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Proverbios 11.2
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes
está la sabiduría.
Introducción
Personas en el pasado tuvieron esta clase de soberbia en sus corazones, y
actualmente también lo hay, y Dios les llevo a la humillación. Veremos algunos
ejemplos de estos y como solucionarlos
E. Tres ejemplos:
1. Satanás: Isaías 14.12-15; Ezequiel 28.17 (quiere estar sobre todos) 1Timoteo
3.6
Timoteo 3:6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación
del diablo.
La “condenación del diablo” no significa el juicio que Satanás trae contra alguien,
sino el juicio que cayó sobre el mismo Satanás a causa de su orgullo. Él
buscó una alta posición para la que no era idóneo, y como resultado fue abatido.
2. David: 1 Crónicas 21.1-6 (quiere la admiración por las personas que tiene)
21:1 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese
censo de Israel.
21:2 Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel
desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo
sepa.
21:3 Y dijo Joab: Añada Jehová a su pueblo cien veces más, rey señor mío; ¿no
son todos éstos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, que será
para pecado a Israel?
21:4 Mas la orden del rey pudo más que Joab. Salió, por tanto, Joab, y recorrió
todo Israel, y volvió a Jerusalén y dio la cuenta del número del pueblo a David.
21:5 Y había en todo Israel un millón cien mil que sacaban espada, y de Judá
cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.
21:6 Entre éstos no fueron contados los levitas, ni los hijos de Benjamín, porque
la orden del rey era abominable a Joab. (joab capitán del ejercito de David)
1. Es pecado: 21.4
21:4 Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.
14:3 En la boca del necio está la vara de la soberbia; Mas los labios de los sabios
los guardarán.
18:23 El pobre habla con ruegos, Mas el rico responde durezas.
3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o
caliente!
3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que
seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza
de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
3:19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
Conclusión