 1987; 1998). Las catepsinas están más relacionadas con la
Taylor et al. 1995; Ouali 1992; Epley 1992; Troy 1994; proteólisis a temperaturas cercanas a los 20 ºC, por lo
Koohmaraie 1994; Parrish 1999; Swatland 1999). A di- cual en teoría no habrán de ser un factor de peso duran-
ferencia de las proteínas miofibrilares, el tejido conec- te la maduración en refrigeración.
tivo no es significativamente fragmentado y difícilmen-
te cambia durante el período de maduración, por lo cual Las calpaínas constituyen una amplia súper familia
la mejoría en la suavidad no es atribuible a cambios im- de proteinasas intracelulares citosólicas dependientes
portantes en el colágeno o la elastina (Stanton 1989; Ta- del Ca2+, cisteína específicas y manifiestas en muchas
kahaski 1992; Nishimura et al. 1998, Parrish 1999). isoformas, las cuales se encuentran ampliamente distri-
buidas en todos los tejidos y muestran una actividad re-
La entrada en acción de las enzimas proteolíticas gulada a valores de pH fisiológicos (Sorimachi et al.
está relacionada con el pH que se da en el músculo du- 1997; Suzuki et al. 1998; Prigge et al. 1998; Ono et al.
rante la formación del rigor mortis. Debido a esta va- 1998; Gilchrist 1999). Este sistema enzimático ha sido
riación abrupta del pH, se acelera el rompimiento de la encontrado en todas las células de los vertebrados, aun-
membrana de los lisosomas, la cual es sensible a valo- que no existe evidencia de su presencia en plantas (Goll
res de pH extremos, liberándose así las proteasas cau- 1997). En los mamíferos se encuentran omnipresentes
santes de la actividad autolítica (Rodríguez 1986; Pur- en todos los tejidos siendo sus características generales
chas et al. 1993; Yu et al. 1986; Troy 1994; Beltrán et variables según la especie y la ubicación (Kawashima
al. 1997). et al. 1998; Goll et al. 1999).

Durante la maduración, el aumento en la suavidad Identificadas por primera vez en 1964 en el cerebro
se da rápidamente durante los primeros 3 ó 7 días, pe- de ratas, y purificadas finalmente por Ishura en 1978,
ríodo después del cual esta mejoría es relativamente pe- las calpaínas fueron denominadas inicialmente como
queña. Períodos de maduración más prolongados a tem- CANP por su nombre en inglés Calcium Activated
peratura de refrigeración pueden favorecer poco a la Neutral Protease (Sorimachi et al. 1997; CaBP Data

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Library 1999). Finalmente en 1991, siguiendo las reco- las calpaínas que es suficiente para producir un mejora-
mendaciones de la Conferencia Internacional en Cata- miento apreciable en la suavidad de la carne, especial-
bolismo Intracelular de Proteínas, se adopta el nombre mente si se permite un período de maduración apropia-
Calpain el cual corresponde a la simplificación de Cal- do (Wheeler 2000).
cium Ion Dependent Papain Like Cisteine Protease
(Sorimachi et al. 1997). A partir de calpain deriva el En el músculo esquelético, la µ-calpaína, la µ/m-
término castellano de calpaína, el cual es de uso común calpaína y la m-calpaína se encuentran generalmente en
actualmente (Knecht 1999, Universidad Autónoma de cantidades muy similares, existiendo suficiente calpas-
Barcelona 1999). tatina como para inhibir a todas ellas (Goll et al. 1992;
Goll et al. 1999). La calpastatina tiene igual capacidad
En los mamíferos el sistema enzimático de las cal- inhibitoria sobre las tres calpaínas (Sorimachi 1999;
paínas está integrado por tres proteínas omnipresentes Suzuki 1999), acción que sólo puede efectuar en pre-
bien caracterizadas, y por varias formas complementa- sencia de calcio (Kinbara et al. 1998).
rias que son específicas tanto de la especie como de ca-
da tejido (Sorimachi et al. 1997; Goll 1999; Suzuki Las calpaínas µ, µ/m y m están constituidas sin ex-
1999; Sorimachi 1999). A pesar de que este sistema de cepción por dos subunidades diferentes asociadas entre
enzimas ha sido bien caracterizado, la relación existen- sí, de manera tal que cada calpaína es en realidad un he-
te entre su función y su estructura, así como su mecanis- terodímero. Así cada calpaína está conformada por una
mo de regulación, su estructura tridimensional, y su pa- subunidad larga de aproximadamente 80 kDa llamada
pel fisiológico, son aspectos no del todo comprendidos µCL, µ/mCL ó mCL según el tipo de calpaína, y por
hoy día (Goll et al. 1992; Baki et al. 1997; Goll 1997; una subunidad pequeña de aproximadamente 30kDa
Sorimachi et al. 1997; Elce et al. 1997; Ono et al. 1998, que es idéntica en los tres tipos de proteasa y que es de-
Suzuki 1999; Sorimachi 1999). Estas proteínas, que se nominada 30K (Sorimachi et al. 1997; Ono et al. 1998;
consideran pertenecientes a un grupo evolutivo diferen- Kinbara et al. 1998; Sorimachi 1999; Suzuki 1999).
te al de otras proteasas como la papaína, las catepsinas
y las caspasas (Sorimachi et al. 1997), se vinculan espe- Tal y como se puede apreciar en la Figura 2, tanto la
culativamente con funciones biológicas relacionadas unidad larga como la corta pueden dividirse en secciones
con el Ca2+ tales como la mitosis y la diferenciación ce- denominadas dominios, los cuales presentan diferentes
lular, transmisión de señales, regulación enzimática y características funcionales. La unidad larga está confor-
procesos propios de la membrana plasmática (Goll et al. mada por cuatro dominios. La función de los dominios
1992; Goll 1997; Suzuki et al. 1998). También pueden I y III de la subunidad larga aún no ha sido esclarecida
tener un papel en patologías degenerativas tales como la
hipertensión, distrofia muscular, artritis reumatoide, ca-
taratas y con la enfermedad de Alzheimer (Ono et al.
1997; Kinbara et al. 1998; Suzuki et al. 1998).

