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GRAN FILOSOFIA NUNCA

HA SIDO ATEA
fA PROPOSITO DEL SARTRISMO)

" ... un existencialismo que o profesa ateísmos, o ...••


Encíclica "Huma.ni Oeneris", 32.

exístencíalísmo de Sartre se ha declarado ateo-o Gesto tan


que tuvo por escenario el gran teatro de París, es insó-
en los anales de los sistemas filosóficos. No sólo es insólito:
• e hace sospechoso de debilidad al pensamiento que lo
pre, Tiene que ser filosofía pobre, "paupertína" que diría
wa..:~, la que echa mano de recursos tan estridentes. Para ver-
s, en trance de indigencia, convertida en caricatura de la
°

-- •. legitima filosofía, no hay sino repasar los teísmos que han


amando las mentes más preclaras a- través de la hísto-
, 'nacer una comparación. Ella nos compensará del dolor que
- píedad erigiéndose en sistema nos haya podido causar, y
ará por sí sola a la filosofía sartriana en su lugar propio y
oración precisa.
a=os pues a exponer el ateísmo que se encuentra-mejor
e no se encuentra-en la historia de los sistemas, re-
dichos y hechos de filósofos, sin' perjuicio de entrar
es análisis de las doctrinas mismas; y aquellos y éstas nos
-'-- sentir la verdad de que el reconocimiento de la Dívíni-
quiera de las formas, en la teísta, deísta, agnóstica,
,'e:: panteístíca, es un fenómeno general. por lo que el
o que por este lado recae sobre el ateísmo de Sartre no pue~
:;e ser IDás severo, pu,,:s lo arguye de escuela fuera de las gran-
~ rotas del pensamiento, al margen del sentir y pensar co-
::m:1. como algo que se llevará pronto consigo el río del olvido.

