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Hacia un mundo sin plástico

Proyecto Sobre El Plastico

INTRODUCCION
En la actualidad el uso del plástico ha proliferado mucho, tanto así, que casi todos los productos que adquirimos vienen
envasado en empaques de plásticos, la mayoría de éstos son descartables y se convierten en problemas para la eliminación
total como desecho.
El plástico es un material industrial que se utiliza para realizar envases como protector de alimentos, con la finalidad de
satisfacer las necesidades del hombre y la mujer en la vida cotidiana, que en siglos anteriores no se podía realizar. Los
plásticos proporcionan el balance necesario de propiedades que no pueden lograrse con otros materiales, por ejemplo, color,
poco peso, tacto agradable y resistencia a la degradación ambiental y biológica, obteniendo así una gran demanda.
Es fácil percibir cómo los desechos plásticos, por ejemplo de envases de líquidos como el aceite de cocina, no son
susceptibles de asimilarse de nuevo en la naturaleza, porque su material tarda aproximadamente unos 500 años en
degradarse.
Ante esta realidad, se ha establecido el reciclaje de tales productos de plástico, que ha consistido básicamente en
recolectarlos, limpiarlos, seleccionarlos por tipo de material y fundirlos de nuevo para usarlos como materia prima
adicional, alternativa o sustituta para el moldeado de otros productos.
De esta forma la humanidad ha encontrado una forma adecuada para evitar la contaminación de productos que por su
composición, materiales o componentes, no son fáciles de desechar de forma convencional.
Se pueden salvar grandes cantidades de recursos naturales no renovables cuando en los procesos de producción se utilizan
materiales "reciclados". Los recursos renovables, como los árboles, también pueden ser salvados. La utilización de
productos reciclados disminuye el consumo de energía. Cuando se consuman menos combustibles fósiles, se generará
menos CO2 y por lo tanto habrá menos lluvia ácida y se reducirá el efecto invernadero.
En el aspecto financiero, se puede decir que el reciclaje puede generar muchos empleos. Se necesita una gran fuerza laboral
para recolectar los materiales aptos para el reciclaje y para su clasificación. Un buen proceso de reciclaje es capaz de
generar ingresos.
Por lo anterior expuesto, se hace ineludible mejorar y establecer nuevas tecnologías en cuanto a los procesos de
recuperación de plásticos y buscar solución a este problema tan nocivo para la sociedad y que día a día va en aumento
deteriorando al medio ambiente
Qué medidas locales, metropolitanas y nacionales se proponen para frenar el uso del plástico?

El impacto ambiental que genera la mala gestión del plástico ha favorecido la aparición de muchas
respuestas locales que buscan minimizar este problema a nivel global; desde la reaparición y
reinvención de los mercados tradicionales de toda la vida –siempre fieles a preservar lo orgánico, natural
y ecológico– hasta los nuevos supermercados que siguen el movimiento Zero Waste (cero residuos).

La ciudad de Berlín fue la pionera en albergar un concepto de supermercado que busca reducir los
residuos plásticos; se trata de la iniciativa Original Unverpackt, creada por Milena Glimbovski y Sara
Worlf, que, tras conseguir la inversión necesaria a través de una campaña de crowdfunding alemana,
lograron abrir un espacio Zero Waste. Este espacio ofrece una experiencia diferente para el consumidor,
es decir, acabar con los largos estantes de productos que prometen la vida eterna y proporcionar
honestidad y transparencia en los productos que ofrecen. Se promueve la compra a granel y el uso de
recipientes, bolsas o botellas personales para almacenar lo que se quiere adquirir.

Ámsterdam fue otra de las ciudades pioneras en abrir una cadena de supermercados ecológicos
ofreciendo productos naturales, libres de plástico. Se trata de los establecimientos Ekoplaza abiertos
gracias al apoyo de distintas organizaciones sin ánimo de lucro, como A Plastic Planet. Hoy en día,
cerca de un centenar de supermercados ecológicos ya funcionan por toda Holanda.