Las cuatro calpaínas omnipresentemente manifies-


tas en lo tejidos de los vertebrados se conocen con nom-
bres derivados a partir de sus requerimientos de calcio:
µ−calpaína, µ/m-calpaína, m-calpaína y la calpastatina.
La µ/m-calpaína ha sido encontrada hasta el día de hoy
sólo en aves (Sorimachi et al. 1997).

La µ-calpaína requiere de concentraciones micro-


molares de Ca2+ (3-50 µM) para alcanzar la mitad de su
actividad máxima mientras que la m-calpaína necesita
de concentraciones milimolares (200-1000 µM). La
µ/m-calpaína es activa en el rango de 3-1000 µM y la
calpastatina actúa como regulador o inhibidor de las
tres formas antes mencionadas para todas las concen-
traciones de Ca2+ (Goll et al. 1992; Baki et al. 1996;
Goll 1997; Ono et al. 1998; Suzuki et al. 1998; Kinba-
ra et al. 1998; Sorimachi et al. 1997; Goll et al. 1999).
El pH óptimo in vivo de estas enzimas se estima entre
7,2 Y 8,2 (Goll et al. 1992). No obstante, aún a valores Figura 2. Estructura esquemática de las subunidades larga y
de pH menores al óptimo se registra una actividad de corta que conforman el heterodímero en las calpaínas.

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(Sorimachi et al. 1997; Ono et al. 1998), aunque se es- tuida por dos unidades asociadas en una estructura de
pecula que el dominio I puede estar relacionado con la heterodímero: Una fracción larga sobre la que recae la
regulación de la activación de la enzima y el dominio III actividad proteolítica y una fracción corta reguladora
puede tener un papel en la identificación de los substra- común a todas las calpaínas (Sorimachi et al. 1997; Ono
tos (Sorimachi 1999; Suzuki 1999). El dominio II co- et al. 1997; Hahn-Jun et al. 1998; Kinbara et al. 1998;
rresponde a la sección proteolítica que contiene residuos Ono et al. 1998; Sou et al. 1999; Sorimachi 1999; Suzu-
catalíticos de cisteína, aspargina e histidina. Este domi- ki 1999).
nio posee una secuencia de aminoácidos muy similar al
de otras proteasas de cisteína como las catepsinas y la En cuanto a la conformación de la calpastatina, es
papaína, lo cual explica el origen del término “calpain” poco lo que se conoce, pues aún no se ha esclarecido
(Ono et al. 1998). Dado que el dominio II es propio de del todo su estructura secundaria exacta (Sorimachi et
las subunidades largas, la actividad proteolítica de las al. 1998). En rasgos generales, se considera que es un
calpaínas es ejecutada exclusivamente por estas subuni- polipéptido integrado por cuatro secciones ó dominios
dades (Sorimachi et al. 1997; Ono et al. 1998; Kinbara inhibidores muy similares de aproximadamente 140
et al. 1998). El dominio IV corresponde a una sección aminoácidos cada uno, y de una sección N-terminal de-
protéica muy similar a la calmodulina, y tiene la función nominada dominio L de tamaño muy variable y hasta
de ligar el Ca2+ utilizando para tal efecto cinco estructu- inexistente según la especie animal (Goll et al. 1999).
ras denominadas EF. Una sexta estructura EF indepen- Cada una de las cuatro secciones homólogas tiene acti-
diente del dominio IV se ubica entre el II y III dominio vidad inhibitoria sobre las calpaínas. Se estima que la
(Ono et al. 1998). calpastatina que se encuentra en el músculo de los bo-
vinos es una unidad de 125 kDa (Shannon et al. 1985,
La subunidad corta 30K está integrada por dos do- Goll et al. 1999).
minios. El dominio V corresponde a una región N-ter-
minal integrada principalmente por residuos de glicina Los mecanismos de activación y de acción de las
y poseedora de una naturaleza hidrofóbica que se pre- calpaínas son en el presente del todo hipotéticos, y por
sume permite interacciones con las membranas celula- lo tanto no definitivos (Goll et al. 1992; Elce et al.
res. Finalmente está el dominio IV’ el cual es de natu- 1997; Suzuki et al. 1998; Suzuki 1999; Sorimachi
raleza muy similar al dominio IV de la subunidad larga. 1999). Uno de los aspectos polémicos hasta la fecha es
El dominio IV’ también liga Ca2+ y posee igualmente el cómo las calpaínas pueden ser activas in vivo, si las
cinco estructuras EF (Sorimachi et al. 1997, Ono et al. concentraciones de Ca2+ que las mismas requieren in
1998, Kinbara et al. 1998, Sorimachi 1999, Suzuki vitro son mucho más elevadas que aquellas que se pue-
1999). No obstante, la estructura EF terminal no liga de esperar se presenten en una célula (Goll et al. 1992;
Ca2+, sino que está más relacionada con la formación Goll 1997; Suzuki et al. 1998; Sorimachi et al. 1997).
del heterodímero. En épocas recientes se ha propuesto un modelo de cas-
cada, en el cual la µ-calpaína, al requerir bajas concen-
Ha sido sugerido que las unidades largas y cortas traciones de Ca2+ se activa primero y baja la necesidad
pueden asociarse, en ausencia de Ca2+, para dar origen Ca2+ de la m-calpaína, permitiendo la activación de es-
a la estructura de heterodímero gracias la interacción no ta última en el ámbito celular (Tompa et al. 1996, Sori-
polar recíproca de la quinta estructura C-terminal EF de machi et al. 1997). Bajo este modelo, las calpaínas se
los dominios IV y IV’ respectivamente (Sorimachi et al. consideraban más bien como proenzimas inactivas has-
1997, Suzuki et al. 1998, Sou et al. 1999). Por medio ta el momento en que el Ca2+ se ligaba a los dominios
de la formación del heterodímero, tanto la fracción lar- IV y IV’, provocado así cambios conformacionales que
ga como la corta adquieren una mayor estabilidad (So- conducían a la autólisis de las subunidades largas y cor-
rimachi et al. 1997, Suzuki et al. 1998). tas; la unidad larga así liberada estaba lista entonces pa-
ra ejercer su acción proteolítica (Goll et al. 1992; Kin-
El papel de la 30K no es del todo comprendido aun- bara et al. 1998).
que se sabe que su presencia es necesaria para que se re-
gistre la actividad proteolítica. Se especula que esta su- Actualmente es más aceptado el así llamado meca-
bunidad actúa como “chaperona” de la subunidad larga nismo de disociación-autólisis, el cual enriquece el me-
regulando la sensibilidad de esta por el calcio. Dado canismo de cascada con nuevos elementos generados
que la 30K es común a todos los tipos de calpaína, las por la evidencia experimental. En teoría, al ligarse el
diferencias presentes en cuanto a los requerimientos de Ca2+ a los dominios IV y IV’, se provoca dentro de la
calcio dependen de la fracción larga que es la que varía, calpaína un cambio conformacional conocido como
ejerciendo la 30K su actividad reguladora según las ca- translocación, el cual hace que las regiones no polares
racterísticas de cada fracción larga (Sorimachi 1999; Su- relacionadas con dichos dominios queden expuestas en
zuki 1999). Así es definitiva, cada calpaína está consti- la superficie de la molécula (Goll et al. 1992; Elce et al.