unos ensayos, escritos en ameno latín, bajo el epígrafe


Ateísmo" asienta Bacon de Verulamio: "Pequeños sor-
na lleven acaso al ateísmo; pero grandes sorbos de
I.A GRAN 111l.OI!Ol'fA NUNCA IIA limo Al' 6
JOIVl\IIN 11111\11"'1\, ti, l •
•n
loa opiniones del vulgo, Se ve enseguida por qué varios de lo,
11111••111111 1\I'VIII\ n
In religi6n". El llorado Peter Wust. "CxiHtt'n filósofos griegos, algunos tan insignes como J enófanes, Annxll .•
\ 1/111/11.\" cntóllco.
una vez que su padre le reprochaba la pér .• goras y Sócrates pudieron ser tenidos por irreligiosos; nada m[¡1
dld" temprana de la fe, contestó que para quien tiene la gran que porque querían corregir en la noción de Dios rasgos en .•
uerte de ser estudiante de filosofía, supone dicha pérdida bien tropomórfícos mal entendidos. Los filósofos que los entendían
pOCII cosa. A los 35 años de edad, cuando había ahondado si no bien, sí algo mejor, hubieron de vivir sometidos a la te .•
\"1\ los problemas filosóficos, volvió Peter 'Wust a la fe de sus rríble prueba de una idolatría envuelta en fábulas y mítoloqías
mayores. igual que volvieron García Morente y Sciacca, y es.• indignas, casi de comedia. El olimpo griego era si se quiere di.•
tos días de enero de 1952 ha vuelto [oad, sacando así verdad
vertido, pero en ocasiones resultaba un antro de deshonestidad
el aforismo de Bacon. Según el cual. algunos hacen alto en el y de vicios, de intrtqas y ambiciones desenfrenadas. Desde He ..
Htudio de las causas segundas sin pasar a la primera que es síodo en adelante, escritores de imaginación exuberante, habían
Dios. Sólo cuando estudian más, y pasan a ver las causas uni .• zurcido cuentos con las vidas de los dioses, mientras que los
dos entre sí y formando cadena, ven que no cierra ésta del todo .artistas sensibilizaban a placer tan indigna farsa. Con mirar Al
sin desembocar en el Ser Supremo como última razón de la rea .• 'cielo y recordar a sus dioses, podían los griegos justificar cual ..
lidad. Entonces la filosofía cultivada con la amplitud y pro .•
quíer flaqueza o desorden. A tan terrible prueba estuvo some ..
fundidad debidas, se confiesa teológica, afirmadora de la exis ..
'tída, repetimos, la visión sobria y reflexiva de los filósofos
tencia de Dios. que quisieran seguir creyendo en la Divinidad.
Bacon está en los comienzos mismos del mundo moderno,
y sin embargo, de tal modo superaron la prueba que es
en los primeros deceniqs del siglo XVII, como una de las más
exigua la cantidad de ateísmo que arroja la historia de la filo.•
sobresalientes figuras. de la nueva edad. y está además en un sofía antigua.
momento en que, según nos dicen los apologetas de entonces,
Efectivamente, con sobrenombre de ateo se cita a uno sólo,
Padres Mersenne Y Garasse. la impiedad iba corroyendo a la
a un Teodoro de Círene. Euhemeros, creen algunos, q.ue pudo
sociedad, de modo que para alguna población se daban cifras'
ser también apodado ateo. Bíón, Stilpón, Díáqoras, Protáqoras,
de miles de librepensadores llamados impropiamente ateos. Se.. Pródícos, Crítias, Díóqénes de Apolonía, Hípón de Regio, apa ..
gún Mersenne. estos mal llamados ateos eran en sólo París
recen como increyentes, y se citan frases poco religiosas de al.•
unos 50.000. Fueran los que fueran, el santo cardenal Bérulle
gunos de ellos; si bien Bíón se arrepintió de su impiedad a la
exhortaba a Descartes aquellos mismos días, a que saliera, a
hora de la muerte. Del elegante Alcíbíades, vista su conducta,
darles batalla con la filosofía. .hay razones para dudar que creyera en las deidades; algo pa .•
Pues en este histórico momento, el celebrado excanciller de In ..
recído se afirma de Espeusípo, sobrino de Platón y director de
glaterra, buen conocedor no sólo de Londres sino también de
París, estampa su aforismo antiateo. y para que a 10 así estam .• la Academia muerto el tío. Es que Espensipo se negaba a
