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Actualidad de la Aladi

1. La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) fue creada en 1980


para promover el desarrollo económico y social de la región. Este proceso de
integración busca establecer de forma gradual y progresiva, un mercado común
latinoamericano. En la actualidad, los miembros de la ALADI son: Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay,
Perú, Uruguay y Venezuela. Nicaragua está en proceso de incorporación. Todos
los 13 miembros de la ALADI abarcan una superficie de 20 millones de km²
(casi cinco veces más que la superficie de los 28 países que integran la Unión
Europea), cerca de 530 millones de habitantes y un PIB superior a US$ 5
billones.

La ALADI es el resultado de un proceso de integración regional que comenzó a


fines de 1950, cuyo primer hito fue la creación, en 1960, de la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC). La ALALC era un mecanismo
relativamente rígido, ya que estipulaba que cualquier concesión comercial que
un país-miembro hiciera a otro debería extenderse inmediatamente y de forma
automática a los demás – la "cláusula de la nación más favorecida". Ese modelo
no logró los progresos que se esperaban.

Ante la constatación de que era necesario cambiar ese modelo, el Tratado de


Montevideo de 1980 (TM80) – instrumento que creó la ALADI – trajo consigo
un importante elemento de flexibilización: la posibilidad de firmar acuerdos sólo
entre dos o más países-miembros. De esa manera, los compromisos ya no
tendrían que ser asumidos por todos los países. Esto produjo que el número de
acuerdos firmados en el ámbito de la ALADI aumentara considerablemente.

El TM80 está notificado a la Organización Mundial de Comercio (OMC) bajo la


denominada “cláusula de habilitación”, la que le permite a los países-miembros
de la ALADI establecer preferencias arancelarias y compromisos en materia de
reducción o eliminación de medidas no arancelarias, sin tener que extender esos
beneficios a los demás miembros de la OMC – una excepción, por lo tanto, a la
cláusula de la nación más favorecida.

Este mecanismo jurídico que permite la aceptación de excepciones para países


en vías de desarrollo de la ALADI es el resguardo para los compromisos
comerciales en el ámbito del MERCOSUR, formalizados bajo el Acuerdo de
Complementación Económica Nº 18 (ACE-18). Aunque el Tratado Constitutivo
del MERCOSUR no haya sido protocolizado en la ALADI, muchas normas
comerciales del MERCOSUR fueron registradas en la ALADI, como Protocolos
Adicionales al ACE-18. Las normas amparadas jurídicamente en el TM80
conformarán la zona de libre comercio y la unión aduanera en el MERCOSUR.
Como resultado, entre 1991 y 2012, el comercio al interior del bloque
MERCOSUR se multiplico más de diez veces, pasando de US$ 5.100 millones a
US$ 58.200 millones.

Hoy en día cerca del 70% del comercio entre los países de la ALADI está
totalmente desgravado – es decir, tiene el 100% de preferencia arancelaria. Se
puede predecir que, gracias a la red de acuerdos de la ALADI, América del Sur
será un área de libre comercio en 2019.

La ALADI facilita el comercio también mediante otras iniciativas que van más allá de
su red de acuerdos. Una de ellas es el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CCR),
que funciona como un sistema de compensación de pagos derivados del comercio de los
países miembros, que realizan los bancos centrales participantes. El CCR permite
ahorro de divisas y disminución de riesgo en las exportaciones que se hacen a los
demás países-miembros. Además de eso, la ALADI implementó la Certificación de
Origen Digital, sistema que permite la emisión de documentos originales vía
electrónica, en reemplazo del papel – modernizando, agilizando y reduciendo los costos
de los trámites en las operaciones comerciales.

Otra iniciativa importante para el fomento del comercio es la EXPO ALADI, orientada
a las pequeñas y medianas empresas. La EXPO ALADI es una gran macro-rueda de
negocios que reúne representantes de entidades gubernamentales y empresariales para la
difusión de la oferta de exportación y de las preferencias proporcionadas por la red de
acuerdos comerciales de la Tradicionalmente se destaca el marco jurídico del Tratado de
Montevideo 1980 (TM80), y la flexibilidad que dicho Tratado confirió al proceso de
integración regional, como una de las mayores fortalezas de la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI).

No es para menos. Bajo la amplia red de acuerdos de ALADI el comercio intrarregional


pasó de 10.500 millones de dólares en 1980 a 161.000 millones de dólares en 2011. De
esta forma el intercambio intrarregional se multiplicó por 15 un ratio de crecimiento
superior al registrado en el comercio de los países miembros de la Asociación con el
resto del mundo que en ese período se multiplicó por 10, siendo que además, en
términos cualitativos, el comercio intrarregional se ha caracterizado por tener un mayor
valor agregado que nuestras exportaciones a terceros mercados, vale decir: la red de
acuerdos de ALADI nos ha permitido igualmente aprender a exportar valor agregado.