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CHACÓN: IMPLICACIONES FÍSICAS Y BIOQUÍMICAS DE LA SUAVIDAD DE LA CARNE 233

1997, Suzuki et al. 1998). Se estima que las subunida- zuki et al. 1998). Es de esperar que la µ-calpaína se ac-
des largas ligan entre una y dos moléculas de Ca2+ tive directamente por medio de la vía de disociación-
mientras que las 30K ligan 4 moléculas (Goll et al. autólisis, y que ésta una vez activa contribuya a activar
1992; Sorimachi et al. 1997). la m-calpaína, aunque se supone que el mecanismo glo-
bal para la activación de la m-calpaína puede ser más
La cantidad de Ca2+ necesaria para la translocación complejo aún (Suzuki et al. 1998).
es mucho más baja que la observada para la separación
completa de las subunidades in vitro. A diferencia de Así tanto por disociación, como por autólisis (Elce
las condiciones in vitro, en la célula viva existen fosfo- et al. 1997), se pueden lograr formas activas de las cal-
lípidos y otros activadores que pueden interactuar con paínas para bajos requerimientos de Ca+2 por interac-
la forma translocada de la calpaína y hacer que esta se ción de la forma translocada con los fosfolípidos. El
disocie en las subunidades larga de 80 kDa y corta de esquema del mecanismo de activación de una calpaína
30kDa a concentración de Ca2+ significativamente ba- se detalla en la Figura 3.
jas (Suzuki et al. 1998). Por otro lado, si existe sufi-
ciente calcio, los fosfolípidos de la membrana pueden La calpastatina por su parte actúa como inhibidor
catalizar también una reacción de autólisis entre las altamente específico de las calpaínas (Hang-Jun et al.
subunidades corta y larga, al bajar el requerimiento de 1998). Esta se liga a los dominios IV y IV’ de las su-
calcio para esta reacción que así puede ocurrir en el ám- bunidades cortas y largas evitando así la posibilidad de
bito fisiológico (Suzuki et al. 1998). Se da así una vía que el Ca2+ pueda interactuar con estas regiones (Sori-
alternativa que puede coexistir con la simple disocia- machi et al. 1998). El efecto inhibitorio reduce tanto la
ción. Durante la autólisis, la masa de la subunidad lar- velocidad como la magnitud del efecto proteolítico de
ga queda reducida a 76 kDa y la de la subunidad corta las calpaínas (Geesink et al. 1999). El mismo puede ser
a 18 kDa, lo anterior debido a la pérdida de 91 aminoá- parcial aún en presencia de un exceso de calpastatina
cidos de la región N terminal rica en glicina de la (Geesink et al. 1998). Dado que tanto en el heterodí-
subunidad corta y de 19 ó 27 aminoácidos de la región mero como en las formas disociadas y autolizadas, los
N terminal de la subunidad larga (Goll et al. 1992, Su- dominios IV y IV’ son completamente funcionales, la

Figura 3. Diagrama del mecanismo de disociación-autólisis de las calpaínas.