pado no le faltara el solemne veredicto de la historia, algunas creer que fuera la Bondad la fuerza directora del mundo. Lu..
ciano de Samosata, celebrado de los enciclopedistas por sus burlas
décadas después, a los finales del siglo XVII, Pedro Bayle re..
de las dívínídades. es más bien anti ..supersticioso, no precisamente
sultó un ateo de poca filosofía y por poca filosofía, mientras que
Leíbníz que escribió contra él la Teodicea o la Justificación de
incrédulo. De los de la escuela atomista se ha dicho que tenían que
ser ateos, ya que la ordenación del mundo la hacían depender de
Dios, vino a ser un alma religiosa de mucha filosofía Y por mu-
fuerzas sólo ciegas o mecánicas, sin intervención alguna superior.
cha filosofía. Aun concediendo que Leucípo, Demócrito y sobre todo Lucrecio
La antítesis Bayle ..Leíbníz. ateísmo ..teísmo, poca y mucha
Caro lo fueran, sabemos que Epícuro, el más conspicuo de entre
filosofía, se va sosteniendo como una constante histórica en
los atornistas, era creyente.
los anales del pensamiento. Lo que entramos sin más a com..
probado:
Podrán faltar algunos más en la lista acabada de presentar,
* * * pero no serán muchos, pues la hemos hecho yendo de la mano
de autores que no se asustan de registrar la impiedad humana.
El sabio, decía Aristipo. no debe ceder nunca ante la supers .• Dichos autores, Mauthner, Lamer, Drachmann-de los cuales
tición, es decir, ante 10 que está fundado en ligeras o no bien el primero es autor de una Historia del Ateísmo en cuatro to.•
fundadas; razones. Más egregiamente observaba Epicuro: Lo mos, y el último de un estudio sobre el ateísmo del mundo paga ..
nsurable no es admitir los dioses del vulgo, sino aplicades
.IIX J (lA(llltN s.
111(AIITI!, 1. I,A ';UAN III L!lfiOJ/11\ NlIN':A II,A :ilJ)O ¡\'f'IlA
.'
, ",llwn que en Grecia, por inspiración de Díofttes. y después Lo ftlosoña del mundo antiguo, casi en su totnlklnd, (,l1tft
Romo, por obra de no sé quién, funcionaban tribunales que pues impregnada de religiosidad, la que deberá dístlngules« y
:/llltlguban la impiedad, lo que fué suficiente para controlar quíé- matizarse en su ser y en su sinceridad, en los modos mismos de
IlCIl y cuántos fueran los ateos; sobre todo en personas del re- concebir a Dios, acaso no siempre personal o trascendente del
snlto de los filósofos. Esos mismos autores, y Gomperz con mundo, pero que evidentemente no desentona, ya que cuando
110s, consignan que en la Grecia de Pericles se dió una especie desentona, llama la atención, lo que sucede pocas veces. Dicha
de Ilustración o emancipación de la tutela religiosa a cargo de filosofía, en parte al menos, nació de los misterios religicsos
los sofístas, y a la cabeza de los cuales figura Protáqoras, arri- órfícos, tuvo después como tarea, importante el estudio d~' la
ba mencionado. Pero con Ilustración o sin ella, el hecho es que divinidad, y finaliza con unos ¡estremecimientos místicos que,
1 número de los filósofos descreídos que enumeran Laercio y por su elevación y espiritualidad, se han llamado el canto del
Estobeo, paganos ambos, sin ningún empeño apologético en po- cisne de la filosofía pagana. Tenemos clara afirmación de Pla ..
ner sordina a la impiedad de los que historian, es mas bien cor- tón y de Aristóteles que nos declaran que su visión del mundo
to. Fijémonos en esta proporción: De unos 80 filósofos que está en parte determinada por las tradiciones teológicas de su
estudia Laercío, sólo una media docena aparecen más o menos pueblo. '
incrédulos. ¿Qué significan ellos en la lista de unos doscientos
que pudieron ser los que existieron, y que pasaron sin estriden- Si se me dice que para la filosofía antigua fué fácil cosa la
cías por los anales de la filosofía antigua? Y sobre todo, ¿qué religiosidad con deidades que ni exigían mucho .ni se tomaban en