Pero ALADI no se limita únicamente a su importante red de acuerdos. En la actualidad


la Asociación se encuentra impulsando, entre otros, un ambicioso programa de
facilitación de comercio, del cual sin lugar a dudas el referente más importante está
constituido por la iniciativa de Certificación de Origen Digital de la Asociación (COD),
que representa un significativo avance en los objetivos de modernizar y simplificar los
trámites en las operaciones comerciales; reducir costos operativos y dar mayor
seguridad al procedimiento de certificación de origen.

En materia de Certificación de Origen Digital, la ALADI ha recorrido un camino desde


el año 2004, que a la fecha permite ver los frutos del mismo en términos del número de
países que ya presentan avances considerables en el cumplimiento de las etapas
contempladas en el proceso, conforme a estrictos parámetros internacionales.
El grado de madurez alcanzado en esta materia a nivel regional en el marco de la
ALADI quedó bien reflejado en la Reunión de Coordinadores Nacionales realizada
entre el 20 y 21 de junio de 2012, en la sede de la Asociación.

Los resultados de dicha reunión son prometedores en materia de gestión mancomunada


y en posibilidades de aprovechar las capacidades nacionales instaladas para avanzar y
para atender las asimetrías hoy existentes, mediante acciones de cooperación, tal y como
fuesen establecidas por el Comité de Representantes de la Asociación en su Resolución
386.

De especial interés en este contexto resulta el papel de facilitador que desarrollará la


ALADI a fin de llevar a la práctica los resultados de los intercambios bilaterales que
también contaron con un espacio en el marco de la reunión, metodología que posibilitó
que los países identificaran pares y acciones conjuntas promisorias para la obtención de
los denominados internacionalmente “quick impacts”.

Los avances de Colombia en esta materia encuentran sus causas en un claro


compromiso político e institucional, en la convicción de lo que representa en los
tiempos actuales el comercio sin papel y en el cambio cultural subsecuente, en el apoyo
a acciones facilitadoras de carácter concreto acompañadas de cronogramas viables que
hagan una diferencia en el movimiento comercial con nuestro vecinos y con el mundo; y
en la importante inversión destinada a la captación de los recursos humanos y técnicos-
informáticos pertinentes.

Colombia se congratula de la buena oferta de cooperación que fue posible identificar,


con el espíritu de colaboración que quedó patente y con las buenas posibilidades de
cerrar exitosamente un ciclo completo de realizaciones que puede ser ilustrativo para
otros procesos que se puedan desarrollar en el marco de la ALADI como organismo de
integración.

Si bien ya nos referimos a la importancia que desde el punto de vista de la facilitación


del comercio tiene la iniciativa COD, no podemos dejar de comentar la importancia que
también desde una perspectiva medioambiental supone en términos de eliminación de
papel, que según algunos analistas, si tomásemos en cuenta la emisión de certificados de
origen en los últimos diez años sólo en Brasil y la convirtiésemos al formato
electrónico, se habrían ahorrado:

· Cinco millones y medio de hojas de papel por año;


· Siete mil trescientos árboles (lo que representa la preservación de un área de bosques
similar a la que tiene la ciudad de Sao Paulo);
· Casi doscientos millones de litros de agua;
· Un millón trescientos mil kilovatios/hora.

Es importante señalar que la iniciativa COD de la ALADI constituye un referente


internacional en esta materia, lo cual ha sido logrado en virtud del trabajo conjunto de
los países miembros, así como por el valioso apoyo técnico brindado por la Secretaría
General de la Asociación.

Estos avances han sido reconocidos, y de manera muy reciente, al más alto nivel
político, entre otras, en declaraciones presidenciales como la Declaración de Paranal,
Antofagasta, Chile, firmada en el marco de la IV Cumbre de la Alianza del Pacífico y,
en el Comunicado Conjunto de los Presidentes de los Estados Partes del MERCOSUR,
en ocasión de la XLIII Reunión del Consejo del Mercado Común, en Mendoza,
Argentina, en virtud de las cuales fue reconocida la importancia de lograr la
certificación de origen digital para continuar facilitando el comercio, así como los
avances logrados en esta materia en el marco de la ALADI.

Ello constituye una muestra innegable de que en la región existe una agenda positiva
para continuar impulsando y facilitando el comercio regional, lo cual a su vez deberá
insertarse y constituirse en uno de los principales aportes de la Asociación al proceso de
cooperación y convergencia entre procesos de integración de América Latina y el
Caribe que se iniciase con la recientemente creada Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

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