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calpastatina puede inhibir a cualquiera de estas formas En los últimos años un nuevo miembro de la fami-
(Goll et al. 1992). lia de las calpaínas que es predominante en el músculo
fue identificado y denominado p94. Dicha proteasa po-
La calpastatina varía en tamaño y cantidad según la see una estructura muy similar a las calpaínas anterior-
especie animal, por ello la cantidad de calpaínas inhibi- mente conocidas y tiene la particularidad de presentar
das por cada molécula de calpastatina es variable y ge- una muy rápida autólisis y de no ser inhibida por la cal-
neralmente fluctúa entre tres y cuatro moléculas de cal- pastatina (Kinbara et al. 1998, Sorimachi et al. 1997,
paína por cada molécula de calpastatina (Goll et al. Sorimachi 1999, Suzuki 1999). La misma se asocia con
1992). En el ganado bovino, la raza cebuina se carac- la titina y la conectina en el músculo esquelético (Suzu-
teriza por tener gran cantidad de calpastatina (Pringle et ki 1999). Sin embargo, no está claro si esta nueva cal-
al. 1996). Para que el efecto inhibitorio pueda darse es paína posee efectos similares sobre las miofibrillas a
necesaria la presencia de calcio, pero en cantidades mu- los que poseen las otras calpaínas, aunque se supone
cho menores a las requeridas para iniciar la activación que este efecto es muy diferente y no contribuye signi-
de las calpaínas (Goll et al. 1992, Yang et al. 1994, Kin- ficativamente al mejoramiento de la suavidad de la car-
bara et al. 1998). La presencia de β-antagonistas se su- ne (Sorimachi 1999, Suzuki 1999). Mucho de lo con-
pone incrementa significativamente la actividad de la cerniente a esta novel calpaína es del todo hipotético
calpastatina (Goll et al. 1999). (Suzuki 1999).

Tanto las calpaínas como la calpastatina, que se lo-


calizan intracelularmente en forma exclusiva, no se en- Métodos para el mejoramiento de la suavidad de la
cuentran libres en el citoplasma de las células muscula- carne
res (Goll et al. 1999). Estas enzimas se encuentran
localizadas mayoritariamente en la línea Z de los sarcó- Inyección con cloruro de calcio
meros, y en menor cantidad se encuentran presentes en
la banda I (Dayton et al. 1981, Kumamoto et al. 1992; Basándose en el potencial de las calpaínas como
Spencer et al. 1992, Goll et al. 1999). Muchos estudios entes proteolíticos que mellan estructuralmente a los
han evidenciado el papel de las calpaínas en la degrada- sarcómeros, y habiéndose establecido que el grado de
ción de la banda Z, rica en titina y nebulina, y de otras contracción y la integridad de los mismos es el factor
proteínas que sirven de unión entre las miofibrillas y la determinante en la dureza final de la carne; muchas han
membrana plasmática, aspectos que están directamente sido las pruebas que hasta el día de hoy han demostra-
relacionados con el mejoramiento post-mortem de la do exitosamente un incremento apreciable en la activi-
suavidad (Goll et al. 1992, Taylor et al. 1995, Savell dad de las calpaínas cuando estas se exponen al efecto
1998, Goll et al. 1999). Las calpaínas degradan a la de CaCl2 agregado intencionalmente a la carne (Kooh-
tropomiosina y a las troponinas T é I. Estos sustratos maraie 1992, Wheeler 1998). De las diferentes formas
contribuyen con la estabilidad de los filamentos grue- de aplicación, entre ellas la marinación, es la inyección
sos y en el mantenimiento de los monómeros de actina mecánica la que ofrece los mejores resultados gracias a
en la forma filamentosa. Además degradan la nebulina, la distribución más uniforme de la disolución salina en
la desmina y la titina, las cuales mantienen la estabili- la pieza (Wheeler 1998). El cloruro de calcio no puede
dad del enrejado que forman los filamentos gruesos y ser suministrado directamente en la dieta del ganado,
delgados; eliminan varias proteínas conocidas como C pues causaría desórdenes graves que generalmente tie-
y M que mantienen las moléculas de miosina ensambla- nen como consecuencia la muerte del animal (Wheeler
das en los filamentos gruesos; y no degradan la actina y 1998).
la miosina (Goll et al. 1991, Goll et al. 1999). Así, los
tres tipos de calpaínas descritos degradan estructural- La inyección mecánica de cloruro de calcio en pie-
mente el sarcómero por igual, pero no degradan signi- zas de carne, puede ser empleada como un método pa-
ficativamente a la actina y a la miosina en aminoácidos ra estimular la acción de las calpaínas y obtener así una
(Goll et al. 1999). La habilidad para degradar las pro- mayor suavidad gracias a la acción proteolítica de di-
teínas responsables del mantenimiento de la estructura chas enzimas sobre las líneas Z de los sarcómeros (Cla-
miofibrilar; la localización en el citoplasma de las célu- re et al. 1997, Wheeler 1998).
las esqueléticas; el contacto directo con los substratos;
y el presentar actividad a valores de pH y de fuerza ió- Los diferentes estudios hasta la fecha realizados
nica propios del citoplasma; son características únicas y sobre esta metodología, sugieren que la misma es teóri-
sólo presentes en las calpaínas que hacen de estas el camente aplicable a todos los cortes indiferentemente
principal sistema proteolítico responsable de la proteó- de la especie, edad, raza y sexo del animal (Wheeler
lisis post-mortem (Koohmaraie 1992, Goll et al. 1999). 1998, Lourdes et al. 1998). Lo anterior se justifica en

