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CURSO:ECONOMIA
Alumno:
Docente:
Trujillo – Perú
ECONOMIA DEL ESFUERZO
Es una medida que nos indica el coste de energía de una actividad a una intensidad
determinada. Una economía del esfuerzo es un factor importante para alcanzar un buen
rendimiento, sobre todo en resistencia. Por ejemplo, podemos ver esto reflejado en las
competiciones de natación, según esto si el competidor da unas brazadas con mejor técnica,
ahorra energía. Por lo tanto, este competidor se cansa menos y tiene ventaja sobre los demás, ya
que estas competiciones se basan en la resistencia.
El principio de escasez es una ley natural que surge por la insuficiencia de diversos recursos (ya
sean materiales o naturales) considerados necesarios y fundamentales para el ser humano,
dándose la condición necesaria de priorizar las necesidades en función del presupuesto disponible.
El principio de escasez es aquel que indica que, dado que las necesidades de las personas son
ilimitadas, los recursos se vuelven escasos. De esta forma, no es posible satisfacer todas las
necesidades y siempre tendremos que elegir entre varias alternativas, en que queremos gastar
nuestros recursos.
En otras palabras, el principio de escasez señala que los recursos son insuficientes para producir
todos los bienes y servicios para satisfacer las necesidades de las personas.
Son las características de la demanda las que contribuyen a definir la escasez de un recurso. Es
decir, su carencia no está definida por su cantidad, sino que responde a una situación en que la
demanda futura esperada supera la oferta prevista, dándose una situación de superávit en el
recurso en cuestión. Las causas son:
El incremento de la demanda.
Tal desajuste entre la oferta y la demanda implica que los precios del bien en cuestión aumentan
hasta que estos indicadores -la oferta y a demanda ya mencionadas- logran un nuevo nivel de
equilibrio. Por lo tanto, las fluctuaciones de precios serían indicadores de escaseces relativas.
Un ejemplo podría ser el cobre. Su escasez está definida por las leyes de explotación relacionadas
con la tecnología vigente y por las posibilidades de sustituirlo con otros productos -aluminio,
plásticos, maderas, fibra óptica etc.- capaces de ejercer las mismas funciones. Si las condiciones
económicas y tecnológicas permiten la explotación de minerales relacionados y/o un proceso de
sustitución automática por otros materiales adecuados, el grado de carencia del cobre se verá
inmediatamente alterado.
La mayor obtención de un bien en cantidades iguales requiere renunciar a cantidades mayores del
bien alternativo. Esto ocurre porque los recursos no son igualmente productivos en actividades
distintas. Además, su Frontera de Producción es cóncava con respecto al origen. Los costos de
oportunidad crecientes surgen porque los recursos o factores de producción (capital y trabajo):
No son homogéneos (es decir, no todas las unidades del mismo factor son idénticas)
Según la ley de la ventaja comparativa, la nación con el precio relativo más bajo tiene una ventaja
comparativa en esa mercancía, pero una desventaja comparativa en la otra, con respecto a la
segunda nación, por lo tanto la especialización debe darse en la mercancía con ventaja
comparativa e intercambiar parte de su producción con la segunda nación por su mercancía con
desventaja comparativa. Sin embargo, cuando la nación se especialice en su mercancía con ventaja
comparativa, estará incurriendo en costos crecientes, lo que dará continuidad a la especialización
hasta que los precios relativos de las mercancías de las dos naciones sean iguales en el nivel en
que el comercio este en equilibrio.
Para entender mejor en que consiste este concepto pongamos los siguientes ejemplos.
Una persona decide invertir su dinero ahorrado. Cierto banco le propone un plazo fijo que tendrá
una tasa de interés del 16%, por otro lado, una entidad privada le plantea que invierta en bonos
que le brindarán un interés del 13%. La persona toma la decisión de invertir sus ahorros en un
plazo fijo, así que el costo de oportunidad será el 13% de ganancias que le habrían proporcionado
los bonos, a los que acaba de renunciar eligiendo el plazo fijo.
Por otra parte, una persona tiene una casa que no habita y que no paga impuesto por la misma.
Tiene dos opciones alternativas: alquilarla por $5000 mensuales o no alquilarla. El costo de
oportunidad de no alquilar la casa estaría representado por $5000 mensuales.
PRINCIPIO DE COSTO DE OPORTUNIDAD CONSTANTE
Cuando los recursos o factores de producción son sustitutos perfectos unos de otros entonces no
es constante
Cuando todas las unidades del mismo factor son iguales entre sí o poseen exactamente la misma
calidad.
Por lo tanto, se tienen costos constantes porque se debe renunciar a la misma cantidad de una
mercancía para producir una unidad adicional de una segunda mercancía. Aunque los costos de
oportunidad son constantes en cada nación, si varían entre dos naciones, lo cual permite el
intercambio de productos (comercio). Se dice que los costos constantes no son realistas, ya que su
frontera de posibilidades de producción está representada en línea recta. Además, como se
encuentra en ausencia del comercio, la nación solo consume los bienes que produce lo que
representa una equidad entre su frontera de posibilidades de producción y su frontera de
consumo.