significan dentro de un grandioso ciclo filosófico que duró un serio, contestaré que, por 10 mismo, pudo también haber quedado
rnilenio, y que empieza con la profesión magnífica de Tales de eliminada más prontamente como afecto o sentimiento pío. Si no
Mileto sobre la no-qeneracíón o eternidad de Dios (inqenítus ). quedó así. es porque el corazón humano es refractario a la impíe-
y continúa sin interrupción por las escuelas jónícas, pitaqóri- dad, y porque ésta no le es natural al hombre, como no le Iué,
cas, eleátícas, que son creyentes, hasta tener en los tres lumina- según estamos viendo, al estudio filosófico del mundo antiguo.
res mayores: Sócrates, Platón y Aristóteles, no ya creencias No hay en él focos de incredulidad 'ni en escuelas ni en síste-
sino una teología de magníficas especulaciones? mas, ni en la actitud filosófica general. excepción hecha para alqu-
Demasiado entiendo que las escuelas post-socráticas, las de nos de los atomistas y soflstas, que ni son muchos ni suponen de-
los académicos sobre todo, cultivaban doctrinas que se mofaban masiado. El anecdotario ateístico de la filosofía antigua es cor-
de toda afirmación seria. Pero también es cierto que, con escep- to y no es muy feliz que digamos: Que un Diágoras sofísta
sis en metafísica, cabe .mucha creencia, mucho y sincero sen- para prepararse un plato de lentejas, a falta de leña, utilizó la
timiento religioso. Se ha llegado a decir que cabe ésta hasta de una estatua de la divinidad, partida a hachazos; que ante la
con el ateísmo mismo, según ocurrió con el primitivo budismo; inmolación de Ifigenia por su padre, Agamennon, exclama ins-
10 que, de ser cierto, demostraría que el sentimiento religioso, pirado Lucrecio: "Sólo la religión puede inspirar ciertos crí-
puesto por Dios en el corazón humano, resiste las pruebas menes": que "el temor hizo a los dioses" (frase que alguno
todas de perversión mental. Pero de todas formas, con los aca- atribuye a Cícerón, y que yo veo que es de Petronio una vez
démicos que eran escépticos, y con los estoicos y epicúreos que y otra \de Stacio; d. Forcellini); que a los dioses, según decían
eran materialistas en el papel, por una feliz inconsecuencia, se los sofístas, los hizo el arte para mejor lucir sus galas; que los
dió teísmo y se dió respeto a la divinidad. Que lo diga Zenón, inventó la política; que son producto de la legislación, etc, etc,
fundador de la Estoa, y Epícuro director de los jardines de su Lo cierto es que Zenón el estoico, a los comienzos del siglo
nombre, a quien equivocadamente ponen algunos entre los tercero, es decir, después de la época de esplendor de la fíloso-
ateos. Cícerón asimismo es buen ejemplo de ello. Académico en fía heléníca, podía decir que filósofo es sinónimo de religioso;
la teoría del conocimiento, estoico en ética, ni por la escepsis y ateo lo es de insipiente o necio (insipientes vero atheos esse ).
de unos ni por el materialismo de los' otros, dejó de ser pío en Para dejarlo así asentado, tenía que haber de por medio mucha
1 conjunto de su obra y de su vida. Y los' otros grandes Iíló- filosofía creyente; tal vez mejor, la filosofía,como se ha dicho
sofos del tiempo de los romanos, Séneca, Marco Aurelío, Epic ..• en alguna parte, tenía que estar confundida con la religión. La-
teta, Platino, Proclo, [ámblíco, tienen también sentir religioso, mer en su Diccionario de la Antigüedad se ve forzado a es~
que en el mismo [ulíano el apóstata no se deja desmentir, ya tampar: "Fueron muy pocos los que en sus filosofías profesa-
que su oposición al cristianismo nació de fervores religiosos pa- ran el ateísmo"; y de primer orden, ninguno, añadimos nos-
$lunas ardientemente sentidos. otros.
o ) oAuufN IIl1AU1'P., s, 1, J.1\ (lUAN 1IlT.o/)OJ1f¡\ NUNCI\ 111\ sino J\'1'l!J\