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CHACÓN: IMPLICACIONES FÍSICAS Y BIOQUÍMICAS DE LA SUAVIDAD DE LA CARNE 235

el hecho antes expuesto de la omnipresencia de las cal- Aún almacenado en congelación la pérdida es muy sen-
paínas en el ámbito muscular (Sorimachi et al. 1997; sible, siendo hasta del 70% de la actividad en un solo
Goll 1999; Suzuki 1999; Sorimachi 1999). Además, día (Dransfield 1996). Se especula que la pérdida de
otras ventajas del método han sido comprobadas a actividad moderada de la m-calpaína se debe a que la
escala experimental. En primer lugar, sólo los cortes misma se va ligando a la fracción miofibrilar quedando
duros reciben el mayor efecto del tratamiento, perma- gradualmente inactiva (Boehm et al. 1998). Por su par-
neciendo los cortes suaves sin ser afectados: no se da te la calpastatina y la µ-calpaína sufren una rápida de-
así un suavizamiento excesivo en ningún caso (Whee- gradación con el tiempo, la cual inclusive puede ser
ler et al. 1992; Wheeler et al. 1993; Wheeler 1998). Así causada por las mismas calpaínas (Doumit et al. 1999).
mismo, el costo del CaCl2 apto para el uso en alimen-
tos es muy bajo (Wheeler 1998, Solís 1999). Finalmen- El empaque al vacío no sólo es una condición ne-
te el porcentaje de inyección es lo suficientemente re- cesaria del método, si no que además ha demostrado fa-
ducido para que no se registren sabores y olores vorecer ampliamente el mejoramiento de la suavidad de
indeseables en el producto (Wheeler et al. 1993; Lour- la carne (Golovkin et al. 1984). Además, protege la su-
des et al. 1998). No obstante, si se inyecta por encima perficie del alimento contra la contaminación y la dese-
del 5% (m/m) de inyección de una disolución al 3% cación (Muller 1990; Sparakowski 1991); reduce la
(m/v) en CaCl2 recomendado (Wheeler et al. 1993; oxidación (Barbut et al. 1990, Sparakowski 1991); au-
Clare et al. 1997; Wheeler 1998), es posible que se de- menta la vida útil facilitando a la vez el almacenamien-
sarrollen sabores amargos derivados del exceso de ión to (Chomon 1987; Boers 1988; Muller 1990; Becherel
cloruro (Got 1996; Lourdes et al. 1998). 1991); y estabiliza el color en carnes congeladas (Shay
et al. 1987; Farouk et al. 1998). A todo lo anterior se
La carne puede ser teóricamente inyectada en cual- debe sumar la mayor aceptabilidad del producto final si
quier momento antes de los primeros 14 días, aunque se este se encuentra empacado (Costell 1992).
recomienda hacerlo a las 24 horas postmortem una vez
dada la resolución del rigor para mejores resultados Una vez completado el período de siete días en ma-
(Wheeler et al. 1993; Wheeler 1998). La inyección an- duración el tratamiento está terminado y la carne se en-
terior a la resolución del rigor no está recomendada, cuentra lista para su consumo, o bien para ser sometida
pues el calcio contribuiría a dar una mayor contracción otros tratamientos como la cocción o la congelación
de la carne aumentando así la dureza final (Thomson et (Wheeler 1998).
al. 1997). Es importante que la carne no se someta al
proceso de inyección si la misma ha sido curada, pues
los fosfatos en las sales de cura podrían provocar el en- Cocción
lace de los iones de calcio obstaculizándose así el pro-
ceso (Wheeler 1998). El origen de la cocción de la carne es tan antiguo
como la civilización misma, y muy probablemente ocu-
Según las recomendaciones de Wheeler (1998), la rrió en un principio al ser esta expuesta en forma acci-
carne una vez inyectada se empaca al vacío y se madu- dental al fuego o al calor (Kramlich et al. 1984).
ra durante un período de siete días en refrigeración a 7
ºC. Este período es el recomendado para la acción efec- Muchos son los cambios que experimenta la carne
tiva de las enzimas, aunque el mismo puede ser incluso como consecuencia de la cocción: se da la coagulación
mayor; no es aconsejable sin embargo superar los 35 de las proteínas alterándose su solubilidad y el color de
días de maduración (Wichlacz et al. 1995, Clare et al. la pieza (Kramlich et al. 1984; Belitz et al. 1985); el con-
1997, Wheeler 1998). tenido de agua decrece como consecuencia de la dismi-
nución de la capacidad de retención de agua de las pro-
Durante la maduración en refrigeración, la activi- teínas (Cole et al. 1975; Price et al. 1976; Kramlich et al.
dad de la calpaínas y de la calpastatina decrece gradual- 1984; Belitz et al. 1985); la grasa se licúa mejorando la
mente (Kim et al. 1997). En carne bovina, la actividad textura (Potter 1978); muchas enzimas son inactivadas
de la m-calpaína cambia lentamente en los primeros evitándose el desarrollo de sabores indeseables (Kram-
siete días de maduración llegando en este período a un lich et al. 1984); la destrucción de una parte importante
60 % de su actividad inicial; por otro lado, la actividad de la carga microbiana mejora la vida útil (Levie 1974;
de ?-calpaína y de la calpastatina decrece rápidamente Kramlich et al. 1984); la aceptabilidad general se mejo-
llegando hasta un 4% y un 20% respectivamente de su ra al intensificarse el sabor, desarrollarse el aroma y al
actividad inicial (Boehm et al. 1998). La µ-calpaína alterarse la textura (Levie 1974; Cole et al. 1975; Kram-
presenta así un descenso dramático durante el almace- lich et al. 1984; Belitz et al. 1985); y la digestibilidad de
namiento (Dransfiel et al. 1992; Thomson et al. 1996). la carne aumenta (Levie 1974; Cole et al. 1975).

