Está en la página 1de 1

La misteriosa desaparición de Perrito Chiquinito

Elenita tenía un perrito muy pequeñito. Tan pequeñito era que cabía en la palma de su pequeña mano.
-¡Qué perrito tan bonito y tan chiquinín! -dijo Elenita el día que se lo encontró-. Desde ahora serás mi mascota.
Te llamaré Perrito Chiquinito.
Perrito Chiquinito iba con Elenita a todas partes. Pero como era tan pequeñito era fácil perderlo de vista.
Aunque siempre aparecía.
Pero un día…
-¡Mamá! ¡No encuentro a Perrito Chiquinito!
Mamá fue corriendo a ver qué pasaba. Elenita lloraba desconsolada porque Perrito Chiquinito había
desaparecido.
-¿Has buscado bien, Elenita?
-Sí, mamita. Pero Chiquinito no está.
-Vamos a ver.
Mamá fue con Elenita a la habitación de los juguetes, pero cuando abrió la puerta….
-Pero, ¿qué ha pasado aquí?
-Ya te he dicho que he buscado a Chiquinito por todas partes.
-Es que parece que por aquí ha pasado una legión de soldados romanos. ¡Está todo revuelto!
-A ver, mamá, ¿cómo iba a buscar a Perrito Chiquinito si no movía todo de su sitio?
-Tengo una idea, Elenita. Vamos a colocar todo en su sitio. Seguro que Perrito Chiquinito se ha escondido detrás
de algún juguete.
Mamá y Elenita colocaron todos los juguetes. Y, justo cuando acabaron de colocar la última muñeca…
-¡Mira, mamá! ¡Encontré a Perrito Chiquinito!
-Por fin. Espero que la próxima vez tengas más cuidado.
-Sí, porque Chiquinito es muy travieso.
En ese momento sonó el timbre. Eran los hermanos de Elenita, que volvían con papá de su entrenamiento de
fútbol sala.
-Mira, Angelito, mira Edu, por fin apareció Perrito Chiquinito. Se había escapado -dijo Elenita a sus hermanos
mayores.
Angelito y Edu se miraron y empezaron a reírse.
-¿Qué pasa? -preguntó Elenita.
Angelito, el mediano, se puso muy serio y le dijo a su hermana:
-Que Perrito Chiquinito es un peluche. Y los peluches no se escapan ni se esconden.
Elena miró a Angelito y le dijo:
-Chiquinito es especial.
Y se fue a jugar con su perrito de peluche.
-Espera, que nosotros también queremos jugar -dijo Edu, el hermano mayor-. ¿Qué tal un parchís?
-¡Vale! Pero sin trampas -dijo Elenita.
Los tres hermanos se pusieron a jugar al parchís mientras Perrito Chiquinito vigilaba para que nadie hiciera
trampas.

También podría gustarte