Explicado en palabras sencillas, parece ser que pese a lo que pueda pensarse a priori, aumentar un
factor no solo no aumenta la producción del bien o del servicio, sino que puede llegar a provocar
una disminución gradual de la cantidad producida.
Es necesario diferenciar este proceso del que sucede en las deseconomías de escala, el caso
opuesto a las economías de escala. En éstas, las disminuciones en los incrementos de la
producción son consecuencia del incremento de todos los factores en una misma proporción y no
de uno solo de ellos, como en el caso de los rendimientos marginales decrecientes.
Las existencias de los rendimientos decrecientes pueden parecer lógicos si lo pensamos desde el
siguiente punto de vista: no por tener más obreros en una construcción necesariamente el trabajo
se realiza de manera más rápida y eficiente.
Puede llegar un punto en el que tantas personas trabajando en un mismo espacio pueden llegar a
incordiarse por falta de espacio y no realicen sus tareas correctamente. Una mayor cantidad de
obreros hará que el nivel de producción disminuya por cada unidad de obrero empleado. En ese
caso el aumento marginal de la producción es negativo.
Sucede lo mismo aumentando el factor capital. Por ejemplo, imagina que en un huerto trabaja
solo una persona. El trabajo que tiene que hacer para producir es enorme. Si se compra un tractor
podrá realizar mucho mejor sus tareas. Pero si compra otro tractor no le servirá de nada ya que no
puede conducir los dos a la vez. Así como el primer tractor hizo que la producción aumentara, el
segundo tractor no, es decir, el rendimiento marginal fue cero al añadir el segundo tractor.
Imaginemos que le regalan 10 tractores más. Debido a que tendrá que utilizar parte de su huerto
para aparcarlos, la producción se verá reducida, siendo el rendimiento marginal decreciente por
cada tractor que se añade.
Un empresario tratará siempre de combinar los factores de producción en aquella forma que le
permita producir con el máximo de eficacia económica. La combinación más eficaz de los factores
de producción será siempre aquella que le permita producir al más bajo costo posible por unidad.
Existen dos situaciones bajo las cuales el empresario tiene necesariamente que desenvolverse
teniendo en mente este concepto de eficacia económica:
- Cuando el empresario varía uno de los factores de producción (mientras mantiene fijas los
demás) para lograr el nivel de producción que más le convenga
- Cuando, estando obligado a un monto fijo en la producción varía todos los factores para lograr
ese determinado nivel de producción. En el primer caso, el nivel de producción de máxima eficacia
se conoce como el nivel de producción óptima. En el segundo caso la combinación más eficaz de
los factores se conoce como la combinación de costo mínimo.
Para quienes son los fundadores de esta nueva corriente, el inglés Stanley Jevons (1835-1882), el
austríaco Karl Menger (1840-1921) y el francés León Walras (1834-1921), existiría, mas allá de la
diversidad de los gustos individuales, una ley psicológica, según la cual la satisfacción lograda
mediante el consumo de un bien aumenta con el incremento del consumo, pero tal aumento de
satisfacción se produce a un ritmo cada vez más débil, de tal manera que se presenta una
saturación progresiva, pero jamás total.
Tal “ley psicológica”, que para algunos como Jevons se explica por razones meramente sicológicas,
ha sido denominada ley de la utilidad marginal decreciente; en este caso la palabra “utilidad”
designa la satisfacción o el placer conseguido, en tanto que el adjetivo “marginal” subraya el
hecho de que la utilidad de la última unidad consumida disminuye en tanto el consumo aumenta.
Así, para dar un ejemplo simple, si el consumo de una manzana otorga una utilidad de 10, la de
dos manzanas una utilidad de 15 y la de tres manzanas 18, entonces la utilidad marginal de la
segunda manzana es igual a 15-10, es decir 5, en tanto que la de la tercera manzana es de 18- 15,
o sea 3. Ahora, como 3 es menor que 5, la ley de la utilidad marginal decreciente se ha verificado,
al menos en este ejemplo.
Resaltemos que esta ley no se expresa por una fórmula clara, contrariamente a lo que pasa en
física, por ejemplo; de tal manera no se precisa a que tasa decrece la utilidad marginal en tanto
aumenta el consumo ya que ésta varía de un individuo a otro; se contenta con dar el sentido de tal
variación, la cual se supone igual para todo el mundo. ¿Ahora, el hecho de enunciar hipótesis
cualitativas –sentido de la variación, forma de la curva- más que cuantitativas? expresadas en
cifras-, es típico en microeconomía, donde la diversidad y la complejidad vuelven problemática
toda medida cuantitativa.