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En términos de la suavidad, dependiendo de las ca- Las calpaínas son sensibles al calor y generalmen-
racterísticas de la carne y del tipo de tratamiento, la te se degradan durante la cocción (Duckett 1999). La
cocción puede disminuir o aumentar la dureza (Potter, calpastatina por su parte es termorresistente y no es des-
1978). Durante un proceso de cocción adecuado, la truida, pudiendo incluso incrementarse su actividad
suavidad se mejora al transformarse el colágeno de su después de un tratamiento térmico (Kim et al. 1997,
forma viscosa original en gelatina mucho más suave, y Duckett 1999). Basándose en lo anterior, es muy pro-
además, se produce una separación de las fibras muscu- bable que no exista un incremento en la suavidad des-
lares que también contribuye a disminuir la dureza (Le- pués de la cocción que pueda relacionarse con la activi-
vie 1974, Cole et al. 1975, Potter 1978, Kramlich et al. dad de las calpaínas (Duckett 1999).
1984, Belitz et al. 1985). Si el proceso no es el indica-
do, se puede provocar una contracción de las fibras
musculares y una pérdida de humedad excesiva que Congelación
provocarían un producto de mayor dureza que la carne
cruda original (Price et al. 1976, Potter 1978). Existe Tradicionalmente se define a la congelación como
evidencia experimental que registra una reducción en el la conservación de alimentos a una temperatura dada
efecto de endurecimiento provocado por la cocción dentro de un intervalo de –10 ºC a –30 ºC, en un estado
cuando piezas de carne han sido inyectadas previamen- tal que la mayor parte del agua contenida en ellos se en-
te con cloruro de calcio (Wulf et al. 1996, Milligan et cuentra presente en forma de hielo (Jamieson et al.
al. 1997). 1974).

En términos generales, los métodos de cocción de Los primeros procedimientos de congelación pues-
la carne pueden ser clasificados en dos categorías: coc- tos en práctica en los albores de la producción industrial
ción por calor seco y cocción por calor húmedo (Levie del frío consistían únicamente en depositar la carne en
1974, Kramlich et al. 1984). La cocción por calor seco cámaras a –10 ºC y sin movimiento de aire; el proceso
envuelve a los métodos donde la carne se cocina rodea- de congelación demoraba entonces hasta una semana y
da de aire caliente como en los hornos, o bien donde es- acarreaba serios problemas de calidad y seguridad. Es-
ta se fríe en grasa; por otro lado, los métodos de coc- tos problemas se solucionan entre 1916 y 1925 al sen-
ción húmeda comprenden aquellos donde la carne se tar Planck las bases tecnológicas de la congelación mo-
cocina por medio de vapores ó líquidos calientes en los derna (Jasper et al. 1978). En la actualidad, las técnicas
cuales se sumerge la pieza (Kramlich et al. 1984). modernas de congelación entre los –18 ºC y –30 ºC per-
miten mantener la carne de res almacenada hasta por
La cocción por medio del calor seco es únicamen- plazos de dos o tres años (Jasper et al. 1978, Potter
te recomendable para aquellos cortes relativamente 1978, Belitz et al. 1985).
suaves de carne (Kramlich et al. 1984). A pesar de que
este método produce un máximo sabor, no suele mejo- Generalmente es aceptado el hecho de que cuando
rar la suavidad al provocar una solidificación de las el proceso de congelación es efectuado de manera ade-
proteínas que generan una textura de mayor dureza (Le- cuada, los cambios adversos en la calidad no son de
vie 1974). mucha importancia (American Meat Institute Founda-
tion 1960, Kramlich et al. 1984).
El calor húmedo contribuye sustancialmente al me-
joramiento de la suavidad gracias a su efecto sobre el Como primer aspecto importante al congelar la
colágeno, por lo cual es el método más indicado para carne, es necesario constatar que la misma complete to-
cocinar piezas de carne de alta dureza (Levie 1974, talmente la resolución del rigor mortis antes de iniciar
Kramlich et al. 1984). Al cocinar con calor húmedo, es el proceso. Se recomienda no congelar antes de trans-
aconsejable el uso de empaques para las piezas los cua- curridas 48 horas después de la muerte (Kramlich et al.
les contribuyan a disminuir la pérdida de jugos durante 1984). De no ser así, se produce el fenómeno denomi-
la cocción (Kramlich et al. 1984). Son estas pérdidas nado “rigor de congelación” ó “cold shortening” que
de jugos las que hacen más recomendable la cocción afecta la dureza y la calidad final de la carne (Price et
con calor seco en aquellos cortes muy suaves que no re- al. 1976, Potter 1978, Kramlich et al. 1984, Belitz et al.
quieran mejoramiento adicional de la textura (Levie 1985, Rodríguez 1986). En este fenómeno se produce
1974). Al cocinar con calor húmedo, los mejores resul- una degradación extremadamente rápida del ATP al
tados se obtienen empleando una combinación de tem- descongelar debido a la acción de la miosin-ATPasa
peraturas inferiores a 80 ºC y largos tiempos (Potter fuertemente activada por el calcio, con la consiguiente
1978, Honikel et al. 1988, Wheeler 1998, Solís 1999). disminución de la capacidad de retención de agua y

