Antes de conocer en persona a mi abuelo materno, lo veía sólo en fotos
y siempre le vi un parecido a este actor. Me lo imaginaba así, el bueno, el malo y el feo. El tipo rudo, el encantador de chicas. Esto se debía a que según mi señora madre, mi abuelo era un tipo inteligentísimo. Diseñó máquinas para grandes fábricas, rompió corazones, era audaz, se tiraba de muelles y era bueno en todo lo que hacía. Cuando lo llegue q conocer, yo ya tenía bastante edad, pero aun así, creía fervientemente eso de Clint Eastwood. Aunque al inicio, compartimos cervezas y platicábamos (digo yo que seguro lo aburría, porque él está para conversaciones más interesantes). Comencé a darme cuenta que él no era Eastwood. Cuando una vez quise fumar a su lado, me dijo que el cigarro era para gente que no tenía identidad propia. En otra ocasión lo invite a jugar pool, y me salió con que eso era de vagos. Así que el tipo malo, no lo era. Me di cuenta, que él era amante de la música clásica, jugar ajedrez, resolver crucigramas, y sobre todo trabajar. No es el más afectivo de besos y abrazos, pero sí muy sabio al hablar, capaz de recordar hechos históricos y nombrar presidentes, países y sus capitales. A cómo una gran mayoría de mis familiares, por parte de mi madre que son muy inteligentes. Veo ahora que heredaron eso de él. Yo en cambio, traigo la parte de la mecánica y trabajos manuales. Aunque no tan avanzado como él. (¡¡¡Jajaja ya una vez casi quemo una camioneta!!!) Y porque digo todo esto. Mi abuelo está muriendo de un cáncer, y ya en sus últimos días ha sufrido tanto. Que es cuando quisieras pedirle a Dios que se lo lleve para que deje de sufrir. Pero sólo Dios sabe la hora exacta y cuando pasaran estas cosas. Así que cuando estés en el cielo abuelo. Hace unas escaleras para ir a jugar un poco de ajedrez contigo, mientras Elita prepara un pastel y fresco de cacao y luego ella se siente en su mecedora a vernos jugar y se ría (con esa risa tan peculiar) de mí, cuando pierda.