De una manera similar, Yes Future positive supermarket llegó a Barcelona con la intención de luchar
también por un desarrollo sostenible y sustentable. Bajo el movimiento Zero Waste, este supermercado
persigue minimizar el problema medioambiental que genera el uso excesivo del plástico. Así, siguiendo
el modelo alemán y holandés, se fomenta la compra de productos a granel (miel, pan, frutos secos,
cereales, legumbres, detergente ecológico…) y la posibilidad de que el mismo comprador traiga su
propio recipiente.

Y es que, para hacernos una idea, una persona puede generar al año hasta seis veces su peso en basura
(teniendo en cuenta desperdicios de comida, aparatos electrónicos, latas, envases…). Dicho de otro
modo, en España se generan unos 21 millones de toneladas de desperdicios al año y, a mayor escala, en
el mundo se contabilizan más de 3,5 millones de toneladas de desechos al día, según datos del Banco
Mundial del Desarrollo.

Es por este motivo que ya son muchos los países que han prohibido el uso, venta o importación de
bolsas y botellas de plástico de un solo uso, como Vanuatu, Taiwan, Marruecos, Ruanda o Kenia. Otros,
han anunciado la prohibición total del poliestireno expandido (utilizado principalmente en contenedores
de alimentos), como Zimbabwe, por ejemplo, ya que este material tarda casi un millón de años en
descomponerse.

A pesar de que, en España, así como en el Reino Unido, el reciente impuesto a las bolsas plásticas ha
dado buenos resultados en la reducción de circulación de millones de bolsas plásticas, no se ha
introducido aun su prohibición. De todos modos, Reino Unido prevé en un futuro cercano la prohibición
de las pajitas de plástico, agitadores y bastoncillos de algodón tal y como ya lo han implementado otras
ciudades como Malibu o Seattle, las cuales también prohíben la utilización de cubiertos de plástico. Ya
en 2016, Hamburgo estableció por ley la prohibición de las cápsulas de café de plástico no reciclable en
los edificios gubernamentales. Además de haber razones éticas, estas cápsulas contienen una mezcla de
plástico y aluminio muy contaminante que imposibilita su reciclaje. Además, la complejidad del
empaque de las cápsulas combinado con los restos del desecho del café hace que sean envases muy
difíciles de procesar en las plantas recicladoras.

A pesar de que muchas iniciativas ya están tomando fuerza en toda Europa, el pasado junio de 2018,
Nueva Zelanda dio un gran paso adelante en materia de sostenibilidad y medio ambiente ya que doce
multinacionales y muchas empresas de producción local se agruparon con los ministerios de medio
ambiente para firmar La declaración de Embalajes Plásticos de Nueva Zelanda. Esta declaración
consiste en un compromiso por parte de los productores de hacer posible que todos los envases y
etiquetas de sus tiendas sean 100 % reutilizables, reciclables y compostables para el año 2025.

Esta declaración se basa en la economía circular, que, tal y como la define Ellen MacArthur
Foundation “consiste en un ciclo continuo de desarrollo positivo que conserva y mejora el capital
natural, optimiza el uso de los recursos y minimiza los riesgos del sistema al gestionar una cantidad
finita de existencias y unos flujos renovables. Además, funciona de forma eficaz en todo tipo de escala”.

Así es como se puso en marcha en Nueva Zelanda la campaña Food in the nude(Alimentos
desnudos) para eliminar los envases de plástico que envuelven los alimentos frescos en la mayoría de
establecimientos que firmaron esta declaración. A pesar de que los precios de los productos aumentaron
considerablemente, se diseñaron distintos tipos de bandejas reciclables, donde se evita desviar más de 80
millones de residuos plásticos al año a los vertederos del país.

Según el estudio titulado La economía del plástico realizado por el Foro Económico Mundial, el peso de
residuos plásticos abandonados en el mar podría superar en 2050 el peso de los peces de todo el océano.
Esto, si no cambian los hábitos en materia de desechos y gestión integral de residuos. Con este
escenario, es necesario que consumidores, industria y gobierno tomen acción ya que todavía hay tiempo
para revertir esta situación.

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