Hn resumídaa cuentas. la Iílosoña antigua, Ielos de motar 11·11·1111·~ elementos aportó a la filosofía en sus aspectos vltn
1,1 religión. eleva la teología a alta disciplina cíentífíca,
depura 1(·'1 1IIllll1l, resultó la mejor garantía de la primera y máxima ver ..
111 noción de la divinidad. destierra antropomorfismos groseros, ,drll I lIIo/lóf!ca, la existencia de Dios.
deaautorlza mil ornatos superfluos e inconvenientes que líte ..
rutas y artistas habían ido asignando a los dioses. Fué, pues, En 101-1albores del Renacímíento. desde sus primeros autores
más bien provecho lo que la religión reportó de la filosofía, J11111\~l\lcos, surgen brotes de paganía que importaba desvíacío .•
ya que si sistematizó la doctrina teológica falló en cambio al III'.H del cristianismo, pero sin que se pasara a irreligiosidad de.•
dar cuerpo doctrinal al ateísmo. El intento de los atomistas de 11"""dll, En Pomponazzi y en algún otro aristotélico apuntan
erigir la impiedad en tesis, suponiendo el mundo gobernado por (1'/1 Wti de escepticismo para las verdades de ultratumba. Otros
el azar, por las fuerzas ciegas, no prosperó. El mundo siguió II/ly despreocupados, pero no por víctimas de la filosofía, sino
siendo considerado como algo teleológicamente movido, como plll'tJllC la sociedad rebelde de entonces respiraba individualis ..
organismo gigante necesitado de una a modo de alma impulsora 1I\(l~ exacerbados que la hacían romper con la autoridad de la
que en último término se confundía con la inteligencia divina. 'ulel:lJn y su Magisterio. Como filósofos irreligiosos de enton .•
Esta magna concepción ni siquiera vaciló un momento, y la ne .. tT~ Huelen andar citados el panteísta Jordano Bruno y el ateo
gación de Dios quedó en consecuencia como algo privativo de l.ucllío Vaniní, uno y otro quemados por impíos. Montaigne en
los necios, de los desalmados, de los desaprensivos, de una me- rumblo. con sus ribetes de escepticismo, es .todavia tan creyente
día docena de filósofos, pocos y de primer orden ninguno ... que escribe una teología natural en pos de Sabunde.
M uchos de la época tuvieron vacilaciones en la fe de sus
uuryorcs. mostraron audacias, en juzgarla, hicieron críticas filo..
* * * Ic')nicns que pudieron llegar a desacato; mas espíritus abierta ..
'HI.'I1teimpíos no conoce la historia de ~ntonces. De haberlos
En la filosofía cristiana no hace falta decir, que los Hlóso- hnhtdo, 10 hubiéramos sabido por el veredicto de los tribunales
fos fueran píos y religiosos. Sólo a un Sílvano Maréchal se la y ('1 fulgor siniestro de las hogueras que se encargaban de cas ..
ha ocurrido incluir en su Diccionario de los ateos a San Juan I (HlIf!OS. La filosofía del Renacimiento podría no ser lo teocén ..
Crisóstomo, a San Agustin, a Santo Tomás de Aquino, y para (den que fuera la del mundo medieval, pero al hacerse naturis ..
colmo de irreverencia y de paradoja a Jesucristo mismo. Los ra .. rn O antropolóqíca, no negó a Dios, que siguió estando si no en
zonamientos peregrinos de que se sirve para sus inclusiones han rl centro, sí en el ápice de sus construcciones. Ni cabe suponer
hecho reír a cuantos le han leído. El hecho está patente: Los 0(','(\ cosa; pues que el siglo XVI es el siglo de las guerras reli ..
medievales estudian la filosofía para levantar a Dios insignes u!mlOs, hecho histórico que no puede darse sino en sociedades
monumentos teocéntrícos con el mismo fervor con que otros 11' rcliqíón viva y operante.
hermanos suyos se los levantaban con la piedra o el mármol en S! a pesar de todo se infiltraron en aquellos medios, preci ..
forma de airosos templos ojivales. Fué aquél un período en que unente como efecto de las disensiones religiosas-raíz la más
el mayor lustre de la inteligencia y de las escuelas se reputaba In-cuente del ateísmo según Bacon-, gérmenes de impiedad
ahondar en la esencia y perfecciones de la Divinidad, de modo !f1l(' se llamaron ateísmo, hemos dejado dicho que eran sólo
que se elaboraran Sumas teológicas y, dentro de ellas, filoso- llhrcpensamíento. Toda ruptura descarada con las maneras de
fías centradas en Dios. Hasta hubo autores, Pedro Damiano y 1 reeucla pasadas, toda teoría que propusiera dudas aunqu
Bernardo de Claraval, que con santa intransigencia no querían lo fueran metódicas, o menoscabara algo a los atributos de
hacer concesión alguna a la sola razón, obligándola a ocuparse J)!()H, consíderábase ateísmo. "El Ateísta fulminado" reza un
sólo de temas extraídos de la Revelación, conato que en parte d "111M castellano de la época, que había de inspirar el ..Don
prosperó y tuvo por efecto lo que se ha llamado teoloqísmo, esto J 111111" de Ttrso de Molína, es decir, una personificación de sen ..
es, la absorción de las formas filosóficas por las teolóqicas. IhllklltOH irreverentes y ofensivos para con Dios. Exactament
No tiene pues sentido hablar de conexiones existentes en.. unn 10H atcístas de que nos hablan las obras apologéticas de
tre la irreligión y la filosofía en el mundo medieval, ni siquiera 1011 pp, Gurusse y Mersenne, arriba citados, y que no eran sino
n los mismos árabes y judíos, entre los cuales aunque supon- 1I11'Ilt'r14 nudnces camino si se quiere de la impiedad. A éstos,
gomos a Averroes tocado de racionalismo y defensor de la eter .. '1111' por lo visto eran abundantes en París, se refería el carde-
nidnd de la materia, y a Maímónídes un tanto agnóstico. hubo 11111 Hl'I'IIIIr',cuando decía a Descartes que era preciso ¡rlol-!re
t.unhién hondo sentido teológico. La religión cristiana que tan 1\I(,lIull1 ('011 In filosofía. La que, efectívarnentc, IOIi rC'ful'ó por
JOJ\q\líN IIlJ/\II'l'I!, /l. 1. 1,/\ l¡H/\N IIIU>/lOI'//\ NUNcJ\ H/\ :illm /\'I'llJ\ )/J

