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INTRODUCCIÓN
En los últimos 20 años han abundado los debates, las polémicas y las divergencias y
convergencias de opinión sobre el vínculo de la Epidemiología y la Salud Pública.
Especialmente retadora es la reiterada expresión que considera a esta disciplina como
la ciencia básica de la Salud Pública, y en ese sentido, surge recientemente un criterio
desafiante e inusual que reivindica a la política como esa ciencia básica. (1) Sea ciencia
básica o no, son inobjetables sus usos para contribuir a elevar los niveles de salud y
bienestar de la población y entre ellos, estimo primordial el Análisis de la situación de
salud.
El indagador método epidemiológico que sirve de guía para ese análisis, insta a
transformar la realidad sanitaria mediante la identificación de los problemas de salud. El
método como “contenido” y el análisis de situación de salud como “continente”, no son
de dominio exclusivo del profesional especializado en el campo de la Epidemiología,
ambos deben incorporarse al quehacer de profesionales y técnicos de la salud que se
desempeñan prioritariamente en los niveles locales, desde el médico familiar hasta los
directivos de salud. (2)
En otro documento expuse mi criterio sobre los enfoques conceptuales del análisis de
situación de salud, la frecuente tergiversación de sus propósitos, el logro o no de sus
objetivos, su buen o mal uso en el ámbito formativo y de los servicios. (3). En esta
ocasión ofrezco un recuento breve de esos aspectos, pues me interesa enfatizar sus
enfoques metodológicos y especialmente su vigencia; entiéndase por enfoque
metodológico desde las modalidades para su realización, hasta los espacios y niveles
de ejecución.
Tal como ocurre con la definición de salud, cuya interpretación traduce las convicciones
y principios de quien las formula, el diagnóstico de salud y el análisis de situación de
salud son términos que se utilizan indistintamente y aunque con ambos procederes se
intentan propósitos análogos, su conceptualización es diferente y con una lenta e
irregular evolución. En el ámbito internacional, en la década de los 80, y consecuente
con el esclarecedor seminario sobre los “Usos y perspectivas de la Epidemiología”
celebrado en Buenos Aires, la OPS/OMS propone y ejecuta un programa denominado
1
Análisis de la Situación de Salud y sus tendencias (HST) en el cual, y según criterios de
expertos, al reconsiderar los usos de la Epidemiología en la búsqueda y solución de
problemas de salud, se estimó un tanto teórico el concepto de diagnóstico de salud y se
promovió el abordaje de la situación de salud con un enfoque más operativo (4)
Casi a mediados de los 90, Bergonzoli vincula los estudios de situación de salud a la
evolución epistemológica del concepto de salud-enfermedad, y sustenta su concepción
del análisis, en definir la salud como “producto social” (7). Gallo Vallejo y cols. estiman
con relación al ASS que “su finalidad es conocer cuáles son los problemas de salud
concretos de la comunidad, lo que implica la medición del nivel de salud de nuestra
población y el estudio de los factores que condicionan este nivel de salud”.(8)
Por su parte Castellanos asevera que “el análisis de situación de salud viene a ser en
realidad el análisis de los perfiles de necesidades y problemas jerarquizados por
diferentes actores sociales que interactúan cotidianamente en el seno de las
instituciones”. (9)
2
El ASS representa un instrumento científico metodológico aplicativo para identificar,
priorizar y solucionar problemas comunitarios. (3)
Como toda práctica científica, el ASS también debe arraigarse en una convincente
teoría y sin embargo, aunque su utilización es frecuente en los servicios de salud, se
relega esa fundamentación teórica y consecuentemente se modifican sus postulados.
En ese sentido reclamo una mínima valoración teórica sobre las propuestas
metodológicas para su realización. El ASS refleja las diversas aproximaciones a los
determinantes de la salud, y esas aproximaciones no provienen de ninguna ciencia
particular como sería la Epidemiología, si no de la adaptación de conceptualizaciones
filosófico-epistemológicas sobre la teoría determinista, que afirma la condicionalidad
causal y universal de todos los fenómenos. (13) En consonancia con esas corrientes se
introduce el término determinante de la salud que, cualquiera sea su abordaje, resulta
inherente al análisis de situación de salud y al campo epidemiológico en su conjunto.
Según de Almeida “la determinación es una categoría más general de designación de
nexos entre eventos y procesos en la naturaleza y en la sociedad” (14) y sin embargo,
aunque superficialmente se relaciona con el análisis de situación de salud, se
desconoce su elevado nivel de abstracción, que reclama reflexiones críticas para
comprender la base del análisis y su claro propósito epistemológico.
