Luz y sombras

Los días que la vida nos agencia

huyen como ondas
que agitara el vuelo de un ave
asustada de su reflejo en el agua.

La contraluz de la tarde
se resiste al horizonte
en que tiembla la mirada
por un segundo más de eternidad.

La infancia asoma su rostro

tras el relámpago
y el trueno nos recuerda
la caverna
Una gota en la ventana
que no se sabe de qué ojo ha caído.

Basta apenas una duda

para agrietar el pensamiento
El miedo a errar
para que brote del camino la piedra
La simple oscuridad abrumadora
para hundir la daga en la memoria.

Hay un asomo de contienda

con la primera luz del día
Como si tras el sueño
un lienzo nuevo pidiera pinceladas
pero un astuto dios
traspusiera los colores.

© John Alejandro Benito G.