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CHACÓN: IMPLICACIONES FÍSICAS Y BIOQUÍMICAS DE LA SUAVIDAD DE LA CARNE 237

contracción muscular (Belitz et al. 1985). El producto El congelamiento rápido, por otra parte, podría re-
final pierde entonces muchos fluidos y es duro a causa sultar conveniente desde un punto de vista de seguridad
de la contracción. Se estima que el efecto del rigor de microbiológica y de costos. La congelación lenta favo-
congelación, o encogimiento en frío como también se rece el desarrollo de microorganismos en la superficie
denomina, puede causar un aumento de cuatro a cinco de la carne que pueden comprometer la calidad y la se-
veces en la dureza de la carne (Zaglul 1983). guridad del producto (American Meat Institute Founda-
tion 1960; Kramlich et al. 1984; Frazier et al. 1985; Je-
El empacado es probablemente el paso más impor- remiah 1999). La congelación rápida es de primordial
tante al preparar la carne para ser congelada (Kramlich importancia en carnes precocidas, dado que al haber si-
et al. 1984). Durante la congelación, la evaporación de do sometidas las mismas a un proceso térmico presen-
la humedad presente en la superficie de la carne puede tan una carga microbiana muy baja (Jeremiah 1999). Si
provocar un serio deterioro del producto si el mismo no se llega a presentar una recontaminación, los microor-
se encuentra debidamente protegido por un empaque ganismos así inoculados tendrían muy poca competen-
impermeable al agua (American Meat Institute Founda- cia, además de un excelente medio de cultivo (Frazier
tion 1960). La deshidratación resultante en la superfi- et al. 1985). El proceso de congelación rápida en túnel,
cie expuesta provoca el fenómeno conocido como supone también un considerable ahorro de espacio en
“quemadura del hielo” o “freezer burn”, el cual se ma- contra del congelado lento dentro de una cámara de
nifiesta en zonas de apariencia oscura y textura áspera, congelación (Pohlman 1971).
registrándose pérdidas de sabor y nutrientes en casos
extremos (American Meat Institute Foundation 1960; La congelación correctamente ejecutada, no tiene
Levie 1979; Kramlich et al. 1984; Frazier et al. 1985; efectos mayores sobre el color, sabor, olor y la jugosi-
Food Safety and Inspection Service 1999). El proble- dad de la carne aun después de varios meses (American
ma de la quemadura del hielo es no obstante un proble- Meat Institute Foundation 1960; Food Safety and Ins-
ma de calidad pero no de seguridad (Food Safety and pection Service 1999). Estos efectos se reducen consi-
Inspection Service 1999). Es importante que el empa- derablemente si se emplea el empacado al vacío (Fa-
que se encuentre adherido al contorno de la pieza, pues rouk et al. 1998). Los cristales formados tienen poco o
los espacios dentro del empaque igualmente dejan la ningún efecto sobre la suavidad de la carne, aunque la
superficie expuesta (Levie 1979; Kramlich et al. 1984). expansión del tejido conectivo registrado durante la
Esto hace muy recomendable el empaque al vacío (Le- congelación puede tener algún efecto mecánico que in-
vie 1979). cremente la suavidad (Levie 1979). No existe eviden-
cia de que la congelación después resuelto el rigor cau-
La velocidad con la cual una pieza de carne se con- se un incremento de la dureza en la carne, excepto en
gela puede o no estar relacionada con cambios físicos y aquellas regiones donde se registren extensivas quema-
químicos relacionados con la integridad de las fibras duras del hielo (Levie 1979).
musculares. Cuando la congelación es rápida, los cris-
tales de hielo formados son pequeños y se forman den- La congelación del músculo bovino tiene un efecto
tro de las fibras musculares; cuando la congelación es desnaturalizante en las proteínas miofibrilares (Wagner
lenta los cristales son grandes y muchos se forman en el et al. 1985). Se dan efectos considerables en la solubi-
exterior de las fibras y en el tejido conectivo (American lidad y en las características termofísicas de estas proteí-
Meat Institute Foundation 1960; Levie 1979; Food Sa- nas, las cuales son más marcadas entre mayor sea el pe-
fety and Inspection Service 1999). No obstante, aún ríodo previo a la congelación (Farias et al. 1989).
durante las condiciones de congelación más rápida, so- Muchas de estas modificaciones irreversibles se dan a
lamente los pocos milímetros correspondientes a las ca- consecuencia de las altas concentraciones transitorias de
pas más exteriores de la pieza de carne se congelan muy sales que se registran durante el proceso de congelación,
rápidamente por lo cual la mayor parte de los cristales especialmente cuando el mismo es excesivamente lento
son extracelulares (American Meat Institute Founda- (Belitz et al. 1985; Frazier et al. 1985; Petrovic et al.
tion 1960; Price et al. 1976). Además, debido a las con- 1993). La desnaturalización, resultado del desdobla-
diciones de almacenaje congelado propias de la indus- miento de la cabeza de la miosina (Wagner et al. 1985),
tria, muchos de los cristales, aún los más pequeños, está relacionada con una baja en la capacidad de reten-
crecen lentamente durante el almacenamiento (Jasper et ción de agua del músculo (Jasper et al. 1978). Dada la
al. 1978; Levie 1979). Con base a lo anteriormente ex- desnaturalización, durante la congelación las interaccio-
puesto, muchas autoridades han coincidido en afirmar nes agua-proteína son remplazadas por interacciones
que existe muy poco o ningún daño mecánico en las fi- proteína-proteína y se disminuye la capacidad para ligar
bras musculares aún durante la congelación lenta el agua (Wagner et al. 1985). Las pérdidas que se gene-
(American Meat Institute Foundation 1960; Levie ran por esta razón al descongelar pueden ser significati-
1979). vas si no se siguió un adecuado proceso de congelación,