11111/1 no de Descartes, sino de Leibníz y sobre todo New •.


IIÓ!O to~ tules 1<\impiedad de Voltaíre les lanzará a la cara: "SI no
tOll, que valga decir que contra éstos surgió Spinoza con
MIli hubiera Dios, habría que inventario", porque el cieno, de 10 con
\I~ ptmtcísmos o ateísmo s Iarvados, los que en el .peor de los trano. se desbordaría y nos anegaría.
,'/lHOH fueron de tipo mistícízante, y tuvieron además de momen-
lo bien poco influjo, En el siglo XIX que se abre con el extravagante Díccícnn
Lo curioso es que el cardenal Bérulle, al tratar de impugnar río de los Ateos, obra de Sílvano Maréchal y el astrónomo Ln .•
lande, empieza a sostenerse entre algunos sedicentes doctos que
~I"ateísmo" que empezaba a levanta~ cabeza en Francia, pone
ni para la explicación del mundo, ni para el mantenimiento del
los ojos en la filosofía, peligrosa como queda dicho,cuandola
orden moral, es menester la afirmación de Dios, con lo que 11("
mpleamos mal, pero que bien empleada, nos lo dijo Bacon, es
quiere llegar a ateísmos de sentido científico y filosófico, Tul
el refugio mejor de la religión y el temor santo de Dios.
modo de expresarse parece .haberse corroborado con el famoso
dicho de Laplace, que interrogado por Napoleón a propósito
La impiedad del siglo de las luces, de los Lamettrie, los Hol- de su obra "La mecánica celeste", por qué no mencionaba 11
bach, los Helvetius se reviste de cierta forma científica en tra- Dios en sus páginas, respondió que semejante hipótesis no 1
tados llamados Sistemas de la Naturaleza. La antigüedad su- hacía falta. Con esta salida se situó Laplace en la explicación
ponía siempre que era preciso Dios para mantener el movimíen- de "cómo es el mundo", es decir, en un punto de vista cientl .•
to de los cielos. Los impíos del enciclopedismo creen poder expli- Iíco, pero sin prejuzgar en nada el otro punto filosófico de que
carse la naturaleza y el cosmos sin intervención alguna de Dios, sea Dios el origen primero del mundo y la razón última de su
por lo que inauguran una visión del mundo que es mecanícísta en existencia. La place hace confesión de creyente en varios pasajes
su marcha y en .su origen,concibiéndola a modo de máquina de sus obras, nos dice De [oannís que ha estudiado el punto;
gigante que se construye ella sola y funcíona por sí sola. Sin y murió cristianarnente en su hotelito de la calle Du Bac asls
embargo, estos intentos de ateísmo, quedaron anegados en la pro- ti do por dos sacerdotes de la parroquia vecina. Sin embargo,
sa sentimental y sugestiva de la religión natural de Rousseau, su contestación a Napoleón ha sido tergiversada por los neqa-
que en medio de tantos males que sembró, tuvo el mérito de dores de la existencia de Dios. .
desterrar todo conato de impiedad radical. Le ayudó en la em- Efectivamente, los más celebrados impíos del siglo del va-
presa, si bien desde puntos de vista más racionalístas, el otro por y del telégrafo ostentan ateísmos de índole que por lo me .•
corifeo del Fílosofísmo. Voltaire. Entonces se acuñó la terrible nos se dice y quiere ser científica. En el campo filosófico, único
frase de que el ateísmo más que una creencia era un refugio de que aquí nos interesa, son de éstos Feuerbach. Stírner, Büch .•
las malas creencias. Entonces fué cuando el sabio P. Oudín, ner, .Mach, Haeckel. Níetzsche, Mauthner, y acaso Scho .•
ante un señor que se le presentó diciéndose ateo, empezó a me- penhauer y Le Dantec. Damos nombres de ateos "más o me-
dírle con los ojos de los pies a la cabeza, porque una vez pues- nos" verificados, ya que el ateo se dice muchas veces tal, sin
to ante un ateo, quería, dijo, aprovechar la ocasión única que haber reflexíonado demasiado en lo que dice. 'El propio Le Dan
se le brindaba de conocer fauna tan rara. Las frases cundíeron: tec se duda que realmente lo fuera, pudiendo ser el suyo
el ateísmo quedó desprestigiado, mejor dicho, pasó a ser la de- un caso de agnosticismo y nada más. De todas formas, Le Don .•
signación de hombres malvados, por demás recusables, de modo tee, que se especializó en el hecho y en la teoría del ateísmo,
que los ateos contemporáneos nuestros nos confiesan que los cree poder afirmar que son pocos-una minoría-los que real
que no eran ateos, científicos como son o se creen ellos, bien mente niegan a Dios. Y desde luego, filósofos son raros, y de prl
pudieron ganarse apelativos menos honrosos. ' mer orden no hay uno solo, no ya en el selecto grupo que se
Iormara incluyendo a los de la filosofía cristiana, sino en el
La filosofía del siglo XVIiI no llega pues a implantar ateís- de los de la misma filosofía no-cristiana. En efecto, los de In
mos de recibo; todo lo más difunde el líbrepensamíento, eman- escuela idealista germánica podrán haber sido panteizantes; 111
cipa a la razón del Magisterio eclesiástico. Incurre de consiguien- guno como Fíchte fué amonestado por ateo en el Ministerio
te en 'impiedad relativa, pero sin asociar, repetimos, el nombre del Culto-bien así como Maréchal y Lalande lo fueron por el
suyo de Iílosofísmo a impiedad alguna que valga la-pena, que gobierno de Napoleón-pero terminaron con teorías ímprcgnudna
merezca el dictado de impiedad filosófíca. Los ateos de entonces de religiosidad, si ya no es que, como en Hegel. hubiera hastn ('1
on aquellos que, por su vida licenciosa, necesitan una Regencia prurito de querer llevar al campo filosófico los grandes mlst
Icscnfrenade en que no haya Dios y haya un Dubois. Y a es- 1011 de la Trinidad, del pecado original, de lo redención del
= OAQ IRfARTE, S. 1.

