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ANÁLISIS MUSEOGRÁFICO; BIENAL DEL SUR.

González Indiana

Barquisimeto, 2018.
La institución para resguardo de obras artísticas y difusión de la cultura; Museo
Barquisimeto, recibió este año 2018 las obras de la II Bienal de Sur “Pueblos en
resistencia”. La exposición itinerante estuvo pautada alrededor de varias semanas
y convoco artistas tanto nacionales como internacionales. Creadores visuales de
Latinoamérica tuvieron su espacio para plantear sus propuestas críticas, también
fueron invitados representantes de otros países lejanos como Israel, o Siria pero
con un contexto social que se asemejan a las realidades actuales de algunos países
de la región del sur.

Ciertamente, La temática de la exposición estuvo orientada a la relación existente


entre el arte y la política, es decir las artes visuales como “Un medio comprometido
con las transformaciones sociales” (Mubarq 2018, 2¶). Las muestras estuvieron
organizadas por tópicos vinculado el concepto que se maneja en la Bienal “Pueblos
en resistencia” estas fueron; Identidad, Cuerpo, Tierra, y Alienación.

Cada sala albergaba obras con dichas categoría (señaladas además en su ficha
técnica) Sin embargo no hubo una intención de agregar las obras de cada tópico en
salas separadas, por el contrario se encontraba mezcladas, lo que generaba en el
espectador confusión. Además se planteó por parte del curador un recorrido
inadecuado, por lo que se instó a iniciar desde los últimos salones.

Por su parte, la primera impresión que se tuvo en cuanto a la organización de


estas piezas pertenecientes a 53 artistas fue que no se encontraba ubicada ni por
medio, contenido, movimiento, color o país. Cada trabajo plástico distraía la visión
al no haber una continuidad, los espacios no fueron pensados correctamente la
instalación de uno de los exponente Venezolanos se ubicaba a escasos centímetros
del montaje de la obra gráfica (litografía) de su colega.

En el siguiente espacio, se evidencio de manera inmediata la falta de planificación


al presentar simultáneamente dos Video-art cuyo contenido no guardaba relación
alguna, uno de ellos exponía una realidad social, mientras al frente se encontraba
la obra de una artista que proyectaba una visión muy personal de la vida y del rol
de la mujer, en ambos casos el audio de pésima calidad le privaba al espectador
comprender alguna de los dos planteamientos, y los cables visibles del televisor
además le .restaron estética.

En cuanto al montaje de las obras bidimensionales fue recurrente el deficiente


manejo del espacio al disponer las pinturas, las fotografías, y los dibujos, a muy
escasos centímetros una de otra, inclusive fue perceptible el desconocimiento o
desinterés por parte de los encargados de la exposición, al no ubicar las obras en
base a la línea del horizonte que es donde se deberían de colgar ya que debe de
coincidir con el nivel de los ojos en el ser humano.

Los marcos empleados no guardaban relación con la pieza ni la época,


nuevamente era un factor de distracción para la apreciación de los trabajos
plásticos, el vidrio de las fotografías tampoco era el más adecuado en él se
proyectaba la luz que impedían la visión óptima de la composición.

En efecto, la luz que es un elemento fundamental del diseño museográfico fue


precaria, lamentablemente no había las condiciones necesarias para la correcta
apreciación de la pieza y reproducción del color, pocos eran los bombillos que
funcionaban y los que lo hacían no estaban localizados de forma correcta frente a
la obra generando así sombras, o proyectándose con demasiada intensidad lo que
podría conseguir era un deterioro inevitable de la pieza por la emisión de los rayos
ultravioleta e infrarrojos.

En cuanto a la manipulación de las obras para el evento se evidenció una mala


restauración que pone en juego el prestigio del artista, el trabajo con técnica mixta
al que se toma como referencia también se encontraba sucia, fotografías socio
documentales se exhibían arrugadas y deterioradas por la humedad, otra
composición fotográfica de gran escala cuyo creador envió digitalmente desde Irán,
fue montada con un mobiliario improcedente como lo es ganchos de papelería los
cuales terminaron dañando la impresión fotográfica.
En el mismo orden de ideas, se presentaron dibujos en papel craft que se
sostenían con clavos en la pared del museo sin protección ni cuidado alguno,
también una obra pictórica exhibida en los pasillos del museo al aire libre recibía las
inclemencias del sol, y la lluvia. Por su parte de carácter instalativo el trabajo
plástico de un artista que rechazaba el racismo de las instituciones en américa
complejizando la problemática, y empleando la metáfora de una fiesta infantil, se
vio perjudicada al ser casi imposible acercarse por la desorganización de los objetos
dispuestos sumado a que el espacio de la sala era muy estrecho.

Finalmente, es lamentable la falta de estudio para la práctica museográfica, por


parte de Instituciones tan importantes como lo es el Museo de Barquisimeto, al igual
que la organización Bienal del Sur (quienes estuvieron a cargo en parte de la
curaduría y selección de los artistas invitados), estos hechos perjudican
directamente la reputación del artista, a su vez la credibilidad y nivel del evento.

El estudio del espacio para la exhibición artística es tan importante como la obra
misma siendo que la eleva o la hace invisible para el espectador, en este sentido el
recorrido permitió reflexionar sobre la importancia del equilibrio visual, la luz, el
color, el espacio, el discurso, los materiales, no de una composición específica, sino
en las sala donde se resguardan.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

● Museo Barquisimeto (2018) EL MUSEO DE BARQUISIMETO EXHIBE LA


SELECCIÓN DE LA II BIENAL DEL SUR [En línea] Disponible en:
http://www.iartes.gob.ve/index.php/2016-04-25-21-04-08/358-el-museo-de-
barquisimeto-exhibe-la-seleccion-de-la-ii-bienal-del-sur Consultado: [25 Sep.
2018].

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