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238 CHACÓN: IMPLICACIONES FÍSICAS Y BIOQUÍMICAS DE LA SUAVIDAD DE LA CARNE

no obstante, si el proceso fue exitoso estas pérdidas tie- ASHIE, I.; SIMPSON, B.K. 1997. Proteolysis in food
nen poco efecto sobre la jugosidad (Levie 1979). myosystems. Journal of food Biochemistry 21(2): 91-
123.
Es posible que muy poca actividad enzimática con-
BAYLISS, P. 1995. Chemistry in the kitchen: the chemistry
tinúe durante el almacenamiento congelado, dándose
of flesh foods II. Nutrition and Food Science 2: 21-26.
cierto nivel de proteólisis y por lo tanto una leve mejora
en la suavidad (Levie 1979). Durante la congelación, BAKI, A.; TOMPA, P.; ALEXA, A.; MOLNÁR, O.; FRIE-
las calpaínas no son considerablemente destruidas y re- DRICH, P. 1996. Autolysis parallels activation of
tienen su actividad después de efectuarse la descongela- µ-calpain. Biochem. J. 318: 897-901.
ción; no obstante, no son activas en estado de congela-
ción (Duckett 1999) y su acción es muy limitada en BARBUT, S.; KAKUDA, Y; CHAN, D. 1990. Effects of
carnes que experimenten el fenómeno del rigor de con- carbon dioxide, freezing and vacuum packaging on the
gelación (Zamora et al. 1998). Por otro lado, la calpas- oxidative stability of mechanically deboned poultry
meat. Poultry Science 69(10): 1813-1815.
tatina es especialmente sensible a la congelación y sus
niveles de actividad decrecen muy significativamente BECHEREL, F. 1991. Keeping quality of horse meat in com-
durante el proceso (Whipple et al. 1992; Kim et al. mercial distribution. Viandes et Produits. Carnes 12(1):
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La calidad final de la carne congelada no depende BELITZ, H.W.; GROSCH, W. 1985. Química de los alimen-
solamente de como se efectúa la congelación, sino tam- tos. Zaragoza, España. Ed. Acribia. 813 p.
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ambiente está fuertemente contraindicada debido al al-
stress induced high post mortem pH on protease acti-
to riesgo microbiológico asociado (Food Safety And vity and tenderness of beef. Meat Science 45(2): 201-
Inspection Service 1999; College of Agriculture of the 207.
Fort Valley State University 1999). El método más
conveniente de descongelamiento en términos de la du- BERGE, P.; CULIOLI, J.; OUALI, A. 1993. Performance,
reza final y de seguridad, es aquel que se lleva a cabo muscle composition and meat texture in veal calves ad-
progresivamente en cámaras con movimiento de aire a ministered a beta agonist (clenbuterol). Meat Science
temperaturas de refrigeración (Ambrosiadis et al. 1994; 33(2): 191-206.
Sorowka 1995). A pesar de que este método produce
BISHOP, S.; OLSEN, C.; BULLOCH, S. 1999. B.O.B´s gly-
eventualmente algunas pérdidas de fluídos, es el que
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