en e para que Dewey--otro posible ateo-e-se


a e estar la filosofía moderna identificada con la re-
~ t, por su parte. aunque de escaso sentido religioso.
_ - caoer asentado su ética formalista en la base inconmovible-
o autor de la ley interna que oímos resonar dentro de la
ieacía, En la gran corriente positivista hay sin duda grandes
a=- - "coso pero ninguna de sus grandes figuras. Comte, Líttré,
- er, Taine diría yo que nieguen a Dios; admiten la exis-
"a de un Incognoscible. del gran Axioma. aunque negando-
.~e conozcamos su esencia. En la primera gran escuela vitalís-_
ica, los conspicuos al menos. un Max Scheler y un Berqson,
son tan creyentes que se ha hablado de su catolicismo, pasajero
en el primero. y virtual en el segundo. Digo lo mismo del pri-
ero de los existencíalistas, 'Kíerkeqaard, con unos evanqelís-
mos a su modo. pero muy intensos. Y el último, Juan Pablo-
Sartre, al declararse ateo, y pedir que se le tenga por tal, des-
cubre demasiado estar trabajado por una idea que, como tantas
veces se ha dicho. es demasiado insistente y viva para valer-
poco. para referirse a nada inexistente y muerto. Huelga decir.
por lo demás. que ni Jaspers ni Heidegger--en contra de lo
que de éste último haya afirmado Sartre-quieren ser tenidos
por ateos.
* * *
La filosofía en lo que es alta coqnicion humana, esto es,
obra de los genios superiores. flor de la humanidad, al serví-
cio de los intereses supremos de ésta; la filosofía consciente de
su misión. cultivada como tarea sagrada que busca el enrique-
cimiento mental de los pueblos y de las culturas, tiene pues sus
anillos todos teístas o deístas, sin uno sólo ateo.
El veredicto de la historia sobre el sartrismo es según eso
bien severo. El existencialismo no será nunca gran filosofía;
y Sartre su autor pertenecerá a aquellos filósofos, pocos y de
primer orden ninguno. que van haciendo su aparición a lo lar-
go de la historia como elemento de contraste, de insipiencia se-
gún dijera Zenón el estoico hace más de dos mil años.
Es bien sabido que a propósito de su posición atea escribió
el parisino que iba acompañado de Heidegger. Este, fluctuante
y muy confuso hasta entonces en sus posiciones ideológicas. se
sintió muy al descubierto con la alusión. y replicó o dió a en-
tender al menos que no aceptaba el supuesto de Sartre. Ser te-
nido por ateo y al lado de Sartre le pareció estimación de pé-
sima nota. Se apartó pues de su lado. Es lo que hará con Sartre
la gran filosofía toda. que con sus más y sus menos, con teis-
mos, deísmos, agnosticismos. sigue hablando de un Ser Su-
premo. del Gran Desconocido.
JOAQUÍN IRIARTE, S. I.

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