En la década del 60, recién iniciado el sistema nacional de salud en Cuba, se utilizó como
instrumento para la planificación normativa una guía que -en forma bien descriptiva-
facilitaba información sobre la situación de salud (diagnóstico de salud), y que fue
promovida por el organismo regional CENDES-OPS. Su larga extensión no se avenía al
uso cotidiano del análisis, además que su propósito era más consonante con el binomio
planificación-recursos, que con la indagación de problemas comunitarios. En 1980 al
prevalecer los postulados de la planificación estratégica –extensa e intensamente
promocionados por los SILOS- en la confección del análisis situacional o diagnóstico
de situación de salud, (15) se incorpora, como elemento inseparable de dicha estrategia,
una Guía de Clasificación para las denominadas “categorías de información”
(Anexo1).Como implica el término la guía es para orientar, conducir, direccionar, pero
3
nunca para sustituir el pensamiento lógico en la identificación y solución de los problemas
de salud; queda para los ejecutores del análisis, aplicar sus conocimientos y habilidades
en la modificación o no de estos indicadores y valorar su utilidad; para eso requieren la
colaboración de otros profesionales médicos y no médicos, en dependencia de las
características de la población a estudiar y de sus problemas de salud prevalentes. Se
comprende entonces lo erróneo de trasladar miméticamente aquellos indicadores al
contexto comunitario donde hoy se desempeña el médico familiar, por tal razón, se
remoza y reduce esquemáticamente esa guía, para ofrecer posibilidades de ajuste y
adecuaciones en dependencia de la modalidad del ASS que se utilice y el contexto
correspondiente. ( ver Anexos del Capítulo V)
4
Como réplica nacional ante estas variadas y reconocidas alternativas para analizar la
situación de salud, surge en la década del 80 y desde la óptica de la Higiene Social
Marxista, un enfoque socio-higiénico del estado de salud de la población, que adecua
algunas denominaciones de esas diferentes submodalidades y esquemas a la realidad
nacional, aunque no hallé información sobre su utilización en los servicios de salud, pues
aparentemente permaneció como alternativa teórica. (23 )
5
evocada, en un sentido lineal. Las condiciones de vida determinan a las
situaciones de salud. Advirtamos, sin embargo, la perplejidad que se produce si
se invirtiera la dirección de la búsqueda con la siguiente pregunta: ¿en qué medida,
las situaciones de salud afectan las condiciones de vida? (31)
OPS/OMS (Paraguay) (1991): esta propuesta considera que el ASS involucra a las
personas a través del estudio de la “demanda”, la que da origen y justifica el proceso
mediante las variables demográficas, en términos de su volumen y características,
así como los riesgos de enfermar o morir, que determinan las necesidades de salud
de dicha población. El ASS también contempla “la oferta” que da respuesta a “la
demanda” mediante la satisfacción de las necesidades de la población, establecida
de acuerdo con los criterios de riesgo a través del tipo y volumen de servicios,
apoyados en una infraestructura cuyos componentes son la organización y
administración de los recursos humanos, físicos, financieros y tecnológicos.
Finalmente es imprescindible relacionar los componentes anteriores con aquellos
factores que los condicionan o afectan.(35) Los indicadores que acompañan la
propuesta se detallan en el capítulo II.
6
procesamiento de los datos que sustentan esa variante del análisis. Rescatan los
macro-determinantes de la salud, pero desde un enfoque mucho más tecnocrático.(36)
7
ESPACIOS Y NIVELES DE EJECUCION DEL ASS
Espacios
Consejo Popular
Grupo Básico de Trabajo (GBT)
Instituciones infantiles y escolares
Centros de trabajo
Niveles
Consultorio de Medicina Familiar
Area de salud
Municipio
Provincia
País
En cuanto a espacios, todos los establecidos reproducen las divisiones territoriales propias
de la configuración político-administrativa nacional, y en cualquier país deben
considerarse estas circunstancias para seleccionar los espacios pertinentes. El Consejo
Popular abarca el territorio de varias circunscripciones1, y se considera un espacio ideal
para las relaciones intersectoriales (39); el Grupo Básico de Trabajo agrupa la población
de más menos 15 consultorios (7000-8000 habitantes); las instituciones infantiles y
escolares, así como los centros laborales surgen de las necesidades poblacionales y los
requerimientos económicos en todos los municipios del país.
1
Una circunscripción representa la más pequeña unidad político-administrativa del país y posee alrededor de 3000
habitantes.
2
Está en preparación un segundo libro que desarrolla contenidos sobre Priorización de problemas y Estrategias de
Intervención.
8
postulados de la planificación estratégica que en su momento explicativo dicotomiza el
ASS en las etapas siguientes:
Existe consenso en reconocer que el propósito básico del análisis es “entender las causas
y consecuencias de las diferencias de los problemas de salud en la comunidad”, y no
deben dictarse “recetas” para alcanzarlo. El médico general integral tiene 3 puestos
9
básicos de trabajo: comunidad, centro laboral y centro educacional, y para contribuir a
la confección del análisis se incluyeron en el programa de formación 3 áreas, 5 subáreas y
5 módulos, de los cuales 2, desarrollan contenidos específicos para el ASS. (17) También
para cada una de esas ubicaciones se diseñaron guías ad hoc elaboradas a partir de
indicadores derivados del modelo “campo de salud” de Lalonde.
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12
ANEXO 1
Estudio espacial
Aspectos demográficos
Actividad económica
Actividad política
Actividad social
Aspectos religiosos
Educación
Organización político-administrativa
Sectores e instituciones
13
ANEXO 2
- Enfermedades no transmisibles
- deficiencias de nutrición y metabolismo
- enfermedades cardiovasculares
- tumores
- accidentes y violencia
- trastornos mentales y del comportamiento
- desastres naturales, ambientales e industriales
14